N° 1

REVISTA CULTURAL
DE LA BIBLIOTECA
ANALÍTICA DE JUJUY
 Asesor:
Germán García
SUMARIO
Direccción:
Laila Quintar
3. EDITORIAL
Consejo de Direccción:
EL MURCIELAGO Alejandro López
5. 30 AÑOS DE PSICOANÁLISIS EN JUJUY
Sebastian Ibañez
por Laila Quintar
8. CONTRA LAS PALABRAS HELADAS
por César Mazza Responsables de Publicación:
Ana Calderón
DESCARTES Luciana Tolaba
11. LA COMUNIDAD ANALÍTICA Jorge Luna
por Beatriz Gez
15. NIÑEZ Y ADOLESCENCIA. DERECHO Y PSICOANÁLISIS
por Marcelo Izaguirre Responsables de prensa y difusión:
21. ESOS TANGOS QUE DESTILAN ALCOHOL Guadalupe Salas
por Luis Darío Salamone Daniela Angulo
LITERAL
28. GOMBROWICZ EN OTRA LENGUA, SIN OTRA MÚSICA
Corresponsales:
por Germán García
32. LA MARGINALIDAD DEL SUEÑO EN LA HETERONIMIA DE
Pia Blesa (Salta)
Exequiel Jiménez (Tucumán)
FERNANDO PESSOA
César Mazza (Córdoba)
Por Nicolás Antonioli
Beatriz Gez (Buenos Aires)
OTIUM Ariadna Bello (Mendoza)
35. UNA NATURALEZA ESTÉTICA
por Silvio Mattoni
40. EL HOMBRE Y LA TÉCNICA (Martín Heidegger)
Fragmentos seleccionados por Ricardo Baca. Diseño de tapa y diagramación:
Alejandro López
MÓDULOS (alelopez07@hotmail.com)
43. ABY WARBURG: REALIDAD Y FICCIÓN
por Mabel Sanchez
WARBURG Y EL RENACIMIENTO
por Susana Pihuela EL PRISMÁTICO
EL AMOR DESPUÉS DEL AMOR Psicoanalisis y Cultura
por María Laura Mamani, Daniela Angulo y Mónica Medina N° 1

ETCETERA Es una publicación de la

50. PERSPECTIVAS PSICOANALÍTICAS SOBRE POESIA(I) BIBLIOTECA ANALITICA DE JUJUY
por Alejandro López
53. PRÁCTICAS MEDICINALES EN EL ARTE COLONIAL Belgrano N° 1205
por Ariadna Bello San Salvador de Jujuy
61. ESTADO DE ASAMBLEA (EN LA ERA POST-EDUCATIVA) Jujuy - Argentina
por Alejandro Carrizo
Año: 2014
LOS LIBROS
Email: biblioteca.analitica@gmail.com
64. RESEÑAS DE LIBROS
Facebook: biblioteca analitica de jujuy
POSDATA
67. por Sebastian Ibáñez
 EDITORIAL

La Biblioteca Analítica de Jujuy fue en sus orígenes un conjunto de

psicólogos y médicos recibidos en las Universidades de Tucumán y de Córdoba,
que habíamos retornado a nuestra ciudad.
Interesados en el psicoanálisis nos pusimos en contacto con José Santillán
(con quien algunos de nosotros habían comenzado sus análisis), quien nos
orientó durante cierto tiempo. Luego nos visitaron algunos colegas de Buenos
Aires y Tucumán que habían tomado la vía analítica y se convirtieron en analistas
de varios de nuestro grupo. Pero fue en el encuentro con Germán García que se
elaboró un proyecto de formar una institución referida al psicoanálisis donde se
podían discutir los casos que llevábamos adelante. Al mismo tiempo se instituían
de manera local los controles, el aprendizaje y la difusión regular tanto de
Sigmund Freud como de Jacques Lacan. Años de actividad decantaron en la
creación de la Biblioteca Analítica de Jujuy en el año 1994. Desde entonces
trabajamos de manera regular y nos convertimos en anfitriones y gestores del
Centro de investigación y docencia del Instituto Oscar Masotta (CID Jujuy),
guiado por Germán García que, que además de continuar con el trabajo de
impartir una enseñanza en nuestra ciudad, recibió en análisis a diversos
miembros de nuestra institución. Durante más de 10 años se trabajó en el CID
Jujuy, de manera regular, con colegas de Buenos Aires, Salta y Tucumán. Hasta el
momento en que una crisis general se nos reveló como un momento de concluir.
En la actualidad hemos continuamos la tarea que nunca interrumpimos en
la Biblioteca Analítica Jujuy, labor iniciada en la década de los 80 con Germán
García y prosiguiendo con la orientación psicoanalítica que nos caracterizó desde
el comienzo. Concentrado el trabajo en la Biblioteca Analítica de Jujuy nos hemos
decidido a publicar no sólo esta revista, "El Prismático", sino una serie de trabajos
que están en preparación.

Laila Quintar
 30 AÑOS DE PSICOANÁLISIS EN JUJUY
por Laila Quintar
Q uiero recordar los sucesos y las
huellas que dejaron 30 años de
psicoanálisis en Jujuy. Es decir, y me
concierne tomar la palabra, porque con ellos
damos cuenta de aquellos actos que forjaron
consecuencias. Hoy, el deseo por el
psicoanálisis permanece vivo y resuena como
antes, propagándose y transmitiéndose en
nuestra ciudad.
Mi implicancia en lo que es la historia del
psicoanálisis en Jujuy, podría contarse como
lo que acontecía, en lo que podría llamar “la
cocina”, lo que se fue construyendo en
nuestra provincia a lo largo de estos años.
Mi regreso a Jujuy en el año 1979, luego de
fundar y formar parte de “A.T.E.I.P.I.”
Asociación Tucumana de Estudios e
Investigación de Psicología Infantil
(conformada por psicólogos y médicos
psiquiatras, donde organizaban cursos sobre
la teoría psicoanalítica), produce el encuentro
con un reducido número de psicólogos recién
colegiados. Las implicancias convergentes de
los que formaban ese grupo desembocan en
la inquietud por la formación del psicólogo.
Es allí donde las preguntas y expectaciones
por nuestro quehacer profesional buscaban la
apertura a nuevos caminos.
En ese año, A.T.E.I.P.I. organiza las
“Primeras Jornadas Psicoanalíticas del
Interior” cuyo tema era “la formación de los
analistas”. Participaron en las mismas como
disertantes: J. De Gregorio (APA), Politti
(APdeBA), Menéndez (Seminario Freudiano
de Bs.As.), Germán García (Escuela
Freudiana de la Argentina) y José Santillán
(ATEIPI). El grupo de Jujuy presenta un
trabajo sobre El Hombre de los Lobos. En el
transcurso de esta presentación a partir de un
comentario de J. De Gregorio, interviene
Germán García (ocasión que permite que lo
conozcamos) quien anuncia y denuncia
sensibilidades y políticas de la Capital vs. las
Provincias en torno al psicoanálisis. ¡¡¿Y
como llegó el hombre de los lobos a Jujuy?!!
irónico comentario de De Gregorio, ante el
cual German Garcia señala como una
expresión que apunta a la descalificación
hacia el trabajo y a la posibilidad del
psicoanálisis en Jujuy.
Al año siguiente, se producía la disolución
de A.T.E.I.P.I., creándose la Sociedad
Psicoanalítica de Tucumán. Nuestro Lugar
en el Colegio de Psicólogos de Jujuy, no era
apropiado para continuar con la formación
como psicoanalistas (valga la redundancia en
nombrar las diferencias y posicionamientos
de estas dos disciplinas). La elección permitió
unirnos a la nueva Sociedad Psicoanalítica
Tucumana, como extensión en Jujuy. Sin
embargo, las discrepancias y disidencias se
harían escuchar, produciendo una ruptura
entre los dos grupos de cada provincia.
A partir de esta última ruptura, creamos la
Sociedad Psicoanalítica de Jujuy, en
septiembre de 1981, año en que muere
5
Jacques Lacan.
La Sociedad Psicoanalítica de Jujuy se
funda conjuntamente con la inscripción en la
política del Campo Freudiano. En el consejo
 EL PSICOANÁLISIS EN JUJUY por Laila Quintar
de Dirección estábamos Ana Calderón,
Gastón Mésples y yo. En la Comisión
Científica, Comisión de Publicación y
Comisión de Administración: Francisco
Muñoz, Ricardo Guzmán, Mabel Cabrera,
José Ramos, Lilia Ana Oteo, Lucía Morandini
y Aida Bonillo. En Enseñanzas, José Santillán
y Mabel Petros de Tucumán (a cargo del
llamado Seminario "A"). Patricio Vocos de
Bs.As. (a cargo del Seminario"O"). Además
un espacio para Presentaciones Clínicas, que
resultaron ser solo un espacio de Lectura de
Casos.
En diciembre del 82 se organizan lo que
llamaríamos “Jornadas de Pase”, como un
proyecto fundado en la esperanza de integrar
analistas de Jujuy a la enseñanza. Los
postulantes debían presentar escritos,
habiendo elegido previamente un
interlocutor que con su lectura crítica en la
Asamblea autorizaría, o no, el "pase" de los
candidatos. El fin de esta escenificación
poseía algo de tragicómico para las ilusiones
encontradas, solo "pasaron" los que ya se
sabían. El resto seguía estando en el mismo
lugar: “deseando reconocimiento”. Es decir,
las jornadas teatralizaban a la manera de un
acting, la perversión de la letra de Lacan:
“amos metaforizando a un jurado, y esclavos
confesando”. Una anécdota lo dice: dos
pasantes se eligen mutuamente, uno autoriza
al otro, y ambos desautorizan al resto, con la
sentencia:"no hay sujeto del pase". Los que
nos parecía tan serio en un momento:"el
fracaso de los jujeños", con el paso del tiempo
y de manera retrospectiva pudimos leerlo
como el efecto del coraje del chiste.
Al año siguiente se reinician las
actividades y continuamos trabajando como
6 lo hacíamos antes de las jornadas. No había
pasado nada. No se trataba de una negación
del "pase" sino en todo caso una existencia
1. Revista ZONA. Artículo: Sociedad Psicoanalítica de Jujuy, autores: Laila Quintar y Ana Calderón.
que afirmaba que no hacíamos signo con la
histerización de las Jornadas.1
Estas Jornadas fueron el principio del fin
de este primer momento, lo que preveía una
escansión que proveería otros frutos.
Nos encontrábamos en la política del
Campo Freudiano, pero cuando desde el
mismo se organizaba alguna actividad de
gran importancia en Tucumán, algo más
trascendente tenía que ocurrir aquí para
ocasionar el desencuentro. Nos pensábamos
una Sociedad Psicoanalítica, cuando en
realidad solo éramos un grupo de alumnos y
profesores con dos seminarios, cada uno con
una dirección, el grupo se polarizaba y
desistía una institución conformada, todo era
un "como si", no había una política grupal, ni
una conducción que logrará dirigirla, el
grupo fue desmembrándose, con peleas,
renuncias y esperanzas que inmovilizaban la
emergencia de resoluciones. El resultado,
una gran crisis.
Al regresar Germán García de España y en
ocasión de las primeras Jornadas de
Psicoanálisis en Tucumán, en las cuales era
invitado exclusivo, con Ana Calderón le
propusimos viajar a nuestra provincia. Este
encuentro marcó un antes y un después en
nuestra formación y organización. Fue un
momento de ruptura y de cambios que
modificaron el escenario psicoanalítico en
Jujuy. Para algunos fue la ocasión de su
salida, para otros, una entrada. Junto a las
nuevas incidencias, se sumaron otros
nombres (Graciela Rosso, Susana Pihuela,
Andrea Blasco y Silvia Torres). Se
replantearon los análisis, los alumnos
ocuparon el lugar de practicantes, y así
organizamos las Primeras Jornadas de
Psicoanálisis en Jujuy “La Dirección de la
Cura”, en las cuales la mayoría presentamos
producciones escritas (que posteriormente
 EL PSICOANÁLISIS EN JUJUY por Laila Quintar
fueron publicadas) dando cuenta de nuestra
praxis. Esta actividad estuvo en el inicio de un
cambio de rumbo. El deseo de Germán García
produjo un punto de inflexión en el
Psicoanálisis en Jujuy: Nuestras presencia en
la política del Campo Freudiano,
participación y enlaces a nivel nacional e
internacional.
Un nuevo significante nos nombraba, el
GEA (Grupo de Estudios Analíticos),
disolviéndo la Sociedad Psicoanalítica. En
esta nueva apertura, se incorporaban, Mabel
Sánchez en la conducción y Carmen Sánchez
de Bustamante. La enseñanza estaría a cargo
de Germán García y de los integrantes del
GEA. Las presentaciones clínicas, que por fin
comenzamos a realizar, fueron muy ricas y
de gran importancia para el aprendizaje de la
clínica. Firmamos un convenio con la
municipalidad de la Capital y llevamos
adelante el curso de "La Infancia, la Historia y
la Ciudad". Con la Universidad Nacional de
Jujuy organizamos un post-grado de dos años
sobre los fundamentos del psicoanálisis, con
docentes de la recientemente creada
Asociación Psicoanalítica del NOA (Jujuy,
Salta y Tucumán). De Bs.As. estuvieron
presentes Graciela Musachi, Germán García
(Director del post-grado), Rosa Maria Calvet
y Romani de España.
A partir de la creación de la Escuela de la
Orientación Lacaniana se trazaban nuevas
coordenadas en la política nacional que
determinaron una política en los grupos
locales, generando otra crisis que, en este
caso, merece un capítulo aparte.
Como efecto de esta crisis, se asomaron
momentos más calmos y de afianzamiento.
Con Ana Calderon, Graciela Rosso y Susana
Pihuela creamos la Fundación Freudiana en
al año 1994 y desde la Fundación instituimos
la Biblioteca Analítica de Jujuy, que tuvo su
funcionamiento en los edificios del "El
Umbral", institución del estado que es algo
más que un centro asistencial público, ya que
produce un punto de entrecruzamiento del
Psicoanálisis y la Salud Pública.
En la responsabilidad de sostener la
formación y transmisión del psicoanálisis de
la orientación lacaniana estamos desde
entonces Germán García como asesor, y
quienes la fundamos, con Mabel Sánchez,
Carmen Sánchez de Bustamante, Silvia
Torres, Lilia Ana Oteo. Luego se sumaron
Ana Maria Grellet, María José Autino, Jorge
Grellet, Raúl Argüello, Luciana Tolaba,
Susana Casasco, María Laura Mamani,
Sebastián Ibañez, Alejandro López y otros.
Hoy la Biblioteca Analítica es un referente
incuestionable en Jujuy, no solo por el
psicoanálisis sino también porque forma
parte del entramado cultural de la ciudad.
El encuentro con la enseñanza de Germán
García nos supo transmitir el espíritu
masottiana, y entender que el psicoanálisis es
una práctica atravesada por otros discursos
en la que se anudan clínica, cultura y política.
A partir de la crisis del IOM, en el año
2011, concluimos con el CID (Centro de
Investigación y Docencia). El saldo fue el de
un trabajo fecundo que generó, entre otras
cosas, la autoridad local. Hoy la Biblioteca
Analítica de Jujuy junto con El Umbral desde
donde se produjo un convenio con la
Facultad de Psicología de la Universidad de
Córdoba y la Escuela de Lyon – Francia, para
que sus alumnos realicen prácticas
supervisadas, con marco teórico
psicoanalítico, más la creación en el 2008 de la
editorial OTIUM de Jujuy, Salta y Tucumán
configuran una institución muy sólida con
una serie de actividades de enseñanza clínica,
investigación, docencia, actividades 7
culturales, publicaciones y difusión del
psicoanalisis en la ciudad.
 CONTRA LAS PALABRAS HELADAS*
por César Mazza
E n su Seminario del 18 de marzo de 1980
Jacques Lacan, al destacar el papel
desempeñado por Tristán Tzara (1896-1963)
en su diferencia con André Breton (1896-
1966), delinea la oposición entre Dada y el
surrealismo. El subrayado de esta oposición
responde a una coyuntura precisa en la vida
institucional de Lacan: la disolución de la
Escuela Freudiana de París. Es preciso tener
en cuenta algunos antecedentes inmediatos
de su Seminario:
1- El grito de guerra ¡Delenda est!1 – Cartago
debe ser destruida– pronunciado por Lacan
en la reunión del Consejo de
Administración de la Escuela –EFP, 19-01-
1980. La decisión fue convocar a una
Asamblea de disolución.
2- “A los mil, de los cuales una carta
testimonia el deseo de continuar con él,
Jacques Lacan les responde que funda ese
21 de febrero de 1980, la Causa
Freudiana.”2
3- Intervención sorpresiva de Louis
3
Althusser , “en nombre de los
analizantes”, en una reunión convocada
por Lacan y aparición del primer número
* De la nota Editorial de Exordio Nº 2.
8 1 Miller Jacques-Alain Escisión Excomunión Disolución Tres Momentos en la Vida de Jacques Lacan. Buenos Aires: Ed. Manantial, 1987,
236-7.
2 Op. Cit.
3 Uno de los nombres aludidos en el título del Seminario del 18 de marzo: “El Señor A”, el otro se refiere al autor del poema “El
Señor Aa, el antifilósofo” de Tristam Tzara.
4 Groys, Boris Política de la inmortalidad. Buenos Aires: Editorial Katz, 2008.
de Delenda –órgano de apoyo a Lacan en
todo ese período.
Pero este proceder, el de ubicarse en las
filas de la vanguardia histórica dadaísta, poco
tiene que ver con un mero alarde intelectual
sino que, a través de ella, Lacan fijará su
posición política, clínica y conceptual en esa
coyuntura.
¿Cómo realizar una lectura performativa
de lo actual sin referenciarse a una tradición?
4
Problema afín al insinuado por Boris Groys,
cuando propone pensar lo nuevo en función
de un contexto de comparación llamado
archivo. Puesto que lo nuevo en sí no existe, lo
nuevo es, por definición, una categoría
inabordable – porque le falta un significante
para ser legible. Siguiendo esta perspectiva
será imprescindible establecer el archivo como
un contexto específico de comparación, que
permite leer la novedad.
La operación de la vanguardia se define,
entonces, por desmontar la embestida de las
jerarquías que sólo se sostienen en la
administración del sentido. Ante las
Asociaciones establecidas que no dejan de
resguardar un sentido religioso en sus cargos,
Lacan relanzará el cartel como dispositivo de
disolución del sentido. Por supuesto que el
 CONTRA LAS PALABRAS HELADAS por César Mazza

sentido-gozado mantendrá el pegoteo seguro apunta a la disolución del sentido que

de cualquier grupo sin causarle ninguna
sorpresa a nadie. Contra esto, Lacan apuesta a
una acción performativa llamada remolino.
Un remolino de disolución implica perturbar
la defensa y hará entrar en pánico a los que
están demasiado aferrados a los semblantes
establecidos. En esta misma línea propongo
situar el desarrollo de Jacques- Alain Miller
cuando desliza el término carnaval: “… poner
[en la Institución] lo que Rabelais y Germán
[García] llaman el ‘carnaval’ (…) Porque,
dado el problema epistemológico del
psicoanálisis, si no se introduce el carnaval,
reina la infatuación o reinan las habilitaciones
simbólicas vacías, y empezamos todo
(nuestros congresos, el presidente, el director,
el subdirector) de manera jerárquica, seca y
congelada.”5
Determinadas acciones protagonizadas
por las vanguardias históricas de principios
del Siglo XX – Dadaísmo, surrealismo francés,
vanguardia rusa pos revolucionaria– se
propusieron disolver la institución del arte,
más específicamente, la forma de
organización de las producciones artística
donde las separaciones –entre lo Alto/Bajo
(la elite y lo popular), entre Vida/Obra, entre
Arte/Política, entre lo Viejo/Nuevo–
trabajaban reafirmando el conformismo de
un modo de vida. Sin entrar en esta ocasión a
medir los fracasos y los hallazgos de
semejante empresa, es posible leer
determinadas acciones y de Miller, en
contextos radicalmente disímiles, donde se
pretenden adjudicar separaciones
segregativas contra el discurso del analista: lo
alto (jerárquicamente establecido)/ bajo (los
recién llegados); el afuera y el adentro.
“Principio reaccionario, –dirá Lacan– que
recubre la dualidad del que sufre y del que
cura, con la oposición del que sabe con el que
6
ignora.”
Separaciones segregativas que adquieren,
cada vez, nuevas modalidades de acuerdo a
cada contexto,7 pero eternamente se dirigen a
un solo objetivo: menoscabar las
consecuencias en la vida pública, en la vida
institucional, del discurso analítico.
Trayecto
Germán García, al subrayar las estrategias
de “inmersión de una disciplina (el
psicoanálisis lacaniano) en un paisaje cultural
8
diferente” propone dos momentos en la
instalación de la enseñanza de Lacan en la
Argentina:
1- El exotismo en la acción de Oscar
Masotta. El primer movimiento consistió
en marcar lo exótico9 en el estilo de Lacan
al mismo tiempo que demostraba su rigor
lógico. Con este primer paso comienza el
retorno a Freud en la Argentina. Es de
destacar que desde su texto de 1965 hasta
sus intervenciones en 196910 ubicamos el
pasaje de Masotta del campo intelectual a
otro campo específico, el de la práctica del

5 Miller, J-A: “El psicoanalista y su comunidad(1997)” en Conferencias Porteñas T3 Buenos Aires: Ed. Paidós, 2010.
6 Lacan, Jacques. “La cosa freudiano o el sentido del retorno Freud en psicoanálisis”. Escritos 1.
7 Recibirá distintos nombres: SAMCDA (Cf. Lacan, Jacques. Radiofonía & Televisión. Barcelona: Editorial Anagrama, 1977),
Mutualismo (Cf. Miller, J.-A. “Intervención sobre el mutualismo” en La erótica del tiempo y otros texto. Buenos Aires: Ed. Tres Haches,
2001. s, Sindicato de co-propietarios(Cf. Miller en El factor temporal en JJ 68, nov 09).
9
8 García, Germán “Lacan, una pasión argentina”. Ñ Revista de Cultura Nro. 154 Diario Clarín. Buenos Aires, 9-09-2006.
9 “¿Qué es lo exótico sino el resultado de la unión de sistemas simbólicos que tienen poco que ver unos con otros?” (Masotta, Oscar
Sexo y traición en Roberto Arlt. Buenos Aires: Ed. Centro Editor de América Latina, 1982.).
10 Nos referimos al pasaje de “Jacques Lacan o el inconciente el fundamentos de la filosofía” publicado en 1965 en la Revista Pasado
y Presente a “Presentación del Segundo Congreso Lacaniano (Oct. 1969)” en Cuadernos Sigmund Freud n 1. Buenos Aires: Ed Nueva
Visión, 1971. Cf. Izaguirre, Marcelo. Jacques Lacan: El anclaje de su enseñanza en la Argentina. Buenos Aires: Ed. Catálogos, 2009, 30-31.
 CONTRA LAS PALABRAS HELADAS por César Mazza

psicoanálisis. El segundo movimiento se que nunca encontró su recepción en el

sitúa en la explicación, y trae aparejada una contexto en que se desplegó, pasará, según el
consecuencia: la claridad de Masotta. montaje que se logre dar, a conformarse en un
2- Aclimatación. El Tercer Encuentro del nuevo comienzo.
campo Freudiano en Buenos Aires (1984) Porque los efectos de un Lacan al revés
marca lo inverso del exotismo: los que (calamidad recitadora, ilusión de pertenecer a
rechazan a Jacques-Alain Miller y los que una cultura central, cretinización y
aceptan su propuesta. Se elogia la claridad mediocridad expandida, etc.) no se hacen
de su estilo, pero de lo que trata, en esperar; es preciso volver a jugar la partida
definitiva, es de la política que subyace en del deseo. De esta forma, la espera será la
la enseñanza. La estrategia de Miller oportunidad del que desea.
consiste en extraer las consecuencias El deseo de obtener la diferencia absoluta
políticas, epistémicas y clínicas de la desaloja el “confort intelectual”, –el más
enseñanza de Lacan. “Ahora la enseñanza corruptor de los conforts–, que Lacan ubica en
de Lacan está aclimatada, a cualquiera le esa dimensión pulsional que se pasa en
parece tan clara que nadie teme enseñarla. silencio cuando uno se condena a la
Otra cosa es explicarla” dirá García. repetición por la idealización de un discurso
constituido en otro lado. El comienzo del
Lacan al revés discurso, un Exordio cada vez, encuentra su
función principal en subvertir las formas del
El ready made –urinario expuesto– de silencio que se reproducen en la cita de
Marcel Duchamp logró sorprender y autoridad y la deferencia producida por los
provocar “extrañamiento” al sacudir a la ideales. Vaya entonces este número al lector,
institución del arte y sus formas de crisálida en su silla.11
organización: el museo y las exposiciones.
Actualmente, cuando un artista intenta
colocar un objeto de la industria ya hecho en el
museo no provoca el mismo efecto de aquel
ready made; en cierta forma ya es esperado y el
efecto de choque se convierte en su contrario:
una decoración de interiores. Así, los
propósitos de la vanguardia histórica,
centrados en disolver la institución del arte y
sus correspondientes divisiones segregativas,
ya puntualizadas, se vieron radicalmente
transformados en su contrario: asimilación y
utilización por parte del establishment.
Porque la pregunta sobre la actualidad de las
vanguardias históricas no apunta al intento
10 –por demás infructuoso– de recuperar el
pasado sino de situarlo en su valor de
síntoma. El aspecto inasimilable de aquello

11 Tristán Tzara.
 LA COMUNIDAD ANALÍTICA*
por Beatriz Gez
La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento: El contexto de François Rabelais
Una apertura por lo cómico
C uando Jacques Alain Miller presenta
su curso del año 1989/1990 lo hace
bajo un título del cual dice -permite “una
pequeña fantasía cómica”, que introduce
cierto aire festivo: El banquete de los analistas
“¡Es la fiesta en el psicoanálisis!” y, agregará,
“la fiesta es un momento completamente
destacado en la vida de muchas personas.
Sobre todo de las personas más chicas, de los
niños; es un momento de felicidad, el
momento de algunos traumas ...”
Bajo este título se propone “seriamente
examinar cómo se articulan los tres órdenes
de relación que un analista mantiene”, a
saber: con sus analizantes, con el psicoanálisis
y con los analistas. Para ello propone la
imagen del banquete en la que “cada uno
tirado en su diván levanta su copa y se
presenta con su parrafada sobre el
psicoanálisis” la que compara con el Banquete
de Platón en el que “cada cual acude con su
parrafada sobre el amor”. Considera, en
principio, al Banquete de Platón como el
banquete de los banquetes pues versa sobre el
amor, principio del lazo social, para presentar
luego otros banquetes como el Convivio de
Dante (en el que sin sentarse a la mesa
bienaventurada en la que se come el pan de
los ángeles, “pero huyendo del pasto del
vulgo” recoge las migajas que dejan caer
“para conservarlas como pitanza para los
* Presentación realizada el 13 de diciembre de 2008 en el XXII Coloquio Descartes.
** “Nueve facetas de la comunidad analítica”, Jacques-Alain Miller, Centro Descartes (16/11/1996), Conferencias Porteñas, Paidós,
2009.
“Las festividades (cualquiera que sea su tipo) son una
forma primordial determinante de la civilización humana.”
M. Bajtin
desdichados que están más lejos”); los seis
banquetes de Erasmo de Rotterdam de los
que destaca el Convivium religiosum (en el que
hablar va de la mano de comer) y el Dispar
convivium (en el que no presenta la sociedad
amable de los juerguistas sino que nos
introduce en los secretos de un banquete, que
en caso de celebrarse, será desigual).
Aclarará que su “pequeña fantasía
cómica”, de que la relación analítica es un
banquete, se ajusta a la historia del
psicoanálisis en la que algunos pudieron
confundir al analista con una nodriza que da
el pecho y al análisis con una comunión en la
que el analista se entrega como alimento,
como “ostia imaginaria”; y que si bien “el
banquete de los analistas es asimismo el
banquete de los analizantes”, estos últimos
no forman un conjunto y aunque hablan entre
sí lo esencial es que hablan a su analista, en
cambio los analistas “se hablan”.
Por último en tanto que la pregunta que
guía el curso es ¿qué goce se encuentra en el
análisis? “El tema del banquete pone en
evidencia que es necesario satisfacer la
pulsión oral para posibilitar a los otros el
ejercicio de la palabra y para resaltar el
suplemento de goce que debe aportarse para
que se soporte la pérdida que supone el
ejercicio mismo de la palabra.”
La apertura, de estas nueve facetas de la
11
comunidad analítica** que se desarrollarán
 LA COMUNIDAD ANALÍTICA por Beatriz Gez
de a tres en cada mesa, comienza por lo
cómico pues aquí, hoy, nos encontramos, una
vez más, presentándonos con nuestra
parrafada sobre el psicoanálisis.
¿Qué función cumple lo cómico en el
campo social?
Comencé con un brevísimo comentario de
la presentación que hizo Jacques Alain Miller
de su curso -que introduje con el epígrafe de
Mijael Bajtín- para destacar que la función
que cumple lo cómico en el campo social “es
una forma primordial determinante” (de la
que no está exenta la comunidad de los
analistas) pues toma su lugar de la
ambigüedad que está en el propio
fundamento de la formación del yo en tanto
su unidad se encuentra fuera de sí mismo; y
es con respecto a su semejante como se erige y
encuentra aquella unidad de defensa que es
su ser en cuanto ser narcisista. Por ello la
solución fundamental que todos buscan en el
amor, “principio del lazo social”, “se
descubre”, “se revela” en la experiencia
analítica como cómica.
Las especies de lo cómico
Repasemos brevemente. Sigmund Freud
en “El chiste y su relación con el inconsciente”
se ocupa en distinguir sutilmente la función
social de lo cómico, de la del chiste y del
humor, como así también la función de la risa,
distinciones que Jacques Lacan retoma, revisa
y actualiza en su seminario sobre Las
formaciones del inconsciente.
A lo que arriba Freud, entre otras
cuestiones, es que si bien el chiste es una
12 contribución ofrecida por el inconsciente a lo
cómico y el humor es una contribución a lo
cómico mediada por el superyó, la función
social de lo cómico (que puede usufructuar de
ambas contribuciones) difiere de la del chiste
y la del humor.
Mientras que el humor es una “actitud”
que no se descifra por su técnica sino que en
su esencia más pura es el ejercido sobre uno
mismo y el chiste “se hace” y “precisa
obligadamente” de la participación de una
tercera persona para la perfección del proceso
aportador del placer, pudiendo prescindir de
la segunda cuando no es agresivo o
tendencioso; lo cómico “se descubre”, en
primer lugar en las personas, o
secundariamente y por una transferencia, en
los objetos, situaciones, etc., y precisa
solamente de dos personas: una que lo
descubre y otra en la que es descubierto. De
esta última tiene que ser conocida la falta de
coerción íntima, aportando placer cómico
solamente a la persona que lo descubre y que
es quien posee coerciones y en quien produce
una remoción de la censura al igual que en la
tercera persona del chiste. Por ello el rasgo de
lo cómico que Freud aísla primero como más
cercano al chiste es el de lo ingenuo, donde “la
primera persona no abriga la menor segunda
intención ni extrae placer alguno de la
producción de la ingenuidad, todos los
caracteres dependen tan sólo de la
interpretación del oyente”. Luego de un
sinuoso recorrido este rasgo de ingenuidad
hacia el final de su análisis considerará que el
carácter específico de la comicidad es el
renacimiento de lo infantil, no al modo del
placer recordado como lo plantea Bergson
sino en la conexión preconsciente producto
de una comparación.
Freud aísla que la comicidad surge de la
comparación misma, y aunque en principio
se declara incompetente para investigar en
qué radica la comicidad de la comparación
concluirá que resulta de la eficacia de la
metáfora, ya que la metáfora llama la
atención sobre una coincidencia de dos
objetos heterogéneos: “la metáfora es
 LA COMUNIDAD ANALÍTICA por Beatriz Gez
susceptible de ser empleada para
aminorarnos el trabajo intelectual, por
ejemplo en la comparación de lo desconocido
y lo superfluo con lo concreto por medio de la
cual esclarecemos lo que nos parece difícil o
extraño.” (Es bastante común hallarlo en
nuestras “parrafadas”, en las que avanzamos
de sinécdoque en sinécdoque como suele
describirlas Germán García.)
Freud destacará que hay una diferencia
esencial entre la metáfora cómica y la
metáfora chistosa, y es que los dos elementos
fundidos, en la metáfora cómica, no dan
realmente un nuevo sentido, es decir las
modificaciones y sustituciones conducen
como en el chiste a una expresión conocida y
usual pero carecen de algún sentido propio.
Para usar el lenguaje de Lacan en el seminario
V, es la vía más sin sentido, la de la
homonimia, el equívoco, etc. la que engendra
ese matiz de sentido pero sólo cuando la
metáfora se produce “de las ruinas
metonímicas del objeto inconsciente” en
cuestión, podemos obtener un lapsus, un
síntoma o un chiste.
La explicación freudiana es que la esencia del
proceso psíquico de lo cómico radica en
nuestro “deseo de comprender” la
manifestación de otra persona a partir de
nuestra identificación con el proceso psíquico
que se verifica en la otra persona, que puede
realizarse por:
a) “contraste psicológico”, así el placer
cómico es el resultante del ahorro de
gasto por la comparación de las
manifestaciones de otra persona con las
nuestra propias, caso en el que se
destacarían la comicidad del
movimiento, de las formas, de la función
espiritual y del carácter. El carácter
infantil de estos géneros de lo cómico son
el impulso al movimiento y el incompleto
desarrollo espiritual y moral del niño.
Estos géneros nos acercan a la idea de un
mecanismo inanimado que es aplicable a
todos los casos examinados por Bergson
de la cómica rigidez de los hábitos
profesionales, las ideas fijas y la
muletillas verbales en los que la fuente de
placer es la expectación por comparación
de nuestra experiencia de la diversidad y
plasticidad individual de lo animado;
b) “proyección simpática” en la que la
comicidad resulta por completo de la
comparación realizada totalmente
dentro del prójimo: “esta es la posibilidad
de más amplio contenido pues es la que
da origen a la comicidad de la situación, a
la de la exageración (caricatura), a la de la
imitación, de la degradación y el
desenmascaramiento. En esta es
fácilmente aplicable la hipótesis de
relación con lo preconsciente infantil
pues la comicidad de la situación se
funda la más de las veces en: una
embarazada conducta del sujeto
(perturbación de las conductas anímicas
por las imperiosas exigencias de las
necesidades naturales que encuentra su
carácter infantil en la falta de dominio del
niño de sus funciones somáticas); en la
continuada repetición que corresponde
al afán de repetición (preguntas, cuentos)
del que el niño extrae placer con el que
acaba por aburrir a sus guardadores; la
exageración (que en el adulto encuentra
placer cuando acierta a justificarla ante la
crítica) y que tiene raíz en la peculiar falta
de medida en el niño y en su ignorancia
de todas las relaciones cuantitativas que
el sujeto infantil no llega a conocer (pues
la mesura y la templanza son frutos
posteriores de la educación). Por último
la comicidad de la imitación que es el arte 13
que mejor domina el niño y el motivo
ocasional de la mayor parte de sus juegos.
La ambición infantil, al igual que la de
“los ciegos de Voltaire que discuten sobre
 LA COMUNIDAD ANALÍTICA por Beatriz Gez
los colores atrapados en las palabras de
autoridad de unos líderes ciegos” -
metáfora que utilizó Miller en su
presentación de la faceta cómica de la
comunidad analítica**-, tiende menos a
pretender significarse entre sus
compañeros que a la imitación de los
mayores. El niño comprende
exclusivamente por medio de la
imitación, esto es, hace lo mismo que ha
visto hacer o bien responde a preceptos
pues aún no ha adquirido la medida del
deber. De lo que deduce Freud que en los
niños no aparece la menor huella del
sentido de lo cómico: “la risa del niño es
una risa de puro placer provocada por
superioridad o por la alegría de daño
ajeno: “Tú te has caído y yo no”.”
Descubrimos en los niños lo cómico
cuando aislamos lo ingenuo de su esencia
infantil pues no hallamos cómico al
sujeto infantil cuando se comporta como
tal sino únicamente cuando se disfraza
con la gravedad del adulto, pero ellos
carecen del sentido de lo cómico. Lo
mismo sucede con la comicidad de la
degradación constituida por la relación
del niño con los adultos y que vemos
surgir cuando una adulto se comporta
como un niño.
c) “empatía” en la que la comparación
tiene lugar totalmente dentro del yo, y
aquí se encuentra el caso de la
expectación cómica más extraña al niño y
que tarda más en aparecer. Al punto que
en la mayoría de los casos aquello que
para el adulto resulta cómico, el niño
experimentará una decepción. Incluso
Freud deduce que la ansiosa expectación
14 del niño y su credulidad puede
explicarnos porque nos sentimos
cómicos “como niños”, cuando sufrimos
una decepción.
El espejo social
Cuando Jacques Lacan ubica al estadio del
espejo como formador de la función del yo
(je), tal como se nos revela (“se descubre”) en la
experiencia psicoanalítica, el valor que
adjudica al júbilo del niño frente al espejo es
para destacar que “la imagen del cuerpo se
conquista a la vez como algo que existe y no
existe, con respecto a lo cual el niño sitúa
también sus propios movimientos con la
imagen de quienes lo acompañan frente al espejo.
El privilegio de esta experiencia es que le
ofrece al sujeto una realidad virtual,
irrealizada, captada en cuanto tal, aún por
conquistar. Toda posibilidad para la realidad
humana de construirse pasa literalmente por
ahí.” Lacan explica que “asistimos a un
movimiento doble: por una parte la
experiencia de la materialidad introduce,
bajo la forma de la imagen del cuerpo, un
elemento ilusorio y engañoso como
fundamento esencial de la localización del
sujeto con respecto a la realidad; y por otra
parte, el margen que esta experiencia le ofrece
al niño le da la posibilidad de efectuar en una
dirección contraria, sus primeras
identificaciones del yo, entrando así en un
campo más enigmático en el que habrá de
definirse, conquistarse, subjetivarse.”
Podemos concluir que la función que cumple
lo cómico en el campo social a través de la
pantomima, la caricatura, la imitación,
etcétera es usufructuar con placer de una
posesión/posición aún por conquistar.
 NIÑEZ Y ADOLESCENCIA. DERECHO Y PSICOANÁLISIS
por Marcelo Izaguirre
Niños y “menores”
L a niñez y la adolescencia ya no son lo
que eran. Esta verdad de perogrullo
merece una explicación. No remite a la
conocida letanía de que todo tiempo pasado
fue mejor, como se escucha de algunos
padres. Hoy no podría describirse la infancia
como lo han hecho dos figuras como Phillipe
Aries y Lloyd De Mausse, en sus respectivas
historias de la infancia y, quizá una de las
razones por las cuales no se pueda hacer de
ese modo, fue el llamado de atención que
resultaron ambos trabajos para la
consideración de la infancia en otros
términos. Y por qué no, podría aventurarse,
por la irrupción del psicoanálisis a fines del
siglo XIX (hipótesis que, por supuesto, no es
una novedad).
Quizá tampoco nos sirva hoy la diferencia
que establecía Kant entre la autonomía y la
heteronomía de la voluntad pues parece que
se hubieran borrado los matices. No voy a
explicarles a ustedes lo que ha significado el
sacrificio de niños tan bien descrito por Aries
y que tanto se practicó por esta zona, aunque
no está demás recordar con De Mause que el
ultraje y sacrificio infantil se practicó siempre.
Pero entre aquellos sacrificios y estos tiempos
ha caído un muro. No sólo el muro de Berlín
sino también, pareciera, el del lenguaje.
Quizá suena demasiado exagerado llamarlo
así, pero el año 1989 marcó un punto de
inflexión no sólo con la caída del muro y su
antecedente la Perestroika, sino que es el año
en el que culmina el siglo XX si aceptamos la
caracterización de Eric Hobsbawm. Y con
relación al tema que traigo hoy, hay que decir
que es el año en que se dicta la Convención
Internacional de los Derechos del niño.
O sea, el comienzo de un nuevo siglo en la
consideración de la infancia. La aceptación de
la Convención no ha sido sencilla en los
diferentes países del planeta. De hecho, los
Estados Unidos no han ratificado su adhesión
a ella hasta el día de hoy. En nuestro país, que
adhirió a la Convención a partir del año 1990,
los cambios no han sido sin conflictos. Una de
las razones por las cuales decía que pareciera
que hubiera caído el muro del lenguaje, es
que uno de los primeros ámbitos en el cual se
produjo un cambio importante fue en la
denominación, ya que ahora se promueve
que no se llamarán más menores sino que
desde entonces pasaron a denominarse niñas,
niños y adolescentes. Amparados quizás en
una afirmación del ya citado Hobsbawm, que
“las palabras son testigos que a menudo
hablan más alto que los documentos”, las
personas implicadas en dar cuenta de los
caminos para llevar adelante los principios de
la Convención de Ginebra, han
desparramado por las diversas bibliografías
la acepción de niñas, niños y adolescentes
promoviendo “la prohibición” del uso de la
expresión menores. Hay que tener en cuenta
15
que la alusión a la minoridad tiene
reminiscencias kantianas
Difícilmente podríamos leer hoy un título
como el que publicó en el año 1972 Plácido
 NIÑEZ Y ADOLESCENCIA. DERECHO Y PSICOANÁLISIS por Marcelo Izaguirre
Horas, Jóvenes desviados y delincuentes. Y
menos aún afirmaciones como las que dejaba
en su capítulo IX: “Estos hechos reiteran la
permanente polémica conceptual sobre la
expresión delincuentes juveniles,
considerada lesiva e inadecuada. Calificar de
delincuente es imponer un estigma
desaprobador que los afecta y les entrega un
modelo negativo para su comportamiento
futuro”. Afirmaciones que a pesar de que le
pertenecen no le impidieron sentar los aires
de estigma en su libro incluso desde el título
mismo. Pero en su primer capítulo, aclara al
inicio, que la definición de la delincuencia
juvenil como un estado que ofrece
dificultades para ser definido provenía de las
Naciones Unidas. Quizá esa dificultad y a
manera de resarcimiento, condujo casi
cuarenta años más tarde a las Naciones
Unidas a promover la Convención.
Una de las consecuencias de esa
Convención en nuestro país fue la ley 26.061,
que ha dado lugar a que se cambie el
paradigma de lo que se dio en llamar el niño
como objeto, para pasar al nuevo paradigma
de considerar al niño como sujeto de
derechos. Para un efectivo ejercicio del
derecho del niño a ser oído y que su opinión
sea tomada primordialmente en cuenta en
toda decisión que lo afecte, será necesario un
cambio en la mirada del adulto respecto a las
declaraciones de incapacidad de los llamados
“menores” de edad.
En este pequeño párrafo he señalado
demasiados conceptos y una relación entre el
derecho y el psicoanálisis, en la cual este
último ha aventajado en un siglo a aquel.
Dado que uno de los grandes escándalos que
produjo la irrupción del discurso de Freud
16 fue la consideración de la vida sexual de los
niños. Y a continuación de ello, considerar
que los niños tenían que ser oídos. Aunque
Freud nunca dijo que se tratara de un derecho
amparado en ley alguna, salvo la del deseo.
Si antes se establecía, casi como una
extrapolación de la declaración de insanía,
que el menor podía encontrarse en una
situación de abandono que fuera peligrosa
para sí o para los demás, sin tener en cuenta la
opinión del niño o adolescente, esa
caracterización de peligro ha sido sustituida
por la de vulneración de derechos. Y en el
terreno de la práctica ha sido sustituida por la
de situación de riesgo. Como señala Julieta
Grinberg: “si no se toman las medidas
necesarias 'algo malo' le ocurrirá al niño”. El
riesgo comprende una variedad de
situaciones: desde el maltrato al abuso, hasta
los descuidos y negligencias por parte de los
adultos (1).
No voy a discutir la ley, porque no soy
jurista y resultaría por tanto complicado
dedicar este espacio a eso. Sólo me interesaría
recordar que alguien especialista en el
derecho de familia –si bien ubicado entre los
llamados sectores conservadores– como el
Dr. Belluscio, quien fue presidente de la Corte
Suprema de Justicia, escribió un artículo que
indicaba que el primer artículo de esa ley
debía decir deróguese, ya que era una ley en
parte inútil y en parte peligrosa (2). Pero nos
guste o no, la ley no se puede dejar de tener en
cuenta por el rol que juega en tanto fija las
reglas y establece las fronteras. De todas
maneras cuando las cosas no andan, y las
cuestiones del gobierno, educación o como
ustedes le quieran llamar, de la niñez,
adolescencia y juventud, así como la salud
mental no andan y cuando no andan, decía, se
tratan de encarrilar bajo la égida de la ley. No
es casual entonces que en los últimos tiempos
se hayan sancionado en nuestro país –entre
tantas otras– dos leyes significativas, una
referida a la infancia y adolescencia en el año
2005 y la última referida a la salud mental en
el año 2010 (a las que quizás habría que
 NIÑEZ Y ADOLESCENCIA. DERECHO Y PSICOANÁLISIS por Marcelo Izaguirre
agregar la Ley de protección de la mujer que
le otorga el mismo derecho que al niño: de ser
oída). O sea, tenemos allí dos temas que no
andan y pretendemos con la ayuda de las
leyes ponerlas a funcionar.
Como estamos en el tiempo de los
derechos, el artículo 7 de la nueva ley de
salud mental da cuenta de una serie de
derechos que tienen las personas con
problemas de salud mental, que ponen en
aprietos la situación de diagnóstico y la vieja
práctica de presentación de enfermos (en el
año 1931 el Dr. Lacan junto con Lévy-Valensi
y Pierre Migault publicaron un caso clínico
que habían presentado en la Soc. Medica-
Psychologique en noviembre de ese año
–Problemas del lenguaje escrito en una
paranoica– y ante el diagnóstico de delirio la
enferma se negó a aceptar el mismo
comenzando una discusión. Hoy, si eso
sucediera en Argentina, podría ser objeto de
una demanda.
Me interesaría traer algunos temas que se
derivan de la primera ley mencionada,
vigente en nuestro país desde el año 2005 y
reglamentada en el año 2007. Derivados, a su
vez de la Convención de los derechos del niño
del citado año 1989. Ellos son: el derecho a ser
oído, que su opinión sea tomada primordialmente
en cuenta y en particular todo eso relacionado
con el artículo 3 de la ley –siguiendo el art. 3
de la Convención–, que hay que tener en cuenta
“el interés superior del niño”. A diferencia del
artículo de la Convención, en el de la ley se
dice qué se entiende por interés superior del
niño: la máxima satisfacción, integral y
simultánea de los derechos y garantías
reconocidos por esta ley.
Respecto a este último punto Silvia
Crescente afirma que “la ley entendiendo el
interés superior como la satisfacción de los
derechos, establece pautas que deberán
respetarse en el ejercicio de las relaciones
paterno – filiales y cualquier circunstancia
que se vincule a ellas, y en este sentido es un
límite a las decisiones discrecionales o
paternalistas de los adultos y del Estado” (3).
Dos cuestiones fundamentales allí y de
incierto cumplimiento: la satisfacción de los
derechos y la regulación de las relaciones
familiares (paterno - filiales). Aunque ahora
ya no será bajo la forma de la policía de las
familias como las llamó Donzelot. Ya no se
trata de vigilar, castigar y reprimir, sino de
oír, respetar y democratizar. Ahora se trata de
aconsejar a los padres con mecanismos
suaves y sin el uso de la coerción y, en la
mayoría de los casos por la palabra, o al estilo
rortyano, será la conversación la que aparece
como el medio privilegiado para intentar
modificar las conductas familiares.
Del derecho al psicoanálisis
Sin entrar en disquisiciones acerca de los
problemas que plantea el tema de la
satisfacción en el campo del psicoanálisis, en
tanto la satisfacción de la demanda conlleva
el desconocimiento del deseo; el tema de la
satisfacción de los derechos no deja de
resultar un postulado de difícil concreción. Si
tenemos presente el artículo de la
Constitución nacional que señala que todos
los habitantes tienen derecho a una vivienda
digna, basta leer los diarios para saber que eso
no sucede. Ni en nuestro país ni en los
llamados países desarrollados. Lo que
recuerda, como afirma Hobswam al referirse
al tema de la ideología secular, que “un
mundo en el que todos fueran felices y cada
individuo pudiera cumplir libre y
plenamente sus potencialidades, un mundo 17
en el que reinara la libertad y el gobierno que
significa coacción hubiera desaparecido, era
la aspiración suprema de los liberales y de los
 NIÑEZ Y ADOLESCENCIA. DERECHO Y PSICOANÁLISIS por Marcelo Izaguirre
socialistas” (4). La diferencia entre los
liberales y los socialistas no se encontraba en
esa declaración sino en los métodos para
lograrlos. La idea de comunidad ponía de
manifiesto la diferencia entre estos y aquellos.
Esa idea del gobierno que significa coacción
que sería bueno que desaparezca, parece
guiar a algunos de los principios de la nueva
ley en relación con los niños y adolescentes.
Como es sabido esto no es del agrado de todo
el mundo. El mes pasado nos hemos podido
enterar de un maestro en la ciudad de Carlos
Paz que hacía saber a los jóvenes del colegio
Carlos Pellegrini cuáles serían sus
obligaciones más que sus derechos.
En cuanto al derecho del niño a ser oído
creo que no habría ningún desacuerdo entre
los planteos del psicoanálisis y el derecho. He
señalado que creo que en ese sentido Freud se
anticipó, más allá de las críticas de Foucault, a
los nuevos paradigmas. Pero para ser oído y
que su opinión sea tenida en cuenta se habla
de diferentes características que deben darse
(edad, grado de madurez, capacidad de
discernimiento y otras condiciones
personales) que llevan al concepto de
autonomía progresiva. El que según Nelly
Minyerski y Marisa Herrera “resulta un
elemento clave para analizar críticamente la
cuestión planteada y comprender mejor la
necesidad de una mayor precisión sobre el
carácter transitorio y relativo –sólo por un
tiempo cierto, y para algunas cuestiones– de
la incapacidad de 'ejercicio' de la infancia”. Lo
que plantea el límite de ese “tiempo cierto”. El
análisis de los conceptos de cooperación,
asistencia y representación las lleva a afirmar
que de manera inversamente proporcional “a
medida que los niños adquieren mayor
18 autonomía menor es la intensidad de la
participación de un tercero” (5). Afirmación
que no resuelve el problema de los límites.
¿Qué puede decir el psicoanálisis respecto
a estos temas? Son muy variadas las teorías
que se han construido a partir de lo que se ha
dado en llamar la declinación de la función
paterna. Y son muchas más que las que
Derrida reclamaba a los psicoanalistas
respecto al tema de la crueldad. De creer a
Michel Tort, quien realiza un exhaustivo
recorrido por diferentes trabajos de
psicoanalistas en Francia, estos, en particular
los lacanianos, se han dedicado a intentar
restaurar la figura de esa declinación a través
del uso del Nombre del Padre. Si el tiempo de
los dioses y de los padres tiene los días
contados junto con el dominio de los hombres
sobre las mujeres, a pesar de que la grandeza
del psicoanálisis ha sido la de participar de la
operación que ha permitido que ello suceda;
no obstante, podríamos decir que al tiempo
que participa el psicoanálisis de esa
operación, los psicoanalistas no estarían a la
altura del psicoanálisis ya que para Tort, “del
dominio tradicional de los padres se ha
pasado, en el momento mismo de su derrota
histórica en la sociedad, a la solución
psicoanalítica a través del padre”. Lo que se
ha olvidado en ese caso, dirá, es la naturaleza
indomable de los procesos inconscientes (6).
Creo que esta última afirmación daría lugar
a diferenciar la posición misma de Freud de
aquel lugar en que la sitúa el mismo Tort,
pues es sabido que a partir del desarrollo de la
pulsión de muerte por parte del vienés se
produjo una rebelión en la granja
psicoanalítica, en particular del lado de
Willhem Reich a quien le resultaba
disparatada la idea de que un sujeto tendiera
a su propia destrucción. Graciela Musachi ha
desarrollado ese tema en un excelente
artículo, que alude a los derechos de la mujer,
donde el límite no estaría dado por la
autonomía progresiva, que parece pertinente
cuando se habla de niños, sino por el goce:
“Freud ha forjado –afirma- para definir el
 NIÑEZ Y ADOLESCENCIA. DERECHO Y PSICOANÁLISIS por Marcelo Izaguirre
goce del cuerpo propio, la pulsión como goce
que está fuera de todo dominio, que es acéfalo
y que no quiere el bien del sujeto sino su
propia satisfacción (7).
Por supuesto que resulta un poco difícil
aceptar por toda explicación ante un suicidio
generalizado que se trata de la pulsión de
muerte. Entonces, cuando ello sucede se dan
diferentes tipos de explicaciones. El año
pasado, ante lo acontecido en Rosario de la
Frontera (Salta) cuando 4 jóvenes se
ahorcaron se pudieron leer, entre otras,
cuatro declaraciones: un sociólogo que casi
coincidía con el vicario de la parroquia, en
que faltan liderazgos o ejemplos claros decía
el primero, mientras el segundo indicaba que
no se recurre a Dios. Una psicoanalista decía
que se trataba de una ola de hechos trágicos,
de los cuales ya nos anotició Freud en
Psicología de las masas y, contrariamente a
los antes mencionados agregaba que por el
ideal que representa el líder se es capaz de
cualquier cosa, hasta de la propia muerte. Si
en lugar de consultar a los expertos se le
pregunta a la gente encontramos que los
vecinos afirmaron “Estamos muy asustados,
no sabemos a qué se debe todo esto” (8). La
gente, que no había llevado adelante los actos
no necesitaba justificar los mismos, sólo
hablaba de su sorpresa y sus temores. Otro
psicoanalista ante la masacre de Carmen de
Patagones en el año 2005 afirmó, forzando la
conexión causal, que eso había sucedido
porque el joven desconocía la masacre del 22
de agosto de 1972 en Trelew (9). La naturaleza
indomable de los procesos inconscientes,
pone de manifiesto lo que Jon Elster ha
desarrollado en su libro Juicios salomónicos,
que antes que aceptar los límites de la razón,
la gente inventa razones para actuar.
Pero cabe aclarar o tener en cuenta que, en
todo caso, lo irrefrenable del goce también
vale para cualquier ley que se establezca por
más paternalista o garantista que ella sea. Y
señalo esto porque Tort mismo hace saber
que habrá siempre leyes, al explicar que no
era porque “el padre 'hacía la ley a la madre'
que el orden antiguo era hasta cierto punto
'estructurante', sino porque había una ley.
Habrá otras”.
Más allá de la discusión entre
psicoanalistas, ya que la opinión de Tort ha
sido contestada por Roudinesco (10) y a su
vez él ha vuelto a discutir la posición de ella,
creo de todas maneras que el énfasis no
debería ponerse tanto en la mentada
declinación paterna, algo que quienes han
estudiado el tema han destacado que sucedió
desde la toma de la Bastilla y a posteriori, es
decir, lo que Hobsbwam llamó la era de la
revolución. Allí, como se ha señalado
respecto al tema de los semblantes, y en
particular siguiendo una afirmación de
Jacques Alain Miller, podemos decir que en el
tema del semblante, del padre la clínica pasa a
la política. Y en ese punto es donde radican las
dificultades de conciliar el derecho (la
política) con el psicoanálisis. Dado que es
difícil sostener el derecho, sino se afirma la
idea de que todos son iguales ante la ley, más
allá de que se postule el derecho del niño a ser
oído. Pues resulta muy difícil aceptar la idea
de una ley que cuando deba contemplar el
caso particular, el juez le diga a quien sea: en
este caso haremos una excepción con usted.
Aunque hay que reconocer que hacia eso se
apunta cuando se va pasando del poder de la
justicia al poder de la administración. Y esa
fue la queja de Belluscio. Pero también
tenemos antecedentes en otros países, como
Francia, en donde desde fines de la década
del setenta Donzelot afirmaba que se había
pasado del patronato del estado al patronato 19
de la administración (11). Tema desarrollado
por Miller al diferenciar la posición de
homogeneidad de la normativa kelseniana,
 NIÑEZ Y ADOLESCENCIA. DERECHO Y PSICOANÁLISIS por Marcelo Izaguirre
para todos iguales, de la excepción de
Schmitt. El Estado que conviene será en el
primer caso aquel que administre y no
gobierne, mientras que en el segundo se
plantea el interrogante acerca de a quién le
corresponderá decidir llegado el caso (12).
Para finalizar quisiera hacer referencia a
dos novelas que considero importantes tener
en cuenta en relación con el tema aquí tratado
que enseñan que las soluciones las
encuentran los jóvenes a pesar de los padres y
desventuras que han tenido en suerte y
también, por qué no decirlo, más allá de la
participación de abogados o psicoanalistas.
La primera de ellas Tiempos difíciles de
Dickens en la que se destacan dos personajes
contrastantes, el Sr. Gradgrind y Cecilia Jupe.
El primero para el cual sólo importan
realidades y los números estadísticos donde
se ignora el misterio y complejidad de cada
vida. Posición que lo lleva a creer que se
puede decidir “los destinos de una vida
desde una pizarra”. Por el otro Cecilia quien a
pesar de ser abandonada por el padre esta
más cerca de la gente y es la que puede
orientar a la hija del profesor Gradgrind de
mejor manera que él. Por cierto que el Sr.
Gradgrind se muestra más humano que otros
personajes de la novela y llega a reconocer
equivocaciones. Marta Nussbaum, al intentar
dar un toque poético a la justicia afirmó: “Lo
que yo critico es ese enfoque cientificista que
pretende hablar en nombre de la razón y de la
verdad. A mi entender, no logra hablar en
nombre de la verdad porque representa
errónea y dogmáticamente la complejidad de
los seres humanos. Y no logra hablar en
nombre de la razón porque confía
acríticamente en percepciones borrosas y
20 teorías psicológicas burdas” (13). La otra
novela también es una crítica no sólo a la
psicología sino también al psicoanálisis, es
Lolita de Nabokov. A pesar de sus
dificultades es ella quien encuentra el tiempo
de la salida de su martirio. Quizás, por lo que
Humbert le señala respecto a los problemas
que tendría en caso de caer en las manos del
departamento de Bienestar Público: “Si nos
pescan serás analizada e institucionalizada,
mi chiquilla”, pero lo cierto es que Lolita
espera el momento indicado en que ella es
demasiado fuerte para hacerle saber al
profesor: “No tenemos nada que hacer en
ninguna parte”. Solución que coincide con la
propuesta por Zaratustra: “Y no permitas que
te den un derecho que tu puedas tomarte”.
Referencias bibliográficas
1. Grinberg, Julieta: “Transformaciones en el tratamiento de la
niñez en riesgo. Reflexiones sobre un dispositivo de protección a
la infancia en la Ciudad de Buenos Aires”. Cuadernos de
Antropología Social, Nº 27 FFyL, UBA, 2008.
2. Belluscio, Augusto C. “Una Ley en parte inútil y en parte
peligrosa: La 26.061”, publicado en La Ley, 2.006-B, 701.
3. Crescente, Silvia: “De la vigencia normativa a la vigencia
social de la Ley 26.061”, en García Méndez Emilio, (compilador):
Protección integral de derechos de Niñas, Niños y Adolescentes,
Editores del Puerto, Bs. As. 2008, 2ª edición.
4. Hobsbwam, Eric: La era de la revolución, Crítica, Buenos
Aires, 1998.
5. Minyerski Nelly y Herrera, Marisa: “Autonomía,
capacidad y participación a la luz de la ley 26.061” en García
Méndez, Emilio ibid. 2008.
6. Tort, Michel: Fin del dogma paterno, Paidós, 2008 (2005).
7. Musachi, Graciela: “Los derechos de la mujer y el derecho al
goce” en Mujeres en movimiento. Eróticas de un siglo a otro,
Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2000.
8. Diario La Nación, 16 de junio de 2010, p. 15.
9. Volnovich, Juan Carlos: “De masacres que retornan” diario
Página 12, 15 de marzo de 2005.
10. Roudinesco Elisabeth: La familia en desorden, Fondo de
Cultura económica, 2005 (2002).
11. Donzelot, Jacques: La policía de las familias, Nueva
visión, Buenos Aires, 2008 (1977).
12. Miller, Jacques – Alain: La naturaleza de los semblantes, cl.
IV, Paidós, Buenos Aires. 2001.
13. Nussbaum, Marta: Justicia poética, Andrés Bello, Santiago
de Chile 1997 (1995).
 ESOS TANGOS QUE DESTILAN ALCOHOL
por Luis Darío Salamone
N o resulta arbitrario que Laura Falcoff
haya elegido, en su bello libro, al
alcohol entre una de las claves para presentar
al tango ya que, como lo asegura, ríos de vino,
Champagne, ron, grapa, e incluso ajenjo,
1
corren copiosamente por sus letras . Esta
abundancia etílica nos permite pensar que
acaso entre tango y tango podamos descubrir
algo de la función que puede llegar a cumplir
el alcohol en la economía psíquica de los
sujetos.
1- La copa del olvido, y del recuerdo.
La función más clásica del alcohol es, por
supuesto, la que aparece recurrentemente en
los tangos. Podemos tomar como ejemplo
“Bien frappé” que fue escrito por Héctor
Marcó y musicalizado por Carlos Di Sarli. El
sujeto le pide al mozo que le traiga caña
fuerte, grapa o whisky “para ahuyentar estas
penas que atoran mis venas de rabia y de
sed...”, para castigar al recuerdo con ese
veneno, para arrancar los males de amores
cobardes, decide hartarse de alcohol. La sed
de un querer pretende sustituirse con la sed
de alcohol, logrando así la estructura
metafórica que es propia del síntoma: “Y si mi
mente se agota de tanto y tanto beber, siga
llenando mi copa, que es honda y es loca/ la
sed de un querer”. Tras la demanda de
cualquier bebida alcohólica, emerge el dolor
por el engaño de una mujer y, trasladándonos
1 Falcoff, L., 50 claves del tango, Goleen Company, Buenos Aires, 2011
“… ¿no ves que vengo de un país
que está de olvido, siempre gris,
tras el alcohol?...”
“La última curda”.
(Aníbal Troilo y Cátulo Castillo)
metafóricamente, el sujeto se reconoce
embriagado por la hiel de una boca
mentirosa. El recuerdo persistente busca el
olvido en la bebida.
“Destellos” (música de Francisco Canaro
y letra: Juan Andrés Caruso) nos presenta el
mismo recurso, el sujeto levanta una copa de
champán para “Ahogar hondas penas” que lo
matan y se resisten a dejarlo, y aprovecha
para invitarnos: “Los invito conmigo a beber,
que bebiendo se habrán de olvidar los
destellos de amores perdidos que suelen los
ojos de llanto nublar.” Ese desplazamiento
recurrente, de la embriaguez del amor, de
haber bebido de esos labios rojos, al
champagne. Olvido con olvido se paga, ella lo
olvidó primero y el sujeto se dispone a
hacerlo, sin embargo, en el fino cristal de la
copa se refleja la boca que tantas veces beso.
El recurso también muestra su falla. Los
destellos de ese amor persiguen al sujeto
hasta el rincón mismo en el cual pretende
refugiarse, reconoce el engaño, quiere
aturdirse e invita a sus amigos a que lo hagan.
Esa búsqueda de cómplices de borrachera
también es algo que resulta habitual. Muestra
que se trata de un recurso yoico, pero a la vez
donde se trata de poner en juego un goce que
lo dejará en jaque al yo, y entonces se buscan
otros imaginarios, soportes especulares para
emprender esa experiencia. Así como hay 21
oportunidades donde la droga sume al sujeto
en una soledad, hay otras donde se requiere
 ESOS TANGOS QUE DESTILAN ALCOHOL por Luis Darío Salamone
de la complicidad del otro, de un goce
cómplice que, no obstante, no deja de ser
narcisista. Podríamos decir, incluso,
autoerótico, aunque pueda resultar
contradictorio, pero suele pasar que aun
estando con otros, el sujeto no deje de gozar
en soledad, en una suerte de encierro
compartido. Juntarse para cada uno poder
gozar tranquilo por su lado, parece ser una
fórmula común en la actualidad al creerse
cada uno el dueño de su plus de gozar.
Es en “La copa del olvido” (música de
Enrique Delfino y letra de Alberto Vacarezza)
donde el alcohol se presenta como lo que
suele ser, una forma de no querer saber nada
de la verdad. Ver a su mujer con otro le desata
al sujeto un impulso homicida, pero si la mata
no podrá vivir sin ella. La situación le
desencadena una sed de venganza que
procura acallar con una copa. Esto, luego de
buscar un saber en el otro que no le sirve. Le
recomiendan que olvide, pero eso no es
posible. Entonces, le pide al mozo que le
traiga otra copa, para alegrarse un poco, para
ver si el vino logra hacerlo olvidar. En esta
oportunidad, el alcohol, además de
contribuir al olvido, pretende ser un recurso
para aplacar la agresividad que le
desencadena al sujeto lo que vive como una
traición, una afrenta narcisista que procura
borrarse.
Uno de los tangos más versionados es
“Nostalgias” (Juan Carlos Cobián musicalizó
la letra de Enrique Cadícamo), y comienza
con el sugestivo: “Quiero emborrachar mi
corazón, para apagar un loco amor, que más
que amor es un sufrir…”. El amor fue
pasajero, “flor de un día”, pero el sujeto no
puede borrar su preocupación que se vuelve
22 cruel. El pensamiento se torna obsesivo y se
recalienta, pero paradójicamente, cuanto más
procura el sujeto borrar su obstinación, más
2 Lacan, J., El seminario, libro 7, La ética del psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 1988, p. 68.
retorna el recuerdo. Entonces vuelven los
tópicos de la neurosis obsesiva,
fundamentalmente el que le da título al tema,
la nostalgia, la angustia por sentirse
abandonado, y ese pensamiento torturante:
“otro a su lado, pronto, pronto le hablará de
amor”. Entonces “…si las copas traen
consuelo, aquí estoy con mi desvelo para
ahogarlo de una vez”. Y por más que
emborrache el corazón, lo que busca es
brindar “por los fracasos del amor”.
Puede resultar muy curiosa esta fórmula:
brindar por los fracasos. Lo interesante es
que, a la vez el sujeto busca borrar esa
experiencia insoportable, en ese mismo acto,
queda confrontado inevitablemente a la
misma.
De la nostalgia el sujeto no logra salvarse
ni con el alcohol. Esa sensación de que aquella
mujer que ha sido perdida nunca será
reencontrada, y el sujeto espera, pero como
mucho la vuelve a encontrar en esa nostalgia,
dónde se recuperan ciertas coordenadas de
placer, pero jamás el objeto, tal cómo define
Jacques Lacan a la nostalgia en su seminario
2
de “La ética…”
Existe un tango que muestra una
posibilidad recurrente en los sujetos que
consumen sustancias tóxicas: encontrar una
nominación, ser nombrados a partir de su
relación con la sustancia. Se trata de “El
encopao” (música de Osvaldo Pugliese y
letra de Enrique Dizeo). Por ese neologismo
lo conocen al protagonista, lo llaman “el
encopado” y no saben lo que le ha pasado, la
razón de su recurrencia a la caña, de estar
siempre en el boliche de la esquina. El motivo
es el de matar la rabia entre copas. Pero
incluso esa esquina ya ha dejado de ser linda,
debido a su olvido. Y si bien la caña lo marea,
también lo hacen los recuerdos. Una morocha
 ESOS TANGOS QUE DESTILAN ALCOHOL por Luis Darío Salamone
determinó un camino de penas y sombras.
Pero quienes se burlen de él, están
advertidos, van a tener que corajear. El
alcohol le aporta el valor para hacerlo.
Otro tópica común presente en muchas
letras, el retrato de quienes se transforman en
una suerte de monumento recordatorio del
fracaso que han vivido, ya que al borracho
conocido se lo asocia inmediatamente al
trauma que no ha logrado resolver,
encontrando una causalidad en la que anclar
su goce.
2- El pasado que insiste, el destino que se
desdibuja.
“Cafetín” (música de Argentino Galván y
letra de Homero Expósito) relata el dolor de
un emigrante que busca en el viejo café los
recuerdos, un océano separa el presente del
pasado y llamativamente con el vino lo que
consigue no remite solo al pasado; nos dice:
“disuelvo el destino que olvido por ti”. El
sujeto anclado en el pasado no quiere saber de
su futuro, el vino le permite vivir en la
nostalgia y el destino se desdibuja.
En esos cafés los sujetos buscan su
borrachera; en el caso de “Cafetín de Buenos
Aires” (música de Mariano Mores y letra de
Enrique Santos Discépolo), el reducto le
regaló al cantor un puñado de amigos, sobre
las mesas lloró el desengaño, conoció las
penas, y se entregó sin luchar, bebiendo los
años. Se observa el valor anestésico que tiene
la bebida pero, que sin embargo,
trascendiendo las situaciones de dolor, cubre
toda la vida del sujeto.
También encontramos a quien toma
porque sí, como en “De puro curda” (música
de Carlos Olmedo y letra de Abel Aznar),
donde un hombre pide caña y asegura que
toma sin razón; niega que sea por amor,
3 Miller, J.-A., “H2O”, Matemas II, Manantial, Buenos Aires, 1988, p. 138.
porque un mal recuerdo aturda, o por olvidar
una traición, simplemente toma “de puro
curda”, y siempre es buena la ocasión para
hacerlo. No molesta a nadie y si le hace un
daño a alguien es a sí mismo. Asegura que
quien toma para olvidar el engaño de una
mujer, es a él mismo a quien engaña, y que no
toma para soportar los tropezones, sino “de
puro curda”. Llama la atención, y nos levanta
cierta sospecha, la insistencia en la negación,
pero es probable que los autores hayan
querido escribir un tango diferente; también
resulta interesante que no se plantee un
sentido, una causa que justifique la
borrachera, más que la adicción al goce que
depara la bebida.
“Esta noche me emborracho” (música y
letra de Enrique Santos Discépolo) es un
tango que apela al humor para describir un
viejo amor que es reencontrado tiempo
después, pero ella ha cambiado demasiado:
“Sola, fané, descangayada, la ví esta
madrugada salir de un cabaret; flaca, dos
cuartos de cogote y una percha en el escote
bajo la nuez; chueca, vestida de pebeta, teñida
y coqueteando su desnudez...”. El tema sigue
en ese tono, mostrando el contraste entre la
mujer que fue su locura diez años atrás, y el
“gallo desplumao” con el que se ha
tropezado. Una mujer por la cual en otra
época había traicionado y hasta le había
quitado el pan a la vieja, había perdido los
amigos, y se había convertido en un mendigo
cuando se fue; ahora ha devenido en un
cascajo, un cachivache. Se describe la imagen
misma de la venganza del tiempo, que
convierte en un deshecho lo que uno ha
amado. Entonces, le ha hecho tanto mal ese
encuentro que decide emborracharse para no
pensar. No termina de quedar claro si el 23
malestar es realmente por el estado de
degradación en que el sujeto ve a la persona
 ESOS TANGOS QUE DESTILAN ALCOHOL por Luis Darío Salamone
que amó, o por el retorno de un duelo que no
ha realizado. Esto último debido a que decide
recurrir a la bebida, cuando nuevamente
siente que esa mujer se perdió.
Buscar la posibilidad de “no pensar” es
una función muy común, tanto en el uso que
se hace del alcohol como de otras sustancias
tóxicas, particularmente en sujetos obsesivos
para los cuales el pensamiento resulta
tormentoso; su funcionamiento se torna
sintomático, desarrollando lo que Freud
denominó “compulsión a pensar”,
evidenciando “…. fenómenos de coacción, de
forzamiento, que se manifiestas en el
pensamiento y en los actos del sujeto”3. El
alcohol sirve para procurar aplacar ese
recalentamiento, para desacelerar ese
torrente que arrastra al sujeto hacia un goce
insoportable.
Una milonga de Francisco Canaro y Juan
Andrés Caruso, “La garçonniere”, nos
presenta a un sujeto que invita a todos a
beber, no importa el gasto que esto pueda
ocasionar. El que convida tiene plata y quiere
derrocharla: sucede “que la vida es corta y es
preciso alegrarla con tangos y champán”.
Vivir de fiesta, apostar a la alegría, reír y
beber, “dos cosas hay en la vida, el champán y
la mujer”, nos canta, y nos asegura que “No
importa si es falsa esta alegría”, ya que la
vida es frágil como la espuma de ese champán
y hay que apurar el sorbo.
Este empuje festivo, como suele suceder,
parte de la contracara, de la relación que
puede observarse en el neurótico obsesivo
con el tema de la muerte. Una de las
consecuencias de ser sujeto del significante,
es que la existencia se da en tanto muerto y,
como lo plantea Miller, en tanto muerto que
24 se ignora.4 La paradoja es que al ignorar la
muerte, se termina ignorando la vida, por eso
se trata, como lo manifiesta el personaje de
4 Miller, J.-A., Extimidad, Paidós, Buenos Aires, 2010, p. 187.
este tango, de una “falsa alegría”. Podríamos
darle a esta expresión un lugar en nuestra
teoría. Hay algo artificial que se consigue a
partir de recurrir al tóxico. El muerto busca
aparentar una vida que escapa de la muerte,
que pretende burlarla en el desenfreno. La
fiesta es un intento de engañar a la muerte, y
por eso muchas veces se cae en la
caricatura.
Un tono amargamente festivo, mostrando
las dos caras, la que pretende ocultarse tras
una mueca de alegría, y la amarga, está
presente en el tango de Juan Carlos Cobián y
Enrique Cadícamo, “Los mareados”. Él la
encuentra a ella bebiendo, y nos describe la
situación: “en el fragor del champán, loca,
reías por no llorar...”. No le importa
embriagarse y que los llamen “los mareados”;
cada uno tiene sus penas y esa borrachera
tiene el color de la despedida, nuevamente el
recurso a lo último, a lo postrero, al final…,
entonces dice: “Esta noche beberemos porque
ya no volveremos a vernos más...”, para
continuar con en esa genial expresión: “Hoy
vas a entrar en mi pasado…” y numerar las
tres cosas que el alma herida tiene en la vida:
amor, penar y dolor. La borrachera marca ese
límite donde un amor ya es pasado y nuevas
sendas esperan por ser transitadas.
3- El último trago.
Otro conocido tango de Francisco Canaro,
pero con letra de Juan Andrés Caruso, es “La
última copa”. Muestra a un sujeto que
también busca la alegría con champán, pero
revelando que se trata de ahogar el dolor que
hay en su alma. Se propone realizar la última
farra de su vida, una vida que se ha ido tras de
aquella mujer que no lo supo amar. Lo que él
sabe es que no la podrá olvidar y se
emborracha por ella, buscando ahogar el
 ESOS TANGOS QUE DESTILAN ALCOHOL por Luis Darío Salamone
dolor. Mientras él bebe la última copa, “tal
vez también ella ahora estará ofreciendo en
algún brindis su boca y otra boca feliz la
besará”.
El final y lo último suelen ser recurrentes
en los tangos, que no solo nos habla de lo que
fue, sino también de lo que no volverá a ser.
Una suerte de nostalgia anticipada, que
sobrevuela sobre lo perdido que se dibuja
incluso en el destino.
En esta misma perspectiva fue escrita “La
última curda”, de Aníbal Troilo y Cátulo
Castillo, que recurre a otra bebida para
plasmar su poesía, dirigiéndose al
bandoneón, le dice: “…tu lágrima de ron me
lleva hasta el hondo bajo fondo donde el
barro se subleva”. La vida, esa “herida
absurda”, es tan fugaz como la confesión que
seguirá al alcohol. Herido por una pena
provocada por una amor ausente, le pide que
sin embargo le hable de él, de lo que quedó de
él “tras un retazo del olvido”. Luego, es el
vino al que se refiere el sujeto, y enseguida al
“licor que aturde”. Nos muestra la verdadera
eficacia que suele tener el alcohol, cuando el
olvido no es alcanzado, al menos el sujeto
puede aturdirse para “cerrarle el telón al
corazón”. El aturdirse se erige entonces como
otra posible función del alcohol. Pero también
el alcohol hace posible, en oportunidades esa
confesión de lo que el sujeto prefería acallar,
“desata la lengua”; es la función que hemos
trabajo en los Banquetes, in vino veritas, como
reza el lema, pero una verdad que se evapora
cuando el sujeto deja de estar tomado. En este
tango, el bandoneón no deja de gotear “un
poco de recuerdo y sinsabor”, que al sujeto le
llega aunque esté mareado por la última
curda. Termina el tema con la frase que
utilizamos como epígrafe. Una crítica social a
esa vocación por el olvido que se puede
buscar con el alcohol o con el proceso de
represión. Por la época en que fue escrita la
metáfora puede hablarnos de los sujetos que
utilizan ese mismo recurso, que habitan en el
país de los borrachos. Aunque resultaría fácil,
y esto es algo que suelen preguntar quienes
no conocen la antigüedad que tiene el tango,
asociarlo a lo que fue el proceso de represión
en Argentina…
En “Sentimiento gaucho” (música de
Rafael Canaro y Francisco Canaro y letra de
Juan Andrés Caruso) un viejo almacén es el
escenario elegido para que un borracho
realice su confesión, y dice: “Sabe que es
condición de varón el sufrir... La mujer que yo
quería con todo mi corazón se me ha ido con
un hombre que la supo seducir”.
Nuevamente, el borracho no pudo reponerse
de la traición, y el duelo por la mujer perdida,
por más que asegure no querer volverla a ver,
no pudo realizarse. Incluso así termina su
confesión, por más que quiera no la puede
olvidar “…si acaso algún día quisiera volver a
mi lado otra vez, yo la he de perdonar”. Y
agrega: “Si por celos a un hombre se puede
matar, se perdona cuando habla muy fuerte el
querer, a cualquiera mujer.” Evidentemente,
resulta tan fuerte la dificultad para perderla
que está dispuesto a perdonarla.
4- Mentir una pasión.
Otra letra de tango que sorprende un poco
es “Noche de locura” (música de Manuel
Sucher y letra de Carlos Bahr). El
protagonista provoca cierta inversión de las
cosas al pedirle a la mujer que deje el vaso de
licor y no piense tanto, y decirle que el olvido
está tentándolo en sus labios. Es decir, asocia
tomar a pensar y amor a olvido. Para esto es
necesario mentir una pasión. Entonces,
asegura: “enloquezco de recuerdos y de
alcohol”. Le pide que deje de beber y se 25
emborrachen de amor.
En lugar de ir del amor a las copas, le pide
a la mujer que deje la copa, y le de su boca,
“atúrdeme de amor en vez de alcohol”. Es
 ESOS TANGOS QUE DESTILAN ALCOHOL por Luis Darío Salamone
decir que en lugar de al alcohol, el sujeto
decide apostar a la mentira de otro amor.
Asegura: “No, no estoy loco, muerde mi boca
y déjame creer que esto es amor… Ven y
ayúdame a olvidar entre tus brazos con la
trágica mentira de este amor”.
“Tal vez será mi alcohol” (música de
Lucio Demare y letra de Homero Manzi) nos
muestra, en lugar de la función de olvido, la
de la evocación. En la pista de baile se dibujan
mujeres de otra época. “Tal vez será tu voz,
aquella que una vez de pronto se apagó.”
Pero tal vez será el alcohol, “…los fantasmas
de mi alcohol”. Es decir que el alcohol, al bajar
el nivel de represión, lo pone en relación a
esas mujeres que han pasado y son evocadas
fantasmáticamente.
Con música de Héctor Artola y letra de
Carlos Bahr, “Tango y copas” también recala
en la nostalgia. Allí el alcohol se emparenta
con el tango en su poder evocador: “Al influjo
de tu tango se despierta mi nostalgia…” y “La
nostalgia pide copas y las copas piden
tangos…”. El sujeto busca aturdirse, pero de
dolor, busca deliberadamente a abrir una
vieja herida de amor.El bello tema “Una
canción” (música de Aníbal Troilo y letra:
Cátulo Castillo) comienza con los versos: “La
copa de alcohol hasta el final y en el final tu
niebla, bodegón...”. Le pide a una mujer que
repita una canción con esa voz con olor a ron,
la función de matar la tristeza, de que duerma
y aturda es desplazada a la canción. En el frío
de la mesa los dos están en curda, y en esa
pena sensiblera producto del alcohol, le pide
que le cante una vez más una canción. Ambos
comparten la desventura del amor, mientras
él pide un poco más de ron.
Otro tango de Troilo, que escribió Homero
26 Manzi en su lecho de enfermo en un
5 Sábato, E., Tango, discusión y clave, Losada, Buenos Aires, 1997, p. 11.
6 Agradezco el testimonio al respecto de Oscar López Ruiz. Quien fue guitarra de Astor Piazzola por muchos años.
sanatorio, es “Che bandoneón”. Hablarle al
emblemático instrumento es el recurso para
una confesión, “Copa a copa, pena a pena,
tango a tango, embalado en la locura del
alcohol y la amargura”. Por más que esté de
olvido el corazón, nos canta el intérprete: “…
ella vuelve noche a noche como un canto, en
las notas de tu llanto, che, bandoneón.”. Los
versos finales son emotivos rematando con
ese “trago de licor que nos obliga a recordar
que el alma está en orsay, che, bandoneón…”.
El alma está “fuera de juego”, ama a quien se
fue, a una ilusión. El alcohol, en el que busca el
engaño, lo confronta nuevamente al sujeto a
una verdad dolorosa.
Como representante del tango actual
tenemos a la compositora e intérprete Marisa
Vázquez, que en “Madrugada y soledad”
revive esos temas, abordados clásicamente,
de la soledad y la memoria; retoma la cuestión
del amor perdido, de la historia sin final, pero
evocando el recuerdo, según su propio
testimonio, del amor materno. Termina
siempre en el mismo bar, nos dice, para
“tratar de que un tango me contenga, y que un
Fernet me haga olvidar”.
Podríamos seguir comentando letras por
un tiempo más, ya que es habitual que las
letras de tango destilen alcohol. Sin embargo,
tenemos una muestra bastante representativa
del uso que los sujetos hacen del mismo.
Muchas veces, en el intento que el sujeto
neurótico acostumbra a tener de tapar la falta,
de soldar con la compulsión a beber aquello
que lo angustia, de procurar olvidar, de
recordar al menos ciertas coordenadas del
objeto perdido, y de fallar por no lograr
realizar un duelo, pero también de evocar.
Muchas veces lo que se pone en juego es un
rechazo del inconsciente. Cualquier cosa
 ESOS TANGOS QUE DESTILAN ALCOHOL por Luis Darío Salamone

puede servir para calmar la angustia en la que tanguero; ahora que el bar ha sido
ha quedado sumido y que lo remite a que, en transformado en un moderno restaurant,
definitiva, somos seres en falta, y que en todo quien sabe a dónde irá el fantasma de Pichuco
caso podemos encontrarnos, en alguna en busca de su trago. Pero no hay que ponerse
esquina, para bailar un tango. Un tango triste. nostálgicos. Como dice un tango: “mi barrio
Porque al no asumir la falta, la tristeza es una fue mi gente que no está, las cosas que ya
consecuencia del duelo no realzado; entonces nunca volverán”. (“El corazón al sur”, de
el pensamiento azota al sujeto. Como lo ha Eladia Blázquez).
definido magistralmente Enrique Santos
Discépolo, “el tango es un pensamiento triste
que se baila”.5
Otra bebida toma el rol protagónico en
“Whisky” (Música de Carlos Di Sarli y letra
de Héctor Marcó). En esta oportunidad un
hombre se dirige a otro enfermo de amor, lo
comprende, conoce el mismo dolor y le
aconseja: “¡Mandáte otro whisky! ¡Total la
guadaña nos va a hacer sonar!”, y le dice que
conoce esos males pero es mejor que los calle,
porque en lugar de consolarse, llorarán los
dos.
Aquí la función del alcohol nuevamente se
encuentra al servicio de propiciar un silencio,
se busca como auxiliar que ayude en el trabajo
de desalojamiento que el mecanismo de
represión no logra terminar de ejercer,
aquello que Sigmund Freud denominó una
supresión tóxica. Pero el alcohol no tarda de
aliarse con el silencio de la pulsión de muerte,
total, tarde o temprano, la guadaña llegará.
“Whisky” se denomina también uno de
los cuatros movimientos con los que Astor
Piazzola homenajeó a Aníbal Troilo en la
“Suite Troileana”, obra que, pese a carecer de
letras, resulta un emotivo homenaje a Pichuco
en el cual se recortan cuatro movimientos,
cuatro de las cosas que él amaba: el
bandoneón, su mujer, el juego, y por su
puesto, el whisky6. Cuentan que Pichuco
esperaba a que se durmiera Zita, su mujer, y 27
se escapaba al bar de la esquina para tomar.
Hasta hace podíamos visitar “La esquina de
Aníbal Troilo”, tal como la frecuentaba el
 GOMBROWICZ EN OTRA LENGUA, SIN OTRA MÚSICA
por Germán García
W itold Gombrowicz (Polonia, 1904 –
Francia, 1969) vivió en Argentina
entre 1939 y 1963, años en los que escribe
algunas de sus obras fundamentales en la
periferia de la cultura de Buenos Aires, que
por aquellos años tenía como insignia una
revista de proyección internacional, dirigida
por Victoria Ocampo, llamada Sur.
Durante más de una década se entrevera
con la bohemia porteña formada por grupos
de izquierda y habitantes de la noche que
llenan los bares y profesan diversos credos
estéticos.
En este ambiente encuentra sus primeros
amigos, extranjeros como Virgilio Piñera y
solitarios, como el poeta Carlos Mastronardi.
Tiene algunas intervenciones al estilo
Dadá. Recita un poema que es la repetición de
un estribillo infantil, publica con seudónimos
diversos artículos en La Nación y otras
publicaciones.
La revista que dirige Adolfo de Obieta, hijo
de Macedonio Fernández, anticipa una parte
de la traducción de Ferdydurke. Una amiga,
en una editorial dedicada a las partituras
musicales, le publica la obra de teatro El
matrimonio, etcétera.
Witold Gombrowicz circula dentro de la
cultura de Buenos Aires, pero por fuera de la
cultura de Sur, cuyo grupo será el blanco de
28
sus ataques.
Intenta convertir en legendaria una
comida en casa de Adolfo Bioy Casares, pero
los anfitriones no se dan por enterados. El
diario de Bioy Casares lo nombra una vez en
una frase desdeñosa: Gombrowicz no vale el
esfuerzo de estirar un brazo para tomar el
libro de la biblioteca, escribe. En cuanto a
Borges, me aseguró una vez que Gombrowicz
era “un invento de Mastronardi”. Es decir,
que no existía.
Así las cosas, la Editorial Argos
(prestigiosa en su época) publica en 1947
Ferdydurke y, ese mismo año, Gombrowicz
dicta su conferencia “Contra la Poesía”
(Ricardo Piglia me sugiere que el antagonista
es Carlos Mastronardi, admirador de la
poesía “pura” de Paul Válery, de quien se
había distanciado).
Futuro anterior
Ferdydurke (1937) incluye un poema que
celebra el amor ideal, sin nombrar una sola
vez el muslo. El narrador, adulto vuelto puber
y atrapado por la escuela, había descubierto el
erotismo en los muslos – a contraluz del sol,
enmarcado en una ventana – de la colegiala
moderna. Traduce el poema: muslos, muslos,
muslos... y así de seguido.
Luego experimenta un fenómeno de
hastío y rechazo al comprobar que los poemas
que celebran a los héroes de la patria y que
tanto emocionan…. no emocionan. Que esos
héroes amados…. no son amados: “Por qué
los amamos, si no los amamos nada”. Por
último, en el “Prefacio al Filimor forrado de
niño”, de la misma novela, se expone un
verdadero manifiesto sobre la génesis del
 GOMBROWICZ EN OTRA LENGUA, SIN OTRA MÚSICA por Germán García
libro. Extraordinario, cualquier cita diría
poco: hay que leerlo.
La antipoesía de Gombrowicz se opone a
la belleza y lo sublime – lo siento por Lyotard -
: los muslos no entran en las categorías de
Kant.
La estrategia
En 1947 la publicación de Ferdydurke en
castellano es una transcripción original
lograda por la mediación de la lengua
francesa. Los amigos sudamericanos no leen
el polaco, el castellano de Gombrowicz –
según dice – es el de un niño de pocos años.
Pero, como un niño, Gombrowicz importa
palabras que su capricho sonoro le dictan
como provistas de las resonancias que quiere.
Es decir, hace poesía de otro tipo.
La aparición del libro será acompañada de
la conferencia “Contra la poesía”,
pronunciada en el centro cultural Fray Mocho
de Buenos Aires el 28 de agosto de 1947.
Virgilio Piñera, escritor cubano y parte del
equipo de traducción de Ferdyurke, publica
con Gombrowicz Victrola(Revista de la
insistencia) y acto seguido Aurora (Revista de
la resistencia). La dirección es la misma; el
departamento de Carlos Coldaroli en la calle
Junín 1381, de Buenos Aires.
La victrola, el instrumento musical, vuelve
con la misma música: la insistencia. La
aurora, metáfora de la juventud de la que se
burla en Ferdydurke, da nombre a la
resistencia (palabra que en aquel momento
designa actividades clandestinas contra el
nazismo). Aurora, en su artículo de fondo,
dice: “Es verdad que todos funcionan y se
sabe que Borges publicará un nuevo libro de
altos quilates, Capdevila un volumen de
romances y Larreta una manzana. Pero no
hay vida.” Una vez más, faltan muslos. Por
eso la cantinela de la Victrola, cuando declara
sus cuatro amores: “Uno: La Francia Inmortal
con París el Eterno. Dos: Inglaterra de
Shakespiere, de la Bronté y de Lawrence.
Tres: La revista Sur. Cuatro: La poesía, los
poetas, los libros de versos, las conferencias
sobre la esencia y presencia de la poesía”. Una
solicitada aclara: “Yo, hace ya bastante
tiempo que dejé de ser yo para ser Marcel
Proust (siempre me encantó Proust)”.
La poesía sublime, entonces, tiene su musa
en una Victoria Ocampo implícita en la
declaración de los cuatro amores.
Gombrowicz y sus amigos afirman que
por más que intenten elevarse, se hunden por
el peso de semejante ideales de cultura.
Consecuente, la conferencia “contra la
poesía” propone un antídoto.
Exiliado de su lengua
“Soy un forastero totalmente desconocido
– dice en la conferencia contra la poesía -
carezco de autoridad y mi castellano es un
niño de pocos años que apenas sabe hablar.
No puedo hacer frases potentes, ni ágiles, ni
distinguidas, ni finas, pero ¿quien sabe si esta
dieta obligatoria no resultará buena para la
salud?. A veces me gustaría mandar a todos
los escritores del mundo al extranjero, fuera
de su propio idioma y fuera de todo
ornamento y filigranas verbales, para
comprobar que quedará de ellos entonces.
Cuando uno carece de medios para realizar
un estudio sutil, bien enlazado verbalmente,
sobre, por ejemplo, las rutas de la poesía
moderna, empieza a meditar acerca de esas
cosas de modo más sencillo, casi elemental y,
a lo mejor, demasiado elemental”.
Elemental aquí, si la dieta obligatoria es
buena, significa que sin ornamentos ni 29
filigranas se llega a los elementos que
componen el poema: al barrer esa
proliferación de naderías poéticas aparecen
 GOMBROWICZ EN OTRA LENGUA, SIN OTRA MÚSICA por Germán García
los muslos que sostienen en secreto la
actividad poética. Gombrowicz acepta que su
tesis parecerá “desesperadamente infantil”,
pero la subraya: que los versos no gustan a
casi nadie y que el mundo de la poesía
versificada es un mundo ficticio y falsificado.
La cláusula restrictiva (“la poesía
versificada”) cumple la función de situar a la
poesía fuera de sí, en cualquier otra parte:
“...y cuando la poesía aparece mezclada con
otros elementos, más crudos y prosaicos, por
ejemplo en los dramas de Shakespeare, en las
obras de Dostoievski, de Pascal, o,
sencillamente en el crepúsculo cotidiano,
tiemblo como cualquier mortal”. Mezclada
con otros elementos, por arriba y por abajo de
la “poesía pura”, la poesía multiplica su
presencia en la vida sin que siempre haga
falta un poeta conciente de su “misión”, cuya
mistificación Gombrowicz ataca.
Gombrowicz, ayuno de su lengua natal,
encuentra en su castellano de niño los
elementos que le permiten situar la poesía
fuera de lo que llamará el mundo profesional
de los poetas, mediante una apelación de
vanguardia:” El poeta no toma como punto
de partida la sensibilidad del hombre común
sino la de otro poeta...”. Se instituye así el polo
de la vida, del hombre común, para
descolocar la empresa intrapoética: “¿Por qué
no me gusta la poesía pura? Por las mismas
razones por las cuales no me gusta el azúcar
'puro'. El azúcar encanta cuando lo tomamos
junto con el café, pero nadie se comería un
plato de azúcar: sería ya demasiado”.
Cambio de frente
La conferencia “Contra la poesía” dictada
30 en Buenos Aires en 1947 se publica con el
título “Contra los poetas” en Kultura (1951),
la revista polaca que se edita en París. Aquí se
nombran poetas, se varían algunas frases, se
toma la palabra en otra posición: “Habría sido
más prudente por mi parte no remover uno
de los escasos ámbitos de tipo religioso que
nos queda”. Ya no se trata de temas
“drásticos”, tampoco se declara en
desventaja. Como sabemos, por la respuesta
de Czeslaw Milosz, era adecuado cambiar el
ataque a la poesía(1947) por el ataque a los
poetas (1951).
Gombrowicz está entre los suyos, sabe de
quienes habla y para quienes habla: “¿Acaso
no he dado, y con éxito, dos conciertos de
piano, yo que no se tocar ni el Claro de luna?
Dos conciertos en los que, tras asegurarme el
aplauso de varios expertos advertidos de mi
jugada y tras anunciar que tocaría música
contemporánea, me puse a aporrear sin ton ni
son el teclado”. Siguen otros ejemplos para
demostrar que la poesía se adora porque no se
entiende, como la misa que se escucha en
latín.
Pero los límites de esta posición es que
nadie puede sostenerla en la vida: “En efecto,
ningún poeta es exclusivamente poeta, sino
que en cada uno de ellos existe también el no-
poeta, el que ni canta ni ama el canto...ser
hombre es algo más amplio que ser poeta. El
estilo nacido de entre los seguidores de una
misma religión, sin embargo, muere al entrar
en contacto con los infieles: no sabe
defenderse, no sabe luchar, no sabe lidiar con
la vida, su estilo es demasiado angosto”.
La demolición sigue y recupera el tono de
las declaraciones de Ferdydurke, donde una
lógica es puesta en contacto con el absurdo
mediante secuencias de paradojas: “Otro
aspecto, igualmente comprometedor, es el de
la cantidad de poetas. A los excesos
mencionados hay que añadir el exceso de
vates. Una abundancia ultra democrática que
mina desde dentro la orgullosa y aristocrática
fortaleza de la poesía”.
“No deja de ser divertido verlos agolparse
 GOMBROWICZ EN OTRA LENGUA, SIN OTRA MÚSICA por Germán García

en los congresos de poesía: ¡qué

muchedumbre de seres excepcionales! El
Arte, que se recrea en el vacío, ¿no es, acaso el
terreno ideal para aquellos que no son nada?”
El conjunto de los textos sobre el tema,
reunidos ahora en un pequeño volumen de la
editorial Sequitur(Buenos Aires, 2006)
muestra que Gombrowicz practica lo que
propone en la presentación de su novela
Cosmos (1965), cuando escribe: por la
repetición, por la repetición, se llega a la
mitología.
“Contra la poesía” (1947), “Contra los
poetas” (1951), “El maldito
empequeñecimiento” (1952) y “A propósito
de Dante” (1968) siguen la misma línea de
ataque que se inicia en Ferdydurke (1937).
Se repite, se amplifica y se llega a tocar al
otro (el texto sobre Dante enfureció a
Ungaretti). Es un acierto de la editorial
incluir, además de la carta de Czeslaw Milosz,
el texto “A propósito de Ferdydurke” , escrito
por Witold Gombrowicz en 1957 con la
finalidad, una vez más, de repetir consignas
que – por la repetición – adquirieron entre sus
lectores el valor de tesis que se presentan
como elementales y también como
ineludibles.

31
 LA MARGINALIDAD DEL SUEÑO EN LA HETERONIMIA DE
FERNANDO PESSOA
por Nicolás Antonioli
E n primer lugar es necesario
comprender el desmembramiento de
la idea de autor en torno al juego que
desplegó en su escritura el portugués
Fernando Pessoa respecto de su creación de
diversos heterónimos, configurados algunos
de ellos como autores independientes. La
desaparición del autor se convirtió, para la
crítica, en un tema dominante en lo sucesivo.
Pessoa dice, en una carta a Adolfo Casais
Monteiro: “El origen de mis heterónimos es el
profundo rasgo de histeria que existe en mí.
[…] El origen mental de mis heterónimos está
en mi tendencia orgánica y constante a la
despersonalización y a la simulación”.
Foucault realiza una desmembración
elemental de la noción de autor: por un lado
es el nexo entre un nombre propio y un
individuo, y por el otro, el nombre del autor
con aquello que denomina, en términos de
Barthes, “obra”. Ahora, ¿qué ocurre con
Fernando Pessoa? El autor que duerme y
respira no es el mismo que aquel que
denomina, entre otras cosas, un estilo y una
visión de la realidad plasmada en los textos.
Tomemos como ejemplo a un heterónimo,
Ricardo Reis. ¿No es una obra en sí todo lo
escrito bajo su nombre? ¿No se defiende con
afiladas armas críticas, por ejemplo, la
diferencia estilística que este tiene con Álvaro
de Campos? Sin embargo, todos estos autores
32
quedan sumergidos bajo el nombre de
Fernando Pessoa en el momento de tratar la
obra, por lo cual claramente el único criterio
de selección de un corpus bajo el título de
autor es el de la materialidad de su existencia.
Es pasible de argumentación que, en palabras
de Barthes, Caeiro posee un modo de ser en el
discurso, pero evidentemente este modo de
ser no es suficiente para dejar de ser un
heterónimo de Pessoa.
Partiendo de la base por la cual no creemos
en la existencia de la obra del autor, ya que no
creemos que sea un criterio válido de
selección de un corpus esa mencionada
materialidad de su existencia, no es tampoco
válido alegar, entonces, que la narración de
las biografías de los autores heterónimos sea
parte de la obra ficcional de Fernando Pessoa.
Entonces la dilución del autor apunta no
sólo al homicidio de Pessoa, sino también al
de Caeiro, de Campos, Reis, otra cincuentena
de apelativos. La creación de heterónimos
como una producción de ficciones que hace
tambalear nuestra propia relación con la
realidad podría ser reformulada, ahora, por
una producción de ficciones que hace
tambalear nuestra relación con la categoría de
autor, o en todo caso, que pone en evidencia
la lejanía aún del cuerpo de nuestro objeto de
estudio, repuesto hoy por el autor.
Pessoa ocupó parte de su tiempo en
separar al autor material del autor
denominador de una obra. Puso a prueba
estas categorías, pero la mayor provocación
es hacia el lector, quien deberá, en términos
de Barthes, completar el sentido de este
movimiento y eliminar al autor-corpus. Allí
es donde residirá entonces la razón de la
crítica literaria y el autor pasará a ser una de
 LA MARGINALIDAD DEL SUEÑO EN LA HETERONIMIA DE FERNANDO PESSOA por Nicolás Antonioli
las tantas especificaciones posibles de la
función del sujeto.
Ante su escepticismo vital, Pessoa plantea
una vía de evasión: el soñar. Tanto para él
como para sus heterónimos los sueños lo son
todo y todo es sueño. Pero cuando Álvaro de
Campos habla del sueño, no se refiere a la
actividad onírica sino a la imaginación, a la
ensoñación del sueño despierto. Y en última
instancia, también la imaginación soñadora
se revela impotente; el sueño pertenece a la
vez al ámbito caótico de lo ilusorio.
A través del sueño crea un universo
íntimo, una ficción en el que el autor se
multiplica desde los márgenes y manifiesta
su personalidad múltiple, dispersándose y
difuminándose en la realidad de sus
personajes. Pessoa es la posibilidad de otros
en sí mismo. En esta dualidad que provoca el
sueño y la realidad, la consciencia y el cuerpo,
el narcisismo y el odio a sí mismo. Pessoa se
siente extraño. Para los demás y para sí
mismo. La necesidad de hacerse un cuerpo
extraño permite mantener a distancia el “yo
mismo”. En el difuminarse en la realidad del
sueño, Pessoa adquiere una opción estética
desde la que se sitúa ante el mundo como un
espectador. En la carta a Monteiro, Pessoa
explica desde este lugar de observador activo
la importancia del sueño en la creación de los
múltiples autores: “Yo veo frente a mí, en el
espacio incoloro pero real del sueño, las caras,
los gestos de Caeiro, Ricardo Reis y Álvaro de
Campos. Les construí las edades y las vidas”.
El “sueño” es el lugar marginal que el
poeta elige para hablar del mundo, de la
realidad, yéndose de ella; es la zona liberada
para la imaginación y la creación poética; es
también la frontera que une a todos los
heterónimos y los pone en equilibrio frente a
la irrealidad de la que son parte. Este espacio
de construcción mental que presupone el
“sueño” es materialización de lo onírico, es
acercarse desde los márgenes desde todo
punto de vista, es una forma de margen desde
la cual los autores piensan lo ideal, lo posible.
En el poema “Lentas nubes dan sueño”,
Fernando Pessoa pone de manifiesto este
estado marginal en el que se halla el autor, el
“íntimo abandono” y “sentir que no soy
alguien”, lo desprovisto, un estado de cuasi
orfandad, que ve reparo en el dormir, como
un fugarse de la realidad atroz que se debe
soportar. El “sueño” se configura como un
sitio de salvación y en él se inserta la
tranquilidad, la lentitud, la calma que este
provoca y la despreocupación de no ser. Dice
Pessoa en el poema mencionado: “Las lentas
nubes dan sueño, /el cielo azul buen dormir/
(…) Y sentir que no soy alguien/ (…) incapaz
de enojo o peso/ (…) Que bueno, (…) saber
que es él quien va yendo…/ y sólo en sueños
voy delante, / y sólo en sueños voy
siguiéndolo”.
Alberto Caeiro fija la mirada en la ausencia
de sueños, en la realidad que lo circunda. A
través del pensamiento, despojado de lo
onírico, el poeta se deslumbra con el paisaje
que lo rodea; lo que ve es lo importante para el
trabajo de creación poética, pero no busca
respuestas: indaga desde su propio
conocimiento de la naturaleza. Todo lo debe
tomar de lo real, no de la imaginación, las
cosas son lo que son o sino no son, ni serán. En
el poema XXXVI, Caeiro señala la
despreocupación por el entorno: “Pienso en
esto (…) como quien respira / Y miro las
flores y sonrío… / no sé si ellas me entiendan,
/ no sé si las entiendo yo a ellas/ pero sé que
la verdad está en ellas y en mí”. Luego, en el
último verso, reafirma el desinterés antes
mencionado: “Y en nuestro dormir no tener
sueños”. Este prescindir del futuro o de lo que 33
se vincula con la idea de cambio. Es anhelo del
poeta bucólico no detenerse a soñar en el
sentido negativo, se trata en parte de una
 LA MARGINALIDAD DEL SUEÑO EN LA HETERONIMIA DE FERNANDO PESSOA por Nicolás Antonioli

autoexclusión, que margina a partir del ¡Qué gran sueño en todo excepto en poder
rompimiento con lo otro, en este caso el no- dormir!”. Más adelante en el poema, el poeta
sueño divide, diferencia al autor del resto. se convierte en una “sensación” en algo
En Ricardo Reis este rasgo es parte de la abstracto proveniente de la vigilia, de lo
realidad. Existe un paralelismo con la meramente consciente, una situación que
imaginación: ambos elementos intenta alejarlo de lo poético, para traerlo a la
(realidad/imaginación) se confunden y realidad. Esos dos mundos entran en
toman el mismo valor. El paso del tiempo conflicto a través de Campos quien es ya “una
modifica al hombre, lo disocia de sí mismo. sensación sin persona correspondiente”.
Tenemos el presente y el pasado en íntima La creación de los heterónimos es más que
relación con el recuerdo: “Hasta mi recuerdo un simple juego: es parte del
es nada, y siento/ que el que soy y el que fui/ autoconocimiento que hace Pessoa de sí: el
son sueños diferentes”. comprender que él y el mundo que lo rodea
También el sueño es el lugar propicio para no son “sueños pensados”, y eso es lo que lo
el narcisismo. En el mismo poema, Reis vuelve real. Todo lo que hay de imaginario en
admite: “El que fui es alguien que amo/ los heterónimos es parte de esa marginalidad,
aunque solamente en sueños”. es un estar afuera del hombre, que a su vez
En el poema “Insomnio”, de Álvaro de está adentro de lo otro, que no existe.
Campos, se propone un acercamiento al
hombre, a la realidad: el sueño no es más que
sueño; su falta es la imposibilidad de dormir,
la imposibilidad de crear, de pensar, de vivir.
El poeta experimenta con las sensaciones
comunes a todos y describe el insomnio,
como representación de la falta de
creatividad poética: “Estoy escribiendo
versos realmente simpáticos/ versos que
dicen que no tengo nada que decir”. De
Campos, se propone un acercamiento al
hombre, a la realidad: el sueño no es más que
sueño; su falta es la imposibilidad de dormir,
la imposibilidad de crear, de pensar, de vivir.
El poeta experimenta con las sensaciones
comunes a todos y describe el insomnio,
como representación de la falta de
creatividad poética: “Estoy escribiendo
versos realmente simpáticos/ versos que
dicen que no tengo nada que decir”. De
Campos reconoce en el sueño una
34 dependencia. Su marginalidad se basa en la
imposibilidad de conseguirlo; eso lo hace
diferente frente al resto. En el poema
mencionado, exclama: “¡Qué gran sueño en
toda la cabeza y sobre los ojos y en el alma! /
 UNA NATURALEZA ESTÉTICA
por Silvio Mattoni
L a pregunta por la existencia de algo
llamado “naturaleza humana”
pareciera originada en una fecha o en una
atmósfera de época que no me resulta
demasiado cercana. Ni siquiera bajo una
forma nostálgica, ese aire decimonónico de
un enfoque científico y universal acerca del
animal parlante sería aceptable sin grandes
dosis de ironía. De hecho, en una de las
llamadas “ciencias humanas” que más soñó
con la universalidad del antropoide, del cual
tomó su nombre, la “naturaleza” y lo
“humano” se oponen en un umbral donde
nada circula, nada cruza sin modificarse. No
habría ningún elemento humano que fuera
natural, no perteneciente a la cultura, es decir,
al lenguaje, pero tampoco habría elementos
instintivos naturales que pudieran pasar a la
humanidad como conjunto. Sólo las lenguas,
llamadas “naturales”, deficientes e históricas,
arbitrarias, podrían constituir una naturaleza
para los seres que se definieron por un habla
que no se transmite físicamente,
genéticamente. Y sin embargo, todas las
lenguas se dice que aspiran a un lenguaje
universal o lengua suprema, cuyo referente
sería la totalidad de lo decible en todos los
idiomas humanos que existieron alguna vez.
La materia lingüística es una sola, puesto que
los fonemas que forman las lenguas son
finitos, contables, repetibles. Pero las
posibilidades de las lenguas, así como las
lenguas posibles, son infinitas.
Dije que la lengua no se transmite
físicamente, lo cual es falso. No es una
información corporal, dada en los genes,
salvo que se crea en una condición innata
para el aprendizaje de fonemas y
aglomeraciones de fonemas con referencia a
cosas no sonoras, como una disposición
cerebral para procesar idiomas. No obstante,
la lengua se transmite en forma de cosas
escritas, no siempre alfabética ni
fonológicamente por supuesto, sino la
mayoría de las veces a través de herramientas
talladas, pinturas corporales, estructuras de
clasificación de las actividades sexuales,
rayas en las paredes, manos asombradas en la
oscuridad más impenetrable, etc.
Y si es que no debemos hablar de un simple
animal con grandes pretensiones, apenas
puedo definir una entidad humana por su
tendencia lingüística. En ese sentido, cabe
recordar que el hombre produce lenguaje
como la araña secreta su tela y aun de manera
menos geométrica y racional que la conducta
colectiva de las abejas produciendo
hexágonos de cera. Pero esta unidad en la
secreción de lenguas no implica una
existencia, un ser sustancial que defina lo
humano. La palabra “naturaleza”, que deriva
del latín de los humanistas y de los proyectos
modernos de la ciencia, me parece menos
descriptiva que su traducción griega, mucho
menos definible a su vez, más plural quizás.
Así, me preguntaré sobre las características
35
de una fysis para el anthropos, cuya existencia
será tan sólo figurativa, vale decir: una
construcción que se mantenga en escena
mientras se despliega el drama que estamos
 UNA NATURALEZA ESTÉTICA por Silvio Mattoni
produciendo y presenciando a la vez.
Los primeros griegos poco amigos de la
religión tradicional hablaban de una “fysis
infinita del aire”, una vorágine de
corpúsculos que formaría todas las cosas, un
torbellino de materiales y de fuerzas no
perceptibles. No parecían orientar sus
ambiguas especulaciones en dirección al
simple humano ni tampoco para legalizar
ciertos estados de cosas. Recién un prosaico y
tardío clasificador, padre de todos los
aparatos teóricos del conocimiento
transmisible, se animó a definir al anthropos
como un “animal político” o animal que
piensa, no lejos de la cómica definición del
bípedo implume. La fysis, que una mirada
contemplaba antes como un constante e
indescriptible fluir de fuerzas desiguales, de
potencias y azares, no podía definirse. Y el
torbellino del lenguaje, su combinatoria
infinita de elementos finitos, se parece a la
fysis. Los enigmas del lenguaje, las cosas
imposibles que en él se encuentran unidas o
que allí se juntan con violencia, señalan hacia
la imposibilidad de expresar el torbellino
originario –o la absoluta calma inorgánica
originaria, da lo mismo. Sin embargo, lo
inorgánico y los animales se mueven y se
agitan sin cesar, sin la más mínima tregua; el
presente inmóvil es un aliciente para seguir
adelante, acechar, temer, devorar, o bien
colisionar, explotar, enfriarse. Lo único
quieto de la fysis, en un momento difícil de
explicar, en ese parpadeo de la materia que un
día empezó a hablar y a pensar, es el
contemplador de todo, el que intuye esos
movimientos, el que se para a hacer figuras en
el suelo, el que canta solo mientras se abstrae
en un páramo, el que fabrica enigmas y los
36 resuelve, para nada, para que el movimiento
pueda ser visto desde afuera. El valor de lo
que pasa, la medida de la potencia del
pasatismo característico de la fysis, es
producido en su detenimiento
contemplativo.
Hago sonar ahora una nota más oscura,
dentro de la ligera ironía del origen mítico
que estoy relatando, y es la siguiente: esa
quietud del mono sin pelo que silabea, que
murmura, esa mirada griega sobre los brillos
de la materia como si significaran algo más,
producen un anhelo de suspensión, de cese
de la potencia conflictiva, colisionante, feroz.
El hombre, ¿cómo definirlo?, es el único
animal que quiere morir. En verdad, casi el
único. Y de hecho, me dirán, nadie “quiere”
morir, pero cualquiera desea el fin del vértigo
sin saberlo. En esta contradicción, ¿habrá algo
realmente definitorio? La alternancia de
embriaguez y lucidez, de concentración y
distracción, de erección y flaccidez, ¿definirá
a un animal tan particular? ¿O será más bien
un reflejo del lenguaje en el cuerpo, una
eficacia simbólica sobre los órganos
demasiado humanos? Así, por momentos,
queremos un sentido, una “paz entre
roturas”, según decía un poeta belga, aunque
esa adquisición sea tan definitiva como la
muerte de quien la obtuviera. Porque, ¿acaso
no se define el sentido por su carácter
limitado, por el punto final del discurso? La
muerte le ofrece a otro, postulable pero no
existente, el sentido de una vida. De modo
que, en otros momentos, queremos más
movimiento, incluso más del que puede
soportar un cuerpo, buscamos lo que nunca
tendrá sentido, el lenguaje abierto en su nada
de significación, combinatoria infinita, azar y
descomposición de cualquier cosa adquirida.
Por otra parte, tal vez sea una forma larvada
de idealismo definir al hombre por su habla.
Miremos más bien lo que hace, porque la
facultad de hablar depende estrictamente de
la cabeza: cerebro, boca, cuerdas vocales,
cavidades de la fonación. El animal que habla
podría ser una cabeza parlante como en una
 UNA NATURALEZA ESTÉTICA por Silvio Mattoni
notable novela de Raymond Roussel donde
un científico loco descubre una sustancia, o
sea algo que existe afuera de quienes hablan,
capaz de hacer hablar a los muertos. Y
entonces, en una escena minuciosamente
descripta, se hace hablar a los héroes de la
Revolución francesa, a sus cabezas
decapitadas, que no cesan de repetir
encendidos discursos jacobinos. El habla, en
su potencial repetición, encuentra su punto
culminante de eficacia con el terror. Pero el
ser que se mueve y se comunica puede ser
más que un hombre. En efecto, otros animales
son mucho más eficaces para comunicarse.
¿Acaso la palabra humana no está bastante
lejos de la eficacia comunicativa? Algunas
religiones y sus descendientes seculares, los
filósofos, afirmaron que la palabra no
comunica un sentido, sino que traduce la
esencia de la cosa. De modo que el ser mudo
de un animal, por ejemplo, se traduce a la
lengua de los hombres al ser nombrado. Es
una idea bíblica, supersticiosa. Sin embargo,
subraya un problema: el lenguaje humano no
es propiedad del hombre, es un virus del
espacio exterior, le viene dado. Nadie crea el
idioma que lo hizo pensar. Este don, vehículo
pero también lugar donde se transmite y se
produce la herencia no somática del hombre,
no hace más que extrañarlo de su ambiente, lo
hace olvidar todo aquello que pudo ser
anterior a su lengua. Desde sus palabras, el
hombre contempla la bruma movediza de su
infancia olvidada.
Pero si la secreción lingüística de la cabeza
no lo define, ¿qué será este bípedo, el ser más
indefenso creado por el chorro físico de la
materia orgánica? ¿El animal que tiene sexo
no estacional? Hay varios otros,
principalmente sus primos los monos,
aunque también los animales domésticos.
Incluso la prohibición del incesto, tan
universal como se quiera, sería una tentativa
ingenua para domesticar esa sexualidad sin
períodos de tregua. Su transgresión resulta
tan necesaria como el recuerdo que tiene la
contemplación humana, frente a la mirada de
sus semejantes mudos en el reino animal, de
una vida prelingüística, ya inaccesible. ¿Y el
animal que canta? También, hay otros, en
particular los bípedos con plumas. Y aun hoy
no les parece descabellado a los románticos
historiadores de la música decir que ésta se
habría originado en la imitación del canto de
los pájaros. ¿El animal que se emborracha
para perderse y soñar que reencuentra una
sensación del presente, es decir, un más allá
del lenguaje? Hay otros también: insectos
ebrios que se suicidan, mamíferos que se
embriagan y se olvidan de su ansiedad
presente. Y sin embargo, la diferencia en este
caso parece acentuarse. Puesto que la
preparación de los brebajes humanos no tiene
equivalente en el hallazgo fortuito de alguna
planta embriagadora que estimula al animal,
que por otro lado quizá viva en una constante
borrachera de estímulos de toda índole,
sexuales, estomacales, aromáticos. La
preparación sería entonces lo típico del
hombre: el animal que cocina. No hay cosa
igual en el ámbito de los seres que se mueven
a sí mismos, entre los cuerpos vivos. Cocinar,
por ende, es la diferencia antropológica, sólo
que no es universal. Hubo tribus, y hoy
existen sectas de vegetarianos que no cocinan
sus alimentos, aunque no se trataría de un
paso previo sino de una mayor complejidad
de la preparación.
Toda diferencia es arbitraria entonces. No
h a y n a t u r a l e z a de l an t h r op os , si n o
multiplicidad, nudo móvil de relaciones,
diferenciándose infinitamente y repitiéndose
como ecos nunca exactamente iguales. No
existe el hombre, o sea una forma que genere 37
todos los casos, un principio para los
fenómenos que fantasmalmente ponemos en
ese universal. No hay algo afuera del mundo
del hombre que pueda estar ahí dado como su
 UNA NATURALEZA ESTÉTICA por Silvio Mattoni
“naturaleza”, aquello que lo generaría. Y sin
embargo, el hombre es engendrado por un
cuerpo, su existencia es una mujer, que le da
su lengua.
La naturaleza del homo es una mujer que lo
formó y le habló, aunque los fenómenos de su
fysis se levanten como falos de piedra en la
noche que marcó el abandono del bosque.
Estas figuras retóricas señalan la insuficiencia
del lenguaje, el hecho de que no es posible
comunicar una naturaleza ni una fysis de
manera adecuada, pero también muestran el
exceso del lenguaje, que multiplica las
preguntas y los enigmas. Y si dijera que estoy
hablando del único animal que sabe que lo es,
que tiene conciencia de su animalidad, me
equivocaría bastante. Al contrario, es un
animal que cree saber que no lo es. De allí otra
actividad radicalmente antinatural y casi
universal en la historia humana: las prácticas
funerarias. Esto me llevaría muy lejos, hacia
la conciencia de la muerte, que es una
construcción levantada sobre la articulación
temporal del lenguaje humano.
Vuelvo entonces a la pregunta, a la
adivinanza original: ¿existe una naturaleza
humana? Puedo jugar con la sustancia que
engendra, esa metáfora teológica que se
esconde en la palabra “naturaleza”. Puedo
incluso reírme de la virilidad del homo, que
universaliza un accidente fisiológico. Pero el
problema de la pregunta es la afirmación de
una existencia. Preguntemos con variaciones:
¿existe una naturaleza arbórea, que unificaría
a todos los árboles? ¿Y una naturaleza
lepidóptera, común a todas las mariposas?
Claro, está en el concepto, en la clasificación
conceptual. Pero no existe, no se ofrece a
ninguna percepción. Ninguna mariposa,
38 cada una singular e irrepetible, expresa su
concepto. La existencia no es una propiedad
de los conceptos universales. Voy a decirlo
con las pocas palabras que recuerdo de un
griego ya decepcionado de toda fysis
universal, que renegó de las formas y los
principios, que hizo de los conceptos meros
instrumentos en el combate para ganar cosas
en el rebaño humano, para imponerse
dialécticamente. Hablo de Gorgias, quien
decía –aunque dicen otros que decía, como
dicen que existió alguien con ese nombre–,
decía entonces Gorgias: “Nada existe”. Este
es su principio. Y no quiere decir que exista la
nada, sino que no hay sustancias o cosas que
existan en sí, fuera de mí que las contemplo.
El nihilismo de Gorgias tiene un corolario: “si
algo existiera, no lo podríamos conocer; si lo
pudiéramos conocer, no lo podríamos
transmitir”.
Y sin embargo, porque hasta estos
axiomas merecen el beneficio de la
contradicción, hay transmisión, algo se
comunica quizás allí donde falla el
conocimiento, la pretensión de alcanzarlo. La
comunión, un éxtasis o entusiasmo que pasan
por más de un cuerpo y por más de un
individuo parlante existen, son la naturaleza
para la tribu de los que hablan cierta lengua.
Me refiero a la eficacia del arte, una fysis
artificial, una apariencia que se ofrece como
nada más que apariencia, un simulacro que
sin embargo hace cosas, produce cosas,
construye un mundo o lo acompaña. El
animal que cocina, que copula con fantasmas,
que canta y que representa pertenece a una
especie artística. Ya sea para estimular la
alegría y promover el placer, ya sea para
consolar, para aliviar el dolor, las formas del
arte, los ritmos lingüísticos y los dibujos, la
música y la danza, permiten imaginar una
sustancia existente única para el chorro de
diversidades, para la múltiple infinitud de los
fenómenos humanos. Este impulso artístico,
que desarma la fijeza del concepto y su
petrificación de las palabras, no produce más
que movimientos. Que el arte perdure o que
 UNA NATURALEZA ESTÉTICA por Silvio Mattoni

se lo quiera hacer durar es sólo una

apropiación de su impulso por parte del
instinto de verdad. El animal humano
estetiza sus condiciones de vida: nace, se
reproduce y esperar morir en un ámbito
artístico, que en muchas épocas coincidió con
algunas referencias religiosas. Pero lo que
importa es lo efímero de sus productos, que
son apenas restos de la experiencia humana.
Y la “experiencia humana”, ya que he
pergeñado semejante monstruo sin
contenido, está hecha para desaparecer en el
acto. En el goce o en el llanto se originan
impulsos que no son comunicables y que
engendran formas, desesperadas
manipulaciones de la materia, para llamar a
los demás. El animal que llora y el animal que
ríe quizás no tengan un reflejo en el reino de
los animales que no toman la palabra, que no
son sometidos por ella, excepto en las fábulas
y los mitos de la infancia personal y de la
infancia de la humanidad.
En todo caso, esta “naturaleza humana”,
que busca su paso y su devenir porque
atestigua el pasaje fugaz del cuerpo en medio
del lenguaje que lo hiciera hablar, no puede
ser objeto de conocimiento. Su fragilidad
evidente, sin embargo, debiera tener algún
efecto ético, en forma de máximas, algo a la
manera de: no actúes como si fueras a dejar
huellas reconocibles; no dejés huellas que
pesen en el paso de los otros; viví el presente y
el arte de los otros como si no hubiera nada
más, nada en el pasado, el infinito en el
porvenir; aprendé a morir sin necesidad de
consuelo, después del fin del arte.

Silvio Mattoni, 20 de marzo de 2012 39

 EL HOMBRE Y LA TECNICA (Martín Heidegger)
Fragmentos seleccionados* por Ricardo Baca
E n un lenguaje sencillo y profundo, este
filósofo – tal vez el pensador más
grande del siglo – nos advierte del peligro
que encierra el pensar por una sola vía (la del
cálculo) permaneciendo indiferentes al otro
tipo de pensar que es, en definitiva, el que ha
brindado a la humanidad las obras más
importantes, no sólo en filosofía, sino
también en las artes plásticas y en la poesía.
Esto es, el pensar que medita.
“No nos hagamos ilusiones – dice
Heidegger - Todos nosotros, incluso aquellos
que son profesionales del pensar, todos
somos, con mucha frecuencia, pobres de
pensamiento. Esta falta de pensamiento es un
huésped inquietante que en el mundo de hoy
entra y sale de todas partes. Porque hoy en
día se toma noticia de todo por el camino más
rápido y económico y se olvida en el mismo
instante con la misma rapidez.”
“Del mismo modo que podemos llegar a
ser sordos porque somos oyentes y del mismo
modo que únicamente podemos llegar a ser
viejos porque éramos jóvenes, por eso
también únicamente podemos llegar a ser
faltos de pensamiento porque el hombre, en
el fondo de su esencia, posee la capacidad de
pensar (espíritu y entendimiento) y que está
destinado a pensar. Solamente aquello que
40
poseemos (con conocimiento o sin él)
podemos también perderlo.”
“Esta huida ante el pensar va unida al
hecho de que el hombre no la quiere ver ni
admitir. Afirmará lo contrario. Dirá – y esto
con todo derecho – que nunca se han
realizado planes tan vastos, estudios tan
variados, investigaciones tan apasionadas
como hoy en día. Ciertamente, este esfuerzo
de sagacidad y deliberación tiene su utilidad.
Un pensar de este tipo es indispensable,
pero… tiene su particularidad. Esta
particularidad consiste en que cuando
planificamos, organizamos una empresa,
investigamos, contamos ya, siempre, con
circunstancias dadas. Las tomamos en cuenta
con la calculada intención de un fin
determinado. Contamos de antemano con
determinados resultados. Este cálculo
caracteriza a todo pensar planificador y
empresarial. Semejante pensar sigue siendo
cálculo aun cuando no opere con números ni
ponga en movimiento máquinas de sumar o
computadoras. El pensamiento que cuenta,
calcula. Calcula posibilidades continuamente
nuevas, con perspectivas cada vez más ricas y
más económicas. Corre de una suerte a la
siguiente, sin detenerse nunca a pararse a
meditar. El pensar calculador no es pensar
meditativo. No es un pensar que reflexione
acerca del sentido que impera en lo que “es”
y en “el hacer”. “
“Tenemos, así, dos tipos de pensar, cada
uno de los cuales es, a su vez, justificado: el
pensar que calcula y el pensar que medita. Es
a este último al que nos referimos cuando
decimos que el hombre de hoy es pobre de
pensamiento. Cada día, a toda hora, está
hechizado por la radio y la televisión.
 EL HOMBRE Y LA TECNICA (Martín Heidegger) Fragmentos seleccionados por Ricardo Baca
Semana tras semana las películas lo arrebatan
a ámbitos insólitos para el común sentir. Esos
ámbitos simulan un mundo que no es mundo
alguno. (Aquí Heidegger utiliza “mundo” en
el sentido de la estructura existencial “in-der-
welt-sein”, vale decir, mundo circundante,
mundo que es familiar al Dasein) En todas
partes están a mano diarios y revistas que los
modernos instrumentos técnicos de
información estimulan, asaltan y agitan hora
tras hora al hombre. Y esto le resulta hoy más
próximo que el cielo sobre la tierra; más
próximo que el paso del día a la noche; más
próximo que las costumbres del pueblo; más
próximo que la tradición del mundo en que
ha nacido.”
“La palabra clave para la actitud
fundamental de la actual existencia es
“information”. Y hay que escucharla en su
pronunciación anglosajona. “Information”
significa: 1) La notificación que informa al
hombre actual – de la manera más clara,
rápida, completa y lucrativa – sobre cómo ha
de asegurarse sus necesidades, en lo que se
refiere a su demanda y cómo cubrirlas. 2)
Pero, cuando la “information” in-forma
(comunica noticias) está, al mismo tiempo,
formando, es decir, dispone y dirige (orienta
y manipula las conductas).”
“Ahora bien, esta pérdida de arraigo no
viene simplemente causada por las
circunstancias externas, ni tampoco reside en
la negligencia y vida superficial de los
hombres. La pérdida de arraigo procede de el
espíritu de la época en la que a todos nos ha
tocado nacer. Es una cuestión de destino. ¿A
qué se debe que la técnica científica haya
podido descubrir y liberar nuevas energías
naturales? Se debe a que, desde hace algunos
siglos, tiene lugar una revolución en lo que
hace a la “representación”. Al hombre se le
traslada así a otra realidad (realidad virtual).
En suma, la Naturaleza (en el profundo
sentido griego de Psysis) se convierte en una
estación gigantesca de gasolina, en fuente de
energía para la técnica y la industria
modernas.”
“El poder oculto en la técnica moderna
determina la relación del hombre con lo que
“es”, con el Ser. Este poder domina la tierra
entera. El hombre comienza ya a alejarse de
ella para penetrar en el espacio cósmico.
Nadie puede prever las radicales
transformaciones que se avecinan, pero el
desarrollo de la técnica se efectuará cada vez
con mayor velocidad y no podrá ser detenido
en parte alguna. El problema es que aquí se
está preparando una agresión contra la vida y
la esencia del ser humano, una agresión
comparada con la cual bien poco significa la
explosión de una bomba atómica. Porque
precisamente cuando las bombas atómicas no
exploten, se suscitará una nueva e inquietante
transformación del mundo. Y lo inquietante
no es que el mundo se tecnifique
enteramente. Mucho más inquietante es que
el ser humano no esté preparado para esta
transformación universal; que aún no
reflexionemos meditativamente lo que
propiamente se avecina en esta época. Así, el
hombre de la era atómica se vería tan
indefenso como desconcertado ante la
irresistible prepotencia de la técnica.”
“Para nosotros, los hombres, el camino a lo
próximo es siempre el más lejano y por ello el
más arduo. Este camino es el de la
meditación.”
“Ahora bien, sería necio arremeter
ciegamente contra el mundo técnico como
algo diabólico. Dependemos de los objetos
técnicos y nos desafían a su constante 41
perfeccionamiento, pero caemos –por
desgracia – en relación de servidumbre con
ellos. ¿Podemos hacer otra cosa? Tal vez…
Tal vez podemos usar los objetos técnicos,
servirnos de ellos de una manera apropiada,
 EL HOMBRE Y LA TECNICA (Martín Heidegger) Fragmentos seleccionados por Ricardo Baca

pero manteniéndonos a la vez tan libres que

podamos desembarazarnos de ellos, dejar
que descansen en sí (no darles autonomía),
como algo que en lo más íntimo y propio de
nosotros mismos no nos concierne. Podemos
decir “si” al inevitable uso de los objetos
técnicos y podemos a la vez decirles “no” en
la medida en que nos requieran de modo tan
exclusivo que dobleguen, confundan y,
finalmente, devasten nuestra esencia.
Dejamos entrar a los objetos técnicos en
nuestro mundo cotidiano y, al mismo tiempo,
los mantenemos fuera, o sea, los dejamos
descansar en sí mismos como cosas que no
son algo absoluto, sino que dependen de algo
superior. Denominamos esta actitud que
simultáneamente dice “si” y “no” al mundo
técnico con una antigua palabra alemana:
“Gelassenheit” (Serenidad para las cosas,
pero en el sentido del verbo “Lassen” –soltar-
podría traducirse como “Serenidad que se
obtiene después de haber soltado”).”

“La Serenidad para con las cosas y la

apertura al misterio nos abren la perspectiva
hacia un nuevo arraigo. Algún día, éste
podría incluso llegar a ser apropiado para
hacer revivir, en figura mudada, el antiguo
arraigo que hoy tan rápidamente se
desvanece. Sólo que la Serenidad para con las
cosas y la apertura al misterio no nos caen
nunca del cielo. Ambas sólo acaecen desde un
pensar incesante y vigoroso; El pensar que
medita.”

“Para el niño que hay en el hombre, la

noche sigue siendo la costurera de las
estrellas, al aproximarlas unas a otras.”
42

* Heidegger , M. 1994. “Serenidad” Editorial Ediciones del

Serbal, Barcelona.
Módulo de Investigación: CONSTELACIÓN WARBURG: Los integrantes del módulo sobre Aby
Warburg, a partir de la lectura del libro “La cura Infinita”, en el que se incluye la historia clínica
de Warburg, sus escritos autobiográficos y las cartas que circulaban con personas de su
confianza, además de otras referencias bibliográficas, se comenzó a delinear los ejes de
investigación particular a seguir: el Método Warburg y el Método psicoanalítico, el renacimiento
y el ocultismo y el diagnostico clínico de Warburg desde una perspectiva psicoanalítica y
psiquiátrica.

ABY WARBURG: REALIDAD Y FICCIÓN

por Mabel Sanchez

“Pero, yo solo escribo sobre un caso cuando obtengo los datos del paciente mismo.
Si Warburg sanara y pudiera él mismo brindar información,
podrían escribirse tomos enteros sobre él”
Frit Saxl. La curación infinita.

L eer cronológicamente la Historia

Clínica de Aby Warburg redactada
por el Dr. Ludwig Binswanger y las notas
autobiográficas de Warburg, produjo al final
la sensación de que en la primera se describía
a una persona que no era la que aparecía en
las notas. Considerando esto como dos
planos coexistentes en el libro y teniendo en
cuenta la referencia de lo dicho por el médico
tratante, la cita del inicio consignada por Fritz
Saxl, importante colaborador de Warburg, se
retomó la lectura, esta vez, a partir de las
notas autobiográficas recortando solo dos
períodos –abril a julio de 1921 y septiembre a
octubre de 1922- realizando un contrapunto
entre lo que figura en la Historia Clínica y lo
que Aby Warburg escribía. De hecho, el
material no es de primera mano, dado que no
solo está impreso, además está traducido.
Colocar en tensión estas dos voces, la del
médico y la del paciente permitió contrastar
el material, siendo el tema común la
enfermedad, Binswanger la describe e
interviene con una modalidad terapéutica,
mientras que Warburg reconoce no solo estar
enfermo, sino que lo comunica, pero por
alguna razón que no se encuentra explicitada
en el texto, no lo hace, salvo algunas
referencias, al profesional que lo asistía, sino
a otros. En la grafía del médico, Warburg es el
objeto que se estudia, se describe, se medica,
se corrige, se intenta atemperar, etc. Mientras
que aquél trabaja buscando su liberación,
silenciosamente, silencio que es
interrumpido por lo escrito, una elaboración,
ya sea en forma de carta, en escrito tildado de
autobiográfico y en la producción de un
trabajo.
La caja china
43
Este es un recurso de la novela, una
historia dentro de otra, también puede
funcionar como un péndulo entre un mundo
 MÓDULOS
objetivo y otro subjetivo, entre realidad y
fantasía. Si desde el psicoanálisis la realidad
es psíquica e incluye la fantasía, ¿lo que
describe Ludwig Binswanger es la realidad?
Y lo que escribe Warburg ¿es la fantasía? O
bien ambos, desde diferentes posiciones dan
cuenta de la construcción que realizan a partir
de la realidad psíquica de cada uno. La de
Biswanger desde los referentes de la
psiquiatría de la época y de las teorizaciones
de Husserl en relación a la fenomenología y la
imagen y, la de Warburg atravesada por el
arte y su vasto acervo cultural. Es lo que se
puso a prueba en este breve recorrido.
Realidad y ficción, objetividad y
subjetividad, realidad ficcionalizada y
fantasía considerada como realidad son los
temas constantes en el devenir del
padecimiento de Warburg.
A fin de contextualizar el primer período,
de ingreso a la Clínica Bellevue en abril de
1921, la Historia Clínica escrita por Ludwig
Binswanger nos acerca descripciones de su
estado: excitación y gritos, se cometía un
atropello con él (contra Warburg), él era
inocente, no había hecho nada malo. Se
consigna que las ocurrencias delirantes se
suceden una tras otra. Se halla en un estado de
continua inquietud mental. Predominan las
ideas delirantes de perjuicio. No puede dejar
de lavarse compulsivamente y su lenguaje,
apunta Binswanger, es complicado,
embrollado, con impropiedad en las frases.
La devastación es el sello.
El día 15 de julio de 1921, cuatro meses
después de su ingreso a la clínica, se apunta
que continúa con ideas delirantes, había sido
secuestrado cometiéndose atropellos hacia su
persona. En la clínica se producían reuniones
44 de criminales. Las cerezas serían seres
humanos, al comerlas destruyó el alma de
éstos.
El día 16 de julio de 1921 Aby Warburg
escribe una carta dirigida a los directores de la
clínica Bellevue. Lo desarrollado en esa
misiva gira alrededor del tema de
preocupación central: existe algún tipo de
inculpación de la cual jamás tomé conocimiento
directo (Soy culpable de algo que desconozco).
En relación a su situación de internación
escribe: “estoy aquí como un objeto sufriente
que en vano intenta defenderse contra una
limitación de la libertad personal que sólo es
lícito impartir a los acusados”, agregando en
la posdata: Mi enfermedad consiste en que
pierdo la capacidad de conectar las cosas en
sus simples relaciones causales, lo que se
refleja tanto en lo espiritual como en las cosas
concretas.
Desde la mirada externa el delirio
continúa mientras que en una misiva,
Warburg, da a conocer lo que en psiquiatría se
continúa colocando como “con conciencia de
enfermedad”. Localiza la dificultad, pérdida
de conexión. Evidentemente escribir, tenía
una función para Warburg, le permitía
organizar esos pensamientos que lo
acechaban.
En 1922 entre los meses de septiembre y
octubre se consigna en su Historia Clínica
estados de agitación acotados, ya se indican
que se tratan de episodios. Da cuenta de la
visita de Saxl (quien organizó su biblioteca).
De tal encuentro se registra: Se muestra
tranquilo, de buen humor, conversa la mayor
parte del tiempo sobre cuestiones científicas y
en detalle asuntos importantes de su
biblioteca. Para luego indicar un
desplazamiento, de las cerezas pasa al barniz,
el que está hecho de seres humanos. Festeja
las bodas de plata con familiares y los hijos de
la familia Binswanger. De ánimo excelente y
luego nuevamente excitación, agitación,
monólogos después de las visitas con
reacciones violentas, consecuencia:
clinoterapia. A partir de octubre “lleno de
 MÓDULOS
ideas delirantes”. Su hija Detta y sus parientes
son objetos de fragmentaciones y daños
corporales.
En septiembre de ese año, en el primer
fragmento autobiográfico fechado el 29 de
septiembre de 1922 Aby Warburg escribe
sobre los resultados de su auto observación
fechando la aparición de su enfermedad en
1918 localizando los momentos cruciales.
A los seis años padece de tifus:
Las imágenes del delirio febril conectados
con sensaciones olfativas deja como saldo la
hipersensibilidad de los órganos olfativos.
Visiones espectrales de un carrito a
caballo, que provienen de un cuento.
Miedos desproporcionadamente
inconexos, recuerdos visuales o excitaciones
sensoriales de los órganos olfativos o
auditivos, angustia que provocaba el caos,
intento de poner orden intelectualmente en
este caos y falla, defecto, escribiendo al
respecto “un intento que puede ser calificado
como la trágica tentativa infantil del hombre
pensante realizada en consecuencia muy
tempranamente, demasiado tempranamente
para mi constitución nerviosa” (o sea, a
destiempo). Todo estaba allí. Lo escrito
funcionaba como punto de capitón, de
sujeción.
Accesos de cólera en la niñez.
Desarrollo veloz del entendimiento, lo que
le trajo más de un problema.
Preescolar: miedos febriles, en vigilia y sin
fiebre conectados con sensaciones olfativas.
Muerte de un compañerito: repentina
irrupción de la muerte, escansión, como un
golpe aterrador y como consecuencia de un
ambiente, con un poder demoníaco que se
expresaba en el campo ilógico de los colores,
olores y sonidos.
Al respecto concluye: Mi confianza en la
vida, ya frágil por aquél sufrimiento febril,
continuó siendo dañada en esos primeros
años.
Localiza los referentes, su acervo cultural
se muestra. Oliver Twist de Dickens,
desplazamiento de lo acechante de Mr.
Morton al profesor de historia. Su
entendimiento veloz hacía que lo adelanten
(en grados de escuela), pérdida de
familiaridad y nuevo comienzo, no sin
tropiezos.
Situaciones trágicas:
1) Teólogo antisemita lo golpea
frenéticamente en los dedos con una regla
enchapada en acero.
2) Otro personaje, evidentemente un
profesor, que impartía bofetadas.
3) Intento – fracasado- de integrarse con
jovencitos de 12 años “llenos de las más
sospechosas maldades”.
4) E s t a d o q u e n o m b r a c o m o
Melancolía, pensamiento recurrente: había
sido mordido por un perro enfermo y
habría de morir de rabia y bajo
subsiguiente delirio.
Cuando decide estudiar arte, la intensa
preparación instituye el miedo a los
exámenes, esto, expresa “reforzó (la)
tendencia a la fantasía fóbica que fue
precisamente ella la que mejor amarró la
cadena de mis miedos y, al mismo tiempo, vio
en la ciencia un recurso liberador”.
Referencias que dan cuenta de la trama.
Sucesos que producen efectos, a destiempo
como todo encuentro con lo sexual,
adelantado y por ende sin preparación o
atrasado, por lo tanto igualmente tomado de
sorpresa. 45
La basculación continuará, dejando
indicado que si bien Ludwig Binswanger
mantenía comunicación con Sigmund Freud,
 MÓDULOS
no es el dispositivo analítico el que se
instalará en el tratamiento de Aby Warburg.
WARBURG Y EL RENACIMIENTO
por Susana Pihuela
E ste gran historiador del arte tenia una
mirada singular y filosófica sobre
dicha historia, como así también una
concepción muy particular sobre la
naturaleza y el desarrollo de la cultura
humana, demostrando un gusto por los
detalles, lo sutil. Lograba ver en las obras de
arte sus formas cambiantes que denominaba
las formas del pathos, que el captaba desde la
antigüedad y atravesaba la historia
transformándose como patrimonio
perdurable de la humanidad.
Justamente en el análisis de las obras de
arte, especialmente de Botticelli, el ubica el
pathos en el fragmento anómalo dentro de la
composición del cuadro. También su gran
proyecto el Atlas Mnemosyne tenía como
intención ilustrar diferentes ámbitos
temáticos como el sentimiento victorioso, la
ascensión hacia el sol, el pathos de la
destrucción, la expresión del sufrimiento, la
ninfa. Esta obra es una verdadera
representación dinámica de los gestos de la
humanidad occidental desde la Grecia
Clásica hasta el fascismo.
El Atlas constaba con 62 paneles sobre los
46 que Warburg había fijado fotografías de
cuadros, imágenes diversas, bocetos, etc.,
cuya intención era ilustrar los diferentes
ámbitos temáticos antes mencionados. Lo
que rescata Warburg es justamente la imagen:
Bibliografía
Binswanger; L. –Warburg, Aby (2007) La curación infinita.
Historia Clínica de Aby Warburg. Adriana Hidalgo Editora.
Filosofía e Historia. Buenos Aires.
Vargas llosa, M. (2011) Cartas a un joven novelista, Alfaguara.
Uruguay.
lo que ha sobrevivido de una cultura
fantasmal que sin embargo tiene una
existencia póstuma. En el centro de su
preocupación esta el proceso de producción
de imágenes, que se manifiestan a través de la
gestualidad y la expresividad y esto se ve
patentizado en el gran Atlas. Didi-Huberman
va a decir al respecto “.Que el proyecto de
Warburg no es un resumen de imágenes, sino
un pensamiento en imágenes, una memoria
en acción”.
Cuando preparaba su tesis sobre “El
nacimiento de venus y la Primavera de
Sandro Botticelli””, que fue publicada en
1893 con el subtitulo “Investigación sobre la
imagen de la antigüedad en el primer
Renacimiento italiano”, causaba asombro por
sus investigaciones que eran muy variadas,
ya que para buscar las huellas visuales de
algo que había quedado sepultado por el
tiempo, indagaba las creencias científicas y
religiosas, las festividades y la literatura, la
magia y la astrología. Su trabajo es rescatar el
pasado o como el mismo lo expresa “la vuelta
a la vida de lo antiguo”, que era justamente lo
que el había captado que sucedía en el
Renacimiento. El interesarse por la expresión
de las imágenes, por lo gestual, parece ser lo
que motiva la elección de sus tesis y como
orienta sus indagaciones posteriores: la
importancia que tenía para el encontrar la
 MÓDULOS
supervivencia de algunas formas clásicas en
el contexto de la cultura del Renacimiento
italiano. Como así también la otra cara del
Renacimiento: la magia, lo demoniaco, el
terror.
Esto nos lleva a la importancia del
simbolismo en Warburg, quien había
conversado de modo detallado y objetivo
sobre el Simbolismo con Hans Prinzhorn en la
clínica donde estaba internado. También vera
con mucho interés el libro publicado por
Prinzhorn “La producción de imágenes de los
enfermos mentales”, se trataba de una
recopilación de obras de artes realizadas por
estos enfermos.
Tanto en la historia clínica de Warburg,
como en las cartas y fragmentos
autobiográficos puede constatarse como el
ocuparse en su investigación colabora
extraordinariamente para salir de su
enfermedad o “de este pantano” como lo
definía él mismo. Considera que la
investigación es una clara señal que lo ayuda
“ a la liberación del trastorno psíquico” Así
también el haber dictado su conferencia “El
ritual de la serpiente” lo considera como un
proceso de “auto liberación”. En esta relación
medico-paciente se lee la historia de la
enfermedad como la de su curación.
Warburg acepta que su curación tenía un
aspecto perturbador, no del todo
domesticable y se define como “un
Revenant”: alguien que esta de regreso del
sanatorio, se podría interpretar como
“alguien de quien tener cuidado”.
Este eje de investigación es el comienzo
del mismo, el camino es mucho mas largo.
47
 MÓDULOS
Módulo de Investigación: EMPUJE PUBERAL
EL AMOR DESPUÉS DEL AMOR
(Entre la re-edición y la invención)
por Daniela Angulo, Mónica Medina y Maria Laura Mamani
E n este módulo hemos tomado el texto
de Freud (1905) “Tres ensayos para
una teoría sexual” como el texto transversal
para abordar el tema de la
pubertad/adolescencia, en razón de que
Freud explicará la sexualidad adulta y las
psiconeurosis, tomando como referencia la
sexualidad infantil.
Esto nos sirve de punto de apoyo a la hora
de pensar el pasaje de la niñez a la adultez
pasando por la pubertad, como momento
clave de reedición edípica y con ello, de la
elección de objeto definitiva, con la diferencia
fundamental: ahora si entra en combate el
sujeto con su destino anatómico.
Retomando el complejo de Edipo como
eje, a la hora de pensar en la estructuración
psíquica y con ello en la elección objetal,
debemos tener en cuenta que la diferencia
morfológica ha de manifestarse
necesariamente en variantes del desarrollo
psíquico. En el caso del Hombre hay una salida
a partir de la castración, en el caso de la Mujer
habrá una entrada al complejo a partir de la
castración con todo lo que esto implica. Nos
interrogamos ¿Qué implica?
48
A saber, el complejo de Edipo de la niña
implica un problema más que el del varón. En
ambos casos la madre fue el objeto original. Para
“Tengo las manos vacias de tanto dar sin tener.
pero las manos son mias”
E. Galeano (Úselo y tírelo)
saber cómo llega la niña a abandonarla y a
adoptar en su lugar al padre como objeto,
debemos recurrir a la prehistoria de la
relación edípica en la niña.
Es decir, en el caso de la niña hay dos
renuncias: la primera tendrá que ver con el
cambio de objeto de amor, pasando de la
madre al padre; y la segunda con la zona
erógena directiva pasando del clítoris a la
vagina. Mientras en el hombre conservara
tanto la una como la otra (objeto de amor y
zona directiva).
La diferencia fundamental es que, cuando
el varón descubre por primera vez la región
genital de la niña, comienza por mostrarse
indeciso y poco interesado; no ve nada o
repudia su percepción. Sólo más tarde,
cuando una amenaza de castración ha llegado
a influir sobre él, dicha observación se le torna
importante y significativa. Aquí será donde
se situará la posición frente a la FALTA.
En cambio, la reacción de la pequeña niña
es otra: al percibir el pene de un hermano,
notoriamente visible, lo reconoce al punto
como simil superior de su propio órgano
pequeño, frente a lo cual al instante adopta su
juicio y hace su decisión: ¡“Lo ha visto, sabe
que no lo tiene y quiere tenerlo”!.
Este tránsito supondrá un devenir entre
 MÓDULOS
consecuencias y compensaciones, que
precisan ser localizadas en la clínica con
adolescentes, caso por caso.
Al re-pensar los casos, es que será
menester orientarnos en cómo cada uno
transita y se posiciona frente a esta pérdida,
es decir frente a la FALTA.
En este espacio nos planteamos el amor en
la adolescencia, entendido como repetición,
armado sobre el andamiaje edípico, por el
cual la prohibición y la sustitución van de la
mano. Decíamos que el primer amor será
prohibido, el que venga, o los que vengan
serán burdos sustitutos, "nunca el genuino".
En esta sustitución habrá condensación,
desplazamiento, luchas internas en las que la
castración y la identificación serán el
resultado final.
Cuando hablamos de amor decimos la
ilusión del amor, amar es esencialmente
desear ser amado. La ilusión fundamental
que se juega es la de fusión con el amado, el
hacer de dos uno. Pero no existe posibilidad
alguna ya que esto sería desconocer la falta.
Todos los problemas cuando dos personas se
encuentran parten de pensar de que uno
puede completar al otro y viceversa. Esta
ilusión es la función del velo del amor.
Cuanto más se pretenda esto, peor van a ir las
cosas, la dimensión del padecimiento no
tardará en aparecer.
En este sentido, el amor puede matar
al deseo, ya que al plantear una unidad, elude
la falta que permite que el deseo exista. La
falta en el Otro, la castración, es fundamental
a la hora del amor. De acuerdo a como uno se
relacione con la falta en el Otro, es como le va
a ir a la hora de amar.
La cuestión a pensar será desde el amor
en tanto reedición como aquello que se
reactiva denotando las subjetividades en
juego que habrá que localizar en el espacio
clínico.
Entonces, hay toda una dimensión del
amor freudiano que nos remite a la
repetición. El sujeto encarcelado por su Edipo
se limita a repetir.
La elección amorosa está condicionada
por razones de goce: La relación entre el
hombre y la mujer no funciona por razones de
estructura. De entrada, esa primera relación
de objeto es con otro que está prohibido. A
partir de ahí, no hay satisfacción posible. La
satisfacción encuentra un destino incierto a
partir de que su plenitud se topa con una
dificultad desde lo pulsional. Freud destacó
que es inherente a la naturaleza de la pulsión
sexual que algo vaya en contra de la
obtención de una satisfacción plena. Por eso
hay quienes caen varias veces en la misma
trampa. Hay una articulación entre el amor y
el goce.
En Lacan el planteo del amor es por
fuera del amor edípico, un amor que
contemple la falta y no procure velarla, que
esté más del lado de la invención, la
contingencia y el azar.
En este sentido, el amor no sería más
que ese encuentro sintomático y contingente,
en el que se juega el goce del Uno, no sin el
Otro.
Bibliografía:
S. Freud :“Tres ensayos para una teoría sexual 1905” ;Tomo II
Biblioteca Nueva .
“Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia sexual
anatómica” 1925; Tomo III Biblioteca Nueva.
“Sobre psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina
“ 1920; Tomo III Biblioteca Nueva.
“Sobre la sexualidad femenina” 1931 ; Tomo III Biblioteca
Nueva. “Nuevas lecciones introductorias al psicoanálisis” 1932
– Lección XXXIII “La feminidad” Tomo III Biblioteca Nueva.
“Disolución del Complejo de Edipo” 1924; Tomo III Biblioteca
Nueva.
Salamone , Luis Darío. “El amor es vacío ”. 2010.
Sánchez , Blanca: “La diferencia sexual en la experiencia
analítica “, “Sufrir por amor. Gozar por amor”,( Articulo 49
extraído del sitio Psicoanálisis y arte).
Miller ;Jacques-Alain Miller : “Signo de amor” – “Cuando lo
que se pide es nada” (artículo extraído del diario página 12 ,
correspondiente al Jueves 3 de marzo de 2011).
 PERSPECTIVAS PSICOANALÍTICAS SOBRE POESÍA (I)
por Alejandro López
“Sumergirnos en el fondo del abismo, infierno o cielo, ¿Qué importa?
¡hasta el fondo de lo desconocido para encontrar lo nuevo!”
E n el recorrido por los textos
establecidos de Sigmund Freud y
Jacques Lacan encontramos diferentes
abordajes sobre la poesía y su relación con el
psicoanálisis. Aportes, semejanzas,
divergencias y la importancia del estatuto de
este arte en la subjetividad de quien lo porta,
abren un recorrido que permite preguntarse
sobre los fundamentos y el quehacer del
psicoanalista en su respectiva práctica y
episteme. De hecho, es Jacques Lacan quien
nos propone en Función y campo de la palabra y
del lenguaje en psicoanálisis para el “cursus”
formativo de psicoanalistas entre otras
materias, a la poética: “la cima suprema de la
estética del lenguaje ”.
En el presente trabajo se pretende
bosquejar algunas puntualizaciones sobre lo
que el psicoanálisis puede decir a cerca de la
poesía. No sin antes recordar que no existe
psicoanálisis aplicado a la obra de arte en
tanto la obra singular y lo original de ella no
autoriza la lectura desde la teoría para
adentrarnos en los recónditos trayectos de lo
psíquico. No es analizar la obra de arte
asimilándola a un síntoma. Más bien es lo que
el texto brinda y nos enseña sobre los hechos
psíquicos. Pierre Bayard, menciona: “La
teoría, en todo caso idealmente, ya no es
primera, como en las lecturas finalistas, sino
segunda, derivada, ya que, en la medida de lo
50
posible, es suscitada por el texto”.
La pregunta por la discriminación entre
poesía, psicoanálisis y discurso común, sortea
respuestas hacia lo fundamental, lo
Charles Baudelaire
pragmático y lo característico de estas
vertientes. Es evidente que la palabra
desempeña en el psicoanálisis y la poesía una
función distinta a la que cumple en el
discurso común. En tanto el discurso
corriente se encauza por los significados del
buen conformismo que atañe a la poca
novedad, se producen significaciones que
tienden el velo del orden de las cosas,
configuración del sueño y de lo consabido. A
diferencia de esto, en la reunión de palabras
que se nombra poesía, existe una inmersión
no conforme con un discurrir cotidiano de
metáfora y metonimia, subleva estas en su
corriente hasta más allá de sus límites para
significar otra cosa. Que de hecho está en todo
discurso, podemos decir, pero es en la poesía
que se lleva esta capacidad a la potencia más
elevada. En este punto la creación poética no
conlleva siempre y simplemente la intención
de significar, no basta con hacer metáfora y
metonimia, mucho menos colmar de sentido.
Se trata más bien de ofrecer las resonancias de
lo que no llega a ser dicho, exaltar y rodear a
través de lo simbólico organizando un vacío,
proferir en la palabra lo que se dice y lo que
está por decir.
Freud en su escrito “El poeta y los sueños
diurnos”, dirá que el poeta mitiga el carácter
egoísta del sueño diurno por medio de
modificaciones y ocultaciones y nos soborna
con el placer puramente formal, o sea,
estético, que nos ofrece la exposición de sus
fantasías. “Todo placer estético que el poeta
nos procura entraña este carácter del placer
 WARBURG Y EL RENACIMIENTO por Susana Pihuela
preliminar, y el verdadero goce de la obra
poética procede de la descarga de tensiones
dadas en nuestra alma.”
Es el poeta quien precede al psicoanalista
dirán Freud y Lacan. El poeta consigue decir
en su creación lo que no puede ser dicho de
otra manera. Algunas obras poéticas
resultaron demostrarlo. Tales ejemplos, son
encontrados en las obras de Sofoques,
Shakespeare o en las letras alemanas de
escritores como, E.T.A. Hoffmann, Tomas
Mann, Goethe, o escritores rusos como
Dostoievski y muchos otros.
Es en “Edipo Rey” de Sofocles, obra
trágica tomada por Freud donde remarca un
dramático desenlace del sujeto y las
relaciones simbólicas donde madre, hijo y
padre se resuelven ante la prohibición de un
objeto ya perdido productor de un goce
continuo. En “Frühlings Erwachen” (El
despertar de la primavera) de Frank
Wedekind (1981), Lacan denota como este
poeta, se anticipa a Freud, remarcando la
importancia de la sexualidad y las
dificultades de arreglárselas con ella. Con
“Hamlet” Freud, en La interpretación de los
sueños, afirma que el desenlace contiene las
mismas raíces que Edipo Rey. Jacques Lacan
en El deseo y su interpretación retomando esta
obra, ira más allá reconociendo en ella la
tragedia del deseo y planteando la diferencia
no marcada por Freud, en donde Edipo lleva
a cabo todo su accionar desconociendo,
mientras que en Hamlet, a diferencia, el
crimen edipico es sabido por el otro (un padre
fantasma que sabe sobre su muerte y sobre lo
que su hijo tiene que hacer), un saber que
parte de la víctima para ponerlo en
conocimiento del sujeto. Esto produce en
Hamlet que su acto se aplace y se postergue.
Estos poetas con sus obras como muchos
otros, recuerdan la posición del sujeto ante los
dramas y proezas de la vida. De allí también
se extrae y desbroza lo que la práctica
psicoanalítica nos enseña. Lacan lo recuerda
en el Homenaje a Marguerite Duras: “Pienso
que un psicoanalista sólo tiene derecho a
sacar una ventaja de su posición, aunque ésta
por tanto le sea reconocida como tal: la de
recordar con Freud, que en su materia, el
artista siempre le lleva la delantera, y que no
tiene por qué hacer de psicólogo donde el
artista le desbroza el camino.”
En su seminario 2 “El yo en la teoría de
Freud”, encontramos la siguiente frase: "(…)
los poetas, que no saben lo que dicen, sin
embargo siempre dicen, como es sabido, las
cosas antes que los demás". Precisamente el
oficio de poeta marca un no saber. Borges lo
infiere cuando refiere que “el arte
comprometido es una ingenuidad, porque nadie
sabe del todo lo que ejecuta” o Kipling cuando
admite que “un escritor puede concebir una
fábula, pero no penetrar su moraleja.” El
poeta puede escribir sin saber lo que dice. La
significación no es esclava de quien escribe,
pues este puede desconocer los caminos y
consecuencias que desenlaza su creatividad.
En la poesía y en la experiencia analítica las
palabras conllevan el poder de hacer decir
sobre lo ausente, evocar el esplendor secreto
que lo refleja. Un hacer de encadenamiento de
palabras que afectan en una distribución de
espacios, en tanto se asoma a un vertedero y
en su profundo intersticio oculta y nombra
“eso” que repercute en quien lo escucha y lee.
Es en el campo del lenguaje, condición del
inconsciente, donde ambas encuentran su
intersección. El lenguaje, podemos saberlo
con la poesía, no conlleva la función de
informar, sino más bien la de evocar. Es por
eso que Lacan no deja de preguntarse sobre el
campo en que ambas se ejercen, a saber, el 51
campo de las palabras y el lenguaje. En su
escrito Función y campo de la palabra y del
lenguaje en psicoanálisis señala que “el hombre
 WARBURG Y EL RENACIMIENTO por Susana Pihuela
maneja la función poética del lenguaje para
dar a su deseo su mediación simbólica.” El
inconsciente y la poesía son para ser
escuchados, mientras uno declara un
sufrimiento, la otra tiende al placer, pero las
dos se reúnen en la satisfacción.
El poeta transforma las palabras en poesía
cada vez que se crea un mundo inherente al
ya conocido e invita a otros a atravesarlo en la
autenticidad de quien lo re-construye. En su
seminario sobre Las Psicosis, Lacan expresa
que “La poesía es creación de un sujeto que
asume un nuevo orden de relación simbólica
al mundo”. Cuando entre los bordes del
lenguaje se propicia una nueva exclamación.
No basta con escribir para ser poeta. Más bien
“La poesía hace que no podamos dudar de la
autenticidad de la experiencia de San Juan de
la Cruz, ni de Proust, ni de Gerard de Nerval.”
Lacan, a lo largo de su enseñanza, no deja
de interrogar el estatus de la poesía en su
relación a la teoría analítica. No deja de
preguntarse incluso qué es la poesía. Pues
refiere que nadie ha abordado nunca qué es la
poesía. Dira en su Seminario V: “Del Littré
nos dice Charles Chassé que Mallarmé
tomaba todas sus ideas. Lo bueno del caso es
que tiene razón. Tiene razón en cierto
contexto en el que el está tan atrapado como
sus interlocutores, lo cual le da la sensación
de que está forzando una puerta. Por
supuesto fuerza una puerta porque no está
abierta. Si todo el mundo pensara, en efecto,
que es la poesía, no tendría nada de
sorprendente advertir que Mallarmé se
interesaba profundamente en el
significante”.
La palabra en un psicoanálisis comparte
con la poética la trascendencia respecto a la
52 dimensión de la comunicación ordinaria. Esta
ultima hecha mayormente de palabras vacías
que tiende a la charlatanería en la
cotidianeidad. En el psicoanálisis como en la
poética se recorre y se contornea un vacío
mediante lo simbólico. Hacia lo más
profundo y hasta el fondo de lo desconocido,
como expresa Baudelaire, que exceda lo
simbólico y su composición, que apunte hacia
lo indecible y que surgiendo del lenguaje
marca ese abismo ausente del mismo y que
permita algo nuevo: Poiesis.
Bibliografia:
Pierre Bayard. “¿Se puede aplicar la literatura al
psicoanalisis?” edit. Paidos
Jorge Luis Borges. Prólogo”La rosa Profunda”. Edit.
Emecé.
Boletin Colofón. N 3. Enero 2005.
Freud, S., “La interpretación de los sueños”, en Obras
completas, Tomo V, Amorrortu.
Sigmund Freud. “El poeta y los sueños diurnos”. Edit.
El Ateneo.
Jacques Lacan. Seminario 2 “El yo en la teoría de
Freud”. Edit. Paidos.
Jacques Lacan. Seminario 3 “Las Psicosis”. Edit.
Paidós.
Jacques Lacan. Seminario 5 “Las formaciones del
inconsciente”. Edit. Paidós.
Jacques Lacan. Escritos. Tomo I “Función y campo de
la palabra y del lenguaje en psicoanálisis”. Edit. Siglo
XXI.
Jacques Lacan. Escritos. Tomo I “La instancia de la
letra en el inconsciente o la razón desde Freud” Edit.
Siglo XXI.
Jacques Lacan. Otros escritos. “Prefacio a El despertar
de la primavera”. Edit. Paidós.
Jacques Lacan. Otros Escritos. “Homenaje a
Marguerite Duras, por el arrobamiento de Lol V. Stein.
Edit. Paidós.
 PRÁCTICAS MEDICINALES EN EL ARTE COLONIAL
por Ariadna Bello
Las Enfermedades Coloniales
E l descubrimiento de América, por
parte de los europeos en el siglo XV,
trajo consecuencias, como el cruce de agentes
patológicos, enfermedades y grandes
epidemias europeas que afectaron a la
población nativa.
1
Según Oscar Pamo Reyna (2007) las
culturas precolombinas, antes de los colonos,
padecían de enfermedades infecciosas
habituales con características regionales
propias. Existía entre los nativos americanos,
tuberculosis, la enfermedad de Chagas,
bartonelosis, sífilis y diversas parasitosis
intestinales, producto de las condiciones de
vida y de las posibilidades sanitarias.
También eran comunes, las diarreas, las
neumonías, las infecciones de la piel
(estreptodermias y estafilodermias), e
infecciones urinarias entre otras
enfermedades comunes a cualquier
población. La mayoría de estas
enfermedades, se regulaban por medio de
medicina naturalista y prácticas rituales
llevadas a cabo por sacerdotes o shamanes. Se
trataba de una disciplina ejecutada por un
especialista en el tema, vinculado a rituales
sagrados, que en la cosmovisión americana
eran indisolubles del pensamiento mágico-
simbólico. Los conocimientos sobre la
medicina naturalista se trasmitían de
1 PAMO REYNA Oscar. (2007). Medicina de la Época Colonial (1535- 1821). Medicina y Reumatología Peruana.
2 PAMO REYNA Oscar. (2007). Ibídem
3 FERNANDEZ DE OVIEDO en CORDERO DEL CAMPILLO M. (2001) op. Cit. 3
generación en generación, lo que reforzaba el
carácter sagrado de estos conocimientos.
Con la llegada extranjera al continente
americano, se presentaron nuevas
enfermedades. Los pueblos nativos, no
poseían defensas para combatirlas, lo que
provocó epidemias inmanejables para la
época. El sarampión, la varicela, la tos
convulsiva y la difteria (garrotillo), los
afectaron gravemente. A sí mismo, el tráfico
de esclavos africanos, trajo la malaria, la
fiebre amarilla, la peste bubónica, el tifus
exantemático (tabardillo) y la lepra, lo que
provocó innumerables muertes, al tiempo
que modificó varios aspectos de la vida
2
cotidiana. En síntesis, se trató de nuevas
enfermedades que demandaron nuevas
respuestas sanitarias.
Sobre la base de las consideraciones
anteriores, en el Virreinato del Perú, durante
el siglo XVI la primera enfermedad que llegó
fue la gripe, que causaba dolor de cabeza y
fiebre, desconocidos para los nativos.
También fueron frecuentes las pestes de
viruela, sarampión y tifo. El sarampión llegó
con la expedición de Juan de Aguado, a
finales de 1495 a Santo Domingo y en 1523 se
expandió por el continente. Así mismo, el
tifus exantemático, tifo o tabardillo,
trasmitido por los piojos humanos, provocó
gran mortalidad entre1543 y 1581. De igual
manera, la fiebre amarilla se difundió por 53
 PRÁCTICAS MEDICINALES EN EL ARTE COLONIAL por Ariadna Bello
territorios tropicales, la sífilis o las bubas o
búa, el dengue, la parotiditis, la lepra, la
salmonelosis, el paludismo, o el
leishmaniosis fueron enfermedades que
afectaron gravemente a la población3. En
consecuencia, estas enfermedades se
conjugaron con el hambre, la desnutrición y
las duras condiciones de vida. El trabajo en las
minas, principal actividad económica del
virreinato, exponía a los trabajadores a
condiciones insalubres que desataban otras
enfermedades, como la tuberculosis
pulmonar, la neumoconiosis, la neumonía,
los padecimientos reumáticos y las
intoxicaciones por plomo.
Este período de choque de culturas se
caracterizó por la implantación de la cultura
española, la explotación de la mano de obra
indígena y la reducción de la población
nativa, que moría a causa de las nuevas
enfermedades o por el excesivo trabajo
forzado en las minas. La disminución de la
mano de obra indígena originó la
importación de esclavos negros de África,
especialmente para el trabajo en las minas de
oro y plata que eran la mayor fuente de
ingresos de la corona española.
Es importante destacar que, Carlos IV en
España, decidió llevar a América la vacuna de
la viruela, llamada expedición de los niños de
la viruela y organizada por los médicos
Francisco Javier Balmis y José Salvany
(Cordero del Campillo, 2001). Esta campaña
partió de Cádiz en 1803 y llego activa a Puerto
Rico, Caracas, México y a toda Sudamérica. Se
establecieron centros de atención como
hospitales, casa de reposos, refugios y asilos.
Los hospitales asistían a personas de bajos
recursos económicos, desprotegidos,
54 incurables o desahuciados. Las personas de
4 PAMO REYNA, Oscar. (2007). Medicina de la Época Colonial (1535- 1821). Medicina y Reumatología Peruana.
5 CAMBAS, Graciela; DE KUNA, Graciela y RIVERO, Beatriz. (2007) Materia Médica Misionera de Pedro de Montenegro S.J. Ed.
Universitario de Misiones. Posadas, Argentina.
buena posición social eran tratados en sus
domicilios, donde recibían atención médica y
servicios religiosos. Los primeros hospitales
que se fundaron fueron: en 1552 el Hospital
de Santa Ana, por el primer Arzobispo de
Lima, el Fray Jerónimo de Loayza, para la
atención de los nativos y, en 1568, el Hospital
Real de San Andrés para la atención de los
españoles por el Tribunal real del
Protomedicato, por decreto Real de Felipe II,
legislado por Antonio Sanchéz de Renedo,
primer protomédico y presidente del
Tribunal (Pamo Reyna Oscar; 2007)4.
Prácticas naturalistas y el uso de hierbas
medicinales.
Dependiendo de las cualidades curativas
de las especies herbáceas, se utilizaban
frescas, secas o en polvos, y se tomaban en
forma de infusión por vía oral. Según los
estudios realizados por Cambas, de Kuna y
5
Rivero (2007) , entre las hierbas de mayor uso
se destacaron: la menta, la hierbabuena, la
hierba gatera, el catmint y los bálsamos de
abeja y de limón. La menta servía para el
enfriamiento flemático, y para tratar
problemas de estómago, indigestión y
dolores de cabeza, además se creían que
aumentaba el flujo sanguíneo y relajaba los
calambres. Recurrían a la salvia para tratar los
resfriados y dolores de garganta, y fortalecer
el hígado y la sangre. Así mismo se aplicaba,
la salvia tópicamente, por sus cualidades
antibacterianas, para limpiar y desinfectar
heridas, lavando o frotando con sus hojas. La
savia blanca de los tallos servía para la
eliminación de verrugas. El diente de león,
con sus propiedades de enfriamiento, se
aplicaba para los problemas coléricos y
 PRÁCTICAS MEDICINALES EN EL ARTE COLONIAL por Ariadna Bello
trastornos hepáticos. También, aprovecharon
el alto contenido de vitaminas presentes en
las raíces y las hojas de diente de león, con los
cuales preparaban un tónico para combatir la
anemia. Con la santamaría encontraron un
reductor de fiebre, que se utilizaba para
combatir escalofríos y dolores de cabeza,
además de mejorar el estado anímico y para el
tratamiento de problemas nerviosos. Con la
valeriana o raíz de heliotropo, se combatían
los trastornos de sueño, la ansiedad y la
epilepsia. Al calentarse la valeriana, la
utilizaban para el tratamiento de problemas
urinarios. La oreja de cordero se aplicaba
tópicamente para detener el sangrado y
ayudar la cicatrización de heridas, a si
mismo su infusión ayudaba con las náuseas y
vómitos. Finalmente el registro histórico que
testimonia estos usos y costumbres lo
constituye la importante cantidad de
morteros, trituradores, pipas, cuencos y
restos cerámicos, en los que se encuentran
huellas de estas prácticas.
Según se ha visto hasta aquí, los pueblos
originarios de América, poseían un
conocimiento exhaustivo sobre los tipos de
hierbas, los usos y aplicaciones con
finalidades curativas. Es importante destacar
que estas prácticas medicinales se vinculaban
a una concepción mágica- religiosa que no ha
sido abordada en el presente escrito.
En el caso del Perú, los Incas le dieron a la
medicina el nombre de Pachacámac. Según el
Inca Garcilaso de la Vega 6 en sus
“Comentarios Reales de los Incas” (1609)7,
obra clásica en la historiografía del Perú,
nombra algunas de las hierbas y métodos que
utilizan los aborígenes para sanarse. Entre las
plantas medicinales americanas andinas,
6 Inca Garcilaso de la Vega indo-europeo y primer historiador de su Imperio estudia la organización política y social de los incas, las tradiciones, ritos
y costumbres de los indígenas, sus alimentos y bebidas, y también la medicina que alcanzaron y las plantas utilizadas con fines curativos.
7 DE LA VEGA, Garcilaso Inca. (1609) Comentarios Reales de Los Incas. Primera Parte. Lisboa. Extraído Del Link:
http://shemer.mslib.huji.ac.il/lib/W/ebooks/001531300.pdf.
registra el mulli, la chilca, el sayrí, la coca, el
manguey. Los incas recurrían a la virtud de la
leche y resina del mulli o molle para purgarse
cuando se sentían fatigados o cargados.
Utilizaban la yerba mate o chillca para
mejorar las coyunturas. De la yerba o del
tabaco, sayrí, tomaban los polvos por la nariz
para descargar la cabeza. Para los ojos,
utilizaban la llamada matecllu sobre los
párpados para mitigar cualquier dolor o
accidente que sintieran.
Así mismo, los españoles experimentaron
muchas de estas plantas americanas por sus
virtudes, principalmente las medicinas
derivadas del maíz, provechadas para mal de
riñones, el dolor de ijada, la pasión de piedra,
la retención de orina y el dolor de la vejiga.
Representaciones artísticas coloniales de
las hierbas medicinales.
Los primeros médicos coloniales, utilizaron
medicinas naturales basadas en hierbas
americanas. Muchas de están hierbas se
encuentran registradas gráficamente en
estudios botánicos y científicos. Otras
aparecen en pinturas religiosas como
símbolos de los dogmas de fe, al tiempo en
que se hace referencia a sus potencialidades
curativas.
Los artistas viajeros, influenciados por
enciclopedismo europeo, desarrollaron un
tipo de ilustración específica, la estampa
botánica que sirvió de inventario y de registro
clasificatorio de los tipos y especies vegetales,
animales, minerales y humanos.
El primero europeo que se ocupó de
registrar la botánica americana y su uso
medicinal, con rigor científico, fue el
55
 PRÁCTICAS MEDICINALES EN EL ARTE COLONIAL por Ariadna Bello
historiador madrileño Gonzalo Fernández de
Oviedo y Valdés, (1478 - 1557). En sus escritos
“Semanario de la natural y general historia de
las Indias” y en “la Historia natural y general
de las Indias” (1535), suministra una vasta
información recogida en el curso de sus viajes
y provee las primeras noticias relacionadas
con la botánica americana. Registra el
guayacán, el ucurú, el cacahuate, el árbol de la
tinta, el tabaco y los usos que se hacían de
estas plantas por parte de los nativos.
Otro interesado en la materia fue Nicolás
Monardes, quién desde Sevilla se vinculó con
aventureros, conquistadores y viajeros de
tránsito, y sin haber visitado nunca el
continente, estudió la flora americana con
método científico. Llegó a reunir una gran
colección de plantas y drogas, y en 1569
publicó “Historia medicinal de las cosas que
se traen de nuestras Indias occidentales, que
sirven en medicina”. Mientras tanto en Santa
Fe de Bogotá, vivió el capitán Bernardo de
Vargas Machuca, quién también publicó
varios libros, entre ellos, “Milicia y
descripción de las Indias” (1892), donde
trataba las plantas y sus vinculaciones con la
medicina. En este mismo orden de ideas, es
importante destacar que el rey Felipe II, quién
había hecho instalar un Jardín Botánico en
Aranjuez, con ejemplares recogidos de las
zonas meridionales de España, se interesó por
la botánica americana. Felipe envió al doctor
Francisco Hernández, su protomédico, a
escribir la historia natural, antigua y política
de Nueva España y su territorio.
Luego de Gonzalo Fernández de Oviedo y
Valdés, Nicolás Monardes y Bernardo de
Vargas Machuca, se encuentra el registro de
las hierbas medicinales misioneras del jesuita
56
8 CAMBAS, Graciela; DE KUNA, Graciela y RIVERO, Beatriz. (2007) Materia Médica Misionera de Pedro de Montenegro S.J. Ed.
Universitario de Misiones. Posadas, Argentina
9 CAMBAS, G, DE KUMA, G. y RIVERO B. (2007). Ibídem.
Pedro Montenegro. En 1710, Pedro
Montenegro realizó un trabajo botánico
exhaustivo que contenía láminas ilustrativas
en las que se representaban las hierbas y
8
plantas de la medicina misionera . En su
estudio ofreció varias fuentes primarias de
información, donde explicaba las virtudes y
usos medicinales de las plantas. Describió la
flora y la fauna local, e incluyó elementos que
ayudaban a describir y caracterizar cada
especie. Un ejemplo de ello es el primer
dibujo de la Yerba mate donde incluyó dos
pájaros, indicando cómo se expandían y
germinaban las semillas. Las aves selváticas
se alimentaban básicamente de las pepitas de
esta planta y las expandían por otras regiones.
También en otros dibujos, incluyó felinos
como gatos montes, para enfatizar el carácter
peligroso de ingerir ciertos granos, como los
del güembe - ilodendio, ya que estos animales
sufrían de malestar debido a la ingesta tóxica
de los granos. Además, introduce en el dibujo
del ceibo, un tigre agazapado como referencia
de las propiedades cicatrizantes de su savia
usada con clara de huevo para curar llagas
(Cambas, de Kuna y Rivero, 2007)9.
En sus ilustraciones (figs. 1, 2 y 3) la palabra
escrita tiene un rol secundario, ya que la
lectura de las imágenes es posible, gracias a la
relación paradigmática de los signos que
componen la imagen. Así por ejemplo, el
tigre, la savia y la planta de ceibo hacen
referencia a las propiedades cicatrizantes de
su savia; que se utilizaba como cicatrizante en
el caso de sufrir un ataque felino. Este tipo de
imagen constituye un avance sobre las formas
de representación de la botánica medicinal de
la época, ya que muchos de los usuarios de
este manual, eran analfabetos.
 PRÁCTICAS MEDICINALES EN EL ARTE COLONIAL por Ariadna Bello

Fig. 1 Fig. 2 Fig. 3

Fig. 1 Castellano Árbol de la Yerba. Guaraní Ibira Caámiri. (Cambas, de Kuna y Rivero, 2007)
Fig. 2 Guembé, la fruta. Guarani: Guembeĭ la planta. (Cambas, de Kuna y Rivero, 2007)
Fig. 3 Cast°. Ceibo especie de Chopo. Guarani: Zuinand ĭ. (Cambas, de Kuna y Rivero, 2007)

El uso de pigmentos para la medicina y el buenos pigmentos para teñir. También el

arte.
Además de la medicina naturalista de
animales y herbolaria desarrollada en
América, la botica colonial encuentra sus
puntos en común con los pigmentos
minerales que se utilizaban en la pintura. La
manipulación de estos materiales se hizo
común para curar y pintar sobre telas, muros,
o incluso sobre el propio cuerpo. La
fabricación y uso de resinas, aceites, hierbas,
minerales e instrumentos para combinar,
pulverizar y empastar minerales se
encontraba en los talleres y en los
laboratorios. Las tierras de colores como la
lemnia, la caparrosa, el bermellón, la greda, el
alumbre y el azufre, poseían la doble función
de pintar y curar. El copal, la sangre de drago
y el achiote, eran medicinas además de ser
mercurio y el rojo cinabrio artificial servían
para curar las llagas de la piel y para colorear.
La doctora Gabriela Siracusano10, menciona
en sus estudios sobre el color en el periodo
colonial, como Castro Sarmiento y Bernabé
Cobo, en el virreinato del Perú, vincularon los
colores con sus propiedades curativas,
(Siracusano G., 2008: 236). En ellos, menciona
como los azules, el lapislázuli, la piedra
armenia o Piedra Lipes, servían como
medicamento para purgar los humores
melancólicos y para las llagas corrosivas,
venenosas e infecciones en materia
quirúrgica. El hematite y almagre eran útiles
para las hemorragias. El bolo arménico, era
astringente y servía para las diarreas y las
hemorragias. El millu (tierra azul y roja) era
purgativo y mordaz, curaba los lamparones y
57
desecaba las llagas.

10 Gabriela Siracusano, doctora en Filosofía y Letras (UBA), investigadora de CONICET y del Instituto de Teoría e Historia del Arte
“Julio E. Payró” (FFyL, UBA). Especialista en: "Arte, ciencia y tecnología. La dimensión material de la producción artística en
Sudamérica colonial (s. XVI y principios S. XIX)".
 PRÁCTICAS MEDICINALES EN EL ARTE COLONIAL por Ariadna Bello

Entre los pigmentos verdes el cardenillo, la
copaquira, piedra lipes, o copaquiri se
utilizaban para curar llagas cancerosas,
pestilencias, tumores y carnes superfluas.
Otro verde utilizado entre médicos y los
pintores, era la malaquita, chrisolita o verde
montaña, por su propiedad astringente se la
utilizaba para quitar las nubes, detener las
lágrimas y clarificar la vista. Correspondiente
a los amarillos, el bolo arménico también
astringente paraba las diarreas y
hemorragias. También se la quemada para
desecar llagas, o sin quemar, se la mezclaba
con vinagre, agua rosada o de llantén para las
inflamaciones. (Siracusano G. 2008)11.
En el noroeste argentino, el historiador
12
Daniel Santamaría (1997) registra cómo en
las boticas jujeñas del siglo XVIII, se
encuentran minerales, hierbas, bálsamos y
resinas, en un mismo registro. Extrae del
Archivo General de Tribunales de San
Salvador de Jujuy, testamentos y otros
documentos, los elementos que contenían las
boticas que conformaron la farmacopea
colonial jujeña. Las boticas del mercader
Domingo de Balsavilba son, además de las
tienda de Agustín de Leyza, José Manuel
Ibarra, Salvador de Goyechea, Juan Ignacio
de la Quadra o Antonio del Baldo poseían
algunos pigmentos que fueron puntos en
común entre boticarios, especieros, médicos y
pintores.
Por otro lado, Antonio de la Calancha13
hace referencia a los poderes de piedra lipes o
verde azul, o sangre de drago, resinas,
bálsamos, gomas, barnices y aceites, para la
curación de diferentes enfermedades. Por
ejemplo, el uso medicinal del cardenillo, se
puede atestiguar en el inventario de la tienda
de Antonio del Bado, en el inventario de los
bienes dotales de la viuda de Antonio Arias,
Ángela Prieto, donde se registra la posesión
de una libra de cardenillo como propiedad de
su boticaria14. El cardenillo, sustancia verdosa
o azulada, constituida por carbonato cúprico,
era utilizada para desecar llagas y como
colorante en la pintura. El acetato de cobre
producido por la exposición de láminas u
objetos de dicho metal a vapores ácidos,
generaba un polvo verde intenso, sumamente
venenoso, según consignaban los manuales
de los pintores de la época. Se lo conocía como
verdigris, verde eterno, o verdete, y en la
pintura colonial andina se da mezclado con
una resina dando como resultado lo que se
entiende por resinato de cobre (Siracusano
2008). Fuentes documentales coloniales lo
registran con las voces indígenas de llacsa,
llaxa o copaquiri. Su presencia en contratos,
libros de fábrica inventarios de Cusco y
Potosí y en pinturas, también indican el alto
uso que de este pigmento, siendo su
procedencia tanto local como extranjera en
forma natural o manufacturada. Se encuentra
este pigmento en pinturas atribuidas al pintor
Mateo Pisarro en obras como el “Éxtasis de
San Agustín” en Tafna como lo ha estudiado
la doctora Siracusano (2008) (figs. 4 y 5).

10 Gabriela Siracusano, doctora en Filosofía y Letras (UBA), investigadora de CONICET y del Instituto de Teoría e Historia del Arte
“Julio E. Payró” (FFyL, UBA). Especialista en: "Arte, ciencia y tecnología. La dimensión material de la producción artística en
Sudamérica colonial (s. XVI y principios S. XIX)".
58 11 SIRACUSANO, Gabriela. (2008) “El poder de los colores. De lo material a lo simbólico en las prácticas culturales andinas. Siglos
XVI- XVIIII.” Fondo de Cultura Económica. Bs. As.
12 SANTAMARÍA Daniel J., (1997) Boticas Jujeñas del Siglo XVIII, Revista KALLAWAYA, Nueva Serie N°4- La Plata- Salta- Octubre.
p. 49- 55
13 SIRACUSANO, Gabriela. (2008) “El poder de los colores. De lo material a lo simbólico en las prácticas culturales andinas. Siglos XVI-
XVIIII.” Fondo de Cultura Económica. Bs. As. P.
14 SANTAMARÍA D. op. cit.
 PRÁCTICAS MEDICINALES EN EL ARTE COLONIAL por Ariadna Bello

Fig. 4 Fig. 5

Fig. 4 Éxtasis de San Agustín, (Atrib. A Matheo Pisarro)Tafna. Cortesía Academia de Bellas Artes (Siracusano G., 2008: lámina 11)
Fig. 5 Partículas de Cardenillo. Siracusano 2005) (Siracusano G., 2008: lámina11a)

Conclusiones por extranjeros y nativos que se valían de las

Como resultado de esta investigación, se
identificaron cuales fueron las enfermedades
durante el periodo colonial previas y
posteriores a la llegada de los colonizadores y
esclavos.
Se analizó como el cruce de distintos
agentes patológicos entre las poblaciones
desató epidemias que pusieron en crisis al
sistema de medicina tradicional
prehispánico. Las nuevas enfermedades
demandaron nuevas medicinas y cambios
drásticos en varios aspectos de la vida.
El afán de conocer al Nuevo Mundo,
despertó un desarrollo de manuales e
ilustraciones de carácter enciclopedista, en
donde era posible identificar la flora, la fauna,
los tipos humanos y los paisajes de la realidad
americana.
El interés por estas temáticas se evidencia
en los documentos americanos producidos
experiencias cotidianas, así como de las
tradiciones en el uso del color, las hierbas y
los modos de representación.
Finalmente se logró identificar, a partir de
un estudio histórico basados en el cruce de
disciplinas como el arte y la medicina, los
vínculos existentes entre las prácticas
medicinales y artísticas, evidenciadas en las
ilustraciones de la época. Un ejemplo de ello,
resulta del uso del color, que supera su
natural dimensión artística y hace referencia a
la presencia de lo curativo entendido en su
dimensión mágica simbólica propia de la
cosmovisión colonial (mixtura
euroamericana).
El estudio del registro de la medicina
colonial en obras artísticas permitió valorar,
proteger y salvaguardar algunos aspectos 59
visibles de las prácticas medicinales
realizadas durante la colonia. El rol de las
obras adquirió una nueva significación en
 PRÁCTICAS MEDICINALES EN EL ARTE COLONIAL por Ariadna Bello

relación a otras prácticas extra-artísticas.
Muchas de las experiencias registradas en
estas producciones actualmente se ejercen
vinculadas a nuevos desarrollos medicinales
naturalista de diversas culturas, como
expresiones vivas. En consecuencia, fue
posible conocer cualidades de la medicina
naturalista colonial a través de las
representaciones artísticas producidas en
América.
SIRACUSANO, Gabriela. (2008) El poder de los colores. De lo
material a lo simbólico en las prácticas culturales andinas. Siglos
XVI- XVIIII. Fondo de Cultura Económica. Bs. As.
ZEPEDA, Carmen G. y WHITE, Laura O. (2008). Herbolaria y
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SANTAMARÍA Daniel J., (1997) Boticas Jujeñas del Siglo XVIII,
Revista KALLAWAYA, Nueva Serie N°4- La Plata- Salta-
Octubre. p. 49- 55
 ESTADO DE ASAMBLEA (EN LA ERA POST-EDUCATIVA)
Escuela, comunicación y participación ciudadana
por Alejandro Carrizo
N o hay dudas de que el sistema escolar
se ha convertido en una “máquina de
clasificar”. La escuela como instrumento de
control social se ha aislado de la sociedad. El
aparato burocrático que la domina determina
que la educación tiene lugar sólo en la
escuela. Existe una incapacidad de ver más
allá de la escuela –una tendencia a interpretar
como sinónimos la escolarización y la
educación–, lo que ha inducido a una
“deformación profesional” de los
educadores. Se instaura así una especie de
“ceguera social”. En palabras de Christopher
Lasch: “La burocratización de la enseñanza
produce el efecto nocivo: socava la
autonomía del maestro, sustituye el juicio del
maestro por el del administrador y disuade a
las personas dotadas para la enseñanza de
dedicarse a esa profesión”.
El debate, el arte de la discusión
Es muy distinto ir a buscar información que
recibirla pasivamente. Lo que requiere la
democracia no es información sino un debate
público vigoroso. Por supuesto, también
requiere información, pero la clase de
información que necesita sólo puede
generarse mediante la discusión. No sabemos
qué es lo que necesitamos saber hasta que
hacemos las preguntas correctas, y sólo
podemos identificar las preguntas correctas
sometiendo nuestras ideas sobre el mundo al
test de la “controversia pública”. La
información, que suele considerarse la
condición previa necesaria de la discusión, se
entiende mejor como su resultado. Cuando
participamos en discusiones que enfocan y
atraen completamente nuestra atención, nos
convertimos en ávidos buscadores de la
información pertinente. De lo contrario
recibimos la información pasivamente (si es
que en realidad la recibimos).
La prensa del siglo XIX creó un foro público
en el que se discutían con calor los asuntos.
Los periódicos no sólo informaban sobre las
controversias políticas sino que también
participaban en ellas, incitando a sus lectores
a hacer lo mismo. La cultura impresa se
apoyaba en los restos de una tradición oral.
La imprenta no era todavía el único medio de
comunicación ni había roto sus vínculos con
el lenguaje hablado. Dicho de otra forma, las
ideas valían por la calidad de su contenido
más que por el impacto de su forma (o, en
todo caso, la forma estaba menos viciada que
ahora; o quizá las personas eran más
sinceras).
La investigación sistemática era el
comienzo del conocimiento, no su forma
final. El conocimiento requerido por 61
cualquier comunidad –una comunidad de
investigadores científicos o una comunidad
política– sólo procedía del diálogo y del
vínculo directo.
 ESTADO DE ASAMBLEA (EN LA ERA POST-EDUCATIVA) Escuela, comunicación y participación ciudadana por Alejandro Carrizo
Publicidad, cientificismo y pasividad
ciudadana
El auge simultáneo de las industrias
publicitarias y de relaciones públicas explica
por qué la prensa abdicó en su función más
importante –ampliar el foro público– al
mismo tiempo que se volvía más
“responsable”. Esa supuesta responsabilidad
llegó a identificarse con la ausencia de
controversia porque los anunciantes estaban
dispuestos a pagar por ello. Los anuncios y la
publicidad sustituyeron al debate público.
Los “pesuasores ocultos” (como los llamó
Vance Packard) sustituyeron a los antiguos
directores, ensayistas y oradores que no
ocultaban su partidismo. La información y la
publicidad fueron cada vez más difíciles de
distinguir. Hoy la mayor parte de las noticias
consisten en “publicidad” (¿cabe alguna
duda en el proceso de debate a que nos induce
la controvertida “Ley de Medios”?).
En este sentido, la educación aportó el
“conocimiento exacto”; las decisiones sólo se
deberían basar en patrones de medida
“científicos” (cabe aclarar aquí que nos
referimos a su uso espurio). La ciencia se abría
paso entre los “estereotipos ideologistas y la
emoción” y dejaba en manos del
“administrador responsable” (el docente) la
univocidad, linealidad y reduccionismo del
conocimiento.
A todo esto fue necesario aplicar el arte del
buen encauzamiento, la recta disciplina. Esa
disciplina que “fabrica” individuos. El éxito
del poder disciplinario se debe sin duda al
uso de instrumentos simples: la inspección
62 jerárquica, la sanción normalizadora y su
combinación en un procedimiento que le es
específico: el examen. (M. Foucault)
Estado de asamblea
Si insistimos en que la discusión es la
esencia de la educación, defenderemos la
democracia no como la forma de gobierno
más eficaz sino como la más educativa, una
forma de gobierno que amplía el círculo del
debate lo más posible obligando así a todos
los ciudadanos a expresar sus opiniones, a
poner en riesgo sus puntos de vista y a
cultivar las virtudes de la elocuencia, la
claridad de pensamiento y expresión y el
buen juicio.
Sólo conocemos nuestra mente cuando nos
explicamos ante los demás. La discusión es
arriesgada e imprevisible y por ello
educativa. “No se trata sólo de realizar un
buen traspaso de la oralidad a la escritura y
los nuevos medios, lo que se ha dado en
llamar oralidad mediatizada, sino de
retroalimentar el sistema de la oralidad con la
devolución de todo lo que se registró y
publicó por los diferentes medios, como parte
de un proceso de reculturación y
apuntalamiento de la propia lengua, la que
deberá jugar un rol fundamental en la
alfabetización.” (A. Colombres)
Cuando las palabras sólo se utilizan como
instrumentos de publicidad o propaganda,
pierden su poder de persuasión. Pronto dejan
de tener significado. La gente pierde la
capacidad de emplear el lenguaje precisa y
expresivamente e incluso de distinguir una
palabra de otra.
Las pequeñas comunidades (y la escuela
abierta) son el lugar natural de la democracia,
pero no porque sean “completas” en sí
mismas sino sencillamente porque permiten
ESTADO DE ASAMBLEA (EN LA ERA POST-EDUCATIVA) Escuela, comunicación y participación ciudadana por Alejandro Carrizo

la participación de todos en los debates

públicos. Como señala John Dewey, “la vista
es un espectador y el oído un participante”. Y
en “Lector in fabula” (modelo semiótico-
textual), Umberto Eco llama a “construirlo al
otro” interlocutor a través de estrategias de
elevación de ambos dialogantes.

También Michèle Petit señala: “El lenguaje

no es reductible a un instrumento, tiene que
ver con la construcción de nosotros como
sujetos parlantes. Lo que determina la vida
del ser humano es en gran medida el peso de
las palabras, o el peso de su ausencia. Cuanto
más capaz es uno de nombrar lo que vive,
más apto será para vivirlo, y para
transformarlo. Mientras que en el caso
contrario, la dificultad de simbolizar puede ir
acompañada de agresividad. Cuando carece
uno de palabras para pensarse a sí mismo,
para expresar su angustia, su coraje, sus
esperanzas, no queda más que el cuerpo para
hablar: ya sea el cuerpo que grita con todos
sus síntomas, ya sea el enfrentamiento
violento de un cuerpo con otro, la traducción
en actos violentos”.

Quizá ya sea hora –después de tantos años–

de que la sociedad jujeña se proponga la
superación de su estigmatizante y auto-
colonizante estado de “cultura de resistencia
por el silencio”. El estado de asamblea
permitirá, entonces, develar todo sustrato
oculto, promoverá el desarrollo del
pensamiento crítico, la genuina construcción
de sentido (es decir, el crecimiento individual
y grupal) y un verdadero acto de educación
democrática.

63
 La Curación Infinita
Aby Warburg y Ludwing Binswanger

Personajes históricos si los habrá…mentes

brillantes algunas tan obsesionadas con su
trabajo que olvidan algo del mundo, dejan
una pizca de sí. Necesitan que algo los
ordene, sino deviene el caos. Pensamientos
que invaden sus mentes sin un orden, uno
después del otro sin poder detenerlos, llegan
a la locura. Es el caso de Aby Warburg. Entre
el arte, el caos, la genialidad, y el dolor. ¿Qué
es “La Curación Infinita”? Es un libro que se
propone abarcar la totalidad de un periodo
de la vida de un ser humano. Apunta a esta
tratamiento directo de Ludwing Binswanger,
tarea (harto sabido, imposible. ¿Por qué?
un médico psiquiatra renombrado de su
Porque tal vez las palabras no alcancen para
época, interesante para la historia del
agotar los hechos. Pero algo dicen…les dan
psicoanálisis que se escribía periódicamente
un sentido) realizando una recopilación de
con Sigmund Freud y además realizó su tesis
textos, cartas y fragmentos autobiográficos
con el Dr. Jung, fue pionero del psicoanálisis
que fueron escritos durante su internación en
existencial y considerado un distinguido
la clínica psiquiátrica y posterior a ella.
fenomenólogo, aplicando este método al
Es indispensable saber algo sobre Aby
campo de las enfermedades mentales. Ambos
Warburg para comenzar la lectura de esta
entablaron una relación de amistad incluso
obra. Saber quién fue, que hizo, que lo hace
después de que Warburg abandonara la
único. Para esto hay que tener en cuenta el
clínica. Criticado por los tratamientos
método warburgiano, que representa un
administrados, en palabras de Carl Georg
cambio, otra forma de concebir la historia
Heise: “sólo ha supervisado y promovido
mediante el análisis de la imagen realizando
cautamente el proceso de autocuración”, y
una lectura interpretativa de las
reconocido por su paciente “gracias a la
producciones visuales, y asimismo su estudio
conferencia del doctor Ludwing Binswanger
de la cultura en la conferencia “El ritual de la
(…) se me reveló otra vez como el verdadero
serpiente”.
tema de mi psiquis”.
Fue un hombre con una gran capacidad de
Diferentes son los rótulos que recibió Aby
intelectual, estudió filosofía, historia y
en el curso de su enfermedad entre ellos
religión en universidades de Alemania,
esquizofrenia y un estado mixto maniaco –
Francia, e Italia. En 1892 se graduó en historia
depresivo teniendo un pronóstico
del arte con una disertación sobre Botticelli y
desfavorable hasta la intervención de Emil
en 1912 brindó una conferencia sobre los
64 Kraepelin el cual deja pasar un hilo de luz a la
frescos del Palazzo Schifanoia de Ferrara que
cámara oscura del futuro de Warburg, o al
se ha considerado desde entonces como el
menos para su familia, con un pronóstico
bautismo de la Iconología. En 1921 fue
“completamente favorable” considerando su
internado en una clínica psiquiátrica bajo el
condición como no irreversible. Esto ocasionó
 LOS LIBROS

ciertas tensiones en el ámbito de la Discusiones teóricas, controversias

psiquiatría, recibiendo críticas desde
distintas posiciones que también habían
tenido contacto con el profesor.
A esto se suma la historia clínica de Aby
durante su estancia, un registro constante por
parte de las enfermeras que lo acompañan en
sus padecimientos tomando nota de las
manifestaciones visibles de la enfermedad y
el día en que ocurrieron. Esto nos lleva, si la
imaginación nos lo permite, a sentirnos en la
piel del profesor y hasta captar la intensidad
de los gritos que salen de su lugar de reposo.
O mejor dicho, de su habitación.
psiquiátricas, ¿tiene algún valor la palabra
del paciente en esta obra? Ciertamente ocupa
un lugar en sus cartas, en su mayoría
dirigidas a Ludwig, y en sus escritos
autobiográficos que deben de ser revisados
cuidadosamente, como cita Binswanger: “El
buen Dios está en el detalle”.
¿Quién es? Es una pregunta cuya
respuesta tendrá que elaborar cada lector de
“La Curación Infinita”.
Joaquin Orgas

Piezas Sueltas
Jacques Alain Miller

Probablemente Piezas Sueltas sea uno de los

cursos psicoanalíticos más singulares de los
que integran la serie que, desde hace unos
años, publica la editorial Paidos.
Dictado en el período 2004 – 2005, este curso
tiene como trasfondo la inminente
publicación del seminario acerca del
Sinthome y el feroz debate que se sucitó en
Francia a propósito de la regulación de las
psicoterapias, promulgado por los
representantes de las Tcc. novela de Skinner en la cual se expresan sus
De manera tal que en él pueden hallarse no ideas conductistas así como una idea general
sólo la agudeza milleriana en el de ingenieria social.
desciframiento de la teoría lacaniana, En sus páginas se encuentran las
centrada en este caso en torno al seminario 23 particpaciones de Eric Laureant y Agnes
de Lacan, sino también la agudeza de quien Aflalo acerca de los debates cruciales para la
sabe orientarse en la política del psicoanálisis. actualidad del psicoanálisis.
Pieza suelta es una invitación a indagar en Este curso, aparecido este año en su versión
las modernas resistencias al psicoanálisis, en español, puede considerarse un texto
resistencias que se encuentran bajo la fundamental para aquellos que se interesen 65
bandera de una supuesta cientificidad y en el psicoanálisis y su política.
atravezadas por el ideal de efectividad que
promueve la lógica del mercado. El ojo de la Mariela Salinas
tormenta versará en torno a Walden Two, la
 LOS LIBROS

El relato de casos en la
historia de la psicología, la
psiquiatría y el psicoanálisis
en la Argentina.
Autores: Claudia Castillo, Rosa Falcone,
German Garcia, Noelia Garcia Neira,
Beatriz Gez, Marcelo Isaguirre, Sergio
Piacentini, Eduardo Romero y Emilio
Vascheto.

Un grupo de ocho investigadores se reúnen

en torno al estudio del relato de casos clínicos
en el desarrollo de la psiquiatría, la psicología
y el psicoanálisis en Argentina a partir de un
recorrido histórico. Comprendiendo el
período que va del año 1906 a 1960, recurren a
psicoanálisis a la vez que permite ver los
la producción de los autores más
momentos y modos de recepción de las
representativos de la época y que sentaron las
teorías de de Freud, Janet, Melany Klein y la
bases de la práctica psi en los años siguientes.
producción teórica extranjera en general.
También se sirven de otras fuentes tales como
Además de los trabajos producto de la
historias clínicas, tesis y artículos científicos.
investigación se incluye como epilogo una
A partir de estas diferencias en el origen de las
conferencia de Germán García del año 2002
fuentes clínicas y las relaciones de las tres
sobre el relato de casos y un apartado con
disciplinas entre si delimitan tres grupos en
reseñas sobre la bibliografía utilizada.
los que se distinguen: las historias clínicas con
En este trabajo conjunto demuestra una vez
datos ordenados útiles para la estadística; los
más el valor de este tipo de estudios para el
relatos clínicos y estudios de casos donde este
análisis de las producciones teórico-
aparece como “ilustrativo” de las teorías en
conceptuales y sus incidencias en las
juego; los historiales clínicos del psicoanálisis
prácticas.
donde se ve aparecer el interés por la historia
personal del paciente.
Raul Argüello
Este recorrido permite un estudio de
interesantes encuentro y entrecruzamientos
entre la psiquiatría la psicología y el

66
 POSTDATA
por Sebastián Ibáñez
E n el año 2006, un grupo de jóvenes
interesados en el psicoanálisis,
tomamos contacto con la Biblioteca Analítica
de Jujuy (BAJ) y comenzamos a asistir a una
serie de cursos que allí se dictaban. Grato fue
hallar que este espacio era por completo
distinto del ámbito Universitario al que
estábamos habituados. Aquí los nombres de
Sigmund Freud y de Jacques Lacan se
entrecruzaban con los de Heidegger, Hegel,
Kojeve, Barthes, Borges y otros. De igual
manera este entramado del psicoanálisis y la
cultura no tardó en teñirse de colores locales.
Por el recinto de la BAJ se podía escuchar las
voces de Ricardo Baca, Alberto Alabí, Lito De
Muro, Josué Núñez, Flora Guzmán y otros
valiosísimos representantes de la cultura de
la ciudad, cada uno idóneo en un campo del
saber. Muchos de ellos socios fundadores de
la institución.
Más tarde, investigando en la historia del
psicoanálisis en Jujuy, tomamos
conocimiento de la importante participación
de Germán García para la instalación del
psicoanálisis en la provincia y en el resto del
país. Ya habíamos “conocido” a German a
partir de la lectura de sus libros, pero el
encuentro se suscitó en el año 2008 cuando,
desde la BAJ, se propone en la Universidad
Católica de Santiago del Estero la realización
de una conversación entre García y los
estudiantes de psicología.
Este hecho marca una continuidad entre
aquellos que iniciaron el movimiento a
principio de los años 80 con quienes
recientemente ingresábamos en el ámbito del
psicoanálisis. Este hecho fue la muestra del
compromiso en el tiempo con una política
para el psicoanálisis y que da cuenta de un
deseo decidido.
De esta manera la posición de la Biblioteca
en relación a la cultura era de inspiración
masottiana, espíritu transmitido desde sus
orígenes por Germán García. Así se entiende
el psicoanálisis no sólo como un tratamiento
del sufrimiento subjetivo sino también como
un elemento activo dentro del campo de la
cultura.
En esta misma institución encontramos a
nuestros respectivos analistas, así como
espacios de formación epistémica e
investigación. De manera tal que instalados
ya como socios de la Fundación Freudiana y
miembros activos de la BAJ acompañamos el
trabajo a través de estos años a quienes aún
hoy se mantienen la tarea de la transmisión y
difusión del psicoanálisis.
Es así que en el año 2012 surge la propuesta
de llevar a cabo la publicación de una revista
que dé cuenta del trabajo realizado y de la
política que lo orienta hasta el presente. La
revista El Prismático es mostrar las cartas
entre el psicoanálisis, en sus dimensión
clínica, epistémica y política, con el ámbito
cultural en el que se encuentra entrelazado.
Así es que mediante esta publicación, que
planea ser la primera de una serie, nos
permitimos invitar al lector a situarse en un 67
punto privilegiado de la montaña tomar El
Prismático y observar las perspectivas de los
entrecruzamientos del psicoanálisis y la
cultura en nuestra época actual.
68
 Laila Quintar (Jujuy); Licenciada en Psicología
por la Universidad Nacional de Tucumán. Se desempeñó como
docente en el Profesorado de Psicología José E. Tello.
Coordinadora General de la Biblioteca Analítica de Jujuy.
Directora del Centro de atención y orientación de las adicciones
"El Umbral". Actualmente integra los módulos de investigación
de la Biblioteca Analítica, donde también se desempeña como
docente. Ha publicado en diferentes revistas especializadas del
pais.
César Massa (Córdoba); Miembro de la Escuela
de la Orientación Lacaniana (EOL) y de la Asociación Mundial
de Psicoanálisis (AMP). Adherente del CIEC. Director de la
revista Exordio - El psicoanálisis en la cultura. Corresponsal en la
ciudad de Córdoba de la revista Conceptual - Estudios de
psicoanálisis.
Beatriz Gez (Buenos Aires); Se desempeñó como
docente la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de
Belgrano. Practicante del psicoanálisis ha publicado artículos de
divulgación en revistas especializadas y ha codirigido el libro
Fragmentos de la historia del psicoanálisis en la Argentina
(2003). Dirigió la revista El murciélago (1994 – 1996) y presentó
en el Festival Buenos Aires realizado en la ciudad de Los
Ángeles, California, auspiciado por el departamento de asuntos
culturales de Los Ángeles y el consulado de la cancillería
argentinos, una ponencia sobre "El psicoanálisis y las revistas
culturales". Actualmente es la directora del periódico Etcétera y
ocupa la vicepresidencia de la Asociación Amigos de la
Fundación Descartes.
Marcelo Izaguirre (Buenos Aires); Miembro del
consejo científico de la Fundación Descartes, es docente de
Lecturas de Lacan (Programa de estudios analíticos integrales)
y preside la Asociación de Amigos de la Fundación Descartes
impulsando la construcción del Archivo Oscar Masotta. En 1999
publicó por Atuel/Anáfora una investigación, en la que compila
reflexiones y testimonios de más de 50 autores sobre la
trayectoria de Oscar Masotta en diversos campos de la cultura,
que titula Oscar Masotta - El revés de la trama. Prologó el libro
Fragmentos de la historia del psicoanálisis en la Argentina (en
colaboración) y la reedición de Ensayos Lacanianos de Oscar
Masotta (Eterna Cadencia, 2011). Entre sus publicaciones más
recientes se encuentra El anaclaje de la enseñanza de Jacques
Lacan en la Argentina (ed. Catálogos, 2009).
Luis Darío Salamone (Bueno Aires); Miembro
de la Escuela de la Orientacion Lacaniana y de la Asociación
Mundial de Psicoanálisis. AE (2007-10) Lic. en Psicología. Dr. en
Psicología Social. Egresado de la Sección Clínica de Buenos
Aires. Profesor Asociado del Departamento de Psicoanálisis. Y el
Master en Psicoanálisis de la Universidad Kennedy. Docente del
Instituto Oscar Masotta y del Instituto Clínico de Buenos Aires.
De la Maestría en Psicoanálisis de la Univ. de San Martín-EOL y
de la Maestría en Psicoanálisis de la Universidad Nacional de
Córdoba. Director del departamento de Toxicomanías y
Alcoholismo del ICdeBA. Responsable de Pharmakon. Asesor
de Enlaces. Ha publicado los libros: "El amor es vacío", "Cuando
la droga falla" y "Alcohol, tabaco y otros vicios”.
Germán García (Buenos Aires); publicó Nanina
(1968), novela que conoció el éxito y la prohibición. Le siguieron
Cancha rayada (1970) y La vía regia (1975). Residió en Barcelona
durante años, publicó en España la novela Perdido (1984) y
varios libros de ensayo. De Vuelta en Argentina publicó
Grombrowicz, el estilo y la heráldica (1993) y una nueva novela
Parte de la fuga (2000), y dos libros sobre literatura: Fuego amigo
(2000) sobre Osvaldo Lamborghini, y La virtud indicativa, sobre
Borges, Piglia, Kordon y otros (2003). En 2005 publicó La fortuna
(novela), Actualidad del Trauma (ensayo), una segunda edición
de La entrada del psicoanálisis en Argentina por editorial
Catálogos y El psicoanálisis y los debates culturales, ejemplos
argentinos (ensayo) producto de la beca Guggenheim recibida
en el 2003.Perteneció a la dirección de Los libros y de Literal. En
la actualidad dirige la revista Descartes y la colección "Anáfora"
de la editorial Atuel. Sus trabajos fueron traducidos a varios
idiomas. Dictó cursos y conferencias en la Universidad de
Buenos Aires como así también en Nueva York, Boston y
Princeton.
Nicolas Antonioli (Buenos Aires); integra la
mesa de redacción de la Revista Lamás Médula, es socio del
Círculo de Poetas de Boulogne Sur Mer, de la Asociación de
Poetas Argentinos (APOA), miembro de Poetas del Mundo
(Chile) y del Círculo de Escritores Vanguardistas Lalupe.com; ha
participado en cuatro oportunidades de la Feria Internacional
del Libro de Buenos Aires y en la 16ª Feria Internacional del
Libro Infantil y Juvenil. Dictó conferencias sobre “Poesía
argentina post-dictatorial y contemporánea” para la CONABIP
y diversos talleres de poesía en instituciones educativas para el
programa “La escuela lee más”. Organizador del “Concurso
Internacional de Poesía Oliverio Girondo 2005” y del “Concurso
Internacional de Cuento Horacio Quiroga 2005” auspiciado por
SADE Delta. Expositor “Poesía Itinerante SADE Delta 2003” a
beneficio de Cáritas Argentina. Expositor “Poesía Itinerante
SADE 2005” a beneficio Ateneo Popular Esteban Echeverría-San
Fernando. Desde el año 2009 coordina -La Juntada- Festival de
Poesía Joven Argentina. Libros publicados (Poesía): Sentires del
alma (2004), Se necesitan ojos (2005), mansalvar (e-book 2012),
mano emplumada (2013), El agua cruda (inédito).
Silvio Mattoni (Córdoba); Nació en Córdoba en
1969. En poesía, publicó El bizantino (1994), Tres poemas
dramáticos (1995), Sagitario (1998), Canéforas (2000), El país de
las larvas (2001), Hilos (2002), El paseo (2003), Poemas
sentimentales (2005), Excursiones (2006), El descuido (2007), La
división del día. Poemas 1992-2000 (2008), La chica del volcán
(2010), La canción de los héroes (2012) y Avenida de Mayo
(2012). En ensayo, los libros Koré (2000), El cuenco de plata
(2003), El presente (2008), Bataille. Una introducción (2011) y
Camino de agua (2013).Tradujo a Henri Michaux, Francis Ponge,
Catulo, Marguerite Duras, Diderot, Mario Luzi, Georges
Bataille, Cesare Pavese, Pascal Quignard, Louis-René des Forêts,
Yves Bonnefoy y Robert Marteau, entre otros.
Mabel Sánchez(Jujuy); Médico con especialidad 69
en Psiquiatria. Cursó Postgrado en Psiquiatría Forense.
Psicoanalista. Ex- Profesora Asociada de la Universidad Católica
de Santiago del Estero-DASS (Psicología Jurídica). Ex- Profesora
Adjunta de UCSE-DASS (Práctica Jurídica Preprofesional).
Directora de Trabajo Final de Grado UCSE-DASS. Integrante de
 Comité Evaluador de Trabajos Finales de Grado UCSE-DASS.
Autora de: Un Mundo Maravilloso (2005) edición de la autora.
Jujuy. Un Mundo Maravilloso - EL acto suicida en la juventud
(2009) 2da Edición. Editorial iRojo. Bs.As. Un Mundo
Maravilloso - El Acto suicida en la juventud (2013) 3ra. Edición.
Editorial iRojo. Bs.As. Compiladora de: Experiencias Clínicas en
lo Social. Publicación de "Apostando a la Vida" Asociación Civil
(2010). Jujuy. Kawsay Nº 2. Revista de "Apostando a la Vida"
Asociación Civil (2013). Jujuy. Socia Fundadora de "Apostando a
la Vida" Asociación Civil. Socia de la Biblioteca Analítica de
Jujuy. Jefe del Departamento Médico de los Tribunales de la
Provincia de Jujuy.
Susana Pihuela (Jujuy) Lic. en Psicología
(U.N.T.), Practicante de psicoanalisis, tiene publicaciones en
colaboración e individual en libros y Cuadernos de
Humanidades de S.S. de Jujuy. Miembro Fundadora de la
Fundación Freudiana de Jujuy y de la Biblioteca Analítica de
Jujuy. Docente de la misma. Actualmente trabaja en el Centro de
Atención y Orientación de las Adicciones "El Umbral".
Daniela Angulo (Jujuy)Licenciada en
Psicología. Psicóloga en Equipo de Orientación Escolar (E.O.E) -
Colegio Nuestra Señora del Carmen – El Carmen. Asociada a la
Fundación Freudiana - Biblioteca Analítica de Jujuy (BAJ).
Docente en Cursos, Jornadas y Publicaciones de la BAJ.
Colaboradora en Prensa y Difusión de la BAJ. Pasantía Clínica
Supervisada (2011-2013) en EL UMBRAL - Centro de Asistencia
y Orientación de las Adicciones.
(Programa de Movilidad UNCuyo/ UNESP). Licenciatura y
Profesorado de Grado Universitario en Historia. Facultad de
Filosofía y Letras. U NCUYO. Argentina Mendoza.
Alejandro Carrizo(Jujuy); nació en Ledesma
(Jujuy) en 1959. Carrera de Letras (inconclusa), Universidad
Nacional de Tucumán. Director del sello editorial CUADERNOS
DEL DUENDE. Distinciones y colaboraciones; 1° Premio
Ferinoa de Poesía (Salta, 1983); Premio Artes y Letras (Jujuy,
1984); Premio Nacional de Poesía, Fondo Nacional de las Artes
(1986); Premio Canción Inédita (Cosquín, 1987); Premio Labor
Editorial "Revista El Duende" (Secretaría de Cultura de la
Nación, 2000); Aporte a la Cultura Nacional (Cámara de
Diputados de la Nación, 2007). Colaboraciones periodísticas:
Revista Mascaró (BsAs); Revista Ñ (Bs. As.); Revista Nómada
(Bs. As.); Revista La Guacha (BsAs); Revista Trompetas
Completas (Tucumán). En su obra se cuenta: Pena por Manuel
Castilla (1982) Vencedor de mariposas (1985) Elementos (1987)
(Premio Nacional de Poesía 1986, Fondo Nacional de las Artes)
Fosa común (1990) La marca (1999) Rabdomancia (2002) Tren al
ocaso (2005) Modulación (2007) Tocata y fuga (2010) El embudo
(2012) novela.
Sebastian Ibanez (Jujuy); Asociado a la
Fundación Freudiana. Miembro de la Comisión Organizadora
de la Biblioteca Analítica de Jujuy. Coordinador del espacio
“Conversaciones con el Otro - Psicoanálisis, ciencia y cultura”.
Coordinador de los módulos de Investigación. Pasante en El
Umbral - Centro de Asistencia y Orientación de las Adicciones.

Mónica Noemí Medina (Jujuy); Licenciada en

Psicología en la Unidad de Salud Mental - Hospital Pablo Soria.
San Salvador de Jujuy. Miembro Asociada a la Biblioteca
Analítica de Jujuy (BAJ). Responsable del Módulo Adolescencia
BAJ.

María Laura Mamaní (Jujuy)Psicóloga en el

Hospital W. Gallardo. Pálpala. Miembro del consultorio de
adolescencia, CIC canal de Beagle. Palpalá. Miembro Asociada a
la Biblioteca Analítica de Jujuy (BAJ). Responsable Módulo
Adolescencia. BAJ.

Alejandro López (Jujuy); Nació en San Salvador

de Jujuy en 1983. Asociado a la Fundación Freudiana. Miembro
de la Comisión Organizadora de la Biblioteca Analítica de Jujuy.
Coordinador del espacio “Conversaciones con el Otro -
Psicoanálisis, ciencia y cultura”. Responsable de la Gacetilla
Psicoanalitica GPS. Responsable del Módulo El Sinthome.
Pasante en El Umbral - Centro de Asistencia y Orientación de las
Adicciones. Artista Plástico y organizador del Festival de Poesía
Contemporánea “Sumergible”.

Ariadna Bello (Mendoza); Doctoranda en Teoría

y Metodología en Ciencias Sociales.Facultad de Humanidades.
70 Universidad Nacional de Jujuy. Licenciada en Artes Plásticas.
Especialidad Pintura. Facultad de Artes y Diseño, UNCUYO,
Mendoza. Argentina. Profesorado Grado Universitario en Artes
Visuales, Facultad de Artes y Diseño-UNCUYO. Mendoza.
Argentina. Licenciatura en Educación Artística: Facultad de
Artes, Arquitectura y Comunicación, UNESP. Sao Paulo, Brasil
 AUSPICIAN
ASOCIACION AMIGOS DE LA FUNDACION DESCARTES(BS. AS.) - SECRETARIA DE CULTURA DE JUJUY