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Introducción.

El año pasado, por esta época, conceptos como “confinamientos”, “uso obligatorio de mascarillas” y
“distanciamiento social” eran desconocidos para la mayoría de nosotros. Hoy forman parte de nuestro
vocabulario habitual mientras la pandemia de COVID-19 sigue afectando todos los aspectos de nuestras vidas.

El propósito de este ensayo es analizar las consecuencias causadas por la pandemia desde hace dos años. Como
bien sabemos, el hecho de que todos estuviéramos en cuarentena, tuvo tanto beneficios buenos como malos;
se redujo en un alto porcentaje la contaminación, por otro lado, la taza de ingresos bajo demasiado, pues los
trabajos estuvieron estancados por dos años seguidos, asi como también, hubo muchas perdidas de familiares,
amigos, etc.

Desarrollo.

En diciembre de 2019 fueron reportados una serie de casos de pacientes hospitalizados con una enfermedad
nueva caracterizada por neumonía e insuficiencia respiratoria, a causa de un nuevo coronavirus (SARS-CoV-2),
en la provincia de Hubei, China. El 11 de febrero de 2020, la Organización Mundial de la Salud nombró este
agente etiológico como COVID-19 (Coronavirus Disease, 2019). Posteriormente, y a pesar de las extensas
medidas de contención, la enfermedad ha continuado avanzando hasta afectar al resto de los países de Asia,
Medio Oriente y Europa. El 11 de marzo, la COVID-19 fue declarada como pandemia en una rueda de prensa
mundial por Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud.

Los efectos de la pandemia por el COVID–19 en el ámbito educativo fueron inmediatos, una vez que se determinó
a principios del 2020 cerrar las escuelas a nivel global a fin de detener el contagio y adoptar la sana distancia, lo
que llevó a su vez a instaurar la modalidad de la educación virtual. Sin embargo, en México estas medidas no
han sido fáciles de adoptar por el conjunto de la población escolar ya que la permanencia en casa no es una
opción disponible para todos y menos aún adaptarla como aula o al menos en un espacio medianamente
propicio para el estudio. A esta carencia de espacio apropiado en casa, la falta de compañía y apoyo de padres
y/o familiares para resolver dudas académicas, que por diversas causas (empleo, desconocimiento, desinterés),
especialmente para niños y jóvenes, se suma la falta del equipo de cómputo y conexión a internet elementos
que resultan indispensables, pero costosos e inalcanzables para la mayoría de las familias mexicanas.

La pandemia de COVID-19 trastornó la vida de las familias de todo el mundo, en el penúltimo año se ha
registrado un aumento de los niños que pasan hambre, están aislados, son víctimas del abuso o sufren ansiedad.
La educación de cientos de millones de niños se vio interrumpida. El acceso a los servicios de protección y de
salud, incluida la vacunación sistemática, se restringió gravemente. La pandemia también afectó a la salud mental
de los niños y llevó a las familias a la pobreza. Este tipo de alteraciones sociales y económicas aumentaron las
probabilidades de matrimonios infantiles.
El confinamiento, los cambios en las rutinas diarias, la transformación de la vida social por el aislamiento y
distancia física, la pérdida de libertad, la preocupación por temas de salud y económicos, entre otros factores,
contribuyó a un impacto perjudicial en la salud mental de la población.

Es evidente cómo la pandemia impactó en la vida y en la salud de las personas en todo el mundo. Estar viviendo
durante tanto tiempo en pandemia tuvo un cambio drástico en la vida cotidiana de todos los sectores, incluidas
a las personas que viven con dolor crónico. Y no solo afectó el área física, también tuvo importantes
repercusiones por factores estresantes psicosociales por períodos prolongados de contacto interpersonal
limitado, aislamiento, miedo a la enfermedad, preocupación financiera e incertidumbre futura.

Estudios señalan que la disminución de la movilidad, al reducir la actividad física que habitualmente estaba
incluida dentro de la jornada de actividades semanales (asistencia a gimnasios y piscinas), redujo el estado de
salud general.

Conclusión.

La Pandemia del COVID 19, y la obligatoriedad del aislamiento preventivo y social, si bien tuvo la intención de
prevenir la propagación de la enfermedad, causó una revolución en toda la sociedad en todos sus niveles:
económico, social, de salud, y afectivo y familiar.

El mundo y la rutina como todos lo conocíamos fue cambiado, y posiblemente, quedaron muchas secuelas de
todo tipo. Estamos atravesando un momento único, y difícil que implica, también para todos, un cambio y un
desafío en cada ámbito de nuestras vidas.

Creo que, en estos días, las palabras “flexibilidad” y “resiliencia” cobran vida y es importante recordarlas y
activarlas. Poder adaptarnos de una manera sana es fundamental. Pero también lo es poder recrearnos, continuar
aprendiendo, y trabajar en el autocuidado.

En esta Pandemia, desde todos los ámbitos, tenemos que estar más unidos que nunca como sociedad, y con un
único objetivo: ayudar-nos a sortear la enfermedad y cumplir la cuarentena de forma saludable, adecuada y sin
violencia.

Bibliografía.

Cuéllar Martínez, Daniel (2017). Asociación Mexicana de Investigación Educativa. Congreso nacional de
investigación educativa. San Luis Potosí, México. Disponible en: https://www. comie.org.mx/congreso/memoria-
electrónica/v14/doc/0398.pdf

INEGI (2021). Encuesta para la medición del impacto COVID-19, en la educación (ECOVID-ED). Presentación de
resultados.

Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación / Universidad Nacional Autónoma de México


(2020). Educación y Pandemia. Una visión académica. Ciudad de México, 314 págs. Disponible en:
https://www.iisue.unam.mx/nosotros/covid/ educación-y-pandemia

Ramírez Díaz, José Antonio (2012). La inequidad en la educación superior de México. Elaleph.com, Argentina.

Tinto, Vicent (1989). Definir la deserción una cuestión de perspectiva. Revista de la educación superior. Núm. 17,
Vol. 18, julio-septiembre.

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