Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
FRANCISCO DE ASÍS.
TEMPLO DE SAN FRANCISCO, SAN LUIS DE LA PAZ, GUANAJUATO, MÉXICO.
MONICIÓN DE ENTRADA.
MONITOR: En el nombre del Señor Jesús. En el año de su encarnación 1226, el
padre y hermano nuestro, Francisco, regresó al Señor en la primera hora de la
noche que precede al 4 de octubre, cumplidos veinte años desde que se adhirió con
toda su perfección a Cristo. Libre de las cadenas de la vida mortal, pasó felizmente
al Padre.
CANTO DE ENTRADA.
Seráfico Francisco;
de Asís claro ornamento,
tu vivo amor mi acento
pregone por doquier.
SALUDO DEL PRESIDENTE: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu
Santo.
TODOS: Amén
HIMNO DE VÍSPERAS:
Amén.
SALMO 111:
Dichoso quien teme al Señor,
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.
Amén.
Amén.
EVANGELIO.
PRESIDENTE: Proclamación del Evangelio según San Juan (Jn 13, 1-17).
Sabiendo Jesús que había llegado la hora de su tránsito de este mundo al Padre, y
habiendo amado a los suyos que vivían en el mundo, los amó hasta el fin. Y así,
acabada la cena, cuando ya el diablo había sugerido en el corazón de Judas, hijo
de Simón Iscariote, el designio de entregarle, Jesús que sabía que el Padre le había
puesto todas las cosas en sus manos, y que, como era venido de Dios, a Dios volvía,
se levantó de la mesa y se quitó los vestidos, y habiendo tomado una talla se la
ciñó. Echó después agua en un lebrillo, y se puso a lavar los pies de sus discípulos
y a limpiarlos con la toalla que se había ceñido. Viene, pues, a Simón Pedro, y Pedro
le dice: ¡Señor!, ¿Tú lavarme a mí los pies? Jesús le dijo: lo que Yo hago, tú no lo
entiendes ahora, lo entenderás después. Dijo Pedro: Jamás me lavarás Tú a mí los
pies. Le respondió Jesús: Si Yo no te lavo, no tendrás parte conmigo. Dijo Simón
Pedro: Señor, no solamente mis pies, sino las manos también y la cabeza. Jesús le
dijo: el que acaba de lavarse no necesita lavarse más que los pies, estando, como
está, limpio todo lo demás. Y ustedes limpios ya están, aunque no todos. Pues como
sabía quién era el que le había de traicionar, por eso dijo: no todos están limpios.
Después de haberles lavado los pies y tomar otra vez su vestido, puesto de nuevo
a la mesa, les dijo: ¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me
llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si Yo, que soy el Maestro
y Señor, les he lavado los pies, deben pues, lavarse los pies los unos a los otros.
Porque ejemplo les he dado para que, pensando lo que Yo he hecho con ustedes,
así lo hagan también. En verdad les digo, que no es el siervo más que su amo, ni
tampoco el enviado mayor que aquel que lo envió. Y añadió, si comprenden estas
cosas serán bienaventurados cuando las practiquen.
SE DICE HOMILÍA.
PRESIDENTE: Oremos:
Señor, Dios Misericordioso y salvador, que nos congregas en torno a tu Hijo
Jesucristo, Pan Vivo bajado del cielo y Pan de vida eterna, dígnate bendecir estos
panes que te presentamos unidos en amor fraterno y en memoria de la vida y
enseñanza de tu siervo san Francisco, para que sea digno de nuestra comunión
contigo, sostenida por la vida y los ejemplo de tu Hijo Jesucristo y guiada por la
inspiración que diste a nuestro Seráfico Padre. Por Jesucristo Nuestro Señor,
TODOS: Amén.
NARRADOR: Así que los pocos instantes que faltaban para su tránsito, los empleó
en la alabanza, animando a sus amadísimos hermanos a alabar con él a Cristo.
Conociendo que la muerte estaba muy cercana, llamó a dos hermanos e hijos suyos
preferidos y les mandó que, espiritualmente gozosos, cantaran en alta voz las
alabanzas del Señor por la muerte que se avecinaba, o más bien, por la vida que
era tan inminente. Invitaba también a todas las criaturas a alabar a Dios, y con unas
estrofas que había compuesto anteriormente exhortaba a amar a Dios. Aun a la
muerte misma terrible y antipática para todos, exhortaba a la alabanza, y saliendo
con gozo a su encuentro, la invitaba a hospedarse en su casa. Bienvenida sea –
decía - mi hermana muerte.
MONITOR: Acogiendo hermanos, esta invitación de nuestro Padre san Francisco,
entonemos todos juntos el Cántico del Hermano Sol. Todos de pie para alabar al
Señor (Se semi entona el cántico)
ANTÍFONA 3: ¡Oh santísima alma, a cuyo tránsito acuden los beatos del cielo y
exultan los coros de los ángeles; y la Trinidad gloriosa te invita diciendo: permanece
con nosotros para siempre!
SALMO 141:
A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor.
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.
Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre.
Me rodearán los justos,
cuando me devuelvas tu favor.
Amén.
NARRADOR: Llegó por fin la hora, y, cumplidos en él todos los misterios de Cristo,
voló felizmente a Dios. Se desprendió de la carne aquella alma santísima y el cuerpo
se durmió en el Señor. Es un sentimiento filial participar de su gozo, porque él no
está muerto, sino que partió hacia la patria del cielo.
(Todos oran en silencio, mientras es incensada la imagen por el Presidente.
Mientras es incensada la imagen se canta la antífona siguiente: Después el
Presidente se dirige a la sede).
ANTÍFONA 3: ¡Oh santísima alma, a cuyo tránsito acuden los beatos del cielo y
exultan los coros de los ángeles; y la Trinidad gloriosa te invita diciendo: permanece
con nosotros para siempre!
ANTÍFONA 4: Loado y bendito seas Tú, Señor Dios Nuestro, que nos has confiado
a nosotros, indignos, tan precioso depósito. Gloria y alabanza a Ti Trinidad Inefable.
A ti Padre Francisco, dignísimo, te bendecimos. A Ti a quien bendijo el Altísimo.
Que es siempre Dios bendito sobre todas las cosas.
MAGNIFICAT.
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador,
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Amén.
ANTÍFONA 4: Loado y bendito seas Tú, Señor Dios Nuestro, que nos has confiado
a nosotros, indignos, tan precioso depósito. Gloria y alabanza a Ti Trinidad Inefable.
A ti Padre Francisco, dignísimo. bendecimos. A Ti a quien bendijo el Altísimo. Que
es siempre Dios bendito sobre todas las cosas.
PRECES.
Escúchanos Señor.
BENDICIÓN FINAL.
SE IMPARTE LA BENDICIÓN CON LA RELIQUIA EXPUETA.