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Enlaces a DSM-5 y ICD-10

DSM-5:Trastorno de compromiso social desinhibido CIE-10:
Trastorno de apego desinhibido de la infancia (F94.2)

Otro trastorno de trauma, estrés y privación de la

infancia/niñez temprana
Algoritmo de diagnóstico

Todos los siguientes criterios deben cumplirse.

A. El bebé/niño pequeño tiene uno o más síntomas de trauma, estrés o trastorno

de privación, pero no cumple todos los criterios para el diagnóstico.

B. Los síntomas del trastorno, o las adaptaciones del cuidador en respuesta a los
síntomas, afectan significativamente el funcionamiento del bebé/niño pequeño y la
familia en una o más de las siguientes formas:

1. Causar angustia al bebé/niño pequeño;

2. Interferir con las relaciones del bebé/niño pequeño;

3. Limitar la participación del bebé/niño pequeño en actividades o rutinas

esperadas por el desarrollo;

4. Limitar la participación de la familia en las actividades o rutinas cotidianas; o

5. Limitar la capacidad del bebé/niño pequeño para aprender y desarrollar nuevas habilidades o
interferir con el progreso del desarrollo.

Especificar:

1. El trastorno que mejor explica los síntomas del bebé/niño pequeño

2. Por qué el bebé/niño pequeño no cumple todos los criterios

Enlaces a DSM-5 y ICD-10

DSM-5:Trastorno no especificado relacionado con traumas y factores
estresantes CIE-10:Reacción al estrés severo, no especificado (F43.9)

Eje I:Trastornos Clínicos | Trauma, estrés y trastornos de privación 133

 TRASTORNOS DE RELACIÓN
Históricamente, la psiquiatría y la medicina han definido los trastornos como existentes
dentro de los individuos. Implícita en esta tradición está la expectativa de que la
conducta sintomática se expresará transcontextualmente y en todas las relaciones.
Aunque puede haber alguna variación en la intensidad de la expresión de los síntomas,
el trastorno lo lleva ese individuo y, por lo tanto, los síntomas son específicos del
individuo y se expresan de manera similar en todos los contextos y relaciones.

Sin embargo, la investigación sobre las relaciones entre los bebés/niños pequeños y sus
cuidadores ha demostrado que los comportamientos de los bebés/niños pequeños pueden
diferir sistemáticamente con diferentes cuidadores. Dentro de los primeros meses de vida, los
bebés demuestran patrones distintivos y algo estables de interacción con diferentes
cuidadores. Al final del primer año, pueden demostrar diferentes patrones de apego a
diferentes cuidadores. Además, los paradigmas de investigación han identificado
comportamientos en bebés de hasta 3 meses de edad como "deprimidos", pero parece que
este comportamiento depresivo es específico de la relación. También hay numerosos
informes de casos de comportamiento sintomático en el contexto de una relación de cuidado
que no se generaliza a otras relaciones.

El trastorno específico de la relación de la infancia/primera infancia describe el

comportamiento sintomático en el bebé/niño pequeño que se limita a una relación de
cuidado. No hay especificación de los comportamientos que muestra el bebé/niño
pequeño, sino que estos comportamientos son evidentes en una pero no en otras
relaciones y que los comportamientos perjudican el funcionamiento del bebé/niño
pequeño. Si los comportamientos son evidentes en más de un contexto, no se puede
diagnosticar el trastorno. Como un trastorno recientemente definido con validación
empírica directa emergente, el trastorno se define de manera conservadora; se
considera solo si hay evidencia afirmativa de que los síntomas están presentes en uno
pero no en otros contextos de relación. Por ejemplo, si un bebé/niño pequeño se niega
a dormir en casa (con deterioro del funcionamiento) pero no duerme durante la noche
en otros entornos, es apropiado el Trastorno del inicio del sueño en lugar del Trastorno
específico de la relación de la infancia/primera infancia. Sin embargo, si el bebé/niño
pequeño no se niega a dormir en la casa de su abuela, donde duerme varias veces a la
semana, entonces la negativa a dormir en el hogar cumpliría los criterios para el
trastorno específico de la relación de la infancia/niñez temprana.

Al centrarse en el comportamiento sintomático de los bebés/niños pequeños, este

diagnóstico no incluye a los bebés/niños pequeños que solo están en riesgo de psicopatología
debido a la naturaleza de su relación con un cuidador principal. Por ejemplo, existe evidencia
considerable de que los bebés/niños pequeños con comportamientos de apego
desorganizado en el procedimiento de situación extraña están en riesgo de psicopatología
concurrente y subsiguiente. Muchos bebés/niños pequeños con una o más relaciones de
apego desorganizadas también tienen un comportamiento desregulado y desordenado. Sin
embargo, la clasificación de apego desorganizado, que se identifica sobre la base del
comportamiento del bebé/niño pequeño en un procedimiento de laboratorio estructurado de
20 minutos, no es en sí mismo indicativo de un trastorno. El diagnóstico de un trastorno de
relación requiere evidencia de un trastorno emocional o conductual persistente y un
deterioro funcional. De este modo,

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