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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

“RAFAEL MARÍA BARALT”

RÉGIMEN LEGAL DE EMPRESA

PROFESOR: Maibelines Meléndez

ESTUDIANTE:

Adrián Fernando Fernández

18.507.800

Sección: 31211

Ciudad Ojeda, Junio 2021


ESQUEMA
1.- Generalidades del Derecho Mercantil

a. Principios
b. Definición
c. Importancia

2.- Sujetos de Derecho Mercantil con el Derecho Civil.

3.- Sujeto del desarrollo Mercantil

a. Clasificación

4.- Aspectos jurídicos de la empresa

5.- Finalidad Jurídica de la empresa

6.- Naturaleza Jurídica de la empresa


1.- Generalidades del Derecho Mercantil

a. Principios

Toma en cuenta que como conjunto de normas que regulan la conducta humana el derecho puede
ser público si se encamina a regular: Relaciones entre e l Estado (cuando actúa con soberanía) y
los particulares; Relaciones entre Estados soberanos (países); Relaciones entre entidades
estatales de diferente nivel (La Federación con los Estados que la integran, los Estados con los
Municipios, los Municipios con la Federación, etc…) No olvides que el derecho es privado si se
encamina a regular:

 Relaciones entre los particulares;


 Relaciones entre el Estado (cuando actúa sin soberanía).
 No debes olvidar que todo Estado tiene tres elementos esenciales que son el territorio, la
población y el gobierno, y es este último el órgano que representa al Estado.
b. Definición

El Derecho mercantil, rama especial del ordenamiento jurídico surgido en la Baja Edad Media,
nace para dar respuesta a la exigencia de regular adecuadamente la entonces incipiente economía
de mercado. Puede ser así definido como aquella rama del ordenamiento jurídico privado
patrimonial privado que se ocupa de la organización y la actividad profesional de los empresarios
en el mercado.

c. Importancia

Las actividades económicas y mercantiles son de una gran complejidad, las cuales requieren de
una gran transparencia en sus normatividades. El derecho comercial, persigue entre otras cosas
lograr un equilibrio justo y ético en las actividades económicas. El derecho mercantil nació
precisamente para regular el comercio o, mejor dicho, los actos y relaciones de los comerciantes
propios de la realización de sus actividades mediadoras.

Es enormemente importante porque garantiza un marco de institucionalidad a una práctica que


puede considerarse el pilar de la economía. Así, con el derecho mercantil es posible disponer de
una instancia de mediación con respecto a conflictos que hayan surgido desde esta área de la
actividad humana, generando en el proceso la debida confianza que debe atravesar a una
sociedad. Es por todo lo expuesto que puede decirse que la importancia del derecho mercantil es
extraordinariamente relevante en cualquier país, importancia que en ocasiones es soslayada.

Como hemos señalado, la relevancia que se otorga al derecho mercantil se debe a la relevancia
que tiene la economía para una sociedad. En efecto, tal es esta importancia, que puede decirse
que la misma sociedad se asienta sobre la misma porque es a partir de las transacciones que las
personas, ya sean reales o jurídicas, pueden satisfacer con mayor plenitud sus necesidades,
intercambiando en el proceso bienes y servicios. Es por este hecho que existe un cambio
permanente en el derecho comercial como una consecuencia que se deriva de la necesidad de
reflejar los cambios que afectan a la misma sociedad. Esta circunstancia nos da la pauta que la
costumbre es un elemento de gran relevancia para la conformación de las leyes que atañen al
comercio.

Todo lo expuesto nos lleva a plantearnos el poco valor que en ocasiones se le atribuye a esta
rama del derecho, circunstancia que ciertamente refleja poco a la realidad. El derecho mercantil
da cuenta de las normas que regulan a un aspecto fundamental de la economía. Ciertamente, la
calidad de las leyes que atañen a esta faceta puede significar una gran diferencia en lo que
respecta al volumen de transacciones que se manejen, como asimismo a la posibilidad de atraer
capitales con facilidad desde el exterior.

2.- Sujetos de Derecho Mercantil con el Derecho Civil.

 El comerciante

El comerciante, en el ejercicio de su empresa, requiere la colaboración de otras personas; de la


actividad y servicios ajenos.

 Personas e instituciones auxiliares de la actividad mercantil

Auxiliar de comercio es quien colabora en la realización del cambio, sea como subordinado o
independiente del comerciante.

Los auxiliares subordinados son aquellos que ejecutan actos de comercio por cuenta y en nombre
del comerciante y lo ayudan a concluir las operaciones mercantiles.

La doctrina distingue entre los auxiliares dependientes y los auxiliares autónomos.


Los auxiliares dependientes se encentran en una posición subordinada respecto al comerciante y
forman parte de su organización, a la que prestan en forma permanente sus servicios en virtud de
una relación contractual determinada (mandato, contrato de prestación de servicios profesionales
o trabajo).

Los auxiliares autónomos, por el contrario, no forman parte de la organización de la empresa y se


encuentran, por tanto, en una posición independiente respecto al comerciante. Su actividad se
despliega no solo al servicio de un comerciante determinado, sino de todo el que lo solicita, y,
por eso, la doctrina los conoce también con el nombre de auxiliares del comercio.

Son auxiliares dependientes, los factores y los dependientes del comercio; son auxiliares
autónomos: los corredores, los comisionistas y los agentes.

 Cámara de comercio

Es una Institución de carácter privado, sin fines de lucro, en la que se asocian todos los
comerciantes de una determinada localidad; y tiene como objeto la protección de los intereses de
los comerciantes.

Lo referente a la Cámara de Comercio, su constitución, creación, atribuciones, etc., se encuentra


previsto en los Arts. 45 al 48 del C.Co.

Artículo 45. En la capital de la República, en la de cada Estado y en cada uno de los


puertos habilitados para la importación y si no lo estuviera ya, una Cámara de los
comerciantes

Por mayor, los jefes de establecimientos industriales, los capitanes de buques, y los
corredores y venduteros con carácter público.

Para la creación de la Cámara de Comercio, deberá reunirse un número de individuos de


las condiciones expresadas, sin impedimento legal que no baje de diez.

Constituida la Cámara de Comercio podrá admitir en su seno otros comerciantes,


conforme lo determinen sus Reglamentos.

Artículo 46. El objeto de la Cámara de Comercio será el que habitualmente tiene tal
institución en el comercio general, y el que especialmente exijan las necesidades mercantiles
de la localidad.
Artículo 47. La Cámara de Comercio tendrá las atribuciones o facultades que le da este
Código y las demás que exprese su respectivo Reglamento, en cuanto no sea opuesto a las
leyes.

Artículo 48. El Reglamento de cada Cámara de Comercio será acordado por ella misma, y
un ejemplar de él será remitido al Ministerio de Fomento y a las demás Cámaras de
Comercio.

 Bolsas de comercio

Las Bolsas de Comercio son entidades auxiliares para el tráfico comercial. Establecimientos de
carácter público que se rigen por lo establecido en la Ley de Mercado de Capitales, en ellas se
compra y vende títulos valores. Un título valor es un documento donde consta que una persona
es titular de un derecho que tiene un valor en dinero.

El Art. 49 y siguientes del C.Co. contienen lo relativo a las Bolsas de Comercio.

 Ferias y mercados

A continuación del articulado sobre las Bolsas de Comercio, el Código de Comercio contiene
algunas disposiciones sobre las Ferias y Mercados (Arts 63 al 65)

Artículo 63. En los lugares donde se halle establecida la costumbre, de verificar Ferias o
Mercados diarios o periódicos para el mejor servicio, del abasto público, podrán continuar,
previo acuerdo del Concejo Municipal respectivo.

Este podrá también establecerlos en aquellos lugares donde la conveniencia pública lo exija, bien
para el abastecimiento en general, bien para algún ramo especial de él; pero en tales casos se
necesitará el voto favorable de la Cámara de Comercio más próxima a la localidad.

Artículo 64. Las Ferias y Mercados serán presididas por Regidores designados por el
respectivo Concejo Municipal, quienes tendrán el encargo de hacer guardar el orden y
resolver las diferencias entre compradores y vendedores, de acuerdo con la más estricta
buena fe; hacer retirar los efectos o artículos cuya calidad pueda ser dañosa al público o ser
motivo de fraude o engaño, verificar la exactitud y legalidad de los pesos y medidas, y
ejercer las demás atribuciones que les dieren las Ordenanzas correspondientes.
Artículo 65. El respectivo Concejo Municipal acordará la reglamentación conveniente,
determinará la extensión y contribución de los puestos destinados a los diferentes ramos,
señalará las funciones y procedimientos de los Regidores para impedir abusos, y dictará las
penas a las infracciones y faltas de acuerdo con el Código Penal y las Ordenanzas
Municipales.

 Corredores

El Corredor es un agente de comercio que interviene como mediador entre los comerciantes para
facilitar la conclusión de los contratos mediante una remuneración. (Art. 66 C.Co.)

Artículo 66. Los corredores son agentes de comercio que dispensan su mediación a los
comerciantes para facilitarles la conclusión de sus contratos.

El Agente de Comercio es un comerciante independiente; es decir, no está sometido a contrato de


trabajo, como sería el dependiente de comercio; cuya actividad se desarrolla en interés de otro
comerciante.

 Venduteros

Los venduteros venden en subasta pública al mejor postor, productos naturales, mercancías sanas
o averiadas y bienes muebles de toda especie. (Art. 82 C.Co.).

Son aplicables a los venduteros las disposiciones de los artículos 67, 74, 75, 77 y 78 del C.Co.
relativas al ejercicio de la profesión de corredor; es decir que se rigen por la normativa
establecida para el ejercicio de la profesión de corredor.

 Factor de comercio

El Factor de Comercio es uno de los auxiliares del comerciante. Factor es la persona que
administra un establecimiento mercantil en nombre y por cuenta del dueño. (Art. 94 C.Co.)

Son factores las personas que tienen a su cargo la dirección de alguna empresa o están
autorizados para contratar respecto a todos los negocios que conciernen a la misma, por cuenta y
nombre del titular empresa.

En la práctica, los factores son mejor conocidos con el nombre de gerentes o administradores.
El factor debe ser constituido por documento registrado, que se anotará en el Registro de
Comercio.

Los factores se entienden autorizados para todos los actos que abrace la gestión en la empresa o
establecimiento que se les confía; y podrán ejecutar todo lo que sea necesario para el buen
desempeño de su cargo, a menos que el principal les limite expresamente sus facultades en el
poder que les diere. (Art. 95 C.Co.)

 Dependientes de comercio

Son los empleados del comerciante que lo ayudan en el giro de sus negocios.

Son dependientes las personas que desempeñan constantemente alguna o algunas gestiones
propias de una empresa mercantil, en nombre y por cuenta de su titular, el comerciante.

Los actos de los dependientes obligarán a su principal en todas las operaciones que le tuvieren
encomendadas

 Comisionista

El Comisionista es un mandatario mercantil sin representación, remunerado y sometido a una


normativa propia.

El verdadero carácter del comisionista es el de mandatario pues “ejecuta negocios por cuenta de
otro”. Comisionista es la persona que desempeña una comisión mercantil: comitente el que la
confiere.

El mandato aplicado a los actos concretos de comercio, se reputa comisión mercantil.

El comisionista es auxiliar autónomo porque no presta su actividad exclusivamente a un


comerciante determinado, sino a todo el que se lo solicite.

Lo concerniente a la figura del comisionista lo encontramos en los Arts.376, 377 y 378 del C.Co.

Artículo 376. Comisionista es el que ejerce actos de comercio en su propio nombre por
cuenta de un comitente.
Artículo 377. El comisionista no está obligado a declarar a la persona con quien contrata el
nombre de su comitente; pero queda obligado directa y personalmente hacia aquél, como si
el negocio fuera suyo propio.

Artículo 378. El comitente no tiene acción contra la persona con quien ha tratado el
comisionista y, recíprocamente ésta no la tiene contra el comitente.

Diferencia entre comisionista y corredor

El comisionista se diferencia de la figura del corredor en que el primero actúa en nombre


propio y por cuenta de otro; en tanto que el corredor actúa en nombre de otro y por cuenta
de otro.

 Almacenes generales de depósito

Lo relativo a los almacenes generales de depósito lo encontramos establecido, primeramente en


el Art. 2º del C.Co, en su ordinal 10º, que dice lo siguiente:

“Son actos de comercio, ya de parte de todos los contratantes, ya de parte de algunos de


ellos solamente:

10º El depósito, por causa de comercio; las empresas de provisiones o suministros, las
agencias de negocios y las empresas de almonedas”.

De igual manera en lo establecido en los Arts. 532, 533 y 534 también se hace referencia a los
Almacenes Generales de Depósito:

Artículo 532. El depósito mercantil da derecho al depositario a una retribución que a falta
de estipulación, será fijada por el uso de la plaza.

Artículo 533. Si el depósito tiene por objeto documentos de crédito, el depositario está
obligado a cobrar los plazos o créditos que venzan; y a practicar todas las diligencias
necesarias para conservar sus derechos al depositante.

Artículo 534. Son aplicables al depósito las disposiciones del Título VIII del presente libro
sobre el contrato de comisión.

 Menores comerciantes
El Código se ocupa del menor comerciante desde distintos puntos de vista. El artículo 11 se
refiere al menor emancipado autorizado para el ejercicio del comercio. A tal fin el menor
emancipado (en concordancia con lo previsto en el C.C.; Arts 382 y siguientes) necesita una
autorización de su curador y cuando éste no fuere el padre o la madre, también la aprobación del
Juez de Primera Instancia en lo Civil de su domicilio.

De conformidad con el Art. 12, los menores autorizados para comerciar se reputan mayores en el
uso que hagan de esta autorización y pueden comparecer en juicio por sí y enajenar sus bienes
inmuebles, siempre que tales actos de enajenación se vinculen al ejercicio del comercio.

La autorización dada al menor puede ser revocada (Art. 14 C.Co.); dicha revocación se hará por
documento público que también será registrado y fijado (Art. 29, Ord. 3 C.Co.). La revocación
no perjudica los derechos adquiridos por terceros.

Según el Art. 15, las personas inhábiles para comerciar siempre que su incapacidad no
fuere notoria, o si la ocultaren con actos de falsedad, quedan obligadas por sus actos
mercantiles, a menos que se probare mala fe en el otro comerciante.

3.- Sujeto del desarrollo Mercantil

a. Clasificación

Son actos objetivo en absoluto aquellos cuyo carácter mercantil es independiente del sujeto que
los realiza o del fin a que están dirigidos o de la forma particular de su ejercicio o de la relación a
que están subordinados.

En este sentido tenemos:

 La compra y la venta de un establecimiento de comercio y la de las acciones o de las


cuotas de una sociedad mercantil: Establecimiento de comercio es sinónimo de fondo de
comercio, y constituye el conjunto de bienes materiales e inmateriales organizados por el
comerciante para el ejercicio de su actividad mercantil. La venta o la compra de acciones
o de cuotas de una sociedad mercantil, no civil, es un acto de comercio por cuanto dichos
títulos o derechos, integran el patrimonio de una persona jurídico comercial (sociedad), y
mal puede originarse de un negocio de una cosa comercial, otro que no lo siga siendo.
 La creación de empresas para la ejecución de actividades comerciales: El acto de
comercio ejecutado en virtud de la empresa radica en la predisposición concebida para su
constitución y no propiamente en la actividad económica que la empresa desarrolla. Y
eso es así, porque ese organismo económico no se logra crear si antes no ha sido causa o
efecto de otros actos de naturaleza comercial. No se logra constituir una empresa, sino se
contrata, se compra, se construye, y todos esos actos que de por sí son comerciales
(presunción), son orientados hacia una sola finalidad: la creación de un organismo, el
cual una vez constituido, no puede tener otra naturaleza que los actos que precedieron a
su constitución.

En este orden de ideas, constituye acto de comercio, las siguientes empresas: las fábricas o de
construcciones (ordinal 5), las empresas de manufacturas, almacenes, bazares, tiendas, fondas,
cafés y otros establecimientos semejantes, las empresas creadas para el aprovechamiento
industrial de las fuerzas de la naturaleza, tales como las de producción y utilización de fuerza
eléctrica; las empresas editoras, tipográficas, de librerías, litográficas y fotográficas. Las
empresas de provisiones o suministros, las agencias de negocios y las empresas de almoneda (n.
10); entendiéndose por empresa de suministro a aquella que se obliga a hacer prestaciones
sucesivas o periódicas en época convenida, ya en propiedad o el uso de una cosa.

Las agencias de negocios son aquellas oficinas que se ocupan especialmente en contribuir a la
formación y celebración de contratos de diversas clases: venta, arrendamiento, viajes, colocación
de empleados, de artistas, turismo, etc., obteniendo por dichas gestiones, una remuneración.

De tal manera que de acuerdo al vigente ordenamiento jurídico, en el área de los seguros se
deben distinguir dos aspectos sobre su comerciabilidad: a) la creación de las empresas de
seguros, disciplinarias por la ley de Empresas de Seguros y Reaseguros, y b) el contrato de
seguro en si, que es comercial en todo momento para la empresa aseguradora, no así para el
asegurado, ya que cuando se trata de seguros de cosas que no son objetos de establecimientos de
comercio y de los seguros de vida, son actos mercantiles por parte del asegurador solamente
(artículo 6 del C. Com.).

 Lo relacionado con los instrumentos cambiarios, salvo algunas excepciones legales:


creación de un instrumento cambiario constituye de por si un acto de comercio, ya que en
virtud de su creación se realiza y se facilita al mismo tiempo el cambio. La letra de
cambio es un título de crédito formal y completo que contiene la promesa incondicionada
y abstracta de hacer pagar a su vencimiento al tomador o a su orden una suma de dinero
en un lugar determinado, vinculando solidariamente a todos los que en ella intervienen.

El cheque, es un título librado a la vista y sobre una cuenta corriente abierta en un instituto
bancario que ha autorizado expresa o tácitamente en su emisión.

El pagare es un título que contiene la promesa de pagar a una persona o a su orden, sin
contraprestación, cierta cantidad de dinero, a su vencimiento en el fijado o a su presentación.

A pesar de la comerciabilidad señalada, el aparte único del artículo 6 del Código de Comercio,
establece que el cheque no es acto de comercio por parte de las personas no comerciantes, a
menos que procedan de una causa comercial.

En efecto, es principio general en materia comercial, que tanto la letra de cambio, el cheque y el
pagare a la orden, son instrumentos cambiarios de naturaleza estrictamente comercial, por lo
tanto, están regidos por la ley mercantil. Este principio parece que tuviera una excepción,
consistente en que el cheque no es acto de comercio por parte de las personas no comerciantes. Y
esta excepción puede conducir a otra contradicción, y es el caso de que la emisión de un cheque
se realice entre personas no comerciantes. En este caso y a tenor de la norma citada, el acto
celebrado es civil y por lo tanto, lo relacionado con el cheque tendríamos que utilizar la vía Civil
y no la Mercantil, y esto no puede ser.

 Las operaciones de Banco y las de cambio:

El Banco es un instituto constituido a través de una Compañía Anónima y en el cual se realizan


operaciones comerciales originadas por el dinero y los títulos que lo representan.

La institución Bancaria constituye en sí una empresa, cuya determinación económica hace


siempre presumir la realización de un acto de comercio, mediante los bienes que tiene a su
alcance que le permitan realizar su especulación, o sea, el lucro que obtienen de la actividad
crediticia que lleva a cabo con un dinero que es propio y ajeno, y que, al ponerlo en circulación,
obtiene la ganancia o el beneficio calculado.
Las operaciones de cambio, por su parte, son las que realizan las cosas de cambio, con billetes
extranjeros y cheques viajeros; operación de la cual se deriva un beneficio como
contraprestación entre los valores recibidos y los entregados.

 Las operaciones de bolsa:

Son bolsas de comercio, los establecimientos públicos autorizados por las cámaras de comercio
de la plaza respectiva, en los cuales se reúnen de ordinario los comerciantes y los agentes
intermediarios del comercio para concertar y cumplir las operaciones mercantiles que designen
su reglamento (artículo 49 del Código de Comercio). Y las operaciones de bolsa, son todas
aquellas que se realizan dentro de la misma de acuerdo con la ley y su reglamento.

La bolsa de comercio es producto de la mentalidad del comerciante, en la cual se realizan las más
variadas operaciones con los títulos admitidos a cotización, y en consecuencia, se celebran
contratos en mercado firme, y a prima, produciéndose en todos ellos, la interposición en el
cambio, materializándose así un acto de comercio.

Los actos relacionados con la navegación:

 La construcción y carena, compra, venta, reventa y permuta de naves.


 La compra y la venta de herramientas, aparejos virtuales, combustibles u otros objetos de
armamento para la navegación.
 Las asociaciones de armadores y las de expediciones, transporte, depósitos y
consignaciones marítimas.
 El fletamento, préstamos a la gruesa, seguros y demás contratos concernientes al
comercio y a la navegación
 Los hechos que producen obligaciones en los casos de averías, naufragios y salvamento.
 Los contratos de personas para el servicio de las naves de comercio y las convenciones
sobre salarios y estipendios de la tripulación.

Jurídicamente, nave es toda construcción flotante y movible, destinada a transportar por agua
marítima interna o por aire, personas o cosas.

La navegación comprende tanto la que se realiza por rio, lago, mar y aire, y por lo tanto, su
comerciabilidad se destaca, por que al lado de que tradicionalmente así se ha considerado, se
producen los actos de interposición en el cambio de bienes o de servicios. Así cuando se compra
una nave, se le fleta, se asocian los armadores, se destaca en dichos actos, el sentido comercial de
los mismos, pues a través de ellos, se realiza una interposición en el cambio de bienes o de
servicio; de bienes cuando el propietario de la nave o su capitán utiliza la nave para vender
determinadas cosas; de servicios, cuando la nave sirve de vehículo para transportar pasajeros.

Actos de comercio en sentido relativo

 Dentro de este grupo de actos se distinguen las siguientes categorías:


 Actos de comercio atendiendo a la intención de las partes.
 Actos de comercio en atención a la causa que los determina
 Actos de comercio atendiendo al sujeto que le imprime el carácter comercial.

Actos de comercio atendiendo a la intención de las partes:

Dentro de esa categoría se consideran los actos señalados en los numerales 1 y 2 del artículo 2
del Código de Comercio, es decir, la compra, permuta o arrendamiento de cosas muebles, hechas
con ánimo de revenderlas, permutarlas, arrendarlas o sub-arrendarlas en la misma forma o en
otra distinta.

Así como también la compra o permuta de los títulos de la deuda pública u otros títulos de
crédito que circulen en el comercio, hecha con el ánimo de revenderlos o permutarlos

Tradicionalmente se ha sostenido que el comercio se ejerce con cosas muebles, y mediante la


compra y venta de estas dos clases. Sin embargo, conviene advertir, que la venta en sí de cosas
muebles no constituye ningún acto de comercio, si no va acompañado con algo subjetivo y
particular que es la intención de uno de los contratantes de la reventa que antecede al negocio.

Por lo que la venta de cosas muebles hecha sin ánimo de revenderla, no es una venta comercial y
por lo tanto no es acto de comercio. Sin embargo, dentro de las diversas manifestaciones de la
actividad comercial, este principio sufre algunas excepciones

 Las ventas hechas por su coste con fines promociónales, o con la intención de hacerse
rápidamente de clientela.
 Las ventas que se hacen durante un estado de atraso o quiebra, en el cual se venden las
mercancías, muchas veces por debajo de su precio de adquisición.
 Las ventas de mercancías que el Estado lleva a cabo directamente para atenuar los efectos
de una crisis.

En todos estos casos, ciertamente es un acto de comercio, porque dichas mercancías se venden
porque hubo ese propósito inicial en el momento de su adquisición, y si en verdad no se obtiene
una ganancia o un beneficio es por casos excepcionales.

Con respecto a los títulos de la deuda pública, los cuales son los emitidos por el Estado conforme
a la ley de crédito público, constituyen en sí, títulos de crédito, que se considera un documento
que contiene una declaración, la cual puede ser de diverso contenido, pero que cumple una doble
función:

 La de constituir un medio necesario y suficiente para el ejercicio del derecho en él


incorporado
 La de ser un medio técnico de circulación del derecho en él mencionado.

Luego, las operaciones o negocios que se realicen con el ánimo de revender, permutar, dichos
títulos constituyen un acto de comercio.

De tal manera, que lo importante a destacar en el estudio de estos dos numerales, es el aspecto
intencional, que ha procedido al acto de venta, para saber ciertamente si dicho acto es o no de
comercio.

Actos de comercio en atención a la causa que los determina:

En esta categoría se ubican:

 La comisión y el mandato comercial

Así, la comisión y el mandato son actos de comercio, cuando se celebran para ejecutar una
actividad comercial, independientemente de la condición jurídica de los sujetos que intervengan
en su formación.

La comisión es un contrato, mediante el cual el comisionista a cambio de una remuneración


ejecuta en nombre propio, pero por cuenta de otro (comitente) una actividad comercial
determinada. El mandato es el contrato por el cual una persona se obliga gratuitamente, o
mediante salario, a ejecutar uno o más negocios por cuenta de otra que la ha encargado de ello
(artículo 1684 C. C.),

La diferencia entre el contrato de comisión y el de mandato radica fundamentalmente en que el


comisionista se obliga personalmente, en nombre propio, pero por cuenta de otra (comitente), por
su parte el mandatario, no se obliga personalmente, sino que obliga al mandante.

 El depósito, por causa de comercio

El depósito es un factor por el cual una persono recibe la cosa ajena con obligación de guardarla
y restituirla (artículo 1749 CC.) Constituye acto de comercio cuando se produce por un asunto
mercantil, o sea surge el depósito comercial en el momento que se celebra para una finalidad
comercial, como es el caso de depósito de cosas que son objeto de una relación comercial, o de
una relación jurídica de un comerciante.

 Las operaciones de corretaje en materia mercantil

El corretaje que es la mediación que dispensan los corredores de comercio a los comerciantes
para facilitarles la conclusión de sus contratos, es acto de comercio cuando se presta para facilitar
un negocio de naturaleza comercial

Finalmente, las remesas de dinero de una parte a otra en virtud de un contrato de cambio
constituyen también actos de comercio atendiendo al intercambio de bienes que conlleva a la
circulación y a la especulación de la riqueza.

Actos de comercio atendiendo al sujeto que le imprime el carácter comercial:

Tomando en cuenta el sujeto que interviene en la formación de un acto de comercio, debemos


considerar que nuestro legislador, hace de esa participación una presunción iuris tantum
(naturaleza comercial del contrato que celebran el principal con sus factores o dependientes),
conforme a la cual se orientan las disposiciones que establecen: son actos de comercio los
contratos entre los comerciantes y sus factores de comercio o dependientes (n 23) y se reputan
además actos de comercio cualesquiera otros contratos y cualesquiera otras obligaciones de los
comerciantes, si no resulta lo contrario del acto mismo, o si tales contratos y obligaciones no son
de naturaleza esencialmente civil (artículo 3 Código de Comercio).

El acto de comercio subjetivo


El acto subjetivo de comercio es la noción de la cual se vale nuestro sistema jurídico para
completar el proceso de delimitación de la materia mercantil, asentada principalmente en el acto
objetivo de comercio.

Los actos de comercios subjetivos surgen como una figura jurídica que persigue con su finalidad
someter bajo los lineamientos del cód. de comercio cualquier actividad que para el momento de
su legislación no hubiese podido ser prevista por los legisladores o que a futuro pudiese haber
surgido. Y esto no poder proveerla por ser incierta. Por ejemplo, la industria tecnológica.

El artículo 3º del Código de Comercio venezolano formula la noción de acto subjetivo de


comercio de la siguiente manera: “Se reputan además actos de comercio, cualesquiera otros
contratos y cualesquiera otras obligaciones de los comerciantes, si no resulta lo contrario del acto
mismo, o si tales contratos y obligaciones no son de naturaleza esencialmente civil.”

La determinación de un acto subjetivo de comercio está precedida de una investigación para


descartar que el acto corresponda a la categoría de los actos objetivos.

Al referirse el Código a “cualesquiera otros contratos y cualesquiera otras obligaciones de los


comerciantes”, han surgido críticas por lo que se ha considerado una falta de técnica legislativa.
Sin embargo, en opinión de Vivante y de Mármol Marquis, lo que la ley ha querido expresar es
que son comerciales todos los actos que dan origen a una obligación del comerciante. Por lo
tanto, si el comerciante efectúa un pago indebido a un no comerciante o realiza una gestión de
negocios para un no comerciante la acción de reembolso del pago o de los gastos de la gestión
debería plantearla el comerciante ante la jurisdicción civil, por la sencilla razón de que no se está
frente a una obligación del comerciante.

Excepciones de los actos subjetivos

Para que una excepción de un acto subjetivo se pueda realizar, no necesariamente se debe
realizar con dos personas que no sean comerciantes, si no que una de ellas sea una persona
natural y la otra sea una persona jurídica, o sea, el actor principal en la actividad comercial a
realizarse, con el fin de otorgar el bien negociado a otro individuo o instituto que no sea del
ámbito comercial, se podría considerar a un familiar o una institución benéfica, como lo sería de
la siguiente manera:
 La compra de una casa para regalársela a su madre.
 La adquisición de útiles escolares para ser donados.
 El préstamo de dinero a un amigo para cancelar honorarios médicos.

En estos casos, aunque todos son llevados a cabo en un ámbito comercial, el fin no es el lucro.

Se ha considerado la donación esencialmente civil como un ámbito excepcional, aunque la


realice un comerciante con una finalidad comercial.

El acto unilateralmente mercantil o “mixto”

La gran mayoría de los actos de comercio son actos unilateralmente mercantiles, en el sentido de
que la relación es mercantil solo para una de las partes. Así ocurre con las ventas en las tiendas,
mercados y supermercados, las cuales son comerciales para el vendedor, pero no para los
consumidores. Igual cosa sucede con el transporte, las operaciones de banco, los seguros y
muchos otros contratos.

Algunas veces el legislador desea evitar la unilateralidad del acto y expresamente formula un
criterio absoluto, tal como ocurre con la letra de cambio (numeral 13, artículo 2º), o con la
compra y la venta de un establecimiento de comercio (ordinal 3º, artículo 2º). Generalmente, la
bilateralidad comercial del acto se encuentra en las relaciones entre comerciantes. Ahora bien,
para dar solución a los problemas que suscitan tales situaciones, la doctrina francesa creo la
teoría de los actos mixtos, es decir, actos que eran a la vez civiles y mercantiles. Desde el punto
de vista procesal, la escogencia del Tribunal dependía del demandado: si el demandado era el no
comerciante, a este no podía sustraérsele de la competencia de su juez natural, por lo cual la
demanda tenía que presentarse ante el juez civil; si el demandado era el comerciante, la parte
civil podía escoger entre jurisdicción civil y mercantil para presentar su demanda.

Las reglas del sistema venezolano son expuestas por Mármol Marquis así: a) desde el punto de
vista sustantivo, ambas quedaran regidas por el Código de Comercio. Sin embargo, para la parte
respecto de la cual el acto no es mercantil, su realización no podrá implicarle el cumplimiento de
obligaciones o requisitos que la ley solo exige a los comerciantes. No podrá, por ejemplo,
plantearse en juicio la necesidad de que ese sujeto exhiba los asientos de contabilidad que se
refieran al acto, ni el incumplimiento de sus obligaciones relacionadas con dicho acto podrá
acarrearle la quiebra; b) Desde el punto de vista procesal, ambas partes Irán a la jurisdicción
mercantil. Pero nuevamente, se establece una excepción. Si una de las dos partes no es
comerciante y resulta demandada, respecto de ella el proceso se desenvolverá conforme a los
lapsos del Código de Procedimiento Civil, sin tener en cuenta los lapsos abreviados que en
juicios de comercio señalan los artículos 1099 y 1114.

4.- Aspectos jurídicos de la empresa

Empresario Individual y Empresario Social

Cuando quien ejerce la actividad empresarial es una persona física, estamos ante un Empresario
Individual. El Derecho toma a la persona como eje del Ordenamiento Jurídico: el Derecho se ha
hecho para las personas, y el sujeto del Derecho, quien tiene derechos y deberes jurídicos es la
persona.

El empresario Individual es, por tanto, una persona física que ejerce una actividad empresarial
por cuenta propia:

 Las obligaciones contraídas con ocasión de su actividad empresarial (así, por


 Los contratos a cuyo través se celebre la actividad empresarial obligan directamente a la
persona física.
 Las obligaciones nacidas de la Ley (por ejemplo, las obligaciones fiscales, laborales o de
Seguridad Social) son obligaciones de esa persona física.
 Siendo el sujeto de la obligación, la persona física responde con todos sus bienes
presentes y futuros, es decir con su patrimonio, de las obligaciones dimanantes de su
actividad empresarial.
 Y dentro de su patrimonio no habrá distinción entre bienes afectos y no afectos a la
actividad empresarial, respondiendo con todos sus bienes de las ejemplo, se puede
embargar y subastar el domicilio familiar de un empresario sin necesidad de embargar
previamente los bienes que se encuentren en la empresa).

Especial consideración merece el caso del empresario individual casado:

El régimen económico matrimonial general es el de ganancias. Ello quiere decir que, cuando se
contrae matrimonio, cada cónyuge continúa siendo propietario de los bienes de que era titular; a
partir del matrimonio, las ganancias (y de aquí el nombre de gananciales) que produzca cada
cónyuge será propiedad común del matrimonio.

En este régimen, la responsabilidad por las deudas del empresario será la siguiente:

 Los bienes privativos del comerciante responden en todo caso de las deudas de la
empresa.
 Los bienes gananciales generados por la actividad empresarial responden, también, en
todo caso.
 Los restantes bienes gananciales responden de las deudas de la empresa, salvo que el otro
cónyuge se oponga expresamente a ello, haciendo constar su oposición en el Registro
Mercantil (arts. 7 y 8 Código de Comercio).

Los bienes privativos del otro cónyuge solo responderán si dicho cónyuge así lo consiente
expresamente haciendo constar dicho consentimiento en el Registro Mercantil. Cuando quien
ejerce la actividad empresarial es una persona jurídica, se trata de un Empresario Social o
Sociedad.

El empresario Social es, pues, una persona jurídica, diferente de los socios, que ejerce una
actividad empresarial: Los contratos a cuyo través se celebre la actividad empresarial obligan a la
persona jurídica, no a las personas físicas que la han constituido o que la han representado. Las
obligaciones nacidas de la Ley (por ejemplo, las obligaciones fiscales, laborales o de Seguridad
Social) son obligaciones de esa persona jurídica. Siendo el sujeto de la obligación, la persona
jurídica responde con todos sus bienes presentes y futuros, es decir con su patrimonio, de las
obligaciones dimanantes de su actividad empresarial.

Y dentro de su patrimonio no habrá distinción entre bienes afectos y no afectos a la actividad


empresarial, respondiendo con todos sus bienes de las obligaciones contraídas con ocasión de su
actividad empresarial. Sin embargo, es bien frecuente que la persona jurídica se haya constituido
con el exclusivo fin de ejercer la actividad empresarial, por lo que aquí sí podemos establecer
una correspondencia entre patrimonio y bienes afectos a la actividad empresarial.

Finalmente, no todos los empresarios sociales son iguales, una vez agotados los intentos de cobro
a partir del patrimonio de la Sociedad, habrá casos en que podremos acceder al patrimonio de los
socios (caso de las sociedades civiles y sociedades mercantiles personalistas), y casos en que no
será posible (caso de las mercantiles capitalistas, si bien en esta ocasión la falta de
responsabilidad personal de los socios podrá dejar paso a la responsabilidad personal de los
administradores si ha habido negligencia en su gestión.

Comunidad de Bienes y Sociedad Civil

El Derecho Civil no es, en principio, la sede adecuada para dar cobertura a actividades
mercantiles: precisamente para regular estas actividades con todas sus peculiaridades

y con el objetivo de agilizar el tráfico económico apareció el Derecho Mercantil como

rama independiente del Derecho, con su propio Código de Comercio y Leyes específicas
reguladoras, entre otras instituciones, de la constitución y funcionamiento de empresarios
sociales como la Sociedad Anónima o la de Responsabilidad Limitada.

No obstante, el complejo mundo empresarial, y la creatividad de los empresarios, que incluso


alcanza a los ámbitos jurídicos, ha elevado a la categoría de usual la utilización de formas
societarias civiles para el ejercicio de actividades empresariales, fundamentalmente por razones
de simplicidad que, aun cuando las iremos desarrollando en posteriores apartados, es conveniente
apuntar:

 Razones organizativas: La Sociedad Civil o la Comunidad de Bienes permiten aunar en


una sola entidad (como ocurriría con cualquier otro empresario social), la organización
productiva, comercial financiera y de personal de una actividad empresarial (así, por
ejemplo, la Sociedad o Comunidad es quien contrataría con proveedores y clientes, quien
emitiría las facturas, quien constaría como obligada al pago de las facturas de
proveedores, e, incluso, quien actuaría como unidad a efectos fiscales, si bien veremos
que esta última afirmación requiere mayores matizaciones, especialmente a efectos de la
Imposición Directa sobre los resultados empresariales.)

 Razones de simplicidad documental y de gestión: los documentos de llevanza obligatoria


en las Sociedades Civiles y Comunidades de Bienes son los mismos que correspondería
llevar a cada uno de sus socios si la explotación empresarial fuese efectuada directamente
por ellos como empresarios individuales, con la ya señalada ventaja organizativa de que
bastaría con llevar un libro para la Sociedad o Comunidad en lugar de uno para cada
socio o comunero (ya veremos como las Sociedades Mercantiles deben estar inscritas en
el Registro Mercantil, deben llevar una contabilidad ajustada al Código de Comercio, y
presentar a diligencia en el propio Registro sus Libros de Comercio, y depositar en el
mismo sus cuentas anuales).

 Razones fiscales: también veremos en un próximo apartado el diferente tratamiento fiscal


de los beneficios según se trate de Impuesto sobre Sociedades o bien Impuesto sobre la
Renta de las Personas Físicas. Esta diferencia inclina la balanza a favor de las Sociedades
Civiles o Comunidades de Bienes cuando la presión fis cal es menor en caso de aplicar el
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que en el de aplicar el de Sociedades, o,
al menos, no se derive una ventaja hacia este segundo Impuesto. Efectivamente, la
Comunidad de Bienes o la Sociedad Civil no tributarán por sus beneficios, sino que lo
harán directamente los socios imputándoseles directamente los resultados y tributando
éstos por Renta de las Personas Físicas.

El régimen legal de las Comunidades de Bienes y las Sociedades Civiles se contiene en el


Código Civil, concretamente en los artículos 392 a 406 y 1.665 a 1.708 respectivamente, y, a
grandes rasgos, consiste en:

 Responsabilidad personal y mancomunada de los socios. Es decir, que, si la sociedad o


comunidad no paga sus deudas, responderán los socios, cada uno en proporción a lo que
aportó.
 Aportaciones no necesariamente iguales.
 Reparto de resultados de acuerdo con lo establecido por los socios o comuneros y que,
generalmente, guardará relación directa con la aportación de cada uno.

Sociedades Mercantiles Personalistas: Sociedad Colectiva y Sociedad Comanditaria

El Derecho Mercantil ha regulado la creación y funcionamiento de determinadas formas


societarias especialmente aptas para el ejercicio de actividades empresariales.

Dentro de estas sociedades “mercantiles”, aparece un primer subgrupo: las llamadas sociedades
personalistas, cuya característica distintiva es la importancia que en estas sociedades tiene la
personalidad de los socios.
Efectivamente, en estas sociedades los socios tienen una participación muy importante, y su
implicación en la gestión es tal que, por lo general, cada socio es, por definición, administrador
de la sociedad, obligando a ésta con su firma. Pero el alcance de esta implicación es mucho
mayor si reflexionamos acerca de otra característica propia de estas sociedades: cada socio
responde personal y solidariamente de las deudas de la empresa. Ello quiere decir que cualquier
socio, en su calidad de administrador nato puede, en principio, comprometer el patrimonio
personal de los demás socios dado su carácter de responsables solidarios.

La Sociedad Regular Colectiva se regula por lo dispuesto en los artículos 125 y siguientes del
Código de Comercio. De su régimen legal, podemos destacar las siguientes características:

Todos los socios son, en principio, deben administradores de la Sociedad.

 Las aportaciones de los socios pueden consistir en capital y/o trabajo.


 Los socios responden personalmente de las deudas sociales, solidaria e ilimitadamente.
 La entrada o salida de nuevos socios requiere el acuerdo unánime de los demás.
 El carácter personalista se refleja hasta en la denominación de la sociedad, que deberá
girar a nombre de todos los socios, o de parte de ellos añadiendo al fin a l la expresión “y
Compañía”.

La Sociedad Comanditaria se regula por lo establecido en los artículos 145 y siguientes del
Código de Comercio. De su regulación, podemos subrayar:

 Hay dos tipos de socios: los colectivos, cuyas características son idénticas a las de los
socios de la Sociedad Colectiva, y los comanditarios, que se limitan a aportar un capital,
pero no participan en la gestión.
 De este modo, los socios colectivos pueden aportar capital y/o trabajo, mientras los
comanditarios solo aportarán capital.
 Unos socios r e s p o n d e n personalmente (los colectivos), mientras otros (los
comanditarios) solo arriesgan la pérdida de su aportación.
 La entrada o salida de nuevos socios colectivos requiere el acuerdo unánime d e los
demás socios de esta naturaleza.
 También la denominación de la sociedad recoge el carácter personalista con respecto a
los socios colectivos, debiendo girar a nombre de todos o parte de ellos, añadiendo al
final, en este último caso, la expresión “y Compañía”.

Sociedades Mercantiles Capitalistas: Sociedad Anónima y Sociedad Limitada

En estas sociedades, los socios no responden personalmente por las deudas sociales: su
responsabilidad personal se limita a perder lo que en su día aportaron.

Así, la Sociedad responde con todo su patrimonio y solo con su patrimonio. Por ello, el posible
acreedor debe tener acceso a conocer cuál es esa realidad patrimonial que sustenta la
cobrabilidad o no de las deudas que con él contraiga la sociedad.

Hablamos aquí de sociedades capitalistas, porque lo transcendental no es ya la personalidad de


los socios, sino la realidad patrimonial que haya de responder de las deudas sociales.

En estas sociedades se acentúan las obligaciones de forma y publicidad que puedan hacer
efectiva la información de los terceros acerca de la realidad patrimonial de la empresa
Correspondiendo a los administradores de estas sociedades la gestión de los recursos que les han
confiado los socios, así como las obligaciones de forma y publicidad, son ellos quienes
responderán personalmente por las obligaciones contraídas con culpa o negligencia; hay que
entender que la diligencia exigible a los administradores es la propia de un profesional conocedor
de su oficio, la de un “ordenado comerciante”.

Así, por ejemplo, un administrador puede asumir responsabilidad personal por el hecho de no
depositar las cuentas anuales de la sociedad en el Registro Mercantil, o por no promover la
disolución de la compañía cuando ésta comienza a tener pérdidas relevantes, etc.

5.- Finalidad Jurídica de la empresa

En este punto podremos apreciar cómo es que el concepto de la empresa puede irse sintetizando
en una serie de categorías generales. En ese orden de ideas, empezaremos por redefinirla como
“la organización que recae sobre un patrimonio afectado a un fin económico”, para luego
clasificarla como un “bien”, respondiendo de este modo a la necesidad de su tráfico jurídico. Es
decir, podemos encontrar en su naturaleza jurídica una categoría específica: la de “organización
patrimonial afectada a un fin económico” y otra más general: la de “bien”.
6.- Naturaleza Jurídica de la empresa

El empresario individual es una persona física que realiza en nombre propio y por medio de una
empresa una actividad económica o profesional a título lucrativo, y que responde del
cumplimiento de sus obligaciones con todos sus bienes.

Sociedad Anónima (SA): Es una modalidad mercantil que se caracteriza por tener repartido el
capital social en forma de acciones, que pueden ser transmitidas de forma libre entre los socios.
De los diferentes tipos de empresa que existen, este tipo de sociedades no suelen ser muy
utilizadas por los emprendedores y startups debido a que se precisa un alto capital social.

Esta modalidad de creación de empresa posee numerosas ventajas para los profesionales que
deciden optar por esta figura. Por ello, durante muchos años fue la opción preferida de los
medianos y grandes negocios.

Sociedad de Responsabilidad Limitada: Es uno de los tipos de empresa más solicitados por los
profesionales de negocios debido a sus considerables ventajas frente a otras fórmulas como el
autónomo o la comunidad de bienes.

A pesar de que cada sector empresarial mantiene unas particularidades de negocio, la Sociedad
de Responsabilidad Limitada también conocida como S.L. es una de las opciones más versátiles.

Sociedades Comanditarias Simple: Es una sociedad mercantil de carácter personalista formada


por socios colectivos que aportan trabajo a la Sociedad y que pueden aportar, o no, capital, y
también por socios comanditarios que tan solo aportan capital.

Este tipo de sociedades poseen una serie de características que las definen y las diferencian de las
otras formas jurídicas. En primer lugar, encontramos que no existe un capital mínimo para la
creación de sociedades bajo esta forma jurídica. Sin embargo, es necesario un mínimo de 2
socios para poder formarla.

La responsabilidad de los socios es diferente según el perfil que posean. Mientras que los socios
colectivos poseen la responsabilidad subsidiaria, personal y solidaria, los socios comanditarios
tan solo poseen la responsabilidad del capital que han aportado. Además, aunque los dos tipos de
socios tienen derechos a participar en las ganancias y el patrimonio de la sociedad, solamente los
socios colectivos poseen el derecho a la gestión de la sociedad. Cabe decir que los socios
comanditarios tienen el derecho a que se les informe del balance anual de resultados de la
sociedad.

Sociedad Colectiva: Es que los socios participan en la empresa en plano de igualdad, lo que
supone algo esencial: que, aunque la sociedad tenga independencia patrimonial, ante deudas
contraídas por la empresa deberán responder los socios de forma subsidiaria e ilimitada, con su
patrimonio privado.

Por este motivo, muchos profesionales prefieren apostar por otro tipo de fórmulas mercantiles
que no supongan tanto riesgo para los socios, como ocurre en la Sociedad Limitada o en la
Sociedad Anónima, en las que solo se tiene la cuenta el patrimonio social para hacer frente a
deudas.

Referencias Bibliográficas

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http://derechovenezuela123.blogspot.com/2012/12/el-derecho-mercantil.html (Consulta:
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