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Los tres mejores consejos para redactar una buena introducción

Escribir una buena introducción puede ser una tarea difícil, y los autores generalmente
prefieren escribir esta parte del manuscrito al final del proceso de redacción (una vez que
saben lo que contendrá el artículo y cómo se estructurará) para garantizar que no se les
pase nada por Alto. Estos tres consejos podrían ayudar a los autores a escribir una fuerte
introducción:

Consejo 1: Establezca el contexto y explique la necesidad de su trabajo


Para empezar, los autores deben proporcionar información general sobre su estudio. Los
autores deben indicar por qué el trabajo es importante y qué avances proporcionales con
respecto al conocimiento actual. El objetivo es crear un artículo convincente y claro que
ganó el interés de los árbitros, editores y lectores.

Para respaldar las afirmaciones y poner el estudio en contexto, la introducción debe incluir
un resumen de las publicaciones relevantes y actualizadas en el campo. Esta (muy corta)
revisión de la literatura debe estar escrita de una manera que atraiga a una amplia
audiencia y explique claramente la necesidad del estudio. Es recomendable incluir
información necesaria y proporcionar solo lo que ayudará a los lectores a comprender mejor
la importancia del documento.

El uso de frases como “recientemente”, “durante los últimos 10 años” o “desde el


descubrimiento de…” puede ayudar a anclar el contexto en el tiempo. Los autores también
pueden ubicar su trabajo dentro de un campo de investigación específico (por ejemplo, “en
el campo biomédico, …” o “los polímeros conductores han recibido mucha atención porque
…”).

Los autores deben asegurarse de describir el problema lo más claramente posible. Los
autores deben comenzar discutiendo la situación actual y luego indicar qué les gustaría
lograr, cambiar o estudiar. El uso de palabras como “pero”, “sin embargo” o
“desafortunadamente” puede ayudar a enfatizar el contraste entre la situación actual y la
deseada.

Una forma efectiva de expresar los objetivos del estudio es combinar el problema con lo que
se ha hecho para resolverlo y presentarlo en una sola oración. Hay muchos verbos que se
pueden usar para describir el estudio (investigar, estudiar, medir, diseñar, analizar,
desarrollar, modelar, etc.) y muchas formas de enfatizar la contribución de los autores. Por
ejemplo:

“El material A ha recibido mucha atención en los últimos años debido a sus propiedades
ópticas. Sin embargo, su baja estabilidad ha limitado su uso generalizado. Para abordar
este problema, diseñamos un…”

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