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Análisis estructural de textos hispanos.

Oldřich Bělič

Principios de composición fundamentales de la novela picaresca en general

El principio del viaje

Los pícaros viajan sin cesar de un lugar a otro, y en medio de sus viajes desarrollan sus
destinos. Imaginar una novela picaresca sin viajes es casi imposible

Constituyen un procedimiento técnico importantísimo para el desarrollo de la acción, porque


preparan nuevas situaciones y con ello, proporcionan materia para la narración.

Adquiere valor sólo gracias a su función, a su papel en el conjunto. La novela picaresca narra
los destinos de personajes que están al margen de la sociedad, juguete de la casualidad y el
azar.

El principio de servicio

El pícaro es mozo de muchos amos.

Tiene una función importante, el protagonista de las narraciones picarescas es un individuo sin
una profesión estable que no puede anclar su vida ni hallar un punto fijo. Por esto pasa sin
cesar de un servicio a otro.

Es un procedimiento literario muy viejo. Chandler piensa que el autor del Lazarillo lo tomó del
Asno de Oro de Apuleyo.

Ambos principios tienen un sentido muy hondo y no es posible ver en ellos meros medios
mecánicos para ensartar cuentas de corales sobre el hilo de aventuras.

El pícaro era un juguete de la casualidad. Ambos principios son, por consiguiente, elementos
constitutivos de la visión artística de la vida en la novela picaresca

El punto de vista de la visión del mundo hace que ambos principios sean contradictorios, si por
un lado favorecen esta visión, por otro la limitan.

El pícaro viaja y cambia de amos incesantemente. Por consiguiente, él es el único personaje


que atraviesa toda la novela. Sólo el protagonista evoluciona el medio queda estático, por lo
que la vida no aparece en su dinamismo dialéctico.

Principio de carácter autobiográfico de la narración

La novela picaresca es siempre retrospectiva. El pícaro cuenta su vida mirando hacia atrás, ya
viejo o por lo menos en edad madura. Es un recuerdo de acontecimientos y de estados de
alma pasados desde hace años, y al mismo tiempo un juicio o un comentario de ellos.

La forma retrospectiva tiene su importancia para el tiempo novelesco. Esta secuencia


cronológica permite la selección y la jerarquización de las aventuras desde el punto de vista
del término de la carrera del pícaro.
Esta forma autobiográfica también da a la novela picaresca un carácter subjetivo, que en su
época fue una innovación importante.

El carácter retrospectivo de la narración ofrece dos planos: el del pícaro joven que vive las
aventuras y el del pícaro viejo que las narra.

La relación entre los dos planos presenta dos variantes básicas: el viejo pícaro se identifica con
las aventuras o las condena en parte o completamente. En ambos casos las objetiviza.

Además de estos dos planos existe el plano del autor. La relación con los otros dos planos
varía según las obras.

Análisis de Lazarillo

Es la obra prototipo del género.

Desproporciones en la extensión de los distintos capítulos. Pero nada garantiza que la división
en siete capítulos usada hoy sea la original.

Unidades narrativas que entran en la construcción de la novela, en vista de la conclusión de


ésta.

De una manera general podría llamarse novela ejemplar, ya que el sentido de los
acontecimientos narrados consiste en mostrar, sobre el ejemplo de Lázaro, lo penoso y
trabajoso que es el ascenso social de un pobre.

El camino ejemplar de Lazarillo está concebido como una síntesis irónica: por una parte se
desarrolla el proceso de ascenso social de Lázaro y por otra se produce el proceso de su
degradación moral. Ese es el precio que se paga por el ascenso social.

Primer unidad narrativa (tratado I, el ciego)

Esta llena de enseñanzas utilísimas y representa una fase importante en la evolución psíquica
de Lázaro.

1. El destino de su padre y padrasto le enseña que robar es muy peligroso.


2. Su hermanito negro se asusta al ver a su padre: los que ven defectos en los otros, no
son mejores ellos mismos.
3. Al estar al servicio del ciego lo primero que hace Lazarillo es darse cuenta de su
aislamiento y de la necesidad de cuidarse él mismo.
4. Los hombres son absolutamente egoístas y sin compasión alguna; por avaricia el ciego
dejaría a Lázaro morir de hambre.
5. La astucia es necesaria para la supervivencia.

El capítulo tiene una voluntad de composición interna que se enmarca en los dos golpes contra
la piedra, y la elección de episodios selectos, ejemplos de la astucia del ciego, que ilustran la
tesis expresada de antemano.
Segunda unidad narrativa (el cura de Maqueda)

El objetivo es confirmar que la avaricia y el egoísmo no fueron cualidades personales y


casuales del ciego, sino que son propios del género humano

La lección sobre el egoísmo continúa. No es solamente una confirmación de la primera sino


una gradación.

Entre los dos capítulos hay una relación antitética: egoísmo abierto–egoísmo oculto.

Los dos capítulos son necesarios. El caso del ciego necesita una confirmación para que sea
evidente que el egoísmo es verdaderamente una cualidad inherente a todos los hombres.

Tercer unidad narrativa (el escudero)

Enseña a Lázaro que la honra es cosa puramente exterior y despreciable, vanidad de


vanidades.

Que una cosa es la realidad y otra la apariencia.

Cuarta unidad narrativa (el buldero)

El engaño ingenioso del buldero enseña a Lázaro que sobre la apariencia es posible construir
una vida holgada, es decir, algo muy positivo.

Las dos unidades narrativas forman otra vez una pareja. La lección de la apariencia y la
realidad necesita una confirmación para que Lazarillo llegue a convencerse de su valor general.
Así el capítulo del buldero confirma el capítulo precedente

Otra vez una confirmación antitética: contra la apariencia que cubre una realidad negativa
demuestra que la apariencia facilita también cosas altamente positivas.

Desde el punto de vista del término de la carrera picaresca es evidente que ninguna de estas
parejas puede ser suprimida.

En la secuencia dada se conserva en primer lugar el paso de lo sencillo a lo más complicado. El


ciego y el cura basan sus lecciones sobre la necesidad física del hambre, mientras que en el
hidalgo y el buldero son sensiblemente más abstractas.

Desde el punto de vista psíquico parece que la secuencia es necesaria.

Gradación psicológica

 Las dos primeras unidades llevan a Lázaro a una actitud negativa o pasiva: le enseñan
lo que hay que evitar (robo) y lo que hay que aceptar como tal (egoísmo)
 Las siguientes dos unidades lleva a Lázaro a una actitud activa: al buldero es preciso
imitarlo.
Quinta unidad narrativa

La educación de Lázaro está terminada luego del servicio con el buldero. Por eso, cuando el
vicario le ofrece a su criada por esposa, y con ella su apoyo material. Lazarillo se da perfecta
cuenta de que tendrá que pagarlo con su honra. Y eso está dispuesto a hacerlo porque
aprendió con el hidalgo que la honra no tiene ningún valor ni sentido.

Bastará con fingir que no se da cuenta de su situación deshonrosa, que cree la apariencia de
un matrimonio honrado (aprendida la lección del Buldero) que cree una apariencia de honra.
Y por esta apariencia está dispuesto a batirse aunque la valentía no sea precisamente su
cualidad sobresaliente.

El ascenso social tiene tres fases

1. Lazarillo trabaja como aguador, al servicio del capellán


2. Sirve de ayudante (es ya hombre justicia) a un alguacil
3. Adquiere el oficio real y se casa.

Motivos anticipados

Aparecen en las fases iniciales de la narración y vuelven al final. (EJ)

1. Arrimarse a los buenos por parte de la madre: antítesis indiferencia–ironía.


2. El ciego predice irónicamente que el vino, al final, le traerá dicha; antítesis hipótesis
irónica–realidad.

Los motivos brevísimos de los capítulos cuarto y sexto tienen la función formal de ser
elementos de trabazón y también tienen su función en cuanto al contenido: señalan el fluir del
tiempo. Son expresión de la voluntad de composición, son expresión del paso del tiempo
novelado no del tiempo cronicado.

Lázaro tuvo nueve amos, el autor, narrador cuidadoso, elige y desarrolla solamente aquellos
episodios importantes en vista del final del libro. Los restantes episodios quedan reducidos a
breves menciones.

Composición del Lazarillo.

La narración de los destinos de Lázaro está, con toda evidencia concluida, terminada.

Lázaro no es un hilo gris que hilvana los episodios de la novela sino que está en el centro del
interés del autor, y los distintos episodios, aunque independientes entre sí, existen en función
de él, facilitan su evolución, son instrumentos del proceso que se está desarrollando en su
alma. Y desde este punto de vista no son independientes, sino que obedecen a un orden
riguroso.

La elección y la secuencia de los episodios en el Lazarillo es perfectamente lógica y sería


imposible cambiar algo en ella.

Se trata de una simple secuencia cronológica pero rigurosamente estructurada según el


principio de gradación.
En el Lazarillo hay un proceso. Tiene su punto de partida, sus etapas sucesivas cuidadosamente
ordenadas y su resultado, que no es sólo un fin formal, sino una culminación. Algo ha sucedido
en el curso de la narración: la situación final es muy diferente de la inicial y se ha llegado a ella
por una serie de peripecias exactamente definidas.

Este proceso tiene un aspecto cronológico y también una estructura de causalidad. La novela
presenta un personaje que degenera moralmente bajo el influjo de ciertas causas externas.
Estas causas actúan en secuencia temporal pero no fortuita, sino rigurosamente ordenada, en
el cual es imposible suprimir algo, no se puede cambiar nada, y es inútil agregar lo que sea.

La composición no se basa en la trabazón de los episodios sino en la evolución del


protagonista, centro de interés y eje de la concepción homogénea que es el Lazarillo.

La falta de trabazón de los episodios tiene causas históricas extra–literarias, de carácter


gnoseológico. Buscar las formas de la novela del siglo XIX y XX sería un anacronismo.

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