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La matriculación

La Constitución Nacional faculta a las provincias para gobernarse por sí mismas. Para ello,
deben cumplir el requisito de dictar su Constitución Provincial bajo el sistema representativo y
republicano, conforme a lo que determina la misma Constitución Nacional; asimismo, deben
establecer y asegurar su administración de justicia, régimen municipal y educación primaria.
De esta forma, los poderes de cada provincia surgen de su respectiva constitución. Además,
por medio del Poder Legislativo, cada provincia dicta sus propias leyes, que regirán dentro de
sus territorios, con las excepciones impuestas según lo consignado por la Constitución
Nacional.

Según Eduardo Lapa (2005), 


 
 
dichas leyes deben acatar la mejor ordenación y el fiel cumplimiento de las leyes
nacionales, y nunca podrán violentar o desnaturalizarlas facultades conferidas a
la Nación. Por ello, no conservan ninguna potestad para dictar ni modificar los
códigos de fondo ni las leyes nacionales que los contemplan. Conservan, no
obstante, la facultad de darse sus propias instituciones y regirse por ellas, siendo
un ejemplo preciso los colegios profesionales.

La matriculación

Legislación vigente

Requisitos y procedimiento para la inscripción

Referencias
LECCIÓN 1 de 4

La matriculación

Mediante el estudio de este módulo, desarrollaremos la importancia de la


matriculación profesional y algunos de sus requisitos. También repasaremos la
legislación nacional y provinciala tener en cuenta en todo momento, como condición
indispensable para el ejercicio. El futuro profesional deberá tomar conocimiento
preciso de la normativa local, conforme a su domicilio de residencia, si es que allí
ejecutará la actividad profesional, para comenzar a preparar los antecedentes que se
requieren y así obtener la correspondiente habilitación.

Para ello en la presente lectura nos centraremos en el siguiente relato.

Diana desea matricularse, a los fines de ejercer su profesión de Martillero Corredor


Público y Corredor Inmobiliario. Para esto se dirige al colegio de su provincia y solicita
que le informen los requisitos correspondientes. Además, solicita toda información de
importancia y relevante a tener en cuenta.

Ahora bien, habiendo leído el relato anterior, es bueno introducirnos junto a él al


proceso de matriculación y al conocimiento de la legislación nacional y provincial.
¿Qué requisitos deberá tener en cuenta para su matriculación? ¿Qué legislación
nacional y provincial deberá tener siempre presente?

Todos los martilleros y corredores públicos que ejerzan la actividad en el ámbito


provincial deberán inscribirse en sus respectivos Colegios Profesionales de Martilleros
y Corredores Públicos, organismos que ejercerán el gobierno de la matrícula, poder de
policía y potestades disciplinarias.

Para la inscripción en los Colegios Profesionales deberán cumplimentarse los


siguientes requisitos:

acreditar identidad personal;

poseer título universitario de Martillero y/o Corredor Público;

declarar bajo juramento al momento dela inscripción no estar comprendido


por las inhabilidades o incompatibilidades previstas en la ley;

denunciar domicilio real y constituir domicilio legal en la provincia, el que


será válido a los efectos de las relaciones con sus comitentes, la
administración de justicia y el Colegio Profesional;

constituir, a la orden del Colegio Profesional, una fianza.

A modo de ejemplo, se incluye a continuación lo que expresa la Constitución de la


Provincia de Córdoba con respecto al ejercicio de las profesiones y su regulación:

La provincia puede conferir el gobierno de las profesiones y el control de


su ejercicio a las entidades que se organicen con el concurso de todos los
profesionales de la actividad. …Tienen a su cargo la defensa y promoción
de sus intereses específicos y gozan de las atribuciones que la ley estime

necesarias para el desempeño de sus funciones1. 


[1] Art. 37, Constitución de la Provincia de Córdoba. (2001). Constitución de la Provincia de Córdoba. Convención
Constituyente de Córdoba. Recuperada de https://bit.ly/34pgVEM

Cuando se habla de “gobernar”, la matrícula hace referencia a guiar, ordenar, conducir,


mandar, como así también sustentar, allanar y componer. Es por ello que los colegios
profesionales tienen facultades plenas para regir dentro de los límites legales del
territorio provincial y reglar en su conjunto a todos sus colegiados, marcando los
recaudos para el ejercicio correcto de la actividad. Al mismo tiempo, aportan lo
necesario para solucionar los problemas que sus miembros puedan enfrentar y
brindan lo que sea requerido por estos para poder preservar su real condición de
matriculados. Por otra parte, contribuye también a generar otros sistemas para la
integración y el crecimiento social de sus colegiados, logrando así la creación, por
ejemplo, de mutuales, entre otros posibles servicios.

Normativa local
El futuro profesional deberá tomar conocimiento preciso de la normativa local,
conforme a su domicilio de residencia, si es que allí ejecutará la actividad profesional,
para comenzar a preparar los antecedentes que se requieren, y así obtener la
correspondiente habilitación.

La matrícula
Son diversas las clases de obligaciones que tiene el corredor público. Algunas de ellas
dependen de la Ley nacional 20266, del Código Civil y Comercial, de las legislaciones
complementarias (AFIP) y de la normativa de colegiación provincial. Es posible
enumerar, a manera de ejemplo, algunas actividades sobre las que recaen estas
normativas: matricularse, llevar los libros conforme a la
circunstanciaquefijalaley,verificarlacertezadelostítulosinvocados, convenir con el
comitente las condiciones económicas y jurídicas de los contratos, abstenerse de
ofrecer en venta inmuebles ubicados en lote o no autorizado, indicar en la publicidad el
número de matrícula profesional, verificar que los inmuebles vendidos por su
intervención no posean deuda de impuestos, entre otros.

La obligación inicial del corredor público, como punto de partida a la vida profesional,
es la matriculación; este es un requerimiento obligatorio. Su importancia radica en que
no puede ejercer sus funciones sin estar matriculado. El incumplimiento de la gestión
de la matrícula implica tanto la carencia de derechos profesionales como la posibilidad
de que se apliquen sanciones al corredor.

Respecto de la matriculación, Eduardo Lapa (2005) expresa que:

En suma, debemos recordar que la matriculación que obliga la norma


comentada es el registro fiel en el que se inscribe la persona que ha
cumplido con todos los requisitos legales exigentes para ejercer las
funciones determinadas por la ley. Solo el lo otorga capacidad profesional
para exigir el cumplimiento de terceros, sin olvidar los requisitos
esenciales que exige el titulo inscripto. (p. 46).

Las normativas locales son las que establecen los requisitos y procedimientos de
matriculación en cada provincia argentina. Debido a ello, se deben considerar, sobre la
base de la legislación nacional, ciertas características generales.
Cabe destacar que los colegios profesionales elaboran legajos de los matriculados y
que, además de lo enunciado utsupra, suelen requerir certificados de buena conducta
expedidos por una autoridad competente, entre otros requisitos. Dependerá de cada
colegio profesional provincial su exigencia.

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LECCIÓN 2 de 4

Legislación vigente

En el planteo legal de la evolución del corretaje se destaca que la regulación


tradicional del mismo, en el derecho argentino, ha estado contenida en los artículos 88
al 112 del Código Mercantil (Ley 2637 del año 1889) hasta hace pocos años.
Específicamente, el texto original de los artículos 88 y 89 del Código de

Comercio2 regulaba las condiciones que debía cumplir quien pretendiera ser corredor.
Estas eran:

[2] Arts. 88 y 89, Ley 2637 (1889). Código de Comercio de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/2HrgTTI

la mayoría de edad;

el ejercicio del comercio por sí mismo, o bien en alguna casa de corredor o


de comerciante al por mayor−en calidad de socio o gerente−, o al menos de
tenedor de libros con buen desempeño y honradez

Entre otros requisitos, establecía, además, que aquel que desarrollara la actividad sin
estar habilitado para ello no tendría derecho al cobro de comisión alguna, como así
también quedaba manifiesto expresamente que la intermediación en el cumplimiento
de sus funciones, era esencialmente personal y, por lo tanto, se impuso la prohibición
de integrar sociedades.
Tras la unificación de los Códigos Civil y Comercial fueron derogados los artículos 36,
37 y 38, por lo que se complementa la función a partir del artículo 1345 del nuevo
Código Unificado.

Los requisitos fundamentales están determinados por la Ley 20266, la que también
indica la necesidad de cumplimentar con las exigencias de la norma local. En Córdoba,
se deberá tener en cuenta lo establecido en las leyes 7191 y 9445.

Ley 20266 (modificada por ley 25028)


La sanción de la ley 232823  en el año 1985 reformó el artículo 88 del Código de
Comercio y modificó sustancialmente las condiciones habilitantes para ejercer esta
función, determinando que el aspirante a ejercer como corredor debía poseer título de
enseñanza secundaria, conforme las reglamentaciones vigentes en educación; exigía,
además, la aprobación de un “examen de idoneidad” profesional, el que debía rendirse
ante cualquier tribunal de alzada del país, con competencia en materia comercial, ya
sea nacional o provincial, facultado a expedir la certificación de los conocimientos en
la materia que lo habilitaran a la función de corredor en todo el territorio argentino. En
cuanto al resto de los lineamientos generales de regulación del corretaje, se
mantuvieron igual en nuestro Código.

[3] Ley 23282 (1985). Normas para el ejercicio de los Corredores de Comercio. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de https://bit.ly/35xduv7

En 1999, con la sanción del nuevo régimen legal para el corretaje, se establecieron las
condiciones habilitantes en la Ley modificatoria 25028, la cual derogó las normas del
Código de Comercio que regulaban dicha materia. El mencionado dispositivo legal
introdujo, además, reformas al régimen jurídico de los martilleros establecido por el
Decreto-Ley 20266/73, en el cual se incorporó, como Capítulo XII, un conjunto de
normativas concernientes a la profesión de Corredor Público. Cabe agregar que la Ley
25028 modificó al Decreto - Ley 20266 respecto a las condiciones habilitantes para ser
corredor.

La primera medida se basa en la regulación anterior: el aspirante a corredor


debe ser mayor de edad y no debe encontrarse comprendido dentro de la
sin habilidades (artículo 32,incisoa, de laLey20266, con la reforma de Ley
25028). Dichas causales de inhabilidades se comprenden en el artículo 2 de
la ley 20.266

La segunda condición impuesta se destaca por encima de todo lo  regulado


en su oportunidad dentro del Código de Comercio, ya que ahora para
ejercer como corredor se debe poseer título universitario expedido
conforme a las reglamentaciones vigentes (artículo 32, inciso b, Ley 20266,
modificado por Ley 25028).

Evidentemente, la disposición legal tiende a jerarquizar la actividad profesional del


corretaje, ya que exige mayor capacitación en razón dela importante función social
que desempeñan estos profesionales como intermediarios en el mercado de
comercialización de bienes, ya sean muebles, inmuebles o semovientes.

Asimismo, se observan los siguientes aspectos en el actual régimen legal:

a)  El art. 33 de la ley 20.266 (modif. 25.028), el que regula sobre la


inscripción en la matrícula, expresa que reunidas las condiciones, el
profesional que desee ejercer la actividad debe inscribirse en la matrícula
de la jurisdicción correspondiente, acreditando para tales fines: mayoría
de edad, poseer título universitario, domicilio real en la jurisdicción por
más de un año, constituir fianza prevista en art. 3 inc. “d” con los alcances
que determina el art. 6 de la presente norma; además de los requisitos
exigidos por la reglamentación que establezca cada jurisdicción
provincial.

b) Ejercicio del corretaje sin la matrícula pertinente: La actual legislación


ha mantenido lo regulado por el Código de Comercio, pues en el art. 33 in
fine de la ley se ratifica que quienes ejerzan el corretaje sin las calidades y
requisitos pertinentes, no tendrán acción para cobrar remuneración ni
retribución de ninguna especie.

c) En cuanto a las sociedades, la actual legislación admite su


conformación. La ley 25.028 ha eliminado la prohibición contenida en el
derogado art. 105 del Código de Comercio, pues anteriormente se
prohibía el ejercicio del corretaje en forma societaria, ya que en la norma
se jerarquizaba la responsabilidad y la actividad en forma personal o
individual de esta profesión. En tiempos actuales, la nueva
reglamentación, en consonancia a principios elementales de
razonabilidad, se permite el funcionamiento de las sociedades de
corredores en virtud de que no hay motivo moral ni de interés público
como para negar esta alternativa. (Orgaz, 2007, p. 15).
En cuanto a las referencias sobre la ley 20266, cabe decir que el 10 de abril de1973 se
sancionó este decreto-ley y, en virtud a lo estipulado en su artículo 28, se aplicó en
todo el territorio de la República. Su texto quedó incorporado al Código de Comercio y
derogó los artículos 113 a 122 del mismo mediante la implementación de la nueva
normativa estipulada en su artículo 30. Esto nos lleva a establecer que el decreto-ley
equivale en fuerza de ley al Código de Comercio o ley sustancial, a pesar de que pueda
contener normas de distinta naturaleza.

Cabe mencionar, avanzando en el tiempo, la sanción de la ley 23282 en el año1985, la


cual reformó el artículo 88 del Código de Comercio y modificó sustancialmente las
condiciones habilitantes para ejercer la función de corredor, tal como se explicó ut
supra.

Por su parte, en 1999, con la sanción del nuevo régimen legal del corretaje, se
establecieron las condiciones habilitantes en la Ley 25028, la cual derogó las normas
del Código de Comercio que regulaban dicha materia; se introdujeron, además,
reformas ala Ley 20266, en la cual se incorporó la regulación al corretaje (en el
Capítulo XII).

Finalmente, la unificación de los Códigos Civil y Comercial derogó los artículos 36, 37 y
38 de la Ley 20.266, y define que: “hay contrato de corretaje cuando una persona,
denominada corredor, se obligue ante otra, a mediar en la negociación y conclusión de
uno o varios negocios, sin tener relación de dependencia o representación con

ninguna de las partes”4. Complementa la regulación de la actividad en los artículos


siguientes.

[4] Art. 1345, Ley 26994 (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/34r8Gbk
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LECCIÓN 3 de 4

Requisitos y procedimiento para la inscripción

Cabe señalar que algunas legislaciones provinciales pueden aún conservar el “antiguo
trámite sumario” que se conformaba para poder acceder a la matriculación, es decir,
aquel que tomaba todos los recaudos legales conforme a la legislación e iniciaba el
proceso ante la Justicia a fin de requerirle al juez que ordenara la Inscripción en el
Registro Público de Comercio. La inscripción consistía en los siguientes requisitos y
procedimientos.

1 El trámite se promovía ante el Juez de Primera Instancia y con jurisdicción


sobre el domicilio legal del requirente, acompañado por el Certificado de
antecedentes expedido por la Policía de la Provincia y la constancia de no
hallarse inhibido ni encontrarse comprendido en el régimen de
inhabilidades e incompatibilidades establecidas en la ley 20266/73. En
algunos casos, se exigía la acreditación de haber rendido examen de
idoneidad, o bien un certificado de estudios superiores no universitarios
(terciarios) de formación profesional.

2 Admitida la petición por el Juez, se ordenaba, entonces, la publicación de


edictos por tres días en el Boletín Oficial de la Provincia y el periódico de
mayor circulación de la Circunscripción Judicial que corresponda, lo que
consigna el objeto del pedido, nombre, documento de identidad y domicilio
real del solicitante.
3 Durante la tramitación podía formular oposición cualquier persona o
entidad dentro de los diez (10) días de la última publicación de edictos, a la
que se le brindaba trámite de juicio verbal .Un ejemplo de ello sería una
base de regulación en Córdoba, comprendida en el artículo 14, inciso g, de
la Ley 7191/8395 y lo regulado en la 9445/08

[5] Ley 7191 (1984). Ley de Martilleros y Corredores Públicos. Legislatura de la Provincia de Córdoba.
Recuperado de https://bit.ly/34myHbG

4 A su vez, a los colegios profesionales se los consideraba parte necesaria en


la solicitud de inscripción, ya que eran los encargados de efectuar
observaciones ante el pedido de inscripción del futuro colegiado.

5 En caso de no deducirse oposición o rechazarse la misma, el juez en


audiencia pública es quien tomaba juramento al martillero o corredor y
ordenaba su inscripción en el Registro Público de Comercio.

En la actualidad, lo expresado ut supra quedaría sin efecto, ya que a partir de la


reforma introducida por la ley modificatoria 25028 del Decreto Ley 20266, se indica
tanto para los martilleros (artículo 3) y corredores públicos (artículo 33) que “deberán

inscribirse en la matrícula de la jurisdicción correspondiente”6 .Ello implica que debe


llevarse a cabo ante la institución que gobierna la matrícula y que la normativa
establecerá los requisitos esenciales, sumados a lo que exija la reglamentación local.

[6] Arts. 3 y 33, Decreto-Ley 20266 (1973). Condiciones habilitantes. Presidencia de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2Hl4iBX

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LECCIÓN 4 de 4

Referencias

Constitución de la Provincia de Córdoba. (2001). Constitución de la Provincia de


Córdoba. Convención Constituyente de Córdoba. Recuperada de
http://www.saij.gob.ar/0-local-cordoba-constitucion-provincia-cordoba-lpo0000000-
2001-09-14/123456789-0abc-defg-000-0000ovorpyel

Decreto-Ley 20266  (1973). Condiciones habilitantes. Presidencia de la Nación


Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/55000-59999/56724/texact.htm

Lapa, E.(2005). Manual del Martillero Público y del Corredor. Buenos Aires: LexisNexis.

Ley 2637 (1889). Código de Comercio de la Nación. Honorable Congreso de la Nación


Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/105000-
109999/109500/texact.htm

Ley 7191 (1984). Ley de Martilleros y Corredores Públicos. Legislatura de la Provincia de


Córdoba. Recuperado de http://www.saij.gob.ar/legislacion/ley-cordoba-7191-
ley_martilleros_corredores_publicos.htm

Ley 23282 (1985). Normas para el ejercicio de los Corredores de Comercio. Honorable


Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?
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Ley 25.028.(1999) Régimen legal de Martilleros y Corredores [reforma de la Ley 20.266].


Honorable Congreso de la Nación Argentina. Buenos Aires. Recuperado de
http://www.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/60000-64999/61719/norma.htm

Ley 26994  (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la


Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-
239999/235975/norma.htm

Orgaz, Gustavo R.(2007). El contrato de corretaje. Córdoba, Argentina :La Cañada.

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