Está en la página 1de 16

3

Acusaciones de
corrupción moral

El cristiano es señor de todo, perfectamente libre, sujeto


a nada. El cristiano es un siervo, perfectamente
obediente, sujeto a todo.
Martín Lutero

Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos


pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le
colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se
hundiese en lo profundo del mar.
Mateo 18:6

SENSUALIDAD
EL CRÍTICO: ‘‘Bien, tal vez nuestro caso sobre la psicología
fue sobrestimado. Pero, obviamente, los conciertos de rock
producen toda clase de atrocidades. Los ritmos sensuales
provocan pasiones que de otra manera permanecerían dormi-
das, haciendo poco aconsejable el uso de estos ritmos para
propósitos cristianos.’’
Algunos críticos reclaman que la Asociación Médica
Americana recientemente ha asociado el ritmo del rock con

~37~
Debate de la música cristiana contemporánea

el abuso de las drogas y con la inmoralidad. Ellos citan un


reporte periodístico de un artículo publicado en el Jornal de
la Asociación Médica Americana como prueba.1 Pero el docu-
mento original fue muy cuidadoso en no hacer una relación
causal directa entre los estilos de música y el comportamiento
nocivo.
En vez de esto, el informe alertaba acerca del impacto
potencial de los grupos de rock secular que presentan puntos
de vistas desviados y enfermizos sobre el mundo. Expresaron
preocupación por los jóvenes que ‘‘se han sumergido en la
subcultura del ‘heavy metal’ (metal pesado) con bandas tales
como Slayer o Metallica.’’ Los escritores concluyen: ‘‘La evi-
dencia, aunque anecdótica, sugiere que estos adolescentes
pueden estar en riesgo de abuso de drogas o aun de partici-
pación en actividades satánicas.’’2
¡Escuchen! ¡Escuchen! Yo concuerdo de todo corazón
con este artículo y voy a reiterar esta advertencia en el capítulo
12 al exponer las perversidades perpetradas por muchos músi-
cos populares.
Sin embargo, este artículo no dice nada sobre ritmos o
estilos que sean dañinos en sí mismos. El rock cristiano no fue
siquiera considerado. Tomar un estudio de las reacciones
negativas que producen Slayer o Metallica y concluir que
Petra es un grupo dañino, es lo mismo que tomar un estudio
sobre el efecto negativo de las películas pornográficas y con-
cluir que Bambi es dañino.
Por el contrario, el único estudio que yo he encontrado
que compara a los jóvenes que escuchan la música cristiana
contemporánea con aquellos que prefieren la música secular,
reveló que los que escuchan la música cristiana tienden a
tener promedios más altos en sus notas escolares.3

EXPECTATIVAS, INCITACIONES Y ATMÓSFERAS


Yo no he encontrado ningún estudio que asocie la sensualidad
con un estilo de música o con un ritmo en particular. Apar-
entemente, la salvaje atmósfera generada en algunos concier-

~38~
Acusaciones de corrupción moral

tos de rock secular, lleva a algunos críticos a asumir que el


culpable es el estilo de música. Pero ¿será posible que la
reacción impía sea causada por las letras sensuales, las expec-
tativas de los asistentes, y el estilo de vida de los intérpretes?
La gente va a un concierto de los Rolling Stones tanto por
la atmósfera salvaje como por la música. ¡Cuando ellos llegan,
están listos para vivir la fiesta! A medida que entran al
auditorio, se encuentran con otros miles que han venido con
las mismas expectativas, y los intérpretes animan esta atmós-
fera con sus palabras y acciones. Prince seduce a la audiencia
con su filosofía hedonista y con sus payasadas sexualmente
explícitas. Cher se viste para matar. El grupo "The Doors"
fomenta la rebelión.
Nosotros proponemos que el estilo de música en sí mismo
no provoca la respuesta impía en un concierto de rock más
que lo que la música ‘‘country’’ (campestre) hace a la gente
beber y bailar en un club nocturno del campo. Son las inten-
ciones de las personas y las incitaciones de los intérpretes las
que gobiernan la respuesta de la gente, y no el estilo de música.
Muchos estudios antropológicos sostienen esta propuesta.
Mientras que la gente de una cultura puede reaccionar con
fuertes emociones y hasta perder la conciencia cuando son
expuestos a un cierto estilo de música en un escenario en
particular, puede que la gente de otra cultura no sea afectada
en absoluto.4
Esta hipótesis puede ser comprobada comparando la reac-
ción frente a la música de Los Beatles durante sus días de
actuación, con la reacción a su música hoy en día. Los críticos
han apuntado hacia la reacción caótica a Los Beatles como
evidencia de que el rock excita a la gente en su naturaleza
sensual. Sin embargo, si usted observa a la gente escuchar
calmadamente a Los Beatles hoy, se preguntará a qué viene
todo el alboroto. Si el problema estuviera inherentemente en
el estilo, no debería haber ninguna diferencia entre la reacción
de la gente a esta música hoy y la reacción que tuvieron en los

~39~
Debate de la música cristiana contemporánea

años sesenta. Una vez más vemos que el problema no era con
el estilo de música, sino con las actitudes y expectativas de la
gente, unidas a las actuaciones de la banda.
Concedido, mucha de la música rock genera una atmós-
fera emocionante; pero las emociones no son malas en sí
mismas. Hemos observado que una agitación saludable acom-
pañaba muchas veces la adoración en el Antiguo Testamento.
Las emociones en sí mismas son neutrales, pero un intérprete
de rock tiene la oportunidad de canalizar estas emociones
hacia fines positivos o negativos.
La palabra hablada es poderosa ----‘‘La muerte y la vida
están en poder de la lengua’’, de acuerdo a Proverbios 18:21----
y Hitler canalizó la excitación generada por sus discursos
carismáticos para adelantar su causa malévola. El medio (un
discurso motivador) no era el culpable. Más bien, el mensaje
enviado a través del medio lo era.
La mayoría de las personas que asisten a un concierto de
Carmen encontrarán imposible permanecer sentados. La at-
mósfera es eléctrica, pero las emociones son bien dirigidas
hacia las cosas por las cuales deberíamos estar excitados:
defender la causa de Jesús, batallar en contra de los princi-
pados y potestades de maldad, y celebrar nuestra futura vic-
toria final.

LAS SÍNCOPAS, EL RITMO Y LA SENSUALIDAD


El ritmo sincopado es muchas veces aislado como la raíz del
problema. Pero las síncopas son encontradas en muchos es-
tilos de música, incluyendo la música clásica (el coro del
‘‘Aleluya’’ de Handel) y en himnos muy aceptados (‘‘Cuando
Cristo Vino a mi Corazón’’). ¿Están los críticos dispuestos a
desechar toda la música que contenga síncopas? No hemos
encontrado ningún estudio que pueda vincular las síncopas
con las reacciones negativas.
Más aun, el ritmo de la música rock es muchas veces
idéntico al ritmo de la música más suave que se toca en las
oficinas de los doctores o en las tiendas. Casi en su totalidad,

~40~
Acusaciones de corrupción moral

la batería ha venido a ser aceptada por nuestra sociedad como


un todo. Por consiguiente, muchos que denuncian el ritmo de
la música rock, probablemente aceptan una forma más suave
del mismo ritmo en su música ‘‘suave al oído’’. De hecho,
muchos de los musicales de las iglesias también incluyen este
ritmo. Es inconsistente aceptar el ritmo de un estilo y denun-
ciar el de otro, cuando el ritmo es esencialmente el mismo. Es
interesante observar que la música suave es más conductora
a la sensualidad que la música fuerte. Los directores de las
películas cinematográficas son expertos en conectar la música
apropiada con una escena. La música suave acompaña
muchas veces una escena de amor para hacer a la audiencia
sentir que la película es una unidad.
En la parte 3 encontraremos que el asociar los estilos
populares con las prácticas mundanas ha guiado muchas veces
a los líderes cristianos a asumir erróneamente que hay una
relación de causa y efecto entre los dos. En un punto en la
historia de la iglesia, algunos intervalos musicales fueron
considerados como sensuales.5 El Talmud Babilónico se re-
fiere a la voz de la mujer como ‘‘una incitación sensual’’.
Algunas de las iglesias primitivas prohibían a la mujer cantar
junto con el hombre, porque era visto como un símbolo de
unión sexual.6 Carlstadt afirmaba, ‘‘Relegad los órganos, trom-
petas y flautas al teatro. Mejor es una oración de corazón, que
mil cantatas de los Salmos. Las notas lascivas del órgano
despiertan pensamientos del mundo.’’7
Pero lo que por intuición le parecía obvio a Carlstadt ----la
naturaleza sensual de la música de órgano---- era en realidad
una suposición equivocada. Otros condenaban el laúd de
Lutero, su violín (el violín del diablo), y otros instrumentos
por la misma razón. Tengamos cuidado de no perpetuar el
mismo error en nuestro tiempo.

INFLUENCIAS DEMONÍACAS
EL CRÍTICO: ‘‘Pero, ¿qué de los hijos del misionero que
trajeron una música cristiana contemporánea al campo de

~41~
Debate de la música cristiana contemporánea

misiones? Cuando la tribu la escuchó, preguntaron por qué


los niños estaban llamando a los demonios.’’
Al Menconi, autor, líder de seminarios y especialista en la
música contemporánea, investigó acerca de la grabación ofen-
siva y descubrió que lejos de lo que la gente identificaría como
rock en la actualidad, el álbum culpable era una producción
de principios de los años setenta que incluía canciones tales
como ‘‘Cuando Allá se Pase Lista’’ y ‘‘Él es Todo para Mí’’. La
grabación presenta intérpretes como Cliff Barrows, los Spur-
lows y Ralph Carmichael. Menconi observó que ‘‘si esta can-
ción ----hablando de ‘‘Él Es todo para Mí’’---- es demoníaca,
entonces casi todos los coros cristianos de América están en
peligro.’’8
Pero otros testigos se han presentado para testificar a favor
de la teoría del ritmo demoníaco, y se hace necesaria una
respuesta más cuidadosa. Stephen Maphosah creció en Zim-
babwe, África, tocando los tambores para evocar los malos
espíritus en los rituales de adoración de su aldea. Después de
convertido al cristianismo, él tomó muestras de diez de las
grabaciones más populares de la música cristiana contem-
poránea y las clasificó como ‘‘ofensivas e inaceptables’’.9
Como método de respuesta, vamos a asumir primero la
validez de su testimonio. Este hombre creció en una tribu que
usaba ritmos específicos para evocar a los demonios. ¿Prueba
esto que el ritmo es demoníaco en sí mismo, y que convoca
espíritus inmundos sin importar el contexto y la cultura? Una
forma de probar esta hipótesis es mostrar que este mismo ritmo
es usado en muchas culturas aisladas para la adoración de
demonios. Si este mismo ritmo se descubriera en una variedad
de culturas independientemente, entonces tendríamos que
prestarle credebilidad a esta teoría. Para poder llegar a esta
conclusión, necesitamos la perspectiva de una persona fa-
miliarizada con la música de muchas culturas, para así deter-
minar si ‘‘el ritmo demoníaco’’ es consistente de tribu en tribu.

~42~
Acusaciones de corrupción moral

G. William Supplee, profesor asociado de música en la


Universidad y Seminario Bíblico Columbia, creció en India y
desde entonces ha estudiado y enseñado música en más de
cincuenta culturas diferentes. En su investigación sobre ‘‘el
ritmo demoníaco’’, él primero aisló el ritmo usado por una
tribu para adorar demonios. Encontró que en adición a los
ritmos que ellos usaban para invocar demonios, también
usaban ciertas melodías, y aun ciertos colores estaban aso-
ciados con esta práctica. Pero según comparaba estas aso-
ciaciones con las de otras tribus, él encontró que, por ejemplo,
al otro lado de la montaña, otra tribu asociaba con sus juegos
la misma melodía que la tribu anterior había usado para la
adoración demoníaca.
¿Cuál es la conclusión? Después de examinar arduamente
a muchas culturas, grabando y comparando los patrones de
sus tambores, Supplee no pudo encontrar un ritmo consis-
tente de cultura en cultura para invocar demonios. De hecho,
la invocación de demonios fue asociada con ritos distintos al
toque del tambor en algunas tribus. Una serie de notas pueden
haber funcionado para esta práctica en una tribu. Pero, sen-
cillamente, no apareció un ‘‘ritmo demoníaco’’ consistente.10
Guilbert Rouget, presidente del Departamento de Et-
nomusicología del Musée de l’Homme en París, analizó
minuciosamente la relación entre la posesión demoniaca y la
música. Su trabajo debería ser leído por cada uno de los que
se adhiere a la teoría del ritmo demoníaco. En su libro, Música
y Trance, Rouget cuidadosamente documenta la enorme di-
versidad de música asociada mundialmente con los trances y
la posesión de espíritus, y ofrece muchos puntos de vista
relevantes.
Primero, Rouget concuerda con Supplee en que no existe
un ritmo demoníaco consistente.11 Los ritmos asociados con
las ceremonias de posesión varían ampliamente de cultura en
cultura. Segundo, muchas culturas asocian las posesiones con
instrumentos distintos a los tambores. Una cultura usa una

~43~
Debate de la música cristiana contemporánea

campana sagrada, otra un violín; otra un estruendoso sonajero


hecho de calabaza, otra un cántico suave acompañado de una
tenue cítara; otra una flauta, otra un oboe; otra usa un laúd,
y otra una maraca. Algunas posesiones son acompañadas por
cánticos sin instrumentos.12 Rouget concluye que: ‘‘Existen
tantas diferentes clases de música de posesión, como existen
cultos de posesión.’’13
Aparentemente Maphosah usaba un ritmo para su
adoración de demonios que era similar a los ritmos que se
encuentran en algunas canciones de rock. Habiendo crecido
con esta asociación, él tuvo una obvia confusión cuando
encontró que el mismo ritmo era usado en algunas canciones
cristianas. De la misma manera, si un miembro de la tribu
VaNdau de Mozambique escuchara una flauta utilizada en un
contexto cristiano, muy bien podría argumentar, ‘‘¿por qué
están ustedes apaciguando a los espíritus?’’ ya que en su tribu
la flauta se usa para este propósito.14 Si Maphosah reacciona
negativamente a un ritmo tan sólo porque su tribu lo usa para
ritos demoníacos, no por esto debe ser asumido que el ritmo
en sí mismo tiene cualidades inherentes que apelan a los
demonios.

PIEDRAS DE TROPIEZO
En la superficie, la acusación de que la música cristiana
contemporánea es una ‘‘piedra de tropiezo’’ hace del debate
de la música un caso indiscutible.
Premisa 1: La Biblia establece que está mal ofender a los
compañeros creyentes.
Premisa 2: Hay creyentes que testifican que la música
cristiana contemporánea les ha ofendido.
Por lo tanto: Es malo usar la música cristiana contem-
poránea.
Para evaluar este punto de vista propiamente, debemos
estudiar más de cerca las Escrituras que tratan con las relacio-
nes entre ‘‘hermanos débiles’’, aquellos que erróneamente
creen que una práctica moral neutral es pecaminosa, y ‘‘her-

~44~
Acusaciones de corrupción moral

manos fuertes’’, aquellos que entienden que la misma práctica


es moralmente neutral y que se puede participar de ella con
una conciencia clara (vea Romanos 14:1-15:7 y 1 Corintios
8-10.) Por el bien del argumento, nosotros asumiremos que la
música cristiana contemporánea no es mala en sí misma, pero
que ha sido una piedra de tropiezo para algunos que creen que
lo es.
El hermano débil de Romanos 14 sostenía erróneamente
que el comer carne era malo, pero el hecho de que su creencia
estaba errada no le daba al hermano más fuerte el derecho de
mirar al débil con desprecio (v.3,10) o a herir a su hermano
(v. 13,15.) Más bien, se exhorta al hermano fuerte a no
permitir que lo que es bueno para él venga a ser un impedi-
mento espiritual para el débil. Así que, aunque una persona
tenga la libertad bajo Dios de escuchar la música cristiana
contemporánea, puede ser que haya situaciones en las cuales
deba ceder su derecho. El factor decisivo es el daño potencial
que se le pueda causar a un hermano débil, quien puede ser
ofendido o guiado a escuchar música que es pecaminosa para
él.
Esto nos lleva a una pregunta: ¿Está, entonces, el hermano
más fuerte llamado a abandonar toda práctica de la cual pueda
mostrarse por medio de testimonio que es ofensiva a otros
creyentes? Una mirada más cercana a los datos bíblicos revela
que hay ciertas limitaciones que deben ser tomadas en con-
sideración.15
1. Responsabilidad de límites de distancia geográfica o social.
Pablo aconsejó a la congregación de Corinto que ‘‘comieran
de todo lo que se vende en la carnicería’’ (1 Corintios 10:25).
Sin embargo, Pablo sabía que algunos en Roma eran vegetari-
anos por convicción (Romanos 14:2). Aparentemente los
escrúpulos de algunos debían concernir sólo a aquellos con los
cuales entraran en contacto, pero no a todos los creyentes en
todos los lugares.

~45~
Debate de la música cristiana contemporánea

Los creyentes en Cuba no juegan dominó. Los ‘‘Amish’’ no


usan corbatas. Muchos contienden con devoción afirmando
que la versión bíblica ‘‘King James’’ es la única verdadera Biblia
en inglés. Pero como ninguno de estos grupos son afectados
porque yo no me amolde a sus normas, hasta donde yo sé, en
mi situación local, yo no tengo ninguna responsabilidad de
limitar mi libertad en estas áreas. De la misma manera, si la
música cristiana contemporánea se utiliza para alcanzar a
aquellos que no tienen problemas con ella, entonces no se ha
puesto ninguna piedra de tropiezo.
2. Una mera diferencia de gustos no debe limitar la libertad.
Algunos que denuncian el rock cristiano, no han sido real-
mente ofendidos por los que abogan por los estilos contem-
poráneos. Tampoco han sido tentados a comenzar a escuchar
música ‘‘ofensiva’’. A este grupo simplemente nunca les gustó
este estilo en realidad.
No existe una iglesia que pueda consentir con las prefer-
encias personales de cada miembro. A algunos les gusta más
un servicio litúrgico más formal. Otros quieren más coros de
adoración, otros, más himnos tradicionales o ‘‘la buena y
antigua’’ música evangélica.
Aunque las preferencias deben ser consideradas cuando
se está planeando un servicio, debemos reconocer que este no
es un asunto de hermano débil/hermano fuerte, en el sentido
bíblico. El verdadero hermano débil cree que la práctica es
pecaminosa, no sólo inapropiada.
3. Algunas veces el complacer no es la mejor estrategia para
edificar a un individuo escrupuloso. Aunque en sentido general
no debemos ‘‘ser tropiezo ni para judíos, ni para gentiles, ni
para la iglesia de Dios’’(1 Corintios 10:32), el principio básico
es el ‘‘procurar el beneficio de muchos, para que puedan ser
salvos’’ (1 Corintios 10:33). Algunas veces, el complacer a una
persona no es la mejor manera de beneficiarla.
Jesús, con pleno conocimiento, ofendió (palabra griega
para ‘‘ hacer tropezar’’ en otros textos) a los fariseos al declarar

~46~
Acusaciones de corrupción moral

todos los alimentos limpios (Mateo 15:12). Aparentemente


en este caso la necesidad de corregir la teología falsa tomó
precedencia sobre la ofensa potencial. Si Jesús se hubiera
conformado con los escrúpulos dietéticos de los fariseos, muy
bien podría haber reforzado la tradición que falsamente enfa-
tizaba la limpieza exterior sobre la santidad interior (vea
Mateo 15:17-18).
Jesús conmovió a la élite espiritual de sus días con su
proximidad a los pecadores, sus tratos con los samaritanos, y
sus ‘‘violaciones’’ del sábado. Algunas veces nuestras adap-
taciones pueden distorsionar la verdad a los ojos de los que
nos observan. En tales casos, los hermanos débiles necesitan
madurar, y es nuestra responsabilidad educarlos y desafiarlos
en un espíritu de amor, en vez de acomodarnos a sus caprichos,
muchas veces inmaduros. Ganar a los perdidos y edificar a los
creyentes son los dos principios que debemos seguir como
guía. Muchos de los adoradores de hoy testifican del impacto
de la música cristiana contemporánea en sus vidas. Al Men-
coni ya ha recibido más de tres mil quinientos testimonios de
este hecho al momento de escribir este libro.16
Si 95% de una congregación testifica que los coros de
alabanza y los cánticos contemporáneos especiales son la
mejor herramienta musical para acercar su corazón en
adoración a Dios, ¿por qué debe esta forma de adoración ser
eliminada por causa de las quejas de unos pocos disgustados?
¿Qué pasaría si al cambiar la forma para apaciguar al 5%, se
estorba al otro 95% en su adoración? De seguro, esto no es
sabio.
En esta situación, tal vez el liderazgo de la iglesia pudiera
ayudar a educar a ese pequeño grupo sobre lo legítimo de esta
forma de música. Si aun así este grupo retiene sus conviccio-
nes, necesitan aprender las responsabilidades escriturales de
los hermanos más débiles hacia los más fuertes ----no condenar
(Romanos 14:3), no causar divisiones (14:19), etc.---- para
poder preservar la unidad del cuerpo.

~47~
Debate de la música cristiana contemporánea

4. Los escrúpulos contradictorios pueden hacer imposible el


complacer a la gente en ciertos casos. Muchos bautistas están
convencidos de que una invitación evangelística debe ser
ofrecida al final de cada servicio. Muchos calvinistas (algunos
de los cuales son bautistas) sostienen con la misma firmeza
que no debe hacerse ninguna invitación. En cuanto a estilos
de música, algunos creen que la mejor música eclesiástica son
los himnos tradicionales; otros creen con la misma firmeza que
la iglesia debe apelar a cada cultura individualmente. Algunos
argumentan que los instrumentos musicales distraen de la
adoración; otros contienden que tenemos un mandato bíblico
de usar instrumentos. Obviamente, no podemos complacer a
todos los grupos en un servicio. O usamos instrumentos o no
los usamos, y si ambos grupos están en la misma congregación,
uno de los grupos puede ser afectado.
5. El gran número de escrúpulos puede hacer de la conformidad
total una distorsión de la naturaleza de la vida cristiana. Algunos
creyentes tienen convicciones muy fuertes en contra del uso
de ‘‘jeans’’ (son un signo de rebeldía), de que los hombres usen
el pelo por encima de las orejas o tengan barba, de que las
mujeres usen pantalones o maquillaje, de que se use cualquier
instrumento en la iglesia (incluyendo pianos y órganos), de
que se lea cualquier traducción nueva de la Biblia (es decir,
cualquier traducción hecha después del 1611), o de cantar
himnos (pues sólo los Salmos se deben cantar). Cada vez que
una congregación crece más allá de un total agregado de uno,
habrá opiniones múltiples y sinceras sobre una variedad de
temas. Si venimos a estar preocupados con reglas y prohibicio-
nes, la naturaleza de la vida cristiana cesa de ser lo que Dios
se proponía que fuera. Cristo nos libertó para tener libertad
total, no para regresar a la esclavitud (Gálatas 5:1).
Muchos cristianos, por causa de las malas asociaciones en
sus vidas antes de ser cristianos, son estorbados por algunas
prácticas en las cuales otros se sienten libres de participar. Las
asociaciones personales pueden poner una ‘‘piedra de tropiezo

~48~
Acusaciones de corrupción moral

potencial’’ en muchos asuntos que son neutrales en sí mismos.


Un consejero relata el hecho de cómo aun una soga puede
provocar pensamientos malignos en la mente de un sadoma-
soquista.17 Debemos considerar estos problemas al tratar con
esta clase de individuos. Pero ¿por qué su problema debe privar
a los grupos de jóvenes de disfrutar de un juego de cuerdas en
un campamento de verano? Si esta clase de asociaciones
fueran generales, tal vez. Pero el alcance del problema debe
ser encontrado antes de restringir todo uso de las sogas en
las iglesias. Muchas personas a través de toda la nación
podrían testificar que tienen este problema, pero prob-
ablemente muy pocos o ninguno se vean afectados por esto
en nuestra localidad.
Una persona asoció la música clásica con la maldad de sus
días antes de ser cristiano y por esto se sintió obligado a
abstenerse de ciertas piezas clásicas. De la misma manera,
algunos han cesado de jugar ciertos deportes recreativos como
el fútbol. Su entrenamiento en la escuela superior fue tan
‘‘orientado hacia ganar’’ que hasta este día ellos no pueden
participar sin volver a encender sus ‘‘instintos criminales’’.
Pero estas asociaciones son tan variadas e individuales que
sería virtualmente imposible vivir una vida completamente
disociada de todas estas prácticas. Por amor al hermano que
asocia la música clásica con el mundo, con gusto yo me
refrenaría de escuchar esa música cuando él esté en mi auto.
Pero no sentiría ninguna obligación de quemar mis casetes
clásicos y nunca más volver a escucharlos. Igualmente, al-
gunos han asociado el estilo de rock con el estilo de vida no
cristiano. Aun cuando debemos agradar a nuestro hermano
en una situación personal, su debilidad no debe detenernos
de escuchar esta clase de música en toda situación.
6. Finalmente, el precedente bíblico de ganar a los perdidos
puede guiarnos a usar métodos o a adoptar estilos de vida que
ciertos creyentes cuestionarían. ¿Cómo podemos decidir cúando
usar nuestra libertad y cúando debemos restringirnos en

~49~
Debate de la música cristiana contemporánea

ciertas áreas controversiales? Para Pablo, esta decisión se


basaba, en parte, en su efectividad para alcanzar a los perdidos
(1 Corintios 9). Él se hizo como los judíos para ganar a los
judíos más efectivamente; se hizo como aquellos que no tenían
ley para ganar a los que estaban sin ley (1 Corintios 9: 20-21).
Muchos en el primer siglo usaban las detalladas leyes farisaicas
para condenar a otros y para promover la salvación por obras;
otros usaban su libertad de la ley como una oportunidad para
pecar desenfrenadamente. Pablo sabía que guardar o ignorar
estas leyes no era malo ni bueno en sí mismo, pero imagínese
los problemas que otros habrán tenido con estas prácticas.
Si un gentil viera a Pablo guardando todas las leyes judías
diligentemente, este gentil podría fácilmente asociar sus prác-
ticas con el legalismo que era tan usual en su días. Por otro
lado, un judío podría encontrar a Pablo relacionándose con
los gentiles sin ley y tropezaría por su indiferencia a leyes que
son importantes para el judío. El judío podría ser tentado a ser
indiferente a leyes que para él todavía eran importantes, y su
conciencia se contaminaría. Aun así, Pablo sabía que él tenía
que tomar el riesgo de alcanzar a los gentiles, quienes de otra
manera hubieran interpretado como legalismo el hecho de
que Pablo guardara las leyes.
Así mismo, hoy existen aquellos que no creen y tropiezan
en aceptar la música tradicional de iglesia, la cual ellos con-
sideran anticuada. También hay cristianos vibrantes que
sostienen que ellos son estorbados en su adoración por los
estilos de adoración tradicional.
Tal vez ellos encontraron la salvación a través de un
ministerio que utilizaba la música contemporánea, y ahora
falsamente asocian la música tradicional con mortandad e
hipocresía y encuentran que tales estilos de adoración son
perjudiciales para su vida espiritual.
Esto no es una situación hipotética. Hay testimonios que
defienden esta posición y que pueden ser documentados.18 Así
que, quitando un tropiezo de delante de aquellos que desaprue-

~50~
Acusaciones de corrupción moral

ban la música cristiana contemporánea, podemos de hecho


poner un tropiezo delante de aquellos que desaprueban la
música tradicional.
Jesús comía con los pecadores, sabiendo muy bien que
muchas personas religiosas se ofenderían, pero había un
asunto más importante en juego que complacer a los fariseos
superescrupulosos. Él estaba preocupado por encontrar la
moneda perdida; por dejar las noventa y nueve para encontrar
la oveja perdida.
No podemos paralizar ministerios que están alcanzando a
miles a través de su música por causa de individuos aislados
que le echan la culpa de su caída al estilo de música. Hacer
esto sería arriesgarse a poner una piedra de tropiezo ante una
multitud de individuos que tal vez no responda a otro estilo
de ministerio. Algunas iglesias a finales de los años sesenta y
principios de los setenta, requerían de los varones que se
cortaran el cabello por sobre las orejas para poder unirse a la
iglesia. Por lo menos una iglesia fue tan lejos que instaló una
silla de barbero para asegurar la conformidad a las normas.
Podemos imaginarnos cuántos tropezaron sobre la silla de
barbero al considerar el mensaje de la gracia.
El famoso predicador inglés Charles H. Spurgeon fue
censurado por usar la Sala de Música de los Jardines Surrey
en Londres para sus servicios, pero, una vez más, había un
asunto más importante en juego: las iglesias no podían aco-
modar las multitudes que venían a oír sus mensajes. Él decidió
continuar haciéndolo a pesar de la oposición.
Algunas personas se sintieron ofendidas por las melodías
e instrumentos seculares que usó William Booth, el fundador
del Ejército de Salvación. Pero aquí también estaba en juego
un asunto más importante: alcanzar a las masas no alcanzadas,
que no estaban respondiendo a las formas tradicionales de
evangelismo. El número de conversiones a través del ministe-
rio de Booth fue impresionante, pero él tuvo que establecer
la prioridad del evangelismo cuando seleccionó su meto-

~51~
Debate de la música cristiana contemporánea

dología. Actualmente, iglesias innovadoras están alcan-


zando multitudes a través de conciertos contemporáneos y
servicios de adoración que apuntan hacia los segmentos no
alcanzados de nuestra sociedad.19 Uno se pregunta si estos
inconversos hubieran sido alguna vez alcanzados de no
haberse celebrado estos conciertos, por complacer a los esca-
sos críticos.

RESUMEN
Hemos visto que nuestra respuesta a aquellos que se oponen
a los estilos de la música cristiana contemporánea no es tan
simple como algunos la han hecho. La intención que debe
motivarnos debe ser siempre edificar a los hermanos, pro-
mover la armonía y ganar a los perdidos. Hay veces que
tenemos que sacrificar nuestros propios derechos para alcan-
zar estos fines.
Si una iglesia tradicional le ha hecho claro a un pastor
innovador que los estilos de música populares estorban su
habilidad para adorar y les hieren, entonces el pastor sería
sabio en dejar de usar estos estilos contemporáneos, restringir-
los a ministerios específicos, o moverse a otro ministerio que
esté abierto a esta clase de estilos.
Algunas veces el contexto evangelístico define el estilo de
música a usarse. En otras ocasiones, un hermano muy escru-
puloso debe ser educado para el beneficio del Cuerpo entero.
¿Es el rock cristiano una piedra de tropiezo? Puede ser.
Pero también pueden serlo los órganos, las corbatas, la música
clásica, o el dominó. Solamente la aplicación con oración de
todo el consejo de la Palabra de Dios a cada situación, puede
asegurarnos que estamos en el centro de la perfecta voluntad
de Dios.

~52~

También podría gustarte