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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación

U.E “Pedro Centeno Vallenilla”

5to año Sección “B”

EL VIAJE A MARTE Y LA PIEDRA


MORADA

Docente: Alumnas:

José Artiaga María Gabriela Brito

Barcelona, 23 de Mayo del 2022


Había una vez una mujer llamada Gabriela, que ya no recordaba cuánto tiempo hacía que había
salido de la tierra. Debían haber pasado meses, pues su cabello estaba largo, y las provisiones de
alimento comenzaban a escasearse. No conseguía entender muy bien en qué momento todo
había salido mal.

Todo había comenzado como una aventura. Se había sumado a la tripulación del Omega 67, pues
quería ser la primera mujer en la historia de la humanidad que encontrase agua en Marte.

Al principio todo había salido bien. Gabriela era la mejor de su tripulación, superando records
históricos en resistencia a la falta de gravedad y condiciones adversas. Con cada triunfo, Gabriela
sentía que su lugar era en el espacio y no en la tierra.

Pasaron meses de preparación. Todo estaba planeado. Despegarían rumbo a Marte para
encontrar el precioso recurso que en la tierra faltaba que es el agua; ya que unos años atrás el
agua se había erradicado de la faz de la tierra debido a las radiaciones toxicas que apareció en la
tierra de la nada, secando todo los ríos, lagos y mares, lo único que sobrevivió fueron los
animales, la naturaleza y los seres humanos ante esta radiación toxica. Lo que queda de agua, el
gobierno lo tienen bien reservado y suministrado para poder dales aunque sea un poco de agua
a todos los habitantes de la tierra. Es por esa razón que mi tripulación y yo vamos al espacio, a
buscar agua en marte.

Llegado el día de la partida, cada miembro de la tripulación se ubicó en su cápsula. Este cohete
no era como los que tradicionalmente se envían al espacio. Este cohete parecía el cuerpo de
una oruga, segmentado y orgánico, lleno de capsulas individuales que buscaban proteger a la
tripulación en caso de que algo saliera mal.

Como si dicha prevención se tratase de una maldición, una vez el cohete alcanzó el espacio no
soportó el cambio de presión y todas las capsulas volaron en pedazos. Todos menos una: la
cápsula de Gabriela.

Tal vez ya habían pasado meses desde su despegue y en la cabeza de Gabriela sólo cabían dos
opciones: cortar el suministro de oxígeno de la cápsula y acabar con su angustia o gastar el
poco de combustible que le quedaba tratando de llegar a Marte.

Sin meditarlo demasiado, Gabriela presionó el temido botón. La nave empezó a moverse a toda
velocidad hacia el planeta rojo. Después de horas que parecieron años, la cápsula de Gabriela
se encontraba frente a Marte. Éste parecía menos amenazador de lo que ella creía.

Siguiendo su instinto, realizó el descenso a la superficie marciana. Un poco temerosa, vistió su


traje espacial y se aventuró al salir de la cápsula.
Al bajar, agarró una piedrita que brillaba como una estrella de color morado y la empuñó. Tan
sólo tuvo que dar tres pasos para ser absorbida por la superficie del planeta y perder la
conciencia después de una estrepitosa caída.

Al abrir los ojos, Gabriela se dio cuenta de que estaba en lo que parecía ser un hospital. Sus
compañeros de tripulación estaban vivos junto a ella sosteniendo flores. A penas abrió los ojos,
estos comenzaron a gritar de alegría.

No sabía exactamente hace cuantos meses estaba en coma, ni cómo había llegado allí. Pero
esto parecía no importarle, ya que lo que más la desconcertaba no era recordar nada cuando
salió de la tierra, sino la razón por la cual mientras yacía en la cama del hospital, continuaba
sujetando la piedrita morada con la mano.

Una vez salida del hospital y después de unos meses de reposo en casa, Gabriela sale de nuevo
al espacio junto a su tripulación y se lleva la piedra morada, esta vez, iban asegurados con doble
tanque de oxígeno y combustible para el cohete, ya una vez en el espacio se dirigieron
nuevamente a marte para encontrar agua. Estacionaron el cohete en el planeta marte, esta vez
no hubo ningún problema y empezaron su búsqueda, todos estaban asombrados del planeta,
no podían creer que estuvieran en Marte, pero aun así estaban preocupados porque no
encontraban el agua y si no había en el planeta marte, los habitantes del paneta tierra dejarían
de existir, Gabriela preocupada sigue buscando y ve algo que le da curiosidad lo cual fue un
hueco en el piso donde pude encajar perfectamente la piedra morada que encontró aquella
vez, la coloco en el hueco y de la nada el piso en peso a temblar y abrirse y de allí surgió de
repente una enorme cascada de agua que podía hacer sobrevivir un planeta , todos estaban
asustados pero al mismo tiempo felices de por fin llevar agua al planeta tierra.

FIN

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