Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
sismos-seeveris
11 pag.
El grito de las personas en las calles de una Lima casi en tinieblas, parecía ser
el aviso de la ocurrencia del Apocalipsis en esta parte del Nuevo Mundo. Recién
al día siguiente, las autoridades y sobrevivientes pudieron darse cuenta de lo
que había sucedido; al parecer, de Lima no queda nada en pie. Las personas,
ricos y pobres, deambulaban por las calles perdidos sin saber a dónde ir, muchos
buscaban a sus familiares entre los escombros y otros simplemente
permanecían inmóviles en las puertas de sus casas en ruinas. Varias personas
llegaban del puerto del Callao a refugiarse y narraban que después de 20
minutos de terminado el terremoto, el mar azotó al puerto con dos olas de gran
altura que arrasó con todo, no dejando nada a su paso.
EL MAYOR SISMO:
La recopilación de toda la información histórica sobre daños y efectos de este
terremoto, han permitido estimarle una magnitud de M8.8; por lo tanto, éste sería
el mayor de todos los ocurridos hasta la fecha en la costa de la región central del
Perú. Las interpretaciones de los datos recolectados indicarían que el evento fue
precedido por un gran número de precursores de moderada magnitud que al
parecer generaban ruidos como “ronquidos”, que provenían del subsuelo.
Después del terremoto se habrían producido por lo menos dos réplicas que
contribuyeron a incrementar los daños en la ciudad, por lo tanto, habrían
presentado magnitudes importantes. Después del terremoto y tsunami, los
pescadores indicaron que el mar nunca volvió a su cauce normal. Por ello se
cree que se produjeron procesos de levantamiento del fondo oceánico y
subsidencias en la zona costera, como los efectos sísmicos más comunes, cada
vez que ocurren grandes sismos. Algo importante que señalar es que las noticas
de grandes daños en viviendas provenían de las localidades de Barranca,
Chancay, Huaura y Pativilca, lo cual sugiere que probablemente el terremoto se
inició en dicha zona costera o que en ella se liberó la mayor cantidad de energía.
Debemos recordar que el terremoto de mayo de 1940 que produjo daños
importantes en la zona norte de la región Lima, tuvo su epicentro frente a estas
mismas localidades.
Hace una década, los estudios realizados por el Instituto Geofísico del Perú
resaltaban la presencia de una gran laguna sísmica frente a la zona costera de
Por otro lado, si en el año 1746, Lima tenía 60 mil habitantes y el 10% perdieron
la vida, ahora con cerca de 12 millones de personas, ¿el mismo porcentaje de
pérdida de vidas nos podría complicar las acciones de respuesta? Sin mirar muy
atrás, podemos recordar las situaciones de crisis que vivió nuestro país con el
terremoto de Pisco del 2007, el Fenómeno El Niño del 2017, los huaycos de cada
año y con la reciente inundación en San Juan de Lurigancho, lo curioso es que
cada vez que han ocurrido peligros naturales en el Perú, seguimos reaccionando
como si fuera la primera vez que ocurren, y siempre terminamos contando las
mismas historias. Los peligros son cíclicos, así que todos ellos volverán con
diferentes periodos de recurrencia, no sabemos en qué tiempo (día, mes año)
pero volverán a ocurrir.
Después del terremoto de 1746 y siendo Lima en aquellos años una ciudad por
demás religiosa, la población llegó a la conclusión que este terremoto habría
ocurrido por las siguientes razones: a) Por la vida de lujuria que se vivía en esos
años, b) Por la vanidad de las mujeres que vestían de manera escandalosa,
mostrando grandes escotes, y c) Por las prácticas de codicia y las injusticas
hacia los pobres. En pleno siglo XXI, aún se puede oír en algunas reuniones de
profesionales en Gestión del Riesgo de Desastres (GRD) pronunciar las
siguientes frases: “Dios es peruano no pasará nada” y “Dios, que no ocurra
nada”. Debemos entender que nuestro planeta Tierra sigue en evolución; por lo
tanto, todo está en un proceso de transformación y ello trae consigo, terremotos
y erupciones volcánicas. Es mejor pensar que la naturaleza nos da el tiempo
Tsunami en el Callao:
Desde las primeras horas del día comenzaron a circular voces sobre la
destrucción del Callao y el virrey envió a aquel puerto a algunos soldados de a
caballo, a fin de cerciorarse del hecho. Estos trajeron la confirmación del
desastre y a poco ya toda la ciudad lo sabía, pues a ella llegaron también unos
cuantos sobrevivientes del tsunami que generó el terremoto.
Consecuencias:
• Víctimas y daños materiales
• Pánico
• Pillajes y saqueos
Reconstrucción:
El Virrey Manso de Velasco desde un principio mostró gran presencia de ánimo
y adoptó todas las medidas que pudieran contribuir a tajar el desorden y hacer
menos grave la desgracia. En los años siguientes se dedicó todos sus esfuerzos
a la reedificación de la capital y de su puerto, de las que se puede considerar
con razón el segundo fundador. Por todos estos servicios y por la construcción
de la estupenda fortaleza del Callao, que elevó en el terreno que ocuparon las
olas en el desborde del mar, recibió del rey Fernando VI con fecha de 8 de
febrero de 1748 el título de Conde, con la expresiva denominación de
Superunda, “sobre las olas”.
A las 15:11 horas del domingo 22 de mayo de 1960, un ruido subterráneo y ronco
irrumpió en la tranquilidad dominical de los residentes de la ciudad de Valdivia,
ubicada en el sur de Chile, que a esa hora disfrutaban del sol otoñal.
Con una magnitud 9,5Mw (Moment magnitude), los científicos calculan que lo
que sucedió esa tarde en términos de energía liberada fue 20.000 veces más
potente que la bomba lanzada sobre Hiroshima al final de la Segunda Guerra
Mundial.
"Fue un monstruo planetario": qué efectos tuvo sobre la Tierra el Gran terremoto
de Chile de 1960, el mayor sismo de la historia
Unos 15 minutos después del movimiento telúrico, vino algo aún peor: un
tsunami con olas superiores a los 10 metros arrasó con buena parte del sur del
país.
Sin embargo, se produjo otro hecho con consecuencias aún más graves para
Valdivia. Debido a los derrumbes de tierra, se formaron tacos de barro en el río
San Pedro que lleva el cauce de aguas desde el Lago Riñihue hasta el mar. La
obstrucción de aguas produjo una gran inundación que amenazaba con sumergir
gran parte de la ciudad. Empezó así, lo que el historiador Leopoldo Castedo ha
denominado "la hazaña del Riñihue", donde obreros e ingenieros debieron luchar
por espacio de un mes, para remover el barro que ocasionó tacos en el río San
Pedro. Toda una nación seguía atenta, día a día, los acontecimientos a través
de los noticieros para saber si Valdivia evitaría la inundación prevista por los
especialistas. Felizmente, el 24 de julio se logró despejar uno de los principales
tacos de lodo, evitando una catástrofe mayor.
FOTOGRAFIAS: