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¿Cómo impactará en la sociedad la implementación de los juicios orales en

materia penal?
“La reforma al sistema de justicia penal para el fortalecimiento de la seguridad pública, no
solamente debe ser el tránsito de lo escritural a la oralidad, sino el paso a uno realmente
democrático, participativo y dialogístico, donde no prime la toma de decisiones unilaterales,
sino las consensuadas o bien las heterocompuestas; además, el de ser un espacio de
discusión, donde prime la lealtad y la objetividad, a tal punto que, si los actores del
proceso penal cometen errores, los mismos puedan ser corregidos en la medida que se
cuenta con la colaboración de los interlocutores.

Igualmente, la oralidad se encuentra vinculada al principio de inmediación, pues a través


de lo que expone directamente el declarante, la autoridad judicial va conociendo mejor a la
persona que examina y puede apreciar mediante su firmeza o temblor de la voz u otros
factores externos, la fuerza o debilidad de lo que manifieste (Benavente y Pastrana,
2011).”

En este entendido, lo que busca este sistema, es que la impartición de justicia sea mucho
más confiable, habitualmente la exposición a través de expedientes interminables generaba
un tema de retraso en trámites y análisis, además de que, no existía un desahogo de
pruebas en el que pudiera realmente intervenir de forma tan activa cada parte interesada,
con éste nuevo sistema cada uno tendrá la oportunidad de refutar, al contrario.

Dar a conocer de viva voz, generar argumentos sólidos, acompañado de un lenguaje


corporal, puede marcar la diferencia al momento de persuadir al juzgador; de igual
manera, de este modo se puede notar con mayor claridad si lo que se sostiene es real. Por
otro lado, como abogados en el ámbito penal, tenemos que trabajar en el dominio de foros,
desarrollar un lenguaje profesional, fluido, argumentativo para poder respaldar de la mejor
manera a nuestro cliente.

Cabe mencionar también, que este tipo de juicio permitirá, al ser oral, que dicha
presentación de caso, desahogo de pruebas, desarrollo y culminación del caso en general,
será con un periodo mucho más breve que con el anterior método. Deberá imperar el
principio de presunción de inocencia, es decir, como indica el artículo 20 de nuestra Carta
Magna, es deber de quien acusa presentar las pruebas conducentes para afirmar lo que se
pretende.

Artículo 20. El proceso penal será acusatorio y oral. Se regirá por los principios de
publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación.

V. La carga de la prueba para demostrar la culpabilidad corresponde a la parte acusadora,


conforme lo establezca el tipo penal. Las partes tendrán igualdad procesal para sostener la
acusación o la defensa, respectivamente;

Concretamente, los impactos tendrían que ser positivos; los tiempos se tendrían que
reducir, se tienen que trabajar en una infraestructura adecuada en los juzgados, los jueces
tendrán que estar aún más preparados para exhibir y dar cátedra de un buen trabajo al
apegarse a la justicia de manera objetiva y bajo un análisis confiable a partir de lo
presentado por las partes, ya que, su labor será expuesta en la sala.

Referencias:
Benavente, H. y Pastrana, J. (Agosto 2011). Seguridad pública, proceso penal acusatorio y
juicio oral.  Argumentos (Méx.) vol.24 no.66 Ciudad de México may./ago. 2011. Consultado
el 09/10/2022. Recuperado de https://www.scielo.org.mx/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S0187-57952011000200011

 CÁMARA DE DIPUTADOS DEL H. CONGRESO DE LA UNIÓN (28-05-2021). CONSTITUCIÓN


POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.  Consultado el 09/10/2022. Recuperado
de https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/CPEUM.pdf

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