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ACRECIMIENTO Y SUSTITUCION DE LA HERENCIA.

El acrecimiento es considerado una institución, que puede ser calificado como una de las formas de adquirir
derechos herenciales. Este es presentado cuando es destinado a un mismo objeto, sea a dos o más asignatarios,
ahora bien por falta de uno de ellos su proporción o cuota se agrega a la proporción o ya sea porciones de los
otros.
Ahora bien, el acrecimiento no tiene lugar entre los asignatarios de diferentes partes o cuotas en que el
testador haya hecho una división del objeto asignado, ya que cada parte o cuota se considerará en tal caso,
como un objeto separado, y no habrá derecho de acrecer sino entre los coasignatarios de una misma parte o
cuota. De modo que, si se asigna un objeto a dos o más personas por iguales partes habrá derecho de acrecer.
El acrecimiento es una institución que puede calificarse como una de las formas de adquirir derechos
herenciales, al darse las circunstancias siguientes: hay dos o más asignatarios conjuntos de una misma cosa,
esto es, de una misma asignación, respecto a la cual no se han señalado partes o cuotas. Las dos o más
personas son asignatarios del todo y esto es lo que se denomina vocación solidaria entre los coasignatarios.
Ejemplo, dice un testador: dejo mi casa de la calle 100 a Pedro y a Juan. Estos son asignatarios conjuntos de
la misma cosa considerada en su totalidad, en virtud de una misma disposición testamentaria. El acrecimiento
se remonta en el derecho romano de la época de Justiniano (Jus adcrescendi). (Lombana, 2008)
Ejemplo: si Pedro fallece, se produce una especie de accesión en el derecho de Juan, puesto que la porción de
Pedro se agrega a la suya propia.
El artículo 1206 del código civil establece: Definición del derecho de acrecer
´´Destinado un mismo objeto a dos o más asignatarios, la porción de uno de ellos, que por falta de este se
junta a las porciones de los otros, se dice acrecer a ellas.´´
Con respecto a lo anterior y en otras palabras, el derecho de acrecer se da básicamente cuando la parte
correspondiente a quien falló en la herencia a la que estaba llamado junto a otros, se atribuye al resto de los
llamados a esa herencia o a esa parte concreta de la misma. En tal caso, se dice que la porción vacante acrece
a los demás.
Ejemplo: Sergio y Jorge son llamados por partes iguales a la herencia de Manuel, por algunas circunstancias
Sergio falla en la sucesión, por lo que la parte que le correspondía se dividirá proporcionalmente entre los
otros dos herederos restantes, según las reglas legales.
Las reglas legales sobre el acrecimiento tienen carácter dispositivo, el causante puede:
1) Eliminar el acrecimiento en aquellos casos en los que la ley lo establece.
2) Establecer su aplicación para casos en los que legalmente no proceda.
Límite: cuando se vulneran los derechos de los legitimarios.
El ámbito más característico del acrecimiento es la sucesión testada, sin embargo, un efecto similar se
produce igualmente:
a) En la sucesión intestada.
b) En cuanto a los derechos de los legitimarios.
El acrecimiento en la sucesión testada establece unos requisitos legales. De acuerdo con el art. 982 CC, son
requisitos legales para que tenga lugar el acrecimiento en la sucesión testada:

 El llamamiento conjunto: El art. 982.1° CC, dispone que para que tenga lugar el derecho de acrecer
en la sucesión testada es preciso "que dos o más personas sean llamados a una misma herencia, sin
especial designación de partes"
El art. 983 CC, aclara que "Se entenderá hecha la designación por partes sólo en el caso de que el haya
determinado expresamente una cuota para cada heredero"
 Hay derecho de acrecer, sea que se llame a los coasignatarios en una misma cláusula o en cláusulas
separadas de un mismo instrumento testamentario. Si el llamamiento se hace en dos instrumentos
distintos, el llamamiento anterior se presumirá revocado en toda la parte que no le fuere común con
el llamamiento posterior. (BARRERA, 2015)
Parece razonable entender que:
-Siempre que se instituya a los llamados por partes hay llamamiento conjunto (con iguales, independencia de
la forma en que se exprese esa igualdad).
-Si la institución es por partes desiguales, el acrecimiento debería ser excluido.

 la vacancia de porción.
Presupuesto el llamamiento conjunto, el acrecimiento se produce cuando uno de los llamados conjuntamente
falla en la sucesión, dejando así vacante la porción que le correspondería. Supuestos:
-Fallecimiento,
-Renuncia o incapacidad.
-Concebido que no llega a nacer.
-Etc.

 El caso de coasignatarios conjuntos:


Los coasignatarios conjuntos se reputan por una sola persona para concurrir con otros coasignatarios; y la
persona colectiva, formada por los primeros, no se entenderá faltar, sino cuando todos estos falten. Se
entienden por conjuntos los coasignatarios asociados por una expresión copulativa, como Pedro y Juan, o
comprendidos en una denominación colectiva, como los hijos de Pedro, ejemplos abonados por el artículo
1209 del Código Civil. (BARRERA, 2015)
Se define el artículo 1209 del cc: Coasignatarios conjuntos.
´´ Los coasignatarios conjuntos se reputarán por una sola persona para concurrir con otros coasignatarios; y la
persona colectiva, formada por los primeros, no se entenderá faltar, sino cuando todos estos faltaren.´´

 Repudio de cuota:
El coasignatario podrá conservar su propia porción y repudiar la que se le defiere por acrecimiento; pero no
puede repudiar la primera y aceptar la segunda. (BARRERA, 2015)

 Accesoriedad y exclusión:
a. La porción que acrece lleva todos sus gravámenes consigo, excepto los que suponen una calidad o aptitud
personal del coasignatario que falta.
b. El derecho de transmisión herencial excluye el derecho de acrecer.
c. Los asignatarios de usufructo, de uso, de habitación o de una pensión periódica, conservan el derecho de
acrecer, mientras gozan de dicho usufructo, uso, habitación o pensión; y ninguno de estos derechos se
extingue hasta que falte el último coasignatario. (BARRERA, 2015)
HISTORIA.
La figura del acrecimiento fue fundado por medio de dos principios del derecho romano los cuales fueron
continuidad de la personalidad del causante y que nadie podía morir donde una parte sea testada y la otra
intestada, provocando así la necesidad y la obligatoriedad del acrecimiento.
Este derecho en la sucesión surge como ese medio de interpretar la voluntad presunta del testador, si alguno
de los asignatarios no pudiera recibir su cuota y no dejaba a un descendiente que lo pudiera representar, su
voluntad se entendía que quería favorecer a los demás herederos, |era subsidiario al derecho de
representación. En roma cuando se presentaban varios coherederos (ius adscrescendi inter coheredes)
siempre que alguno de ellos no haya podido recoger la herencia (Heres deficiens) por haber premuerto o
repudiado sin dejar sustituto. En este evento su cuota caduca ipso jure (pars bonorum caduca) en beneficio de
aquellas personas a quienes la ley o el testamento (recuérdese que no hay sucesión mixta) los llamara
conjuntamente a recoger la herencia (coheredes a testatore vocari). Pero cuando el heredero pre fallecido
dejaba hijos, la solución dada no era uniforme; para unos prevalecía el acrecimiento sobre la representación y
aquel acrecimiento era libre de cargas y gravámenes, en tanto que para otros era preciso averiguar cuál era el
derecho superior, porque este determinaba si había representación (cuando era superior el derecho del
premuerto) o acrecimiento (cuando el derecho superior radicaba en algún coheredero). Finalmente, con
Justiniano se estableció que:
1°. El acrecimiento operaba a falta de un coheredero conjunto e inexistencia de trasmisión, sustitución y
representación (successio gradum).
2°. El acrecimiento comprendía todas las cargas y gravámenes y estaba en favor de los coherederos conjuntos
o de todos los herederos, según el llamamiento fuera conjunto o por separado.
3° El acrecimiento operaba de manera ipso jure en favor de tales personas. Por su lado, se entendió por
legado (legatum) como aquello que, a manera de ley, se establecía imperativamente en el testamento (después
se permitió crearlo en codicilos confirmados por testamento posterior) a cargo de herederos y en favor de
algún ciudadano romano, según la noción de Ulpiano (legatum est quod regís modo, id est, imperative
testamento relinquitur).
Sin embargo, la característica esencial o fundamental del legado no era el objeto como lo es hoy, sino su
efecto. En Roma el legado no engendraba en favor de su titular la calidad de heredero, y aquel podía tener
como objeto una cuota de la herencia o una cosa singular, a diferencia del concepto actual que limita el legado
a las asignaciones de cosas singulares. Su carácter formal permitió distinguir el legado del fideicomiso, pero
que posteriormente fueron unificados al tratársele como una especie de donación dejada por el difunto
(legatum itaque est donatio quaedam a de functio relicta). Podemos sintetizar la regulación legal de estos
legados, de la siguiente manera:
1º. Se adquiría con la muerte (dies cedens) y era exigible con la aceptación (dies veniens). Aquel momento
también determinaba la extensión del objeto (v.gr. un rebaño) y la posibilidad de trasmisión de la cosa legada,
a diferencia de la capacidad legataria, la cual se determinaba por el momento de la exigibilidad: de acuerdo
con esto el legado pertenecerá al amo o titular de la patria potestad, si en ese momento el legatario era esclavo
o hijo de familia, con excepción de aquel caso en que se tratara de un legado de usutructo en favor de un
esclavo que recobra la libertad después de la muerte del testador y antes de la adición de la herencia, caso en
el cual se debía el legado.
2º. Los legados eran de diversas clases, a saber:
a). Per vindicationem.- Aquel que trasmitía al legatario el dominio quiritario de la cosa legada desde el mismo
instante de su exigibilidad o cumplimiento de la condición, y, por lo tanto, generaba para el legatario la acción
reivindicatoria. Para esta adquisición se exigía (según los proculeyanos) la aceptación de cosa legada por el
legatario (antes de la aceptación había una res nullius), mientras que para otros (los sabinianos) el legado se
adquiría con la simple aceptación por parte de los herederos. Por último, si el legatario repudiaba, la cosa
legada la adquiría el heredero desde la adición.
b). Per damnationem. Es cuando se ordenaba, condenaba u obligaba al heredero a dar algo, de tal manera que
este adquiría para con legatario una obligación, cuyo incumplimiento le acarreaba la sanción del pago doble.
La cosa legada debía estar en el comercio, pero podían ser propias o ajenas, debiendo los herederos, en este
último caso (salvo error), adquirirlos para entregarlos al legatario o darle su valor.
c). Sinendi Modo. Era aquel legado que imponía al heredero la conducta de abstenerse, de no impedir u
oponerse, o mejor dicho, de permitir o tolerar que el legatario recogiera o se apropiara de la cosa legada, la
cual debía pertenecer al testador o al legatario. Posteriormente se le otorgó al legatario, en caso de
incumplimiento, el derecho a exigir la transferencia con sus respectivos frutos e intereses.
d). Per praeceptionem. Era aquel legado que se efectuaba a un heredero (heres instituti) con el objeto de
mejorarlo. La discusión sobre la imposibilidad (sostenida por los sabinianos) o posibilidad (reclamada por los
proculejanos) de que esta forma de legado fuera establecida en favor de extraños, fue eliminada por el senado
consulto neroniano en forma afirmativa, y que, además, autorizó el legado per vindicationem sobre cosas de
propiedad no quiritaria. Con la constitución de Constantino (año 339) se suprimieron las formalidades verbis,
pues solo bastaba la voluntad clara y exacta del testador; y posteriormente en época de Justiniano, se les dio
un tratamiento a las 4 especies de legados mencionados al admitir el ejercicio indiscriminado de las acciones
reivindicatoria, personal extestamento (particularmente para legados de crédito o de cosa ajena) e Hipotecaria.
3ª Los legados eran inválidos por las siguientes causas:
a). Cuando lo era desde un principio, pues el transcurso del tiempo no lo convalidaba (quod initio vitiosum
est, non potest tractu temporis convalescere).
b). Pertenencia de la cosa legada al legatario.
c) Objeto inexistente, v.gr. dejar un edificio cuando solo hay materiales, o un dinero inexistente.
d). Imposibilidad de existencia, v. gr. una servidumbre que no presta ninguna utilidad.
e). Establecimiento de legados en favor de esclavos o de hijos del heredero instituido, ya que implicaría una
obligación para consigo mismo. Con todo, estos legados fueron válidos (inicialmente para los sabinianos y
posteriormente por disposición de Justiniano) siempre que al cumplimiento de la condición impuesta el
legatario hubiese salido de la potestad dominica o patria potestad. Al respecto, señalamos que los legados
hechos a herederos se denominaban prelegados (praelegata). (pianetta, 2017, págs. 34,35,36)

TERMINOLOGIA EMPLEADA EN EL CRECIMIENTO.


Por motivos didácticos presentamos los términos que tienen importancia definitiva en la institución del
acrecimiento, de los cuales se remontan a la tradición romana y a los comentarios de los antiguos autores. En
ellos se encuentran las claves para averiguar si en determinado momento se ha dado el acrecimiento. Autores
como COLIN y CAPITANI encuentran estas distinciones hechas por los romanos como "absolutamente
razonables" Esto a pesar de que el Código de Napoleón se apartó un tanto de la tradición romana a este
respecto, en forma que los autores encuentran inexplicable 285.
La terminología -técnica- podría decirse, que gobierna el acrecimiento, es la que se sintetiza:
1. Asignatarios conjuntos dos o más personas llamadas a recoger una misma cosa.
2. Cosa: el objeto de la asignación. Es mejor hablar de asignación, en general.
3. Asignatarios conjuntos bajo la forma re et verbis. Esto hace referencia a una misma cosa (re), que fue
asignada por medio de una misma disposición. Verbis. Verbis significa palabras y, en general, disposición de
un testamento.
Por ejemplo, en la cláusula 3 dice el testador: dejo mi casa de la calle 100 a Pedro y a Juan. Como Pedro y
Juan son asignatarios conjuntos de una misma cosa y en virtud de una misma disposición testamentaria (la
cláusula 3), al faltar uno de ellos ocurre el acrecimiento a favor del otro.
4. Asignatarios conjuntos bajo la forma re tantum (re significa cosa y tantum, solamente). De esto se deduce:
se trata de una misma cosa, asignada por medio de dos disposiciones diferentes. O sea, son asignatarios
conjuntos re de una misma cosa, pero existen dos disposiciones testamentarias. Por ejemplo, en la cláusula 3
dice el testador: dejo mi casa de la calle 100 a pedro. Y más abajo, en la cláusula 7, dice: dejo mi casa de la
calle 100 a Juan. Si falta uno de los dos, hay acrecimiento (art.1208 del C. C.).
5. Asignatarios bajo la forma verbis tantum (verbis: signatarios en la disposición del testamento. Tantum:
solamente). Sería el caso: el testador asigna a dos o más personas la cosa calle 100 a Pedro y a Juan, a cada
uno la mitad. De lo anterior se deduce: son fracciones distintas de una cosa, fracciones destinadas a cada
legatario. Aquí no habrá acrecimiento. Más claro: la asignación está en las palabras (verbis), pero solamente
en ellas (tantum). No está en la cosa como un todo que se hubiera asignado a las dos personas. Esto porque a
cada persona se asigna la mitad.
6. Asignatarios conjuntos de una misma cosa, por iguales partes (art. 1207, in fine, del C. C.). En este caso
podrá haber acrecimiento. Razones: los asignatarios son conjuntos, el legado recae sobre una misma cosa (in
re), la disposición es la misma (verbis) Por ejemplo: dejo mi casa a Pedro y a Juan por iguales partes). Al
decir por iguales partes no se está fraccionando la asignación ni señalando cuotas diferentes para cada uno de
los asignatarios. Se indica solamente que esa asignación o legado que recae sobre una misma cosa y que se
asigna en una misma disposición testamentaria, es por iguales partes. Es simplemente una indicación del
procedimiento que se debe seguir cuando se distribuya la asignación. En este caso hay vocación a la
solidaridad.

REQUISITOS PARA QUE OPERE UN ACRECIMIENTO.


Lo comentado en el número precedente permite deducir fácilmente cuáles son los requisitos para que se
genere el acrecimiento. Desde el punto de vista del asignatario, este debe ser colectivo: que sean dos o más
personas. Se denominan asignatarios conjuntos. En lo relacionado con la asignación (la cosa asignada), es
necesario que el llamamiento se haga a cada una de esas personas pero que recaiga sobre una misma cosa. Si
este llamamiento se hace por medio de una sola cláusula del testamento, tenemos la asignación re et verbis
(Sobre una misma cosa y en virtud de una misma disposición). Es posible también que la asignación se haga
sobre una misma cosa, como en el caso anterior, pero acudiendo a cláusulas separadas. Será una asignación re
tantum (sobre la cosa solamente). En los dos casos antes mencionados puede haber acrecimiento.
Ejemplo: dejo mi casa a Pedro y a Juan. Y en la otra hipótesis, en la cláusula 3 del testamento, dice dejar la
casa a Pedro, y en la cláusula 7, dejársela a Juan. De todas maneras, debe tenerse en cuenta que si la
asignación se hace en dos disposiciones distintas, debe ser en el mismo testamento, porque si hay más de un
testamento, el último trae una revocación tácita de las disposiciones anteriores (art. 1208, inc2° del C. C.).Si
existen dos testamentos del mismo día, otorgados, obviamente, en horas diferentes, el de la última hora revoca
las disposiciones anteriores que fueren incompatibles con las disposiciones posteriores.
BAUDRY-LACANTINERIE da una idea muy clara con respecto a lo dicho anteriormente en este número. Es
necesario que la misma cosa sea legada "toda entera” a cada legatario. Que cada uno sea llamado, a lo menos
eventualmente, a recogerla en su totalidad. Tal es la vocación de solidaridad entre asignatarios:
Comprobación del concepto del autor citado, en el sentido de que un coasignatario conjunto tiene vocación
para recoger la cosa en su totalidad: basta recordar el ejemplo de la asignación conjunta hecha a Pedro y a
Juan re et verbis, el cual ejemplo su- pone que muere Pedro. Si esto ocurre, la cosa la recoge Juan en su
totalidad. (Cfr. Art. 1209 del C. C. y numeral 3 del No. 257, supra). Si la asignación es verbis tantum, esto es,
solamente entran en funcionamiento las palabras, las disposiciones testamentarias, pero no la misma cosa
como un todo, no puede haber acrecimiento. Por la razón de que son varias cosas o varias cuotas las que el
testador asigna (la mitad, una tercera parte, por ejemplo). La asignación de partes excluye la comunidad de
vocación y, por lo tanto, el acrecimiento En cambio, sí puede haber acrecimiento si la asignación de una cosa
se hace por iguales partes. En el número anterior se explicó suficientemente este tema.
El acrecimiento puede darse tanto en herencias como en legados Puede darse también, tanto en la sucesión
testada como en la intestada. Igualmente, en las sucesiones a título universal y en los legados.
VALENCIA ZEA expresa que antes se decía que la designación de porciones excluía el acrecimiento, pero la
doctrina actual no lo excluye, continúa el autor. Finalmente, es interesante el concepto según el cual el
acrecimiento es un fenómeno de accesión. Recuérdese la noción de accesión: el propietario de una cosa
adquiere la propiedad de todo lo que se une a ella. (Art. 713 del C. C.)

Las circunstancias legales imponen ciertas exigencias para su nacimiento:

 Se aplica en las sucesiones testamentarias.


 Una sola o misma asignación.
 Designación de pluralidad de asignatarios.
 Asignación de un llamamiento conjunto.
 Cuotas hereditarias no determinadas en el testamento.
 Falta algún asignatario conjunto.
 No haya el testador designado heredero sustituto.
 No lo haya prohibido el testador.
Las asignaciones conjuntas son aquellas en la que son nombrados varios asignatarios al mismo tiempo sobre
un mismo bien herencial.
Esta asignación conjunta se puede dar de tres maneras:
1. Verbal, cuando en varias hijuelas diferentes se adjudican a varios herederos inmuebles diferentes.
2. Real (art.1208 Del C.C.) Cuando en varias hijuelas diferentes se adjudica un mismo bien a unos mismos
herederos, sin designación de cuota alguna.
3. Conjunción Mixta, cuando en una misma hijuela se le adjudican a varios asignatarios un mismo bien.
La asignación ―conjunta‖ la define nuestra código civil en el art. 1209 del Código Civil, “Los coasignatarios
conjuntos se reputarán por una sola persona para concurrir con otros coasignatarios; y la persona colectiva,
formada por los primeros, no se entenderá faltar sino cuando todos estos faltaren. Se entenderán por
conjuntos los coasignatarios asociados por una expresión copulativa, como Pedro y Juan, o comprendidos en
una denominación colectiva, como los hijos de Pedro‖. Puede ser en varias formas como por V. gr.: ―Dejo el
inmueble tal a los hijos de Gabriel, o dejo mi vehículo a Hugo; Paco y Luis. No puede haber conflicto o
concurrencia entre el derecho acrecimiento con el derecho de representación, porque el primero ocurre en la
sucesión testada y el segundo en la intestada, y rige para los legitimarios. En cuanto a la mitad legitimaria
prima el derecho de representación respecto del acrecimiento.

CARACTERISTICAS DEL ACRECIMIENTO.


El acrecimiento tiene las siguientes características:

 Es Accesorio.
 Es Renunciable.
 Es Transferible.
 Exige que no se haya designado sustituto (art. 1222 del C.C.) Y
 Exige que no esté prohibido por el testador. (Art. 1214 del C.C.).
El efecto inmediato del acrecimiento es que se junta o agrega la cuota del que falte a las de los otros.
El Acrecimiento también se da en los casos de usufructo conjunto y a falta de uno de los usufructuarios. (Art.
1213 del C.C.).
La porción que acrece lleva consigo todos sus gravámenes consigo, excepto los que suponen una calidad o
aptitud personal del coasignatario que falta. (Art. 1211 del C.C.).
En cuanto a su limitación, el testador podrá, en todo caso, prohibir el acrecimiento‖. (Art. 1214 del C.C.).
EFECTOS DEL ACRECIMIENTO.
Los efectos del crecimiento de la sucesión testada:

 La parte que corresponde a los llamados que sí heredan se incrementa la proporción correspondiente
es decir se produce un nuevo cálculo de las cuotas hay pues una sola delación y una sola aceptación
que incluye ya dicho incremento de la cuota
 No hay dos delaciones, ni la posibilidad de aceptar, por ejemplo, la cuota que correspondió
inicialmente a uno de los llamados y rechazar el acrecimiento.
 Como se ha indicado, lo que tiene lugar es un nuevo cálculo de las cuotas, ahora entre los llamados
conjuntamente que si heredan.
Casos en los cuales falta el asignatario conjunto Se ha visto que uno de los presupuestos para que entre en
aplicación en el crecimiento es la falta de uno de los asignatarios conjuntos en el momento de la apertura de la
sucesión o, lo que es lo mismo, en el momento de la muerte del testador. Es claro que la primera circunstancia
que determina la falta es el fallecimiento de una de las personas que figuran en el llamamiento conjunto. Pero
tal fallecimiento debe ocurrir antes de morir el testador, no después, porque entonces se producirán otros
efectos, conforme se verá.
Es necesario entonces hablar de la pre muerte del asignatario. Habrá también falta del Asignatario en los
casos de indignidad, inhabilidad o renuncia a la asignación.
Se infiere de lo anterior que la porción del signatario conjunto que no puede o no quiere recibir, se agrega a la
porción del coheredero o el colegatario. Esto quiere decir, que es claro que al tratarse de asignatarios con
vocación solidaria la falta de un signatario da lugar al acaecimiento
Nos parece que otro hecho que permite afirmar que falta un asignatario, para los efectos que se comentan, es
el incumplimiento de la condición bajo la cual era llamado.
Ejemplo: dejo mi casa de calle 100 a Pedro y a Juan (dijo el testador), pero Juan deberá graduarse como
abogado a fines del año próximo, tal como lo ha prometido. Juan no cumple esta condición. Antes bien,
abandona los estudios. Pocos autores tienen en cuenta que él no cumplimiento de la condición, por frustrar la
vocación del asignatario, da lugar al crecimiento. Falta del signatario.
La transmisión y la sustitución, fenómenos que excluyen en el crecimiento:
La transmisión: En el caso de la transmisión hay que partir del supuesto según el cual el asignatario conjunto
muere con posterioridad al fallecimiento del testador. Si tal asignatario tiene herederos, no hay acrecimiento.
Este queda excluido. Ya lo dice con claridad el artículo 1212 del código civil: el heredero de transmisión
excluye el derecho de crecimiento.
La naturaleza de los dos derechos impide el crecimiento y realiza la transmisión.
El artículo 1014 del código civil, norma de obligatorio cumplimiento, dispone que cuando un heredero o
legatario fallece antes de haber aceptado repudiado la herencia o legado que se le ha diferido, transmite a sus
herederos el derecho de “aceptar dicha herencia o legado o repudiarlos, aun cuando fallezca sin saber que se
le ha deferido”.
Para evitar posibles confusiones es conveniente precisar: el asignatario conjunto, en el caso que se viene
comentando, sobrevive al testador. Por esta circunstancia se le defiere la asignación. Recuérdese que para
heredar es necesario desistir.
Luego que se le ha diferido la asignación, en el momento de morir el testador, el asignatario puede aceptarlo
repudiar la de acuerdo con la preceptiva conocida. Si no lo ha hecho por cualquier motivo, y fallece, transmite
a sus herederos esa opción de aceptar o repudiar ese derecho que será deferido.
La transmisión y la sustitución, fenómenos que excluyen en el crecimiento:
La transmisión: La sustitución es una institución que se estudiará en el capítulo siguiente. Por medio de ella
puede decirse, se nombra una especie de suplente al primer asignatario, para que ocupe su lugar si este falta.
Norma fundamental que debe tenerse en cuenta el artículo 1222 del código civil: “el derecho de transmisión
excluye al de sustitución y el de sustitución al de acrecimiento”.
De acuerdo con todo lo comentado, en el crecimiento supone la falta tanto de la transmisión como de la
sustitución. La presencia de una de estas instituciones le impide funcionar.
Es de absoluta lógica que si el testador ha dejado su casa a Pedro y a Juan, en el ejemplo que se trae, pero si
ustedes amén te ha dicho: si Pedro falta, el sustituto será Mario, prevalece la voluntad del testador. Porque
desaparecen a la vez las presunciones en las cuales se fundamenta la crecimiento, según se verá más adelante.
Hay una disposición clara del testador y no se requiere ninguna interpretación (in claris non fit interpretatio).
Existe un argumento más, traído por Meza Barros: si el testador ha designado un sustituto, no falta el
asignatario.

EL VERDADERO FUNDAMENTO DEL ACRECIMIENTO:


La doctrina recuerda con frecuencia que el verdadero fundamento del crecimiento se encuentra en la voluntad
del testador en sus intenciones. De aquí resultan las presunciones que llevan a pensar qué si un testador hizo
una de estas asignaciones examinadas, una asignación conjunta re et verbis.
Ejemplo, Su voluntad y su verdadera intención fue qué tal asignación quedar en el grupo escogido. (en el
grupo de los hijos de Juan, por ejemplo).
Al llamar el testador a varias personas a una misma cosa, sin expresar cuotas, ha querido que únicamente
dichas personas sucedan en tal cosa.
Volviendo al ejemplo (dejo mi casa a Pedro y a Juan), Debes sobre entenderse que si el testador hubiera
previsto la muerte de Pedro, su voluntad había sido que la casa quedar a Juan.
COLIN Y CAPITANT se pronuncia en forma no carente de interés: si el agradecimiento depende
esencialmente de las intenciones del testador, hubiera sido mejor atenerse idea muy simple, en lugar de
obligarse a resolver por anticipado el problema por textos precisos que, lejos de aclarar la cuestión, la
complican a veces extrañamente.
No se debe olvidar que el testamento es un acto o negocio jurídico y, como tal, es susceptible de
interpretación por el juez, quien sólo procederá a interpretarlo cuándo es que aparezca como necesarias.
Sin embargo, la institución milenaria del crecimiento está vigente el código civil colombiano y ninguna
interpretación podrá prescindir de los textos positivos que la consagran.

GRAVÁMENES Y CARGAS DEL ACRECIMIENTO:


Es comprensible que el bien objeto de la porción que crece puede soportar gravámenes, como sería una
garantía hipotecaria o una deuda por concepto de impuestos. El artículo 1211 del código civil prevé que los
mencionados gravámenes se transmiten con la cosa, la porción que crece lleva todos a sus gravámenes
consigo.
Haz una salvedad la ley: los que suponen una calidad de actitud personal, no se transmiten con la cosa.
Es válido el ejemplo del profesor Roberto Ramírez Fuentes. Dice el testador: mi casa para Pedro y Juan, con
la obligación para este de decorarla con frescos de su especialidad. De faltar a Juan, su cuota a crecerá a la de
Pedro como asignación pura y simple, concluye el autor.
Es claro que el coasignatario Pedro no tiene las actitudes de Juan y, por lo tanto, no podrá hacer la decoración
(ad impossibilia nemo tenetur).
EL CRECIMIENTO DE LAS SUCESIONES INTESTADAS:
El tratadista Arturo Valencia Zea, Dice que la crecimiento puede darse tanto en la sucesiones de estados como
en las intestadas, aunque la ley no lo dice. Pero qué y lícitamente la ley contempla el acrecimiento de la
sucesiones intestadas.
Cita ejemplos del autor: en el orden hereditario de los hijos, si alguno de ellos fallece antes de que el causante,
es desheredado, indigno o repudia, y si no es representado, su cuota acrece a los demás hijos.
Igual cosa ocurriría al fallecer uno de los ascendientes o uno de los hermanos, en los respectivos órdenes.
Creemos acertada la anterior tesis. El artículo 12 48 del código civil la respalda, por lo menos en lo referente a
la mitad legitimaría. Y seguido se justifica transcribir la norma:
“Si un Legitimario no lleva el todo o parte de su legítima, por incapacidad, indignidad o exheredación, o
porque la ha repudiado, y no tiene descendencia con derecho de representarle, dicho todo o parte se agregará a
la mitad legitimaría, y contribuirá a formar las legítimas rigorosas de los otros, Y la porción conyugal, en el
caso del artículo 1236, inciso 2”.“ volverán de la misma manera las deducciones que según el artículo 1234 se
hagan a la porción conyugal en el caso antes dicho“.

EL ACRECIMIENTO CUANDO SE TRATA DE DERECHOS DE USUFRUCTO, USO,


HABITACIÓN O PENSIÓN PERIÓDICA:
El artículo 1213 del código civil, norma bien clara, explica que el crecimiento se conserva entre los
asignatarios de ciertos derechos.
Dice así el texto legal: “Los signatarios de usufructo, de uso, de habitación o de una pensión periódica,
conservan el derecho de acrecer, mientras gozan de dicho usufructo, uso, habitación o pensión, y ninguno de
estos derechos se extingue hasta que falte el último coasignatario”.
Es convincente al respecto el criterio de Ramírez Fuentes; el aumento entre los mencionados, asignatarios no
es un acrecimiento de rigor jurídico. Tal aumento ocurre simplemente por la fuerza de la naturaleza especial
de estos derechos, que son de carácter personal y no susceptible de transmisión.

LA DIFERENCIA ENTRE EL CÓDIGO CIVIL COLOMBIANO Y EL CÓDIGO FRANCÉS SOBRE


EL ACRECIMIENTO:
Es interesante, nos parece, precisar en qué se apartó el código de Napoleón de las reglas referentes al
acrecimiento y en consecuencia, establecer cuál es la diferencia entre el código colombiano y el francés a este
respecto. Esto evitará confusiones al leer autores franceses.
El Código de Napoleón se apartó parcialmente de las reglas romanas, a pesar de que ellas se aplicaron durante
muchos años en el antiguo derecho francés.
En el artículo 1045 del código francés da cuenta de este cambio de las reglas romanas, conforme se explican
en forma muy breve.
En la hipótesis de la conjunción re tantum, subordina en el crecimiento esta condición: que la cosa legada no
sea susceptible de dividirse sin deterioro. Lo cual equivale a decir que la cosa ha de ser indivisible, conforme
lo observa Carrizosa pardo.
Esta solución es criticada, pues en tal hipótesis, dicen los autores, el acrecimiento, en pura razón, parece
imponerse más que en cualquiera otra.
Se buscaría en vano cuál buena razón ha empujado a los redactores del código a apartarse de aquí de la
solución romana. Entre la diferencia que existe entre los códigos francés y colombiano.

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