Introducción: En la actualidad se presenta una preocupación por el acoso sexual en las
mujeres, ya que, es un fenómeno social de múltiples y diferentes dimensiones, denunciado por distintas organizaciones e instituciones y constatado por distintas investigaciones que han evidenciado la existencia, extensión y gravedad en las victimas, dejando severas repercusiones físicas, psicológicas, sociales y familiares. Desarrollo: El acoso sexual tiene una trascendencia muy extensa en la antigüedad, al referirnos a este término que se considera un acto de acoso sexual, las insinuaciones sexuales, petición de favores sexuales y otros actos físicos o verbales de entorno sexual no queridos ni deseado que crean una situación ofensiva e incómoda, este acto también es considerado como una forma de violencia en contra de las mujeres que pueden ser objeto de acoso sexual. Por lo tanto, el acoso sexual tiene una facilidad de adaptarse a varias formas, ya que se puede incluir en la violencia física, considerada una forma sutil de violencia, como la coacción, por otro lado, el acoso sexual también se puede presentar a largo plazo con innumerables “chistes” sexuales, invitaciones constantes a salir a una cita, acariciar o tocar de forma inapropiada. Sin embargo, atención integral a una víctima de violencia sexual necesita de trabajo sectorial e intersectorial estructurado, en el que los sectores de salud, protección y justicia tienen competencias complementarias. Actuando de una manera articulada y no victimizaste. Se busca garantizar desde el sector salud que la persona víctima de violencia sexual reciba una atención de calidad que le ayude a restaurar su autonomía y dignidad que le ayude en su recuperación física, emocional y desde los otros sectores a que cuente con las garantías de protección. Conclusión: se puede concluir, que el acoso sexual puede afectar las áreas de ajuste de la mujer víctima, dejando un sufrimiento emocional que se refleja en sentimientos de tristeza, temor y soledad, así mismo, daños psicológicos profundos que simbolizan miedos, rabias, sentimientos suicidas, sueños reiterativos, que arruinan la confianza en sí mismas y en los otros, también, dificultándose la elaboración y transformación de proyectos de vida.