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Glosario clase 26-8

Comenzamos por abordar la emergencia de Gógol, desde los márgenes de Rusia y desde
los márgenes de lo que hasta ese momento había sido la institución literaria. Aparecen
en la literatura un nuevo estamento: los разночинцы (de разно, diverso, y чин, rango).
De esa raíz sale también la palabra чиновник (funcionario menor, empleado público),
que a partir de los tiempos de Gógol va a asociarse al tipo de “el hombre pequeño”.
• Para un breve recorrido biográfico-literario de Gógol pueden leer el texto “Ave
Gógol” (un fragmento de mi tesis sobre él).
También abordamos aspectos de la particular lengua gogoliana, una lengua que –según
el historiador de la lengua rusa Víktor Vinográdov– volvió “inestable” la propia lengua
que había forjado Pushkin. Como dirá el escritor simbolista André Bieli, autor del
formidable estudio El arte de Gógol, de 1934): “...alguien fuerte, inmenso, original en
su maestría fortalecedora inaugura procedimientos de escritura no descubiertos por
nadie, precipitando en el tejido verbal una lluvia de palabritas populares, dialectales,
sociolectales y locales, pulidas como perlas del lenguaje; ya se hablaba así aquí o allá,
pero todavía así no se había escrito” (Белый, 1934).
• Sobre la lengua literaria de Gógol pueden ver otro fragmento de mi tesis en la carpeta.

VISSARIÓN BIELINSKI (“el frenético Vissarión”, como lo llamaban sus amigos).


La emergencia y los destinos de Gógol y Bielinski están profundamente unidos
(también, en cierta forma, sus tragedias). Bielinski fue el primero en tomar en
consideración las particularidades históricas de Rusia para el abordaje crítico de la
literatura, y de allí la necesidad de fundar una crítica que no soslayara esta cuestión. Por
eso la naródnost’, lo que es “propio del pueblo” (народ), será fundamental en su
concepción de la literatura. Por ejemplo, en su artículo octavo de los once en los que
examina toda la obra de Pushkin, defenderá la naródnost’ de la novela en verso Evgueni
Onieguin:
…a muchos les parecerá extraño si usted dice que el primer poema en versos
verdaderamente nacional ruso fue y es “Evgueni Onieguin” de Pushkin y que hay en él
más espíritu nacional [народность] que en cualquier otra obra rusa popular que se le
antoje. Pero entre tanto esto es tan verdad como que dos por dos son cuatro. Si no todos la
consideran nacional es porque entre nosotros desde tiempos remotos se ha arraigado la
muy extraña opinión de que un ruso en frac o una rusa en corsé ya no son rusos y que el
espíritu ruso se hace sentir solamente allá donde hay caftanes, laptis, vodka casero y
repollo en vinagre.

En esta naródnost’ bielinskiana se inscribe también un gran orgullo nacionalista:


Nosotros, los rusos –dirá Bielinski–, no podemos dudar de nuestro significado político y
estatal: de todas las tribus eslavas solamente nosotros maduramos en un estado fuerte y
poderoso, tanto antes de Pedro el Grande como después de él, hasta el minuto presente,
sostuvimos con honor más de un severo examen del destino, más de una vez estuvimos al
borde de la ruina y siempre alcanzamos a salvarnos de ella para aparecer después con una
nueva y mayor fuerza y firmeza. En un pueblo extraño al desarrollo interior no puede
haber esta firmeza, esta fuerza. Sí, en nosotros hay una vida nacional, estamos llamados a
decir al mundo nuestra palabra, nuestra idea; pero por cuál sea esta palabra, cuál esta
idea, por ahora aún es temprano para afanarnos. (“Una mirada a la literaria rusa de 1846”)

• Bielinski aparece en la escena de la crítica literaria rusa con su artículo sobre la


póviest’ (el relato) rusa y en particular las de Gógol. Lo tienen en la carpeta.

La народность también fue asumida por la corona rusa, cuya divisa instituida por el
ministro de Ilustración popular Sergué Uvárov en 1833 fue:
православие - самодержавие - народность
(ortodoxia – autocracia – naródnost’)

• COMENTAREMOS EN FORO LA FAMOSA CARTA DE BIELINSKI A


GÓGOL

Sobre “escuela natural”


• Tienen un artículo (o mejor, su borrador) que empecé hace tiempo sobre la figura de
Vissarión Grigórievich Bielinski y sus miradas sobre el deber ser de la literatura rusa.
• Recomiendo calurosamente una vez más la lectura del artículo de nuestro compañero
Alejandro González sobre la “escuela natural” y uno de sus exponentes: Iákov Butkov,
así como los dos textos de este último que Alejandro tradujo. El relato “Cien rublos”,
dijimos, se centra en un tema que tendrá centralidad en Dostoievski.
https://eslavia.com.ar/una-pagina-desconocida-de-la-literatura-rusa-iakov-butkov-y-la-
escuela-natural/#_ftnref15

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