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TEXTO COMPLETO
1Huayna Cápac gobernó aproximadamente hasta 1525,
cuando la muerte lo sorprendió en la parte norte del Imperio,
sin haber podido elegir un sucesor que redujera la ambición
de otros aspirantes a la mascapaicha, símbolo del poder. La
cuestión de la sucesión era un problema bastante complicado
para un imperio que apenas había sido instaurado recién por
Pachacuti, retomando viejos patrones y principios andinos
que al parecer no otorgaban la debida estabilidad a una
organización política de tipo imperial. El dualismo de las
jefaturas de los ayllus y etnias, en la división hurin y hanan,
identificados como un modelo predominante de gobierno en
los Andes, ha sido propuesto para explicar la organización
política de gobierno del Tawantinsuyu.
20 En la tradición historiográfica se ha planteado el modelo de la
monarquía teocrática hereditaria. (...)
220
3No obstante las discrepancias sobre el modelo de sucesión
inca, existían condiciones que, al parecer, cada eventual
aspirante debía cumplir. Estos requisitos eran indispensables
para ser considerado un candidato serio en la obtención de la
mascapaicha. Las principales características de la disputa por
la sucesión estaban dadas por la influencia de las parentelas
maternas (panacas), la callpa o examen ritual de las visceras
de llama, la elección según capacidades personales del
aspirante contrastadas por las señales que debía dar la
divinidad solar, la capacidad del aspirante para obtener
control de la producción de tubérculos, coca, ají y maíz; el
incremento de la parentela a través de las mujeres, sea por
intercambios o acuerdos; tener ancestros prestigiosos
ocupando rangos importantes en la jerarquía Inca, constituían
también mecanismos de legitimación (REGALADO 1993: 74-
75).
4Hacia 1527 el imperio Inca se encontraba en una seria
disyuntiva para consolidar su estabilidad política. Túpac Inca
Yupanqui había llegado a conquistar territorios en el norte del
Perú y los Andes ecuatorianos, sometiendo a los tallanes,
cayambis y cañaris. Estos últimos le opusieron una tenaz
resistencia al punto que para someterlos el inca diezmaría a
gran parte de su población. Más adelante Huayna Cápac,
soberano que seguiría la pauta conquistadora de sus dos
antepasados inmediatos, llegó hasta el sur de Colombia,
logrando someter en parte a los pastos y popayanes, tribus
con escaso grado de cohesión política y famosos por practicar
el canibalismo. La extensión territorial del Imperio exigió
entonces la formación de nuevos centros de control y dominio
efectivo; Huayna Cápac fundó entonces Tumibamba (hoy
Cuenca) y construyó lo que entonces se llamaría un segundo
Cusco. El significado de ambos detalles, conquistas y
fundación de ciudades con sus respectivas construcciones,
eran relevantes en la consolidación de los grupos de poder —
las panacas— no sólo en función del control y dominio
político efectivo, sino también porque prestigiaban a la
panaca de origen, consolidando con ello sus derechos a la
sucesión.
21 Es importante anotar que en la dualidad de la etnia inca, los
Hanan Cusco eran los guerreros por a (...)
5Según las crónicas y los historiadores que han seguido los
dramáticos sucesos durante el ascenso de un nuevo
gobernante inca luego de la muerte de Huayna Cápac,
sostienen que el sucesor fue Ninan Cuyochi, un infante
apenas recién nacido que no sobrevivió a la muerte de su
padre. Luego fue nombrado Huáscar, gobernador del Cusco
(por tanto, su correinante), el mismo que no recibió la
confirmación debida del soberano extinto. Huáscar, hijo de
Huayna Cápac y perteneciente a la rama guerrera inca de los
Hanan Cusco, descendiente de la panaca de Túpac Inca
Yupanqui,21 tuvo que vencer las insurrecciones de Cusi
Atauchi y otros hermanos más, así como también enfrentar la
oposición del clero tradicional, los albaceas y generales de su
propio padre, quienes expresaban sus preferencias por
Atahualpa. Atahualpa, hijo de una noble palla cusqueña y
perteneciente a la panaca de Pachacuti y de la línea también
de Hanan Cusco, impulsado posiblemente por los nuevos
intereses creados en el norte y por los generales de su padre,
emprendió la lucha por la borla y terminó enfrentando en
varias batallas a su hermano Huáscar, quien fue finalmente
vencido, en la batalla de Cotapampa, luego trasladado a
Huanucopampa y ejecutado en Andamarca con toda su
parentela, descendiente de la panaca de Túpac Inca Yupanqui.
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23 Para ello Paullu Inca, hasta entonces fiel súbdito de Manco Inca,
contó con la ayuda de la hueste (...)
Resistencia en Vitcos
23Tras el fracaso de la toma de Cusco y de Lima en febrero de
1538, y en vista de las persecuciones organizadas por Diego
de Almagro y Hernando Pizarro, siempre con ayuda de los
nobles incas, Manco Inca se retiró a Vitcos. Siguió la ruta del
abra de Málaga o Panticalla y el río Lucumayo, una zona de
difícil acceso que lleva a los antiguos palacios de
Huamanmarca pertenecientes a Pachacuti y poblados
entonces por mitmas chachapoyas. Ingresó al valle de
Amaibamba para cruzar el río Urubamba por el puente de
Chuquichaca a la altura del pueblo de Chaullay. En el
transcurso de esta retirada, Manco Inca atacó a los mitmas
chachas que habían estado ayudando a los españoles en su
captura (MURÚA 2001: 234-35; ROSTWOROWSKI 1993).
Vilcabamba: luchas y
negociaciones
28La trágica muerte de Manco Inca señaló la extinción de un
intento organizado por recuperar el control de un imperio que
cayó por entero en manos de los españoles. La caída de los
Pizarro —de Francisco en 1541 y de Gonzalo en 1548—, la
muerte de Paullu en 1549 y la instauración del virreinato
como organización política de gobierno colonial, señaló el
inicio de una nueva etapa para atraer a su favor (o dominio) la
lealtad de los soberanos incas que habían hallado su último
reducto en Vilcabamba. Con la mayor parte del territorio
sometido, Manco Inca había dejado de lado su enfrentamiento
con los españoles, limitándose a observar las luchas que
éstos desataron sobre su antiguo Imperio. Con su muerte, su
hijo Sayre Túpac (Tabaco Real), de 11 años de edad, fue
nombrado por los orejones refugiados de Vilcabamba como
nuevo Inca, encerrándose más en su territorio.
Consigo tiene hasta el dia que viniesen de paz e que asi mismo
viniendo a nuestra real obediencia. Le hiziesemos merced de
yndios en Abancay y de la volver las casas y Tierras que su padre
dejo en esta ciudad del Cusco y le señalasemos tierra en que
poblase los yndios que en su campaña tiene o como la nuestra
merced fuese lo qual visto por el dicho presidente e oydores fue
acordado que deviamos mandar dar esta nuestra carta para vos en
la dicha razon e nos tovimoslo por bien/ por la qual perdonamos
al dicho Mango Ynga, Xairetopa e a los dichos capitanes e yndios
que consigo tuviere todos e cualesquier robos e delitos que
hubiesen cometido hasta el día que venga a nuestra real
obediencia e viniendo a ella junto remitimos cualquier pena en que
avia yncurrido por razon de los aver cometido/ e prometemos que
veniendo como dicho es le seran dados yndios en la provincia de
Abancay y le mandaremos volver las tierras y casas que su padre
dejo e tenia en la ciudad del Cusco y haremos proveer de tierras
en que pueblen los indios que en su compañía tienen e teniendo
efeto su venida mediante la diligencia y cuidado. 38
La evangelización y despoblación
en Vilcabamba
51Los puntos de negociación establecidos por Titu Cusi
Yupanqui, en su afán de posesionarse en el naciente sistema
colonial y adquirir un espacio económico que le permita
sustentar la dignidad de su línea familiar, estaban hábilmente
definidos por una lógica inca de conservación de privilegios y
de estatus, vía los mayorazgos, los derechos de las élites
vencidas, que reconocieron como el único modo de sobrevivir
en paz tras el colapso de su Imperio. De este modo, para los
incas de Vilcabamba conservar la primacía de su propio linaje
por sobre las demás estirpes nobles indígenas que también se
habían adscrito al sistema colonial español era un modo de
conservar, dentro de éste, el estatus de ser reconocidos como
la única línea de nobleza real legítima.
50 Entre los enfrentamientos célebres de líneas familiares incas por
hacerse reconocer como «las más (...)
51 En lo que parece ser una emotiva confesión personal hecha por
Titu Cusi al licenciado Matienzo, en (...)
52En este contexto se explica la pugna entre diferentes
noblezas que reclamaban mayor legitimidad sobre la herencia
inca.50 Es el caso, por ejemplo, de Sayre Túpac que asumió
que la posesión de las encomiendas era más un deber político
familiar en la tierra donde se había nacido.51
52 Al revés de todas las élites incas y nativas de los Andes,
Vilcabamba era un reducto de resistenci (...)
23 Para ello Paullu Inca, hasta entonces fiel súbdito de Manco Inca,
contó con la ayuda de la hueste dirigida por Diego de Almagro.
Usualmente esta última parte de la historia inca se ha visto como
el inicio de la conquista de Chile por los españoles y, por tanto,
como una extensión a la primera etapa de la conquista del Perú;
sin embargo, Almagro no pudo conseguir nada, ni señorío, ni
riquezas, ni encomiendas, ni posesiones. Su regreso al Cusco
estaría teñido de graves consecuencias, iniciando la primera
guerra civil entre conquistadores.
46 El otro fue Paullu Inca, nombrado por Almagro, pero éste se
pudo acomodar rápido a la hegemonía hispánica. Sobre las
complicadas normas de herencia entre los incas, véase el apartado
correspondiente en este trabajo.