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Resumen 1984 - Reseumen por capitulos de la obra 1984 de


George Orwell - 1984
Literatura (Universidad Norbert Wiener)

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1984
Parte 1
Capítulo I
En un día luminoso y frio de abril Winston Smith un hombre de unos treinta y tantos
años entra al vestíbulo del edificio donde vive y se encuentra con un cartel de un
hombre. Al entrar a su piso una voz salía de la telepantalla la cual recibía y transmitía
simultáneamente audio y sonido en su rango, este era monitorizado por la policía del
pensamiento. A través de la ventana Winston observaba lo que era Londres, ciudad de
la Franja aérea 1, que era la tercera de las provincias más pobladas de Oceanía.

En Londres solo se hallaban cuatro edificios del mismo aspecto y tamaño. El Ministerio
de la Verdad, que se dedicaba a las noticias, a los espectáculos, la educación y las
bellas artes, en el cual trabajaba Winston. El Ministerio de la Paz, para los asuntos de
guerra. El Ministerio del Amor, encargado de mantener la ley y el orden. Y el Ministerio
de la Abundancia, al que correspondían los asuntos económicos.

Al llegar Winston se sienta en una mesita del cual saca un libro blanco el cual no pudo
resistirse a comprarlo en una tienda de compraventa. El lugar en el que se encontraba
sentado no estaba al alcance de la telepantalla, por lo cual era seguro sacar el diario, lo
primero que escribió fue la fecha “4 de abril de 1984”, luego comenzó a cuestionar el
estado. Se dio cuenta que había vuelto pronto porque quería escribir lo ocurrido esa
misma mañana durante los dos minutos de odio, lo cual consistía en sentarlos frente a
la telepantalla de la cual salía un espantoso chirrido junto con la imagen del líder de la
hermandad Emmanuel Goldstein, el enemigo del pueblo. A los dos minutos llego al
frenesí, los espectadores enloquecieron tratando de acallar la voz de la pantalla, en un
momento el odio de Winston se redirigió de Goldstein a él Gran Hermano, en un
destello vio en lo ojos de O´Brien, un miembro del Partido Interior, que pensaba igual
que él. Pensó que era su imaginación, al llegar a su casa se sentó en su silla y sin
querer al perderse en sus pensamientos comenzó a escribir ¨abajo al gran hermano¨,
al darse cuenta sintió pánico, pero no quiso arrancar la hoja. Se sobresalto ya que
alguien tocaba a su puerta y sintió miedo de que sea la policía del pensamiento. Se
levanto y se acercó a la puerta.

Capítulo II
Al abrir la puerta se dio cuenta que era la señora Parsons, esposa de su vecino Tom
que trabajaba en el Ministerio de la Verdad en un puesto insignificante, ella le pedía
ayuda con el fregadero, al acudir en su ayuda observo que su casa era un completo
desastre. La señora Parsons al ir a buscar una herramienta que le había pedido
aparecen sus hijos de unos siete a nueve años y comienzan a mortificar a Winston,
este al ir recibe un golpe de parte del niño con un tirachinas.

Al llegar a su piso y sentarse frente a la mesita recordó que hace años había soñado
que alguien le decía ”Nos encontraremos en el lugar donde no hay oscuridad”. No sabia
si fue antes o después de conocer a O´Brien, ya que pudo reconocer su voz. En la
telepantalla dieron las noticias sobre la victoria en el sur de la India, luego de lo

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ocurrido observo por la ventana los slogans en la fachada del Ministerio de la Verdad:
la guerra es la paz, la libertad es la esclavitud, la ignorancia es la fuerza.

Viendo por la ventana volvió a preguntarse para quien escribía el diario y si tenía
propósito, volvió al diario y escribió un mensaje que iba en contra del partido y cerro el
diario, lo coloco en el cajón de la mesita y puso en una de las esquinas de la tapa una
partícula de polvo identificable para saber si alguien había cogido el libro.

Capítulo III
Winston estaba soñando con su madre, ella estaba sentada con su hermanita en lo que
parecía una cámara de un barco que se hundía en el mar, mientras el solo podía ver lo
sucedido, no recordaba bien pero mientras soñaba estaba seguro de que ellas fueron
sacrificadas para que el viviera. Luego del sueño razono que la muerte de su madre
pertenecía a los tiempos antiguos en los que había privacidad, se lamentaba haber sido
egoísta y no haberle demostrado amor cuando estaba viva.

Al despertarse por la telepantalla se vio a una mujer que animaba a realizar ejercicios
los cuales el siguió con su tos que le daba al despertarse. Mientras hacía ejercicios
recordaba que años atrás en su infancia todo era diferente, por ejemplo, el Aérea
número 1, la llamaban Inglaterra o Bretaña. Quizá todo cambio cuando la bomba cayo
en Colchaste, desde entonces la guerra empezó. Winston sabía muy bien que, hacia
sólo cuatro años, Oceanía había estado en guerra contra Asia Oriental y aliada con
Eurasia, pero no había registro de ello, solo constaba en su conciencia.

Cada uno debería lograr una victoria sobre su propia mente ¨doble pensar¨, estar
consciente de la verdad mientras recibes otra información. Winston ni siquiera podía
recordar en qué fecha había empezado el Partido a existir. La chillona voz de la mujer
en la telepantalla lo saco de su razonamiento y le llamo la atención por los ejercicios,
después de acabar felicito a todos dirigiéndose a Winston.

Capítulo IV
Cuando empezó a trabajar desenrollo cuatro cilindros de papel que acababan de caer
del tubo neumático sobre el lado derecho de su mesa de despacho. A uno de los tubos
neumáticos se le llamaba ¨agujeros de memoria¨ que eran para documentos que
debían ser destruidos, una corriente de aire cliente los llevaba hasta los hornos. Al
examinar las cuatro franjas de papel se fijo que las tres primeras eran tareas
rutinarias, las cuales consistían en rectificar artículos pasados para que coincidan con
los acontecimientos actuales. En el largo vestíbulo de doble fila de cabinas había por lo
menos una docena de personas a las que Winston no conocía ni siquiera de nombre,
aunque los veía diariamente. Había entre personas que borraban toda huella de las
personas vaporizadas hasta los que se encargaban de producir los textos definitivos de
poemas que se habían hecho ideológicamente ofensivos, había diferentes tipos de
secciones que tenían cada cual una función en específico.

El Departamento de Registro es solo una simple rama del Ministerio de la Verdad, cuya
principal tarea no era reconstruir el pasado, sino proporcionarles a los ciudadanos de

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Oceanía periódicos, películas, libros de texto, etc. Luego de resolver las tareas que
eran rutinarias Winston se puso en marcha con la cuarta la cual tenia la sospecha que
se la habían encomendado a varias personas, esperaba que se eligiera su propuesta.

Capítulo V
En la cantina, al hacer la cola alguien le hablo desde atrás, era su amigo Syme,
trabajaba en el Departamento de Investigaciones, empezaron una conversación sobre
hojas de afeitar, las cuales había escases. Una vez en su mesa y acabada su comida
hablan sobre el diccionario de neolengua que está siendo actualizado. Syme se
sumergió demasiado en el tema, comenzaron una discusión sobre la neolengua la cual
consiste en la destrucción de las palabras ya existentes. Winston se siente incomodo
porque no esta conforme con los ideales de Syme y no puede mostrar su
disconformidad.

En la mesa izquierda se podía ver a un hombre el cual hablaba y no podía entender


parecía que solo decía cuac-cuac, su acompañante solo decía q estaba de acuerdo lo
cual era muy desconcertante ya que parecía que no le prestaba atención. Syme aviso
que se acercaba Parsons, al llegar inicio una conversación con Winston sobre la captura
de un extranjero. Luego dieron una noticia que para todos era fascinante menos para
Winston el cual era el único que al parecer recordaba que ya habían hecho un
comunicado la semana pasada sobre eso, comenzó a meditar sobre si esto ya lo habían
hecho antes.

Salió de su pensamiento y descubrió que la mujer de la otra mesa lo estaba viendo a


hurtadillas y se pregunto si era una policía del pensamiento. Luego se dio la señal de
volver al trabajo así que comenzó la lucha por ingresar a los ascensores.

Capítulo VI
Winston escribía en su diario lo ocurrido hace tres años atrás mientras recordaba cómo
había entrado a un callejón hasta un sótano de una cocina con una prostituta, lo cual
estaba prohibido pero que no se consideraba mientras no fueras descubierto. Entre los
miembros del partido se negó todo el amor del acto sexual, la única finalidad del
matrimonio era engendrar hijos en beneficio del Partido.

En este momento fue cuando recordó a su esposa Katharine, con la cual no se puede
divorciar ya que está prohibido, recuerda que el sexo con ella era solo con la finalidad
de engendrar un niño. El deseaba una relación de amor, pero era consciente que eso
era imposible. Al volver a concentrarse, escribió que al encender la luz se dio cuenta
que era una mujer de unos cincuenta años, pero que de todos modos lo hizo. El al
haberlo sacado y plasmado en su diario seguía con la necesidad de gritar palabrotas
con toda la fuerza de sus pulmones.

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Capítulo VII
Winston escribió que, si hay alguna esperanza está en las proles, ellos si se revelaban
podrían acabar con el partido ya que ellos eran más del ochenta por ciento de la
población de Oceanía, pero no tenían la convicción para revelarse, la mayoría de ellos
ni siquiera era vigilada con telepantallas, tenían mas libertad que los que pertenecían
al partido.

La mayor de las herejías era el sentido común. Y lo más terrible no era que le mataran
a uno por pensar de otro modo, sino que pudieran tener razón. Porque, después de
todo, ¿cómo sabemos que dos y dos son efectivamente cuatro? O que la fuerza de la
gravedad existe. O que, el pasado no puede ser alterado. ¿Y si el pasado y el mundo
exterior sólo existen en nuestra mente y, siendo la mente controlable, también puede
controlarse el pasado y lo que llamamos la realidad?

Sin saber porque el nombre de O'Brien se le venia a la mente, sabía que él estaba de
su lado, escribía este diario para O'Brien. El corazón de Winston se encogió al pensar
en la facilidad con que cualquier intelectual del Partido lo vencería con su dialéctica, sin
embargo, era Winston quien tenía razón, os otros estaban equivocados, Había que
defender lo evidente.

Con la sensación de que hablaba con O'Brien, escribió: La libertad es poder decir
libremente que dos y dos son cuatro. Si se concede esto, todo lo demás vendrá por sus
pasos contados.

Capítulo VIII
Este día Winston no quiso participar en los eventos del Partido, así que se fue a
caminar, sin querer llego por el barrio prole, allí encontró a niños jugando en los
charcos de agua y mujeres conversando, de repente un hombre grito ¨el vapor¨
nombre que le habían puesto a las bombas cohetes. Encuentra a aun viejo en un bar,
piensa que el debe saber como era el mundo mucho antes de que el partido se hiciera
cargo, le invita unas copas con el fin de que le cuente como eran antes las cosas.

Se compenetran en una conversación, en la que el viejo le cuenta historias, luego de


eso siguió al hombre hasta una habitación la cual despertó nostalgia en Winston.

Después de salir de aquel lugar se le paraliza el corazón ya que se encontró con la


muchacha de cabellera negra del otro día, la cual paso como si no lo conociera. Pensó
en la posibilidad de seguirla, pero lo descarto casi al instante, al llegar a su piso saco
su libro. Después de concentrarse lo suficiente a su mente puedo evocar la imagen de
O'Brien y lo que le había dicho en el sueño, lo cual cree que significa que está hablando
sobre el futuro imaginario. Las palabras de las consignas martilleaban el cerebro de
Winston: la guerra es la paz, la libertad es la esclavitud, la ignorancia es la fuerza.

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Parte 2
Capítulo I
Winston al salir de la cabina se encontró en el pasillo a aquella mujer de cabellera
negra, se fijó que tenía un cabestrillo en el brazo derecho, al estar a unos cuantos
metros la chica callo de cara, al intentar levantarla la chica le deslizo un papel lo cual le
hizo suponer que no fue accidental su caída.

Aunque quería saber el contenido del papel no podía hacerlo ya que estaba en
constante observación por la telepantalla. Al volver a su cabina y resolver sus
pendientes leyó el mensaje, el cual decía: ¨Te quiero¨, eso lo dejo desconcertado. El
resto de la mañana se el paso distraído, a la hora de comer se fijó que la chica morena
lo ignoro completamente.

Luego del trabajo y de cenar tuvo que ir a la reunión del centro. Pasados los días no
había tenido oportunidad de hablar con la chica para concretar una cita, ya que
siempre estaba rodeada. Un día la encontró sola y decidió actuar, hablaron en voz baja
y sin mirarse, logrando concretar una cita en la Plaza de la Victoria.

Al llegar oyó decir a alguien que un convoy de prisioneros eurasiáticos pasaba por allí,
la gente se comenzó a amontonar para verlos, Winston luego de luchar para llegar a la
chica, ella le dio indicaciones para llegar a un lugar. Después de eso en medio del
bullicio la chica le cogió la mano, tenía ganas de mirar de qué color eran sus ojos, pero
sería una locura así que se limitó a mirar a un anciano que iba en el convoy, el cual lo
miraba con tristeza.

Capítulo II
Winston siguió por el camino que le indico la chica. Todo estaba bien hasta que
escucho un crujido, luego siente que alguien toco su hombro, al darse vuelta vio que
era la chica, ella lo guio hasta un claro el cual era el refugio de ella, allí le dijo que no
quería hablar antes por si había un micrófono en la vereda, luego de una ligera charla
se comenzaron a besar, pero él no sentía ningún impulso físico solo quería abrazarla.
Después de aquello Winston le pregunto su nombre, ella le dijo que era Julia,
comenzaron a charlar.

Fueron a pasear, pero siempre cubriéndose con los arbustos por si alguien andaba por
allí, luego de caminar se toparon con una ve la cual comenzó a cantar, Winston se
preguntó si por allí habría micrófonos y estuvieran escuchando el cantar del ave. Dejo
de pensar y abrazo a Julia, estaban cara a cara, sus bocas se unieron en un beso
distinto al anterior, al llegar a su refugio ella se arrancó la ropa tal como lo había
soñado Winston, se arrodillaron en el pasto y allí ella le dijo que ya había hecho esto
antes con miembros del partido, eso era lo que él quería sentir pasión. Luego de este
suceso los dos estaban adormilados y durmieron profundamente. Al cabo de media
hora Winston se despertó y comenzó a observar a Julia.

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Capítulo III
En cuanto se despertó Julia se volvió una mujer precavida, propuso un nuevo lugar en
el que reunirse y las señales por si había riesgo. Al reunirse en el campanario se
pusieron a conversar, ella le contó sobre su vida, también que su abuelo le había
contado algunas cosas de los años setenta pero que después desapareció. Ella le
pregunto cómo era su mujer, él le contó, pero parecía que Julia ya sabía lo esencial;
Julia le propuso una teoría la cual decía que al haber represión sexual conducía a la
histeria y que los dos minutos de odio y la adoración al líder eran como una liberación
de esa represión.

Winston le contó a Julia un suceso ocurrido hace unos 11 años, en donde estaba en
una excursión colectiva con su esposa y se perdieron, el encontró unas flores y se las
señaló, ella se acercó al precipicio para observarlas mejor, en ese momento le vino a la
mente la idea de empujarla, Julia también lo cuestiona sobre porque no lo hizo, pero él
responde que no habría cambiado nada que todo sería igual. Después de discutir con
ella sobre el tema de aceptar que iban a morir y de rendirse ella cambio de tema y
empezó a planear su próxima cita que iba a volver a ser en aquel bosque, pero
tomando otro camino para llegar.

Capítulo IV
Winston alquilo la habitación del señor Charrington, el cual era el viejo que el conoció
en el bar en el barrio prole. El corazón le decía que todo era una locura, pero igual lo
iba a hacer, luego de observar por la ventana supo que ese lugar no le serviría como
escondite por mucho tiempo, últimamente no habían podido citarse ya que había
mucho trabajo por la preparación de la semana del odio. Luego de citarse para ir al
bosque ella le dijo que no podía ir, fue después que se le ocurrió la idea de alquilar la
habitación el señor Charrington, porque sentía una necesidad de estar siempre con
ella, de pasear por las calles, pero libremente sin esconderse.

Winston sintió unos pasos en la escalera, después entro Julia con una bolsa de lona de
la cual saco pan, café y muchas cosas más que dejaron a Winston asombrado. Julia le
pidió que se diera la vuelta hasta que al decirle que ya podía mirarla se asombró al ver
que ella se había maquillado, luego de prometerle que se vestiría como mujer y no con
pantalones ellos se desnudaron. Al despertar luego de unas horas, ella estaba hablando
con el cuándo ve una rata y le tira un zapato, ella le cuenta a Winston sobre el tema de
que hay ratas en todos lados y él se pone pálido y le pide que pare. Ella le pide
disculpas y se pone a hacer café con azúcar, se pone a pasear por la habitación y coge
el coral que sirve como pisapapeles.

Julia empieza a cambiarse y limpiarse el maquillaje mientras Winston observaba el


pisapapeles y se perdía en sus pensamientos.

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Capítulo V
Syme había desaparecido, Winston fue a ver la lista de integrantes del equipo de
ajedrez al que pertenecía Syme y se fijó que su nombre había desaparecido de la lista,
era como si no hubiera existido. Los preparativos para la semana el odio estaba en
pleno apogeo, las bombas cohetes mataban a más personas.

Durante el mes de junio hubo más ocasiones en las que Julia y Winston lograron
encontrarse a pesar de su diferencia de horario en aquella habitación arriba de la
tienda del señor Carrington, ese lugar se volvió casi su hogar ya que ahí podían pasar
más que solo un par de horas como en sus anteriores encuentros. Con frecuencia
tenían sueños de fuga o de que Katharine moría y que ellos de alguna manera lograban
casarse, incluso habían pensado en el suicidio o en acto de revelarse contra el partido,
luego de meditarlo el suicidio quedo completamente descartado.

Julia dejo sorprendido a Winston con su conocimiento sobre la historia, él le conto


cosas que pensó que a ella le sorprendería como que todo ha sido modificado tales
como cuadros, libros, etc. Pero a ella ni siquiera le llamo la atención, parecía que no le
tomaba importancia al tema de que el partido controlara todo hasta el mismo pasado.
También le cuenta sobre la prueba que encontró hace años y la cual destruyo pero que
ahora se arrepiente, al contarle todo esto a Julia ella se aburre. Todos se tragaban todo
lo que el partido les decía, no tenían ninguna duda en aceptar todo lo que el partido les
decía y eso para Winston era frustrante.

Capítulo VI
Un día O'Brien se acerca a hablar con Winston, le dice que había observado que en sus
artículos seguía usado palabras que ya no aparecían en la última edición del diccionario
y ya que él tenía la última edición del cual habían salido unos cuantos ejemplares si le
interesaría que se lo preste, a lo cual él le dice que le encantaría, una vez dicho eso
O'Brien saca una pequeña agenda y en un papelito le escribe su dirección evitando que
la telepantalla no observe lo que escribe. Antes de irse O'Brien le dice que
normalmente está en casa por las tardes y que si él no está uno de sus empleados le
entregara el diccionario. Horas más tarde Winston se graba las palabras escritas en el
papelito y lo tira por el agujero de la memoria junto con otros papeles. No sabía
cuándo iba a ir a su casa, lo que si sabía era que tarde o temprano lo haría, con toda
esta situación sentía como si al final del camino le esperara su tumba y a pesar de todo
no lograba disminuir la ansiedad y los nervios al comprender el hecho de que él ya
sabía que si seguía por este rumbo lograría ese cometido, pero a pesar de todo la
decisión ya estaba tomada y no había marcha atrás.

Capítulo VII
Winston despertó emocionado, recordó la última vez que vio a su madre, a su padre el
cual había desaparecido y las carreras para refugiarse en las estaciones de trenes.

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También recordaba que junto con otros chicos rebuscaban en las latas de basura,
incluso la espera de los camiones que transportaban pienso para el ganado y que a
veces se caía al pasar por un bache. Luego de que su padre desaparezca a su madre
parecía que era lo que esperaba, de vez en cuando su madre lo abrazaba a pesar del
egoísmo natural de él. Recordaba la habitación donde dormían, también que siempre
se quejaba de que había poca comida, se creía con derecho a más comida porque era
varón, incluso le quitaba la comida a su hermanita o la comida de la alacena. Un día
dieron una ración de 2 onzas de chocolate y el comenzó a exigir que se lo dieran todo a
él, después de una discusión con su madre lo partieron en dos, pero la tenía la parte
mucho más grande, al ver que su hermana miraba el chocolate con indiferencia se lo
arrebato y se fue corriendo, su hermana al ver que se lo quito lloro su madre la
consoló. Winston salió corriendo de la habitación y comenzó a vagar por las calles
avergonzado por lo que hizo, al volver porque le dio hambre se dio cuenta de que su
madre y hermana habían desaparecido, estaba todo lo demás menos ellas, en esa
época las desapariciones de personas eran normal. Luego de eso a él lo llevaron a una
de las colonias de huérfanos.

Le conto a Julia sobre su madre, pero parecía que ella se estaba durmiendo, siguió
pensando en su madre y en que sus sentimientos eran suyos y no unos impuestos por
el partido, el cual había persuadido a la gente los impulsos y sentimientos de nada
sirven, pero las proles no se habían endurecido por dentro como los demás, ellos
seguían siendo humanos. Le planteo la idea de huir a Julia, pero ella se negó a pesar
de que el intentaba hacerla razonar ella no quería, ella decía que así la hagan confesar
cualquier cosa nunca le podrían hacer que se lo crea, podrían controlar lo que dijera,
pero nunca lo que pensara

Capítulo VIII
Winston y Julia habían ido a casa de O'Brien, él luego de dictar un mensaje apago la
telepantalla lo cual los sorprendió ya que no sabían que podía hacer eso. Luego de
aquello Winston le dice sobre que son criminales del pensamiento y muchas cosas más,
O'Brien luego de servirles vino, del cual habían oído, pero nunca habían probado,
después de que lo prueben les confirma que si existe una hermandad y comienza a
hacerles preguntas en el corto tiempo que puede tener la telepantalla apagada, les
pregunta si son capaces de hacer cualquier cosa hasta matar o incluso dañar niños y
ellos dicen que si. Ellos aceptan a todo lo que les propone menos a separarse el uno
del otro, O'Brien les dice que nadie sabe cuántas personas hay en realidad en la
hermandad ya que si a alguno de ellos lo atrapan y confiesa ya que uno siempre
confiesa debido a las torturas sería muy peligroso. Al ya casi acabarse el tiempo le dice
a julia que ya debe irse primero ya que no debieron venir juntos, luego de que Julia se
fue Winston le cuenta a O'Brien sobre su escondite y él le dice que después tendrán
que cambiar de lugar y que él se los proporcionará, también que tal vez es la última
vez que se vean. Al estarse yendo Winston observa que O'Brien espera que él se valla
para encender la telepantalla y reanudar su trabajo como un miembro más del partido
interior, volviendo a ser otra vez un hombre serio.

Capítulo IX

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Winston se encontraba cansadísimo, trabajaba demasiado, había trabajado más de


noventa horas en cinco días, igual que todos los funcionarios del Ministerio. No tenía
nada más que hacer hasta el día siguiente, en la tarde se dirigió donde el señor
Charrington, llevaba consigo una cartera y dentro de esta el libro que tenía desde hace
seis días pero que no había abierto. En el sexto día de la Semana del Odio, en ese
preciso momento se había anunciado que Oceanía ya no estaba en guerra con Eurasia,
ahora ésta era aliada. Oceanía luchaba ahora contra Asia Oriental. Se acepto de
inmediato y sin objeción alguna que ahora el enemigo no era Eurasia, sinó Asia
Oriental.

En la plaza había una manifestación de la cual era participante Winston, sobre una
tarima se encontraba un hombre, el cual estaba hablando. A mitad de una frase llego
un mensajero, el cual informaba que Oceanía está en guerra con Asia Oriental. A partir
de ese momento todos comenzaron a destruir todo lo que tuviera que ver con Asia
Oriental. En plena algarabía un hombre se le acerco a Winston y le dio una cartera con
un libro adentro como si se le hubiera caído, él la cogió indiferentemente. A penas
termino la manifestación todos volvieron al ministerio a comenzar a rectificar todos los
documentos, libros y de más que hicieran referencia a la guerra con Eurasia o la
alianza con Asia Oriental. Todo fue un gran alboroto, al tercer día ya le dolían los ojos,
al sexto día fue disminuyendo los documentos que había de rectificar. Una vez acabado
cada uno se fue a su casa, Winston luego de pasar un rato por su casa se dirigió a la
habitación arriba de la tienda del señor Charrington, esperaba a Julia, mientras que la
esperaba abrió el libro, el cual estaba desgastado.

Había comenzado a leer el libro, el cual describía acontecimientos que al parecer


habían sido cubiertos, mencionaba que la guerra era utilizada para mantener
sometidas a las personas, también que se intentaba construir armas más peligrosas
que la bomba atómica, pero que ninguna lograba su cometido.

Winston dejo de leer al caer una bomba cerca, le fascinaba el libro que estaba leyendo,
escuchó los pasos de Julia, ella a penas lo vio se abalanzo sobre él, el cual le comentó
que tenía el libro, pero ella no le tomo importancia. Luego de un tiempo en la cama,
Winston le dijo que deberían leer el libro ya que todos los miembros de la hermandad
deberían leerlo. Comenzó a leerlo en voz alta, decía que se esperaba que todo
miembro del partido carezca de emociones privadas y que su entusiasmo no se enfríe,
también que el pasado es únicamente lo que digan los testimonios escritos y la
memoria humana, pero como el Partido controla todos los documentos y la mente de
todos sus miembros, resulta que el pasado será lo que el partido quiera que sea.

Paró de leer al no escuchar ningún ruido, Julia se había dormido, así que dejo el libro
en el suelo se dispuso a dormir pensando que no estaba loco como pensaba y que la
cordura no depende de las estadísticas.

Capítulo X
Winston se levantó al escuchar el canto de la mujer que seguía tendiendo pañales, lo
mismo le paso a Julia, los dos comenzaron a observar a la mujer por la ventana.
Comprendido que el futuro era de las proles, ellos a pesar de todo seguían cantando a

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diferencia del partido, al final despertarían y hasta que aquello suceda ellos
sobrevivirían.

Mientras ellos hablaban una voz los interrumpió, ellos se sobresaltaron y se miraron
fijamente pálidos, la voz salía detrás del cuadro. Se escucho un ruido de cristal roto, al
caer se descubrió una telepantalla. La mujer dejo de cantar, casa estaba rodeada, por
la ventana a través de una escalera estaban subiendo personas, al momento la
habitación estaba llena de personas, escucho un ruido sordo, un hombre había
golpeado a Julia en la boca del estómago y estaba que se retorcía en el suelo, unos
hombres la levantaron y se la llevaron. Se pregunto que le había sucedido al señor
Chrarrington y a la mujer que cantaba.

Luego de un momento vio acercarse a un hombre, era el señor Charrington, pero


estaba cambiado, caminaba derecho y hablaba con autoridad, entonces lo comprendió,
era un miembro de la policía del pensamiento.

Parte 3
Capítulo I
No sabía dónde se encontraba, pero sospechaba que era el ministerio del amor, estaba
en una celda con techo alto y sin ventanas. Se encontraba quieto, estaba con hambre y
no sabía cuánto tiempo llevaba en ese lugar. Estaba rodeado de presos de todo tipo,
desde presos del partido a criminales comunes, los cuales se llevaban bien con los
guardias. Se hablaba de los campos de trabajo, a los cuales se esperaba que fueran
llevados, una mujer fue metida a la celda, ella comenzó a hablar con Winston y
descubrió que los dos compartían apellido ¨Smith¨, había una posibilidad que fuera su
madre, ya que tenían aproximadamente la misma edad.

No sabía ya cuánto tiempo, de un momento a otro la celda se abrió y metieron a


Ampleforth el poeta, Winston lo llamo y conversaron sobre porque lo habían apresado,
pero la telepantalla los mando callar, Ampleforth no sabía cómo estarse quieto, estaba
nervioso. La celda volvió a abrirse y se llevaron a Amplefoth, luego de un tiempo la
celda se abrió y entro Parsons, conto que lo detuvieron porque entre sueños dijo
¨abajo al gran hermano¨ y su hija lo denuncio, pero a pesar de esto él estaba
orgulloso, después también se lo llevaron, los presos iban y venían.

Se volvió a abrir la celda y entro O'Brien y un guardia, el cual tenía una porra y lo
golpeo en el codo, sintió mucho dolor mientras se retorcía en el suelo sujetando su
inútil brazo izquierdo.

Capítulo II
Winston estaba recostado en una especie de camilla, al lado de él se encontraba
O’Brien, mientras estaba recostado recordó cómo había sido torturado, había
confesado y firmado tantas cosas que creía que era un títere a la espera de que le
dijeran que hacer, luego de muchas clases de tortura despertó en aquella camilla.
Aunque no había visto a O'Brien sabía que él estaba siempre detrás de él, comprendido

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que O'Brien era él ordenaba cuando tenían que darle de comer, de torturar, de aporrar,
de dormir, etc.

Recostado en aquella camilla, O'Brien presiono una palanca y le proporcionó dolor. El


comenzó a hacerle preguntas y si no obtenía la respuesta esperada, presionaba la
palanca y le causaba un insoportable dolor. O'Brien confeso que había torturado a
muchas más personas hasta hacerlos sentir culpables por lo que habían hecho, les
lavaban el cerebro.

A Winston le pusieron dos compresas húmedas en las sienes, siento como si lo


hubieran empujado en aquella camilla. Al recobrar la visión recordó quien era y
algunas cosas básicas, pero nada más, al parecer le borraron la memoria
momentáneamente, O'Brien comenzó a llenar los vacíos de su cerebro con lo que el
partido decía. Al haberse desvanecido la alucinación, O'Brien se levantó y le permitió
que Winston le hiciera preguntas, en ese momento descubrió que Julia lo había
traicionado. Luego de haber hecho varias preguntas O'Brien hizo una señal al hombre
con uniforme blanco para que le inyectara lo que había en la jeringa que sostenía, al
inyectarle Winston se hundió un profundo sueño.

Capítulo III
Winston seguía recostado en la camilla, pero ya no estaba atado tan fuerte, no sabía
cuánto había pasado quizás semanas, no lo sabía. O'Brien le dijo que él había
colaborado para escribir el libro de Goldstein y le dijo que lo escrito ahí era pura
tontería, que lo más importante es el poder, no el amor ni nada solo el poder.

Comenzó a decir que Oceanía era todopoderosa y que podía conquistar Asia Oriental o
Eurasia si lo quisieran, también que la tierra era el centro del universo, que el sol y las
estrellas giraban en torno a la tierra, Winston dijese lo que dijese O'Brien lo
contrarrestaba. O'Brien dio que el verdadero poder no es sobre las cosas sino sobre los
hombres. A pesar de todo Winston le decía que hagan lo que hagan fracasarán y algún
día todo cambiará.

O´Brien lo soltó, lo hizo desnudarse y colocarse frente a un espejo de tres lunas, al


verse no podía creer lo que veía, era su cara, pero estaba en un estado deplorable. O
´Brien lo hizo sentirse miserable y que no valía nada, incluso le saco uno de los pocos
dientes que le quedaban, le hizo comprender a Winston que a pesar de todas las
torturas tanto físicas como psicológicas en ningún momento había traicionado a Julia,
había contado todo sobre ella y lo que habían hecho, incluso de sus relaciones sexuales
y que iban en contra del partido; pero nunca dejo de amarla, sus sentimientos seguían
intactos a pesar de todo lo dicho.

Capítulo IV
Ya se sentía mucho mejor, estaba en una mejor celda, se encontraba en mejores
condiciones, le llevaban tres comidas cada veinticuatro horas. Sospechaba que habrían
pasado semanas o meses, durante ese tiempo trato de hacer ejercicio, al principio no
pudo, pero con el tiempo y las comidas puedo lograrlo. Se sentó en el taburete y puso
la pequeña pizarra que se encontraba en la celda en sus rodillas y luego comenzó a
escribir todo lo que el estado quería que el afirmara, como que Oceanía siempre había

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estado en guerra contra Asia Oriental. Ya solo esperaba que le dispararan tal y como
decían, un tiro en la nuca mientras cambiaba a uno de celda en celda. En medio de una
ensoñación en donde ya se había reconciliado con el partido, se despertó y se escuchó
a si mismo llamando a Julia en medio de gritos. Por ese suceso ya solo esperaba
comenzar a escuchar las botas de los guardias acercándose. Sentía odio hacia el
partido, moriría odiándolos al momento de recibir el disparo en la nuca, al igual que
odiaba al gran hermano. Escucho unos sonidos de botas, entonces entró O'Brien junto
con dos guardias más, él le pregunto qué era lo que sentía hacia el gran hermano, a lo
cual Winston respondió que lo odiaba. O'Brien le dijo que ahora que lo odiaba debía
aprender a amarlo así que lo mando con los guardias a la habitación 101.

Capítulo V
En cada etapa de su encarcelamiento Winston creyó saber en dónde se encontraba,
pero la nueva habitación a la que lo llevaron era nueva para él. Fue atado tan
fuertemente que no podía moverse, ni siquiera la cabeza, luego O'Brien entró y le dijo
que en la habitación 101 había lo peor del mundo, un guardia entro con una clase de
jaula, al O'Brien moverse Winston pudo observar que en la jaula se encontraban ratas,
a las cuales él les tenía miedo O'Brien soltó uno de los dos resortes que mantenían la
jaula cerrada. Lucho contra su propio pánico para concentrarse en pensar como
salvarse, llego a la conclusión de que debía interponer a otra persona. Estaba
desesperado, había comprendido que solo había una persona a la que podía pasar su
castigo, esa persona era Julia, rogaba porque se lo hicieran a ella y no a él. Estaba
todavía en la silla, se encontraba como ido, pero en medio de su estado escucho al
primer resorte volver a su lugar, la jaula no había llegado a abrirse.

Capítulo VI
El nogal estaba vacío, Winston estaba en su mesa del rincón de costumbre, esperaba
que en la telepantalla dieran las noticias del frente sobre la conquista de África.
Después de que lo soltaran había engordado y lo habían cambiado de trabajo, a uno
mucho mejor. Un día en el parque por casualidad se encontró a Julia, caminaron hasta
detenerse bajo un arbusto, el cual no los cubría nada. Ella llevaba una cicatriz que era
cubierta por el cabello, se sentaron en dos sillas, los dos dijeron que se habían
traicionado, los dos se habían vendido; luego de eso ella se fue a tomar el metro y el
decidió acompañarla hasta la estación.

Poco después dejo de seguirla y comenzó a caminar en dirección opuesta hasta el


nogal. Dos veces a la semana iba a un despacho polvoriento en el miniver y trabajaba
un poco. Bebiendo ginebra le floto en la memoria un recuerdo de el de unos nueve o
diez años, estaban aburridos y comenzó a hacer berrinche. Su madre para calmarlo le
compro un juego de ¨serpientes y escaleras¨, no le llamo la atención, pero su madre
se puso a jugar con el mientras que su hermana reía. De pronto salió de la ensoñación
al escuchar a la telepantalla, decía que habían ganado la batalla. Mucho había
cambiado desde aquel primer día en el ministerio del amor, pero todavía no se había
producido el cicatrizado final, el cambio salvador. Dos lágrimas le resbalaron por las
mejillas. Pero ya todo estaba arreglado, se había vencido a sí mismo definitivamente.
Amaba al Gran Hermano.

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