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2K Véase Catálogo de la Exposición Imago 2007. Encuentros defotografía y VI I R. Fleck, «L'actualité du happening», en Hors Limites. L'art et la vie 7952-
deo,junta de Castilla y León y Consorcio SaJamanca 2002, SaJamanca, 200 l. /994, París, Centre Georges Pompidou, 1994, págs. 310-317.
págs. 17-20. 2 Ibíd., pág. 310.
86 O TENDENCIAS DEL ARTE, ARTE DE TENDENCIAS A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI
LA REINVENCIÓN DEL CUERPO O 87
«históricos» y este arle «neoperformativo» o «neocorporal- al
que se refiere Fleck. En primer lugar, la mayor parte de los
artistas de hoy en día han optado por abandonar el carácter
teatral o ritual que revestía la performance «clásica», inclinán-
dose por lo que Claudia Gianetti denomina la «metaperfor-
mance»:', esto es, un tipo de manifestaciones performáticas
que prescinden de la relación directa entre el artísta/perfor-
mer y el público gracias al empleo de las nuevas tecnologías
audiovisuales y de los sistemas interactivos o telemáticos.
Por otro lado, frente a la imagen del cuerpo como labora-
torio de experiencias, reducto y garante de autenticidad, que
imperaba en los años sesenta y setenta, en la cultura artística
actual el cuerpo se ha convertido en una realidad a la vez om
nipresente y volátil, visible y difícil de localizar, sin límites fi
jos, proteiforme y mutante. Da la impresión de que el 'cuer
po, cuando se muestra, no lo hace sino para plantear una se
rie de inlerrogantes sobre- la propia corporeidad. Como
subraya Frank Perrin:
5 P. Ardenne, L 'image COT/lS. Figures de l'humain dans l'art du xxe siede, París,
Editions du Regard, 200 1, pág. 426 Y ss. Mi análisis de la exposición Post Hu h J. Deiteh, Post Human, Amsterdam, Idea Books, 1992; cit. en Ardenne, op.
man. es deudora de la interpretación de P. Ardenne. cit., pág. 427.
90 (] TENDENCIAS DEL ARTE, ARTE DE TENDENCIAS A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI
LA REINVENCION DEL CUERPO (] 91
hemos llegado al punto en el que podemos construimos la
personalidad que queramos tener, liberada de los constreñi
mientos del pasado y de un código genético heredado".
5. Mike Kelley,
Frankenstein, 1989.
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[DENTJDADES N6MADAS
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«There are no closets in Cyberspacev'". Éste era el lema
on el que en 1997 un chal norteamericano se anunciaba a
toda página en la revista Advocate [6]: el ciberespacio -su-
gería el texto del anuncio- supondrá, sin duda, una desa-
parición progresiva de todos los indicadores de carácter fí-
sico; imposibles de discernir en un entorno virtual, la raza,
el sexo, la edad, el peso, etc., dejarán de ser un factor esen-
ial en la definición de las relaciones sociales. Más aún, en
Internet cualquiera podrá (y puede) ser «cualquier cosa»:
hombre o mujer, adulto o niño, negro, blanco o hispano,
profesor, artista o cantante, alto, bajo, gordo o delgado,
musculoso o carnoso o todas estas cosas a la vez ... «Podría-
6. Anuncio de la
revista Advocate,
- \ F'r-ll :);) mos decir que la clave del que habita en Internet es el he-
cho de poder "cruzar fronteras"; pero no sólo las fronteras
que lo sitúan en "espacios" diferentes sino las del mismo
1997.
uerpo y las del rostro» -escribe Remedios Zafra a este
respecto. «Parece claro que Internet supone la materializa-
que lo que se presenta bajo el ropaje de la novedad no es, ión de una nueva ontología de las identidades y del len-
muchas veces, sino una reiteración de viejas representaciones guaje, es decir, ofrece al individuo la posibilidad de "hacer-
normativas del cuerpo? ¿Es posible afirmar -como sostiene se y deshacerse", así como de relacionarse mediante nuevas
Claudia Gianetti- que se está abriendo «un camino hacia formas comunicativas que cuestionan los paradigmas de li-
una sinergia positiva entre lo humano y lo tecnológico»?". nealidad y narratividad» ".
¿O quizá no resulte descabellado temer que las nuevas tecno-
logías terminen poniéndose al servicio de esa otra «tecnolo-
12 «No hay armarios en el ciberespacio», frase de difícil traducción que alu-
gía» que Foucault denominaba «la tecnología política del
de a la expresión «salir del armario» «<to get out of the closet»).
la R. Zafra, «Habitares reversibles de la mujer, el arte e Internet»,
http://www.elviajero.org/mujeresque/
11 Gianetti, op. cit., pág. 92.
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96 O TENDENCIAS DEL ARTE, ARTE DE TENDENClAS A PIUNCIPIOS DEL SIGLO XXI
LA REINVENCIÚN DEL CUERPO 97
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seguido la popularidad que en su día tuvo Julie, algunos de han dado lugar a las nuevas ciencias clásicas y disciplinas aca-
los amigos de ésta han terminado por trabar contacto habi- démicas (y también por la emergencia del capitalismo, una de
tual con él. las influencias predominantes en la producción de las estruc-
turas de conocimiento).
La historia deJulie (o de Sanford) no es sólo un caso con-
Este despliegue de saberes fue unido a un perfecciona-
movedor de personalidad múltiple, sino una de esas historias-
miento de los sistemas de medida tanto en el ámbito físico
límite (lo que Stone denomina «boundary stories») en las que
como en el simbólico (es el caso, por ejemplo, de la cartogra-
se demuestra cómo, en Occidente, la relación entre el «cuer- fía y la psicología). Me parece que, a! menos en parte, ese pro-
po» y el «yo» ha sido una relación marcada por continuas lu- ceso representaba una respuesta compleja a la necesidad de
chas de poder. Como afirma Stone, «el punto de unión entre ordenar las relaciones entre el nuevo «sujeto» emergente y el
nuestro cuerpo y nuestro yo es un territorio de batalla., densa- cuerpo que se presumía asociado a éste de una forma que ase-
mente estructurado, en el que los gobiernos, las industrias, los gurase el mantenimiento de un orden social que ya estaba, en
científicos, los tecnólogos, los fanáticos religiosos, los modera- ese momento, en peligroso desequilibrio. Desde ese punto de
dos y los académicos reclaman su derecho a hablar, a emitir vista, mantener el orden socia! implicaba poner en marcha un
un juicio moral y sobre todo a controlar las estructuras episté- proceso de control espacial, es decir, saber en todo momenlo
dónde estaba el individuo sujeto a la ley.
micas a través de las cuales los cuerpos adquieren significa-
Este mecanismo de control espacia! [...] tómo la forma de
do»:". Frente a la narración tenaz que sostiene que existe tan
leyes que adscribían al cuerpo físicouna serie de características
sólo un «yo» para cada «cuerpo», la historia de Julie/Sanford
fiduciarias (el censo, la introducción de las direcciones de ca-
nos abre un abanico de posibilidades: por ejemplo, la de va- lles, los pasaportes, los números de teléfono). Se trataba de do-
rias personas en un solo cuerpo (como en el trastorno de per- cumentar la ciudadanía en todas sus formas, es decir, de ejer-
sonalidad múltiple) o la de una sola persona para varios cuer- cer una vigilancia y un control eficaces y susceptibles de pro-
pos (si varios cuerpos físicos asumen una misma personalidad ducir un ciudadano más «estable» y manejable!".
on-Iine). Subvertir la relación yo/cuerpo es, como sugiere
Stone, subvertir uno de los pilares del orden social: El desarrollo del ciberespacio, según Stone, permite alber-
gar por primera vez en mucho tiempo la esperanza de inter-
Con el paso del tiempo, las relaciones entre los cuerpos y ferir en la producción de esa categoría del «ciudadano», de
sus correspondientes «yoes» han experimentado un lento fundir y confundir los límites entre cuerpo y yo, cuerpo e
proceso de cambio. Aunque sus efectos han sido profundos y • identidad civil. En ese sentido, el nuevo espacio social de re-
duraderos, la clásica visión burguesa del mundo (basada en
laciones telemáticas se configura como un posible territorio
una concepción mecanicista del universo y en una imagen
de resistencia. Por otra parte, sin embargo, es obligado reco-
egocéntrica del «hombre» que implican que la relación entre
el cuerpo y el yo tan sólo puede establecerse bajo determina- nocer que los cuerpos (y/o las identidades) nunca han estado
das condiciones políticas y epistemológicas) tan sólo ha ocu- tan estrechamente controladas como en la era de las nuevas
pado un lugar dominante en los últimos ciento cincuenta tecnologías de la comunicación. En primer lugar, como
años [...]. Poderosas fuerzas de orden social canalizaron esta apuntaJavier Echeverría", éstas han propiciado el surgimien-
visión del mundo en una serie de oposiciones binarias: cuer- to de una nueva modalidad de identidad individual, la iden-
po/mente, yo/sociedad, hombre/mujer, etc. El despliegue de tidad electrónica. En efecto, en lo que Echeverría denomina
un conjunto de saberes (basados todos ellos en el presunto ca-
rácter ontológico de esas oposiciones binarias) se vio acompa-
ñado por el surgimiento de los mecanismos totalizadores que 17 Ibid., págs. 89-90.
IK J. Echeverría,
«Cuerpo electrónico e identidad», en Domingo Hemán-
dez Sánchez (ed.), Ar/e, cuerpo, tecnología, Salamanca, Universidad de Salaman-
J[¡ Ibid., pág. 84. a, 2003, págs. 13-30.
102 O TENDENCIAS DEL AHTE, ARTE DE TENDENCIAS A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXl
LA RElNVENCIÓN DEL CUERPO 103
el primer entorno (la physis, la naturaleza), la identidad es so- «el aparato tecnológico ha llevado el registro del cuerpo a su
bre todo de orden físico y biológico y viene determinada por madurez. Con su inmensa capacidad de almacenar y sus me-
características como la época y el lugar de nacimiento, el canismos para ordenar y procesar la información velozmente,
sexo, la edad, la tribu, los rasgos físicos, etc. Con la aparición ningún detalle de la vida social es demasiado insignificante
del segundo entorno (el Estado, la sociedad industrial) a este para archivarlo y examinado. Desde el momento en que nace-
tipo de identidad se superpone la identidad civil que cada mos y nuestro certificado de nacimiento va on-line, hasta el día
ciudad o Estado atribuye a los individuos independendiente- en que morimos y nuestro certificado de defunción va on-Iine,
mente de su identidad físico-biológica (nombre y apellidos, la trayectoria de nuestras vidas individuales es archivada con
lugar de residencia, profesión, nacionalidad, números de escrupuloso detalle. Expedientes de educación, expedientes de
identificación, etc.). El desarrollo del tercer entorno (la socie- seguros, expedientes tributarios, expedientes de comunica-
dad de la información) ha supuesto la creación de un tercer ción, expedientes de consumo, expedientes médicos, expe-
tipo de identidad, de índole digital y numérica. Como escribe dientes de viajes, expedientes criminales, expedientes de inves-
Echeverría: tigación, expedientes hasta el infinito ...»20.El registro del cuer-
po tiene, según afirma CAE, dos funciones primarias: la
El sujeto no sólo requiere interfaces, redes y electricidad
primera sirve al aparato represivo; la segunda al aparato de
para ser persona en el espacio electrónico. Además ha de
mercado. El problema principal del pancapitalismo ya no es el
hacer propia una nueva modalidad de identidad, la identidad
electrónica, que ya no viene dada por las familias, las tribus, de la producción: hemos pasado de una economía de la nece-
el pueblo, la ciudad o el Estado, sino por otro tipo de poder, sidad a una economía del deseo, lo que ha obligado a las em-
los Señores del Aire, es decir, las empresas transnacionales que presas a desarrollar métodos más sofisticados para generar ar-
generan, ponen en funcionamiento y mantienen la parafer- tificialmente deseos de consumir productos que no se necesi-
nalia tecnológica que posibilita la vida social en el tercer en- tan. El registro del cuerpo les proporciona los datos necesarios
torno. Los números de identificación personal (o colectiva) para conocer los patrones de consumo y el estilo de vida de los
representan adecuadamente al nuevo sistema identitario, iudadanos que tienen rentas excedentes. «El registro del cuer-
que no sólo afecta a los sujetos, sino también a buena parte po -subraya CAE-- ayuda a los vendedores a encontrarte y
de los objetos (sitios Web, códigos de barras, passwords, etc.)
a proveerte de un estilo de vida. El eslogan posmoderno, "Us-
[...]. En algunos países, como los Estados Unidos de Améri-
ted no escoge la comodidad; es la comodidad la que lo escoge
ca, ya comienza a primar esta nueva modalidad de identi- •
a usted", tiene ahora más significado que nunca.»
dad en la vida social: lo determinante es poseer una tarjeta
de crédito con amplia disponibilidad, independientemente Esta posibilidad de registro exhaustivo del cuerpo es lo que
de las características físicas o del origen nacional de la per- nos sugiere (y quizá incluso cuestiona críticamente) la obra de
sonal!'. la net.artista Eva Wohlgemuth. Como cuenta la propia Wohl-
gemuth21, al principio de su carrera lo que le interesaba era
Además, dado que esta tercera modalidad de identidad no explorar las relaciones entre los mapas o mediciones topográ-
elimina sino que se superpone a las otras dos, la aparición de ficas del espacio físico y los contextos sociales y personales en
las nuevas tecnologías de la comunicación ha supuesto tam- los que éstos se inscriben. Durante una estancia en París, hizo
bién un aumento espectacular de la capacidad de vigilar y con- que le tatuaran en la piel siete pequeños puntos, a partir de
trolar todas las formas de identidad individual. Como señala el
colectivo de artistas y activistas Critical Art Ensemble (CAE),
~o Critical Art Ensemble: «Promesas utópicas, Net realidades», en
hltp://aleph-arls.org/pens/neCrealidades.html
19 lbíd., págs. 26-27. ~I http://www.tO.or.atl-
104 O TENDENCIAS DEL ARTE, ARTE DE TENDENCiAS A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI
LA RElNVENCIÓN DEL CUERPO IO.'í
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jo deseo de trascender las limitaciones físicas del cuerpo
para acceder a un reino limpio e invulnerable de pura con-
ciencia. Así, lejos de diluir la antigua dicotomía cuer-
.tJt _~"'~. . ~. po/mente, el mito de una corporeidad posthumana estaría
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.i::.1:,1f:}!f.j¡J,- . reforzando las concepciones dualistas del cuerpo. La valo-
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ración de lo mental frente a lo físico aparece constantemen-
te, por ejemplo, como explica Claudia Springer-", en la cul-
ni
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.•::.<..... :.'' ".~ '.:~'.' . '1"i('/";'<:?;,' :0":';1- • tura ciberpunk. El ciberpunk, una rama de la ciencia fic-
ción que se remonta a principios de los años ochenta,
9. Eva
...•~. :'(",",;.:,'
~ <s~~:·)~r
~,.<~."
":":l~'r.~. ,.,)J.~';1~.
.../,,'.! /!:.;..:.":':~f:. ~
<:1')" combina una agresiva sensibilidad punk, enraizada en la
Wohlgemuth,
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inJormation 7.0,
1997.
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cultura urbana callejera, con la visión de un futuro marca-
damente tecnológico, donde se disuelven los límites entre
humanidad y tecnología. En los textos ciberpunks se em-
plea con frecuencia la palabra «carne» para referirse al
los cuales construyó una proyección geográfica de la superfi- cuerpo humano. «Carne», en este contexto, tiene un senti-
cie global del mundo (los siete continentes). La comercializa- do claramente peyorativo: ser «carne» significa ser débil,
ción de nuevas herramientas tecnológicas como el escáner le ser vulnerable. Esta aversión hacia la «carne» aparece ya,
sugirió la posibilidad de escanear todo su cuerpo: en febrero de hecho, en una de las novelas fundadoras del género,
de 1997 hizo que escanearan sus datos corporales en Cyber- Neuromante de William Gibson (publicada por primera vez
ware (Monterrey, California) y desde entonces -escribe- en 1984). Como apunta Anna Casanovas'", el protagonista
«estoy disponible como conjunto de datos en varias configu- de la obra, Case, intenta escapar de su cuerpo mortal pro-
raciones». Partiendo de esa materia prima, Wohlgemuth ha yectando su conciencia descarnada al ciberespacio. El cas-
producido distintos trabajos, como por ejemplo eoasys.personal Ligoque se le inflige es desconectado de la red e inyectarIe
information 7.0 [9], en los que su cuerpo aparece reconstruido una microtoxina de efecto retardado:
a partir del escaneado de una serie de puntos. El cuerpo físi-
co (con lo que tiene de imprevisible y caótico, de mortal, en [...) ellos se iban a encargar de que nunca más volviese a
definitiva) se desmaterializa, convirtiéndose en una masa de trabajar.
datos controlable, cuantificable y, como señala la propia artis- Le dañaron el sistema nervioso con una rnicrotoxina rusa
ta, «disponible». Disponible -habría que añadir- épara qué? de los tiempos de la guerra.
y, sobre todo, épara quién?
~~ Sobre este punto, véase E. Grosz, Volatile Bodies. Toward a Corporeal Femi-
nism, Bloomington e Indianapolis, Indiana University Press, 1994, págs. 4 Y ss.
LA NOSTALGIA DE LA TRASCENDENCIA
~~ C. Springer, «El placer de la interfaz», en Marina Nuñer, Salamanca, Ceno
Iro de Arte de Salamanca, 2002, pág. 126.
La idea de la desmaterialización del cuerpo físico, muy ~I A. Casan ovas, «Cibercultura: el cuerpo esfumado», en M. Azpeitia, M.J.
presente en la cibercultura, indica también sin duda la vi- Harral, E. Díaz, T. González Cortés, E. Moreno y T. Yago (eds.), Piel que ha-
gencia que siguen teniendo los discursos somatofóbicos bla. Viaje a través de los cuerposftmeninos, Barcelona, Icaria, 200 1, pág. 33.
LA REINVENCIÓN DEL CUEIU'() 107
TENDENCIAS DEL ARTE, ARTE DE TENDENCIAS A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI
106
2.\ W. Gibson (I984), Neuromante, Barcelona, Minotauro, 2002, pág. 14. 27 J. Guardiola, «Sangre, sudor y ... software. Una cuestión de (piel y) aga-
llas», Kalías, año VII, núrns. 15-16, 1996, pág. 76.
26 Casan ovas, op. cit., pág. 33.
LA REINVENCIÓN DEL CUERPO 1m)
108 O TENDENCIAS DEL ARTE, ARTE DE TENDENCIAS A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI
11. Stelarc,
Amplified Body,
Laser Eyes and Third
Hand.
11. Stelarc,
Amplified Body,
Laser Eyes and Third
Hand.
13. Stelarc,
Exoskeleton:
Event for Extended
Body and Walking 14. Orlan, Séptima
Machine, 1998. operación, 1993.
tista va siempre acompañada de músicos y bailarines; el cia de un «yo» estable, de una identidad definida en términos
atrezzo de los participantes, muy cuidado, está diseñado por ontológicos: «Yo es Otro» Ue est un autre) -afirma, por ejem-
modistos famosos (Paco Rabanne, por ejemplo, fue el respon- plo, en su vídeo Opération réussie, evocando la fórmula de
sable del diseño del vestuario de la cuarta de estas interven- Rimbaud-; «Contrariamente al deseo del transexual, no de-
ciones); la sala de operaciones se halla decorada con imáge- seo una identidad definida, estoy a favor de las identidades
nes de las obras de arte a partir de las cuales Orlan intenta rei- nómadas, múltiples, en movimiento», señala, asimismo, en su
ventar su cuerpo y con una serie de objetos (crucifijos, frutas, Orlanamférence'". Por otro lado, sin embargo, el discurso de
flores de plástico, etc.) esterilizados conforme a la normativa Orlan destila, en ocasiones, un cierto deseo de trascendencia
médica. En todas sus «operaciones», Orlan suele leer un tex- espiritual, de recuperación, mediante el desgarramiento de la
to extraído del libro La robe de la psicoanalista lacaniana Eu- epidermis que nos aprisiona, de una prístina unidad origina-
génie Lemoine Luccioni, en el que se insiste en el carácter ria de cuerpo y alma: «Orlan me ha hablado muchas veces
múltiple y fluido de lo que denominamos identidad: «La piel -declara una de sus galeristas, Penine Hart- de su voluntad
es decepcionante, es innecesaria, porque ser y parecer no de reducir la distancia entre lo externo y lo interno [...]. Inten-
coinciden, y la posesión de la piel da origen a toda una serie ta llegar a un estado de plenitud haciendo que coincidan sus
de malentendidos en las relaciones humanas. Tengo la piel rasgos internos y externos. En realidad, quiere reducir la dis-
de un ángel, pero soy un chacal; la piel de un cocodrilo, pero tancia entre ambos y fundirlos en una unidad-'". La propia
soy un caniche, la piel de una negra pero soy blanca, la piel artista lo confirma: «Con ayuda de la cirugía [...] podría ser
de una mujer pero soy un hombre. Nunca tengo la piel de lo
que soy. No hay excepción a esta regla porque nunca soy
lo que tengo.»
so «Conferencia de Orlan», Madrid, Círculo de Bellas Artes, 21 de abril
Es precisamente este punto, el de la reflexión sobre el con- de 1999.
cepto de identidad, el que me parece más problemático en la 31 «lnterview with Penine Hart», en «Landscapeís]», número monográfico
obra de Orlan. Por un lado, sus obras insisten en la inexisten- de Felix: afournal ofMediaArts and Communiauions, vol. 2, núm. 1,1995, pág. 22.
J 12 O TENDENCIAS DEL ARTE, ARTE DE TENDENCIAS A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI LA REINVENCIÓN DEL CUERPO 113
posible transformar la imagen interna en la imagen externa» de sus primeras fotografías [16], Orlan accouche d'elle-m'aime
---escribe en su Orlanconférence"J2. Así, si por una parte se ali- (<<Orlanse da a luz a sí misma/ella me ama», 1964), una obra
nea con la idea del sujeto-proyecto, de una identidad o iden- que actúa, según afirma Dominique Baqué en un libro recien-
tidades en continuo proceso de transformación, por otra Or- te, Mauvais genre(s). Érotisme, pomographie, art contemporain=,
lan parece aspirar, en un discurso de tintes espiritualistas, a como una especie de fotografía originaria, de matriz del tra-
desvelar un yo «auténtico» que trascienda las barreras de lo bajo posterior. El rechazo de lo «dado» y de lo natural, la re-
fenoménico, las limitaciones de la corporeidad. belión contra la anatomía entendida como destino, la lucha
por construirse una identidad que no esté sometida a las leyes
de la herencia, de la biología o de lo social, sino que emane
MODERNOS PROMETEOS. del deseo de ser por fin ella misma autogenerándose: Orlan
LA REESCRITURA DEL ORIGEN accouche d'elle m'aime anticipa muchas de las ideas que marca-
rán el proyecto de «autorretrato carnal», las operacíones/per-
Tanto en la obra de Orlan como en la Stelarc, se vislumbra lormances de los años noventa. «Yo digo que hago un acto de
también otro de los grandes mitos vinculados al concepto de transexualismo de mujer a mujer de la misma forma que un
lo posthumano: la promesa de la autorrealización frente a la hombre que se siente mujer quiere que los demás le vean
herencia, la emancipación de lo que se percibe como el inso- como una mujer» -declara la artista'". Para ella, autoescul-
portable peso de la carga genética, el final de la sumisión al pirse mediante la cirugía es, como decíamos antes, reducir la
orden de la naturaleza. La importancia que tiene la reescritu-
ra del origen en la poética de Orlan queda plasmada en una
:1:1 D. Baqué, Mauuais genreis). Érotisme, pomographie, art contemporain, París,
Editions du Regard, 2002, pág. 175.
32 «Conferencia de Orlan», Madrid, Círculo de Bellas Artes, 2 J de abril de 31 «Conferencia de Orlan», Madrid, Círculo de Bellas Arles, 2\ de abril
1999. de 1999.