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Tres retos para el sistema político mexicano de cara a las

elecciones del 2024

Diego Armando Ramos García de Alba A01636383

A diferencia de otros países, la instauración de la democracia en México no


fue propiciada de manera repentina por un incidente clave, sino que siguió un
proceso lento y gradual. En este proceso, desde el término de la revolución
mexicana en el siglo XX hasta la actualidad, la democracia en México ha
evolucionado paulatinamente a través de la resolución de las problemáticas que se
le han presentado mediante la implementación de reformas para la creación de
instituciones electorales y regulaciones, que garanticen a los ciudadanos un
ejercicio con credibilidad y legitimidad de la democracia, y una competencia justa
para los candidatos [1]. A cara a las elecciones del 2024, el sistema político
mexicano deberá hacer frente a tres problemáticas siendo estas la obtención de la
credibilidad en las elecciones, la división social y las consecuencias de la
alternancia del presidencialismo hacia la cohabitación pluripartidaria.

Las elecciones de 1988 significaron un momento clave en la política nacional,


ya que, la ausencia de transparencia y claridad, tanto en el proceso de la elección
como en los resultados, impulsó el propósito de plantear una remodelación del
sistema electoral a través de la reformación de las normas, el replanteamiento de
los procesos electorales y la reinvención de las instituciones. Esta reinvención de las
instituciones producida en la reforma constitucional de 1990 dio origen al Instituto
Federal Electoral (IFE), como órgano constitucional, ajeno al control directo del
gobierno, sustituyendo a la Comisión Federal Electoral, encargándose de llevar a
cabo todas las etapas de las elecciones; por otro lado, también dio origen al Tribunal
Federal Electoral (TRIFE), como órgano jurisdiccional con el papel de evaluar la
legalidad de las acciones realizadas por el IFE [2]. En el año 2000, el TRIFE se
convirtió en el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa (TEPJF) y, años
más adelante, con la reforma política-electoral de 2014, el IFE se extinguió para
conformarse como el Instituto Nacional Electoral (INE) en cuyas labores ahora
también incurren las elecciones locales a través de los Organismos Públicos
Locales Electorales (OPLE). Estas instituciones han logrado grandes avances en la
democracia en México, obteniendo incluso reconocimientos por parte de la Red
Global de Justicia Electoral y del Instituto de Ciencias Políticas y Sociales (ICPS),
sin embargo, la confianza que estas instituciones habían instaurado en las
elecciones, volvió a perecer tras las elecciones del 2006 y sexenio tras sexenio la
credibilidad de las elecciones es puesta en duda por los candidatos que no
obtuvieron la victoria electoral. El actual presidente Andrés Manuel López Obrador,
se ha pronunciado en contra del INE en múltiples ocasiones, lo que empobrece aún
más la credibilidad hacia esta institución para las próximas elecciones de 2024.
Además, recientemente el presidente presento una iniciativa de reforma
constitucional con la que busca transformar el INE en el Instituto Nacional de
Elecciones y Consultas (INEC), además de reducir el número de consejeros a 7 y
que serían electos mediante el voto ciudadano, eliminar los Organismos Públicos
Locales, disminuir el número de diputados federales y senadores plurinominales,
reducir el financiamiento a partidos políticos y la implementación del voto electrónico
dentro y fuera del país [3]. Aunque parece ser que la oposición no aprobará la
propuesta y por lo tanto esta no será aceptada, un cambio como este podría
restaurar la confianza y otorgar credibilidad a las elecciones por venir en 2024,
además de garantizar una mayor participación a través de la implementación del
voto electrónico, sin embargo, la eliminación de los Organismos Públicos Locales
centralizaría la autoridad electoral y la reducción de diputados y senadores reduciría
la pluralidad. Estará por verse si al ser aprobada esta reforma se logra el resultado
esperado, o de no serlo, qué acciones tomará el INE para lograr la credibilidad.

La heterogeneidad social fue uno de los principales retos que se enfrentó la


democracia en México en el siglo XIX. La contrastante división de clases producía
diferencias culturales muy grandes que buscaban resolver necesidades diferentes,
por lo que dificultaban la formación de los requisitos económicos, sociales y
culturales necesarios para el establecimiento de la democracia liberal en México [4].
Actualmente, la desigualdad económica representa el mayor determinante en la
división de clases que produce esta heterogeneidad y México se posiciona dentro
del 25% de los países con mayores niveles de desigualdad económica,
concentrando cerca del 43% de la riqueza en tan solo el 1% de la población [5]. De
igual manera, esta condición de heterogeneidad social actual resulta en una
diferencia contrastante en las necesidades que busca resolver cada sector de la
población y uno de los problemas de las democracias representativas se sintetiza en
la falta de correspondencia entre las necesidades ciudadanas y las decisiones del
gobierno, posiblemente ocasionado por esta diferencia de necesidades entre los
distintos sectores de la población. Una forma de compensar esta deficiencia del
sistema representativo es a través de la participación ciudadana en la toma de
decisiones comunitaria, sin embargo, en México la participación ciudadana para la
búsqueda de soluciones a problemáticas comunitarias es baja. Para lograr una
mayor participación es necesario desarrollar el interés, la información, el
involucramiento, las ideas, la interlocución y la incidencia. No obstante, la
capacidad, el conocimiento y el poder para participar en la toma de decisiones
políticas son atributos que se concentran en ciertos sectores de la población como
producto de la desigualdad económica, de manera que, la participación ciudadana
no compensará las deficiencias del sistema representativo sin antes garantizar que
los diferentes sectores de la población cuenten con las herramientas necesarias que
les permitan involucrarse en la participación ciudadana [6]. Para las elecciones de
2024 esta problemática definitivamente no encontrará solución, sino que podría
seguir empeorando a causa de las consecuencias económicas de la crisis sanitaria
de COVID 19 vivida en 2020 y 2021, además del incremento en la inflación,
siguiendo limitando la participación a un gran sector de la población. De
implementarse un sistema de voto electrónico, este permitiría a la población con
acceso a servicio de internet, poder participar activamente en la toma de decisiones
sin tener que interferir con su jornada laboral o sus responsabilidades.

El año 2000 marcó el inicio de la alternancia política, con la victoria del PAN
sobre el PRI por primera vez, que prometía resolver todas las problemáticas que
habían prevalecido a lo largo del gobierno priista. No obstante, este cambio de
gobierno representó más bien el comienzo de una época de pluripartidismo [7]. El
sistema político en México ha estado alternando entre el presidencialismo
hegemónico y la cohabitación pluripartidaria. El presidencialismo hegemónico es
cuando el presidente domina toda la política al contar con una mayoría absoluta en
el congreso, por otro lado, la cohabitación pluripartidaria es cuando el presidente no
tiene la mayoría absoluta en el congreso. La cohabitación es un sistema con más
criterio pues se debe negociar entre partidos opuestos para llegar a consensos. Sin
embargo, si las negociaciones no se realizan debidamente y no se llega a estos
consensos, la política se ralentiza [8]. En otros países, las crisis tienden a llevar el
presidencialismo hegemónico hacia el autoritarismo bajo la premisa de ofrecer
mejores resultados para enfrentar la crisis [9], sin embargo, en México, como si
fuera un sistema de defensa, las crisis durante un presidencialismo hegemónico
provocan el ascenso de la representación de la oposición, logrando así la
cohabitación. En las elecciones de 2018 se presentó el caso opuesto en el que, tras
el descontento, se pasó de una cohabitación pluripartidaria que apostaba por una
cohabitación no obstaculizada por la competencia, a través del Pacto por México,
hacia un presidencialismo hegemónico. La satisfacción con la democracia es una
medida utilizada como medida de apoyo en la evaluación del funcionamiento del
sistema político. En México hubo un decremento en la satisfacción del 54% en 2012
al 74% en 2017. En las democracias emergentes como lo es México, la evaluación
del desempeño del gobierno en turno influye en los resultado del desempeño del
sistema político, así como depende de factores como la percepción desfavorable de
la economía, la calidad del desempeño de los gobernantes, la legalidad y los
procedimientos democráticos [10]. De percibirse una crisis económica en los años
por venir, muy probablemente se esperaría una alternancia del presidencialismo
hegemónico hacia la cohabitación pluripartidaria en la elección de 2024 y, como se
mencionó, estas a pesar de tener un mayor criterio al depender de la decisión por
diversos partidos políticos de oposición, de no tener una comunicación adecuada y
enfocarse en la desacreditación de la oposición, puede obstaculizar el
establecimiento de reformas que traigan beneficios al país.

Siendo así, se esperaría entonces para las elecciones de 2024 ver cómo se
resuelve la falta de credibilidad de las elecciones, si será a través de una
reformación de la institución electoral o qué medidas implementará esta para
lograrlo. También, si el aumento en la heterogeneidad social producido por el
deterioro de la economía traerá un decremento en la participación ciudadana o si se
implementará un sistema de participación electrónico que de acceso a un mayor
número de personas y contrarreste esta disminución en participación al hacerla más
accesible para los sectores de la población que no pueden desatender su trabajo y
cuentan con acceso a internet. Por último, veremos también si la percepción de la
situación económica afecta en la satisfacción del sistema político y produce la
alternancia hacia la cohabitación pluripartidaria.

[1] Córdova Vianello, L., “El sentido y las rutas de la transición democrática en México, El sentido y
las rutas de la transición democrática en México,” en Córdova Vianello, L., & Núñez Albarrán,
E., La Democracia no se construyó en un día, Grijalbo: México, 2021, pp. 37- 52.

[2] Woldenberg, J., Historia mínima de la transición democrática en México Descargar Historia
mínima de la transición democrática en México, El Colegio de México: México, 2012, pp.
65-135.
[3] Boletín 28/04/2022 (2022). Presidente presenta iniciativa de reforma electoral; incluye creación
del inec y reducción de gasto a partidos políticos. Consultado del sitio:
https://presidente.gob.mx/presidente-presenta-iniciativa-de-reforma-electoral-incluye-creacion
-del-inec-y-reduccion-de-gasto-a-partidos-politicos/

[4] Meyer, L. “La Debilidad Histórica de la Democracia Mexicana, Descargar La Debilidad Histórica
de la Democracia Mexicana,” en Cordera Campos, R., Trejo Delarbe, R., Vega, J.E., Coords.,
México: El Reclamo Democrático, Siglo XXI Editores: México, 1988, pp. 73- 83.

[5] OXFAM México (2015). Desigualdad extrema en méxico vía oxfam. Consultado del sitio:
https://imco.org.mx/desigualdad-extrema-en-mexico-via-oxfam/

[6] Del Tronco J., Madrigal A. (2021) La democracia participativa en México: ¿Compensa o
profundiza la desigualdad política?. Andamios Vol 18. DOI:
http://dx.doi.org/10.29092/uacm.v18i46.842

[7] Silva-Herzog Márquez, J. “Desfiguración Descargar Desfiguración,” La Casa de la Contradicción,


Taurus: México, 2021, pp. 65-137.

[8] Prado Maillard, J. L., “El vals del sistema político mexicano: Entre el presidencialismo hegemónico
y la cohabitación plural, Descargar “El vals del sistema político mexicano: Entre el
presidencialismo hegemónico y la cohabitación plural,” Perfiles de las Ciencias Sociales, Vol.
8(16), Enero- Junio 2021, pp. 108-126.

[9] Wong Meraz, V. A. (2020). La crisis de la democracia representativa y las tendencias hacia un
hiperpresidencialismo, un análisis del caso México. Derecho y Realidad, 18 (36),15- 36.

[10] Monsivais A. (2019) La insatisfacción con la democracia en México (2014-2017). Perfiles


Latinoamericanos Vol 53. DOI: 10.18504/pl2753-012-2019

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