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Diciembre 2004
HERALDOS DEL
EVANGELIO
Asociación privada internacional de
fieles de derecho pontificio
Año II, nº 17, Diciemmbre 2004
Director Responsable: Pablo Beorlegui V. · Edita: Editorial Apóstol Santiago S.A.
Américo Vespucio Sur 268 D Las Condes, Santiago de Chile
Suscripciones Tel. (56 2) 207 54 53 Fax 207 55 78
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Zona 10 Tel. (502) 368 00 61 // 367 69 67
Sérgio Miyazaki
APORTE A LA NUEVA fieles a Dios y nunca se cansen de entender el papel central de María
EVANGELIZACIÓN trabajar por la Evangelización. en la vida de cada uno. Todo eso
¡Que Dios siga bendiciéndo- sumado, me queda la convicción de
Apreciado Sr. Director los continuamente a todos y les dé ser partícipe de una familia sagrada
Le envío saludos y mis sinceras fuerza para continuar perseveran- que se alarga hasta el cielo.
felicitaciones por la hermosa y va- tes en su camino! Tengan por seguro que seguiré
liosa revista que, afortunadamente, Tania M. M. Ribas, por e-mail siendo su fiel lector, y también un
llega a mis manos. Es realmednte buen propagandista.
una publicación especial, sea por la
NUESTRA SEÑORA Enrique Toro, por e-mail
calidad de sus contenidos como por
DEL BUEN REMEDIO
la abundante información fotográ-
ESPERO CON ANSIEDAD
fica y la belleza de su presentación. Recibí la revista Heraldos del
Tengo sobre mi escritorio el nº Evangelio de octubre y confieso Soy suscriptora de esta magnífica
16, noviembre 2004. He podido que me quedé maravillado con Revista, la que conocí cuando tuve la
analizar detenidamente cada uno la imagen de la última página, de feliz ocasión de recibir en mi casa la
de los artículos. Constato una agra- Nuestra Señora del Buen Remedio. maravillosa imagen del Inmaculado
dable variedad de aportes y todos Me impresionó la perfección escul- Corazón de María. Todos los meses
de mucho interés. Me permito ex- tural de esa imagen. espero con ansiedad esta Revista.
presarle mi alegría y satisfacción Me gustaría pedirles que me ha- Muchas gracias por visitar mi ca-
porque esta revista ofrece artículos gan llegar –si ello es posible– una sa y mi familia.
relevantes y en plena sintonía con reproducción en forma de tapiz de José Carlos, Neide, Renata,
lo que la iglesia está viviendo. Me escritorio, para poder admirarla en Érika y Gláucia.Várzea Paulista
refiero, por ejemplo, a los comen- mi computador. (São Paulo - Brasil)
tarios del Evangelio, a las referen- Jefferson Práxedes dos Santos
cias al año de la Eucaristía, a los por email CADA VEZ MEJOR
testimonios de los santos del mes. Cada vez mejor los lindos repor-
Creo que es un apreciable apor- GRACIAS POR AYUDARME A tajes que nos reconfortan cada día.
te a la Nueva Evangelización. CRECER EN LA FE Espero la Revista com mucha ale-
Agradezco el envío y reitero mis gría todos los meses.
Ahora que el año está por ter-
felicitaciones. Que el Señor y la Maria Terezinha Leite Nadaf
minar me parece la ocasión para
Virgen de Fátima, siempre primera Cuiaba (Matto Grosso – Brasil)
expresar mi aprecio por su revis-
estrella en esta revista, lo bendigan
ta. Razones sobran, porque basta
copiosamente. EN TODO SE AMA LA SANTA
hojearla para darse cuenta de su
P. José Carraro B. Chile. IGLESIA CATÓLICA
calidad; pero lo que me “llega”
particularmente es que mediante Felicito a la Revista Heraldos del
¡CUÁNTO HAN AYUDADO sus páginas (sus imágenes, sus en- Evangelio por el bellísimo trabajo.
EN LA PASTORAL! señanzas) he podido vivir este año Realmente es una verdad absoluta
Estoy feliz de haberme suscrito a más cerca de la Iglesia, saber la for- que la “Belleza salvará al mundo”,
la revista de los Heraldos. No saben ma en que lo vive la Iglesia, es de- ¡y ella se traduce en el apostolado
cuánto me ha ayudado, porque soy cir, aprendiendo el significado de y en la misión evangélica de los He-
parte de la pastoral del Bautismo sus distintas épocas y maravillándo- raldos!
y la liturgia. [Esta publicación] es me con su riqueza. Gracias a Uds. y a ese tesoro de
muy rica en todos los sentidos. A Esto me ha ayudado no poco a apostolado.
ustedes siempre los tengo en mis crecer en mi fe, a apreciar mejor Viviane Medeiros
oraciones, para que sean siempre la inmensidad del catolicismo y a Curitiba (Paraná–Brasil)
L
as sombras del día nos entregan una cierta imagen del misterio,
pero es a la noche sobre todo cuando su lenguaje es más intenso
y simbólico. Fue este período el que Dios escogió para el naci-
miento de su Unigénito, que debería surgir en el silencio, desco-
nocido para la gran mayoría de los hombres. La revelación de su
existencia seguiría los lentos ritmos de la naturaleza creada, como la suavidad
con que nace el sol. Los méritos de nuestra fe requerían tal procedimiento para
poder alcanzar un alto grado. Solamente por efecto de la gracia podría adorar
una criatura inteligente al Salvador tendido sobre las pajas de un pesebre, entre
un buey y un burro.
El pueblo dormía, la quietud cubría como un espeso manto las más variadas
regiones de aquellos alrededores. Bajo el frío del invierno, las estrellas, despier-
tas y centelleantes, cumplían con su función, los pastores guardaban las ovejas y
tan sólo María y José, con los ángeles, adoraban al Niño Dios recién nacido. El
albor de una nueva era se anunciaba en una simple gruta.
¿Cómo pudo ser que el nacimiento más importante de la Historia se haya
dado en un anonimato tan grande?
Si alguien de aquel entonces lograra adelantar su calendario en 2004 años, y
con los conocimientos actuales contemplara al Divino Infante, sería indecible su
¡EL
consuelo y alegría.
De una u otra manera, las Escrituras daban luces para que el pueblo elegido
esperara una próxima intervención divina, y el mismo Espíritu Santo debería
actuar sobre las almas en dicho sentido. Pero salvo María y José, nadie llegaría a
tan elevada conclusión. Aquella noche la Unión Hipostática de dos naturalezas,
una creada y otra divina, se hacía realidad ante los ojos humanos; pero solamen-
te a Dios le cabían las cualidades para entender semejante misterio. MÁS
Así se conduce la Divina Providencia a lo largo de la Historia. Para entender
lo más profundo de sus acciones, casi siempre es preciso dejar que el tiempo co-
rra y ser auxiliado por su gracia. Nada sucede en el proceso humano sin que haya
por detrás motivos que nuestra razón no alcanza por sí sola.
MISTERIOSO
Vivimos hoy una noche más densa, y tal vez incluso sin las estrellas de esa
NACIMIENTO!
beata nox. ¿Habrán llegado a su fin los efectos del nacimiento de un Dios? Hace
poco, en la fiesta de Todos los Santos, leíamos en el Apocalipsis que un Ángel
ordenaba a los otros cuatro que habían recibido el poder de damnificar la tierra
y el mar: “No dañen a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que marquemos
con el sello la frente de los servidores de nuestro Dios” (Ap 7, 3). Quizá esa pro-
fecía no se relacione con nuestra época. No faltarían horrores y pecados como
para atraer a la tierra ángeles justicieros movidos por una santa cólera, pero,
¿estará completo el número de los justos? No son las Escrituras que nos hablan
esta vez, sino la propia Virgen Santísima en Fátima: “¡Por fin mi Inmaculado
Corazón triunfará!”
Acerquémonos al Niño Dios en la noche de Navidad y ofrezcámosle, por ma-
nos de María y José, nuestra fe en su poder actuando sobre los desastres actua-
les, y haciendo nacer de ellos el Reino glorioso de la Santísima Madre suya y
nuestra.
Sergio Hollmann
cuales no han nacido de la san-
gre, ni de la voluntad de la car-
ne, ni de la voluntad de varón,
sino de Dios. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros
(Niño Jesús, capilla del Alcázar de Segovia – España)
14
Y el Verbo se hizo carne y
habitó entre nosotros, y he- el que viene detrás de mí ha si- la gracia y la verdad vinieron
mos visto su gloria, gloria co- do puesto delante de mí, por- por Jesucristo. 18A Dios nadie
mo de Unigénito del Padre, lle- que existía antes que yo». 16De le vio jamás; el Unigénito, que
no de gracia y de verdad. 15Juan su plenitud recibimos todos es Dios y que está en el seno del
da testimonio de él claman- gracia sobre gracia. 17Porque la Padre, es quien lo ha dado a co-
do: «Éste era de quien yo dije: Ley fue dada por Moisés; pero nocer. (Jn 1, 1-18)
ETERNIDAD DE PAZ
Es una ley de la Historia, Dios siempre encuentra una solución superior a sus
planes anteriores, al ser estos frustrados por la infidelidad de las criaturas.
¿Como contemplar la Navidad bajo el prisma de esa constancia del proceder
divino? Acompañemos los comentarios de la Liturgia de hoy.
Timothy Ring
luta en comple- ce y afable con
ta armonía con la sus discípulos,
plena modestia y nunca abandonó
humildad. En la bienaventurada noche de Navidad, ternura y veneración se unen en nuestras los límites de su
Todas esas dá- almas en un acto de adoración (vitral de la pro-catedral de Hamilton, Canadá) pobreza y humil-
divas comenzaron dad.
su camino en la Gruta de Belén, traí- un solo acto de adoración hacia el que
IV – CONCLUSIÓN
das por el Niño Dios, cubierto no só- nos creó y redimió. La consideración
lo por el estrellado manto de la noche de la grandeza dadivosa de ese amor “Juan da testimonio de él clamando:
sino también por un velo de misterio. «Éste era de quien yo dije: el que viene
Padece frío, llora, y sin embargo es su- Él, cuando adulto, detrás de mí ha sido puesto delante de
mamente feliz. Frágil, casi un indigen- mí, porque existía antes que yo». De su
te; pero está redimiendo al mundo en- manifestará su amor plenitud recibimos todos gracia sobre
tero. No tiene aún pleno uso de sus sen- gracia. Porque la Ley fue dada por Moi-
tidos, pero se regala en el gozo de la vi-
recorriendo plazas sés; pero la gracia y la verdad vinieron
sión beatífica. Todo eso “porque tanto y calles, curando por Jesucristo” (vv. 15-17).
amó Dios al mundo que le entregó a su Con los ojos puestos en el Niño Je-
Hijo único, para que todo el que crea en a los enfermos, sús, y por mediación de María y José,
él no perezca, sino que tenga vida eterna” resucitando a agradezcamos los innúmeros benefi-
(Jn 3, 16). cios que han bajado y han sido infundi-
III – ADOREMOS AL QUE
los muertos dos en nosotros, e imploremos la gra-
cia de la santidad. Que así, libres de to-
NOS AMÓ Y REDIMIÓ
divino –que adopta las insuficiencias do pecado, pasemos no una Noche, si-
En esa noche bienaventurada, al de nuestra naturaleza predisponién- no una Eternidad de Paz.
depararnos con un Niño y un Dios al dose a sufrirlo todo, y sacrificándose
mismo tiempo, la ternura y la venera- hasta la muerte de cruz por el deseo
ción se unen en nuestras almas para de hacernos bien– nos arranca, pese 1 ) 9e Elévation de la 16e semaine.
Brote inicial de la devoción brote de devoción. El Santo Cristo perdía la oportunidad de proclamar a
A raíz de este prodigioso aconteci- continuaba invitando a las almas a la todos su milagrosa cura.
miento, que llenó de júbilo a los fieles oración delante de su milagrosa ima-
de la localidad, nació la devoción po- gen… ¡pero estas habían quedado sor-
Segunda orden de destrucción
pular al Señor de los Milagros. Los li- das a la voz de la gracia! Cada día dis- En consecuencia, no tardó en rena-
meños comenzaron a pedir perdón a minuía el número de fieles, hasta aca- cer la veneración a la imagen de Cristo
través de la milagrosa imagen, pues in- bar por completo. Abandonada, la pa- Crucificado. En su mayoría, los devo-
tuían bien la posible relación entre sus red quedó expuesta al inevitable dete- tos eran negros y pobres, que allá se re-
pecados y la catástrofe que los había rioro del tiempo y de la naturaleza. unían los viernes en la noche para re-
golpeado. Quince años después del terremo- zar y cantar alabanzas al Señor.
Sin embargo, el párroco del templo to, pasó por allá un fervoroso católi- Por desgracia, aquellos actos piado-
de San Marcelo, bajo cuya jurisdicción co llamado Alfonso de León y la en- sos comenzaron a contaminarse con la
se encontraba la cofradía, se mostraba contró en mal estado, con los cimien- presencia de individuos sin fe, que acu-
temeroso de que ese brote de devoción tos deteriorados. Lleno de veneración dían con malas intenciones. Eso provo-
popular derivara en superstición pro- por la expresiva imagen del Santo có en 1671, una intervención de las au-
fana. Por este motivo solicitó a la auto- Cristo, restauró lo que estaba dañado toridades, que prohibieron las reunio-
ridad competente demoler el muro. y construyó un apoyo a manera de al- nes y mandaron –¡nuevamente!– a des-
Nuestro Señor, sin embargo, velaba tar, para reforzar la base damnificada truir la imagen, pasando una mano de
de forma especial sobre esa imagen sa- de la pared. pintura sobre ella.
grada, que permaneció ilesa. A pesar El Divino Hijo de María Santísima, Esta vez fue categórica la interven-
de las legítimas desconfianzas de las que nunca se deja vencer en generosi- ción de Dios. En el momento de eje-
autoridades, aumentaba el número de dad, recompensó con un celestial favor cutar la orden, el pintor quedó tan im-
las personas que allá concurrían para a ese devoto suyo. Rezando a la vene- presionado que inexplicablemente se
pedir favores y gracias al Señor. rable imagen, Antonio se curó de te- puso a temblar y no pudo hacer su tra-
rribles dolores de cabeza –secuelas de bajo. Después de varias tentativas, de-
Milagrosa cura un tumor maligno– que hacía tiempo sistió. Viendo esto, un soldado decidió
Entre tanto, por razones inexplica- lo atormentaban. Fortalecido en la fe incumbirse de la misión, pero tampoco
bles, comenzó a enfriarse ese primer y muy agradecido, desde entonces no pudo llevarla a cabo. Como él mismo
Conmemoraciones en Santiago
de Chile
Las sahumadoras
El cardenal arzobispo de Santiago presidió acompañan la procesión
las celebraciones con sus aromas de mirra
e incienso en homenaje
al Cristo
LA IDOLATRIA DE LA RIQUEZA,
tentación constante de la humanidad
Con amor y solicitud de padre, Su Santidad nos advierte: las
riquezas no nos salvan, solamente el holocausto de Cristo nos
abre un horizonte de esperanza y de inmortalidad.
L
a liturgia de Vísperas, en A menudo, de todos los modos posi- ca de las manos de la muerte a su fiel,
su desarrollo progresi- bles tratamos de ignorar esta realidad, porque Él es el único que puede de-
vo, nos vuelve a presen- esforzándonos por no pensar en ella. rrotar a la muerte, inexorable para las
tar el salmo 48, de esti- Pero este esfuerzo, además de inútil, es criaturas humanas.
lo sapiencial, cuya se- inoportuno. En efecto, la reflexión so- Por eso, el salmista invita a “no te-
gunda parte (vv. 14-21) se acaba de pro- bre la muerte resulta benéfica, porque mer” y a no envidiar al rico, cada vez
clamar. Al igual que la anterior (cf. vv. relativiza muchas realidades secunda- más arrogante en su gloria (cf. ib.), por-
1-13), que ya hemos comentado, tam- rias a las que, por desgracia, hemos que, al llegar a la muerte, se verá des-
bién esta sección del salmo condena la atribuido un carácter absoluto, como pojado de todo, no podrá llevar consigo
falsa esperanza engendrada por la idola- la riqueza, el éxito, el poder... Por eso, ni oro ni plata, ni fama ni éxito (cf. vv.
tría de la riqueza. Se trata de una de las un sabio del Antiguo Testamento, el 18-19). En cambio, el fiel no será aban-
tentaciones constantes de la humanidad: Sirácida, advierte: “En todas tus ac- donado por el Señor, que le señalará “el
aferrándose al dinero, al que se conside- ciones ten presente tu fin, y jamás co- sendero de la vida, lo saciará de gozo en
ra dotado de una fuerza invencible, los meterás pecado” (Si 7, 36). su presencia, de alegría perpetua a su
hombres se engañan creyendo que pue- derecha” (cf. Sal 15, 11).
den “comprar también la muerte”, ale-
Se abre un horizonte de esperanza
jándola de sí. Pero en nuestro salmo hay un vira-
Las riquezas se van más
je decisivo. El dinero no logra “resca-
rápido de lo que vinieron
Una meditación realista y benéfica tarnos” de la muerte (Sal 48, 8-9); sin Así, podríamos poner, como con-
En realidad, la muerte irrumpe con embargo, alguien puede redimirnos clusión de la meditación sapiencial del
su capacidad de demoler cualquier ilu- de ese horizonte oscuro y dramático. salmo 48, las palabras de Jesús, que nos
sión, eliminando todos los obstáculos, En efecto, dice el salmista: “Pero a mí describe el auténtico tesoro que desa-
humillando toda confianza en sí mis- Dios me salva, me saca de las garras fía a la muerte: “No amontonéis teso-
mo (v. 14) y encaminando a ricos y po- del abismo” (v. 16). ros en la tierra, donde hay polilla y he-
bres, soberanos y súbditos, necios y sa- Así se abre, para el justo, un hori- rrumbre que corroen, y ladrones que
bios, al más allá. Es eficaz la imagen zonte de esperanza e inmortalidad. socavan y roban. Amontonad más bien
que el salmista utiliza, presentando la (…) tesoros en el cielo, donde no hay poli-
muerte como un pastor que guía con El justo, pobre y humillado en la lla ni herrumbre que corroan, ni ladro-
mano firme al rebaño de las criaturas historia, cuando llega a la última fron- nes que socaven y roben. Porque don-
corruptibles (cf. v. 15). Por consiguien- tera de la vida, carece de bienes, no de esté tu tesoro, allí estará también tu
te, el salmo 48 nos propone una medi- tiene nada que ofrecer como “rescate” corazón” (Mt 6, 19-21).
tación realista y severa sobre la muer- para detener la muerte y evitar su géli- En armonía con las palabras de Cris-
te, meta ineludible fundamental de la do abrazo. Pero he aquí la gran sorpre- to, san Ambrosio, en su Comentario al
existencia humana. sa: Dios mismo paga el rescate y arran- salmo 48, reafirma de modo neto y fir-
sitas, procesiones, misas, rosarios y re- Virgen, el esfuerzo de la gente que ca- nos infundía una energía que hubie-
presentaciones hechas por los jóvenes, minaba enormes distancias con tal de se envidiado cualquier maratonista.
fuimos recorriendo varios pueblos, de besarle sus manos o sus pies virgina- Así, bajo la dirección de los Heral-
modo que en cinco días, la Virgen visi- les, la esperanza y el consuelo de re- dos, de la noche a la mañana nos con-
tó la parroquia de Tuxpan, el hospital, cibirla en sus hogares, las lágrimas de vertimos en felices misioneros, y al fi-
la escuela, el asilo de ancianos, además amor en sus ojos, el grado de apertu- nal regresamos con mucho más de lo
de varias comunidades apartadas: Rin- ra de sus corazones al confiarnos sus que dimos:
cón de Obispo, Cofradía de Crucero, más íntimas preocupaciones, o aún el En el aspecto espiritual, los más
Rincón de Corucha, La Soledad, Ce- entusiasmo con el que se anotaban evangelizados fuimos nosotros; nues-
rrito Colorado, Santa Ana, Turundeo y para poder recibir mensualmente el tra propia fe, nuestra esperanza y
El Malacate. Oratorio del Inmaculado Corazón de nuestro amor se fortalecieron por el
Podríamos llenar varias páginas María. simple hecho de haberlos compartido
describiendo cada lugar, la belleza ¡Qué lección tan grande de amor in- con el prójimo.
del entorno natural, la enorme po- condicional! En el aspecto moral, se incrementó
breza y las carencias que vimos, la or- nuestro espíritu solidario; en el aspec-
fandad espiritual de la gente, los glo-
Los más evangelizados to familiar, se crearon lazos de unión
bos y fuegos artificiales con que reci-
fuimos nosotros más estrechos.
bían a la Virgen, el cariño con el que Siendo testigos de todo lo anterior, En el aspecto personal, nos dimos
la gente nos trataba, la comida de la nuestra pregunta –¿Por qué yo?– que- cuenta de que lo verdaderamente im-
que se privaban para servirnos, y có- dó resuelta casi desde el principio, al portante en la vida, no son las tonte-
mo se iban sumando grandes canti- comprender que no es cuestión de ce- rías que suelen preocuparnos; y desde
dades de personas a las procesiones rebro, sino de corazón. Después de el punto de vista social, los que antes
con velas, de pueblo en pueblo y de todo, es la Santísima Virgen María éramos simples conocidos acabamos
día en día, hasta acabar en una in- quien hace todo posible. Así que de- siendo buenos amigos.
contable y conmovedora multitud en jamos de preocuparnos por usurpar ¿Qué más se puede pedir? Sólo una
la misa de despedida que tuvo lugar funciones que le quedarían grandes a cosa: que nos vuelvan a invitar.
en la explanada de la parroquia de cualquiera y nos conformamos con ser Después de esta experiencia, sólo
Tuxpan. simples manos y pies. podemos recomendar a todos los que
Pero sería imposible describir con El cansancio se vio opacado por estén interesados en llenar su vida de
palabras el fervor de la gente, la trans- una sensación de alegría continua, sentido, que no dejen pasar la oportu-
formación de la expresión en sus ros- que superaba trastornos de salud, nidad de ser misioneros cada vez que
tros al contemplar la imagen de la heridas menores y contratiempos, y se les presente.
Y san Agustín, en los siglos IV-V, se lumbreras del Cristianismo como san
expresa como una llamarada: “¿Quién Bernardo y santo Tomás de Aquino po-
podrá decir: yo nací sin pecado?¿Quién nían en duda la tesis de la Concepción
podrá gloriarse de ser puro de toda ini- Inmaculada, pareciéndoles insuficientes
San Andrés: “era necesario quidad, sino (…) la santa e inmaculada los argumentos en su favor.
que el Hombre perfecto naciese de Madre de Dios, preservada de toda co- La oposición a ese singular privile-
una Virgen inmaculada” rrupción y de toda mancha de pecado?” gio de María tuvo dos benéficas con-
Vitor Domingues
con motivo del acto de juramento. Así,
al “rey de los poetas” de entonces, Lope
de Vega, se le encargó una pieza teatral
para ser representada aquel día.
Imagen de Nuestra Señora En el curso de esta pieza ocurrió un
de la Concepción de Vila caso “ de los más significativos para co-
Viçosa –Portugal– e interior nocer el entusiasmo que sentía por la In-
del santuario en su honra, maculada el gran pueblo español del si-
mandado a erigir por el Beato glo XVII”, nos informa el cronista. Era
Nuno Álvares Pereira costumbre de los estudiantes aclamar
con vítores (“¡vítor”, es decir, “¡viva!”)
Dios que profesará y defenderá siem- a sus compañeros cuando respondían
pre esta opinión? con brillo a las preguntas de los exa-
–Así lo prometo, así lo juro, así me minadores o triunfaban en las disputas
obligo solemnemente, así me ayuden literarias. Conocedor de esto, el poe-
Dios y estos santos Evangelios. ta hizo terminar el segundo acto de su
pinta con vivos colores cómo eran los Cuando extendió las manos sobre el obra con la siguiente exclamación:
juramentos de personas individuales. misal, sonaron festivamente las cam- “¡Vítor la Virgen, señores, concebida
Relata un cronista de la época (1) que panillas, repicaron los carillones de la sin pecado!”
al despuntar el alba del 8 de diciembre, torre, tocaron los órganos, se hicieron Mal terminó el actor de decir esto,
el “viejo y santo Arzobispo” llegó a la oír los cantores, entraron bailando los todos los asistentes –príncipes, maes-
iglesia ya repleta de fieles y dio comien- conjuntos de danza. De todos los la- tros, doctores, sacerdotes, damas ilus-
zo a las celebraciones, que se prolonga- bios brotó la misma exclamación: ¡Ma- tres, hombres rústicos y niños– saltaron
ron hasta las cuatro de la tarde. Danzas ría concebida sin pecado original! como movidos por un resorte mágico y
regionales apropiadas a la dignidad del Después del Arzobispo prestaron respondieron al unísono con atronado-
acto fueron ejecutadas durante la proce- juramento los demás eclesiásticos, los res vítores, que aumentaron en todos
sión. En el recinto de la iglesia volaban nobles guerreros, comenzando por el los corazones el ardiente amor a la In-
pájaros con cintas atadas al cuello y don- general Conde de Salvatierra, las auto- maculada Concepción.
de estaba escrito: “Sin pecado original”. ridades civiles y, por fin, los fieles. “No
Empezó la Misa al mediodía. Tras el quedó nadie sin jurar, y con esto la ce-
Conquistó el Reino de Portugal
sermón, “comenzó el juramento de te- remonia sólo terminó a las cuatro de la Portugal no se quedaba atrás en la
ner y defender la opinión de que la Vir- tarde”, concluye el cronista. materia. Durante el siglo XVII el culto
gen Nuestra Señora fue concebida sin a la Inmaculada conquistó el reino en-
pecado original”.
Universidad de Salamanca tero, inclusive los territorios coloniales.
El primero en hacerlo fue el Arzo- Ese ardor del pueblo fiel ejercía una En 1617, la famosa Universidad de
bispo. De pie y sin mitra, cantó la larga saludable presión, por decirlo así, so- Coimbra envió al Papa un mensaje afir-
fórmula del voto. Enseguida, el cere- bre las instituciones sociales, eclesiás- mando su fe en la Concepción Inmacu-
moniario le hizo la pregunta: ticas y civiles para que hicieran análo- lada de María. En 1646, sus profesores
–¿Su Ilustrísima Señoría promete go juramento: corporaciones de ofi- prestaron el solemne juramento de de-
y jura por estos santos Evangelios de cio, hermandades, monasterios, parro- fender este privilegio de la Madre de
AÑO DE LA EUCARISTÍA
EL PAN DE VIDA
En este Año Eucarístico que se inicia es opor- misma vida de Jesús. […] En efecto, el alimento
tuno recordar algunas palabras del Fundador de comunica su sustancia a quien lo prueba. Jesús
los Sacramentinos, san Pedro Julián Eymard, no se cambiará en nosotros, sino que nos trans-
alma apasionada por Jesús-Hostia. formará en Él. […] Para enfrentar las tantas lu-
Jesús mismo se denominó Pan de Vida. ¡Qué chas de la vida cristiana, solamente la Eucaristía
nombre! Si un Ángel se viera obligado a nombrar- les dará las fuerzas suficientes, porque sin ella
lo, le daría un título coincidente a sus atributos: tanto la oración como la piedad no tardarán en
Verbo, Señor, ¡pero no se atrevería a llamar pan desalentarse. La piedad sin la Comunión es una
a su Dios! Y sin embargo, de hecho el verdadero piedad muerta.
nombre de Jesús es Pan de Vida. En la Cruz será Ni el Bautismo, que da la vida; ni la Confir-
triturado y cernido como la harina, para que, des- mación, que la aumenta; ni la Penitencia, que
pués de resucitar, sea para nuestras almas más de la recupera, bastan por sí solas. Estos Sacramen-
lo que es el pan material para nuestro cuerpo. En tos no son otra cosa que una preparación para la
verdad, Jesús es nuestro Pan de Vida. […] Eucaristía, que los completa y corona.
Nuestro Señor proclamó “quien coma mi car-
ne tendrá vida en sí mismo”. ¿Pero qué vida? La (“La Divina Eucaristía”, vol. II, pp. 64-66)
Colegio Internacional H
Donde el sueño de los p
2
1
RIO DE JANEIRO
Buscando la formación religiosa de los jóvenes, los Heraldos visitaron el Colegio Gonçalves
de Araújo, de niños huérfanos (foto 1) y el Colegio Madre Güell (foto 3) donde hubo concierto y
representación teatral para padres y alumnos. Una calurosa acojida tuvieron en el barrio carioca de
Realengo (foto 2). La imagen de la Virgen atraía particularmente a los niños.
Lourenço Ferronatto
Roberto Kasuo
Apologista de la divinidad de Jesús pan sobre todo de lo que Cristo hizo preguntó a Jesús: «Señor, ¿y este qué?»
en carne mortal. San Juan en cambio Jesús le respondió: «Si quiero que éste se
Tras la Ascensión del Señor a los cie- es representado con un águila, porque quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú
los, se trasladó a Éfeso con María San- se eleva sobre las nubes de la debilidad sígueme». Por esto corrió entre los her-
tísima. De tal convivencia dulcísima y humana –como el águila alza su vuelo manos el rumor de que aquel discípulo
santa con María, Juan, infelizmente, en los aires– y ve la luz de la verdad in- no moriría, pero Jesús no había dicho a
no nos dejó ninguna descripción. Pero mutable con los ojos extremadamente Pedro: «Él no morirá», sino: «Si yo quie-
bien podemos imaginar cuánto lo ilu- firmes y agudos de su alma, en especial ro que él quede hasta mi venida, ¿qué te
minó la Madre de Dios con respecto a la divinidad de Jesucristo. importa?»” (Jn 21, 20-23).
los divinos misterios. Sobrevivió milagrosamente al mar- Por esta razón, pese a que hay cons-
Escribió su evangelio a pedido de tirio, emergiendo incólume del tonel tancia de que san Juan Evangelista fa-
los obispos de Asia, contra Cerinto y con aceite hirviendo al que fue arro- lleció anciano, el año 68 después de la
otros herejes. Santo Tomás de Aqui- jado por orden de Domiciano. A con- Pasión del Señor, y que fue sepultado
no realza el hecho que san Mateo y san tinuación, fue desterrado a la isla de cerca de Éfeso, algunos autores sostie-
Lucas abordan la natividad según la Patmos, donde escribió el Apocalipsis. nen que está en el Paraíso Terrenal jun-
carne, mientras que san Juan calla es- El mismo santo nos relata una mis- to a Elías y Enoc, esperando el momen-
te aspecto y comienza su narración de- teriosa frase de Nuestro Señor a su to de volver a intervenir en la Historia.
mostrando la divinidad de Cristo. respecto: “Pedro, volviéndose, vio que ¿Será realidad? Quien viva, verá…
San Agustín comenta los símbolos lo seguía el discípulo que Jesús amaba, No obstante, una cosa es segura: el
de los Evangelistas. Los tres prime- el mismo que durante la cena se había discípulo amado, el apóstol virgen, el
ros son representados con un león, un reclinado sobre Jesús y le había pregun- Juan de María Santísima le rezará a
hombre y un toro, seres que caminan tado: «Señor, ¿quién es el que te va a en- Ella por cada uno de nosotros, si se lo
sobre la tierra. Esto, porque se ocu- tregar?». Cuando Pedro vio al discípulo, pedimos.
Destemido
defensor de la Iglesia
Aclamado por el pueblo, admirado por san
Agustín, este “insigne predicador y piadoso
Prelado” no temió enfrentarse ni siquiera al
Emperador.
Una singular elección sabía hablar, fue quien dio el primer gri-
El año 374 murió el obispo de esa to. Sumamente admirada de ver a su hi-
ciudad. La población se dividió en dos jo pronunciar las primeras palabras –¡y
partidos para escoger al sucesor. Los qué palabras!– la madre hizo coro con
católicos querían elegir a un hombre él, y momentos después se les habían
fiel al Papa, y los arrianos propugna- unido ya otras voces. En poco tiempo,
ban a un secuaz de su líder. La exalta- todos en la Catedral, incluso los arria-
Ordenado obispo a los 34
ción de los ánimos amenazaba con de- nos, clamaban al unísono:
años, Ambrosio rápidamente
comenzó a estudiar las Sagradas generar en guerra civil. –Ambrosius episcopus! Ambrosius
Escrituras y los autores El gobernador Ambrosio se vio obli- episcopus!
eclesiásticos (pintura del Museo gado a intervenir para mantener el or- –¡Soy un pecador! ¡Soy un pecador!
de Dijon, Francia) den. Dispuso sus tropas en la plaza e hizo – replicaba el gobernador.
–¡No importa, no importa! ¡Invoca- de las Sagradas Escrituras y de los au-
mos tus pecados sobre nosotros!– gri- tores eclesiásticos, sobre todo san Ba-
taba el pueblo a una voz. silio. A medida que estudiaba, predica-
Ante esa incesante manifestación, el ba. Sólo tres años después, con la pu-
poderoso ministro del mayor imperio del blicación de los libros “Las Vírgenes”
mundo no encontró otra salida sino el re- y “Las Viudas”, san Ambrosio inaugu-
curso de los indefensos: escapó, escon- raba la prodigiosa actividad de escritor
diéndose en la propiedad de un amigo. que le valdría el título de Doctor de la
Los cristianos milaneses no desis- Iglesia. En corto tiempo brillaba en el
tieron. Enviaron una delegación pa- mundo cristiano como campeón de la
ra relatar a Valentiniano I lo que ha- lucha contra el arrianismo, muy fuerte
bía sucedido y le rogaron su permiso en la época, y los restos del paganismo
para que el gobernador Ambrosio fue- antiguo. Triunfó sobre ambos, redu-
ra consagrado Obispo. El Emperador ciendo la herejía al silencio y conquis-
consintió, reconociendo en el elegido tando Italia entera para la fe católica.
a un verdadero “enviado de Dios”; en Siempre tenía presente su alta res-
vista de lo cual, el amigo de Ambrosio ponsabilidad en la elección de los can-
señaló el lugar donde se encontraba. didatos al sacerdocio. Por su espíri-
Conducido de vuelta a Milán, el tu de vigilancia, adquirió en esta ma-
santo terminó por reconocer en tales teria una aguda capacidad para discer-
acontecimientos la voluntad de Dios. nir al que estaba apto para ser admiti-
do, o no, en la recepción del sagrado
De catecúmeno a obispo Orden. Por ejemplo, podía rechazar a
en ocho días un pretendiente por el simple modo
El obispo recién electo tenía 34 de caminar, pues decía estar persuadi-
años y pertenecía a una familia cristia- do de que los movimientos desordena-
na, pero era sólo un catecúmeno. Fue dos del cuerpo son efectos del desor-
bautizado, a continuación fue ordena- den en el alma.
do sacerdote y ocho días después fue
consagrado obispo, el 7 de diciembre
Conflicto con el Emperador
de 374. El clero y los fieles de todo el Teodosio I el Grande llegó al tro-
Imperio recibieron con indescriptible no imperial en 379 y al año siguiente
regocijo la noticia de tan prodigiosa in- declaró al Cristianismo como religión
tervención divina. del Estado y prohibió los cultos paga-
Bajo el impulso del Espíritu San- nos. No obstante, si bien muy amigos,
to, no es difícil consagrar un obispo a no dejaron de haber ciertas divergen-
tan sólo ocho días de haber sido bauti- cias entre el obispo y el emperador,
zado. ¿Pero cómo transformar en pas- uno propugnando la completa inde-
tor de almas a un hombre que una se- pendencia de la Iglesia, y el otro, la del
mana antes era todavía un catecúme- Estado.
no? Interesante pregunta para ver que Durante una rebelión del año 390, el
la gracia divina, si es bien correspondi- comandante militar de Tesalónica fue
da, puede obrar maravillas. asesinado. Por incitación de un camare-
Ambrosio era rico, pero no esta- ro intrigante, y contrariando la opinión
ba apegado a la riqueza de este mun- de san Ambrosio, Teodosio decretó una
do. Donó a la Iglesia las tierras que ha- terrible venganza contra los habitan-
bía heredado; en cuanto a los demás tes de la ciudad. Sin distinguir a inocen-
bienes, distribuyó una parte a los po- tes de culpables, e incluso sin tomar en
bres y lo restante también lo entregó cuenta edad ni sexo, las tropas imperia-
a la Iglesia. Altos cargos en el gobier- les masacraron a siete mil personas.
no imperial, brillante situación social, Un clamor de indignación estreme-
vida familiar: todo lo sacrificó en aras ció al imperio. Sin poder callar ante ta- A san Agustín le gustaba pasar
del servicio exclusivo a Dios. maña atrocidad, el obispo –con solici- horas enteras en silencio, viendo a
Libre de preocupaciones terrenales, tud de amigo y respeto de súbdito, pe- san Ambrosio trabajar o estudiar
el nuevo obispo se consagró al estudio ro también con firmeza de representan- (Museo de Dijon, Francia)
te de Dios– amonestó al soberano con biendo ser presentadas nuevamente al Cinco años más tarde, llegado el
que ningún sacerdote de su diócesis le emperador para su confirmación. momento de comparecer ante el Tri-
daría la absolución. Y recordándole el Teodosio hizo escribir el decreto y bunal de Dios, Teodosio clamó por la
ejemplo del rey David, lo exhortó a ha- lo firmó inmediatamente. Acto conti- presencia de su amigo Ambrosio, de
cer sincera penitencia. nuo, recibió la absolución. cuyas manos recibió los últimos Sacra-
El emperador, con el afán de mos- mentos antes de fallecer.
trar que nadie tenía derecho a repu-
“Más le agradaban las En su célebre oración fúnebre, el san-
diar su conducta, se dirigió aparatosa-
reprensiones que las adulaciones” to obispo manifestó sobre él: “Yo amaba
mente a la iglesia, según la costumbre. Despojándose de los ornamentos a este varón porque le agradaban más las
En las puertas del sacro recinto Am- imperiales, Teodosio entró a la iglesia reprensiones que las adulaciones. Como
brosio impidió su entrada: emperador no se avergonzó de la peni-
“Veo que por desgracia no mides, tencia pública, y después lloró su peca-
oh emperador, la gravedad del ac- do todos los días que le restaron”.
to sanguinario ordenado por ti. […]
No agregues un nuevo crimen al que
La conversión de san Agustín
ya te pesa. Retírate y cumple la peni- Tan grande era el poder de irra-
tencia que Dios te impone. ¡Ya que diación del obispo Ambrosio, que
imitaste a David en el crimen, imíta- a Fretigila, reina de los marcoma-
lo también en la penitencia!” nos (antiguo pueblo germánico),
El emperador se alejó con lágri- le bastó con haber oído hablar a
mas en los ojos. Pasaron ocho me- un cristiano al respecto de su cien-
ses sin que se presentara a la igle- cia y santidad para creer en Jesu-
sia, ni el obispo al palacio. cristo. Envió luego embajadores a
Pero finalmente la fe triunfó so- Milán, rogando al santo que le in-
bre el orgullo. La mañana del día formara por escrito lo que debía
de Navidad, bañado en lágrimas, creer.
el emperador dijo a su camarero: Una dama de alto linaje le in-
“¿No sientes mi desdicha? La Igle- sistió al santo para celebrar mi-
sia de Dios está abierta hasta para sa en su casa. Una mujer paralíti-
los esclavos y mendigos; pero para ca se hizo trasladar hasta allá, to-
el emperador está cerrada y con ella có la vestidura episcopal y se cu-
la puerta del Cielo, pues Cristo di- ró instantáneamente, levantándo-
jo: ‘lo que ates en la tierra será ata- se y echando a andar en presen-
do en el Cielo’”. cia de todos.
Decidido a obtener el perdón Otros milagros obró en vida
de Dios, se encaminó a la iglesia nuestro santo, pero la más precio-
donde lo estaba esperando san sa piedra de su corona de gloria es
Ambrosio, de pie en lo alto de la la conversión de san Agustín, uno
escalinata. de los hombres más inteligentes
–Aquí estoy, líbrame de mi pe- y cultos de todos los tiempos, co-
cado– rogó. lumna de la Santa Iglesia.
–¿Dónde está tu penitencia?– Cuando el futuro obispo de Hi-
preguntó el santo. San Ambrosio bautiza a San Agustín pona bordeaba los 30 años, fue
–Te suplico que me libres de esta (Libro de las horas del Duc de Berry) llevado por su madre santa Mó-
pena en consideración a la clemen- nica a relacionarse con san Am-
cia de nuestra madre la Iglesia. No me y postrado en el suelo recitó el salmo brosio. Hostil a la fe católica en un
cierres la puerta y dime lo que he de ha- de David: “Mi alma está atada a la tie- comienzo, por culpa de las malas in-
cer. rra; ¡dame Señor la vida, según tu pala- fluencias de los maniqueos, Agus-
La decisión de Ambrosio muestra el bra!” Mientras rezaba, se mesaba los tín era no obstante un admirador de
incansable esfuerzo de la Santa Iglesia cabellos, inundaba de lágrimas el pa- la cultura y de la dulce elocuencia del
por suavizar las costumbres paganas. vimento e imploraba lleno de dolor: obispo de Milán. No sólo le gustaba
Le exigió a Teodosio la promulgación “¡Misericordia, Señor, misericordia!” escuchar sus sermones, sino también
de una ley determinando que las sen- La escena no podía ser más gran- pasar horas enteras en su gabinete, en
tencias de muerte y de confiscación no diosa. Ante tanta humildad, el pueblo silencio, viendo trabajar o estudiar a
serían ejecutadas antes de 30 días, de- suplicaba y lloraba con el emperador. ese hombre de Dios.
Timothy Ring
dos por el populacho que
vociferaba contra uno de
ellos. Tembló al adivinar
de quién se trataba. Era
un hombre cubierto de
sangre y llagas, con una
corona de espinas en la
cabeza y una pesada cruz
a cuestas.
Sear quitó el rostro
por un momento. Cuando
volvió a mirar, se percató
que al lado de ese con-
denado iba una mujer,
bañada de luz al mismo
tiempo colmada de dolo-
res. ¿¡Sería su madre!?
Pasando a su lado, ella
le dirigió la mirada… ¡y
Sear recordó! Eran los
mismos ojos materna-
les de la mujer que trein-
ta y tres años antes le ha-
bía sonreído en la Gruta
de Belén.
En busca de María
Invadido por una ad-
miración indescriptible,
Sear merodeó por las ca-
lles sin rumbo fijo. Al tér-
mino de la madrugada, en
medio de la bruma, tro-
pezó con un transeúnte al
que reconoció; era Pedro,
el jefe de los pescadores,
que sin cesar repetía llo-
rando: “¡Debo encontrar
a la Señora!”
Esas palabras calaron
hasta lo más hondo de su alma. Sintió Crucificado. Se llamaba Tomás y ca- Con todo, no se imaginaba lo que
la misma necesidad apremiante: ¡en- minaba deprisa. Lo siguió por calles iba a ocurrir.
contrar a la madre del Mesías! estrechas hasta llegar a una gran ha- Estando las puertas cerradas, sur-
¡Claro! ¿Quién más que ella po- bitación. Se le aproximó confiado, su- gió un hombre inflamado en luz. A
dría ayudarlo? Era preciso encontrar- plicándole que lo llevara hasta la Se- su costado, en sus manos y pies ful-
la. ¿Pero cómo? Y Sear hizo entonces ñora. Al verlo tan movido por la gra- guraban llagas rojas. Sear lo recono-
algo que había olvidado: rezó. Yahvé cia, Tomás accedió. ció: era el Crucificado. Escuchó su
no dejaría de atenderlo si aquella se- Sear casi no podía creer en lo que voz, vio a Tomás meter la mano en
ñora intercedía por él. ahora sucedía. ¡Sí, era la misma mu- una de sus llagas sagradas, y creyó.
jer de porte real que le había sonreí- ¡Verdaderamente, el Señor había re-
Inocencia recobrada do cuando pequeño, y ahora le ha- sucitado!
Dicho y hecho. Unos días después blaba y lo consolaba! Y le devolvía su Buscando a María, también encon-
vio en la calle a otro discípulo del inocencia primaveral. tró a Jesús.
Revista
Número 6 — Junio/J
ulio 2003
ro 15
Núme 2004
re
Octub
Montañas nevadas
Su vistosa presentación y delicioso sabor dan a este postre un
acentuado aire de alegría y de fiesta, algo especialmente sensible para
los invitados más pequeños. ¡Haga la prueba esta Navidad!
Ingredientes
Thaliane Neuburger ½ litro de crema de leche / 1 cucha- Para el almibar de vainilla: Un va-
rada (sopa) de azúcar / 1 cucharada so de leche (200ml) / 3 huevos / 2 cu-
(café) de esencia de vainilla / 200 gr de charadas de azúcar / 1 cucharadita de
suspiros / 400 gr de frutillas (fresas) / 1 maizena / 1 cucharadita de esencia de
barra (100 gr) de chocolate amargo vainilla.
Preparación
Antonio Queiroz
¿A
quién, Señor hecho niño,
Darle tu primer mirar?
¿A quién, sino al rostro casi divino
De la criatura tuya más perfecta,
A Ti la primera en velar:
Tu Madre que en brazos te estrecha
Junto a su Inmaculado Corazón,
En el acto de más sublime adoración?