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Creatividad y Museos: Llevando los Museos al

Siglo XXI
Jim Volkert, conferencia en el "Museo del Mar".
Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina. Noviembre 7, 2000

Buenas tardes y muchas gracias por invitarme a charlar esta tarde con ustedes.

Voy a enfocarme en la idea de "creatividad" y como esta idea podría ser aplicada a la
tarea de los museos. Podríamos decir que por definición los museos son creativos. Ellos
contienen algunos de los logros más creativos de la experiencia humana: bellas artes,
logros científicos increíbles y descubrimientos únicos.
Yo argumentaría, sin embargo, que en cierto modo no toda la gente que cocina es
creativa por el simple hecho de combinar ingredientes para la cena, no todos los museos
son creativos simplemente porque contienen grandes logros. Si esto fuera verdad, nadie
dejaría un museo pensando que fue aburrido, anticuado e irrelevante. No es solo por el
sencillo acto de combinar elementos que alguien me consideraría un chef o un creativo de
ningún modo en la cocina. Más bien, es la habilidad de utilizar cuatro atributos lo que
elevará lo ordinario a extraordinario, lo aburrido a interesante, lo común a lo original. En
pocos minutos les hablare de Fluidez, Flexibilidad, Originalidad y Elaboración como estos
atributos. Voy a hablar entonces sobre algunos ingredientes de la creatividad que espero
demuestren como se puede aplicar al trabajo de los museos y especialmente a construir
exhibiciones.

Primero, permítanme hablar un poco más sobre la noción de creatividad. Hoy, nosotros
valoramos la creatividad y el espíritu creativo. Hablamos de artistas, músicos y escritores
como personajes creativos. Pero también hablamos sobre mecánicos de automóviles que
traen soluciones creativas para reparar un auto o contadores siendo "creativos" con los
impuestos. Creemos que todos son capaces de desarrollar ideas creativas para
solucionar problemas. El número de libros publicados sobre creatividad ha crecido en los
últimos treinta años de ciento ochenta y seis a alrededor de siete mil. Esto apunta a la
interesante noción de que la palabra "creatividad" por si misma no se uso como aquí la
describo hasta la Segunda Guerra Mundial y no existía antes de 1870. Esto sugiere que la
línea de tiempo para la creatividad como concepto real en los museos es toscamente la
misma. Esto me permite ser algo cuidadoso con los museos, pero les entregarán un
desafío para todos ustedes que trabajan en los museos y para aquellos que los visitan.

Todo esto no quiere decir que cosas extraordinarias no hayan sido creadas antes, sino
que nuestra noción de creatividad se ha venido desarrollando durante mucho tiempo. El
pensamiento de los Griegos antiguos miraba hacia las Musas (el origen de nuestra
palabra Museo) como las deidades de la invención (o las Madres de la Invención),
estrictamente hablando, solamente los hombres de la clase alta pudieron dedicarse al tipo
de cosas que nosotros hoy consideramos creativas. Mientras Alejandro creaba quizás el
primer museo en Egipto, este era definido como el lugar donde los estudiantes podrían
sintonizar mejor con las Musas.

En retrospectiva, aplicamos la palabra "creativo" al Renacimiento. Fue cuando la noción


del talento individual surgió, este era un talento que permitía a la gente moverse
fácilmente entre las artes y las ciencias en un esfuerzo por encontrar el significado divino
expresado en la naturaleza.

Hoy, nosotros pensamos diferente. En el siglo XXI con nuevas tecnologías apareciendo
en todas las áreas de la vida, comunicación mundial instantánea, el cambio de la
economía de producción a la de servicios y un rápido cambio del conocimiento basado en
la especialización al del conocimiento general, podemos decir que estamos en el mayor
periodo creativo de la historia de la humanidad.
Yo debería estar de acuerdo con esto. Aunque, si esto fuera verdad, entonces me
preguntaría dónde han estado los museos en esta mezcla. Si el conocimiento se está
moviendo de lo especifico a lo general, ¿por qué el contenido de los museos se mantiene
aislado de su contexto y se lo abstrae de la gran cultura que lo produjo y de la cual fue
parte? ¿Por qué sólo vemos el objeto y su etiqueta?
¿Si estamos cambiando a una economía de servicios, como ubicarías a los museos en
este rango? ¿Son vistos como organizaciones de servicios esenciales?

Para que los museos alcancen nuestra noción contemporánea de creatividad, ellos
deberían practicar cuatro habilidades básicas:
Primero, deberían ser más fluidos en generar diferentes ideas en respuesta a
preguntas específicas. Vemos muy a menudo como los museos se quedan en una sola
idea para desarrollar sus exhibiciones. Por ejemplo, "la única manera en que podemos
presentar este objeto es cronológicamente".
Segundo, los museos deberían demostrar flexibilidad. Podemos ser capaces de
movernos de un área temática a otra: un objeto puede proveer información sobre una
gran variedad de temas desde la vida del constructor a la naturaleza de los materiales que
fueron combinados para hacerlo, el tiempo y el contexto en el cual fue construido o sus
ideas contemporáneas.
Tercero, los museos deben ser capaces de desarrollar originalidad. Nosotros
deberíamos ser capaces de sorprender con alternativas únicas e inusuales. ¿Podríamos
permitir que la gente use los objetos? ¿Podríamos usar técnicas teatrales para hablar de
historia?
Finalmente, los museos deberían desarrollar la habilidad de elaborar. Es posible
que esta sea la habilidad más creativa. Es decir, tomar una idea y proponerse todas las
posibles oportunidades que está presente.

Esto es pedir mucho de los museos y de la gente que trabaja en las exhibiciones. Si los
museos han de convertirse en algo más que costosos edificios para depósito, es
necesario practicar el pensamiento creativo por ejemplo proponer:
Producir variedad de ideas sobre un tema.
Desarrollar patrones de pensamientos flexibles.
Encontrar asociación entre ideas remotas.
Actuar espontáneamente.
Tolerar la ambigüedad y la incertidumbre.
Visualizar soluciones.
Seguir las ideas hasta sus conclusiones lógicas o ilógicas.
Ser próspero en ideas, creer que hay muchas respuestas correctas para una
misma pregunta.

Déjenme concluir con una historia que contó Sir Ernest Rutherford, Premio Nobel de
Física:
"Cierto tiempo atrás recibí el llamado de un colega. El iba calificar a un estudiante con un
cero por su respuesta a una pregunta sobre física, mientras que el estudiante reclamaba
un puntaje perfecto. Así es que fui invitado a arbitrar.
La pregunta fue: -Muéstreme como es posible determinar la altura de un edificio con la
ayuda de un barómetro-.
- El estudiante respondió: -Suba con el barómetro hasta la terraza del edificio, ate una
larga cuerda al mismo y bájelo hasta la calle. Luego súbalo y mida el largo de la cuerda-.
Yo estaba asombrado. Por supuesto la pregunta estaba completamente respondida,
aunque pensé que no necesariamente demostraba conocimientos de física. Le sugerí que
el estudiante intentara otra.
Luego de cinco minutos el no había escrito nada. Le pregunté si se daba por vencido,
pero él dijo que tenía muchas respuestas y que estaba tratando de pensar en la mejor. Le
pedí que continuara.
Dijo: -Puedo subir hasta la terraza con el barómetro y dejarlo caer tomando el tiempo de la
caída con un cronometro. Usando una formula, yo puedo determinar la altura del edificio
cronometrando la caída del objeto. O, yo puedo, en un día soleado, llevar el barómetro
afuera y medir su altura, medir luego su sombra proyectada y la sombra del edificio.
Usando una simple proporción podría saber la altura del edificio. O, simplemente puedo
tomar el barómetro, bajar las escaleras marcando su altura a lo largo de la pared,
contando la cantidad de marcas y conociendo la altura del barómetro, yo sabría la altura
del edificio. Pero la mejor solución es, tomar el barómetro bajar al departamento del
encargado del edificio y golpear su puerta. Cuando el encargado atienda podría decirle:
"Señor encargado, aquí tengo un buen barómetro. Si Ud. me dice la altura del edificio yo
se lo regalo."
El estudiante consiguió un puntaje perfecto.

James Volkert
Diseñador conceptual de museos, durante 20 años trabajó para la Smithsonian Institution y fue
director asociado del Museo Nacional del Indio Americano (NMAI) de Washington DC. Ha realizado
talleres internacionales sobre diseño de exhibiciones. https://jamesvolkert.com/home.html

Traducción Tam Muro

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