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Número 9
Diciembre
Diciembre-Enero
2003
la inocencia
contempla
LA INOCENCIA
Absolutamente siempre
libre de toda mancha
de pecado y toda
hermosa y perfecta,
se manifiesta tal
plenitud de inocencia
y santidad, que no
se concibe en modo
alguno mayor
después de Dios
y nadie puede
imaginar fuera
de Dios. Ella
nunca estuvo
en las tinieblas,
sino en la luz, y,
Nuestra Señora de
por consiguiente,
la Luz (Monasterio
de las Concepcio- fue aptísima
nistas, en São morada para Cristo.
Paulo - Brasil)
(De la Bula “Ineffabilis
Deus” con que el Beato Pío
IX proclamó el dogma de la
Inmaculada Concepción)
Thimothy Ring
Revista de los
HERALDOS DEL
EVANGELIO
Asociación privada internacional de
fieles de derecho pontificio
Ano I, nº 7, Agosto - Septiembre 2003
Sumario
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Vitor Domingues
“E
n la aurora de la creación, los Ángeles, por un
simple acto de voluntad de Dios, fueron sacados
de la nada y hechos puros espíritus. Así se inicia
la obra de los seis días firmada en la Inocencia.
Los que se revelaron contra el autor de la vida,
perdieron el estado en el cual habían sido crea-
dos y se vieron arrojados al Infierno.
La misma Inocencia les fue dada a nuestros primeros padres,
en el amanecer del Paraíso Terrenal. Desde los minerales hasta los
hombres, pasando por la naturaleza vegetal y por los animales, todos
los seres vivos evocaban ese magnifico celo de Dios, la Inocencia
Primera. El pecado original, no solo tiznó las almas de Adán y Eva,
también les hizo perder esa virtud fundamental. Y sus funestas con-
secuencias cayeron sobre la creación entera, la que quedó “sujeta a
la vanidad” y “la corrupción” y “gime” a la espera del día de su glorio-
sa liberación, como dice San Pablo:
“Porque estimo que los sufrimientos del tiempo presente no son com-
parables con la gloria que se ha de manifestar en nosotros. Pues la ansiosa
espera de la creación desea vivamente la revelación de los hijos de Dios. La
creación, en efecto, fue sometida a la vanidad, no espontaneamente, sino
LA
por aquel que la sometió, en la esperanza de ser liberada de la servidumbre
de la corrupción para participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores
de parto. ” (Rm 8, 18-22).
VERDADERA
En el purgatorio, las almas esperan el momento para lanzarse en
los océanos de Inocencia y obtener en Ella el gozo de la felicidad
eterna.
Mientras, el auge del esplendor de la Inocencia bajó a la tierra
PAZ Y LA
cuando los labios de una Virgen de Nazaret pronunciaron el “sí” a
la embajada del Arcángel San Gabriel: “hágase en mi según tu pa-
labra” (Lc 1, 38). Ella concibió y dio a luz un Hijo, Dios y Hombre
verdadero, la Inocencia Encarnada.
La Historia gira en torno a esa virtud, y hace algunos siglos, se
estableció un proceso en la humanidad por el cual, de forma gra-
dual, fueron desapareciendo entre nosotros las manifestaciones de
Inocencia.
Ahí está la razón de ser del llamado a la santidad, tantas veces re-
INOCENCIA
petido por el Santo Padre, así como el elemento esencial para poder
ser misioneros, permanentemente dispuestos a evangelizar a todos,
sin excluir a nadie.
Aprovechemos esta Navidad para adorar al Niño Jesús, en compa-
ñía de María y José, para implorarle gracias especialísimas para el re-
torno de la Inocencia a la convivencia de los hombres, a fin de que así
se encuentre la verdadera paz, tan anhelada por todos, pero tan poco
buscada donde realmente se encuentra, o sea, en el Pesebre. N
“Si no se hacen
como niños, no entrarán en
el Reino de los Cielos”
E
n el principio existía el Verbo, y el viene a este mundo. 10 En el mundo estaba;
Verbo estaba con Dios, y el Verbo era el mundo había sido hecho por Él y, sin
Dios. 2 Ya en el principio estaba con embargo, el mundo no lo conoció. 11 Vino a
Dios. Todas las cosas vinieron a la existencia
3
los suyos y los suyos no lo recibieron. 12 Pero
por Él; y sin Él nada empezó de cuanto a todos los que lo recibieron, les concedió
existe. 4 Él era la vida, y la vida era la luz de poder llegar a ser hijos de Dios, a los que
los hombres. 5 La luz brilla en las tinieblas, creen en su nombre, 13 los cuales no nacieron
pero las tinieblas no la recibieron. 6 Hubo de la sangre, ni del deseo de la carne, ni por
un hombre enviado por Dios, que se llamaba voluntad del hombre, sino que nacieron de
Juan. 7 Este vino como testigo, para dar Dios. 14 Y el Verbo se hizo carne, y habitó
testimonio de la luz, para que todos creyeran entre nosotros. Hemos visto su gloria, gloria
por medio de él. 8 Él no era la luz, sino testigo que le corresponde como Hijo Unigénito del
de la luz. 9 Aquel que es el Verbo era la luz Padre, lleno de gracia y de verdad. 15 Juan el
verdadera, que ilumina a todo hombre que Bautista dio testimonio de Él, clamando: “A
éste me refería cuando dije: ‘El que viene de Moisés, mientras que la gracia y la verdad
después de mí, tiene precedencia sobre mí, vinieron por Jesucristo. 18 A Dios nadie lo ha
porque ya existía antes que yo’ ”. 16 De su visto jamás. El Hijo Unigénito, que está en
plenitud hemos recibido todos gracia sobre el seno del Padre, es quien lo ha revelado.
gracia. 17 Porque la ley fue dada por medio (Jn. 1, 1-18)
I – SE HIZO NIÑO Y determinado aspecto del Salvador, conocer por los hombres y, al final,
despierta en nosotros reacciones a terminó por enviarnos a su propio
HABITÓ ENTRE NOSOTROS
veces intensas: el Tabor nos causa Hijo. “Ahora, en estos tiempos, nos
Llenas de júbilo repican las cam- admiración por el brillo del acon- ha hablado por medio de su Hijo, a
panas a la media noche. En medio tecimiento; durante los Pasos de la quien constituyó heredero de todas
de una atmósfera de consoladora, Pasión, las lágrimas bañan nuestro las cosas y por medio del cual hizo el
penetrante y envolvente alegría, don- rostro; vibramos de gozo al conside- universo” (He. 1, 2).
de todo es paz y armonía, ellas marcan rar la Resurrección y la Ascensión. A partir de entonces, sus atribu-
el inicio de la Misa del Gallo. En el Pero, la dulzura radiante emitida tos fueron colocados al alcance de
interior del edificio sagrado casi no por el pesebre en Belén no sólo nos nuestra inteligencia, a través de las
hay sombras, la luz es plena y domina encanta, sino que penetra en nues- obras de Dios humanado. ¿Quién
el ambiente en un inefable paralelo tras almas y las suaviza. podría imaginar un medio más ex-
junto al órgano y las melodiosas voces. Allí está la Bondad en esencia, celente de comunicación entre Dios
Los fieles se sienten atraídos a meditar bajo el ropaje de nuestra débil na- y creatura?
sobre uno de los principales misterios turaleza. En ella se realizó, uno de
de nuestra Fe, la Encarnación del Ver- los mayores designios de la Trinidad
bo, el Nacimiento del Niño Jesús. Poder y humildad se
Santísima en relación a los habitan-
tes de este valle de lágrimas. besan
Dios quiso hacerse Dios después de tantos siglos Junto al Pesebre encontraremos
conocer por los hombres hablándonos a través de las cria- la más bella y eficaz manifestación
Cada fiesta litúrgica, al pro- turas y de los profetas, hizo patente del gran poder de Dios: un Pequeño
ponernos la consideración de un su empeñado deseo de hacerse nacido para elevar, por la acción
Suspira-
do por los
Profetas,
cantado por
el Evangelis-
ta, el Verbo
de Dios se
hizo carne y
habitó entre
nosotros
(“Nacimiento
de Jesús”,
Catedral de
Notre-Dame
de Paris)
este inocente!”
Y antes que el niño fuera entrega-
do a su madre, instantáneamente, las
aguas se volvieron plácidas como en
su alegría, en la compañía de María José, infaliblemente nos obtendrán una tarde marítima de primavera.
y José, o sea, manteniéndonos ino- —conforme Él mismo nos prome- Hagamos lo mismo. La huma-
centes hasta el día del juicio. tió (1)— la restauración de nuestra nidad hoy atraviesa una de sus ma-
Pero, si la blancura de nuestras Inocencia. yores crisis. En esta tan tormentosa
túnicas bautismales fue tiznada por Navidad de 2003, presentemos al
el pecado, si ellas fueron rasgadas Que pueda el Niño Niño Jesús, a Dios Padre y, auxi-
por los desarreglos de nuestras pa- liados por la poderosa intercesión
siones y perdieron los perfumes de
Jesús nacer en el de María y José, imploremos la
aquella inocencia de otrora, ¿cómo pesebre de nues- verdadera paz a este mundo tan
proceder?
tros corazones, y conturbadamente caótico. O sea,
Por encima de todo, no debemos que vuelva a reinar entre nosotros la
dejarnos tomar por el abatimien- así la inocencia rei- virtud de la inocencia.
to. Hagamos sumergir nuestra ne de nuevo entre
túnica en las milagrosas aguas de
nosotros Cf. Jn. 14, 13 (“Todo lo que pidan
1
L´Osservatore Romano
El Obispo,
servidor del Evangelio de Jesucristo,
para la esperanza del mundo
Movido por su incansable solicitud pastoral, el Santo Padre marcó su 25° aniversario de su Pontificado con una
publicación sobre una Exhortación Apostólica para los Pastores del Rebaño,para “ofrecer a toda la Iglesia” un
patrimonio de reflexiones hechas con ocasión de la 10ª Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.
De este documento de trascendental importancia, destacamos para nuestros lectores los insertos a continuación
(los subtítulos son de nuestra redacción).
Profeta, testimonio y sier- tor, acompaña siempre a los Obis- peranza, partiendo de la predica-
vo de esperanza. pos, que reflexionaron conmigo ción del Evangelio de Jesucristo.
Los Pastores de la grey están sobre la figura del Obispo, servidor La perspectiva de la esperanza
conscientes de que, en el cumpli- del Evangelio de Jesucristo, para la teologal, junto con la de la fe y
miento de su ministerio de Obis- esperanza del mundo. la caridad, ha de moldear por
pos, cuentan con una gracia divina De hecho, es tarea de cada completo el ministerio pastoral
especial. La imagen del Buen Pas- Obispo anunciar al mundo la es- del Obispo.
Sergio Hollmann
señad a todas las naciones, bautizán-
dolas en el nombre del Padre, y del
Hijo y del Espíritu Santo, enseñán-
doles a guardar todo lo que yo os he
mandado. Y he aquí, que yo estoy
con vosotros todos los días, hasta el
fin mundo” (Mt 28,18-20).
En el texto del Evangelio de San
Mateo, se puede ver como todo el
ministerio pastoral se articula, según
la triple función de enseñar, santifi-
car y regir. Se trata efectivamente de
funciones íntimamente ligadas entre
sí, que mutuamente se explican,
condicionan e iluminan.
Precisamente por eso, el Obispo,
cuando enseña, al mismo tiempo
santifica y gobierna el Pueblo de
Dios; mientras santifica, también
enseña y gobierna; cuando gobierna
enseña y santifica.
El Obispo, obrero de
justicia y de paz
Los Padres sinodales, se refi-
rieron al Obispo como profeta
de justicia. Hoy más que ayer, la
guerra de los poderosos contra los
débiles, ha abierto profundas divi-
siones entre ricos y pobres.
¡Los pobres son legión! En el
seno de un sistema económico
injusto, con disonancias estructu-
rales muy fuertes, la situación de
los marginados se agrava de día en
día. En la actualidad hay hambre
en muchas partes de la tierra,
mientras en otras hay opulencia.
Antes estas situaciones de in-
justicia, y muchas veces sumidos
en ellas, que abren inevitable-
Timothy Ring
narrado en los Evangelios. Los Nuestro primer y trascenden- y la solidaridad del Sucesor del
discípulos, exponen a Jesús su tal recurso es la caridad de Dios, apóstol Pedro, cuya potestad su-
perplejidad ante la muchedumbre infundida en nuestros corazones, prema y universal no anula, sino
que, hambrienta de su palabra, por el Espíritu Santo, que nos ha que afirma, refuerza y protege la
lo ha seguido hasta el desierto, potestad de los Obispos, suceso-
y le proponen: “Despide a la “Nuestra tarea res de los Apóstoles.
multitud...”(Lc. 9.12). Quizás tie- Al término de las reflexiones
nen miedo y verdaderamente no es ser para cada expuestas en estas páginas, nos
saben como saciar a un número damos cuenta de como el tema de
tan grande de personas. persona, de manera la X Asamblea General Ordinaria
No obstante, Jesús tiene su del Sínodo, nos conduce a noso-
propia manera de solucionar los eminente y visible, tros, Obispos, hacia todos nues-
problemas. Como provocando a tros hermanos y hermanas en la
los Apóstoles, les dice: “Dadles un signo vivo de Iglesia y hacia todos los hombres
vosotros de comer” (Lc.9,13).
Conocemos bien, la conclusión Jesucristo, Maestro, y mujeres del mundo. A ellos nos
envía Cristo, como un día envió
del episodio: “Comieron todos
hasta saciarse. Se recogieron Sacerdote y Pastor” a los Apóstoles (cf.Mt 28,19-20).
Nuestra tarea es ser para cada
los trozos que les habían so- persona, de manera eminente y
sido dado (cf. Rm 5,5). El amor
brado: doce canastos” (Lc.9,17) visible, un signo vivo de Jesucris-
con que Dios nos ha amado es tan
¡Quedan todavía muchas de to, Maestro, Sacerdote y Pastor.
grande que siempre nos puede
aquellas sobras en la vida de la Cristo Jesús, pues, es el ícono
ayudar a encontrar el modo apro-
Iglesia! al que, venerados Hermanos en
piado, para llegar al corazón del
Así pues, nosotros los Obispos, el episcopado, dirijimos la mirada
hombre y la mujer de hoy.
¿de donde sacaremos el pan ne- para realizar nuestro ministerio
También, nuestra comunión en
cesario, para responder a tantas de heraldos de la esperanza. Invo-
cuestiones dentro y fuera de las el cuerpo episcopal, del que for- camos, sobre ésta nuestra tarea,
Iglesias y de la Iglesia” Podríamos mamos parte por la consagración, la intercesión de la Virgen Ma-
lamentarnos como los Apóstoles es una formidable riqueza, puesto ría, Madre de la Iglesia y Reina
con Jesús: “Cómo hacernos en que es una ayuda inapreciable, de los Apóstoles. Que Ella, que
un desierto con pan suficiente, para leer con atención los signos mantuvo la oración del Colegio
para saciar a una multitud tan de los tiempos y discernir con apostólico en el Cenáculo, nos
grande?” (Mt. 15,33). ¿En qué claridad lo que el Espíritu dice a alcance, de no frustrar jamás la
“lugares”, encontraremos los las Iglesias. En el corazón del Co- entrega de amor que Cristo nos
recursos? legio de los Obispos, está el apoyo ha confiado. ²
L
os pueblos prehispánicos de
México transmitían y conserva-
ban la memoria de su historia
El cinto y el resplandor
Nuestra Señora de Guadalupe se presenta con un
cinto que no se ubica en su cintura, sino más arriba. Virgen de Guadalupe
Su Manto de Estrellas
De acuerdo con recientes estudios se puede
comprobar con admirable exactitud que, en el Arriba, el rostro virginal de la Santísima Virgen y la flor de
cuatro pétalos, símbolo de la presencia plena de Dios para
los indígenas a los cuales Nuestra Señora se manifestó
L
a existencia de la figura de el ojo de la imagen milagrosa y
un hombre estampado en ratificó el descubrimiento del fo-
el ojo derecho de la ima- tógrafo. Posteriormente escribió
gen de la Virgen de Guadalupe un libro titulado: “Juan Diego en
es un hecho innegable, confirma- los ojos de la Santísima Virgen
do por diversos profesionales y de Guadalupe” (Edit. Tradición,
científicos después de meticulosas México, 1974).
investigaciones. Cinco conceptuados oftalmó-
En 1929, el fotógrafo oficial de logos, —Javier Torroella, Rafael
la Basílica de Guadalupe, Alfonso Torrija Lavoignet, Guillermo Sil-
Marcué, afirmó haber descubierto va Rivera, Ismael Ugalde Nieto
en el ojo derecho de la imagen la y Joseph P. Gallaghner— hicieron
figura de un hombre barbado. un riguroso análisis del mismo
En 1952, el dibujante José Sa- ojo de la imagen, llegando a la
linas Chávez examinó con lupa conclusión idéntica a la del dibu-
jante Salinas Chávez dejando un
certificado.
En 1981, los científicos de la
National Aeronautical and Espace Arriba: la figura de San Juan Diego
aparece impresa en el ojo derecho
Administration (NASA), Philip
de la imagen. A la izquierda: el
Callahan y Jody Brandt Smith, dibujante Salinas Chávez examina la
realizaron en conjunto un deta- estampa de la Virgen de Guadalupe
llado estudio fotográfico, después
del cual declararon que la imagen
de la Virgen de Guadalupe es nadie puede negar llegan a la
inexplicable para “el actual estado conclusión evidente que Nuestra
de la ciencia”. Sobre la base de ese Señora quiso dejar para la hu-
estudio fueron publicados tres manidad de los siglos futuros un
libros. testimonio tan categórico como
Los resultados de esas sucesi- misericordioso de su milagrosa
vas investigaciones, cuya seriedad aparición en el siglo XVI.
tanto, era la muestra que la Señora es Virgen y Ma- parte, existe un sinnúmero de maravillas que la
dre. Virgen oculta y que la ciencia con todos sus avances
tecnológicos no consigue explicar. Por ejemplo, el
El Rostro maravilloso fenómeno de sus pupilas, en las cuales
Por fin, Nuestra Señora quiso presentarse con se distinguen con lupa minúsculas figuras humanas.
rasgos mestizos, rostro moreno y ovalado y así, mani- La durabilidad inexplicable del rudo manto que ni
festar que Ella desea ser la Madre amorosa de todos el ácido sulfúrico, caído por accidente, consigue des-
los habitantes de América. truir. El modo misterioso en que fue impresa la figu-
* * * ra de la Virgen y otros aspectos que próximamente
Muchísimos otros símbolos pueden observarse abordaremos. Son las maravillas de la “Siempre Vir-
en la extraordinaria figura de Nuestra Señora de gen Santa María, Madre del Verdadero Dios” como
Guadalupe, y ninguno de ellos está al azar, pues ella misma se definió cuando habló por la primera
todo en Ella es de una altísima Sabiduría. Por otra vez con San Juan Diego. N
Peregrinación a
se encuentra el Alcalde de
la Ciudad, Dr. Iván Moreno
Rojas.
Bucaramanga
El pasado16 de Octubre la Imagen Peregrina arribó a la ciudad de Bucaramanga,
en el nororiente de Colombia. Los Heraldos del Evangelio llegaban a esta ciudad
para participar en las festividades que la Arquidiócesis desarrolló con motivo de
sus 50 años y cuyo acto central fue el IX Congreso Mariano Arquidiocesano. ¿Qué
hizo que este viaje fuese inolvidable para los Heraldos que en él participaron?
Carlos Jiménez
C
ada vez que tengo la gracia de acom- En pocos minutos mis duda se transformó en
pañar los recorridos de la Imagen certeza, pues apenas descendimos, el Ejército le rin-
Peregrina del Inmaculado Corazón de dió honores, y millares de personas que salían de la
Fátima, a nuestro espíritu se vienen terminal fueron incorporándose a una caravana de
preguntas sobre cual será la acogida, unos doscientos vehículos que la acompañaron en el
el recibimiento que una u otra ciudad trayecto hasta la ciudad. Muchas personas se arrodi-
le preparan a esta Augusta Visitante. No me imagi- llaban al paso de la peregrina, otros lloraban y varios
naba lo que sucedió… ondeaban banderas, mientras sacaban cuadros e imá-
Una vez que las ruedas del avión comenzaron a genes piadosas de la Virgen, colegios enteros salieron
detenerse a un costado de la terminal noté algo extra- al encuentro saludando con aplausos. Más adelante,
ño: estaba formada una unidad del Ejército junto a su en una esquina, se encontraban unos 20 sacerdotes
respectiva banda. Como ninguna autoridad venía en el que participaban de una reunión vicarial y que al oir
avión sólo cabia una posibilidad, ellos esperaban a la tanta algarabía salieron a saludar a la Virgen. Tres ca-
Virgen. ¿Sería verdad? denas de radio transmitieron todo el recorrido. Desde
Monseñor Héctor
Cubillos, corona la
imagen peregrina
Fotos: Diego Rodríguez
Izquierda y derecha:
En la capilla de la V
brigada del Ejército
Vista general y ángel del Pesebre de la Iglesia de los Servitas, en Innsbruck, Austria
El primer
pesebre de la historia
¿Cómo surgió la piadosa costumbre
Victor Toniolo de hacer pesebres en Navidad?
22
C orría el año de 1223.
La nieve cubría con
su albo manto la
pequeña ciudad de
Greccio, en el cen-
tro-sur de Italia. Las campanas
El milagro Eucarístico
de Cebrero
Un portentoso milagro vuelve a conducir la Fe de un monje incrédulo,
premia el fervor de un granjero y nos invita a aumentar
nuestra devoción a la Sagrada Eucaristía.
J
oão Santin abrió con dificultad la Al mismo tiempo, en el monasterio, un monje
puerta de la cabaña, debido al fuerte salía de su celda, atravesaba los fríos corredores y
viento. Envuelto en su manta y con claustros, y abría las puertas de la iglesia, para dar
su sombrero inicio a la santa Misa
enterrado has-
ta los ojos, sin Dos prodigios
intimidarse por simultáneos
la tempestad, que no pre-
En la oscuridad del tem-
sentaba señales de amainar,
plo vacío, el monje rezaba
comenzó a recorrer los tres
maquinalmente las oraciones
kilómetros, que separan la
litúrgicas, imaginando que,
villa de Barjamayor donde
con aquella tormenta, nadie
vivía, del Monasterio de Ce-
se arriesgaría a subir hasta la
brero (España).
iglesia.
En aquel helado día de
Sin embargo, en la hora
1300, el sol, pareciendo tener
de la Consagración, con las
pereza de salir de su resguar-
primeras luces del alba, perci-
do, dejaba que la noche se
bió la presencia del granjero,
prolongase. La nieve cubría
que todo mojado y transido
los caminos y los tejados de
de frío, asistía devotamente al
las casas.
Santo Sacrifício.
Pero João, no quería per-
Sorprendido, el monje
der la misa matutina…
Arriba, en el centro: patena y cáliz en
murmuró para sí: “Oh, que
Su gran devoción al Sa-
los cuales se operó el milagro. vino a hacer aquí, este pobre
cramento de la Eucaristía, lo
llevaba a desafiar cualquier Abajo, relicarios donados por la Reina hombre, esforzándose tanto,
Isabel La Católica, para contener el apenas para ver un pedazo de
inclemencia del tiempo. preciosísimo Cuerpo y Sangre de
Con el paso resuelto, en- pan y un poco de vino?”
Nuestro Señor Jesucristo.
frentando la nieve y el viento, En ese momento exacto, el
continuó por la empinada carretera, que subía hasta Señor operó un glorioso mila-
la iglesia. gro: mal, había terminado de pronunciar aquellas sa-
31 NUEVOS CARDENALES
“La Iglesia de Cristo,
siempre antigua y siempre nueva”
E
n el 9º Consistorio de su Pontificado, del
21 al 22 de octubre, el Papa Juan Pablo II
entregó al capelo y el anillo a 30 nuevos
Cardenales, llevando para 194 el número
de miembros del Colegio Cardenalicio, además de
uno “in pectore” (secreto).
“En esta plaza,—afirmó el Papa al comenzar la
homilía— resplandece hoy la Iglesia de Cristo, antigua
y siempre nueva, reunida en torno al Sucesor de Pe-
dro. El Colegio cardenalicio, enriquecido con nuevos
miembros, al mismo tiempo que refleja aún más la
multiplicidad de razas y culturas que caracterizan al
pueblo cristiano, resalta más evidentemente la unidad
de cada porción de la grey de Cristo con la cátedra del
Obispo de Roma”. “El rojo púrpura de las vestiduras La delegación de los Heraldos con el Cardenal Joseph
cardenalicias —continuó el Pontifice— evoca el color Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe
de la sangre y recuerda el heroísmo de los mártires. Es
el símbolo de un amor a Jesús y a su Iglesia que no co-
noce límites: amor hasta el sacrificio de la vida.”
En seguida el nuevo cardenal Jean Louis-Tauran
agradeció a nombre de los demás purpurados: “Con
usted, Santo Padre, queremos anunciar a nuestros
contemporáneos al único Redentor del hombre. ¡Es
la más hermosa aventura que puede merecer nues-
tro sacrificio!”
Asistieron a las ceremonias en el Vaticano nume-
rosas autoridades italianas, delegaciones diplomáti-
cas de más de cien países, religiosos y representantes
de movimientos eclesiales del mundo entero.
La delegación de los Heraldos del Evangelio,
dirigida por nuestro Presidente general, João Clá
Dias, tuvo oportunidad de prestar homenaje a los
nuevos Cardenales, y saludarlos en un clima de ele-
vada y auténtica amistad. …con el nuevo cardenal Eusébio Oscar Scheid, S.C.I.
Arzobispo de Rio de Janeiro
… con el Cardenal Marc Ouellet, P.S.S., Arzobispo …con el Cardenal Rodolfo Quezada Toruño,
de Québec (Canadá) Arzobispo de Guatemala
… y por las
dependencias del
Vaticano
Arriba:
Mons. Fernando
Sáenz Lacalle,
Arzobispo de
San Salvador
corona la imagen
peregrina. Al lado
junto al Nuncio,
Mons. Giacinto
Berloco, saliendo
de la Basílica
para dar inicio a
la procesión
EN EL SANTUARIO DE FÁTIMA,
DÓNDE SE APARECIÓ LA VIRGEN
El auge de la peregrinación de los Heraldos del Evangelio al
Santuario de Fátima, fue la solemne Eucaristía presidida por el
Nuncio Apostólico en Portugal, Mons. Alfio Rapisarda, y concele-
brada por Mons. Serafim Ferreira e Silva, obispo de Leiria-Fátima.
En la homilía, el Nuncio agradeció “vivamente esta manifesta-
ción de fe, de amor y de adhesión que la benemérita Asociación de
los Heraldos del Evangelio quiso organizar en homenaje al Santo Procesión de las velas, en Fátima
Padre el Papa Juan Pablo II, en el feliz momento del 25º aniversa-
rio de su fecundo Pontificado.”
En la Capilla de las Apariciones, durante el rezo del rosario,
transmitida en directo por Radio Renascença, la mayor emisora
católica del país, el Coro de los Heraldos del Evangelio interpre-
tó varios cantos entre cada decena de los Misterios Gozosos. El
Rector del Santuario de Fátima, Mons. Luciano Guerra, invitó
gentilmente a los Heraldos del Evangelio a participar también de
la procesión con la imagen de la Virgen de Fátima, durante la cual
interpretaron varias músicas instrumentales.
ASTURIAS: “ROBAIS EL CORAZÓN...”
Los Heraldos
En Oviedo, en la Parroquia de San Juan el Real,
el Arzobispo, Mons. Carlos Osoro Sierra, presidió la
ceremonia de coronación de la Virgen (fotos 1 y 2).
Sus palabras manifiestan la viva emoción que invadió
su alma:
“Quiero dar gracias a Dios, esta noche, por este
momento que los Heraldos del Evangelio nos dieron
la posibilidad de vivir, junto a nuestra Madre, María
Santísima.
“Os agradezco, porque hacen como aquellos
primeros hombres y mujeres del inicio de la Iglesia.
Hacen este primer anuncio, con el cual, nos robais
el corazón. Y hacen posible que en lo más profundo
del corazón, experimentemos el deseo de lo eterno,
a través de vuestros cantos, de las trompetas, de
vuestra forma de actuar, de ser y de hablar. Pero
sobretodo, si, quería deciros, Heraldos, es por vues-
tra forma de vivir. Muchísimas gracias por vuestro
testimonio.”
También en Asturias, los He-
raldos visitaron Gijón y
fueron en peregrinación
a la histórica gruta de
Covadonga, dónde la
Virgen se apareció
para defender a un Ávila, puerta de San Vicente: el pasado y el futuro se encuentran
último puñado de ca-
tólicos que resistían a
la invasión de los dos
enemigos de la Fe.
(foto 3)
3
Presentación
en la
Parroquia
“Virgen de
La Calle”,
patrona de
Palencia
En destaque,
Mons. Rafael
Palmero,
Obispo
diocesano
A LOS PIES DEL
El “Botafumeiro”,
monumental
turíbulo de plata,
usado en las
Madrid, Iglesia de la Virgen de la Asunción celebraciones
solemnes de
la Catedral de
Compostela
“Aquí no existe el tiempo, hay solamente eternidad...”
UNA
VISITA AL
INFIERNO (CONCLUSIÓN)
Acompañemos la parte final del sueño de Don Bosco, respecto del
infierno, en el cual le fueron mostrados tres tipos de pecados, que son
causa de numerosas condenaciones, y los medios para evitarlos.
M
ientras, lleno de los que fueron educados en nuestras de modo alguno. Me acerqué. Más,
horror, contem- casas. para que me viesen, esperando poder
plaba el estado El recuerdo de todos y cada uno hablarles y que me dijesen algo, pero
de muchos de mis de los pecados no perdonados, y su ninguno de ellos me habló ni me oyó.
jóvenes, me asaltó justa condenación; el haber tenido mil Entonces pregunté a mi guía, la
de improviso un pensamiento. ayudas extraordinarias para convertir- causa de esto. Me respondió, que en el
-¿Pero como es posible que estén se a Dios , ser perseverantes en el bien mundo de los condenados, no tenían
condenados, todos los que aquí se y ganar el Paraíso. libertad, cada cual sufre allí el castigo
encuentran? Ayer en la tarde, ellos ¡El recuerdo de tantas gracias pro- que Dios le impuso, sin tener posibili-
estaban vivos en el Oratorio. metidas, ofrecidas y dadas por María dad de cambio. Y agregó:
—Todos éstos que ves aquí —di- Santísima, y no correspondidas! —“Ahora es necesario, que tam-
ce mi guía— viven aún, pero están ¡Poder salvarse con poco trabajo bién usted vaya en medio de aquella
muertos para la gracia y se condena- o perderse irremediablemente para mancha de fuego, que vio.”
rían si muriesen ahora o continuasen siempre! —¡No, no! No quiero ir al infier-
actuando como lo hacen hasta el ¡Recordar, tantos buenos propósi- no!— contesté aterrorizado.
presente. Pero no perdamos tiempo, tos hechos y no cumplidos! ¡Ah! Bien —Dime, que te parece mejor: ¿ir al
sigamos adelante. dice el proverbio, que el Infierno está Infierno y librar a tus jóvenes o estar
lleno de buenas intenciones. afuera y dejarlos en medio de tantos
Poco me importa sufrir, si Allí, vi de nuevo todos los jóvenes tormentos? —preguntó mi amigo.
me puedo librar de estos del Oratorio, que había visto poco an- Respondí:
tormentos tes en aquel horno (algunos de ellos, —¡Oh! Mis queridos jóvenes, yo
me estaban oyendo en ese momento, os amo mucho y quiero que todos se
Me marché de este lugar, y por
otros viviendo junto con nosotros y salven. ¿No podemos, hacer de modo
un corredor que bajó a un profundo muchos que yo no supe). que ni ellos, ni yo, entremos ahí?
subterráneo, me llevó a otro lugar, en Yo me acerqué y observé que todos Ud. todavía está a tiempo —res-
cuya entrada estaba escrito: estaban llenos de gusanos y animales pondió mi amigo— y ellos también,
“Su gusano no se morirá y el fuego repugnantes que —de una manera con tal de que hagan todo cuanto
no se extinguirá... El Señor Todopo- tan miserable, que me es imposible puedan.
deroso dará fuego y gusanos a sus explicar— ellos roían y consumían su Mi corazón se dilató y dije para mi
carnes, para que ardan y sufran eter- corazón, los ojos, las manos, piernas, mismo:
namente. (Jdt 16,21) brazos. Estaban inmóviles, expuestos —Poco me importa sufrir y traba-
Aquí se contemplaba un espectá- a toda especie de indisposiciones e in- jar, si puedo librar de tantos tormen-
culo de terribles remordimientos de comodidades y no podían defenderse tos a mis queridos niños.
La milésima pared,
una minúscula muestra
mo será la última muralla, si esta pri- Estos sueños no son más
mera es tan terrible. ¿Ve esta pared? que un comentario de la
Incliné la cabeza y prometí. No Observé con mayor atención esa
Sagrada Escritura
soportando más el cansancio, dije a pared, que era de un espesor colosal.
mi amigo: El guía prosiguió: Tomando en consideración que
—Agradezco la caridad que tuvo —Esta es la milésima pared, antes no os conté estas cosas con todo su
conmigo, y le ruego me saque de aquí de llegar al fuego del Infierno. El está horror, para no asustarlo demasiado.
—Ven conmigo — me dijo. rodeado por mil murallas. Cada una Sabemos que el Señor nunca habló
Dándome ánimo, me tomó por la tiene mil medidas de espesor y ésta sobre el Infierno nada más que por
mano y me ayudó, porque yo estaba es la distancia entre una y otra; cada figuras, porque, si lo describiera co-
extenuado. Saliendo de aquella sala, medida es de mil millas; esta muralla mo es, no lo entenderíamos. Ningún
atravesamos en un momento aquel te- está a un millón de millas del verdade- mortal puede comprender estas cosas.
rrible patio y el largo corredor de en- ro fuego del Infierno y, por lo tanto, es El Señor las conoce y puede decirlas a
trada. Antes de abandonar el umbral un minúsculo principio del Infierno, quien quiera.
de la última puerta de bronce, se vol- propiamente dicho. Quedé tan perturbado que durante
vió nuevamente hacia mí y exclamó: Dicho esto, y viendo los esfuerzos varias noches no pude dormir, por
—Ahora que viste los tormentos de que yo hacía para apartarme, tomó mi causa de este miedo. Les conté breve-
los otros, es preciso que también tu ex- mano, la abrió a la fuerza y me obligó mente lo que vi en larguísimos sueños:
perimentes, un poco del Infierno. a apoyarla sobre una piedra de aque- hice sólo un breve resumen.
—¡No!, ¡No! — grité espantado. lla última muralla. En aquel instante, Luego les daré instrucciones
El insistía y yo me negaba. sentí una quemazón tan intensa y sobre el respeto humano, sobre
—No temas, es sólo probar; toca dolorosa que, saltando hacia atrás y el sexto y séptimo Mandamientos,
esta muralla — me dijo. dando un fuerte grito, me desperté. y sobre la soberbia. No haré más
Yo no tenía valor y sólo quería Me encontré sentado en la cama que explicar estos sueños, porque
apartarme. El, sin embargo, me inci- y, me pareció que mi mano estaba en todo están de acuerdo con la
taba, diciendo: ardiendo, la restregaba con la otra Sagrada Escritura: mas aún, no
—¡Es necesario que usted pruebe! para pasar aquella sensación. Cuando son más que un comentario de lo
Me tomó decididamente por el brazo amaneció, observé que ella estaba que en ella se lee al respecto. Ya le
y me llevó, junto a la muralla, diciendo: efectivamente hinchada. Y la impre- dije algunas cosas en estas noches,
—Por lo menos toque rápidamen- sión imaginaria de aquel fuego, tuvo pero, siempre que pueda venir a
te para poder decir que fue a visitar las tal fuerza que, poco después, la piel conversar con usted, le contaré las
murallas de los suplicios eternos y las de la palma de la mano se desprendió restantes, dándole algunas expli-
tocó. Y también, para comprender co- y cambió. caciones. ²
E
l tema de este artículo es un “Noble propio oficio que ejercían. Al punto de que ellos
Oficio”. mismos lo designaron como el “Noble Oficio”.
¿Cuál será? Sin embargo, no era fácil ser admitido en la
Seguramente —pensará alguno cofradía. Para ser aceptado como participante del
de nuestros lector— será el ejerci- “Noble Oficio”, no bastaba con ser un buen profe-
cio de algún alto cargo en la corte sional. También era necesario saber “cantar, tocar
británica. ¿O quien sabe, alguna función de alta el cuerno, tocar flauta, manejar la lanza, combatir
responsabilidad en el Vaticano, o en alguna presti- con espada, describir en versos sus instrumentos de
giosa universidad, como la Sorbonne o Coimbra? trabajo”.
¡Nada de esto! La corporación de zapateros ingleses, como
¿Entonces, de que se trata? innumerables otras cofradías existentes en la Eu-
Estimado lector, permítame ayudarlo. Es algo ropa medieval, era enteramente independiente del
que viene del pasado, de un pasado cristiano. El poder estatal, incluso del Rey. Tenían sus propias
“Noble Oficio” era el título dado a los… ¡zapateros leyes, sus jueces —los “maestros juramentados”—
ingleses en la Edad Media! que imponían sanciones a quienes se comportaban
Efectivamente, los trabajadores manuales de mal o que, por sus engaños, desprestigiaban la pro-
la corporación de los zapateros fesión.
se ufanaban, no sólo de la Sobretodo, tenían sus capi-
calidad de sus produc- llas, sus santos patronos,
tos, sino también del sus iglesias, sus fiestas
Fotos: Sergio Hollmann
y procesiones. Una de sus princi- París, en el día de Pascua de
pales preocupaciones era de cada año”.
que todos los hermanos Todo esto era hecho
de la cofradía fueran en una atmósfera de
buenos cristianos. concordia y alegría
Hasta el día de difícil de enten-
hoy, por ejem- der en nuestros
plo, se puede días.
ver en la mara- En las
villosa Catedral fiestas de la
de Chartres ciudad, las
(Francia) los corporacio-
vitrales de nes desplega-
extraordinaria ban sus ban-
belleza ofrecidos deras durante
por los panaderos, los desfiles so-
los pescadores, los lemnes, disputan-
viñateros, al lado de do preeminencia.
los que fueron donados Ellos constituían pe-
por la reina Blanca de Cas- queños mundos extraor-
tilla, madre del Rey San Luis. dinariamente dinámicos, ac-
La costumbre, impregnada de ca- tivos, y sobretodo, cristianos, que
ridad cristina, hacía que los cófrades del “No- daban a la ciudad su impulso y fisonomía
ble Oficio” se ayudasen mutuamente en cualquier característica.
lugar donde se encontrasen. Algunos podían ser del He aquí una situación pintoresca que ilustra co-
norte, otros del sur, pero estaban todos unidos por mo sucedían las cosas cuando el espíritu de la Santa
un vínculo religioso que los llevaba a auxiliarse en Iglesia impregnaba a la sociedad civil.
las circunstancias adversas. El zapatero Tom Drum se encontró durante el
Patrones, trabajadores, aprendices, cada uno viaje con un joven noble arruinado, y lo invitó para
conservando su posición, se ayudaban, se protegían ir con él.
y se estimulaban a progresar en la fe cristiana y… —Yo pago los gastos, y en Londres nos divertire-
en la calidad de los zapatos que fabricaban. mos mucho.
Por ejemplo, los “maestros juramentados” —en —¿Pero como pagarás? Pensé que toda tu for-
general los zapateros más antiguos— reprendían tuna no es más que algunos centavos…—objetó el
severamente a los patrones que no cuidaban de hidalgo.
la virtud de sus aprendices, lo que perjudicaba a “Te lo voy a explicar. Si fueses zapatero como yo,
los feligreses por la mala calidad del zapato que podrías viajar de un extremo a otro de Inglaterra con
producían. Al mismo tiempo, daban auxilio a los apenas un centavo en el bolsillo. En cada ciudad
hermanos que estaban con problemas en los nego- encontraría alojamiento, comida y bebida, sin ni si-
cios, a las viudas y a los huérfanos de los zapateros quiera tener la necesidad de gastar tu único centavo.
fallecidos. A los zapateros no les gusta que le falte algo a uno
Todos los oficios de la sociedad estaban organi- de sus colegas. Nuestra reglamentación establece lo
zados de la misma forma. Constituían verdaderas siguiente: si llega a la ciudad un compañero sin pan ni
hermandades dentro de la sociedad civil, en las dinero, basta con que se presente. No necesitará pre-
cuales circulaba la savia del Evangelio. ocuparse, pues los zapateros de la ciudad lo recibirán
Se ufanaban de sus obras de caridad. Por ejem- bien y le darán hospedaje y comida gratis. Y si necesi-
plo, los orfebres de París, consiguieron permiso pa- tara trabajar, la corporación tratará de conseguirle un
ra, uno cada vez, abrir los días domingos y festivos. empleo, así él no tendrá preocupaciones”.(1) ²
El lucro obtenido en esos días se destinaba a ofre-
cer una comida a los pobres el Domingo de Pascua.
“Quien abre su tienda en esos días, deposita en la caja Las Ciudades y las Instituciones Urbanas en la
1)
de la cofradía todo cuanto ganó (…) y con ese dinero, Edad Media, apud. Régine Pernoud, A la Luz de la
se paga una comida para los pobres del Hospital de Edad Media, pp. 71-72
Antonio Sandro
E
l joven Conde cajón, levantó el velo que cubría —No puedo dejar irse a mis in-
Rodolfo, hombre el rostro del difunto y... sintió un vitados sin un banquete de despe-
saludable y fuerte, terrible escalofrío. ¡El muerto era dida —pensó el Conde. Y marcó
de hermosa apa- él! Estaba ya avejentado, es ver- una monumental comida para el
riencia, diestro en dad, pero no había duda alguna de día 25 de octubre, ¡su último día
el manejo de las que era él mismo quien estaba en de vida!
armas, eximio caballero y hábil caza- aquel cajón. Tras el banquete, sintió la
dor, imaginaba que jamás habría de Dando un grito de susto... des- necesidad de descansar un poco
morir o que, al menos, eso sólo suce- pertó. para poder, así, hacer una buena
dería tras muchos y muchos años. Notó entonces que aquel terri- confesión. Cuando estaba ya echa-
Una fría tarde de octubre de ble sueño era un aviso del Cielo: do, sintió los primeros dolores de
1321 se internó profundamente en moriría exactamente dentro de la muerte inminente; llamó a un
el denso bosque, persiguiendo la 50 años. criado y, con voz cavernosa, mandó
presa que intentaba escapársele. Salió de la iglesia y retornó al que trajera aprisa un sacerdote.
Cuando ya empezaba a oscurecer, espléndido castillo de su familia, El fiel siervo corrió al villorrio
atisbó entre los árboles algo que donde se iba a realizar una fiesta. cercano, procurando al párroco.
le pareció una pared. Cansado de En medio de la alegría y de las di- Mientras tanto, el Conde Rodol-
cabalgar desmontó, se aproximó versiones, pensó: “50 años es mu- fo —que había desperdiciado 50
y vio que se trataba de una anti- cho tiempo. ¿Sabes una cosa? Voy años de plazo para prepararse-
gua capilla abandonada. Entró. a hacer una división inteligente: los empezó a ver bultos que se mo-
Todo estaba en ruinas: vitrales primeros 25 años gozaré la vida, y vían en torno a su cama, como que
rotos, bancos volcados, polvo los otros 25 restantes me prepararé esperando el momento de llevarlo
acumulado, murciélagos, etc. “De seriamente para la muerte.” al infierno. Jadeando, observaba
cualquier manera —pensó— hay De esta manera, pasó 25 años la ampolla del reloj de arena,
paredes y techo; es mejor que na- de diversiones, cacerías, fiestas y casi agotándose. Cuando falta-
da.” Juntando algunos bancos, im- alegría continua. Pero... ¡pasaron ban apenas cinco minutos para
provisó un lecho y, exhausto como muy rápidamente! Entonces, el la media noche, escuchó el ruido
estaba, se durmió enseguida. Conde decidió: “Bien, bien, 25 del carruaje que se aproximaba,
Entrada la noche, se despertó años es tiempo de sobra para trayendo al sacerdote.
al oír un sonido de campanas. prepararse para la muerte. Así, ¡Demasiado tarde!... ¡Antes de
Sorprendido en extremo, frotaba los próximos 15 años serán una entrar éste, sonó la primera campa-
sus ojos no consiguiendo creer prolongación de los 25 que ya se nada que anunciaba el nuevo día!
lo que veía: la pequeña capilla se han ido. Cuando falten sólo 10, Desesperado, el Conde soltó
encontraba iluminada y repleta ahí entonces sí, me prepararé se- un horrible alarido y... se despertó
de fieles. En el altar, un sacerdote riamente.” de verdad. Con gran alivio, notó
celebraba la Misa. Cerca del pres- Y así sucedió... Pasaron otros 15 que estaba frente al crucifijo en-
biterio, había un cajón. Era, pues, años más de placeres, que transcu- mohecido de la capilla en ruinas,
una Misa de cuerpo presente, rrieron aún más rápidos que los 25 en mitad del bosque, donde había
concluyó él. anteriores. Con cada término de entrado para reposar unas horas
—Discúlpeme, señora, ¿en in- plazo, el Conde hacía una nueva antes.
tención de quién se está celebran- “división inteligente” del tiempo Todo no pasó de un sueño. ¡De
do esta Misa? —preguntó. restante, llegando, de esta manera, un mero sueño, no! Pues el joven
—Así pues, ¿Vuestra Señoría al postrero mes de su vida. Conde Rodolfo se tomó en serio
no sabe quién ha muerto? Es un ¡Un mes apenas!... Era preciso, el misericordioso aviso. De ahí en
noble caballero de la región de por lo tanto, despedirse de los fa- adelante, siguió decididamente el
Zúrich, que se perdió en este bos- miliares y amigos. Envió una carta camino de la virtud y de la devo-
que durante una cacería y que ha a todos los nobles vecinos, invitán- ción a la Santísima Virgen. Me-
sido encontrado muerto hoy... día dolos a una gran cacería. A los 25 diante el examen de conciencia
26 de octubre de 1371. días, se encontraban todos reuni- diario y por la confesión frecuen-
El Conde Rodolfo se estre- dos en su castillo. Fueron tres días te, se mantuvo siempre preparado
meció todo él. Con un extraño de intensa conmemoración. para el último y más importante
presentimiento, quiso saber quién ¡Ahora tan sólo le restaban dos día de su vida: el día de su encuen-
era ese caballero. Se aproximó al días! tro con Dios. ²
42
42 HERALDOS DEL EVANGELIO · Diciembre 2003-Enero 2004
De su alto pedestal,
la Virgen Inmaculada
bendice a Chile
En numerosas ciudades hay un
monumento que simboliza de
modo especial la protección de
la Divina Providencia para todo
el país. Por ejemplo, la imagen
del Cristo Redentor, en lo alto
del Corcovado, Rio de Janeiro,
y la del Sagrado Corazón de Je-
sús, en “Cerro de los Ángeles”,
Madrid. También Santiago de
Chile tiene este privilegio.
Fotos: Tito Alarcón
C
orría el año de 1904 y el arzobispo Un Grandioso monumento de Fe
de Santiago, don Mariano Casanova,
Mons. Casanova puso manos a la obra. ¿Dónde
reunió a sus sacerdotes y un grupo
de laicos para buscar la mejor forma fabricar la imagen? Debido a la fuerte influencia cul-
de celebrar el cincuentenario de la tural de Francia en la época, optó por ese país, donde
proclamación del dogma de la Inma- también podía contar con los buenos oficios del em-
culada Concepción. Propuestas iban y venían hasta bajador de Chile, don Enrique Salvador Sanfuentes.
que el Pbro. José Alejo Infante propone erigir un A quien se le dieron sólo dos directrices: la estatua
monumento a la Inmaculada en la cima del Cerro debía ser gigante y estar inspirada en la famosísima
San Cristóbal, fácilmente visible desde cualquier obra del escultor Joconetti que está en la Piazza Es-
punto de la ciudad. El arzobispo no quiso oír más pagna, en Roma. La Casa Val d’Osne de París, fue la
propuestas, su decisión estaba tomada. encargada de la confección de una imagen de hierro
Diciembre 2003-Enero
Diciembre 2004
2003 · HERALDOS DEL EVANGELIO 45
SAN NICOLÁS Y PAPA NOEL
¡S
e aproxima vivos, despertando la curiosidad Muy diferente es la leyenda
la Navidad! general y en los niños, la alegre de San Nicolás, que va de casa en
En los expectativa de los regalos y las casa, llevando regalos, para los
centros co- golosinas. niños piadosos y que se han por-
merciales Es Santa Claus, inventado por tado bien. Narrando a los hijos, la
frecuente- el caricaturista americano Tho- bella vida de este gran Santo, los
mente, se ve mas Nast, en la revista Harper’s padres despiertan en las almas
un personaje con traje de colores Weekly, en 1881. infantiles, el sentido de lo ma-
ravilloso y estimulan la práctica
Sergio Hollmann
S
e aproximan las fiestas del Nacimien- tes de ajo, el vinagre, el jugo de los limones y el perejil
to del Redentor y del Año Nuevo. Y picado.
nuestras dedicadas dueñas de casa ya Después de 24 horas, poner el pernil, junto con los
se preguntan que podrán preparar aliños, en una olla con un poco de aceite y cubrirlo
para las cenas en que toda la familia por entero con jugo de naranja. Si lo cubre sólo con
estará reunida, compartiendo las ale- la mitad del jugo, no se olvide de girarlo, para que se
grías y esperanzas de esos días festivos. cocinen uniformemente los dos lados.
Una buena madre, naturalmente, desea agradar a Cuando esté blando, pasarlo a una bandeja untada
todos. Para ayudarla en esa importante tarea, sugeri- con aceite y colocar en el horno hasta que se dore.
mos servir un pernil asado, con un acompañamiento
bien liviano. ENSALADA SORPRESA
No olvidándonos, sin embargo, de que lo mejor de
la cena será la convivencia armoniosa en un ambien- Ingredientes
te de alegría con todos los miembros de la familia.
1 piña chica (o melón) / 1 tarro de palmitos / 1
cucharadita de mostaza / 2 cucharadas de salsa ingles
PERNIL ASADO / 4 cucharadas de Ketchup / 1 cebolla mediana raya-
da / 4 manzanas rojas / 4 cucharadas de mayonesa /
200 gr. de aceitunas verde sin cuesco / 200 gr. de pa-
Ingredientes
sas rubias sin semilla / 300 gr. de crema de leche
2 1⁄2 kg. de pernil / 4 dientes (grandes) de ajo / 2
cuchardas soperas de sal común / 1/2 taza de vinagre Preparación
de vino / 3 limones / medio atado de perejil.
Pique la piña (o el melón) en pedazos pequeños y
deje filtrar el líquido. Pique también el palmito y las
Preparación manzanas. Mezcle todos los ingredientes y colóquelos
El día anterior, perforar el pernil ya descongelado en una vasija no metálica. Colóquelo en la heladera
y condimentar, esparciendo la sal junto con los dien- por lo menos unas cuatro horas. ²
E
n un atardecer de otoño, una ordenada y tran-
quila multitud se concentra frente al portal de
la catedral de La Seo, en Zaragoza, España. Sin
ninguna iluminación eléctrica y el continuo chis-
pear de las “llamaradas fotográficas”, podríamos
sentirnos participando de una fiesta religiosa en
la Edad Media. Nobles damas adornadas con valiosas joyas se
presentaban revestidas con ricos trajes multicolores. Pequeños
propietarios rurales, altivos mostraban sus condecoraciones en
sus uniformes. Los granjeros sencillos y un tanto rudos, pero
engalanados con su mejor indumentaria circulaban con digni-
Represen-
tación del
Navío de
la Virgen
y las ban-
deras de
todos los
países de
origen y la
fe hispana
Millares de
personas
visten sus
trajes típicos.
El carruaje con la réplica de la Basílica de la Virgen del Pilar. Diciembre 2003-Enero 2004 · HERALDOS DEL EVANGELIO 51
La Iglesia Católica
—con todos sus homena-
jes, con todos sus templos,
con todos sus altares, con
todo su respeto, con toda
su confianza, veneración y
amor— no elevó tan alto
a la Virgen como lo hizo
el Evangelio, con aque-
llas palabras tan breves y
simples: “María, de la cual
nació Jesús que es llamado
Cristo” (Mt 1, 16).
Sergio HollmanN