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A:. L:. G:. D:. G:. A:. D:. U:.

Vall:. de Asunción Or:. del Paraguay a los 21 días del mes de marzo año 2019 e:.v:.

Al: Ven:. Maest:. de la Resp:. Log:. Caridad Nº 3


R:. H:. Guillermo Heuduck

LOS SIMBOLOS

El simbolismo ha impregnado las manifestaciones humanas desde los albores mismos de la civilización; en el
Manual del Aprendiz Lavagnini se refiere a la Doctrina Masónica como aquella que se revela por
medio del estudio y la interpretación de los símbolos y ceremonias que caracterizan a nuestra orden;
es pues, siempre y doquiera, una misma enseñanza que se revela en infinitas formas, adaptándose a la
inteligencia y capacidad comprensiva de los oyentes; una Doctrina secreta o hermética, revelada por
medio de símbolos, palabras y alegorías que sólo pueden entender y aplicar en su real sentido los
oídos de la real comprensión.

Aristóteles, señalaba que el hombre conoce por medio de imágenes, es decir que su naturaleza anímica
e intelectual está especialmente capacitada para comprender a través de las representaciones
simbólicas, el lenguaje sintético y universal de las imágenes simbólicas libera a la psiquis de la
dualidad de toda dialéctica existencial, donde lo puramente mental y cerebral prima sobre la verdadera
intuición intelectual que reside en el corazón; lo que equivale a una purificación regeneradora, cuyo
fin es devolvernos la pureza mental y la inocencia virginal de los orígenes; una transmutación de la
conciencia tal que armonice perfectamente con el ser del mundo y de las cosas.

René Guénon decía que el simbolismo se nos aparece como especialmente adaptado a las exigencias
de la naturaleza humana, que no es puramente intelectual, que, por intuir esa carencia de su base
sensible busca elevarse hacia las esferas superiores, y en este proceso los símbolos ayudan a cada cual,
según la medida de sus propias posibilidades intelectuales, a comprender más o menos
completamente, más o menos profundamente, la verdad representada por ellos, y lo conduce a una
identificación con las fuerzas invisibles y las energías numinosas que animan la materia.

El simbolismo propiamente dicho es esencialmente “intuitivo” en cierta manera, lo que lo hace más
apto que el lenguaje, para servir de punto de apoyo para el despertar de la “intuición intelectual”. El
principio del simbolismo es la existencia de una relación de analogía entre la idea y la imagen que la
representa; en el fondo, toda expresión, toda formulación, cualquiera fuere, es un símbolo del
pensamiento al cual traduce exteriormente; en este sentido, el propio lenguaje no es otra cosa que un
simbolismo de las ideas.

Siempre de acuerdo a René Guénon, entiende que el mundo es “el lenguaje que el Espíritu infinito
habla a los espíritus finitos”; “En el principio era el Verbo”, el Logos, que es a la vez es Pensamiento
y Palabra en sí, es el Intelecto divino, que es el “lugar de los posibles” con relación a nosotros; se
manifiesta y se expresa por la Creación que es obra del Verbo; es también, por eso mismo, su
manifestación, su afirmación exterior, y por eso el mundo es como un lenguaje divino para aquellos
que saben comprenderlo. Si el Verbo es Pensamiento en lo interior y Palabra en lo exterior, y si el
mundo es el efecto de la Palabra divina proferida en el origen de los tiempos, la naturaleza entera
puede tomarse como un símbolo de la realidad sobrenatural.

La Orden Masónica conciente de que las verdades más altas, no serían en modo alguno comunicables
o transmisibles por ningún otro medio, y que estas se hacen tales hasta cierto punto cuando están, si
puede decirse, incorporadas en símbolos, que sin duda las disimularán para muchos, pero que las
manifestarán en todo su resplandor a los ojos de los que realmente saben ver, las utiliza como vía de
transmisión de su Doctrina.

Como iniciados en todo momento y en cada uno de nuestros actos y emprendimientos debemos tener
siempre presentes, y ante todo, la rica simbología de nuestra orden; que contienen en sí profundas
enseñanzas de grandes sabios de remotas épocas (parafraseando a un Q:. y R:.H:. P:.V:.M:. de nuestro
Tall:. en sueños actualmente), los que debemos utilizar para el trabajo interior de pulido de nuestra
piedra bruta, y que deben ser la base que nos impulse y manifieste en nosotros esa intención de llevar
una vida más profunda, activa y real, esforzándonos en la constante edificación y elevación de ideales,
pensamientos, palabras, propósitos y acciones, como el germen de trigo en dirección opuesta a la
gravedad, para así poder realizar las obras mas bellas en bien de la humanidad; propósito para el cual
nuestro taller NUEVAMENTE ha decidido realizar obras en el mundo profano a través de una entidad
sin fines de lucro, que de acuerdo a mi modesto parecer, debería ser nombrado utilizando por supuesto
el simbolismo de nuestra institución.

Debemos tener en cuenta que esotéricamente NOMBRAR a algo es darle entidad y existencia
inteligible a las cosas, rescatando de ellas su cualidad y su sentido universal; a esta facultad exclusiva
del hombre iluminado siempre se la ha considerado como un legado divino vinculado a la intuición
espiritual; el nombre revela pues la esencia de lo nombrado y por lo tanto su identidad, por lo cual
creo que el nombre de la organización que estamos queriendo formar debería poder transmitir los
nobles principios y profundas enseñanzas que contienen nuestros sagrados símbolos.

En este sentido, siguiendo las ideas arquetípicas de culturas ancestrales y verdaderas conocedoras del
arte sagrado, la orden Masónica ve en el sol y en sus ciclos la fuente de toda vida y el simbolismo
revelador de una verdadera iluminación, por lo cual las principales fechas evocadas por nuestra
institución son las fiestas solsticiales, que representan simbólicamente y para la naturaleza misma,
épocas de profunda reflexión, renovación y regeneración.

Es importante aclarar que la Masonería no rinde culto al Sol, sino que como observadores de la
naturaleza y estudiosos del conocimiento simbólico, vemos al Astro Rey como fuente indispensable
de Luz, Calor y Vida, y simbólicamente como principio de Amor y Caridad, e incluso en el ambiente
profano nos referimos con las expresiones “A partir de la ayuda brindada brilla un nuevo sol para
quienes han recibido la solidaridad de HH:.”, “Una nueva luz de esperanza brilla a partir de la fecha”;
así mismo en cada uno de nuestros rituales nuestro V:.M:. solicita que “La Luz del Amor y la Caridad
more entre nosotros y nos bendiga”, y en cada pedido de aclaración que realizamos en Log:. pedimos
que nos den luz con respecto a algún tema.

Como buscadores de la verdad a la que simbólicamente se representa con el pedido de ver la Luz,
solicitud que todos hemos realizado en el momento mismo de nuestra iniciación. El simbolismo de
esta ceremonia también se representa en el ciclo diario de Sol que se refiere alegóricamente a los
ciclos de vida y muerte, el sol “muere y visita el interior de la Tierra” durante la noche y “renace” al
día siguiente, iluminando con la “luz del conocimiento”.

Dicho todo esto; es mi propuesta concreta que la Asociación a ser formada por nuestro taller sea
denominada “ASOCIACION KUARAHY MIMBI” en Castellano Brillo o Luz del Sol, con lo cual se
estaría expresando la intención que tenemos como iniciados en la Masonería de iluminar a nuestra
sociedad con los nobles y altruistas fines que persigue nuestra institución, a la vez de manifestar
nuestra más profunda identificación con nuestra lengua y nuestros orígenes.

He dicho!

S:. F:. U:.


Isaac Newton
M:. M:.

BIBLIOGRAFIA

SIMBOLOS FUNDAMENTALES DE LAS CIENCIAS SAGRADAS


Compilación póstuma de obras de RENÉ GUÉNON: establecida y presentada por Michel Vâlsan

MANUAL DEL APRENDIZ


Aldo Lavagnini

INTRODUCCION A LA CIENCIA SAGRADA – PROGRAMA AGARTHA


Federico González; con la colaboración de Francisco Ariza, Fernando Trejos y José Manuel Río

RITUAL DEL GRADO DE APRENDIZ - RITO DE YORK

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