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ANÁLISIS EN FRESCO
HERRAMIENTA DE
DIAGNÓSTICO
2013
ANÁLISIS EN FRESCO HERRAMIENTA DE DIAGNÓSTICO EN CAMARÓN 3
T
Todos los derechos reservados. Se autoriza la reproducción y difusión del material contenido en este
documento: CAMARÓN ANÁLISIS EN FRESCO, HERRAMIENTA
T DE DIAGNÓSTICO, para fines
TA
educativos u otros fines no comerciales sin previa autorización escrita del titular de los derechos de
autor. Se prohíbe la reproducción de material contenido en este documento para reventa u otros
fines comerciales sin previa autorización escrita del titular de los derechos de autor. Las peticiones
para obtener tal autorización deberán dirigirse al Coordinador Regional de Salud animal de OIRSA
(adegracia@oirsapanama.org.pa) y a la autora (marisol@ciad.mx)
Derechos reservados:
© OIRSA - CIAD 2013
Este libro no podría haberse concretado tal cual está sin la ayuda de diversas personas y organizaciones. De
forma especial, me gustaría expresar mi agradecimiento a:
Vielka Morales, gracias a sus gestiones ha sido posible la edición del libro Análisis en fresco herramienta de
diagnóstico en camarón.
Como Editores a Lucía Ramírez (Editorial Trillas), Vielka Morales y Jorge Cuélla-Anjel del Grupo Ad hoc de sanidad
acuícola del OIRSA por su colaboración con la estructuración técnica y revisión del libro Análisis en fresco.
Escribir un libro se logra consumiendo parte del valioso tiempo familiar; por este motivo deseo reconocer
la comprensión y el apoyo incondicional de mi familia: Ignacia Covarrubias Flores, Pedro Antonio Morales
Covarrubias, Martha Silvia Morales Covarrubias, Angel Eduardo Morales Ramos y Gael Iñaqui Morales Ramos.
El Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), en sinergia con el Centro de Investigación
en Alimentación y Desarrollo, (CIAD, A.C), han acordado seguir respaldando a los países de la Región del OIRSA,
en todos los temas concernientes a la sanidad acuícola en general y muy particularmente a las enfermedades
de camarones.
Constantemente se vienen reportando enfermedades en camarones causadas por virus, bacterias, hongos y
protozoarios, los cuales representan una amenaza a la industria camaronera, por lo que se requiere que los
técnicos involucrados en la actividad, tengan la experiencia para poder realizar un diagnóstico oportuno, rápido
y confiable, y poder identificar a los patógenos que se encuentran en los organismos y se puedan tomar las
decisiones adecuadas.
Por tal motivo, con el apoyo de la Dra. María Soledad Morales - Covarrubias, investigadora en el área de acuicultura
y manejo ambiental del CIAD, con amplia experiencia en el tema, y autora de varias publicaciones relacionadas
a enfermedades de camarón enfocadas en la detección mediante análisis en fresco e histopatología, se ha
elaborado esta herramienta como apoyo al sector. En la misma se describe de forma sencilla los procedimientos
de muestreo y análisis en laboratorio, así como la detección e identificación de los posibles agentes etiológicos.
Este trabajo es una contribución de OIRSA y CIAD para el sector camaronero, con el fin que sirva de soporte
para productores, técnicos, estudiantes y cualquier otra persona interesada en contar con un texto de apoyo que
signifique un instrumento útil y práctico para sus actividades diarias.
PROLOGO............................................................................................................................................................ 6
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................................ 7
ANÁLISIS EN FRESCO................................................................................................................................... 14
1. TAXONOMÍA Y ANATOMÍA..................................................................................................................... 14
1.1. Taxonomía y anatomía........................................................................................................................ 14
1.2. Características de las enfermedades ................................................................................................. 15
7. PROTOZOARIOS EPICOMENSALES...................................................................................................... 41
8. ENDOPARÁSITOS..................................................................................................................................... 46
8.1. Microsporidios................................................................................................................................... 46
8.2. Hongos............................................................................................................................................... 48
8.3. Hongo imperfecto.............................................................................................................................. 49
8.4. Gregarinas.......................................................................................................................................... 51
9. BACTERIAS.................................................................................................................................................. 53
9.1. Vibriosis sistémica.............................................................................................................................. 54
9.2. Erosión bacteriana del caparazón....................................................................................................... 59
9.3. Síndrome de Zoea II .......................................................................................................................... 61
9.4. Enfermedad de luminiscencia............................................................................................................ 62
9.5. Necrosis del hepatopáncreas (NHP).................................................................................................. 63
10. CIANOBACTERIAS...................................................................................................................................... 67
10.1. Enteritis hemocítica.......................................................................................................................... 68
10.2. Necrosis hepatopáncreatica............................................................................................................. 70
10.3. Branquias inflamadas y negras......................................................................................................... 73
10.4. Mal sabor en el camarón de cultivo.................................................................................................. 73
11. VIRUS........................................................................................................................................................... 74
11.1. Baculovirus penaei (BP).................................................................................................................... 75
11.2. Baculovirus del Penaeus monodon (MBV)....................................................................................... 76
11.3. Virus del síndrome de la mancha blanca (WSSV)............................................................................. 77
Tabla 1. Función principal de los órganos y tejidos de los camarones penaeidos (Fuente: Brock y Main,1992)... 15
Tabla 2. Signos clínicos y efectos de las principales enfermedades y síndromes,a partir del
análisis en fresco.....................................................................................................................................16
Tabla 3. Selección del tamaño de la muestra y cálculo del porcentaje de prevalencia de un patógeno
en una población determinada (Tomada de Lightner, 1996, y modificada de Amos, 1985).............. 21
Tabla 5. Guía general para dar un valor numérico cualitativo del grado de severidad a la infección,
infestación y síndrome (Tomado: Lightner, 1996)................................................................................ 36
Tabla 6. Guía para dar un valor numérico cualitativo del grado de severidad a la deformación tubular en
hepatopáncreas con análisis en fresco (tomado de Morales - Covarrubias et al., 2010)................... 36
Tabla 7. Guía para dar un valor numérico cualitativo del grado de severidad a la infestación por
gregarinas utilizando análisis en fresco. (Tomado de Morales - Covarrubias 2010)........................... 37
Tabla 8. Guía para dar un valor numérico cualitativo del grado de severidad a la infestación por
epicomensales en lámelas branquiales..............................................................................................38
Tabla 9. Selección del tamaño de la muestra y cálculo del porcentaje de prevalencia de una patógeno
en una población determinada Tomada de Lightner. 1996 y modificada de Amos, 1985..................53
Es la técnica que se utiliza para monitorear el estado de salud de los organismos y realizar diagnósticos presuntivos
en laboratorio y campo. Consiste en la observación y disección del camarón en todos sus estadios, para observar
las alteraciones y patógenos que presenten sus órganos y tejidos. Su sensibilidad depende de la característica
de la técnica, de la carga infectante, de la biología de los parásitos, del conocimiento del huésped, del transporte
y preparación de la muestra, de la implementación de equipos adecuados y de la disponibilidad de tiempo y
experiencia de los observadores.
1. TAXONOMÍA Y ANATOMÍA
Presentan cabeza y tórax unidos en un único bloque, llamado cefalotórax, en el que destacan el rostro alargado
y con dientes, los ojos, las antenas y anténulas, las piezas bucales y los apéndices torácicos o pereiópodos.
Abdomen alargado (el segundo segmento montado sobre la parte posterior del primero) con los apéndices
abdominales (especializados para la natación) o pleópodos y el telson alargado y de forma triangular (figuras 1 y
2) los cuales cumplen diferentes funciones (tabla 1).
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Fig. 2. Anatomía general interna del camarón penaeido. (Adaptada de: Lightner 2005 y modificada) (Tinción de
hematoxilina-eosina).
Tabla 1. Función principal de los órganos y tejidos de los camarones penaeidos ( Adaptado de Brock y Main, 1992).
Fase crónica del síndrome Puede o no tener expansión Los organismos en fase
Órgano
Órgano / Tejido
/ Tejido Enfermedad//síndrome
Enfermedad síndrome Signos clínicos al afectar Efectos de la
y/o tejido
al órgano y/o tejido enfermedad en el
camarón
Fase crónica del síndrome Puede o no tener expansión Los organismos en fase
de taura (TS) de cromatóforos pero crónica se recuperan,
muestra lesiones cutículares empiezan a incrementar su
melanizadas multifocales alimentación y durante la
muda resuelven las lesiones
ANÁLISIS EN FRESCO HERRAMIENTA DEcutículares
DIAGNÓSTICOmelanizadas
EN CAMARÓN 17
Fase inicial del virus de la Puede o no tener expansión Puede ser tolerado en
Continuación
Para analizar una población se requiere la selección y la toma adecuada de la muestra; ésta se elige de acuerdo
con el estado de salud de los organismos o ante la sospecha de alguna enfermedad. El número de muestreos en
el tiempo hasta la cosecha dependerá de los programas de prevención, de la historia de la granja, del origen de
los organismos y de la densidad de organismos sembrados en el cultivo. Dependiendo del propósito del estudio,
el muestreo puede ser aleatorio o no aleatorio:
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Fig. 3. Estanque de cultivo de camarón donde se observan las cuatro áreas para la selección de organismos en muestreo aleatorio.
Tabla 3. Selección del tamaño de la muestra y cálculo del porcentaje de prevalencia de un patógeno en una
población determinada (Tomada de Lightner, 1996, y modificada de Amos, 1985)
Tamaño de
la Tamaño de la muestra necesaria para una prevalencia estimada de:
población
2% 5% 10 % 20 % 30 % 40 % 50 %
50 50 35 20 10 7 5 2
100 75 45 23 11 9 7 6
250 110 50 25 10 9 8 7
500 130 55 26 10 9 8 7
1000 140 55 27 10 9 9 8
1500 140 55 27 10 9 9 8
2000 145 60 27 10 9 9 8
4000 145 60 27 10 9 9 8
10000 145 60 27 10 9 9 8
>100000 150 60 30 10 9 9 8
* Prevalencia. Es el número de individuos de una especie de huésped infectada con una especie particular de parásito/número de huéspedes examinados
(Margolis et al., 1982)
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Fig. 6. Estanque de cultivo de camarón donde se observa la compuerta de salida, área para la selección de organismos en
muestreo no aleatorio.
Para la realización del análisis en fresco se requiere contar con espacio limpio en donde se tenga
el siguiente material:
UÊ Bata Blanca (laboratorio)
UÊ Goteros
UÊ Agua corriente
UÊ Porta objetos (figura 7)
UÊ Cubre objetos (figura 7)
UÊ Cajas de petri
UÊ Estuche de disección
UÊ Guantes látex
UÊ Microscopio compuesto, con objetivos de 4X, 20X, 40X, 60X y 100X (figura 5)
UÊ Tabla de disección (figura 7)
UÊ Pizetas
UÊ Agua de mar estéril o filtrada
UÊ Jeringas desechables (1 ml, 3 ml y 5 ml)
UÊ Solución de Davidson (AFA, alcohol-formaldehído-ácido acético)*
UÊ Solución de Davidson modificada (AFA, alcohol-formaldehído-ácido clorhídrico)*
UÊ Etanol absoluto*
UÊ Etanol al 70 %*
UÊ Contenedores para muestras
UÊ Equipo para suministrar aire a las muestras
UÊ Hoja de reporte (tabla 4)
UÊ Manuales
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Número: Fecha:
Procedencia:
Especie:
Estanque número: Tamaño de la muestra:
Núm. de muertos: Núm. de examinados:
Estado de vida: Peso promedio: Tamaño:
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Fig. 11. Estadíos de muda generales: A: intermuda, se observa una pequeña separación entre la cutícula vieja y la nueva; B, por
histología se observa fragmentación de la cutícula vieja e hipertrofia de la epidermis subyacente; C: premuda: formación completa
de la nueva cutícula, separación mayor entre la vieja y la nueva cutícula; D, histología, formación de exocutícula (nueva cutícula),
alargamiento de la epidermis subyacente; E: muda; formación completa de la nueva cutícula, separación total entre la vieja y la nueva
cutícula; F, histología, formación completa de exocutícula y alargamiento de la epidermis subyacente; G: No se observa ninguna
separación, ni formación de nueva cutícula; H, histología, cutícula nueva con sus cuatro capas bien diferenciadas; la epicutícula,
exocutícula, endocutícula y la capa membranosa.
Fig. 13. Juvenil de P. vannamei con coloración aparente normal (blanco translúcido).
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Fig. 15. Juveniles de P. vannamei con coloración rojiza total en cefalotórax y abdomen (A), rojiza con erosiones en abdomen (B) y
rojiza en urópodos, telson y sexto segmento (C).
Fig. 16. Juveniles de P. vannamei con necrosis en pereiópodos, urópodos y branquias (A), necrosis multifocal en cefalotórax y abdomen (B)
y necrosis multifocal en abdomen (C).
5.2. Branquias.
Con las tijeras finas, se elimina el exoesqueleto que cubre las branquias. Se toma una pequeña porción y se coloca
en el portaobjetos para buscar: cambios en la coloración de los filamentos branquiales (como: melanización,
necrosis, áreas blanquecinas bien definidas), presencia de protozoarios (Zoothamnium sp, Epistylis sp, Acineta,
Ascophris, Bodo sp.), bacterias filamentosas (Leucothrix mucor y Flexibacter sp.), detritus del fondo de los
estanques, restos de microalgas, hongos, aglomerados de bacterias, melanizaciones y deformaciones. Para
detectar cuerpos de inclusión viral en las branquias por improntas, es necesario fijarlas en solución Davidson
modificada (AFA, alcohol-formaldehído-ácido clorhídrico) si van a ser procesadas de manera inmediata; si este no
es el caso, se pueden fijar en la solución de Davidson (AFA, alcohol - formaldehído - ácido acético), que se utiliza
para fijar organismos para histología.
5.3. Hepatopáncreas.
Se elimina todo el exoesqueleto del cefalotórax para descubrir el hepatopáncreas (figura 23) y el estómago. Se
observa la coloración, el tamaño del hepatopáncreas para decidir si hay atrofia (reducción de tamaño) o hipertrofia
(aumento de tamaño) del órgano. Con unas pinzas se retira la membrana que cubre el hepatopáncreas y con un
bisturí se parte por la mitad para observar la coloración del fluido, textura, melanización y necrosis tubular. Se toma
una pequeña muestra y se coloca en un portaobjetos para buscar: Baculovirus penaei, Monodon baculovirus,
cúmulos o aglomerados de bacterias, deformación tubular, nódulos hemocíticos, encapsulación, melanización
y necrosis de los túbulos. También debe observarse la cantidad de lípidos presentes, desprendimiento de
células del epitelio de los túbulos del hepatopáncreas y acumulación dentro de vacuolas citoplasmáticas de
los hepatocitos de una sustancia de color verde obscuro (“bolitas negras”). Para la realización de improntas e
histología es necesario fijar los órganos y tejidos conforme al diagnóstico elegido.
Fig. 23. Juveniles enteros de P. vannamei con exposición de hepatopáncreas con atrofia (A) para toma de muestra.
5.4. Intestino.
El abdomen se separa del cefalotórax, del telson y de los urópodos para facilitar la extracción del intestino. Por
la parte posterior se localiza el intestino (que puede contener o no hilo fecal); se revisa inflamación (figura 24) y
con ayuda de una pinza fina, se extrae con cuidado y se coloca en el portaobjetos, procurando extenderlo. Luego
se vierten unas gotas de agua de mar y se presiona ligeramente al poner el cubreobjetos. Al observar la muestra
en el microscopio, se buscarán: gregarinas (diferentes estadios, distribución y porcentaje de adherencia en el
intestino), nemátodos, cuerpos de oclusión de Monodon baculovirus, Baculovirus penaei y cianobacterias.
También en músculo se debe hacer un corte transversal y ponerlo entre dos portaobjetos y observar a 4X para
buscar larvas de helmintos y nemátodos anisáquidos (hacen zoonosis en humano).
Fig. 26. Disección y muestras de branquias (B), hepatopáncreas (C) e intestino (D) para revisión al microscopio.
Tabla 6. Guía para dar un valor numérico cualitativo del grado de severidad a la deformación tubular en hepatopáncreas
con análisis en fresco (tomado de Morales-Covarrubias et al., 2010).
Tabla 7. Guía para dar un valor numérico cualitativo del grado de severidad a la infestación por gregarinas utilizando
análisis en fresco. (Tomado de Morales-Covarrubias 2010).
Para realizar su diagnóstico se toman muestras de branquias, cutícula, región oral y pleópodos. Se observan
al microscopio compuesto con objetivos de 10X y 20X, para buscar los filamentos de diversos tamaños de
Leucothrix mucor (figuras 28 y 29), contabilizarlos y dar grado se severidad; también es posible observar
melanización y necrosis en las dendobranquias (figura 30).
Son organismos cosmopolitas que se encuentran de manera natural en los estanques de cultivo. A menudo se
observa a cierto número de éstos organismos en branquias, apéndices y cutícula de diversas partes del cuerpo de
los camarones, sin que por ello se encuentren enfermos. Sin embargo, cuando los camarones están sometidos
a factores estresantes, reducen su actividad limpiadora, no mudan y, por lo tanto, son altamente susceptibles
a la invasión masiva. Los epicomensales más comunes son: ciliados perítricos coloniales, Zoothamnium sp.,
Epistylis sp. y Vorticella sp., Ascophrys sp. (ciliado apostomado), Lagenophrys sp. (ciliado con lórica), Acineta sp.
y Ephelota sp. (suctorios) y Bodo (flagelado).
Este grupo de organismos puede causar altas mortalidades cuando atacan las branquias, la región oral, la cutícula,
los apéndices y el resto del cuerpo de juveniles y adultos; las poslarvas tardías y los subadultos son los más
afectados en los cultivos con medianas y altas densidades. En estados avanzados de la infección, la superficie
corporal del camarón se torna rojiza, y se dificultan la locomoción, la alimentación, la respiración y la reproducción,
finalmente sobreviene la muerte.
La abundancia de estos protozoarios puede ser indicio de alta densidad de bacterias, contaminación orgánica,
estrés nutricional o ambiental, e higiene inadecuada (mala calidad del agua). Cuando las condiciones del estanque
son pobres, es frecuente observar además de los protozoarios epicomensales a la bacteria Leucothrix mucor y
acumulación de materia orgánica.
Es difícil detectar las infecciones leves por estos epicomensales; sin embargo, la coloración rojiza en la superficie del
cuerpo y la decoloración de las branquias, pueden servir como ayuda para el diagnóstico preliminar. Para el diagnóstico
se realizan montajes de branquias (que en algunas ocasiones se observan melanizadas o necróticas (figura 31).
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Fig. 32. Montaje en fresco de Zoothamnium sp. Protozoario ciliado colonial con mionema continuo
(flecha).
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Fig. 33. Montaje en fresco de Epistylis sp. Tiene cuerpo en forma de campana invertida.
7.3.Vorticella sp.
Ciliado que vive generalmente en aguas dulces con gran contenido orgánico, solitario o formando grupos. El cuerpo
tiene forma de campana o vesícula, y está unido al sustrato mediante un pedúnculo contráctil (figura 34). En el otro
extremo, el aparato oral posee una corona de cilios, en varias capas, que utiliza para crear una corriente de agua de la
cual extrae las bacterias con que se alimenta.
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Fig. 34. Montaje en fresco de Vorticella sp. Tiene cuerpo en forma de campana o vesícula con pedúnculo contráctil.
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Fig. 35. Montaje en fresco de Acineta sp. Tiene cuerpo en forma de campana o vesícula con pedúnculo
corto
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Fig. 37. Montaje en fresco de Ephelota sp. Ciliado sésil con tentáculos en el extremo libre.
Fig. 38. Montaje en fresco de Bodo sp. Ciliado con flagelos en forma
de látigos.
8. ENDOPARÁSITOS
Son parásitos internos de varios tipos, que de manera frecuente se presentan en camarones.
8.1. Microsporidios
Como su nombre indica, se caracterizan por sus esporas de tamaño mínimo, de 2 a 20 µm, que contienen
el esporoplasma (el parásito infectivo) y un filamento polar sencillo. Las microsporas invaden y remplazan el
músculo, y lo tornan de color blanco. Especies de los géneros Agmasoma y Pleistophora infectan las gónadas,
el corazón, las branquias, el hepatopáncreas y el intestino. La especie Ameson sustituye las células del músculo
y le dan una apariencia blanquecina.
Es difícil detectar las infecciones leves por estos parásitos; sin embargo, un color blanco en la parte ventral del
abdomen es un signo que puede servir como ayuda para el diagnóstico preliminar. Los camarones fuertemente
infectados presentan músculo lechoso y cutícula de color azul oscuro (figura 40); son muy susceptibles y mueren
rápidamente en la manipulación, ya que pierden su capacidad de respuesta ante estresores ambientales.
Para la detección de microsporidios se selecciona una muestra músculo con coloración blanca (figura 41), y se
Fig. 40. Camarón infectado con microsporidios con músculo lechoso y cutícula de color azul oscuro.
Fig. 41. Corte longitudinal de camarón donde se observa músculo lechoso en el camarón de abajo y
músculo normal en el de arriba.
Fig. 42. Macerado de músculo de P. vannamei donde se observan las cápsulas solitarias de Ameson nelsoni.
8.2. Hongos
Lagenidium spp. y el Sirolpidium spp. son hongos que pertenecen al grupo de los ficomicetos; atacan
principalmente a larvas y poslarvas de camarones y provocan altas mortalidades en los laboratorios de todo el
mundo. Los quistes de las esporas de Lagenidium spp. germinan y el tubo de germinación penetra en la cutícula;
generándose a partir de ese momento un rápido crecimiento del micelio dentro del huésped, se reemplazan los
tejidos musculares y cuticulares, e invaden completamente con sus hifas a los organismos en su interior (figuras
43 y 44), las hifas son de color verde pálido con pequeñas inclusiones que refractan la luz . La infección por el
Sirolpidium spp. se diferencia de la que produce el Lagenidium spp. en la penetración de las zoosporas, ya que
este último lo hace a través de la boca, del ano, de las heridas y no penetra la cutícula. Sus esporas mótiles se
observan al ser liberadas por el tubo de descarga el cual es más corto.
Fig. 43. Muestra de abdomen de larva de P. vannamei; con Lagenidium reemplazando al músculo y con
presencia de túbulos de descarga en la cutícula (a), sin formación de esporas (b).
El diagnóstico para Fusarium solani, se realiza en montajes de las partes afectadas, como son: branquias, cutícula
y pleópodos. En las muestras se observan microconidias ovoides que pueden tener un tabique y su tamaño
oscila entre 8-16 x 2-4,5 µm y macroconidias (figuras 47 y 48), cuyo tamaño aproximado es de 28-65 x 4-6 µm
Fig. 45. Juvenil de P. vannamei; infectado con Fusarium solani con melanización en: branquias, cutícula de la
región branquias y pleópodos.
Fig. 47. Montaje en fresco con hifas hialinas ramificadas con producción abundante de conidias
fusiformes y macroconidias en forma de canoas
El diagnóstico para gregarinas, se realiza en montajes del intestino completo para observar, gimnosporas,
espontes solitarios, sicigias con numerosas divisiones (figura 51) y gametocistos (figura 52). Gimnosporas,
esporontes y sicigias se observan en intestino medio y posterior y en ciego hepático posterior a gametocistos.
Fig. 49. Intestino con hiperplasia del epitelio del intestino medio, para formar dobleces.
Fig. 52. Muestra en fresco del intestino posterior y parte del ciego hepático con sicigias, gametocistos recién
enquistados (a), y gametocistos en división de micro y macrogametos
Las bacterias en un estanque son necesarias para mantener el suelo y el agua en óptimas condiciones, ya que
algunas de ellas se encargan de la degradación de los detritus y otras del reciclamiento de nutrientes, por ello las
bacterias no sólo son sinónimo de enfermedad cuando se encuentran presentes en los estanques. Las bacterias
gramnegativas predominan en el ambiente marino y en general constituyen la mayoría de las bacterias que con
frecuencia se presentan en la microflora asociada a los camarones silvestres y de cultivo (tabla 9).
Tabla 9. Selección del tamaño de la muestra y cálculo del porcentaje de prevalencia de un patógeno en una
población determinada (Tomada de Lightner, 1996, y modificada de Amos, 1985)
Niveles de Organismos
Especie Referencia
BActerias (UCF ml-1) Positivos (%)
Camarón blanco
0 - 10 3 14 Gomez - Gil et al. 1998
(P. vannamei
)
41 Scott & Thune 1986
Langostino rojo (P. clarkii) 1 - 50
Vibrio sp constituye la mayoría de las bacterias aisladas del estómago, branquias y cutícula de los camarones, ya
que siempre están presentes, y sólo causan mortalidades muy altas cuando se rompe su equilibrio o cuando el
sistema inmune de los camarones está suprimido, lo cual puede deberse a diversos factores.
Las enfermedades de origen bacteriano reportadas en los sistemas de cultivo son las causadas por el genero
Vibrio, principalmente por: Vibrio harveyi, V. parahaemolyticus, V. alginolyticus, V. penaeicida, V. nigripulchritudo
y V. campbellii. Los brotes pueden ocurrir cuando los factores ambientales detonan la rápida multiplicación
de las bacterias oportunistas, localizadas sobre todo en el tracto digestivo, branquias y cutícula de camarones
Se observan altas mortalidades (hasta 90%) en poslarvas y juveniles tempranos. Los camarones moribundos se
encuentran en la superficie y nadando en las orillas de los estanques (figura 53), por lo que son presa fácil de las
aves marinas, que se alimentan de ellos; debido a esto en algunas regiones de América le llaman “síndrome de
la gaviota”. Cuando la enfermedad se encuentra en fase inicial se observan algunos organismos con opacidad
muscular y tracto digestivo vacío, y en la fase aguda es posible observar organismos con expansión de los
cromatóforos (figura 54), hepatopáncreas inflamado (figura 55), luminiscencia, coloración café en la parte ventral
(figura 56) y heces de color blanco; en la fase crónica se observa el hepatopáncreas atrofiado (figura 55). En los
laboratorios de producción larvaria las zoeas, mysis, larvas y poslarvas que presentan infección bacteriana, con o
sin luminiscencia, se observan con intestino vacío, nado errático, acumulación de materia orgánica en branquias,
melanización y necrosis de los apéndices y cutícula (figura 57), las mortalidades reportadas con luminiscencia
son de 40 a 100%.
Fig. 54. Camarones P. vannamei con opacidad muscular y expansión de los cromatoforos rojos.
Para el diagnóstico de esta enfermedad se utilizan diferentes análisis, como son: análisis bacteriológico y
análisis en fresco. Por análisis en fresco solo se determina la deformación tubular en hepatopáncreas y grado
de severidad (ver tabla 6), es necesario que los organismos se encuentren en fase de intermuda (ver figura 11)
y que su estado fisiológico no haya sido alterado.
En la fase inicial se observa deformación tubular, gran cantidad de hemocitos, cúmulos de bacterias, hipertrofia
CBN F
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Fig. 58. Montaje en fresco de hepatopáncreas de P. vannamei; con celulas F, que presentan núcleos hipertrofiados, celulas binucleadas
(CBN), celulas B y aglutinación de bacterias.
TN D
NH
D
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Fig. 59. Montaje en fresco de hepatopáncreas de P. vannamei; con túbulos normales (TN), deformación
tubular (D) y nódulo hemocítico (NH).
En México, durante la segunda mitad de 2007 se empezaron a observar mortalidades de 5 a 15% en estanques
de cultivo donde se observaban camarones con manchas rojas focales y multifocales en la cutícula, presentando
lesiones en epitelio cuticular, tejido conectivo y músculo, dándole al organismo una coloración rojiza, por lo
que los acuicultores les llamaron “rojos vivos”, haciéndose más evidente la coloración cuando los organismos
presentaban vibriosis sistémica causada sobre todo por Vibrio harveyi.
Fig. 62. Camarón P. vannamei, con coloración rojiza multifocal en el exoesqueleto y opacidad muscular.
Fig. 63. Músculo de camarón P. vannamei, con erosión melanizada rodeada por hemocitos.
El diagnóstico se realiza mediante la elaboración de placas en fresco de Zoeas II, donde se observa hepatopáncreas
de tamaño normal con desprendimiento celular, atrofia del hepatopáncreas con desprendimiento celular o
hepatocitos hipertrofiados y redondos “llamados bolitas blancas,” inflamación y presencia de células del
hepatopáncreas viajando a través del intestino (figura 64). Se piensa que las bolitas blancas son una reacción
a la presencia de toxinas bacterianas (Vibrio sp). También se han observado en el hepatopáncreas de zoeas y
Fig. 64. Muestra de Zoea II en fase inicial; se observa hepatopáncreas normal con desprendimiento celular
viajando por el intestino (flecha).
NHP es una enfermedad que fue reportada por primera vez por Johnson (1990) como hepatopáncreas
granulomatoso (por la formación de granulomas), causando altas mortalidades en las granjas de la parte central
y sur de Texas; mas tarde fue reportado en Perú, Costa Rica, Panamá, Brasil, Venezuela, Ecuador, México,
Colombia, Belice, Nicaragua y Honduras, provocando mortalidades entre 20 y 95% en los sistemas de cultivo
de Penaeus vannamei (camarón blanco) y Penaeus stylirostris (camarón azul). NHP también se ha detectado
en camarón blanco cultivado de Eritrea (África), con mortalidades en cultivo de 15 a 30% durante el primer y
segundo años de su introducción. NHP-B afecta a Penaeus vannamei, Penaeus stylirostris, Penaeus setiferus
y Penaeus aztecus. Penaeus monodon y Penaeus chinensis son susceptibles en infecciones experimentales.
NHP-B se asocia con factores medioambientales como temperatura y salinidad elevadas, durante periodos
prolongados, ya que se tienen reportes que esta enfermedad se hace presente cuando se tienen temperaturas
de 29 a 35 0C, por un periodo de 45 a 50 días, así como de salinidades entre 20 a 38 ppm en los sistemas de
cultivo. NHP es una enfermedad que provoca con rapidez mortalidades en los camarones si no es detectada
a tiempo, ya que ataca al hepatopáncreas, órgano básico del camarón que realiza varias funciones, entre ellas
almacenar temporalmente, digerir y metabolizar el alimento y producir proteínas que se encargan de funciones
vitales, como la que realiza la hemocianina, que se encarga de transportar el oxígeno a todas las células del
camarón. Debido a esto NHP-B afecta de manera directa los procesos fisiológicos en camarón hasta provocarle
debilidad y desnutrición.
En México, NHP se ha detectado a través de trabajos de investigación realizados en sistemas de cultivo desde
1998, pero su más alta prevalencia (60%) se reportó por primera vez en 1999, causando altas mortalidades (35 a
70%), con grados de severidad 3 y 4, observándose por histología atrofia severa de los túbulos del hepatopáncreas,
infiltración de hemocitos y formación multifocal de cápsulas de hemocitos sobre uno o más túbulos atrofiados
conteniendo células hipertrofiadas con masas de bacterias. Durante estos 10 años, se ha observado NHP en
Fase de infección. Una vez que los organismos se infectan el periodo de incubación dura entre seis y ocho
días, externamente el organismo se observa sano, pero baja ligeramente el consumo de alimento y presenta un
hepatopáncreas normal (figura 66).
Fase aguda. Las poslarvas tardías, juveniles y adultos presentan marcada reducción en el consumo de alimento
hasta dejar de comer por completo. Luego se observa la aparición de camarones moribundos nadando cerca de
la superficie, en la compuerta de salida y en las orillas de los estanques. Los camarones moribundos muestran
palidez generalizada del cuerpo, con un color café amarillento (figura 66), branquias de color amarillo pálido a café
y el hepatopáncreas puede o no estar atrofiado con coloración amarillenta a café oscuro, provocando que sea
fácil de confundir con enfermedades virales; en esta fase se observan las mas altas mortalidades.
Fase crónica. Se observa a los organismos con coloración café de claro a oscuro en la parte ventral (figura 66) y
branquias, el hepatopáncreas atrofiado de color oscuro y una disminución de las mortalidades en camarones de cultivo.
Fig. 66. Camarones P. vannamei; con fase inicial de NHP-B, coloración normal (1), fase aguda, color amarillento
(2) y fase crónica coloración café (3).
Por análisis en fresco se observan cuatro fases de acuerdo con las alteraciones en el hepatopáncreas, las cuales son:
Fase 0. Infección (6 a 8 días). Túbulos con células hipertrofiadas, desprendimiento celular y deformación tubular
en grado 1, sin infiltración hemocítica intertubular (figura 67).
Fig. 67. Muestra en fresco de hepatopáncreas de P. vannamei en fase. 0. Túbulos con células
hipertrofiadas, desprendimiento celular (flecha) y deformación tubular en grado 1.
Fase I. Inicial (6 a 23 días). Túbulos con células hipertrofiadas conteniendo cúmulos intracitoplasmáticos,
desprendimiento celular y deformación tubular en grado 2 pero sin infiltración hemocítica intertubular (figura 68).
Fase II. Aguda (16 a 37 días). Se observa atrofia del hepatopáncreas, coloración pálida (desaparece el color
naranja), textura blanda y edematosa (fluido blanquecino al realizar la disección), atrofia y melanización tubular
(grado 3), y se observan muy pocos túbulos atrofiados melanizados y necróticos rodeados por hemocitos y
fibroblastos formando una cápsula (figura 69). En esta fase es posible ver mayor desprendimiento de células
hipertrofiadas conteniendo cúmulos intracitoplasmáticos y muy pocas células R.
Fase III. Crónica (16 a 51 días). Se observa atrofia tubular, baja cantidad de lípidos infiltración hemocítica y
de fibroblastos; mayor cantidad de túbulos atrofiados con melanización y necrosis rodeados por hemocitos y
fibroblastos formando una cápsula (figura 69).
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Fig. 69. Muestra en fresco de hepatopáncreas de P. vannamei; con túbulos atrofiados melanizados (1)
y necróticos (2) rodeados por hemocitos y fibroblastos formando una cápsula (1).
Las cianobacterias llamadas también cianoprocariotas, cianobacterias o cianofíceas (algas azul-verde), son
microorganismos procariontes (carecen de membrana nuclear); la mayoría son aeróbicos, fotoautótrofos y algunos
diazotróficos; se presentan en forma solitaria (unicelulares) o agrupados en colonias, en ocasiones, las colonias se
encuentran envueltas por cenobios filamentosos, planos, globulares o ramificados; el tamaño de cada célula es de
1 µm hasta varios micrómetros, los filamentos o tricomas pueden llegar a medir varios metros de longitud; viven
en medios húmedos o acuáticos, en la columna de agua (plancton) o asociadas al fondo (bentos), con una gran
adaptabilidad a las condiciones ambientales (temperatura, salinidad, pH, etc.) y su reproducción es asexual. Varias
especies de cianobacterias en diferentes ambientes acuáticos, pueden producir potentes toxinas; sin embargo,
dentro de la misma especie, pueden existir cepas productoras y no productoras de toxinas. En la mayoría de los
casos, las toxinas son metabolitos secundarios que se producen en la formación de los fotopigmentos, estos
compuestos se acumulan en el citoplasma en determinadas situaciones. La producción de estas endotoxinas
es máxima cuando las condiciones de crecimiento son óptimas, por este motivo, se observa una producción
directamente proporcional al aumento de la biomasa.
Cuando las condiciones ambientales son desfavorables, o cuando las cianobacterias envejecen o mueren, se
produce la lisis celular y la liberación de las toxinas al medio. Las toxinas de las cianobacterias se suelen agrupar
principalmente en neurotoxinas y hepatotoxinas de manera general.
Las neurotoxinas son producidas principalmente por algunas especies y cepas de las: Anabaena, Aphanizomenon,
Oscillatoria, Trichodesmium y Cylindrospermopsis. Las neurotoxinas anatoxina-a y anatoxina-s, son bloqueadores
neuromusculares post-sinápticos que limitan la acción de la acetilcolina, la acetilcolina se encarga de la
despolarización de la membrana y tiene la función de transmitir mensajes entre las células nerviosas y las
células musculares y glandulares. Otras neurotoxinas del tipo PSP (“Paralitic Shellfish Poisoning”), inicialmente
caracterizadas en dinoflagelados marinos formadores de florecimientos algales nocivos, han sido aisladas en cepas
de cianobacterias de los géneros Anabaena, Aphanizomenon, Lyngbia y Cylindrospermopsis. Las neurotoxinas
del grupo de las PSP, inhiben la conducción nerviosa bloqueando los canales celulares de sodio. La acción de las
neurotoxinas en el humano es rápida, en casos graves, causan la muerte por paro respiratorio a los pocos minutos
de la exposición.
La mayoría han sido identificadas como alcaloides o compuestos del tipo de los organofosforados neurotóxicos
(carbamatos). Dosis orales en exposición aguda producen la muerte sólo en concentraciones elevadas, aunque la
toxicidad de las células de las cianobacterias es alta, y los animales pueden ingerir una dosis letal al beber unos
pocos mililitros de agua conteniendo altas concentraciones de cianobacterias procedentes de las acumulaciones
superficiales de espuma o nata de los florecimientos acumulados en las orillas por la acción del viento.
Los camarones también son susceptibles a substancias tóxicas, las que pueden provenir de fuentes de tipo:
industrial, urbana, agrícola, efluentes de otros estanques o granjas camaroneras vecinas y cianobacterias tóxicas.
Los camarones en estadío de juveniles son los más afectados, cuando se ha desarrollado un gran crecimiento
de algas bénticas debido a la caída de la floración de plancton. Aunque todos los camarones peneidos son
considerados susceptibles a la enteritis hemocítica, Litopenaeus vannamei es una especie relativamente
más resistente, comparada a Litopenaeus stylirostris. La enteritis hemocítica no se ha observado en estadios
larvales por lo tanto los camarones afectados tienden a ser juveniles, animales recién sembrados o camarones
provenientes de estanques en los cuales se ha desarrollado un gran crecimiento de algas bénticas. Es difícil
detectar infecciones leves por cianobacterias, sin embargo, cuando la presencia es alta se observa reducida tasa
de crecimiento y conversión alimenticia de los organismos, intestino vacío e inflamado (figura 70), branquias
inflamadas, hepatopáncreas inflamado y la presencia de camarones moribundos en las orillas de los estanques de
cultivo (figura 71). En algunos juveniles, los ciegos hepático anterior y posterior se inflama y melaniza lo suficiente
como para ser visible a simple vista con una mancha blanquecina (figura 72).
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Fig. 71. Presencia de camarones moribundos con opacidad del cefalotórax en la orilla del estanque.
Fig. 72. Juvenil de P. vannamei con ciego hepático posterior inflamado coloración blanquecina.
Para análisis en fresco, se realizan montajes de intestino completo, branquias, hepatopáncreas (figura
73) y agua.
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Fig. 73. Juvenil entero de P. vannamei disección de: (A), branquias (B), hepatopáncreas completo (C)
e intestino (C) para análisis en fresco.
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Fig. 74. Chroococcus; cenobio globular con numerosas células esféricas unidas por capas
mucilaginosas.
Fig. 75. Montaje en fresco de Hepatopáncreas de P. vannamei que muestran túbulo normal (TN),
deformación tubular (D) y desprendimiento celular (DC-flecha).
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Para análisis en fresco, se realizan montajes de branquias. La interpretación se realiza de la siguiente manera: se
observa al microscopio compuesto (con objetivos de 40X y 60X), las dendobranquias inflamadas con la presencia
de las formas definidas Schizotrix calcicola, Chroococcus, Cylindrospermopsis y Microcystis.
Existen varios tipos de mal sabor descritos como: sabor a tierra, a moho, a choclo (maíz tierno), a barro y
a metal. Este mal sabor es producido por desechos metabólicos de las cianobacterias Anabaena flos-aquae,
(figura 80) y Oscillatoria sp., que liberan toxinas orgánicas como la geosmina que caracteriza el sabor a tierra y
el metilisoborneol (MIB) el sabor a moho. Además, la geosmina también puede ser producida por los hongos del
grupo actimomicetos en presencia de altas concentraciones de materia orgánica, producto del uso excesivo y
por consiguiente, de la acumulación de alimento balanceado en los estanques de cultivo.
Fig. 80. Anabaena flos-aquae, con tricomas helicoidales, con espiras irregulares y a veces formando ovillos. Células
esféricas, de 3,5-7 µm de diámetro, con aerotopos. Heterocitos esféricos, de 5-6 mm de diámetro. Acinetos ovales
a cilíndricos o reniformes, de 15-35 x 7-14 µm, a veces en cadenas y distantes de los heterocitos.
El camarón bioconcentra los compuestos malolientes del agua en función del tiempo de exposición y la
temperatura del agua, principales factores que afectan la posterior percepción del sabor a choclo por humanos.
Parece ser, además, que el camarón absorbe el sabor principalmente por las branquias y con menos efectividad
por el sistema digestivo.
El animal depurará el mal sabor cuando la fuente del compuesto causante del olor haya sido removida, este
puede prolongarse debido a que las condiciones ambientales que favorecen el crecimiento de cianobacterias
son las temperaturas elevadas de agua, baja intensidad de luz en la columna de agua, bajo nivel de salinidad,
deficiencia de nitrógeno, baja presión de predacióndel zooplancton, entre otras.
11. VIRUS
Los virus, son parásitos intracelulares estrictos ya que su replicación es absolutamente dependiente de la célula
que infectan. Sin embargo, son capaces de existir dentro o fuera de la célula. La forma extracelular se denomina
virión o partícula viral y consiste en el genoma viral (que puede ser ARN o ADN) y proteínas asociadas. Algunas
cepas poseen además un manto lípidico. Para que la multiplicación de un virus se lleve a cabo la célula huésped
debe proporcionarle la energía y la maquinaria de síntesis, así como también los precursores de bajo peso
molecular para la síntesis de las proteínas virales y de los ácidos nucleicos.
En la camaronicultura, los virus principales son: Virus de la mancha Blanca (WSSV), Virus de Síndrome de
Taura (TSV), Virus de la Necrosis Hipodérmica y Hematopoiética Infecciosa (IHHNV) y Virus de la Mionecrosis
(IMNV) han ocasionado pérdidas de los cultivos, empleos e ingresos por exportaciones. Especialmente desde
la aparición de la enfermedad de la mancha blanca; la producción ha disminuido significativamente en muchos
países y los productores de camarón están encontrando dificultades para continuar la producción. Actualmente
el movimiento de organismos vivos, que se realiza de manera frecuente en diversos países para mejorar la
producción de algunas especies, ha propiciado la introducción y propagación de patógenos exóticos en lugares
donde no existían diseminándose en algunos casos a las poblaciones silvestres.
Las larvas y juveniles de las diferentes especies de camarones peneidos son los organismos más susceptibles
a los patógenos. Aunque en ocasiones existen signos clínicos que pueden dar un diagnóstico presuntivo (por
ejemplo, coloraciones amarillentas en el cefalotórax por el virus de la cabeza amarilla; puntos blancos por el
virus de la mancha blanca; expansión de los cromatóforos por el virus de Taura, deformación del rostrum,
enanismo y apariencia moteadas por el virus IHHN y opacidad muscular por el virus de la mionecrosis infecciosa
Se tienen reportes de tres cepas del virus, que dependen básicamente de la localización geográfica de los
cultivos, la primera en el Atlántico del sureste de las costas estadounidenses del Golfo de México, la segunda,
en la costa del Pacífico sur, América del norte y central y la tercera en Hawai.
La mayoría de los síntomas clínicos que presentan los camarones juveniles o adultos infectados con este
baculovirus, no son específicos, pero en las larvas gravemente enfermas o en las poslarvas tempranas, los
síntomas clínicos pueden ser: elevados índices de mortandad, disminución de los índices de alimentación y
crecimiento, obstrucción de branquias y apéndices corporales (por organismos epibiontes y epicomensales) y,
en ocasiones, se puede observar un intestino medio blanquecino (debido a la necrosis de los tejidos infectados),
la cual es visible a través de la cutícula del abdomen.
El mecanismo de transmisión del BP es exclusivamente por la vía oral. La transmisión ocurre rápidamente
durante los estadios larvarios y poslarva temprana. Las principales fuentes de transmisión del BP son: canibalismo
de camarones infectados, cohabitación de camarones sanos con camarones infectados, contaminación del
desove a través de las heces de adultos infectados (de las hembras en la mayoría de los casos de cultivo), agua
contaminada con BP en las bahías donde se reprocesa camarón (partículas viables en los tejidos congelados a
una temperatura de - 80°C), en los sistemas de cultivo, reservorios y canales, así como a través de redes y otros
utensilios y sedimentos contaminados con BP. Actualmente no se conocen vectores para BP en infecciones
naturales pero en infecciones experimentales se ha utilizado al rotífero Brachionus plicatilis y Artemia salina
como portadores pasivos del virus para infectar larvas de P. vannamei.
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Fig. 81. Cuerpos de oclusión tetraédricos de diferentes tamaños (flechas), característicos de BP, en
una muestra de hepatopáncreas en fresco.
La fuente de MBV se desconoce, pero es posible que el virus se encuentre en forma latente a través de los
estadios larvales, sólo para hacerse activo y causar una epizootia cuando los peneidos alcanzan la etapa post-
larval (± PL 20), etapa en la cual comienzan a aparecer señales de la enfermedad. La experiencia indica que
aunque MBV sea diagnosticable a PL 20, se diagnostica más fácil en post-larvas mayores, juveniles y adultos. La
ingestión de los virus libres o de cuerpos de oclusión que contengan virus a partir de sedimentos de tanques o por
canibalismo de los camarones muertos, parece ser, en parte, responsable junto con el estrés por hacinamiento
del incremento observado en la presencia y severidad de las infecciones por MBV. El estrés causado por otras
enfermedades también es un factor determinante en la patogénesis de la enfermedad MBV.
La mayoría de los síntomas clínicos que presentan los camarones juveniles o adultos infectados con este
baculovirus no son específicos, pero en las larvas gravemente enfermas o en las poslarvas tempranas, los
El diagnóstico de la enfermedad causada por el MBV se puede hacer a través de la demostración de cuerpos de
inclusión (simples o múltiples), que tienen forma esférica, en preparaciones húmedas de hepatopáncreas (figura
82), intestino medio o excrementos; las preparaciones son analizadas con un microscopio compuesto.
El virus de la mancha blanca se transmite de forma vertical (trans-ovum), y horizontal por consumo de tejido
El virus de la mancha blanca tiene una gran cantidad de vectores que pueden acumular concentraciones elevadas
de WSSV viables, aunque no existen pruebas que el virus se replique las cuales son: rotíferos, bivalvos, gusanos
marinos y crustáceos no decápodos, incluyendo Artemia salina y los copépodos; también los artrópodos acuáticos
no crustáceos, como las larvas de insectos Euphydradae. Fue reportado por primera vez en 1992-1993, en el
noroeste de Asia, y se dispersó rápidamente a través de la mayoría de las regiones camaronícolas de Asia, China,
India y Tailandia. Actualmente se encuentra distribuido en los cultivos de camarón de P. monodon, P. japonicus,
P. chinensis, P. indicus, P. merguiensis, P. setiferus y P. vannamei.
Sin embargo, debido a que la industria del camarón depende del transporte regional e internacional de organismos
vivos (como reproductores, nauplios y larvas) y el envío de camarón congelado para consumo humano de lugares
donde se ha reportado mancha blanca es posible que la dispersión de WSSV sea mayor a la reportada de
manera oficial. Se sabe que este virus ha causado altas mortalidades en cultivos de P. setiferus en los estados
de Texas y Carolina del Sur, en Estados Unidos; en México, en P. stylirostris y P. vannamei y en algunos países
de América Central (como Honduras, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Ecuador), Colombia, Ecuador, Perú y Brasil
en P. vannamei. Se han reportado prevalencias menores al 1% en poblaciones silvestres infectadas y del 15%
al 100% en poblaciones cultivadas.
En México, el virus de la Mancha Blanca, fue detectado por primera vez en el 2000, en poslarvas tardías de
camarón azul causando mortalidades del 100% en organismos con 20 días de cultivo, observándose cuerpos
de inclusión en todos los organos y tejidos incluyendo el tejido conectivo de los túbulos del hepatopáncreas
con grados de severidad 3 y 4, debido a las altas mortalidades presentadas con esta especie, en el 2001, se
empieza a cultivar camarón blanco, obteniendo mortalidades más bajas en ese año y para los años siguientes
que las reportadas para camarón azul. Durante el 2009, el virus fue detectado en organismos aparentemente
sanos y enfermos, con prevalencias del 25% al 30%, en estanques de cultivo con presencia y ausencia de
mortalidades. Las mortalidades fueron del 10 al 35% en juveniles y adultos tempranos, observándose mayor
frecuencia de cuerpos de inclusión en epitelio del estomago, tejido conectivo y branquias y con menor en tejido
hematopoyético. En los organismos analizados de los estanques positivos a WSSV sin presentar mortalidades
solamente se observaron cuerpos de inclusión en epitelio del estomago y tejido conectivo en grado 1 y 2.
En camarones juveniles tardíos y subadultos (especialmente durante los 40-60 días de engorda) la primera señal
es una drástica reducción en la alimentación, hasta dejar de comer por completo. Posteriormente se detectan,
En P. stylirostris y P. vannamei, los organismos en fase aguda se desaparece su coloración normal (figura 83) y
presentan una coloración de rosada a rojiza: esto se debe a la expansión de los cromatóforos del epitelio cuticular
(figura 84). En la fase crónica es posible observar algunas manchas blancas muy pequeñas en el cefalotórax
(figura 85), menores que las reportadas para P. monodon (0.5 a 2.0 nm de diámetro). Tales manchas blancas
son depósitos de calcio que también pudieran ser provocados por cambios ambientales relacionados con la
concentración de calcio con el pH del estanque.
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Fig. 85. Muestra de la cutícula del cefalotórax de un juvenil de P. vannamei en fase crónica
de WSSV; con algunas manchas blancas (flecha).
Para detectar de manera rápida la presencia de WSSV en camarones vivos, se toma muestra de branquias y
estómago, y se depositan en un contenedor pequeño (tubos Eppendorf) con solución fijadora de Davidson–HCL
(sustituir el ácido acético glacial por ácido clorhídrico al 50 % en la fórmula de solución de Davidson normal); se
mantienen ahí por una hora; o bien, puede, fijarse en solución de Davidson (con ácido acético glacial) durante 8
horas por lo menos.
Posteriormente se lavan las muestras con agua dulce durante 15 minutos. Debe tenerse cuidado, ya que las
muestras tienden a flotar. Una vez retirado el Davidson, se realiza la tinción de la siguiente manera:
1. Adicionar alcohol al 100% durante 2 minutos; desechar; repetir la operación dos veces más.
2. Adicionar alcohol al 96 % durante 2 minutos; desechar; repetir esta operación dos veces mas.
3. Lavar con agua dulce por 10 minutos.
4. Añadir hematoxilina por 10 minutos y vaciar.
5. Lavar con agua dulce en movimiento durante 15 minutos y vaciar.
6. Añadir la eosina durante 2 minutos y vaciar.
7. Añadir alcohol al 96 % durante 2 minutos; vaciar; repetir dos veces más.
8. Añadir alcohol al 100 % durante 2 minutos; vaciar; repetir dos veces más.
9. Añadir xileno durante 30 segundos; vaciar; repetir dos veces más.
10. Coloque las muestras en portaobjetos limpios separando los tejidos de cada organismo.
11. Añadir una gota de Xileno sobre el tejido para evitar que se seque
12. Con ayuda de una pinzas con punta fina, desprenda de la cutícula, estomago* y branquias, la capa de
epitelio y colóquelos en portaobjetos.
13. Añadir una gota de Xileno sobre el tejido para evitar que se seque.
14. Montar la muestra y agregar una gota de resina sintética.
15. Colocar el cubreobjetos, presionando ligeramente.
16. Dejar secar por 15 minutos y observar al microscopio (usar objetivos 40X y 100X).
Interpretación de los resultados: se observa al microscopio compuesto (con aumentos de 40X o 60X), en busca
de células con núcleos hipertrofiados, con cuerpos de inclusión en el centro, acidofílica rojiza rodeada por una
zona no teñida y la cromatina marginal conocida como Cowdry A (típica también de IHHNV). En etapas avanzadas
se observa que el cuerpo de inclusión está expandido hasta casi rellenar la célula (figuras 86 y 87); es de color
basofílico (color morado) y tiene forma variable (de circular a irregular).
Las células normales poseen núcleos irregulares, cromatina dispersa (manchas negras en el centro). Las células
infectadas presentan núcleos esféricos de mayor tamaño (aproximadamente 2-3 veces más grandes que el
tamaño normal del núcleo) y cromatina marginal.
Fig. 86. Prueba rápida con tinción de hamatoxilina-eosina de Mayer-Bennett; branquias con células
normales (N) y cuerpos de inclusión citoplasmáticos intranucleares Cowdry tipo A, de WSSV (flechas).
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Fig. 87. Prueba rápida con tinción de hematoxilina-eosina de Mayer-Bennett del epitelio del
estómago, con cuerpos de inclusión citoplasmáticos intranucleares basofílicos de WSSV.
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