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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior


Universidad Nacional Experimental De Los Llanos Centrales ´´Rómulo Gallegos´´
Área: Ciencias Políticas Y Jurídicas.
San Juan De Los Morros
Estado Guárico.

LA PARTICIÓN DE LA
HERENCIA

Profesor: Abg. Cándida Utrera


Unidad Curricular: Derecho de Sucesiones
Bachilleres:
Rhona Morgado V-19221590
Norelbys Morales 19724941
Yommer Navas V-17062215
Flor Velásquez V-15710034
Wuilimer Gabazut V-20247573
4° año Sección 5 Fin de semana

Abril de 2021
Introducción

La herencia, en la doctrina del Derecho, es el acto jurídico mediante el cual


una persona que fallece transmite sus bienes, derechos y obligaciones (deudas) a
otra u otras personas, que en conjunto se denominan herederos. Dichos
herederos tienen el derecho de solicitar la partición de la herencia, y esta se inicia
con un inventario o relación de bienes seguido de una valoración o tasación de
esos bienes inventariados, para proceder a continuación a la fijación del activo
líquido. Esta fijación presupone la determinación del activo bruto, que implica la
disolución de la sociedad conyugal. En ese activo bruto habrá que tener en cuenta
lo referido a rentas, frutos, impensas y daños ocasionados por malicia o
negligencia; lo dispuesto sobre gastos de la partición, en relación con la carga real
perpetua o renta que grave alguna finca de la herencia, y sobre todo es necesario
no olvidarse de la posición de los acreedores.

Entonces se afirma que la partición de bienes es el complejo conjunto de


operaciones que tiene por objeto poner fin a la comunidad que recae sobre la
universidad jurídica de la herencia, reemplazando el derecho cuotativo, que cada
heredero tiene en el total, por bienes determinados que se adjudican a éste. Lo
tradicional en la disolución de la comunidad hereditaria es la partición de la
herencia indivisa, mediante ella se pone fin al complejo fenómeno hereditario que
tuvo su comienzo con la muerte del de cujus, y continuó con el llamamiento y
adquisición de la herencia por los herederos.

En la presente investigación se ahondara más sobre el tema que es de


suma importancia para la formación de nosotros como futuros abogados y que en
algún momento de nuestra carrera utilizaremos dichos conocimientos para
resolver los conflictos que se puedan presentar.
 LA HERENCIA

En sentido objetivo, de acuerdo con el autor Agustín Rojas, la herencia es


todo el patrimonio de un difunto, considerado como unidad que abarca y
comprende todas las relaciones jurídicas del causante susceptible de valoración
económica.

En sentido subjetivo la herencia es el derecho que tiene el heredero al


asumir tal condición sobre los bienes de su causante.

Dicho de otra forma, subjetivamente la herencia es la transmisión de los


bienes del causante a sus herederos.

Raúl Sojo Bianco expresa que en ese sentido LA HERENCIA


es “la sustitución de una persona por otra en la totalidad de las
relaciones jurídicas, sin que estas sufran alteración alguna, al punto
que parezca que ni siquiera el sujeto ha cambiado”

Para una mejor comprensión del concepto de la herencia, se debe dividir tal
como se mención anteriormente desde dos sentido, (objetivo-subjetivo), el primero
como una relación, es decir, (difunto y patrimonio) la cual es susceptibles de
valoración económica, y el segundo, el derecho que tienen el heredero,
sustituciones de personas las cuales la ley capacita para asumir el patrimonio de
un difunto. Es importante destacar que la partición de la herencia es un acto
concreto de repartir los bienes hereditarios, el resultado de la sucesión. Es
necesario diferenciar conceptos jurídicos importantes los cuales se deben
consolidar para una mejor comprensión del tema, tal es el caso:

 Herencia ab intestato: Al que le corresponde heredar por causa de Ley.


 Herencia testamentaria: Al que le corresponde heredar por testamento.
 Sucesor: Es la persona llamada a heredar; sea por ley (ab intestato) o
testamentaria (disposición del causante – de cujus – a través de
testamento) o a través de legados.
 Heredero: Es un grado más que asume la persona en relación con el
calificativo de sucesor: La diferencia fundamental entre sucesor y heredero
la constituye la aceptación de la herencia o del legado.

Se hablara de sucesor mientras la herencia no haya sido aceptada por los


herederos o legatarios.

 LA PARTICIÓN DE LA HERENCIA

El artículo 1.066 de nuestro Código Civil establece lo siguiente:


Puede encargarse a otra persona la simple facultad de hacer
la partición de los bienes que alguien deje a su fallecimiento,
con tal de que no sea a uno de los coherederos. Esta
facultad deberá darse en testamento o en instrumento
público.

Entonces se dice que la partición es la forma de poner fin a la indivisión en


la herencia de modo que las cuotas de cada coheredero se transformen en partes
materiales concretas.
La regla general de poner fin al estado de indivisión tiene tres excepciones:
A. Cuando se ha convenido en permanecer en comunidad por un tiempo
determinado, que no puede ser superior a cinco años (Art. 768 C.C)
B. Cuando el testador prohíbe la partición de la herencia hasta un año
después que hayan llegado a ña mayor edad los menores (Art. 1.067 C.C).
C. Cuando los acreedores hereditarios se oponen a que se efectué la partición
de la herencia hasta que se les pague o afiance (Art. 1081 C.C).

Entonces más concretamente puede decirse que la partición de la herencia


es el reparto de los bienes o la herencia de una persona fallecida entre sus
herederos. Es decir, cuando hablamos de partición de la herencia hablamos de la
parte que a cada heredero corresponde de los bienes de un fallecido que les
contempla como tal o bien que por derechos de algún tipo tiene por herederos.
Naturalmente, en la mayoría de los casos dichos herederos lo son por vínculos
naturales. Sin embargo, también hay otros herederos incluidos tácitamente en un
testamento por un fallecido.

Así pues, también debemos añadir que la cuestión de la partición de la


herencia debe contar con herederos que a su vez acepten recibir los bienes de
aquél. Y es que algunos herederos renuncian a su herencia. Se debe a que, para
terminar de aclarar el concepto de partición de la herencia hay que decir que una
herencia incluye no sólo sus bienes, legados y derechos sino también sus
obligaciones y deudas.

 Especies
Según haya acuerdo o no entre los coherederos, puede ser amistosa o
judicial.
o Partición Amistosa: si es amistosa el partidor la presenta a los coparticipes
para su revisión y bastará el consenso, se realiza mediante contrato firmado
y registrado para que tenga validez frente a terceros, puede encargarse a
otra persona la simple facultad de hacer la partición de los bienes dejados
por el de cujus, con tal de que no sea uno de los herederos, de conformidad
con el mencionado artículo 1.066 del Código Civil. Si hubiera incapaces
será necesaria la aprobación del tribunal para que esta quede sellada,
como lo señala el artículo 1.078 ejusdem.
o Partición Judicial: "La partición judicial está regulada en el CC. (Artículos
1.070-1.082) y el CPC. (Artículos 777 al 788 ambos inclusive) y procede en
los siguientes casos:

1. Cuando los coherederos no puedan acordarse para practicar la partición


amistosa (Artículo

1.069 del CC.).

2. Cuando terceros, fundándose en un interés jurídico, se opongan a que se haga


la partición, hasta tanto no se les pague o afiance (Artículos 1.081 del CC. y Arts.
775-776 del CPC.).

En algunas legislaciones extranjeras, por disposición expresa de la ley,


procede necesariamente la partición judicial, cuando entre los copartícipes, figuren
menores de edad, incluso emancipados o incapacitados, ausentes, cuya
existencia sea incierta, o incluso cuando no se encuentren representados algunos
no presentes.

Nuestra legislación no contiene una disposición similar, no obstante,


podemos señalar que en estos casos la partición es judicial en el sentido de que
interviene el Juez, primero autorizando para que se lleve a cabo la partición y
posteriormente aprobándolo previo detenido examen para que ésta quede sellada
(Artículos 1.078 del CC. y 785 del CPC.) pero aun así, la partición continúa siendo
amistosa debido a que no existe controversia, por tanto, constituye un caso de
jurisdicción voluntaria o graciosa.

3. También procede la partición aun cuando uno de los coherederos haya


gozado separadamente de una parte de la herencia, a menos que haya habido
una posesión suficiente para la prescripción, cuando haya lugar a ésta. (Art. 1.068
del CC.), lo que ocurrirá cuando un coheredero haya comenzado a poseer pública
e inequívocamente como exclusivo propietario aquellos bienes y haya continuado
y haya continuado así por el periodo de prescripción (Art. 1977 del CC.). Sin
embargo, hay quienes opinan que no basta con la posesión suficiente para alegar
la prescripción, sino que exige además que el coheredero poseedor haya hecho
oposición contra el derecho de los copropietarios y éstos hayan permanecido en
calma durante el periodo prescripcib onal. El artículo 1.070 del CC dispone que:

“Cada uno de los coherederos puede pedir en especie su parte de bienes


muebles o inmuebles de la herencia, sin embargo, si hubiere acreedores
que hayan embargado los muebles o que se opusieren a ello, o si la
mayoría de los coherederos juzgare necesaria la venta para el pago de las
deudas y cargas de la herencia, los muebles se venderán en pública
subasta. En todo caso el mueblaje y otros enseres de uso inmediato y
personal del cónyuge del de cujus se considerarán como bienes propios de
éste y no se incluirán en el acervo hereditario”.

 CARACTERES:

a) es obligatoria y puede ser pedida en cualquier momento por los interesados,


salvo la hipótesis de postergación temporaria que se estudiaran en seguida.

B) es declarativa y no atributiva de derechos; la ley supone que los bienes


asignados a cada heredero han sido de propiedad exclusiva de este desde el
momento mismo de la muerte de causante; que los ha recibido de este y no de
sus coherederos. Del mismo modo, se supone que nunca ha tenido derechos
sobre los bienes que han sido asignados a los demás.

C) el derecho de pedirla es imprescriptible mientras dure el estado de indivisión;


pero es susceptible de prescripción cuando la indivisión ha cesado de hecho,
porque alguno de los herederos, obrando como único dueño, ha comenzado a
poseerla de una manera exclusiva.

 NATURALEZA

  Su naturaleza jurídica ha sido muy discutida, destacando fundamentalmente


dos posturas: la atributiva y la declarativa. La primera señala que la partición
supone un trueque de partes indivisas pertenecientes a los coherederos, para
conseguir la finalidad de concretar cada bien en un heredero, con lo el
adjudicatario adquiere tanto del causante de la herencia, como de los demás
coherederos (en cuanto a sus cuotas). Por otro lado, la teoría de la Naturaleza
Declarativa supone que la partición no hay transmisión de nada, sino una
concreción de una particular situación anterior, recibiendo el adjudicatario
solamente del causante, ya que se considera que los bienes que le correspondan
han sido propiedad exclusiva de éste desde el momento de la apertura de la
sucesión, retroactivamente, por tanto.

Si bien ambas teorías cuentan con apoyo, la teoría más seguida en la


actualidad parece centrarse no en esas características que señalan aquellas dos,
sino en que la partición cambia el derecho sobre la totalidad por otro que se
concreta sobre los bienes determinados, cambia lo abstracto por concreto (teoría
determinativa y especificativa de derechos).

 PROCEDIMIENTO DE PARTICIÓN DE LA HERENCIA

En el procedimiento se distingue dos etapas: la primera es la contradictoria


en la cual se resuelve sobre el derecho de partición y la contradicción relativa al
dominio común respecto de alguno de los bienes a partir; la segunda, etapa
ejecutiva, la cual comenzara con la sentencia que ponga fin a la primera etapa del
proceso de partición y emplace a las partes para el nombramiento del partido.

1) Competencia del Tribunal: para todos los efectos jurídicos derivados de la


sucesión, el tribunal competente es el de primera instancia en lo civil del último
domicilio del causante.

2) Si entre los demandados hay un niño o adolecente (y solo en ese caso), el


competente será el tribunal de Protección del Niño, Niña y Adolescente (art. 177,
parágrafo segundo, literal c de la LOPNA).

Si dentro del patrimonio hereditario se encuentra bienes rurales, el competente es


el Juez Agrario.

Si un bien inmueble es en parte agrario y en parte urbano, la competencia la


determinara la actividad o naturaleza predominante.

 PARTICIÓN JUDICIAL:

El proceso de partición judicial de la herencia tiene 3 fases o partes:

1) Determinación del haber hereditario: En este momento procesal se determina


qué bienes son los que se deben heredar por formar parte del patrimonio del
fallecido. Mientras que existen bienes que incuestionablemente forman parte de la
herencia y son conocidos por todos (como los bienes inmuebles), otros sin
embargo pueden ser de más difícil valoración o prueba (dinero en metálico, bienes
inmuebles no registrados, bienes o valores radicados en el extranjero).

2) Avalúo de los bienes: una vez que se conocen los bienes que forman parte de
la herencia, para poder proceder a su adjudicación cumpliendo con las cuotas
establecidas por el causante en su testamento o bien, las cuotas determinadas por
el Código Civil para la sucesión ab intestato, los bienes tienen que ser valorados.
Si las partes no se ponen de acuerdo sobre el valor de alguno o algunos de los
bienes, el juez designara un perito judicial que determine el valor de aquellos
bienes que sean controvertidos.

3) Adjudicación de bienes: a la vista de los valores obtenidos para los bienes que
forman parte de la herencia, los herederos propondrán y el juez acordará una
partición de la herencia que cumpla con los porcentajes legales o testamentarios
que deban ser respetados en la partición.

En este caso, cuando los bienes sean de imposible reparto, cabe que el
juez acuerde una adjudicación por partes indivisas, debiendo los herederos acudir
posteriormente a un juicio de división de cosa común en el que se venderían en
subasta los bienes, o bien liquidar los bienes conflictivos, sacándolos a subasta y
repartiendo el dinero obtenido por la venta de los mismos y terminando así con la
comunidad de herederos.

Como es normal en cualquier punto de la tramitación del proceso, los herederos


pueden acordar una partición que satisfaga sus intereses, presentándolo al juez
para su homologación.

 EFECTOS DE LA PARTICIÓN

El efecto fundamental de la partición de la herencia es que cada coheredero


sea reputado como sucesor exclusivo e inmediato de todos los bienes que
integran su cuota, concluida la partición, se entregaran a cada uno de los
coparticipes los documentos relativos a los bienes y derechos que se le hayan
adjudicado. (Art. 1.080 C.C)

El acto particional puede incidir hacia dentro, hacia la propia composición


hereditaria, diciéndose en tal caso que, respecto a los herederos, posee una
eficacia interna; pero también mira hacia fuera, hacia las relaciones jurídicas que
vinculan a los sucesores mortis causa con terceros, y esta es la llamada eficacia
externa de la partición.

La eficacia interna de la partición se manifiesta en que:

La partición pone fin a la comunidad hereditaria y ello implica una


concreción de las cuotas de cada uno de los herederos en relación con la voluntad
dispositiva del causante, mediante la atribución a cada uno de ellos de bienes
singulares o porciones indivisas de bienes, con lo que la finitud de la comunidad
hereditaria puede dar lugar al nacimiento de tantas comunidades sobre bienes
como cuotas indivisas se hayan adjudicado.

Entre los herederos la atribución de bienes concretos con motivo de la


partición plantea la necesidad de que, en principio, cada coheredero deba
responder recíproca y proporcionalmente de la obligación de sanear por evicción.
La responsabilidad por evicción tiene por base el principio de equidad y justicia
distributiva en el plano sucesorio, debiendo reconducirse a las normas que sobre
el saneamiento por evicción en la compraventa. Esta responsabilidad es válida
extenderla al supuesto de vicios o defectos ocultos del bien, caso en que
procedería igualmente el saneamiento.

La eficacia externa de la partición se pone de manifiesto en que:

Los herederos una vez hecha la partición de la herencia, son responsables


mancomunadamente de las deudas de la sucesión frente a los acreedores de la
herencia. La mancomunidad de las relaciones jurídicas obligatorias es
consecuencia de la extinción de la situación de comunidad hereditaria. La
conversión del derecho hereditario en abstracto en derecho hereditario en
concreto supone una paralela concreción de la responsabilidad por deudas
subsiguientes a la partición, hasta el valor de las respectivas cuotas
(responsabilidad intra vires hereditatis).

 LA RESCISIÓN EN MATERIA DE PARTICIÓN

El Artículo 1.120 del Código Civil establece que: Las particiones pueden
rescindirse por las mismas causas que dan lugar a la rescisión de los
contratos. Puede también haber lugar a la rescisión, cuando uno de los
coherederos ha padecido lesión que exceda del cuarto de su parte en la
partición. La simple omisión de un objeto de la herencia, no da lugar a la
acción de rescisión, sino a una partición suplementaria.

Cierto que ningún coheredero está obligado a permanecer en la indivisión


hereditaria y, en cualquier momento, puede ejercitar la activo familia es circunda y
separar, dividir y repartir la cosa común entre el resto de los coherederos. Esta
división y posterior repartimiento debe producirse con la intervención de todos los
interesados; por consiguiente, si alguno no es llamado a participar en el acto y, por
demás, no se le asigna lo que en Derecho le corresponda, se entiende que se ha
preterido en la adjudicación.

La preterición que, en el terreno de la sucesión testamentaria, se relaciona


comúnmente con la presencia de herederos forzosos, tiene cabida, de igual forma,
en sede de partición hereditaria. Preterir significa olvidar, un olvido con
trascendencia económica o patrimonial. A este olvido se le impone la sanción de
rescisión al adjudicatario que ha adquirido la titularidad de un bien común,
desentendiéndose del legítimo derecho que le asiste al resto de los coherederos.
La acción de rescisión, en este sentido, representa como una sanción que
propende a la ineficacia del negocio jurídico de partición, para reparar un perjuicio
económico que se ha producido.

La rescisión de la partición conduce el cese de una eficacia precedente, la


partición rescindida no abandona su primitivo carácter de válida, solo que, en
virtud de la facultad concedida en la ley y a solicitud de la parte interesada (el
heredero que ha sufrido el perjuicio económico o sus herederos o causahabientes
en caso de fallecimiento de aquel) se hace cesar su originaria eficacia, en atención
a los perjuicios económicos generados. La acción de rescisión de la partición es
una de las acciones de última fila, subsidiaria, que se ejercita cuando no existe
otro recurso legal para reparar el equilibrio quebrantado. Su esencia no la hace
devenir imprescriptible.
Es importante señalar, a su vez, que la rescisión de la partición no conduce
a la ineficacia de los negocios jurídicos subsiguientes a la partición rescindida,
porque han sido celebrados en atención a una real validez y no a una mera
apariencia de ella, como ocurre con la nulidad. De este modo, no cabe su ejercicio
contra un tercero que haya adquirido de buena fe del heredero adjudicatario algún
o algunos de los bienes pertenecientes al caudal hereditario.

Por tres causas se rescinden las particiones: violencia, dolo y lesión en más
de un cuarto. Solo en materia de partición admite nuestro Código la rescisión por
lesión. Las dos primeras son comunes a todas las convenciones, pues vician el
consentimiento; la última es, como decimos, especial de los actos antedichos. El
error no es causa de anulación en las particiones cuando se refiere a las cosas o
cantidades que son objeto de ellas, porque entonces equivale a la lesión. Pero, sí
lo sería contrayéndose a la persona como si pensando partir la herencia con julio
que es el heredero, se partiese con cayo que no lo es; o cuando hubiese error de
derecho, como si creyendo el descendiente heredero que un colateral tiene
derecho concurrente en la herencia, celebra con él la partición de los bienes, o le
reconoce derechos hereditarios.

Supongamos que en una partición de 100.000 bolívares entre cinco


personas, cuatro de ellas resultaron después de perfeccionado el acto con la
cuarta parte menos de su haber, es decir, que debiendo recibir cada uno 20.000
no le fueron adjudicados sino 15.000, por lo que el otro heredero obtuvo 45.000.
Esa partición no podría ser impugnada por lesión, y no quedaría a los perjudicados
sino la acción de dolo, caso de que les fuese posible probar que hubo engaño.
Estas causas de rescisión son independientes de la nulidad propiamente dicha, y
de las que producen la inexistencia de la partición. Será sin duda nula la partición
hecha, por personas que no habían sido llamadas a la herencia, que renunciaron o
fueron excluidas por indignas, y se juzgara inexistente la que se verifico en la
suposición de que había muerto el de cujus. Las efectuadas por personas
incapaces para contratar serán anulables únicamente por ellas, asimismo las
practicadas sin observarse las formalidades establecidas en garantía de sus
personas.

Los artículos 1.121 y siguientes del Código Civil establecen lo siguiente:

La acción de rescisión se da contra todo acto que tenga por objeto


hacer cesar entre los coherederos la comunidad de los bienes de la
herencia, aun cuando se lo califique de venta, de permuta, de
transacción o de cualquiera otra manera.

La acción de rescisión no será procedente contra la transacción


celebrada después de la partición, o acto que la supla, sobre
dificultades reales que haya presentado el primer acto, aunque no
se haya intentado ningún juicio sobre el asunto.
Artículo 1.122.- Esta acción no se admite contra la venta del
derecho hereditario hecha sin fraude a uno de los herederos a su
riesgo, por uno o más coherederos

Artículo 1.123.- Para averiguar si ha habido lesión, se procede a la


estimación de los objetos, según su estado y valor en la época de
la partición.

Artículo 1.124.- El demandado por rescisión puede detener el curso


de la acción e impedir una nueva partición, dando al demandante el
suplemento de su porción hereditaria en dinero o en especie.

Artículo 1.125.- El coheredero que ha enajenado su haber en todo


o en parte, no tiene derecho a intentar la acción de rescisión por
dolo o violencia, si la enajenación se ha verificado después de
haber conocido el dolo, o después de haber cesado la violencia

La acción de partición no prescribe, por cuanto el comunero no pierde el


derecho a solicitarla en cualquier tiempo. Sin embargo, el tiempo, unido a los
demás requisitos de ley, puede beneficiar al heredero que alegue a su favor
prescripción adquisitiva. Al efecto prevé el artículo 1068: «La partición procede
aunque uno de los coherederos haya gozado separadamente de una parte de la
herencia a menos que haya habido una posesión suficiente para la prescripción,
cuando haya lugar a ésta».

Según indicamos, por disposición expresa del artículo 1169 del Código
Civil, a falta de partición amigable la partición hereditaria se rige por las normas de
los artículos 1070 siguientes. Según las cuales cada coheredero puede pedir en
especie su parte de bienes muebles o inmuebles de la herencia salvo que fuere
necesaria otra disposición de los muebles y considerando que algunos de éstos
pertenecen al cónyuge del de cujus, como el mueblaje y enseres de uso personal.
Los inmuebles no susceptibles de división serán objeto de subasta pública.
A falta de acuerdo entre coherederos las condiciones de venta serán fijadas por el
juez. Se respetarán las reglas relativas a la colación de donaciones y de deudas y
de no hacerse en especie debe adjudicarse en función de la misma naturaleza y
calidad.
Conclusión

En conclusión podemos decir que La comunidad hereditaria acaba, como


toda comunidad, por la división de su activo. Partir es dividir, y dividir es repartir.
En consecuencia, partir es repartir. Jurídicamente, partir significa también liquidar,
distribuir o adjudicar. La partición es el acto de separar, dividir y repartir los bienes
que forman parte de una herencia entre los sucesores. Partir es el acto por medio
del cual cesa el estado de comunidad o de indivisión, mediante la adjudicación de
derechos singulares o particulares a cada uno de los que fueron copartícipes.

A pesar de ser un acto necesario para la culminación del proceso sucesorio no


es en muchos casos el fin de los conflictos familiares, sino, al contrario, el
comienzo de otros nuevos. El sentirse perjudicado por los bienes que a un
heredero le han tocado en comparación con el de otro u otros, el incumplimiento
de algún presupuesto legal o la omisión de algunos bienes en la misma, son los
conflictos más frecuentes y lo que debiera ser un nuevo comienzo, no es sino el
catalizador para que muchas rencillas acumuladas terminen finalmente por
eclosionar. Estos conflictos tienen una dimensión económica pero también
emotiva y personal y por ello la gestión profesional de un abogado en estas
situaciones exige, además de un alto nivel de comprensión y escucha activa para
con su cliente, firmeza y honestidad a la hora de transmitir las posibilidades reales
de ejercitar una acción judicial con éxito para evitar así pleitos dolorosos y gastos
innecesarios: no todo heredero agraviado tiene la razón de su lado al menos la
legal. En la partición de herencias, el supuesto más frecuente es el de un heredero
perjudicado al habérsele adjudicado unos bienes por un valor muy superior al que
realmente tienen o porque a otro u otros se la han dado bienes por un valor muy
inferior al que realmente tienen. Para ejercitar la acción, el heredero perjudicado
deberá demandar al resto de herederos, aunque no hayan sido favorecidos ni
perjudicados. El plazo para interponer la acción es de cuatro años y no prosperará
si el heredero demandante hubiese enajenado la totalidad o una parte
considerable de los bienes inmuebles adjudicados.
Referencias bibliográficas

 CALVO BACCA, Emilio: Código Civil Venezolano, Caracas - Venezuela,


Ediciones Libra, Octava Edición, 2002, 1235 págs.

 MICROSOFT: Biblioteca Virtual de Consulta Encarta, Barcelona-España


2003.

 OSORIO, Manuel: Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y


Sociales, Buenos Aires-República Argentina, Editorial Heliasta, S/D, 797
págs.

 REPÚBLICA DE VENEZUELA, CONGRESO NACIONAL: Código Civil de


Venezuela 1.982, Caracas-Venezuela, Editores y Distribuidores Escolar,
S.A., 468 págs.

 Rojas, Agustin, R. Derecho Herditario Venezolano. Págs 732-734. Paredes


Editores. Caracas-Venezuela.
694
Anexo

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