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La transferencia

La temática de la transferencia está en el corazón del trabajo con niños,


implica todos los personajes en juegos, como motor y como resistencia de la
cura.

Para empezar, hagamos un breve recorrido por la conceptualización de la


transferencia según Lacan y después pensar en particular la transferencia en
el tratamiento con niños

Para entrar en tema tomé un texto del profesor Osvaldo Umerez, titular de
las cátedras de Escuela Francesa y Dirección de la Cura de la UBA :“Tres
momentos de la conceptualización de la transferencia en Lacan”

Ubica tres momentos en las conceptualizaciones que realiza Lacan sobre el


tema:

Un primer momento que gira en torno al ser, un segundo momento que gira
en relación al saber y un tercer momento que se relaciona con la realidad.

Primer momento:

Los conceptos que Lacan utiliza en esta primera etapa, como las de sujeto,
el amor, el padre, son definidos en relación al ser.
La transferencia no se reduce a la mera repetición de lo vivido y articula en
este momento las tres pasiones del ser amor odio e ignorancia.

A cada articulación del concepto de transferencia le corresponde a una


articulación determinada de sujeto, en este momento nos encontramos con
un sujeto caracterizado por la falta en ser.

Una articulación de la transferencia que corresponde a la pasión de ser. La


pasión de ser en la transferencia es el amor, el amor es encontrar en el Otro
la dimensión del ser.

La transferencia se define como una atribución de ser que corresponde a ese


sujeto que le falta el ser. Esa atribución de ser se hace en el analista y nos
va a decir qué hacer con ese ser , también es la primera vez que aparece el
concepto del deseo del analista.

Segundo momento

A partir del seminario VI, “El deseo y su interpretación”, Lacan comienza


con la dialéctica del saber, articula el inconsciente no como la falta en ser
sino como saber no sabido, esto da pie a una nueva conceptualización de la
transferencia que se produce en el seminario IX “ La identificación”, que es
la del sujeto supuesto al saber. Para un sujeto definido como un saber no
sabido, la transferencia se articula a él como sujeto supuesto al saber. El
matema de la transferencia lo expone en la proposición de octubre del 67.
Supuesto
sujeto saber

Lacan dice que esta transferencia también está ligada al amor pero no un
amor que tiene relación con el ser sino con el saber, aquel a quien le supongo
el saber lo amo.

El saber de qué lado esta? Si se ama a quien tiene el saber, amo al paciente?,
esta controversia se resuelve recordando que ambos son supuestos: sujeto y
saber.

Esta formulación hace objeción a la subjetividad, porque se trata del


significante de la transferencia para un significante cualquiera, entres dos
significantes hay un solo sujeto y que es un supuesto, es el que va a aparecer
cuando surja algo de lo inconciete.

Esa es la apuesta que se hace en la clínica, que pueda aparecer un sujeto


entre dos significantes.

(Situación que no sucede en la holofrase, dos significantes están pegados y


no hay desplazamiento, no se da la metáfora ni la metonimia, no hay sujeto,
no hay intervalo significante, por lo tanto la objeción al sujeto supuesto al
saber es la holofrase, y tenemos tres casos paranoia, debilidad mental o
psicosomática)
El sujeto no supone nada es supuesto por el significante que lo representa
para otro significante. No hay intersubjetividad en el análisis

Tercer momento

A partir de la definición de la transferencia que aparece en el seminario XI,


la transferencia es la puesta en acto de la realidad del inconsciente que
sostiene hasta el final de su enseñanza.

Habla de la transferencia como realidad, más allá de los límites del


significante, un amor sometido al régimen del encuentro y de la
contingencia.

El amor en este momento no es resistencia es el efecto de la transferencia. Es


momento de apertura del inconsciente.

Lacan nos recuerda entonces que no se analiza la transferencia sino que se


interviene en ella.

Ahora pensemos en la transferencia en la práctica con niños

Al atender niños y adolescentes los padres son parte del tratamiento, no solo
son los que piden la consulta, los traen y también porque al formar parte de
lo que le pasa al niño nos facilitan o nos dificultan el trabajo.

Cada una tendrá la experiencia de tener un niño en tratamiento y vivirá con


cierta desazón o angustia que cuando más contentos están con los avances en
la cura y vemos que empiezan a haber ciertos movimientos en la familia, el
niño comienza a faltar o es retirado del tratamiento.

Freud no ha atendido niños, ha seguido el tratamiento de Juanito realizado


por su padre a modo de supervisión, él dice que ha funcionado por unirse en
la figura del padre la autoridad médica y la paterna lo que a la vez le hacía
desconfiar de la aplicación del método psicoanalítico con niños, pensando
cómo se jugaría ahí las vertientes de la transferencia.

Lacan nos dice que en todo análisis con niños hay transferencia como en el
adulto y aclara “mejor que en otro lado”

La transferencia como la puesta en acto de la realidad del inconsciente abre


un juego que posibilita que un decir se produzca más allá de los
instrumentos que se usen, y de un decir también más allá de la intención de
hacerlo.

La transferencia es un medio no es un fin en sí misma, es un medio del que


se vale el analista.

El analista ocupa el lugar de Otro, se ofrece por medio de su deseo a ocupar


ese lugar, a sabiendas que no lo tiene-

“El saber referencial que el analista no puede desconocer tiene que ver con
su saber hacer con lo real, ese saber hacer que se dirige al síntoma para
interrogar al goce, para que una transmutación pueda producirse”

Cuando trabajamos con niños y con adolescentes la transferencia con todas


sus implicaciones se amplia y abarca a los padres.
Todo pedido de consulta de los padres tiene que ser situada primeramente
en el plano fantasmático de los padres.

Freud nos dice que en los niños la transferencia juego otro papel ya que los
padres reales siguen presentes.

En nosotros se van a jugar muchas fantasías de los padres y junto con ellas
las resistencias, que van poniendo límite y tope al avance de una cura.

En la conferencia 34 nos dice Freud: “ Cuando los padres se erigen


portadores de la resistencia a menudo peligra la meta del análisis o este
mismo, y por eso suele ser necesario aunar al análisis del niño algún influjo
analítico sobre sus progenitores” y vemos en la clínica que así es, para poder
trabajar con los niños muchas veces debemos trabajar con los padres para
poder abrir un camino hacia la subjetividad del niño.

Alba Flesler hace una relación interesante entre el fenómeno transferencial


y las maneras en que los padres se acercan a la consulta, están los padres que
consultan, los que demandan y los que los mandan a cada uno les
corresponde una modalidad diferente de transferencia que va a vehiculizar el
tratamiento de diferentes maneras.

Y nos habla también del lugar que el niño ocupa en cada tipo de dinámica
familiar.
Los padres que consultan, son aquellos que vienen con alguna pregunta,
es más factible establecer con ellos una transferencia simbólica, abrir otras
preguntas, apuntando a esa falta en el “saber ser padres”.

Los padres que demandan, en estos predominan la vertiente imaginaria,


de la transferencia y qué demandan? , que le devolvamos un hijo de
acuerdo con sus deseos. (Narcisista)

Los padres que a los que mandan, en la vertiente real tendremos a a los
padres que los “mandan” a tratamiento, que presentarán el más rotundo
rechazo al saber y sus razones, haciendo del encuentro con el analista un
campo de batalla de sus pasiones más primarias.

Un niño para poder advenir sujeto necesita ser un lugar en un Otro, y va


adquiriendo un lugar en el entramado o novela familiar

En los primeros encuentros con los padres trataremos de ubicar qué lugar
ocupa este en la trama familiar.

Junto con la transferencia aparecerán las resistencias, Flesler nos dice que
cuando la resistencia aparece en la vertiente simbólica posiblemente se
detengan las asociaciones, dará lugar al silencio y frenará la producción.

La demanda anclada en la vertiente imaginaria tornará del amor inicial al


odio cuando no le devolvamos el hijo esperado.

Y en la vertiente real posiblemente todo el tratamiento habrá que luchar con


ellas, son estos casos donde decidimos trabajar con los niños a ver qué
pueden hacer ellos con esos padres.
Habrá que trabajar o esa será la con los padres las resistencias que van
surgiendo para que el análisis pueda proseguir y obstaculice lo menos
posible la aparición subjetiva niño.

Bibliografia:

Freud confererencia 34

Lacan La proposición del 9 de octubre

Lacan seminario “La transferencia”

Lacan seminario “Los cuatro conceptos fundamentales”

Osvaldo Umerez “Tres momentos de la conceptualización de la tranferencia


en Lacan”

Lacan “ La dirección de la cura”

Cristina Calcagnini “La transferencia en la clínica con niños”

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