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NUESTROS ORIGENES

LA HISTORIA DE LA EVOLUCION
HUMANA EN CORTOS RELATOS

Oscar Horacio Oulton

2022

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INDICE
Capítulo 1 Breve Relato del Todo Página 3

Capítulo 2 Las Pisadas de Laetoli Página 16

Capítulo 3 Lucy, La abuela de la humanidad Página 20

Capítulo 4 El Homo Habilis Página 31

Capítulo 5 El Muchacho de Turkana, el Homo Ergaster Página 34

Capítulo 6 La Primera Gran Emigración desde el África Página 42

Capítulo 7 Evolución Humana en Europa, Sierra de Atapuerca Página 46

Capítulo 8 Los Últimos Neandertales Página 54

Capítulo 9 El Homo Sapiens, La Eva Africana Página 61

Capítulo 10 El Adán Genético Página 67

Capítulo 11 El Encuentro Página 77

Capítulo 12 La Edad de Piedra, las Primeras Tecnologías Página 85

Capítulo 13 Los Denisovanos, esa Especie casi desconocida Página 93

Capítulo 14 La Población del Continente Americano Página 100

Capítulo 15 Inicios de la Civilización, las Primeras Ciudades Página 108

Capítulo 16 El Primer Imperio Página 119

Capítulo 17 La Vida diaria en Uruk, la primera ciudad Página 134

Capítulo 18 Las Venus Paleolíticas Página 152

Capítulo 19 Origen del lenguaje y la invención de la escritura Página 164

Capítulo 20 El futuro: Introducción a los viajes espaciales Página 175

Anexo Fotos del Planeta Marte Página 192

Contratapa Página 198

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NUESTROS ORIGENES – CAPITULO I – UN BREVE RELATO DEL TODO

Antes del principio era la nada…


No existían ni el espacio ni el tiempo…
El inicio fue un punto de inmensa energía que originó toda la materia que hoy forma nuestro
universo…
Aproximadamente 13.800 millones de años después, conocemos que el universo contiene más de
2.000 millones de galaxias y su expansión continúa acelerándose.
Toda la energía contenida en ese punto inicial se transformó en la materia que podemos observar,
y en la materia y energía oscura que no podemos ver pero que sabemos que existen por sus
influencias en el comportamiento de la materia visible.
5% de materia visible (o bariónica), 27% de materia oscura y 68% de energía oscura…Eso es
nuestro todo actual.
Sabemos algo solamente del 5% de lo que nos rodea.
En ese torbellino inicial la energía comenzó a transmutarse en materia… y en antimateria.
Como en un juego de espejos opuestos surgieron de la energía pura inicial los elementos
fundamentales de la materia y sus pares de la antimateria.
Los quarks en sus seis variantes y los antiquarks.
Los electrones y los positrones.
Los neutrinos en sus tres formas.
Los fotones
Luego, en los instantes posteriores, a medida que bajaba la temperatura inicial existente de
millones de grados, más caliente que el mismo sol, se formaron con los quarks los protones y
neutrones…Y sus pares antimateria, antiprotones y antineutrones.
El universo de entonces era obscuro porque los fotones existentes no podían salir de la red que
representaban los electrones chocando unos contra otros.
Y en un momento después, la temperatura continuó descendiendo hasta permitir que los núcleos
de los átomos, los protones y neutrones, pudieran unirse con los electrones y entonces surgió la
luz porque los fotones pudieron escapar de sus enfrentamientos con los electrones.
Y de la lucha a muerte entre la materia y la antimateria pudo prevalecer por muy poco la primera.
Esto se ha comprobado experimentalmente en la actualidad, la simetría entre materia y
antimateria no es exacta en la naturaleza. De allí surgió la materia triunfante en forma de
Hidrógeno, el primer elemento químico y luego Helio, Litio y algunos pocos elementos más.
El resto de los elementos químicos hoy existentes se formó a posteriori en las sucesivas
extinciones de las primeras estrellas y de las que les siguieron.
Por eso es absolutamente cierto aquello de que “Somos polvo de estrellas”.
Esa luz original, surgida 380.000 años luego de la singularidad inicial, denominada “Big Bang”, viajó
en el tiempo y en el vacío hasta nuestros días cuando en 1964 fue captada de manera accidental
por dos científicos de EE. UU. en la forma de señales de radiación de baja frecuencia (microondas)
que se detectaban de manera permanente y desde todas las direcciones en unas antenas donde
estaban haciendo trabajos. Y en 2013 pudo ser fotografiada por un observatorio espacial ubicado
a 1.500 millones de kilómetros de la tierra, el telescopio Planck.

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Esa imagen del fondo de microondas marca los límites actuales del universo creado hace unos
13.820 millones de años.
Sabemos su edad porque podemos sacar esa información y mucha más de las diferencias de
densidades existentes en su firma de microondas.
Las pequeñas diferencias de materia y antimateria en los primeros momentos del universo
permitieron, a partir de la acción de las cuatro fuerzas fundamentales existentes, y de los
elementos a través de los cuales actúan, formar las primeras estrellas.
La fuerza gravitatoria, una fuerza atractiva, posibilitó el colapso de las nubes de gas de Hidrógeno
y Helio formando las primeras estrellas y luego las primeras galaxias. Esta fuerza actúa a través del
gravitón.
La fuerza electromagnética, que puede ser atractiva o repulsiva, mantuvo unidos los núcleos
atómicos (protones positivos) con sus electrones (carga negativa). Esta fuerza actúa a través del
fotón.
La fuerza nuclear fuerte operó en el interior de los átomos para mantener unidos los protones con
los neutrones. Esta fuerza actúa a través del gluon.
La fuerza débil posibilitó la producción de luz y energía en las estrellas a través del mecanismo de
la fusión nuclear. Esta fuerza actúa a través de los bosones W y Z.
Luego de la formación de las primeras estrellas, estas fueron desarrollándose en agrupaciones por
efectos de la fuerza gravitatoria y conformaron las galaxias.
Las galaxias son sistemas de polvo, gas, estrellas y materia oscura en el Universo. Durante la mayor
parte de la historia se reconoció a la Vía Láctea como la única galaxia, y aunque ya se habían
observado otras, no se les reconocía como tales; por lo tanto, la Vía Láctea era la única de la que
los científicos tenían plena seguridad.
En la década de 1920, el astrónomo Heber Curtis y algunos otros científicos aseguraron que
existían otras galaxias además de la Vía Láctea. Posteriormente Edwin Hubble se encargó de
comprobar la existencia de otras galaxias en el Universo, y, con ayuda de telescopios más
potentes, se fueron descubriendo cantidades impensadas.
Hoy sabemos que suman más de 2.000 millones y cada una contiene miles de millones de
estrellas.
Nuestra galaxia es la Vía Láctea. La Vía Láctea es una galaxia grande, del tipo elipse con espiral
barrada al centro y puede tener unos 300.000 millones de estrellas, entre ellas, el Sol. En total
mide unos 100.000 años luz de diámetro y tiene una masa de más de dos billones de veces la del
Sol.
Cada 225 millones de años el Sistema Solar completa un giro alrededor del centro de la galaxia. Se
mueve a unos 270 km. por segundo.
No podemos ver el brillante centro porque se interponen materiales opacos, polvo cósmico y gases
fríos, que no dejan pasar la luz. El centro de nuestra galaxia contiene un poderoso agujero negro
que fue detectado en 2022. Su denominación es Sagitario A*.

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Imagen del agujero negro ubicado en el centro de la Vía Láctea (extraída de National Geografic)

La Vía Láctea comenzó como una o varias pequeñas regiones de sobredensidad en la distribución
másica del universo solo unos ochocientos millones de años después del Big Bang. Tras unos pocos
miles de millones de años después de la conformación de las primeras estrellas, la masa de la
galaxia era lo suficientemente grande como para que diera vueltas con relativa rapidez, lo que,
debido a la conservación del momento angular, condujo a que el medio gaseoso interestelar
colapsase de una forma más o menos esférica a un disco plano. Por lo tanto, las siguientes
generaciones de estrellas se formaron en este disco espiral. La mayoría de las estrellas jóvenes,
incluido el Sol, se encuentran en este disco.
La Vía Láctea forma parte del Grupo Local de galaxias. Junto con las galaxias de Andrómeda (M31)
y del Triángulo (M33), las Nubes de Magallanes (satélites de la Vía Láctea), las galaxias M32 y
M110 (satélites de Andrómeda), galaxias y nebulosas más pequeñas y otros sistemas menores,
forman un grupo vinculado por la gravedad.

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Imagen de la Vía Láctea

Gracias a la fuerza de gravedad, nuestro grupo de galaxias más cercanas se mantiene unido y
aproximándose entre ellas. La energía oscura, ese otro elemento que ocupa la mayor parte del
todo, hace que el Universo se expanda y las galaxias existentes se separen a velocidades enormes,
pero la gravedad se impone en las distancias que abarca nuestro grupo local.
En total, en el Grupo Local hay unas 40 galaxias que ocupan un área de unos 4 millones de años luz
de diámetro.
El Sistema Solar que contiene a nuestro planeta, está en uno de los brazos de la espiral, a unos
25.800 años luz del centro y unos 22.000 del extremo.
Nuestro sistema solar es un conjunto de planetas y objetos astronómicos vinculados por la
atracción gravitatoria que produce la estrella central única del sistema: el Sol.
Dentro de este sistema planetario existen una multitud de cuerpos más pequeños como son
planetas, lunas, planetas enanos, asteroides, meteoroides, centauros, cometas o polvo cósmico.
El sistema solar tiene unos 4568 millones de años. Si se empieza a contar desde la órbita
de Plutón, se calcula que mide 5.913.520.000 km.
El sistema planetario conocido más cercano al nuestro es Alfa Centauri, situado a unos 4,37 años
luz de nuestro Sol. A su vez, la estrella más cercana sería Próxima Centauri (probablemente del
sistema Alfa Centauri), situada a aproximadamente 4,22 años luz.
Un año luz es la distancia que recorre la luz en ese tiempo a una velocidad de aproximadamente
300.000 Km/ seg.
Hay 8 planetas en el sistema solar, clasificados en planetas interiores y planetas
exteriores: Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Planetas interiores son Mercurio, Venus, La Tierra y Marte. Estos planetas son rocosos
Planetas exteriores son Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Estos planetas son gaseosos

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Los planetas orbitan alrededor del Sol siguiendo órbitas elípticas, según las leyes de Kepler. Estas
órbitas se encuentran todas aproximadamente en un mismo plano, que es el plano de la eclíptica,
sobre el cual transcurre el movimiento de la Tierra alrededor del Sol.

Esquema del sistema Solar

Nuestro planeta, La Tierra, toma su nombre de Terra, el nombre latino de la diosa de la fertilidad,
Gea. Se trata del planeta más denso de los 8 que componen el sistema solar y además es el más
grande entre los sólidos.
El Planeta Tierra se formó hace unos 4500 millones de años, de los restos que dejó la explosión de
nuestra estrella el Sol y de millones de cuerpos que fueron atraídos por la fuerza de gravedad que
originaba este planeta rocoso que se estaba formando. La vida surgió en él hace
aproximadamente 3500 millones de años. La Tierra está habitada por un enorme número de
especies, entre las cuales están los humanos, nuestra especie, el Homo Sapiens. La tierra es el
único planeta en el que está confirmada la existencia de vida hasta el momento.
Actualmente la ciencia ha descrito aproximadamente en este planeta entre 1.5 y 2 millones de
especies vivientes, aunque se cree que podrían existir tantas como 8.7 millones de especies vivas o
más. También se sabe que el 99% de todas las especies que han existido alguna vez en toda la
historia de la tierra están extintas.
La vida en el Planeta Tierra es posible gracias a, por lo menos, dos cosas: la capa de ozono y el
campo magnético terrestre, sin las cuales la radiación procedente del Sol acabaría con cualquier
forma de vida.
La superficie de la Tierra está cubierta por grandes islas llamadas continentes y otras de menor
tamaño llamadas simplemente islas.
En estas masas de tierras se encuentran lagos y ríos, pero además están rodeadas de los
gigantescos y vastos océanos, y todas estas masas de agua forma la hidrosfera, la cual ocupa un
71% de la superficie total de la Tierra aproximadamente.

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La Tierra es nuestro planeta y el único habitado. Todo en él está delicada y precisamente
balanceado permitiendo su existencia tal como la conocemos … Está situado en la ecósfera, un
espacio que rodea al Sol y que tiene las condiciones físicas y químicas adecuadas para que exista
vida. Su tamaño hace que pueda retener una capa de gases, la atmósfera, que dispersa la luz solar
y absorbe calor. De día evita que nuestro planeta se caliente demasiado y, de noche, que se enfríe.
Siete de cada diez partes de la superficie terrestre están cubiertas de agua. Los mares y océanos
también ayudan a regular la temperatura. El agua que se evapora forma nubes y cae en forma de
lluvia o nieve, formando ríos y lagos. En los polos, que reciben poca energía solar, el agua se hiela y
forma los casquetes polares. El del sur es más grande y concentra la mayor reserva de agua dulce.
La Tierra proporciona el único ejemplo conocido de un entorno que ha dado lugar a
la evolución de la vida. Se presume que procesos químicos altamente energéticos produjeron una
molécula auto replicante hace alrededor de 4000 millones de años, y hace entre 3500 y 3800
millones de años existió el último antepasado común universal. Este antepasado se denomina
LUCA (Last Universal Common Ancestor - Ultimo Ancestro Común Universal) llamado así porque
en él se encontraban los elementos básicos de la vida, comunes hoy a todas las especies vivientes.
LUCA no se refiere a un ejemplar específico, sino a un tipo de organismos unicelulares que
comenzaron a dividirse y a partir de allí evolucionaron por miles de millones de años hasta las
formas de vida que hoy conocemos.
Los primeros elementos que podríamos indicar como organismos vivos fueron células procariotas,
sin núcleo celular diferenciado, que no necesitaban oxígeno, tomaban la energía necesaria de las
fuentes existentes en esos momentos.
Estas células fueron desarrollándose y llegaron a la capacidad de replicarse. Han dejado los
primeros fósiles conocidos, los estromatolitos, que son capas de esas células mezcladas con lodo.
Los más antiguos se han encontrado en Groenlandia y en Australia con unos 3.800 y 3.500
millones de años de existencia.
En el camino de la evolución por la búsqueda de condiciones más firmes para el desarrollo de la
vida los organismos unicelulares encontraron una nueva fuente de energía: El sol. Y la utilizaron
para mejorar los procesos internos que requerían cada vez más de energía al ir desarrollando una
mayor complejidad, eso es el proceso de la fotosíntesis.
Hace 2300 millones de años, una clase de cianobacterias enriqueció la atmósfera terrestre con
oxígeno al adquirir la capacidad de realizar la fotosíntesis oxigénica.
La fotosíntesis oxigénica es la modalidad de fotosíntesis en la que el agua es el donante primario
de electrones y que, por lo tanto, libera oxígeno (O 2) como subproducto. Esta modalidad
metabólica es propia de las cianobacterias.
El desarrollo de la fotosíntesis permitió que los seres vivos recogiesen de forma directa la energía
del Sol; el oxígeno resultante acumulado en la atmósfera formó una capa de ozono (una forma
de oxígeno molecular (O3) en la atmósfera superior.
El oxígeno pasó de ocupar una proporción de 3% al número actual de 21% en el aire que nos
rodea. Se produjo un proceso de oxidación muy extremo y desaparecieron todos los organismos
que no pudieron adaptarse a utilizar el oxígeno para la vida.

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Este tremendo impacto cambió el curso de la vida en la Tierra, pero dio oportunidad a nuevas
interacciones químicas y diversificación biológica. La Gran Oxidación fue un evento que contribuyó
a formar la vida tal y como la conocemos hoy en día.
Posteriormente, en su camino a una mayor complejidad, el próximo paso de la vida fue pasar de
las células procariotas, sin núcleo y con capacidad de reproducción a través del ARN (ácido
ribonucleico), a las células eucariotas, que ya presentan núcleo diferenciado y mejoraron su
sistema de reproducción mediante la incorporación del ADN (ácido desoxirribonucleico).
La incorporación de células más pequeñas dentro de las más grandes dio como resultado
el desarrollo de las células complejas llamadas eucariotas.
Pasamos luego de las células eucariotas individuales a conformar organismos multicelulares, que
se formaron cuando las células formando parte de colonias se hicieron cada vez más
especializadas.
La vida colonizó la superficie de la Tierra en parte gracias a la absorción de la radiación
ultravioleta por parte de la capa de ozono.
En la década de 1960 surgió una hipótesis que afirmaba que durante el período Neoproterozoico,
desde 1000 hasta 600 millones de años atrás, se produjo una intensa glaciación en la que gran
parte del planeta fue cubierto por una capa de hielo. Esta hipótesis ha sido denominada la de
"Glaciación global", y precedió a la llamada explosión de vida del Cámbrico, en la que las formas
de vida multicelulares comenzaron a proliferar.
Tras la explosión de vida del período Cámbrico (Era Paleozoica), hace unos 535 millones de años se
han producido cinco extinciones en masa por razones surgidas de fenómenos de la naturaleza. De
ellas, el evento más reciente ocurrió hace 65 millones de años, cuando el impacto de un asteroide
provocó la extinción de los dinosaurios no aviarios, así como de otros grandes reptiles, salvándose
algunos pequeños animales como los mamíferos, que por aquel entonces eran similares a las
actuales musarañas. Durante los últimos 65 millones de años los mamíferos se diversificaron,
hasta que hace unos seis millones de años, un animal africano con aspecto de simio conocido
como el Orrorin Tugenensis adquirió la capacidad de mantenerse en pie, aunque no fue su
movilidad principal el poder desplazarse sobre sus extremidades inferiores todavía.
Varios millones de años más adelante encontramos al Australopitecus Aferensis representado por
el famoso fósil Lucy. Descubierto en 1974 por Donald Johanson, Yves Coppens y Tim White en el
yacimiento de Hadar, valle del río Awash, Etiopía. Permitió comprobar que esta especie ya se
desplazaba erguida hace entre 3,9 y 3 millones de años atrás.
Dando un salto en la evolución, hace unos 2,3 millones de años se puede identificar al Homo
Habilis, el cual ya presenta características que definen la evolución en el camino hacia nuestra
especie. De caminar erguido y con una capacidad cerebral de unos 650 cm3, muestra la posibilidad
de haber desarrollado artefactos líticos para su uso intencional.
Por causas aún no claramente establecidas la evolución se acelera y hace unos dos millones de
años ya encontramos al Homo Erectus, claramente identificado como un antecesor de nuestra
especie.
Muy probablemente un conjunto de factores que se fueron dando con el paso del tiempo: El
desplazamiento erguido, la capacidad de incorporar una dieta omnívora, el manejo de las manos
para fabricar artefactos útiles para múltiples usos (caza, refugios, etc.) y el desarrollo de la vida en

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grupos, aunque todavía pequeños, fueron las causales de una mayor encefalización y del
aceleramiento en la evolución hacia conductas más elaboradas.
El Homo Erectus fue el que primero salió de África y se internó en Eurasia. Era muy robusto y tenía
una talla elevada, hasta 1,80 m.
Se desarrolló claramente en el extremo oriente y hubo una evolución casi aislada durante cientos
de miles de años.
Pero es en África, donde finalmente encontramos a los primeros Homo Sapiens hace unos 200.000
años, aunque hay algunos fósiles de la especie que pueden ser más antiguos. Geográficamente
pareciera ser que el extremo Sur del continente o bien el Este africano es el área de origen del
Homo Sapiens. Esta especie ya es claramente omnívora, fabrica herramientas y deja los primeros
rastros de elementos fabricados con contenido simbólico. Todas estas características
proporcionan la nutrición y la estimulación necesarias para desarrollar un cerebro más grande, y
permitiendo así la evolución hacia los actuales humanos.
Evidencia morfológica, genética y molecular han determinado que la especie viva más cercana
a Homo sapiens es el chimpancé (Pan troglodytes), con el que compartimos un ancestro común
que vivió en África entre hace 7 a 5 millones de años. A partir de esa divergencia, dentro de
nuestro linaje como homininos continuaron emergiendo nuevas especies, todas ellas extintas
actualmente a excepción del Homo sapiens.
Es el Homo sapiens el que hace unos 130.000 años atrás nuevamente sale de África y en sucesivas
oleadas va ocupando espacios en los que se encuentra con otras especies cercanas, los
Neandertales en Europa y Medio Oriente, los Homo Erectus en varias de sus variantes en el Asia y
últimamente podemos decir con los Denisovanos en el Asia Central.
El Homo Sapiens va a predominar sobre todos y quedará como único representante de los
homininos. Se dispersará por todo el mundo y ocupará un lugar central en el planeta Tierra.
Miles de años después, hacia el año 12.000 antes de nuestro tiempo actual, en el Medio Oriente,
el desarrollo de la agricultura y posteriormente de la civilización permitió a los humanos alterar la
Tierra en un corto espacio de tiempo como no lo había hecho ninguna otra especie, afectando
tanto a la naturaleza como a la diversidad y cantidad de formas de vida.
Por otro lado, las diversas glaciaciones sufridas por el planeta han representado un patrón
de edades de hielo que comenzó hace alrededor de 40 millones de años y luego se intensificó
durante el Pleistoceno, hace alrededor de 3 millones de años. Desde entonces las regiones
en latitudes altas han sido objeto de repetidos ciclos de glaciación y deshielo, en ciclos de 40-100
mil años. La última glaciación continental terminó hace unos 10.000 años.
Hoy esa especie que prevaleció entre todas alcanzó ya la Luna y ha encarado definitivamente la
conquista de otro planeta, Marte, transformándola en una especie interplanetaria…
El 18 de febrero de 2021, el vehículo robot Perseverance “amartizó” en el Planeta Rojo en busca
de signos de antigua vida…

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Esquema de la evolución del Universo desde el Big Bang

El vehículo Perseverance con el helicóptero Ingenuity en primer plano, ambos en Marte desde
2022.

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Fondo cósmico de microondas captado por el telescopio Planck

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La Vía Láctea

Ubicación de nuestro Sistema Solar en la Vía Láctea

Ubicación de nuestro Sistema Solar en la Vía Láctea

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El Sistema Solar

Planeta Tierra

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NUESTROS ORIGENES – CAPITULO II - LAS PISADAS DE LAETOLI, LAS MÁS ANTIGUAS HUELLAS DE
NUESTROS ANTEPASADOS

Hace unos 3.600.000 años, nuestro planeta ya estaba dibujado en trazos gruesos como es
actualmente, pero aún faltaban muchos de los rasgos que hoy lo identifican en detalle. Por
ejemplo, no estaba formado todavía el Istmo de Panamá. Esto trajo consecuencias en el clima
global, ya que las corrientes marinas cambiaron, estableciéndose el patrón actual de circulación en
el Atlántico.
Se encontraba en curso un profundo cambio climático. En los polos se formaban zonas de hielos
permanentes por primera vez en miles de años, que absorbían agua de los océanos y las costas les
ganaban tierras a los mares.
En el Este del continente africano, en su zona media, esa transformación dejaba atrás un ambiente
netamente tropical, caracterizado por abundantes bosques, por el inicio de un paisaje mucho más
abierto que invitaba a explorarlo. Se estaba conformando la sabana arbolada africana.
Un fuerte vulcanismo estremecía regularmente la tierra y a menudo nubes de cenizas obscurecían
el cielo y se depositaban como pesadas lluvias en los alrededores.
Las criaturas habitantes de la zona ya estaban acostumbradas al rugido de las montañas y no
prestaban mayor atención. Cuando ocurría el fenómeno buscaban alimento en otros lugares.
En el Norte de la actual Tanzania, aproximadamente a unos 45 kilómetros al Sur de la Garganta de
Olduvai, la sabana estaba dominada por la imponente figura del volcán Sadiman. Para todas las
especies que habitaban esa área la montaña formaba parte del paisaje desde siempre. Era una
montaña buena, servía de referencia y no rugía como otras.
Convivían múltiples especies: Elefantes, Jirafas, Gacelas, Babuinos, Rinocerontes… y las criaturas.
Estas últimas se destacaban por desplazarse utilizando sus extremidades posteriores. Eran
mayormente bípedos, aunque no habían abandonado la vida arbórea que les brindaba seguridad
por las noches.
No se destacaban del resto de las especies por otra cosa que su bipedismo. Eran pequeños, no
mayores a 1 metro con 50 centímetros los machos y un poco menos las mujeres.
Convivían en pequeños grupos de no más de una veintena de integrantes y sus hijos requerían un
tiempo mucho más prolongado de cuidado, por parte de los mayores, que las otras especies.
Se desplazaban permanentemente buscando el sustento diario que encontraban en raíces, plantas
que identificaban como comestibles por una transmisión de conocimiento de generación en
generación que no comprendían y el carroñeo de animales muertos cuando podían llegar antes
que otros depredadores, que poseían mayor fuerza y agresividad.
Utilizaban un lenguaje de señas y sonidos guturales para comunicarse rudimentariamente
mediante el cual podían transmitir mensajes básicos: Peligro, comida, allá, acá, otros, nosotros y
poco más.
Un día, una pareja decidió separarse del grupo y dirigirse a otros lugares de búsqueda de comida.
El número de integrantes había superado en largo lo usual y les resultaba difícil encontrar
suficiente cantidad de alimentos.
Así que emprendieron la marcha por su cuenta. Otro de los machos del grupo decidió
acompañarlos. El grupo los olvidó rápidamente.

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Marcharon y marcharon, el pequeño grupo buscaba un sitio con agua, que le asegurara ese
precioso elemento.
Una jornada, se encontraron a unos veinte kilómetros del volcán Sadiman en proximidades de un
abrevadero donde se dispusieron a reposar. De repente sintieron rugir la montaña al tiempo que
lanzaba densas columnas de humo al cielo.
Pronto, una lluvia de cenizas comenzó a cubrirlos. Era la primera vez que observaban ese tipo de
cosa que caía del cielo y la mujer que llevaba el pequeño montado en su cintura se detuvo un
momento mirando a la montaña con curiosidad.
El resto de los animales comenzó a desplazarse del área.
El grupo continuó su marcha alejándose rápidamente también de ese fenómeno extraño.
Una densa capa de cenizas volcánicas cubrió las huellas que dejaron al alejarse. Luego sobrevivo
una liviana lluvia que preservó y cementó las pisadas.
Fueron descubiertas casi cuatro millones de años después. Constituyeron la primera muestra del
caminar erguido de nuestros ancestros.
Era un grupo de Australopitecos, probablemente Aferensis.
En 1976-1977 las huellas fueron descubiertas por Mary Leakey, Richard Hay y un equipo de
arqueólogos, la lluvia liviana convirtió una capa de 15 cm de lava en toba calcárea sin destruir las
impresiones dejadas por los pies de todos los animales que caminaron por allí. Con el transcurso
de años y siglos fueron cubiertas por otros depósitos de cenizas.
Las huellas homínidas fueron producidas por tres criaturas, una caminando sobre las huellas de
otra. Todas ellas van en la misma dirección. Un estudio de los pasos indica que caminaban
tranquilos, como paseando.
Estas huellas demuestran que esos homínidos caminaban erectos habitualmente. Los pies no
tienen el dedo gordo móvil como los simios, en cambio tienen un arco típico de los humanos
modernos.
El estudio de estas huellas indica un bipedismo semejante al del hombre moderno, apoyando
primero el talón, luego el arco, y finalmente los dedos, haciendo fuerza en estos, especialmente en
el dedo gordo para adelantar el cuerpo y separar el pie del suelo.
Son las huellas más antiguas que demuestran un bipedismo completo, fueron datadas
científicamente en aproximadamente 3.600.000 años y pertenecen al Homínido del Género
Australopitecos, antecesor, según muchos científicos abocados al estudio de nuestra evolución
como especie, del Homo Habilis, el primero del cual podemos afirmar rasgos de humanidad al
crear herramientas con sus propias manos para un uso determinado.

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Ubicación de Tanzania abajo izquierda, arriba Laetoli, próximo a la Garganta de Olduvai

Volcán Sadiman

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Huellas de Laetoli

Detalle del pie

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NUESTROS ORIGENES – CAPITULO III – LUCY, ¿LA ABUELA DE LA HUMANIDAD?

3.200.000 años atrás, aproximadamente…


Una amenazante tormenta se aproximaba a la región. La tribu escapaba del depredador, habían
sido sorprendidos mientras buscaban alimentos en un claro del bosque y el líder había marcado la
huida trepándose rápidamente a la copa de los grandes árboles.
Aunque tenían la capacidad de desplazarse por el terreno en forma bípeda, todavía eran mucho
más rápidos en las alturas.
Sabían que el depredador no podía seguirles por mucho tiempo desde el suelo así que confiaban
en sus habilidades para desplazarse de árbol en árbol por las alturas de ese bosque cerrado
ubicado a lo largo del curso de agua que, mucho tiempo después, se llamaría Awash, con un
discurrir desde las alturas centrales en el Noreste de la actual Etiopía, en la llamada región de Afar.
La tribu constaba de unos 20 miembros, entre ellos se destacaba una hembra de poco más de 1,20
metros de altura. No tenía nombre, porque no lo usaban, su forma de llamarse era general y
señalaban a quien se dirigían.
Emitían sonidos guturales que satisfacían perfectamente las necesidades básicas de comunicación,
eso los identificaba del resto de quienes habitaban esos lugares y les otorgaba una gran ventaja en
la supervivencia.
El líder observaba al grupo deteniéndose por momentos y esperando que todos lo sobrepasaran,
era el macho dominante y debía hacer ese trabajo de seguridad.
Un conjunto de seis machos menores rodeaba estrechamente a tres hembras que portaban en sus
espaldas respectivas crías, constituían el grueso; por delante de desplazaban tres jóvenes
ejemplares que podían avanzar más de prisa y cerraban la huida los integrantes más viejos…entre
ellos estaba la hembra con unos veinte años de vida, una buena cantidad de tiempo para su
especie.
El depredador tenía más resistencia que otros y continuaba todavía su persecución. La hembra
comenzó a quedarse atrás, el macho líder eligió continuar con la mayoría de su tribu y no la esperó
más tiempo.
Se sentía cansada y vio alejarse al resto, decidió pausar su huida e intentó salir del bosque, se
sentía débil y comenzó a acercarse al obscuro río a beber un poco de agua. Así, extenuada, cambió
abruptamente su dirección de avance, calculó mal la distancia al próximo árbol y cayó desde las
alturas, estaba a unos 12 metros del suelo.
El golpe fue muy fuerte, impactó sobre una piedra con su cabeza y hombro. Su intento de
amortiguar la caída extendiendo los brazos le produjo el astillamiento de uno de ellos … una
obscuridad total la envolvió….

Esa noche una fuerte tormenta se abatió sobre toda la zona y llovió intensamente, el lodo cubrió
su cuerpo poniéndolo a cubierto de los carroñeros que vagaban buscando alimentos.

………………………………………………

30 de Noviembre de 1974, en la misma zona…

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El equipo de música del campamento reproducía la canción de los Beatles “Lucy in the sky with
diamonds”. El grupo de científicos dirigidos por Yves Coppens, Donald Johanson y Maurice Taieb
estaba extasiado observando los restos fósiles que Johanson había desenterrado en esa mañana
durante la estación seca de Etiopía, cuando ya estaban casi resignados a no haber podido
encontrar lo que buscaban.
Pero Johanson era un hombre de suerte y estaba convencido que sus esfuerzos tendrían éxito. Se
encontraban desde hacía días en un valle de la parte baja del río Awash, en proximidad de la aldea
Hadar, ubicada en una formación geológica sedimentaria que data de hace entre 3,5 y 2,2 millones
de años, llamada "Formación Hadar", ubicada en la depresión de Afar, al Noreste de la actual
Etiopía, a 150 kms de Adis Adeba, su capital.
Las temperaturas que soportaban en la campaña que estaban desarrollando en procura de fósiles
en ese sitio señalado como el de mayor concentración de fósiles en Etiopía eran tremendas y el sol
los castigaba diariamente sin piedad.
La exploración se desarrollaba en un área ubicada en un terraplén. En la actualidad toda esa zona
estaba totalmente desértica, de los antiguos bosques no quedaban rastros y las capas que
conformaban el terraplén permitían catalogar las edades de cada una.
El valle bajo del Awash fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1980. Se trata de uno de los
conjuntos de yacimientos paleontológicos más importantes de África. Contiene restos
de homínidos de hasta cuatro millones de años de antigüedad.
Lo que se sabe del paisaje del lugar de esa época es que había un lago de cierta salinidad, con una
profundidad de entre 6 y 8 metros, que estaba alimentado por un río de dimensiones parecidas al
actual Awash. En ese entorno existía mucha vegetación arbórea, pero en zonas más alejadas del
agua el polen hallado revela un ambiente más abierto y árido con una vegetación dominada por
arbustos y una proporción variable de hierbas, quizás parecido al actual. El ambiente en torno al
río debió de ofrecer multitud de recursos alimentarios para unos individuos que ya caminaban de
forma bípeda.
Temprano esa mañana, durante un reconocimiento del área, Donald Johanson descubrió un
pequeño trozo del hueso de un codo.
Inmediatamente se dio cuenta de que era un ancestro humano. Se abocó rápidamente a la
búsqueda y encontró muchos restos más.
"Cuando miré hacia mi izquierda vi pedacitos de un cráneo, un trozo de mandíbula y un par de
vértebras", dijo Johanson.
Era evidente que el hallazgo del esqueleto representaba un hito: los sedimentos de la zona tenían
3,2 millones de años de antigüedad.
"Me di cuenta de que era parte de un esqueleto de más de tres millones de años", explica el
científico.
Más tarde también se supo que era el fósil más completo con una antigüedad similar
perteneciente a un individuo jamás hallado. el 40% del esqueleto se había preservado. 52 huesos
permitieron reproducir su figura y deducir su edad, sexo y forma de movilidad.
Por la noche, en el campamento, uno de los integrantes de la expedición puso un casete de los
Beatles que había traído y "Lucy in the Sky with Diamonds" comenzó a sonar.

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Debido a su tamaño, la forma de su pelvís y otras características se clasificó al esqueleto como de
una mujer.
"¿Por qué no la llamas Lucy?", le dijo alguien, mientras escuchaban la canción de la banda
británica.
La sugerencia no pudo ser más oportuna y fue aceptada por todos unánimemente.
"De repente", recuerda Johanson, "ella se convirtió en una persona".
Tras el descubrimiento de Lucy (también llamada ‘Dinkenesh’ que significa “eres maravillosa” en la
lengua local), los antropólogos aceptaron que los Australopitecinos eran seres humanos
tempranos, no solo simios.
¿Cómo era Lucy? Ésta fue una de las primeras preguntas que surgió.
Su cráneo, mandíbula y dientes eran más como los de un simio que las de otros Australopithecus.
El lugar donde estaba encajado el cerebro era muy pequeño, no mayor que el de un chimpancé,
de una capacidad de unos 500 cm3.
Tenía una mandíbula robusta, una frente pequeña y brazos largos y colgantes.
Caminaba erguida por la forma y posición de su pelvis.
Sus rodillas y tobillos también reflejaban que caminaba en dos pies.
Esto reforzó la idea de que el caminar erguido fue una de las presiones selectivas que empujó a la
humanidad hacia adelante.
Los primeros homínidos no necesitaron un cerebro más grande para alejarse evolutivamente de
los simios. La potencia cerebral adicional llegó recién un millón de años más tarde con la aparición
del Homo Erectus.
Aunque el cerebro más grande sería importante más tarde, el caminar es uno de los rasgos que
nos hacen exclusivamente humanos.
Según explican los expertos, el hecho de que nuestra especie se pusiera sobre dos patas lo cambió
todo. "El bipedismo implicó una reestructuración anatómica, desde la columna hasta el cráneo.
Pero también significó un cambio en la cultura material, porque al dejar las manos libres permite
utilizarlas para manipular instrumentos",
Pero, también, Lucy pasaba tiempo en los árboles.
Estábamos en la transición de la vida arbórea a la totalmente bípeda.
Según fósiles hallados en Hadar, Lucy parece haber vivido dentro de un grupo social reducido.
Ella era pequeña en comparación con los hombres de su especie (dimorfismo sexual) . Esto ha
llevado a pensar que su sociedad estaba dominada por los machos.
Pudo haber sido una sociedad polígama, como los grupos de gorilas hoy día.
Por lo general, los machos son considerablemente más grandes en especies donde uno controla a
varias hembras.
En síntesis, Lucy era algo a mitad de camino entre los simios y los humanos.
¿Dónde se ubica entonces en nuestro árbol genealógico?
Al parecer, Lucy no nos remonta a nuestros ancestros comunes con el chimpancé como se
pensaba. Sin embargo, existe una discusión al respecto y muchos investigadores sostienen que la
especie de Lucy sigue siendo el mejor candidato a ancestro directo, aunque consideran que hace
falta hallar más evidencia fósil de ese período.

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El descubrimiento de Lucy marcó un punto de inflexión en nuestro entendimiento de la evolución
humana.
Incluso hoy, científicos continúan aprendiendo gracias a ella.
Es la “abuela” de nuestra humanidad.

Paleontólogo francés Yves Coppens sostiene un modelo de cabeza de Lucy. Falleció en junio de
2022. Yves Coppens participó en el descubrimiento del fósil de Australopithecus Lucy en Etiopía
el 30 de noviembre de 1974.

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Donald Johanson fue quien devolvió a la vida a la Lucy, en la foto con el cráneo del fósil

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Lucy, es tal vez el más famoso fósil, pero no fue el primer Australopithecus hallado. Fue el niño
de Taung, un cráneo fosilizado de un niño joven que vivió hace cerca de 2,8 millones de años en
Taung, en el sur de África.
Fue hallado en 1924 y analizado por el anatomista Raymond Dart que lo llamó Australopithecus
africanus.
"Supe con una mirada que lo que tenía entre mis manos no era un cerebro antropoide común y
corriente (...). Era la réplica de un cerebro tres veces más grande que el de un babuino y
considerablemente más grande que el de un chimpancé adulto", dice Dart.
Sus dientes eran más parecidos a los de un ser humano que a los de un simio. Podía caminar
erguido, como un humano, porque parte de su cráneo -donde se junta la espina dorsal con el
cerebro- tenía forma humana.
El niño de Taung fue el primer fósil que nos dio una pista de que los humanos se habían
originado en África.
Cuando Dart publicó su análisis, fue muy criticado. En ese momento, se pensaba que Europa y
Asia habían sido cruciales para la evolución humana.

valle bajo del río Awash

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valle bajo del río Awash

Río Awash

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Excavación en las proximidades del lugar donde fue encontrada Lucy

El fósil hallado en 1974 recibió el nombre de Lucy por la canción "Lucy in the Sky with
Diamonds", de los Beatles.

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Afar es una de las áreas geográficamente más remotas e inhóspitas, y política y
económicamente marginadas de África. Una región propensa a la sequía con un período de
lluvia limitado y poco confiable cada año, las temperaturas en Afar pueden promediar más de 40
grados.

Una mujer local se desplaza en la región de la aldea Hadar

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Una mujer local se desplaza en la región de la aldea Hadar

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Lucy en su lugar de guarda en el Museo Nacional de Etiopía

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NUESTRO ORÍGENES – CAPÍTULO IV - EL HOMO HABILIS
La criatura comenzó su camino a la humanidad cuando por primera vez realizó un instrumento con
la intención de su aprovechamiento en un fin determinado.
Mucho antes que eso, se había erguido sobre sus piernas y desplazado en la extensa sabana que
se abría ahora ante sus ojos.
Sus ancestros, alguna de las especies de Australopitecos, se habían atrevido a dejar la seguridad
de los árboles para intentar adaptarse a esa nueva geografía que les había planteado un cambio
gradual pero firme del clima de la región oriental de la actual África. La sabana había hecho su
aparición dejando atrás el bosque tropical en el Oeste del continente.
La sabana tenía sus ventajas, podían desplazarse mucho más libremente, recibían plenamente la
luz de ese objeto de color claro que desprendía calor cuando estaba en colgado arriba de todo. Era
luego reemplazado por otro objeto mucho más claro, pero frío.
Otra ventaja de la sabana es que podían ver las aves que volaban en círculos cuando algún animal
había muerto. Esto era muy importante para el grupo, pues ante esa señal los más fuertes
emprendían una carrera vital para llegar antes que otros depredadores.
La criatura no lo sabía, pero el bipedismo también le servía para ahorrar energía y la posición
erguida lo protegía más eficientemente del calor del sol.
Con el tiempo, se movía sin problemas en el suelo, podía desplazarse bastante rápido y al tener
sus brazos libres poco a poco aprendió a darle nuevas utilidades.
Aprendió que podían servirle para su defensa y la de su grupo, servían para arrojar elementos
contra sus depredadores y estos, sorprendidos, se replegaban.
Pero una vez se sintió atraído por transformar esa piedra que les arrojaban en algo que pudiese
servir para otras cosas.
La usó entonces para quebrar los huesos de animales muertos que ya habían sido carroñados por
otros y obtuvo de los huesos rotos una sustancia que lo satisfizo, el tuétano.
Sin buscarlo, en una oportunidad entrechocó dos piedras y observó que una de ellas se había
partido dejando un borde que le produjo una herida…Sintió ardor y brotó sangre. Arrojó la piedra
y escapó del lugar como queriendo abandonar el dolor.
Esa noche, en el refugio de su grupo, sobre unos coposos árboles en un bosque de lo que hoy es
una región desértica en la Garganta de Olduvai, volvió a sentir el ardor que le produjo la piedra
con borde y se vio usándola contra un animal para obtener su vida y alimentarse de él.
Al otro día regresó al lugar y buscó alrededor hasta que encontró esa piedra con un borde filoso.
La levantó y miró a su compañera como queriendo indicarle algo.
Caminó y caminó esa jornada en busca de alimentos, siempre con esa piedra en la mano. Hasta
que dieron con los restos de una gacela.
Con mucho cuidado y dejando a su compañera como guardia para advertir si algún animal más
fuerte se aproximaba, se acercó al animal que yacía en el árido suelo. Todavía estaba caliente,
señal que su muerte era reciente. Tocó despacio su frente para asegurarse que no hubiese
sorpresa alguna y al comprobar su inmovilidad, emitió un corto alarido gutural de satisfacción.
Su compañera lo observaba mientras, al mismo tiempo, escrudiñaba en todas direcciones. Lo vio
levantar la mano que tenía un objeto extraño y la descargó varias veces en la parte de atrás del

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animal. Luego de cuatro o cinco golpes observó que alzaba un enorme trozo conteniendo una de
las patas del cuerpo yacente.
La maniobra se había hecho mucho más rápido que lo habitual y les dejó tiempo para obtener dos
o tres trozos más antes que un grupo de hienas se aproximara.
Rápidamente se apartaron de la escena y buscaron refugio en unos árboles próximos. Estaba
eufórico, sentía que había logrado algo muy importante para él y su grupo.
La primera hacha de piedra había funcionado perfectamente.
Sabía cómo producirla en adelante.
Su uso extendido marcaría una nueva especie: El Homo Habilis.

Garganta de Olduvai, considerada una de las cunas de la humanidad

Garganta de Olduvai y fósiles de Homo Habilis

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Recreación de la fabricación de hachas de piedra

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NUESTROS ORÍGENES – CAPITULO V - “EL MUCHACHO DE TURKANA” – EL HOMO ERGASTER

El enorme lago, de un intenso color verde, es una joya en medio de un paisaje agreste y
sumamente seco. Se encuentra a unos 400 kilómetros al Norte de Nairobi, capital de Kenia,
continente africano.
Estamos en lo que hoy es el límite entre Kenia, Uganda, Sudan y Etiopía, sobre la parte Noroeste
del lago de Turkana. El mayor espejo de agua de los situados en un entorno desértico en todo el
mundo. Es también el mayor lago alcalino permanente. El ambiente es cálido y muy seco. Las
temperaturas son constantes oscilando entre 28° y 38° a la sombra. Las características geológicas
de la zona son predominantemente volcánicas, y la brisa producida por el lago puede llegar a ser
muy fuerte, ya que se calienta y enfría mucho más lentamente que la tierra. Tres ríos, el Omo, el
Turkwel y el Kero, desembocan en el Turkana, que sólo pierde agua por evaporación.
Por el verde intenso de sus aguas también se lo llama el Lago Jade.
Está allí desde hace millones de años y será parte de un nuevo mar que en un proceso de unos
diez millones de años está formando la actual falla del Rift. Ese nuevo mar separará la placa
tectónica de Somalia de la placa tectónica actual de África.
El mar Rojo, que une el mar Mediterráneo y el océano Índico forma parte de ese proceso.
El valle del Rift es una gran factura geológica que comenzó a formarse hace unos 30 millones de
años, ocupa una extensión de unos 5000 kilómetros en dirección norte-sur. En su parte este
encontramos las típicas sabanas africanas, donde viven el búfalo africano, el ñu, la jirafa o el león;
y en la oeste acoge selvas, que son el hábitat de chimpancés y gorilas, entre otros.
La gran grieta formada en millones de años ha dejado al descubierto cientos de metros de estratos
geológicos (capas acumuladas de piedras, tierra y restos), de modo que encontrar fósiles de
humanos, mezclados con los de todo tipo de animales, resulta fascinante.
Hoy en día la zona está considerada una de las “Cunas de la humanidad” por la gran cantidad de
fósiles de homínidos que se han encontrado allí. La Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad
en el año 2011.
Las aguas del Turkana fueron en otros tiempos una fuente de vida para miles de especies. Hoy su
grado de alcalinidad no las hace potables. Muchas de las especies ya no existen.
Retrocedemos en el tiempo casi dos millones de años atrás. Más exactamente entre 1,5 y 1,7
millones de años. Las aguas del Turkana si se pueden beber entonces. La sabana africana es dueña
y señora de la geografía local y la vida transcurre lentamente bajo el tórrido sol y el polvo de las
escasas lluvias.
La banda que conforman veintitrés criaturas se encuentra en un lugar que identifican como
propio. Es una arboleda aislada a unos cinco kilómetros del lago, sobre una pequeña altura.
El lugar ha sido elegido por la generación de los más viejos, de los cuales solamente quedan dos,
que no alcanzan los treinta años.
Unas construcciones muy rudimentarias hechas con piedras grandes del área, huesos de animales
recogidos en la sabana y maleza del lugar les brindan cierto refugio.
La zona reúne varias condiciones muy importantes.

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Está cerca de la fuente de agua, pero lo suficientemente lejos para no ser molestados por los
depredadores que se dan cita en sus orillas en busca de las presas que acuden a beber al lago al
bajar el sol.
El grupo de árboles y los primitivos refugios permiten protegerse del intenso calor del mediodía.
La altura de los árboles que forman el bosque permite mantener vigilancia sobre los alrededores y
ofrecen seguridad si fuera necesario. Hace mucho tiempo que han abandonado la vida arbórea
pero aún mantienen reflejos que los hacen emplearlos cuando resulta necesario.
El lugar, finalmente, constituye un punto de referencia para las mujeres y los niños que salen
todos los días a buscar sustento en la vegetación y el suelo de los alrededores.
También tienen organizada otra zona de reunión próxima al lago para cuando deciden buscar
peces por un tiempo debido al excesivo calor.
La banda está formada por veintitrés individuos: Siete cazadores, cinco mujeres, dos jóvenes, tres
niños, cuatro niñas y dos ancianos.
Están reunidos todos porque es una circunstancia muy importante para la vida del grupo. Al día
siguiente cinco de los hombres saldrán de cacería por varias jornadas y llevarán por primera vez a
uno de los jóvenes para su iniciación en la edad adulta.
El nuevo miembro que se incorporará a los hombres del grupo está muy molesto porque al morder
una raíz hace unos días sintió un fuerte dolor en sus molares y la mitad de uno de ellos se
desprendió. Desde ese momento casi no ha probado bocado y el dolor sigue siendo intenso hasta
cuando bebe.
Sin embargo, no lo ha hecho saber a los cazadores porque no lo harán merecedor de su iniciación.
Tiene unos doce años, una estatura de casi 1,60 metros, y ya ha alcanzado su maduración casi
total, su especie tiene una velocidad de desarrollo ontogénico que lleva a los integrantes a
alcanzar sus máximos psíquicos y físicos a los trece o catorce años. De hecho, el término medio de
vida es de unos veinticinco años.
La constitución física los ubica como robustos, con una estatura, cuando han completado su
desarrollo, que va de los 1,60 a los 1,70 metros con un peso de unos 60 a 70 kilogramos.
Son totalmente bípedos y la conformación proporcional de sus extremidades es ya muy similar a
las que cientos de miles de años después tendrá el Homo Sapiens, de quien fueron, ciertamente,
sus antecesores.
No registran un dimorfismo sexual acentuado y los hombres se encargan de la obtención de
alimentos mediante la caza o carroñeo. Ya cazan en grupo animales pequeños o con alguna
dificultad para seguir las manadas, utilizan palos a los que les colocan piedras afiladas en ambas
caras y con punta. Las mujeres colaboran en la alimentación recolectando tubérculos, todo tipo de
alimentos vegetales que identifican por forma, color y sabor.
La nariz ya sobresale de su cara y las mandíbulas y dientes son más reducidas que las de la especie
de la cual han evolucionado: El Homo Habilis.
Un aspecto muy importante es que la esclerótica blanca en sus ojos resulta ya muy notoria,
haciendo contraste con las pupilas; por lo que pueden establecer una primitiva forma de "intuir"
los estados afectivos o "anímicos" de los integrantes del grupo observando las miradas.

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Han perdido gran parte del pelaje al haber desarrollado una mayor capacidad sudorífera para
regular y compensar la temperatura del cuerpo. Solamente conservan el pelo sobre sus cabezas
como protección del intenso sol.
También los pulmones se desarrollaron. Al realizar actividades más complejas, necesitan más
energía y oxigenarse con una frecuencia mayor. Su respiración dejó de ser únicamente oral y
comenzó también a respirar por la nariz. Estos aspectos los ayudaron a sobrevivir en la sabana
abierta, donde un aumento de la movilidad es esencial para cazar y escapar de los depredadores.
La mayor cantidad de carne en su alimentación, la existencia social en grupos y una habilidad
superior en el manejo de sus miembros superiores los llevaron a un desarrollo cerebral que
alcanzó los 850 a casi 1000 cm3, incluyendo una mayor evolución del neocórtex.
Todo esto se tradujo en una mayor actividad social y en la aparición de una nueva tecnología en la
fabricación de las herramientas, todavía de piedra: El método denominado Achelense o Modo 2,
que consiste en hachas bifaces mucho más elaboradas y terminadas muchas en punta.
Estos individuos no lo saben, pero constituyen la especie más evolucionada de los homínidos de su
época. Están distribuidos en grupos aislados, por ahora, en el este y sur del continente africano.
Comparten los espacios con otras especies similares, también bípedas, pero con características
muy distintas. No interactúan con ellas, pero saben que son más débiles y no cazan como su
grupo.
En la reunión de ese atardecer, el grupo explicó con su lenguaje rudimentario de sonidos cortos,
gestos y señas que el hombre que quedaba estaría a cargo del lugar, los ancianos quedarían
ayudando. El joven que no saldría todavía a su cacería inicial cuidaría de las mujeres y los niños
acompañándolas cuando salieran a buscar alimentos.
El grupo de cazadores alistó sus armas y se aprestaron para la cacería.
Bien temprano, apenas se tiñó de rosado el horizonte, los hombres iniciaron su marcha hacia el
noreste, buscarían bordear el lago y encontrar las manadas de gacelas que en esa época del año
acudían de a miles para reunirse en la temporada de lluvias.
Caminaron con pasó ágil hasta que el sol se colocó sobre sus cabezas. Hicieron un alto en una
pequeña altura para observar movimientos de animales a su alrededor.
El joven se siente débil y pese al calor reinante está temblando. Le ha costado mucho seguir el
ritmo de la marcha y se siente sofocado. Apenas puede comprender lo que está sucediendo a su
alrededor.
Los cazadores deciden seguir y el joven a apenas puede incorporarse, poco a poco la columna se
va alejando, dejándolo cada vez más atrás.
El sol se ha puesto y las nubes son ahora obscuras. Es una noche cerrada y el joven se ha quedado
solo. Tiene mucho calor ahora y la briza que viene del lago lo reconforta un tanto. Esa sensación
de bienestar lo empuja a acercarse al espejo de agua. A duras penas se va aproximando, trastabilla
y pierde su lanza…sigue como obnubilado por la caricia del agua fresca que busca ansioso. Llega al
borde y se sumerge…todo desaparece.
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El Homo Ergaster (hombre trabajador) era un homínido que apareció en el continente africano
hace unos 2 millones de años. La teoría predominante en la actualidad es que fue el antecesor
directo del Homo Erectus y el sucesor del Homo Habilis, con ambos coexistió.

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Los primeros hallazgos de Homo Ergaster fueron realizados en 1975, en Koobi Fora (Kenia). Una
expedición encontró allí dos cráneos, la datación de los restos arrojó que tenían una antigüedad
de 1,75 millones de años.
Sin embargo, el descubrimiento más importante tuvo lugar años después, en 1984. Un equipo
liderado por Richard Leakey y Kamoya Kimeu en la localidad de Nariokotome, en la ribera
occidental del lago Turkana, Kenia, desenterró el esqueleto de un niño de unos 12 años. Conocido
como el “Niño de Turkana”, es el fósil más completo de su especie y permitió un estudio
pormenorizado de su anatomía.
Murió de una septicemia generalizada producto de la rotura de uno de sus molares y fue
protegido por el sedimento del fondo del lago en condiciones únicas.
Los yacimientos encontrados hasta el momento indican que su hábitat se encontraba en Etiopía,
Kenia, Tanzania y Eritrea.

Esqueleto del Niño de Turkana

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Homo Ergaster

Ubicación del lago de Turkana

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Imagen del Lago de Turkana

Lago de Turkana y el verde jade de sus aguas

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Tribus actuales que habitan las orillas del Lago Turkana

Tribus actuales que habitan las orillas del lago de Turkana

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Homo Ergaster trabajando hachas de piedra

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NUESTROS ORIGENES – CAPÍTULO VI - LA PRIMERA GRAN EMIGRACION FUERA DEL AFRICA

Él no tiene nombre, ninguno en el resto del grupo tampoco, el conjunto que marcha en la sabana
consta de doce integrantes. Seis machos, cuatro hembras y dos crías.
Únicamente hay identificaciones para llamarse por sus categorías: hombre, mujer, cría, anciano; y
unas pocas cosas más, necesarias para la existencia: agua, fuego, noche, día, caza, alimentos. Eso
es casi todo. Consisten en sonidos que se emiten mediante chasquidos de la lengua o imitación de
los que producen las otras especies de animales.
Casi dos millones de años después los llamaremos Homo Erectus, aunque algunos paleo
antropólogos prefieren indicarlos todavía como Homo Ergaster.
Aquí diremos que el Ergaster fue el hominino que permaneció en el continente africano y Erectus
fue el protagonista del primer éxodo fuera del mismo.
La primera gran emigración.
Volvamos al reducido grupo habitando la árida sabana africana que ofrece entonces pocos grupos
arbolados y grandes extensiones de hierba desde hace mucho tiempo. Tanto, que ellos han dejado
de habitar en las alturas y ya se desplazan con mucha agilidad en sus dos extremidades inferiores.
De hecho, la velocidad de desplazamiento y su resistencia son dos elementos fundamentales para
su subsistencia. Dependen para ello de seguir las grandes manadas de Ñus, el antílope africano,
enorme como un toro, cuya carne forma parte muy importante de la dieta de la banda. El resto se
completa con elementos que la tierra les brinda: Tubérculos, raíces y algunas frutas que se
obtienen de los árboles.
Para correr en la sabana, la evolución ha cambiado el pelaje que los cubría por glándulas
sudoríparas, que les permiten una mejor adaptación y disipación del calor. También han mejorado
su respiración, ya no jadean como los otros animales con los que conviven y, algo importante, ya
respiran por su nariz y no por la boca.
Tienen una altura de promedio de entre 1.60 y 1,80 siendo poca la diferencia entre los machos y
hembras.
Sus piernas son largas y sus cuerpos delgados y flexibles. Estas características los diferencian de
sus congéneres que habitan al mismo tiempo el Este y Sur del continente.
Los Ñus tienen un circuito que repiten siempre; cuando llega la estación seca, las grandes
manadas, de miles de ejemplares, se mueven hacia el Norte en búsqueda de agua y pastos verdes.
La migración dura varias semanas y es la época de apareamiento. Para llegar a destino deben
cruzar un río y lo hacen a través de un par de decenas de pasos rutinarios. Al llegar a las praderas
del Norte en la actual Kenia se reúnen por un tiempo para engordar y alumbrar las nuevas crías
gestadas unos meses atrás.
A lo largo de esta travesía muchos animales mueren por múltiples causas y es la oportunidad para
la tribu de conseguir carne. Deben ser rápidos para evitar otros depredadores que también
conocen el ciclo. Un elemento los distingue y les otorga mucha ventaja, las hachas de piedra cuya
realización los ancianos han sabido transmitir.
El primer tipo de herramientas de piedra se denomina “Olduvayence o Modo 1” (por Olduvai,
Tanzania, el sitio donde se encontraron inicialmente). Introducida por el “Homo Habilis”, fue la
primera tecnología que comenzó a marcar las diferencias entre las especies, consistían en piedras
trabajadas en solo uno de sus lados con golpes que le daban un borde terminal con filo.
Por la construcción de esos elementos la primera especie considerada “Homo” recibió su nombre
de “Habilis”.
Esas herramientas perdurarán por cientos de miles de años hasta la introducción de la innovación
efectuada por el Homo Ergaster/ Homo Erectus consistente en trabajarlas intencionalmente en
ambas caras hasta obtener las formas de filo deseada, se identifican como “Achelenses o Modo 2”.

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Con ellas ya se confeccionan lanzas que posibilitan cazar en grupos y ello redunda en una mayor
necesidad de comunicación que hace avanzar el lenguaje rudimentario.
Las afiladas piedras otorgan al grupo rapidez en la obtención de los trozos de carne más preciados.
Luego de conseguirlos se retirarán para evitar ser presas de los otros animales que llegarán para
disputar los restos… Pero el grupo regresará al lugar en un tiempo, aprovecharán aún más al noble
Ñu que les ofrece su cuerpo. Con la ayuda de las hachas quebrarán los huesos y obtendrán esa
sustancia que guardan en su interior: La médula ósea. Ellos no lo saben, pero su consumo ayudará
sustancialmente al desarrollo cerebral que con el tiempo alumbrará a la humanidad.
El seguimiento de las manadas lo hacen a distancia, para evitar a otros animales que también los
cazan. Como conocen perfectamente desde siempre los pasos en el río que utilizan y las áreas de
reunión, pueden, a diferencia de los otros depredadores, separarse un tiempo y luego
reencontrarlos.
Cuando consiguen fuego por incendios naturales o tormentas eléctricas que descargan sus rayos
permanecen en el lugar aprovechando su calor y aprendiendo a mejorar la carne que disponen.
Todavía no conocen como producirlo por ellos mismos. Lo harán mucho más adelante en el
tiempo.
En este ciclo, ha finalizado la temporada de agua y de los altos pastos en el Norte y los Ñus están
emprendiendo el camino de regreso.
Pero algo inusual ha ocurrido esta vez, las lluvias fueron mucho más intensas y grandes sectores
de la sabana están inundados, el río que debe cruzar de regreso la manada que han acompañado,
está imposibilitada de hacerlo. Muchos de los animales, confundidos, se arrojan a las aguas y son
arrastrados por la crecida.
Finalmente, la manada toma otro camino, hacia la costa.
El grupo está también sorprendido, no pueden correr el riesgo de perderla y deciden acompañarla.
Ese cambio abrupto abrirá insospechados escenarios
Llegarán a la costa Este del continente y tomarán contacto con un mundo completamente distinto.
Se sorprenderán con la vastedad del mar azul y aprenderán a obtener alimentos de esa gran
superficie líquida.
Luego, seguirán su marcha siempre hacia el Norte, independizados ya de los Ñus.
Se iniciará un largo camino paralelo a la costa de más de 2500 kilómetros, que tardará varios miles
de años en completarse y los llevará fuera de África por primera vez, a través del Istmo existente
en ese entonces en los que hoy el extremo Sur del Mar Rojo.
En el trayecto irán desarrollando nuevas habilidades, aprenderán diversas técnicas para cazar en
conjunto, a pescar y se sumarán otros grupos conformando bandas mucho mayores. Surgirán los
nombres como una necesidad para comunicarse.
Comenzarán a controlar la naturaleza y lo harán dominando el uso del fuego, aprenderán a
conservarlo una vez obtenido de su forma natural.
¿Qué motiva a estos iniciadores de nuestra humanidad a emprender tamaña aventura?
En ellos ha germinado una semilla que los irá transformando en una especie que alcanzará un
poder nunca alcanzado.
Durante miles de años coexistirán con otras muy similares en apariencia pero que no son iguales.
De a poco irán transmutando el marchar únicamente por la búsqueda de alimentos, a hacerlo por
la voluntad de encontrar nuevos horizontes.
Una vez fuera de África, el camino se bifurcará hacia el Este primero y al Oeste después…. En el
Oriente evolucionarán como Homo Erectus, los encontraremos en China e Indonesia cientos de
miles de años después.
En la actual Asia Central nos encontraremos con el Homo Denisovano

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En Europa como el Homo Antecessor, luego el Homo Heidelbergensis y finalmente El Homo
Neandertal.
Los que permanecen en el continente original evolucionarán y finalmente, hace unos doscientos
mil años surgirán como los Homo Sapiens, nuestra especie.
Llegará el tiempo de la oleada final de emigración. Hace unos cincuenta mil años los Homo
Sapiens, tras varios intentos fallidos, arribarán al Medio Oriente, esta vez para quedarse
definitivamente y desde allí, unos miles de años después, con el nombre de “El Hombre de
Cromañón” entrarán en Europa para desplazar al NEANDERTAL.

Sabana Africana

Pareja de Ñus

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Ñus vadeando un río en su migración anual

Hachas tipo Achelense o Modo 2

Homo Erectus

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Homo Erectus

Primera gran migración, aproximadamente dos millones de años atrás

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NUESTROS ORIGENES – CAPITULO VII - LA EVOLUCION HUMANA EN EUROPA – SIERRA DE
ATAPUERCA

Sara tenía trece años, era de estatura medianamente baja en su grupo de pertenencia, una talla de
unos 1,54 metros y todavía crecería un poco más. Para nuestros parámetros tendría una
constitución robusta y, tal vez, poco grácil. Pero la vida era muy dura hace unos 430.000 años en
Europa, más exactamente en el Norte de lo que es España, en lo que llamamos mucho tiempo
después la Sierra de Atapuerca, unos pocos kilómetros al Este de la ciudad actual de Burgos.
Sara es hoy el cráneo N°16 de los más de treinta casi completos fósiles humanos encontrados en el
sitio arqueológico “Sima de los Huesos” en la Sierra de Atapuerca, uno de los lugares considerado
como “Patrimonio Común de la Humanidad”.
Los restos craneales de Sara fueron inicialmente descubiertos en 1985 y en la campaña de 2018 se
completaron… ¿Cómo es esto? Veamos…
Desde 1978 en que se encontraron restos humanos al abrirse un paso en la sierra de Atapuerca
para la traza de un ferrocarril, esa zona fue objeto de una intensa investigación paleo
antropológica que nos entregó la mayor cantidad de fósiles humanos descubiertos hasta el
momento en un mismo sitio. Más de treinta individuos, hombres y mujeres, niños y ancianos…Un
abanico de muestreo que ha permitido conocer muchos aspectos de la vida de esos grupos
prehistóricos que desembocaron finalmente en el Neandertal… La especie con la cual el Hombre
de Cromañón, nuestros ancestros directos, se encontró cuando irrumpió, hace unos cuarenta mil
años, en Europa.
Atapuerca ha sido, es en realidad, como la Caja de Pandora. Nos ha abierto una ventana al pasado
como pocos sitios en el mundo.
Los primeros humanos llegaron a la actual España hace más de un millón de años desde Francia,
caminando el “Corredor de la Bureba”, que es un amplio paso ubicado en el norte de España y en
la parte superior del valle del Ebro. Camino obligado para todo aquel que, procedente del noreste
de la Península o de Europa, quiere llegar a la meseta castellana.
Esos primeros habitantes que llegaron a un espacio completamente virgen pertenecían al Homo
Antecessor. Habían salido de África mucho antes, miles de años, y en su continente de origen
permanecieron evolucionando, siendo conocidos como Homo Ergaster.
El Homo Antecessor también tiene fósiles atribuidos en Italia (Ceprano con 800.000/900.000 años)
e Inglaterra (Norfolk con unos 800.000 años).
La incomunicación por miles de años originó luego adaptaciones evolutivas que dejaron diferentes
líneas…En Europa fue el Homo Heidelbergensis primero y luego el Homo de Neandertal y en África
la línea evolutiva culminó en el Homo Sapiens que llegó luego a Europa y se denominó el Hombre
de Cromañón.
En la sierra de Atapuerca se han investigado hasta diez lugares en los que se encontraron fósiles, la
mayoría de ellos gracias a esa construcción de la vía férrea que cortó la altura. Los más
caracterizados son “La Sima de los Huesos”, “La Gran Dolina” y “La Sima del Elefante”.
En “La Gran Dolina” se han encontrado ocho fósiles pertenecientes a la especie Homo Antecessor,
con unos 800.000 años de antigüedad. En este lugar se comprobó que practicaban el canibalismo,
que vivían en grupos de unos doce a quince individuos y luchaban entre sí por la posesión de
territorio. Eran más robustos que nosotros y alcanzaban los 1,80 metros de talla.
Sus descendientes fueron los Homo Heidelbergensis, a partir de aproximadamente hace 600.000
años.
El Clan Heidelbergensis al cual pertenecía Sara habitaba en Atapuerca, estaba conformado por
unos veinte individuos. Entre ellos había ya parejas de macho y hembra que conformaban un

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núcleo permanente, unos pocos ancianos de no más de treinta años, hombres y mujeres que aún
no habían formado vínculos fijos y varios niños.
Eran individuos altos que en promedio tenían una estatura de 1,75 m con un peso de 85 kg entre
varones, y 1,60 m con 58 kg entre las mujeres. Tenían grandes cráneos que median 1350 cm³ en
promedio, muy aplanados con relación a los del hombre actual, con mandíbulas salientes y gran
abertura nasal. Se trata de la primera especie humana en la que es posible detectar indicios de
una mentalidad simbólica.
Su nombre científico “Heidelbergensis”, deriva de la ciudad de Heidelberg (Alemania) el lugar
donde fueron hallados los primeros fósiles de su tipo, lo que subraya el hecho de que se trata de
los primeros Homo que alcanzaron las estepas del centro y norte de Eurasia (aproximadamente
600.000 años atrás).
Su anatomía ha sido detalladamente descripta gracias a la gran cantidad de restos encontrados en
el yacimiento de la Sima de los Huesos en Atapuerca.
También se han encontrado fósiles de Heidelbergensis en Alemania, Grecia, Italia, Inglaterra y
Francia.
Sara convivía con su grupo y no había formado pareja todavía. Con unos trece años ya era
considerada una mujer completa para su tiempo. Una vez al año, cuando eran los últimos días de
los tiempos más calurosos, grupos vecinos que ya no luchaban territorialmente y ocupaban otras
serranías, se encontraban en las riberas del río Arlanzón a unos 20 kilómetros hacia el Sureste y allí
convivían durante un tiempo.
Era cuando se organizaba la caza anual de los bisontes que se hacía en las proximidades de la
Sierra de la Dolina. Ir por semejantes animales requería la acción coordinada de varios grupos.
Además, tenían la oportunidad de intercambiar elementos que representaban mucha importancia
para la vida diaria de cada Clan y se conformaban las parejas entre aquellos miembros que no
habían encontrado la suya en sus respectivos grupos.
Sara encontró su pareja en una de esas reuniones y, tal como era la costumbre, el macho pasó a
formar parte del grupo de la mujer.
Sara murió poco tiempo después al parir su primer hijo. Su cuerpo fue preparado por la tribu y
arrojado a las profundidades de la montaña en esa enorme boca que se abría en lo que hoy es “La
Sima de los Huesos”.
Era el lugar donde yacían los muertos de ese clan. Allí estaban a salvo de la acción de los animales
carroñeros de la zona.
Su pareja regresó a su grupo original, pero el hijo quedó con la tribu de la madre.
Por supuesto, Sara no fue su nombre verdadero, el original quedó en la noche de los tiempos.
En la campaña de excavación y estudios del yacimiento de “La Sima de los Huesos” en el año 1985
se descubrieron por primera vez parte de sus restos, quedó esperando hasta la campaña de 2018
cuando salieron a la luz la parte que complementaba el cráneo de este fósil.
Fue entonces cuando el grupo de arqueólogos que hizo el descubrimiento final bautizó finalmente
a Sara con ese nombre.
Hoy está siendo profundamente analizada para determinar la mayor cantidad de datos que se
puedan obtener, ella tendrá su segunda vida cuando, reconstituida, se exponga en el Museo de la
Evolución Humana, en la ciudad de Burgos, España.
La Sima de los Huesos designa una parte de una sierra que contiene un yacimiento de 430.000
años, cuya riqueza en fósiles la convierte en la principal fuente de información de la
paleoantropología de ese periodo. La cueva está formada por una grieta que se precipita a un
pozo de 14 metros de altura, excavado por un antiguo río subterráneo en la Cueva Mayor de la
sierra de Atapuerca (España).

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El macizo está clasificado como Patrimonio de la Humanidad. En el lugar se han hallado una gran
cantidad de fósiles que pertenecen a más de treinta individuos lo que representa más del 80% de
los fósiles humanos de esa antigüedad hallado hasta la fecha y constituye el mayor yacimiento de
fósiles humanos. El carácter no accidental de este conjunto de huesos podría representar la
manifestación más antigua documentada de un acto ritual.
Hasta la fecha existen indicios fósiles que permiten la existencia del lenguaje hablado en estos
individuos, lo que haría retroceder la aparición del lenguaje a una fecha muy anterior de la
evolución humana.
Los fósiles presentan un estado de conservación tan excepcional que permitió extraer en 2013 y
en 2016 el ADN humano más antiguo que se ha analizado hasta la fecha
Los individuos de la Sima de los Huesos estaban próximos de los ancestros de los denisovanos y su
linaje es el de los primeros neandertales que vivieron en Europa durante 400.000 años, hasta la
llegada del hombre moderno hace 50.000 años. Las excavaciones se siguen realizando todos los
veranos desde 1984. A un ritmo de varios centímetros por año, todavía se esperan importantes
descubrimientos.

Sierra de Atapuerca

La trinchera abierta en la sierra de Atapuerca

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Vista aérea de la trinchera que corta la sierra de Atapuerca

Trabajos en la Sierra de Atapuerca

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Bifaz encontrado en Sima de los Huesos

Recreación de la tribu

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Homo Antecessor

El Homo Antecessor practicaba el canibalismo

53
Homo Heidelbergensis

Cráneos descubiertos en Sima de los Huesos, Sara es el N°16

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NUESTROS ORIGENES – CAPITULO VIII - LOS ÚLTIMOS NEANDERTALES

La columna serpenteante que forma la tribu en las alturas previas al gran mar del sur se extiende
por un par de cientos de metros. La nevisca helada, arremolinada por el viento en la fría mañana,
golpea en los anchos rostros y obliga a agachar las fuertes cabezas. Forman el clan que lidera Eki,
que marcha al frente imprimiendo el ritmo a esa búsqueda de lugares más seguros para continuar
la vida del grupo.
El cambio de las condiciones climáticas unos 30.000 años atrás en el extremo sur de Europa trajo
aparejado una fuerte escasez de presas en la caza y en la comida que brindaba la madre tierra en
el centro de la península ibérica, zona habitada por esta tribu de Neandertales.
La tierra se enfrió en un proceso muy rápido, hacia el Norte el suelo se hizo duro y yermo como
piedra y la vegetación comenzó a ralear haciéndose tipo esteparia, aunque algunos bosques
aislados sobrevivieron.
El clan está conformado por unos pocos miembros: nueve hombres, seis mujeres, cinco niños y
tres ancianos es todo lo que resta del grupo que llegó a contar con casi cincuenta integrantes. Pero
el cambio climático, junto con una extraña enfermedad, diezmó en los últimos años a la banda.
Sumado a eso, el clan se encontró que otras tribus se adentraron en sus espacios, tribus extrañas
con rostros distintos… y comportamientos diferentes.
Nunca habían tenido que sufrir ataques sobre sus propios integrantes por parte de vecinos, los
espacios eran ocupados pacíficamente por los clanes y tenían tal magnitud en relación con la
cantidad de integrantes que nunca, o casi nunca, se encontraban.
La madre tierra era abundante y pródiga. Exigía con el rigor de su frío a estar permanentemente
en actividad para lograr alimentarse, pero siempre el clan había encontrado la manera de subsistir.
La caza era muy riesgosa pues muchas veces se debía tomar contacto cercano con los animales
para hacer efectivo uso de sus fuertes lanzas de madera y a menudo había encuentros fatales para
los integrantes de las partidas. Pero el tiempo y la práctica por generaciones los había hecho muy
hábiles en los enfrentamientos y podían elaborar trampas en conjunto con accidentes del terreno
como despeñaderos y profundos pozos naturales (dolinas). Hacia esos lugares dirigían a fuerza de
alaridos y lanzamiento de lanzas y piedras.
Los clanes sólo se encontraban una vez en cada tiempo del año cuando el calor derretía las nieves
y permitía el paso en los valles de la serranía central. En esos encuentros se intercambiaban todo
tipo de elementos. Productos únicos de cada zona, utillaje de hueso, sílex o cuarcita, y sobre todo
se aprovechaba para que los clanes pudieran incorporar nuevos miembros provenientes de otros
grupos. Era común que, si una banda tenía niños varones o mujeres en una cantidad considerada
excesiva de uno de los tipos, intercambiaba los que consideraba excedentes. La misma existencia
del clan dependía de un cuidadoso equilibrio del número y tipo de sus integrantes.
… Eki sigue firme en su marcha, observa de reojo a su inmediato seguidor, su hijo mayor Izpi, de
unos doce años plenos ya, que lo indican como su probable sucesor. Su pelo rojo al viento y sus
ojos claros como el cielo cuando brilla el sol irradian una fuerza vital inmensa.
Izpi tiene una hermana que forma parte del resto de la columna, unas decenas de metros más
atrás. Con su padre son los guías y exploradores en la marcha. Está orgulloso porque los mayores

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que completan la banda le han permitido acompañar a Eki. La madre de ambos ya no está con
ellos, sus ojos se cerraron hace un tiempo cuando no pudo parir un tercer hijo.
Hace semanas que están marchando, suben y bajan alturas, cruzan valles. Se detienen cada cuatro
o cinco jornadas para recuperar fuerzas y conseguir alimentos para continuar otro tramo. En esas
detenciones buscan cuevas que los protejan en cuya entrada mantienen vivo dos o tres fuegos.
Desde allí parten en busca de presas y la caza suele durar dos o tres lunas.
No salen de caza todos los hombres, por lo menos un par permanecen cuidando el resto de la
tribu. En las últimas reuniones de los clanes han escuchado relatos donde se cuenta que las tribus
extrañas, de diferente aspecto, más altos y con sus cuerpos pintados de distintos colores han
atacado a clanes vecinos más allá de las montañas altas del Norte.
El hombre de Cromañón había ingresado a la península, la última tierra del continente por
ocupar…
La gente de Eki no entiende la violencia que no procura alimentos… Y por eso todos los clanes
eluden el contacto con esos extraños.
El objetivo de la marcha es alcanzar las aguas ubicadas en el Sur, donde el sol es más fuerte y
permanente. Eki ha escuchado a los más ancianos cuando él era aún un niño y la descripción de
esa tierra permaneció siempre en su mente. Algo en su interior le dice que allí encontrarán refugio
y podrán hacer grande la banda nuevamente. Sólo necesitan que la madre tierra les brinde su
cuidado, que haya animales. Sabe por los relatos que encontrarán animales más pequeños que los
grandes bisontes, rinocerontes lanudos y renos que han dejado atrás en su migración. Se
encontrarán con ciervos, corzos, cabras, jabalíes; podrán alimentarse de ellos y encontrarán
tiempo, tiempo para que vengan niños, muchos niños.
Las costas del Mediterráneo los esperan. Las aguas cálidas y el sol pleno los cobijará por
generaciones.
Finalmente…mucho tiempo después, las cuevas de Gorham, en Gibraltar, nos dará los últimos
Neandertales.

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Neandertales

Marcha del Clan

Sistema Central en Invierno

57
Imagen de Caza

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Niño Neandertal

Cueva de Zafarraya, Málaga

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Vida en la cueva

Cueva de Gorham, Gibraltar

60
Vida en la cueva

Yacimientos en España

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NUESTROS ORIGENES – CAPITULO IX – EL HOMO SAPIENS - LA EVA AFRICANA

El río Omo discurre cada uno de sus 760 kilómetros de extensión dentro del territorio de la actual
Etiopia, su historia está ligada íntimamente a la evolución humana. Nacido en las alturas centrales
de esa región, sus aguas finalmente se abren en un amplio delta y alimentan al lago Turkana, el
llamado “mar de jade” por su intenso color verde.
Toda la región, pero fundamentalmente la parte baja del río, que desemboca en el Turkana, ha
sido declarada Patrimonio Común de la Humanidad por la gran cantidad de sitios arqueológicos
que ha ofrecido a los estudiosos de la Arqueología. Allí, se cree, nacieron hace unos 200.000 años
atrás, las primeras tribus de Homo Sapiens, nuestros antecesores directos, luego de un largo
camino evolutivo de más de seis millones de años.
Esas tribus, formadas por clanes familiares, eran nómades, pero siempre tenían como referencia al
río. Iban y venían por sus cercanías, que le aseguraban las presas necesarias para la alimentación,
que los hombres se encargaban de cazar, mientras las mujeres recorrían las costas del curso de
agua en búsqueda de frutos y tubérculos.
Adoraban y respetaban al río, que los protegía. En un ambiente semiárido, les proveía de agua
fresca, algo de pesca y un entorno mucho más amigable que el resto de la sabana.
El OMO discurría serpenteante de Norte a Sur llevando vida a muchas especies de animales, entre
ellas a este clan.
Los integrantes del grupo no lo sabían, pero representaban un salto hacia adelante en la evolución
y una de sus mujeres transmitiría su ADN mitocondrial a la humanidad que poblaría miles de años
más tarde todo el planeta, estableciendo una continuidad genética en nuestra especie.
Ella ha sido nominada como “La Eva Africana”. Era esbelta y grácil. Morena, de piel muy oscura y
profundos ojos negros como las noches sin luna en esos lugares. Su sonrisa franca demostraba
inocencia y paz con el entorno. Su figura se destacaba en la tribu, que la respetaba y seguía sus
instrucciones.
Eran unas comunidades con marcado predominio de las mujeres por ser ellas quienes las hacían
perdurar alumbrando los hijos que permitían la supervivencia de los clanes. El nacimiento de
nuevas vidas era un misterio insondable y ese secreto reposaba en las mujeres. Los hombres
debían buscar parejas entre mujeres de otros grupos en los períodos en que los diferentes clanes
se reunían para celebraciones.
Constituían uno de los grupos más grandes que habitaban los territorios ubicados en el Este y
Sureste del África. Compartían espacios con otras tribus de homininos similares, pero los distinguía
de ellos una conformación física más estilizada definida por un cráneo alto y redondeado,
retracción facial y un esqueleto ligero y esbelto que descansaba en un par de largas piernas muy
útiles para la persecución de los animales con los que convivían y a quienes respetaban y
valoraban porque sus muertes permitían sus propias vidas. Tenían una dieta omnívora y
demostraban en su accionar diario, además, una capacidad de comprensión superior de la
naturaleza y sus ciclos.
Los tiempos de las lluvias, de las sequías, de los extremos calores y de los crudos fríos… todo
estaba registrado en sus memorias y servía de guía para sus desplazamientos periódicos en la zona
de la que consideraban formar parte, como el resto de la naturaleza que los rodeaba.

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Se comunicaban ya con una lengua basada en chasquidos, gestos y movimientos o golpes de las
manos.
Estudios genéticos desarrollados sobre el ADN mitocondrial de las poblaciones actuales en todos
los continentes, revelan que nuestros orígenes se encuentran en esa zona de África y que, en la
evolución humana, correspondería al ancestro común más reciente femenino que poseía las
mitocondrias de las cuales descienden todas las mitocondrias de las poblaciones actuales.
Descendemos de esa mujer, que nosotros identificamos aquí como una de las líderes del antiguo
clan que habitaba a las orillas del río OMO, hace aproximadamente 190.000 años.
Su linaje es el único que ha tenido continuidad desde los orígenes hasta la actualidad.
¿Pero…qué es el ADN mitocondrial (ADNmt) y de qué manera sirve para determinar líneas de
evolución?
Comencemos por decir que las células son la unidad de vida del cuerpo humano, suman miles de
millones y se agrupan en unos doscientos diferentes tipos que conforman los tejidos, la estructura
ósea, los órganos, etc., de nuestros cuerpos.
Las mitocondrias son orgánulos que forman parte de las células, su función es proveerlas de la
energía que necesitan para cumplir sus funciones. Para decirlo más simple, podemos asimilarlas a
las baterías de un sistema. Tienen su propio elemento de reproducción que es el ADN
mitocondrial. Este tipo de ADN solamente se transmite por la línea materna, pasa de madre a hijos
y sufre mutaciones a un ritmo más o menos constante, lo que permite trazar una línea de tiempo
hacia atrás e identificarla geográficamente, al funcionar como un reloj molecular, guardando
ciertos cuidados en el cálculo.
En el proceso de la fecundación, el ADN mitocondrial que aporta el hombre en sus
espermatozoides no ingresa al ovulo femenino. En el nuevo ser solamente está el ADN
mitocondrial de la madre. Gracias a este conocimiento se ha podido rastrear en el pasado y
determinar las líneas de herencia. Cuantas más mutaciones se hayan producido, mayor tiempo
acumulado tiene ese organismo.
Usted, que está leyendo este pequeño relato tiene en sus células el ADNmt de su madre, no
importa que sea Usted mujer o varón. Y si es mujer transmitirá ese ADNmt a sus hijos…y sus hijas a
sus nietos…y así se estructura un árbol de transmisión del ADNmt que servirá para identificar su
línea genética en tiempo y espacio.
Las variaciones encontradas en el ADN mitocondrial humano (ADNmt) conforman Haplogrupos. Se
ha determinado que estos Haplogrupos trazan la ascendencia matrilineal hasta los orígenes de la
especie humana en África y desde allí, a su subsiguiente dispersión por toda la superficie del
planeta.
A la mujer africana de la cual provienen estos grupos, se le considera como el más reciente
antepasado femenino común de todos los humanos vivos, por ello se la ha denominado Eva
mitocondrial y su antigüedad aproximada es de 190.000 años.
Para graficar los diversos linajes se utiliza una nomenclatura con letras de la A a la Z, designadas
aproximadamente según el orden de su descubrimiento, independientemente de su relación
filogenética y son:

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A, B, C, CZ, D, E, F, G, H, HV, I, J, JT, K, L, L0, L1, L2, L3, L4, L5, L6, L7, M, N, P, Q, R, R0, S, T, U, V, W,
X, Y, y Z. Las relaciones evolutivas filogenéticas están en continua investigación y se resumen en la
siguiente tabla:

Haplogrupos de ADN mitocondrial humano


Eva mitocondrial (L)

L0 L1-6

L1 L2 L3 L4 L5 L6

M N

CZ D E G Q A S R I W X Y

C Z B F R0 JT P U

HV J T K

H V

En el siguiente gráfico puede verse la distribución y antigüedad de los Haplogrupos en el


continente africano (el que tiene los Haplogrupos más divergentes, por lo tanto, de mayor
antigüedad)

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De los Haplogrupos de ADN mitocondrial humano, el más antiguo es L0, con unos 150.000 años,
que es muy frecuente entre los pueblos khoisán (bosquimanos) y otros grupos del África Oriental.
Le sigue en antigüedad L1, que es predominante entre los pigmeos Binga, situado hoy en el
occidente central africano.
Los Haplogrupos L2 y L3, se difundieron por toda África con la expansión bantú. L3 se originó en
África oriental y se difundió por el continente; descendientes de este Haplogrupo salieron de
África y poblaron los demás continentes. Restos de una anterior migración humana desde el norte
de África al Asia occidental han sido encontrados, pero no se han registrado descendientes de ella,
tal, vez porque pereció durante la desertificación del Medio Oriente durante un cambio climático.
Los haplotipos L4, L5 y L6, son pequeños grupos que se han encontrado en algunas poblaciones
africanas principalmente al este de África.
Todos estos linajes "L" representan la ascendencia genealógica humana matrilineal anterior a las
migraciones fuera de África.
N y M pertenecen a los linajes de ADNmt del Sapiens que dejaron África para ocupar el mundo.

Mapa de la hipótesis de las migraciones humanas, basada en el origen y dispersión


de los Haplogrupos del ADN mitocondrial.

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Mujer del pueblo San

Mujeres del pueblo Himba

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Mujer de tribu próxima al río Omo

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Río Omo

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NUESTROS ORIGENES – CAPITULO X– EL ADAN GENETICO – EL ADAN CROMOSOMICO (ADN-Y)
En 1960 el cambio de una letra en un nombre tuvo gran influencia en la historia mundial de la
música que cautivó en su juventud a cientos de millones de personas.
El hecho se originó a instancias de un amigo, que sugirió un cambio en el nombre de la banda
musical británica que lideraba John Lennon, con la finalidad de reflejar la influencia de la corriente
musical denominada “Beat” existente en esa época en la ciudad de Liverpool, Inglaterra.
John Lennon, aceptó la idea de su amigo e introdujo la variación de una letra en el nombre del
grupo de rock que había formado.
Una “a” por una “e” y el nombre de la banda musical británica originalmente llamada “The
Beetles” desembocó en “The Beatles”. El grupo musical se transformó con el tiempo en el
fenómeno musical con mayor trascendencia mundial y fue el paradigma de un nuevo estilo que
cambió la música definitivamente.
Una letra…
En la especie humana un cambio en la letra de identificación del cromosoma de la reproducción
(alosoma), que sea XX o XY, determina la fundamental opción del sexo del organismo.
Un alosoma o cromosoma sexual, es un cromosoma que difiere del resto de cromosomas en su
forma, tamaño y comportamiento. Los cromosomas sexuales de los seres humanos son los que
determinan el sexo.
En nuestra especie se determina el sexo por el sistema XX-XY, (como es el caso de todos los
mamíferos). La presencia del alosoma XX determina el sexo femenino, mientras que el XY es para
el sexo masculino. Estos cromosomas contienen genes. Algunos genes están solamente en el
cromosoma X y otros solamente en el cromosoma Y… otros pocos, están en ambos. Por ejemplo,
en el cromosoma Y existe un Gen propio de ese cromosoma que determina la formación de los
testículos.
Un gen es una pequeña porción de ADN, el ácido desoxirribonucleico, que contiene la información
genética del individuo. Los genes están situados en el mismo lugar de un cromosoma en todos los
individuos, pero su expresión es diferente. Cada gen tiene la función de determinar una
característica especial del individuo. Los genes tienen también la particularidad de trasmitirse
hereditariamente a partir del gen del padre y de la madre, generando caracteres comunes entre
los padres y sus hijos: el mismo color de pelo o de ojos, por ejemplo.
Los genes que forman parte del ser humano se estipula que son alrededor de 20.000 y 25.000
(todavía no hay un número exacto) por célula, los cuáles se recogen en 23 pares de cromosomas.
22 cromosomas autosómicos, y 1 el del sexo (alosoma). Juntos constituyen el material hereditario
para el cuerpo humano y la forma como funciona.
Si el padre aporta un cromosoma X el descendiente será una niña (X del padre y X de la madre). Si
fuera un cromosoma Y, será un niño (Y del padre y X de la madre).
Por lo tanto, quien determina el sexo del descendiente común es el padre. Como varón, usted
puede enterarse, por medio de una prueba del cromosoma Y, de dónde provienen sus
antepasados paternos y con quién está usted emparentado por parte paterna.
Esto se logra a través de estudios de los Haplogrupos que son el conjunto de genes que
caracterizan a un grupo humano en un determinado tiempo y espacio. Se utilizan para ello las
mutaciones que presentan y su comparación con tazas de mutación conocidas.

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El Haplogrupo más antiguo es el “A” y de él se derivan los otros Haplogrupos. Por ejemplo, el
Haplogrupo E es un Haplogrupo del cromosoma Y humano formado a partir de muchos haplotipos,
Este Haplogrupo es el más característico de toda África y se encuentra también, aunque en menor
proporción, en el Cercano Oriente y en Europa, especialmente en el área del Mediterráneo.
Probablemente tiene un origen en África Oriental de una población que generó la expansión fuera
de África, región donde está la mayor diversidad. (Ver figura del Haplogrupo E)
En las religiones abrahámicas, Adán y Eva fueron el primer hombre y la primera mujer que
poblaron la Tierra. Fueron creados por Dios en el sexto día de la creación. Según la Biblia y el
Corán, Adán fue creado primero, y Dios, al verlo solo, decidió que necesitaba una compañera que
fue creada partiendo de una costilla del hombre.
Génesis 1:27: Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra.
Su historia se narra en el libro del Génesis, En él se trata del origen de Adán y cuenta cómo este
fue creado del polvo mediante las manos del creador a su imagen y semejanza, dándole vida Dios
mediante un soplo; el cual le provee al Espíritu Santo, que pasa a morar en él.
Dios puso a Adán y Eva, y para probar su fidelidad y obediencia les dio el mandato de comer de
todos los frutos del árbol del huerto (el Paraíso), excepto uno, llamado árbol de la ciencia del bien
y del mal (pero no les prohibió comer del árbol de la vida, lo cual los haría inmortales, pero ellos
no lo sabían) indicándole a Adán y Eva que, si comían los frutos de él, iban a morir. La serpiente se
aprovechó de esta única regla, y así tentó y engañó a Eva; la cual comió del fruto prohibido. Eva
viendo que era "bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y realmente un árbol codiciable
para alcanzar la sabiduría", le dio también a comer a su marido. Dios dijo: "El ser humano ha
llegado a ser como uno de nosotros, pues tiene conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que
extienda su mano y también tome del fruto del árbol de la vida, lo coma y viva para siempre." Esta
falta de obediencia les acarreó la expulsión del Paraíso. Expulsión en la que Dios les castigó con la
muerte, el dolor, la vergüenza y el trabajo: "Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que
vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás" y "parirás a
tus hijos con dolor”.
Estos hechos son conocidos como el pecado original.
Según la genética poblacional humana del cromosoma Y, el Adán cromosómico o Adán
cromosómico-Y habría sido un hombre africano (homólogo de la Eva mitocondrial, de la cual
hablamos en el capítulo anterior) que en la evolución humana correspondería al ancestro común
más reciente humano masculino que poseía el cromosoma Y del cual descienden todos los
«cromosomas Y» de la población humana actual.
Por ello, el Adán cromosómico-Y correspondería a un único antepasado masculino del cual
convergería el ADN del cromosoma Y de toda la población actual de Homo sapiens (seres
humanos).
Se han realizado varias estimaciones sobre la antigüedad del Adán cromosómico-Y que van de los
60.000 años a los 140.000, aunque recientes estudios lo sitúan bastante más atrás en el tiempo.
No fue el único hombre en su momento, sino que el Adán cromosómico-Y fue quien produjo una
línea «completa» de hijos varones hasta el día de hoy; y es el ancestro del cual converge toda la
población actual. Es decir, El Adán cromosómico-Y sería el varón del cual descienden todos los
cromosomas Y, que determinan el sexo masculino.

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Así como los cromosomas-Y se heredan por vía paterna, las mitocondrias se heredan por vía
materna. El ancestro común más cercano por vía materna ha sido apodado “Eva mitocondrial” y
data aproximadamente de 190.000 años atrás. El antepasado masculino común fue, como se ve,
bastante posterior a la antepasada común.
De acuerdo con lo que el conocimiento actual es capaz de explicar, los Adán y Eva científicos no
habrían vivido en la misma región dentro de África. Por el contrario, según la diversidad genética,
se estima que mientras la existencia del Adán cromosómico habría tenido lugar en el África centro-
occidental, Eva habría vivido en el África sudoriental.
Se considera por algunos estudios que la existencia del Adán cromosómico-Y estaría relacionada
con la Teoría de la catástrofe de Toba.
La teoría de la catástrofe de Toba explica un hecho que se produjo en el norte de la isla de
Sumatra, en Indonesia, hace entre 70.000 y 75.000 años, cuando un supervolcán situado en el lago
Toba entró en erupción. Esto produjo un invierno volcánico con descensos de temperatura a nivel
global durante seis o siete años. En las regiones templadas produjo una disminución de las
temperaturas globales de 15 °C de promedio, lo que representa un cambio drástico en el ambiente
La consecuencia fue un cuello de botella en la especie humana dado que habría reducido la
población mundial a 10.000 o incluso habrían sobrevivido únicamente unas 1000 parejas
reproductoras.
Otras poblaciones del género Homo existentes en esos tiempos pueden haber sido extinguidas por
la catástrofe.
En los últimos tres a seis millones de años se produjo la separación de humanos y simios del
tronco común de homínidos, la línea humana se ramificó en varias especies. La teoría catastrófica
de Toba establece que una inmensa erupción volcánica cambió el curso de la historia al producir la
casi extinción de la población humana (este tipo de acontecimientos se denominan «cuello de
botella de población»).
Cuando explotó el supervolcán lo hizo como una caldera con una fuerza 3000 veces superior a la
erupción del monte Santa Helena, y dejó como rastro el actual lago Toba, el lago volcánico más
grande del mundo, de 100 km × 30 km y 505 m de profundidad. Se han encontrado restos directos
de esta explosión hasta en lugares alejados varios miles de kilómetros, como el sur de la India.
Una combinación de evidencias geológicas y modelos computacionales apoya la factibilidad de la
teoría de la catástrofe de Toba, y la evidencia genética sugiere que todos los humanos actuales, a
pesar de la aparente variedad, provienen de un mismo tronco formado por una población muy
pequeña. Utilizando las tasas promedio de mutación genética, algunos genetistas han estimado
que esta población humana original vivió en una época que concuerda con el acontecimiento de
Toba.
Las descendientes de la Eva mitocondrial entonces habrían pertenecido a una población distante
en el tiempo, pero parte de la que sobrevivió a la catástrofe.
Esta teoría establece que cuando el clima y otros factores fueron propicios, los humanos
nuevamente se expandieron a partir de África, migrando primero al Oriente Medio, y luego a
Indochina y Australia.
Las subsiguientes adaptaciones al medio y las hibridaciones con los primeros humanos que ya se
encontraban fuera de África, desde miles de años atrás (Homo Erectus, Homo Sapiens Arcaico),

71
produjeron los diferentes rasgos y tonalidades en el color de la piel que hoy en día se observan en
la población humana, a partir del reducido grupo de humanos, similar genética y físicamente a los
actuales bosquimanos Khoisan, que finalmente poblaron nuestro planeta.
Los pueblos de bosquimanos del sur de África encierran los secretos mejor guardados sobre el
origen del hombre, son los pueblos vivos más antiguos de la Tierra.
Las poblaciones de bosquimanos, cuya divergencia de otros grupos africanos está considerada
como una de las primeras en la historia de los humanos modernos, se separaron de otras
poblaciones hace aproximadamente 100.000 años.
La reconstrucción de la historia genética se hace comparando los genomas de las poblaciones:
cuando dos poblaciones se han separado hace poco, sus genomas se parecen mucho, es decir,
muestran una escasa divergencia. A mayor divergencia, mayor antigüedad de la separación entre
ambas. A partir de este mecanismo, los científicos han descubierto que la mayor divergencia de
todas es la que se da entre los bosquimanos San y cualquier otra población del planeta.
Los bosquimanos hablan un lenguaje clic, el cual consiste en el uso de chasquidos como fonemas
para comunicarse. No tienen escritura. Las consonantes suenan como el chasquido que todos
hacemos para indicar fastidio o como el sonido de un beso.
Pese a ese aspecto de lengua rudimentaria, no es tan así: El español posee 24 fonemas, cinco
vocálicos y 19 consonánticos. Esta lengua africana tiene aproximadamente entre 100 y 164
sonidos consonánticos, dependiendo de la variedad dialectal y de los estudios que se apliquen
sobre los fonemas, y unos 44 vocálicos.
Pese a que sufren una gran presión por parte de la civilización humana actual, todavía su modo de
vida se caracteriza en un gran porcentaje de su población por ser nómada. Viven de la caza y de la
recolección de frutas, raíces y cortezas de árboles. Cazan con arcos y flechas envenenadas que
construyen ellos mismos y son reconocidos por su gran puntería. Suelen cazar desde animales
pequeños como ratones, liebres, babuinos hasta animales más grandes como los búfalos
Comparten algunos rasgos generales con otras sociedades de cazadores-recolectores tales como el
agrupamiento en clanes pequeños o medianos basados en relaciones de parentesco. Por lo
general son monógamos y mantienen una conducta solidaria y de reciprocidad, particularmente
con la comida, pese a su escasez.
Los hombres y las mujeres realizan tareas diferentes; normalmente los hombres cazan y las
mujeres recolectan. Disponen de una escasa organización política formal, en las que no hay jefes
hereditarios, aunque algunos individuos pueden ser particularmente influyentes por sus
habilidades o su poder de persuasión.
Construyen sus casas con ramas, en forma de iglú, que cubren con pieles de animales, y durante la
estación lluviosa se trasladan a vivir a las cuevas de las montañas.
Habitan mayormente en el desierto de Kalahari, el cuarto desierto del mundo por extensión, con
una superficie aproximada de 520.000 km cuadrados. El nombre Kalahari significa “gran sed”. Este
desierto del sur de África se encuentra entre los territorios de Namibia, Botswana y Sudáfrica. Es
un desierto semiárido que se extiende sobre una meseta a una altura que varía entre 850 y 1.200
metros.
En síntesis, la posible historia de nuestro “padre”.

72
73
74
Hombre del pueblo SAN

75
La erupción del volcán Toba comparada a otras erupciones históricas.
• Vesubio, Italia, 79 AC
• Tambora, Indonesia, 1815
• Krakatua, Indonesia, 1883
• Katmal, Alaska, 1912
• Monte Santa Helena, 1980
• El Chicho, México, 1982
• Toba Supervolcán, Indonesia: Un gran número de arqueólogos concuerda que uno de los
momentos de mayor peligro para la humanidad fue la erupción del Monte Toba, hace
aproximadamente unos 71.500 a 40.000 años atrás, y cuyo «invierno volcánico», de unos 6
años de duración, no sólo causó una extinción masiva de especies, sino que redujo a la
humanidad a un número de entre 1.000 a 10.000 pares de reproducción, la cantidad de
población más baja desde la existencia de los Homo Sapiens. Esta explosión fue tan
poderosa y destructiva que se considera cientos de veces más poderosa que la explosión
más grande causada por la humanidad: la Tsar bomba, una bomba nuclear de 52
megatones detonada por la Unión Soviética durante la Guerra Fría.

76
Ubicación del Volcán Toba

77
NUESTROS ORIGENES – CAPITULO XI - EL ENCUENTRO
No podía ser de otra manera… tenía que ocurrir en esa zona crucial del planeta tierra… y allí fue
que sucedió.
En El Levante…
La hibridación de dos especies del género Homo… nuestros ancestros Europeos y Africanos.
Hace unos 100.000 años antes del presente (AP) dos grupos de seres representantes, uno del
hombre de Neandertal y el otro del Homo Sapiens, se vieron frente a frente con asombro y
sorpresa absoluta.
Las cálidas aguas del mediterráneo Oriental que bañaban las costas de lo que hoy llamamos
Oriente Medio o Medio Oriente, fueron el escenario del encuentro.
Esos lugares han sido, desde siempre, escenarios de entrecruzamientos, paso obligado del traslado
entre Asia, Europa y África.
Unos huían del hambre y de la sequedad extrema hacia el norte, y otros del frío, hacia el sur. Unos
eran sapiens y otros neandertales y ambos se encontraron en Oriente Medio, en un éxodo común
en el que compartieron algo más que experiencias.
Los científicos del Instituto de Antropología Evolutiva Max Planck en Leipzig, Alemania, han
descubierto que hubo al menos dos cruces entre el hombre anatómicamente moderno y los
neandertales. Uno en Europa unos 50.000 años (AP), que ya se conocía, y otro anterior,
completamente inesperado, que se produjo hace 100.000 (AP) años en Oriente Medio. Por si fuera
poco, hay otra gran sorpresa: Desde que en 2010 el biólogo sueco Svante Päävo desentrañó el
genoma neandertal, se conocía que en el encuentro ocurrido hace unos 50.000 años ellos nos
transmitieron sus genes, motivo por el que todas las personas de origen euroasiático llevan esa
pequeña herencia en su “código de barras” (alrededor del 2% de nuestro genoma es neandertal),
pero resulta que también sucedió al revés: en la primera hibridación, durante ese primer
encuentro hace unos 100.000 años, fuimos nosotros quienes les aportamos nuestro material
genético.
Probablemente gracias a un cambio climático favorable, los humanos modernos salieron de África
hacia Asia hace más de 100.000 años, una expansión revelada por los restos encontrados en los
yacimientos israelíes de Skhul y Qafzeh (se describen más adelante en este relato). Pudieron
hacerlo por dos vías: a través de lo que ahora es Egipto hacia Israel o por la franja del Mar Rojo en
el estrecho de Bar el-Mandeb, frente a Yibuti, en el Cuerno de África.
Pero la historia de la migración humana desde el África se remonta mucho más atrás en el tiempo.
Hace aproximadamente 1.800.000 años (AP) un grupo de los primeros homininos ya
definidamente encausados en nuestro linaje evolutivo, el Homo Erectus, se aventuró por primera
vez fuera de su continente natal para explorar otras geografías.
El Homo Erectus, con 1,70 mts de estatura promedio, una contextura y apariencia física que lo
hacía muy similar a algunos pueblos actuales que habitan islas del Pacífico, fue la vanguardia de la
aventura que significó la ocupación de todo el planeta.
…Y el cruce se dio entonces también por esa zona que siempre fue parte de la historia, el cuerno
de África, único contacto terrestre entre los tres continentes.
En esos tiempos los desiertos actuales de Arabia eran muy diferentes y las condiciones existentes
favorecían el desarrollo de la vida con extensas zonas habitables.

78
Las causas de esa primera diáspora nunca han podido ser científicamente explicadas. Tal vez fue
producto de la “humanización” que teníamos en ciernes y ya las ansias de conocer nuevos
horizontes se había hecho presente en nuestros espíritus.
De una manera u otra ese avance los llevó con el tiempo hacia el Este, a los extremos de Asia,
hacia el Oeste a los extremos peninsulares de lo que hoy es Europa y al Norte a las extensas
estepas siberianas.
En el extremo oriente la evolución, en un ambiente aislado por cientos de miles de años,
desembocaría en el “Hombre de Pekín” y el “Hombre de Java” cuyos fósiles encontrados en esos
lugares datan de aproximadamente un millón de años (AP). En el extremo Oeste constituiría la
semilla del “Homo Antecessor” (con fósiles de hace unos ochocientos mil años en Atapuerca,
España), que desembocaría mucho después en el Hombre de Neandertal que ocupó lo que hoy es
Europa y el medio Oriente entre hace unos 300.000 y 28.000 años (AP). Al mismo tiempo, una
tercera línea evolutiva nació en el centro de las estepas rusas, mucho menor y casi desconocida
hasta hace muy poco, el “Homo Denisovano”.
Mientras tanto, los seres que permanecieron en África continuarían su camino evolutivo y hace
unos 200.000 (AP) conformaron el Homo Sapiens…nuestros ancestros directos.
Entre la emigración de África del Homo Erectus, aproximadamente 1.800.000 (AP) y la siguiente
ola de arribo al oriente medio pasaron miles y miles de años. Hubo en el intermedio varios
intentos, pero estos no dejaron raíces profundas.
La segunda emigración con cierto grado de éxito por su permanencia fuera de su continente se dio
hace unos 100.000 años… el momento con que comenzamos este capítulo.
El mundo era muy diferente entonces. Varias especies humanas se repartían los continentes. Los
neandertales poblaban Europa y parte de Asia. Los Denisovanos habitaban, aislados, el centro
superior de Asia. Los Homo sapiens dominaban en África. Y otras ramas, como el Homo Erectus o
el Hombre de Flores, habitaban en Oriente.
Desde la publicación del primer borrador del genoma neandertal en 2010, los investigadores ya
sabían que ambas especies se entrecruzaron y que, de hecho, una parte de la información
genética de los europeos y asiáticos actuales contiene aproximadamente un 2% de ADN
Neandertal. Pero se pensaba que esos encuentros sexuales no se habían producido hasta hace
entre 47.000 y 65.000 años (AP). Ahora sabemos que también se produjeron cruzamientos entre
ambas especies en aquel mundo glacial hace 100.000 años, cerca de 40.000 años antes de lo que
se creía hasta ahora. Los estudios realizados documentan por primera vez la presencia de ADN de
Homo Sapiens en los Neandertales.
El porcentaje del genoma de sapiens presente en neandertal estaba en el mismo orden de
magnitud que el ya conocido neandertal en las poblaciones europeas modernas. "El porcentaje no
sería mayor de un 2%", según Sergi Castellano, líder del Grupo de Anotación Genética del Instituto
Max Planck de Antropología Evolutiva.
El equipo científico ha analizado los genomas neandertales disponibles procedentes de las cuevas
del Sidrón en Asturias (España), de Vindija (Croacia) y de las montañas de Altai, en Siberia y las ha
comparado con los humanos modernos que menos ¨contaminación¨ genética tienen de otras
especies, los africanos.

79
Los resultados indican que sólo hubo intercambio genético con los neandertales de Siberia, pero el
reducido número de muestras podría estar condicionando los resultados. "Sólo tenemos material
genético de 13 neandertales, para tener una panorámica completa harían falta más. Creo que
estos cruzamientos han ocurrido múltiples veces y han sido más frecuentes de lo que
pensábamos"
El estudio también presenta otras interesantes conclusiones; revela diferencias entre las
poblaciones neandertales del Este y el Oeste, y gracias a las técnicas de datación genómica
también ha permitido saber a los investigadores el tiempo que permanecieron separados ambos
grupos. "Hemos comparado la divergencia de las dos poblaciones neandertales del Este y el Oeste
y nos ha permitido saber que los dos grupos estuvieron separados durante unos 110.000 años,
probablemente por las condiciones de aislamiento impuestas por la glaciación de Wurm".
La glaciación de Wurm fue la última de las cinco grandes eras de hielo que atravesó nuestro
planeta. Comenzó hace unos 110.000 (AP) años y finalizó hacia el 10.000 (AP) dando paso al
Holoceno, en donde nos encontramos en la actualidad.
Durante este periodo de casi 100.000 años, extensas zonas de la superficie terrestre fueron
ocupadas por casquetes de hielo, el clima se enfrió a nivel global, lo cual afectó incluso a zonas
tropicales y provocó una regresión marina que disminuyó la superficie de océanos y mares. Las
principales zonas cubiertas por hielo fueron los Andes patagónicos, toda la cordillera de los Andes
hasta la cordillera oriental colombiana, Nueva Zelanda, los Alpes, el norte de la Cordillera
norteamericana, la zona de los grandes lagos en los EE. UU. —incluido todo el este de Canadá—,
Islandia, las islas británicas, además de Groenlandia y la Antártida que retienen sus glaciares desde
entonces.
En el período de Wurm, el Sahara era mucho más húmedo y verde. Las condiciones atraían
animales para habitar en ese espacio, en el Sahara de esa época habitaban leones en la meseta de
Ennedi, en el Noreste del actual Chad y en sus cursos de agua nadaban cocodrilos. Ese puede
haber sido el marco en el cual los Homo Sapiens se aventuraron hacia Eurasia en persecución de
las manadas de animales que hacían a su subsistencia.
Gracias a ese cambio climático favorable, los humanos modernos salieron de África hacia Asia
hace más de 100.000 años, una expansión revelada por los restos encontrados en los yacimientos
israelíes de Skhul y Qafzeh.
Pero los primeros Sapiens en llegar al medio oriente que se establecieron en ese lugar, carecían de
la masa de integrantes necesaria para continuar más allá de esos lugares. La tecnología de hace
100.000 a disposición del Sapiens los hacía superiores a los Neandertales, pero la cantidad de una
y otra especie hizo la diferencia en esa oportunidad y los Sapiens que se habían aventurado, se
extinguieron. Dejaron, eso sí, los primeros rastros de hibridación. Por consentimiento o por
violencia, no sabemos esto, pero si conocemos por análisis genéticos que entonces dejamos en los
Neandertales los rastros de la convivencia de ambas especies en esa época.
Los yacimientos de Skhul y Qafzeh son dos cuevas con fósiles humanos ubicadas al norte de Israel.
La cueva de Skhül se encuentra en el Monte Carmelo próximo a la ciudad de Haifa, a un par de
kilómetros de las costas del Mediterráneo.
A unos cuarenta kilómetros hacia el interior se encuentra el yacimiento arqueológico de Jabel
Qafzeh en proximidades de la bíblica ciudad de Nazaret, cuna del cristianismo, en la Baja Galilea.

80
Los restos humanos hallados en ambos lugares tienen una antigüedad de 80.000/120.000 años,
suelen denominarse conjuntamente Skhul/Qafzeh. Tenían cultura musteriense en los
instrumentos de piedra hallados (puntas de flecha, hachas de mano, etc.), que se destacan por
presentar características propias tanto de los neandertales como de los Sapiens. Con ellos se
encontraron conchas marinas perforadas que se habrían usado como cuentas y alimento.
Estos restos fósiles han sido atribuibles inicialmente a los neandertales y luego a tempranos Homo
Sapiens.
En la cueva de Skhul fueron descubiertos, entre 1925 y 1935, 10 restos humanos (7 adultos y 3
niños), algunos de los cuales parecen haber sido prolijamente enterrados.
El cráneo Skhul 5 presenta prominentes arcos superciliares, típico de los Neandertales, pero tiene
una frente alta como el Homo sapiens. El cráneo Skhul 9 tiene semejanzas con la actual población
del África Occidental, pero con algunas características arcaicas como prognatismo y arcos
superciliares.
La cueva de Qafzeh fue excavada en 1934, encontrándose restos de 5 individuos, fogatas,
entierros, herramientas de sílex y animales (gacela, caballo, gamo, vacunos y rinoceronte). En años
posteriores se encontraron más restos humanos. El fósil Qafzeh 6, encontrado en 1934, es un
hombre que presenta algunas características de los Neandertales, pero se aproxima más al Homo
Sapiens; mientras que el fósil Qafzeh 9 sería probablemente una mujer joven, presentando
características propias de los humanos modernos.
Fue en esas tierras cuna de las mayores religiones, que se encontraron por primera vez dos
mundos que habían evolucionado aislados por cientos de miles de años.
El segundo encuentro, ocurrido hace unos 50.000 años sería el disparador de una aceleración en la
historia de nuestra evolución … desde hacía más de dos millones de años los cambios habían sido
bastante lentos… a partir del ingreso del Homo Sapiens en la actual Europa, identificado como el
Hombre de Cro-Magnon (por el sitio ubicado en Francia donde primero se descubrió su presencia),
la historia se aceleraría y… en sólo 50.000 años no solamente ocuparía todo el planeta sino que
estaría a las puertas de ser una especie interplanetaria.

Cráneos de Sapiens y Neandertal

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La última glaciación

82
La salida del África

Mujer Neandertal

83
Cueva de Skhul

84
El Hombre de Cro-Magnon

Neandertal y Cromañón

85
NUESTROS ORIGENES - CAPITULO XII – LA EDAD DE PIEDRA, LAS PRIMERAS TECNOLOGÍAS
HUMANAS
El primer ser vivo en la Tierra fue un microorganismo unicelular que existió hace casi cuatro mil
millones de años. De este organismo evolucionaría toda la vida animal y vegetal, se lo llama LUCA
(Last Universal Common Ancestor – Ultimo Ancestro Común Universal).
El hecho de que debió existir un único ancestro se hizo patente por primera vez en los años 1960,
cuando el código genético fue descifrado y se encontró que era universal. El hecho de que el
código genético sea universal para todas las formas de vida nos indica que todas ellas están
relacionadas.
Por código genético se conoce el conjunto de reglas que determinan la manera en que la
información genética contenida en el ADN es traducida para que el ARN pueda convertirla en los
aminoácidos de una proteína.
El código genético es universal, pues lo utilizan casi todos los seres vivos conocidos. Solo existen
algunas excepciones en algunas bacterias.
Nuestros “parientes” más cercanos son los Chimpancés con los cuales compartimos el 98,9% del
ADN. Eso significa que nos separamos en distintas líneas evolutivas hace unos seis o siete millones
de años. Los Chimpancés no son nuestros ancestros, tenemos sí con ellos uno en común.
¿Y qué pasa con otras especies vivientes? … Compartimos con los gatos el 90% del ADN, con los
ratones el 75%... y con el plátano, aunque parezca sorprendente, compartimos el 50% de nuestros
genes.
Una vez surgida, la vida fue evolucionando y abriéndose paso a través de miles de millones de
años, diversificándose hasta conformar las distintas especies actuales, unos ocho millones entre
animales y vegetales.
Hace unos 500 millones de años hubo una explosión de vida en nuestro planeta. Esto está
reflejado en la proliferación de restos de organismos fósiles que indican que en ese entonces se
dieron las condiciones necesarias para que la vida diera un enorme salto cuantitativo y cualitativo.
Pero también hubo periodos en que la vida estuvo muy cerca de extinguirse. Hubo, al menos cinco
oportunidades de grandes cataclismos biológicos causados por factores externos… cambios
drásticos en las condiciones climatológicas, caídas de objetos del espacio exterior, vulcanismo
extremo y otros.
Muchas especies desaparecieron y hoy solamente podemos ver sus fósiles.
Pese a todo, la vida pudo reorganizarse y continuar. La vida es altamente resiliente.
Hace unos 3 millones de años, una cantidad de tiempo insignificante en la historia de nuestro
planeta que tiene 4.600 millones de años de existencia, comenzamos a tener constancias de la
presencia de una de las especies vivientes que estaba llamada a imponerse finalmente y dominar a
todas las demás.
Esas constancias fueron herramientas, instrumentos producidos por esa especie, que en su
evolución llegaría al Homo Sapiens…Nosotros.
La Edad de Piedra es el período de la prehistoria que abarca desde que los primeros seres
humanos empezaron a elaborar herramientas de piedra, hasta el descubrimiento y uso de
metales, la madera, los huesos, y otros materiales. Pero la piedra, por haber perdurado en el

86
tiempo, es el elemento símbolo. Piedras como el sílex, el cuarzo, la cuarcita y la obsidiana fueron
utilizadas para fabricar las primeras herramientas, de corte o percusión.
A lo largo de la Edad de Piedra tuvieron lugar fenómenos fundamentales para lo que sería nuestro
futuro: la evolución humana.
No se descarta que algunos australopitecinos avanzados elaborasen herramientas rudimentarias,
hay una fuerte polémica al respecto; pero se considera que son los miembros del género Homo los
primeros que fabricaron herramientas previsoramente, es decir, antes de necesitarlas, sin
improvisar, sino previendo su posible uso con antelación. En ese momento comienza la Prehistoria
y, consecuentemente, la Edad de Piedra.
Es una larga extensión de tiempo en donde pueden verse las primeras grandes adquisiciones
tecnológicas (el fuego, diversas herramientas, la vestimenta), la evolución social (conformación de
las primeras formas de vida tribal), intensos cambios climáticos, la diáspora del ser humano por
todo el mundo habitable desde su cuna africana, y finalmente la revolución económica que
significó el pasaje desde un sistema del tipo recolector-cazador, hasta un sistema parcialmente
productor , la explotación de los suelos y la cría de animales.
El rango de tiempo que abarca este período es discutido y variable según la región en particular
que se analice. Algunos grupos humanos nunca desarrollaron la tecnología de la fundición de
metales, y por tanto quedaron sumidos en una Edad de Piedra hasta un tiempo muy avanzado en
que se encontraron con culturas tecnológicamente más desarrolladas. Sin embargo, en general, se
considera que este período comenzó en África hace 2,8 millones de años antes del presente (AP),
con la aparición de la primera herramienta humana. A este período de “tecnología de la piedra” le
siguió la Edad del Cobre, luego la Edad del Bronce y finalmente la Edad del Hierro.
Tradicionalmente se divide la Edad de Piedra Edad en un Período Paleolítico, con un sistema
económico de caza-recolección (2,8 millones a 12.000 años AP), un Período Mesolítico (12.000 a
7.000 años AP) donde se inicia el sedentarismo y un Período Neolítico, a partir de hace unos 7.000
años en el que se produce la revolución hacia el sistema económico productivo agropecuario
(agricultura y ganadería).
El período Paleolítico es el más extenso por mucho y se divide, de acuerdo con la forma en que se
producían las herramientas, en Paleolítico Temprano, Medio y Superior.
Temprana "Edad de Piedra"
Es el periodo comprendido desde la aparición del primer ser humano, hace más de dos millones y
medio de años, hasta hace unos 200.000 años. Incluye, prácticamente, todos los grandes pasos de
la evolución humana, los llamados Homo Sapiens surgieron al final de este. Para entenderla mejor
suele dividirse en dos grandes etapas teniendo en cuenta de qué manera se producían y cómo
eran las herramientas que se elaboraban:
Olduvayense (Tecnología Modo 1): Así llamado por haber sido identificados los primeros
elementos fabricados por el género Homo en el yacimiento de la garganta de Olduvai (Kenia,
África) al que acompañan otros muchos lugares, casi todos ellos alineados con el gran Valle del
Rift. Las herramientas olduvayenses más antiguas podrían tener más de 2,6 millones de años (MA),
existiendo hallazgos en toda África Oriental y Austral desde esa fecha hasta hace 1,5 millones de
años, por lo que es posible decir que el modo de fabricación Olduvayense pervivió por más de un
millón de años. Al principio, las herramientas fueron de piedra tallada toscamente, sin que se

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aprecie ninguna estandarización en las tácticas de aprovechamiento ni en las formas. Pero, poco a
poco, fueron cristalizando determinados tipos de artefactos concretos entre los que destacan
cantos tallados, raederas y denticulados. Es de suponer que existió simultáneamente una industria
en madera o en hueso, pero no se ha conservado. Los protagonistas de este extenso período
cultural fueron varias especies del género Homo (Homo Habilis, Homo Rudolfensis, formas
tempranas de Homo Erectus, y finalmente el Homo Ergaster). Todos ellos parecen haber sido
cazadores solo en raras ocasiones, dedicándose, más bien, a la recolección y al carroñeo; conocían,
pero no dominaban el fuego, y ya se les atribuyen algunas estructuras de construcción sencilla
para protegerse.
El Achelense (Tecnología Modo 2): Este modo de fabricación de herramientas y utensilios nació en
África mucho antes que en cualquier otra parte del mundo en un momento que parece coincidir
con la primera gran migración humana hacia Eurasia y con la aparición de formas tempranas de
Homo Erectus. Sin embargo, aunque las herramientas bifaces de piedra más antiguas se han
datado en el yacimiento etíope de Konso-Gardula en 1,9 (MA), la tecnología Achelense no parece
salir de África hasta más de un millón de años más tarde. Así, pues, el Achelense fue patrimonio
exclusivo de los africanos (lo más seguro es que de las diversas especies humanas que convivieron
en este continente por estas fechas, solo algunas tendrían el privilegio de esta tecnología), en
tanto que en el resto del mundo persistía la tradición olduvayense. Probablemente, el inventor de
esta nueva cultura fue el Homo Ergaster.
La herramienta más conocida del Achelense es el bifaz, pero la variedad se amplía, apareciendo
hendidores, triedros, bolas poliédricas y todo tipo de utensilios sobre lascas retocadas. El
achelense africano también es extenso en el tiempo, ya que perdura hasta hace unos 200.000
años Posiblemente, la expansión del modo de producción de artefactos de piedra Achelense fuera
de África sería consecuencia de una segunda oleada colonizadora efectuada por el entonces Homo
Sapiens temprano.
El Paleolítico medio
El Musteriense (Tecnología Modo 3): Es el segundo de los periodos en que está dividido el
Paleolítico. Se caracteriza por el predominio de una fabricación de instrumentos de piedra
denominada musteriense (Modo 3), que utiliza la técnica de talla llamada método Levallois, que
consiste en obtener una o varias lascas de forma predeterminada, a partir de una preparación
particular del núcleo de piedra. Dura un periodo mucho menos extenso que el anterior (el
Paleolítico temprano) y abarca aproximadamente entre los años 160.000 antes del presente (AP) y
30.000 (AP).
El Paleolítico medio coincide con la mayor parte de la última glaciación, la de Würm. Es también la
época del Neandertal, que desde Europa se extendió por Oriente próximo y buena parte de Asia.
La glaciación de Wurm fue la última de las cinco grandes eras de hielo que atravesó nuestro
planeta. Comenzó hace 110.000 años y finalizó hacia el 10.000 AP. dando paso al Holoceno o
período postglacial, en el que nos encontramos en la actualidad.
Durante este periodo, extensas zonas de la superficie terrestre fueron ocupadas por casquetes de
hielo, el clima se enfrió a nivel global, lo cual afectó incluso a zonas tropicales y provocó una
regresión marina que disminuyó la superficie de océanos y mares. Las principales zonas cubiertas
por hielo fueron los Andes patagónicos, toda la cordillera de los Andes hasta la cordillera oriental

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colombiana, Nueva Zelanda, los Alpes, el norte de la Cordillera norteamericana, la zona de los
grandes lagos en los EE. UU. —incluido todo el este de Canadá—, Islandia, las islas británicas,
además de Groenlandia y la Antártida que retienen sus glaciares desde entonces.
La característica del Paleolítico medio es que coincidió con la existencia de una nueva especie de
Homo, el Homo Neanderthalensis, descendiente del Homo Heidelbergensis. El Heidelbergensis,
era a su vez descendiente del Homo Antecessor y dominaba el escenario europeo desde hacía por
lo menos 500 mil años AP y hasta unos 250 mil años AP.
El Homo de Neandertal hizo su aparición hace unos 250.000 (AP), no antecedió evolutivamente al
Homo Sapiens, sino que fue una especie de origen europeo que durante 200.000 años tuvo una
existencia paralela y separada al Homo Sapiens, originario y desarrollado en África.
El Paleolítico superior (Tecnología Modo 4)
El Modo 4 es propio del Paleolítico Superior. Es el modo técnico de talla más perfeccionado e
introdujo una importante innovación: la talla por percusión indirecta, es decir, el uso de una
especie de punzón para dirigir los golpes sobre el núcleo de piedra y, de este modo, obtener lascas
más alargadas y estrechas. Este método de percusión indirecta permitía aprovechar al máximo la
piedra y obtener una gran cantidad de útiles de un mismo núcleo. Dentro de este modo técnico se
incluyen diversas industrias líticas: Chatelperroniense, Auriñaciense, Gravetiense, Solutrense y
Magdaleniense, que son los nombres de los distintos lugares donde fueron encontrados los fósiles.
Los instrumentos líticos más antiguos de este modo técnico tienen una antigüedad de unos 36.000
años. Se extiende aproximadamente entre los años 40.000 a 30.000 (AP) y el 12.000 a 10.000 (AP).
El Paleolítico superior coincide con la segunda mitad del último periodo glacial, de clima muy frío,
aunque con intervalos algo más templados. En esta etapa las especies humanas anteriores como
Homo Erectus, el Neandertal, el homínido de Denísova y el Homo Floresiensis, fueron sustituidas
en todo el mundo por el Homo Sapiens, que quedó como el único superviviente.
El Mesolítico
Este período de la Prehistoria comprende los años entre el 10.000 AP y el 6.000 AP. Luego de
terminar la Era del Hielo, el hombre tuvo que cambiar sus hábitos de vida para adaptarse al nuevo
ecosistema en el que tenía que vivir. Salió de las cuevas y empezó a desarrollar la arquitectura
para crear sus viviendas fuera de las mismas, elaboró herramientas adecuadas de piedra, hueso y
madera para alimentarse con los nuevos animales que aparecieron en sus territorios y desarrolló
notablemente sus habilidades en la pesca.
En el mesolítico se mantienen las sociedades nómades, aunque es en este período que comienzan
las primeras sociedades sedentarias.
El cambio climático, los hizo pasar de recolectores y cazadores a productores y de nómadas
estacionarios a sedentarios que se iniciaban en el arte de la agricultura y ganadería para dar origen
a las primeras civilizaciones. En el desarrollo de tecnologías en este período se dieron avances
significativos ya que se crearon medios de transportes como trineos tirados por perros y canoas
para desplazarse por ríos, además de la creación de la industria microlítica con la construcción de
herramientas de caza y de pesca como el anzuelo.
Todos los avances arquitectónicos, tecnológicos, económicos y sociales de esta época se enmarcan
en lo que los científicos llaman la revolución Mesolítica que tendrá su auge en el siguiente período
Neolítico o de la Nueva piedra.

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En este período aparecen los primeros cementerios y entierros bajo las viviendas mesolíticas
En el período Mesolítico aparecen las chozas al aire libre y las primeras aldeas. Las viviendas eran
construidas con troncos y ramas, tenían una sola habitación y eran semi-escavadas en el terreno.
A los muertos los enterraban en cementerios próximos a los poblados o debajo del suelo de sus
casas.
Las poblaciones de la época Mesolítica eran nómadas estacionales porque se desplazaban de un
lugar a otro según las estaciones; pero esto fue cambiando poco a poco. Construían viviendas para
pasar el invierno y campamentos para el verano alrededor de los lugares donde era más fácil
conseguir alimentos. Las características de estas zonas de establecimiento les permitieron
asentarse por más tiempo del indicado por la estación y permanecer en estos sitios todo un año o
para instalarse permanentemente.
Muchos autores sostienen que la revolución neolítica tuvo sus comienzos durante el periodo
mesolítico. Esto se debe a que es durante este período nace el concepto de sedentarismo,
comienza la expansión demográfica gracias al dominio de animales producto de la evolución en la
fabricación de herramientas.
El Neolítico
Es la última etapa de la Edad de Piedra. Comprende desde el año 6.000 a.C. hasta el 3.000 a.C. y,
junto con los períodos paleolítico y el mesolítico, conforman la Edad de Piedra.
El término, que quiere decir «de piedra nueva», se refiere a las elaboradas herramientas de piedra
pulida que caracterizan ese período y lo diferencian de la «antigua» Edad de Piedra, o Paleolítico,
con herramientas de piedra talladas, más toscas.
El Neolítico se caracterizó por el uso de herramientas de piedra moldeada y pulida. Además, se
destacó por el desarrollo de la agricultura y la ganadería, la alfarería, las artes, la domesticación de
ciertos animales y la consolidación de la vida sedentaria.
La magnitud de los cambios en la forma de vida (el sedentarismo, las primeras ciudades) y en la
producción de alimentos (siembra y recolección, domesticación de animales) lo marcan como una
verdadera revolución, llamada “La Revolución Neolítica”.
Fue en esta época cuando los humanos aprendieron definitivamente a cultivar, a criar ganado
doméstico y a recolectar plantas y frutos. El sistema de cultivo de trigo, arroz y maíz permitió
formalizar el estilo de vida sedentario.
La evidencia arqueológica indica que la transición de las culturas recolectoras de alimentos a las
productoras se produjo de manera gradual. Por ejemplo, en el Medio Oriente alrededor del 9.000
a. C., en el sudeste de Europa alrededor del 7.000 a.C. y en el este de Asia alrededor del 6.000 a.C.
A partir del momento en que se introduce la agricultura, se queman los bosques, se transforma el
paisaje, y se depende del clima para las cosechas. Fue el momento en el que surgió la aldea y
después la ciudad. Y también fue el momento en que aparecieron las enfermedades vinculadas
con los animales que se fueron domesticando.
Se divide en tres etapas según el nivel de sofisticación alcanzado en la agricultura, arquitectura y
cerámica:
• Neolítico inicial. Se estima entre el año 6.000 a.C. hasta el 3.500 a.C.
• Neolítico medio. Es el más fructífero y se desarrolló entre el 3.000 a.C. y el 2.800 a.C.

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• Neolítico final. Es el más breve, desde el 2.800 a.C. hasta el 2.300 a.C. con el comienzo de la Edad
de los Metales. Hacia fines del período neolítico aparece el trabajo sobre algunos metales, como el
cobre. Esto fue lo que marcó la transición a la Edad de Bronce (mezcla de cobre y estaño que
resulta de mayor dureza y mejores propiedades de fundición).
Entramos así en las puertas de la historia con la invención de la escritura, hace unos 3000 años.

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NUESTROS ORIGENES – CAPITULO XIII – LOS DENISOVANOS, ESA ESPECIE DESCONOCIDA.
Actualmente los seres humanos, nosotros, somos los únicos representantes de la especie en el
planeta.
Después de aproximadamente siete millones de años y un complejo proceso de evolución, nos
hemos encaramado en la cima del ranking de los casi ocho millones de especies vivientes
incluyendo animales y vegetales.
Somos los dueños del planeta Tierra… y este es nuestro único hogar…por ahora.
Hace unos tres millones de años apareció la primera señal de un salto cualitativo en la evolución
hacia la actual humanidad con la producción intencional de herramientas para empleos aplicados
a las necesidades existentes de entonces… los instrumentos de piedra utilizados para defensa y en
el corte de la carne que se podía conseguir por carroñeo.
Eran una especie de hacha de mano de un solo canto con filo, producidas por percusión entre dos
piedras. Al principio, una vez utilizadas, eran abandonadas.
El primer antecesor que realizó este proceso fue el Homo Habilis, considerado casi unánimemente
el “primer humano”.
El Homo Habilis habitaba en el este y el sur africano. Era descendiente de alguna de las familias de
Australopitecos que vagaron por primera vez en el suelo de la sabana africana varios millones de
años atrás y que todavía existían contemporáneamente a los primeros Habilis.
El Habilis ya era bípedo, aunque todavía frecuentaba los árboles y formaba pequeños clanes de no
más de doce o quince individuos. Desplazarse en sus dos piernas le significaba varias ventajas que
fueron premiadas por su éxito en la competencia de la evolución: El andar bípedo exige menos
gasto de energía, el cuerpo tiene una menor superficie de exposición al abrazador sol africano,
permite ver por encima de la hierba alta de la sabana, por ende anticiparse a sus depredadores o
ver las manadas que le proveían de alimento, posibilita una capacidad de desplazamiento mayor y,
fundamentalmente, deja las manos libres para múltiples usos.
Se le llama el Habilis precisamente porque aprovechó esa disponibilidad de sus miembros
superiores y fue el primero en fabricar herramientas que le permitieron compensar las
desventajas que tenía la especie, de apariencia y contextura más débil que el resto de los animales
con los cuales debía competir por la subsistencia.
Gracias a las toscas lascas de piedra originales pudo, poco a poco, ser más eficiente en conseguir
carne, eso le permitió dejar la dependencia exclusiva de las frutas, hierbas, semillas y tubérculos.
Comprendió con el paso del tiempo que era más redituable desplazarse en bandas siguiendo las
manadas de animales en los movimientos de migraciones anuales que dependían de los tiempos
de reproducción y de las épocas de las lluvias. Se dio cuenta que muchos de animales eran dejados
atrás por ser demasiados viejos, crías que perdían sus madres, lesiones producidas en los masivos
cruces de accidentes del terreno, etc.
No cazaban todavía, pero sabían que otros cazarían esas presas por ellos y no las consumirían
totalmente, había toda una cadena de animales que esperaban su turno… había que ser rápido y
hacerse con las mejores partes posibles.
Gracias al filo único de las primeras hachas de mano encontraron como hacer cortes rápidos en la
carne, trozarla y escapar antes que arribará la segunda ola de depredadores, carroñeros como
ellos.
Esta tecnología de producción de herramientas se denominó Modo 1 u Olduvayense por la
Garganta de Olduvai, este del África, que fue el lugar donde primero se encontraron.
Durante casi mil millones de años, esto funcionó de esa manera. Su descendencia luego se fue
diversificando en otras subespecies que buscaban los mejores caminos para avanzar en la
supervivencia. Las bandas aisladas fueron adaptándose a sus circunstancias locales y surgieron
variantes fisiológicas adaptativas.

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El Paranthropus (subespecies Bosei y Robustus), por ejemplo, fue contemporáneo del Habilis y
luego del Homo Erectus, otro sucesor. Al principio su especialización en alimentarse
exclusivamente de vegetales y semillas pareció ser más eficaz y alcanzó un buen grado de
supervivencia, pero los cambios en las disponibilidades de suficiente alimentación producto de
fuertes cambios climáticos, que mermaban los recursos vegetales, los limitó en la evolución y poco
a poco se fueron extinguiendo.
La especialización no es buena para la evolución.
La evolución es ciega y no determinada a priori, su objetivo exclusivo es encontrar mejores
condiciones de supervivencia y reproducción. Hay una palabra muy importante: La adaptabilidad.
La evolución no elige al excesivamente especializado, elige al más eficaz en la adaptación a las
condiciones del entorno porque eso asegura supervivencia y una mayor reproducción al final.
Las sabanas africanas mantenían una gran biomasa de animales herbívoros, pero ofrecían
limitaciones en cuanto a la provisión de agua y plantas comestibles. Tales condiciones ecológicas
estimularon el consumo de carne. La adaptación a estas circunstancias, al elegir una alimentación
más omnívora, inicialmente mediante el carroñeo, se reflejó en una serie de cambios fisiológicos
que aceleraron la evolución. La menor ingesta de vegetales permitió acortar y mejorar el tracto
digestivo por lo que se pudo aprovechar mejor evolutivamente la energía que le proveía la carne y
fue muy importante el tuétano contenido en los huesos, al cual accedió utilizando las hachas de
piedra que le permitían triturarlos en su búsqueda, una vez el resto de la competencia carroñera
hubiese consumido todo lo que buscaban.
Todo ello posibilitó un inicio de mayor encefalización. El Habilis inicia su camino con un cerebro de
unos 400 ó 500 cm3 y su sucesor el Homo Erectus ya disponía de una capacidad encefálica de unos
900 cm3 cuando inicia su camino (y lo llevaría a los 1200 cm3 en el próximo millón de años).
Los Homo Erectus ya constituyen claramente un camino hacia nuestra humanidad. Aparecen hace
1.600.000 años antes del presente (AP) y formaron parte de la migración que una gran variedad de
carnívoros y ungulados hicieron desde el África a Eurasia a consecuencia de los cambios climáticos
que conformaron una sabana similar a la africana que se extendió a lo largo de la línea de Ecuador
en Asia. La plataforma continental del golfo pérsico quedo expuesta varias veces en el pleistoceno
por retracción de las aguas en los períodos glaciales, ello permitió el tránsito por la parte
meridional del continente asiático hacia el Este.
Esta migración inicial del Homo Erectus se produjo hace unos 1.400.000 AP y al ingresar en la
mayor masa continental de la Tierra sus caminos se bifurcaron tras sucesivas oleadas.
Con una altura similar al Homo Sapiens actual, plenamente bípedo, dotado inicialmente de las
herramientas del Modo 1 (el Modo 2 lo desarrollarían sus congéneres que quedaron en África y
esa tecnología aparecería en Eurasia mucho después), con el manejo en la conservación del fuego
(todavía no su producción), el Erectus fue el que inicio la mayor colonización de la historia de los
Homínidos.
Las inmensidades de dos continentes, Asia y Europa se extendían a su frente.
El avance, en sucesivas, pero no relacionadas oleadas, efectuadas a lo largo de miles años, siguió
tres ejes, hacia el Este primero siguiendo la costa del Océano Índico hasta desembocar en la actual
China y en la Isla de Java (unida al continente durante los períodos de glaciaciones). Hacia el Oeste
lo llevó al extremo peninsular de la actual Europa, España. Y un tercer camino lo realizó hacia el
Norte internándose en la parte meridional de las estepas siberianas, probablemente utilizando el
espacio existente en los mares Caspio y Negro.
En este tercer camino el Erectus evolucionó de manera aislada durante cientos de miles de años
en las tierras meridionales de Rusia Central y en las montañas y valles de los territorios actuales de
Kazajistán y Mongolia, dando como fruto un “pariente” desconocido hasta hace muy pocos años,
2010, en que se produjo el descubrimiento en unas cuevas ubicadas en el macizo de Altai, que

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revelaron los fósiles de una nueva rama de nuestra especie… El Homo Denisovano u Homínido de
Denisova.
Las cuevas de Denisova son unas cavernas ubicadas en el macizo de Altái, que abarca territorios de
Kazajistán, Mongolia, Rusia y China. Específicamente la cueva donde se encontraron los fósiles
está localizada sobre el margen izquierdo del río Anui, que provee a la zona de agua en
abundancia y pesca.
La cueva principal consta de una cámara central con diversas galerías laterales. Cubren un área
total de unos 270 metros cuadrados. Se han identificado veintidós estratos (niveles) con evidencia
arqueológica que la cueva se encontraba habitada desde unos 250.000 años AP, artefactos
arqueológicos que databan de unos 125.000 a 180.000 AP y pruebas fehacientes que
compartieron el lugar con Neandertales en un período que va desde unos 130.000 a 50.000 años
AP.
Los denisovanos fueron identificados como una nueva especie de homínidos en 2010, estando
relacionados con las otras especies de homínidos con los cuales coexistieron durante los últimos
200.000 años AP (los primeros humanos modernos que alcanzaron Eurasia, los neandertales y los
Homo Erectus del extremo Este y Sureste de Asia). La evidencia arqueológica de la existencia de
los denisovanos es limitada hasta ahora, ya que los fósiles son muy escasos, pero por primera vez
el peso de la investigación se basa en el análisis molecular de sus genes y esa evidencia genética
sugiere que alguna vez estuvieron muy extendidos por Eurasia y se cruzaron con los neandertales
y los humanos modernos. Todavía no se han encontrado pruebas de hibridación con el Erectus que
habitaba en los extremos de Asia, pero si se ha determinado que pueblos de las islas del Pacífico
tienen en su ADN un porcentaje de genes denisovanos. Los nativos de Papúa Nueva Guinea y
Australia, por ejemplo, muestran hasta un 5% de genes denisovanos.
También se han encontrado rastros genéticos denisovanos en los primeros habitantes de algunas
tierras del Canadá.
Los restos de homínidos recuperados de la cueva incluyen cuatro denisovanos, dos neandertales y
en el año 2012 se descubrió un fósil de un individuo, Denisova 11, representado por un fragmento
de un hueso largo, que las investigaciones genéticas indican que era hijo de una madre neandertal
y un padre denisovano. El individuo tenía al menos 13 años al morir: y su composición genética
indica que su padre también fue el resultado de una unión sexual entre un neandertal y un
denisovano.
Otro de los restos, la falange de una niña fue analizado por el genetista sueco Svante Pääbo y su
equipo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig, y su ADN mitocondrial reveló
una estructura genética que pertenecería a una nueva especie humana, bautizada como el
homínido de Denísova.
La chica tenía el pelo y los ojos marrones y la piel oscura, la información genética revela que era
más parecida a los neandertales que a los humanos modernos. Los resultados obtenidos también
recalcan que la variación genética de los denisovanos eran muy baja comparada a los humanos
actuales, esto se debe a que inicialmente una pequeña población de estos homínidos creció de
manera muy acentuada durante un largo período.
Entre los artefactos que se recuperaron se encontraron instrumentos de las culturas Musteriense
y Levallois, tecnologías atribuidas a los Neandertales. Además, los investigadores encontraron
objetos decorativos hechos de hueso, presas de mamuts y dientes de diversos animales, cáscaras
de huevos de avestruces, y fragmentos de un brazalete de piedra y colgantes.
Como colofón de todo lo investigado, en 2016, se encontró se encontró una mandíbula derecha en
una cueva en la meseta tibetana que analizada mostró ser denisovana y permitió comprobar todas
las estimaciones que se habían hecho a partir de la falange mencionada.
Conclusiones:

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Denisovano es el nombre de un homínido relacionado, lejanamente, con los neandertales y los
humanos anatómicamente modernos.
Estarían relacionados asimismo con algunos de los pueblos que habitan Islas del Pacífico y
Australia.
La especie fue descubierta por investigación genómica sobre fragmentos óseos de la cueva
Denisova, en el macizo de Altai, Asia.
La evidencia son principalmente la comparación de datos genéticos de huesos y los humanos
modernos que portan actualmente los genes.
Se ha determinado positivamente que están relacionados con el gen que permite a los humanos
vivir a gran altura.
Las ocupaciones humanas en la cueva de Denisova incluyen neandertales, denisovanos y un
individuo de ascendencia neandertal y denisovana.
Los restos culturales son similares a los encontrados en los sitios del Paleolítico superior
musteriano (neandertal)
La cueva de Denisova contiene la evidencia más temprana de la fabricación de agujas de hueso en
Siberia.
Los Denisovano crearon el instrumento musical más temprano conocido, en la forma de una flauta
hecha de hueso o silbado.
Se ha encontrado en 2008, en el nivel 11 de la cueva, un brazalete de piedra pulimentada datado
alrededor de unos 60.000 a 70.000 años AP constituyendo una verdadera novedad ya que no se
creía que se pudieran elaborar tan sofisticados elementos en ese tiempo. Se lo conoce ya como el
más antiguo brazalete de piedra encontrado en el mundo. El material era clorita de color verde un
elemento que no se encuentra a menos de 200 kms del lugar del hallazgo.
Los datos derivados del análisis del polen y de los restos de fauna encontrados en los distintos
niveles sugieren que hubo variaciones climáticas en el período de uso de la cueva que provocaron
grandes cambios en el entorno, pasando de la existencia de bosques de abedules y pinos, con
algunas áreas grandes sin árboles en elevaciones más altas, a épocas en las cuales las
temperaturas más frías (Último Máximo Glacial), hace aproximadamente 30.000 años AP,
establecieron un entorno de estepa.
Del análisis de los doce niveles estratigráficos se concluyó que el primer habitante Denisovano de
la cueva vivió hace entre 122.000 a 194.000 años AP. Otro entre 105.000 y 136.000 años AP; y dos
la habitaron entre 51.000 y 76.000 años AP.
Por su parte los Neandertales vivieron entre 90.000 y 147.000 años AP; y el niño producto de la
unión denisovano / neandertal entre 79.000 y 118.000 años AP.
La evolución de nuestra especie ha sido mucho más compleja de lo que se creía en otros tiempos.
La humanidad ha ido encontrando su camino sobrellevando grandes cambios en las condiciones
geográficas y ambientales. Su mayor encefalización y la capacidad de adaptación le permitió
sortear todas las dificultades y avanzar hasta ocupar la posición dominante actual. Pero la
naturaleza es el más formidable adversario que pueda tener, cuidar el planeta es nuestra
responsabilidad. Debemos usar las tecnologías disponibles para desarrollar un entorno habitable
que respete al medio ambiente de manera global. Nuestro destino como existencia está en ello.

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Cueva de Denisova

Cueva de Denisova, recreación

98
Objetos encontrados en la Cueva

Brazalete

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Niña Denisovana

Comparación Sapiens, Denisovano, Neandertal

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NUESTROS ORIGENES – CAPITULO XIV – LA POBLACION DEL CONTINENTE AMERICANO
Los homínidos, los chimpancés y los bonobos tenemos un antepasado en común que vivió en el
África entre 5 y 7 millones de años antes del presente (AP).
Los estudios de análisis molecular de ADN han permitido descubrir que los humanos y los
chimpancés -incluidos los bonobos- compartimos un antepasado común en algún momento de
esos tiempos.
Se cree que la aparición del Gran Valle del Rift, en el este de África, conformó la barrera geográfica
que separó a un grupo de primates que se desarrollaron a partir de esos momentos en dos
regiones bien diferenciadas y provocó que sus genes no se volvieran a mezclar por millones de
años.
Los antepasados de los homínidos se quedaron aislados al este del valle, en un ambiente de
sabana y los antepasados de los chimpancés y los bonobos se quedaron al oeste del valle en un
ambiente de bosque y selva.
Después de algún tiempo bastante largo, hace unos 2 millones de años (AP), los antepasados de
los actuales chimpancés y bonobos se volvieron a separar geográficamente en dos grupos cuando
se formó el gran río Congo, considerado uno de los diez ríos más largos, que rodea la segunda
selva mayor del planeta, luego del Amazonas. Al sur quedaron aislados los antepasados de los
bonobos y al norte los antepasados de los chimpancés. Nunca se volvieron a mezclar y hoy son dos
especies distintas.
En definitiva, con los Chimpancés y los Bonobos compartimos el 99% de los genes que nos
conforman.
El Gran Valle del Rift es una gran fractura geológica a lo largo del continente africano en sentido
Norte- Sur, cuya extensión total es de 4830 kilómetros. Aunque generalmente se habla de este
valle para referirse solo a su parte africana, desde la actual Yibuti a Mozambique, lo cierto es que
el mar Rojo e inclusive el valle del bíblico río Jordán en Medio Oriente, también forman parte de
él. La falla geográfica comenzó a formarse en el sureste de África (donde es más ancha) hace unos
30 millones de años (AP) y sigue creciendo en la actualidad, tanto en anchura como en longitud,
expansión que con el tiempo se convertirá en una cuenca oceánica y dividirá definitivamente al
África en dos partes.
A la altura del África Central, el valle del Rift se divide en dos espacios distintos que vuelven a
unirse más al sur, en Tanzania. El espacio del este presenta grandes extensiones de sabana por las
que se mueven enormes manadas de mamíferos, como el búfalo africano, el ñu, la cebra de
planicie, la jirafa o el elefante africano. En el espacio del oeste, en cambio, predomina la selva y allí
pueden verse chimpancés y gorilas, entre otros animales. El sistema también muestra la mayor
elevación del continente africano, el volcán Kilimanjaro (que se formó tras una única y constante
salida de magma que duró un millón de años), y algunos de los mayores lagos africanos, como el
Turkana, el Tanganica o el Malawi. También se considera al lago Victoria, el segundo lago más
grande del mundo, como parte del sistema.
La ruptura del continente africano ejercida por el Gran Valle del Rift es la responsable también de
que en el este del continente el clima sea más seco que en el oeste. Debido a ello, en esta parte de
África apareció primero la sabana, y los simios locales, que hasta entonces vivían en las ramas de
los árboles, debieron hacerse terrestres y dieron lugar a los primeros homínidos. La gran grieta ha
dejado al descubierto cientos de metros de estratos geológicos, por lo que los fósiles y la historia
geológica en general de esta parte de África son los mejores conocidos de todo el continente
africano.
Por todas estas condiciones, el valle del Rift ha sido considerado como “Cuna de la Humanidad”.
En las paredes de sus cañadones puede leerse gran parte de nuestra historia.

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Luego de un proceso complejo de evolución que incluyó la aparición y desaparición de varias
especies y subespecies, el camino iniciado de separación dio como resultado la existencia de los
Australopitecus (con varias subespecies), los Parantropus (también con varias subespecies), el
Homo Habilis (los primeros en fabricar instrumentos de piedra) y el Homo Erectus.
Hasta allí, todo el proceso evolutivo de nuestra humanidad se había dado en el África.
Con la aparición del Homo Erectus, hace 1.800.000 años (AP) aproximadamente, se inicia la
expansión de nuestra especie por el resto del planeta.
El Homo Erectus, ya con una apariencia bastante cercana a la nuestra actual, tal vez siguiendo las
manadas de animales que le proveían de alimento, cruzó el actual Mar Rojo en los momentos en
que las condiciones climatológicas acercaron al máximo ambas costas e inició la conquista de la
mayor masa terrestre del planeta: Eurasia (Asia y Europa).
La dispersión de la humanidad estuvo muy influida por las glaciaciones ocurridas a lo largo de los
tiempos. En los últimos dos millones de años hubo dos períodos de enfriamiento global del
planeta (períodos glaciales) que hicieron retroceder las aguas de los océanos unos doscientos
metros. El primero ocurrió alrededor de 1.800.000 de años AP y el otro alrededor de 1.000.000 de
años AP. El proceso migratorio del Homo, que llevó miles de años, aprovechó estos fenómenos y
se fue completando en sucesivas oleadas no necesariamente relacionadas entre sí.
Siguió tres caminos principales:
Uno paralelo al océano Índico, llevó al Homo Erectus a la actual China y la Isla de Java (que en un
momento de la última glaciación estuvo unida al continente). Este camino nos ha dejado como
evidencia restos fósiles en China, identificados como el “Hombre de Pekín” (de unos 900.000 años
de antigüedad) y en la Isla de Java, el “Hombre de Java” (de 1.000.000 de años de antigüedad).
Otro camino fue la actual Europa, a la cual pudieron llegar desde el Mar Negro, pero también a
través del estrecho de Gibraltar. Esto puede haber ocurrido durante el primer evento glaciológico
hace 1,8 a 1,6 millones de años, que dejó en el estrecho un canal de apenas 4 Km. de ancho con
alguna isla en el centro. La evidencia fósil muestra restos humanos de hasta 900.000 años de
antigüedad en Atapuerca, España y de 1.200.000 años en Georgia. En España, en particular, se han
clasificado los fósiles más antiguos encontrados en la península ibérica con el nombre de “Homo
Antecessor” el cual originó hacia el 300.000 (AP) al hombre de Neandertal, que ocupó toda Europa
y parte de Asia durante más de doscientos cincuenta mil años.
El Neandertal entonces, estuvo presente en la actual Europa y en parte de Asia mucho más de lo
que lleva el Homo Sapiens, nosotros, en su toda su existencia (aparecimos hace unos 200.000
años).
El tercer camino, que creemos ligado, mucho más tarde, al poblamiento de América, se dirigió a
las planicies del sector meridional de la actual Rusia y al sistema montañoso de Altai. Esta ruta
originó el Homo Denisovano que fue descubierto en los inicios de este siglo y clasificado hace
menos de una década mediante análisis genético en laboratorio a partir de unos escasos restos
fósiles encontrados en las montañas de Altai y en el Tíbet.
La última glaciación (llamada en Europa Würm, en América Wisconsin y popularmente “La Edad de
Hielo”) se inició alrededor de 100.000 (AP). Habitaban Asia el Homo Erectus en el extremo Este y
Sudeste, el Homo Denisovano en la parte central de Asia e hizo su primera aparición en ese
continente el Homo Sapiens.
Durante este último periodo glacial, extensas zonas de la superficie terrestre fueron ocupadas por
casquetes de hielo, el clima se enfrió a nivel global, lo cual afectó incluso a zonas tropicales y
provocó una regresión marina que disminuyó nuevamente la superficie de océanos y mares. El
clima terrestre se volvió muy frío. Entonces los glaciares avanzaron más allá de los casquetes
polares, hasta cerca de los trópicos. En esa zona los continentes se cubrieron de hielo, se
congelaron los lagos, lagunas y ríos. Los mares de poca profundidad desaparecieron, porque sus

102
aguas se convirtieron en glaciares. Fue justamente en esos tiempos cuando los estrechos y
archipiélagos continentales e insulares quedaron sin cobertura líquida; por lo tanto, y
temporalmente, muchas zonas cercanas quedaron unidas. Se unió, por ejemplo, Australia-
Tasmania con Nueva Guinea, Filipinas e Indonesia. Lo mismo ocurrió entre Japón y Corea. En
nuestras latitudes, se unió el territorio continental de América del Sur con la Tierra del Fuego.
El hombre aprovechó esa oportunidad para ingresar en Australia hace unos 60.000 años (AP), fue
un período muy breve y luego el continente australiano quedó aislado nuevamente por las aguas.
Allí el hombre se encontró con una fauna compuesta por animales absolutamente distintos a los
que conocía. Esos animales habían evolucionado por millones de años de forma aislada.
Al mismo tiempo, en América del Norte, la capa de hielo cubrió principalmente Canadá,
Groenlandia y el norte de los EEUU.
Entre Asia y América, al reducirse el nivel de sus aguas, el actual estrecho de Bering se convirtió en
“puente de Bering” o “puente de Beringia”, que lleva ese nombre en honor del navegante Vitus
Jonassen Bering (Dinamarca, 1681-1741), quien exploró esos mares con ayuda de los zares de
Rusia.
Los científicos afirman que el “puente de Beringia”, en condiciones de ser transitado por personas
y animales duró en su primera etapa, unos 4000 años y, en su segunda etapa, unos 15.000 años.
Ese puente de tierra tenía una longitud de 1500 km y un ancho máximo de 75 km.
El crecimiento de las capas de hielo comenzó hace 33.000 años y la cobertura máxima fue entre
hace 26.500 y 14.000 años (AP), cuando comenzó la desglaciación en el hemisferio norte, lo que
provocó un aumento abrupto del nivel del mar.
Durante miles de años, los grupos primitivos del Asia tuvieron la oportunidad de cruzar el “puente
de Beringia”. Ese tiempo fue suficiente para que los primeros grupos humanos y otras especies
procedentes de Asia llegaran al norte de América.
Pero parece que el pasaje desde Asia hacia el Norte de América no fue un hecho directo, sino que
hubo en el medio una historia mucho más compleja.
Entre 2008 y 2012 investigadores de la Western Washington University presentaron evidencias de
una relación genealógica entre las lenguas Yeneisian habladas en Siberia y las lenguas Na-Dené de
América del Norte. Analizaron los idiomas de la familia Na-Dené norteamericana
(tradicionalmente hablada en Alaska, Canadá y partes de los Estados Unidos actuales) y la familia
Yeinesiana asiática (hablada a miles de kilómetros de distancia, en Siberia central) utilizando
similitudes y diferencias entre ambas lenguas para construir un árbol genealógico del lenguaje.
El nombre de lenguas Yeniseianas proviene de su origen en la zona del río Yeniséi que es un río
asiático de la Siberia occidental que nace en Mongolia, fluye en dirección Norte por Rusia y
desemboca en aguas del océano Ártico. Es, con sus 5540 km, el río más largo de Rusia, el segundo
de Asia y el quinto del mundo.
Encontraron que las dos familias de lenguas están realmente relacionadas, y ambas parecen
descender de una lengua ancestral que se remonta a la región de Beringia.
También presentaron relación genética basada en el ADN mitocondrial (ADNmt, que se transmite
únicamente de manera matrilineal) y en el Cromosoma Y (que es transmitido únicamente por
parte del padre).
En 2014, se anunció un hallazgo intrigante sobre los antepasados de los nativos americanos de
hoy. El análisis genético había indicado que habían dejado Siberia para emigrar a través de la
antigua Beringia hace unos 25.000 años, pero la evidencia más temprana de habitación humana en
América del Norte data de hace unos 14.000 años.
Al reconstruir el antiguo entorno beringiano, los investigadores encontraron que el puente de
Bering presentó durante miles de años un entorno de bosques muy apto para el desarrollo de la
vida humana. Concluyeron que con el hielo cubriendo gran parte de Alaska hacia su frente, los

103
antepasados de los nativos americanos no tenían por qué haber simplemente atravesado Beringia,
podrían haber vivido allí durante unos 10.000 años antes de seguir adelante.
Tanto Siberia como América del Norte, al parecer, fueron colonizados luego por los descendientes
de esa comunidad que vivió en Beringia durante bastante tiempo. En otras palabras, dicen los
investigadores: "Esto hace que parezca que Beringia no era simplemente un puente, sino una
patria, un refugio, donde la gente podría haber construido una vida y desde donde se proyectaron
hacia el Este y el Oeste cuando las condiciones se lo permitieron, siguiendo seguramente las
manadas de animales que les proveían de sustento".
Pero este camino no fue el único que se utilizó para el poblamiento de nuestro continente
americano. Si bien fue el principal por su magnitud y duración sostenida en el tiempo mientras
existió el enlace terrestre entre Asia y América, también se llegó al actual Estados Unidos de
Norteamérica mediante navegación costera desde el extremo este de Asia.
La primera cultura detectada en el continente americano es la llamada cultura Clovis. Esta cultura
estuvo considerada durante muchos años como la primera establecida en el continente
Americano. Se la ubica entre 12.000 y 11.000 años (AP). Fue la teoría dominante de poblamiento
americano hasta mediados del siglo XX; postulaba que los primeros pobladores habrían llegado al
continente desde Asia, cruzando el Estrecho de Bering hace unos 14.000. En la actualidad esa
hipótesis ha perdido fuerza al encontrarse restos de asentamientos anteriores en el tiempo. Sin
embargo, sigue siendo importante a la hora de explicar los comienzos de las poblaciones humanas
en América.
Los yacimientos encontrados de la cultura Clovis, demuestran que sus integrantes fueron grandes
cazadores de la denominada megafauna americana. Un sello de esa cultura es la forma acanalada
que caracteriza sus puntas de lanza de piedra, conocida como punta Clovis. La punta tiene un
grado de perfección y belleza no habitual en épocas prehistóricas. Es una hoja tallada por presión
con un canal hasta la mitad de la pieza que servía para asegurar la punta al palo. Se acepta
generalizadamente que el pueblo Clovis cazaba mamuts. Abundan los sitios donde se han
encontrado puntas Clovis mezcladas con restos de esos animales. Los restos fósiles de la cultura
han sido hallados fundamentalmente en el Sudoeste de los EE. UU. y en el Norte de México.
En los últimos años, para abonar las nuevas ideas de un poblamiento anterior al Clovis, se han
encontrado restos fósiles más antiguos que atestiguan la presencia humana en varios y distantes
puntos de la geografía continental.
Esto ha dado origen a “La Teoría del Poblamiento Temprano” que cuestiona que los primeros
pobladores hayan sido los pertenecientes a la cultura Clovis, e indica que hubo presencia mucho
antes de seres humanos en América, llevando las fechas de pobladores iniciales hasta unos 25.000
(AP).
Los principales lugares son:
1. Chile: El sur chileno reveló un hallazgo revolucionario para las teorías de poblamiento
americano, el sitio arqueológico Monte Verde, el asentamiento humano más antiguo de América,
con vestigios de más de 18.500 años.
Tapado por la vegetación y la ceniza volcánica, el sitio permaneció oculto para el mundo científico
hasta que en 1976 por casualidad desentrañó los primeros vestigios de vida humana del
continente americano, poniendo en duda las teorías de migración hasta ese entonces aceptadas.
“No hay ningún lugar en el mundo que ofrezca una ventana tan limpia para mirar al pasado”, dice
su investigador principal, Tom D. Dillehay, arqueólogo y antropólogo norteamericano.
Ubicado en la ciudad de Puerto Montt, a unos 1.200 km al sur de Santiago, comprende dos
ocupaciones humanas en distintas épocas, con vestigios animales y humanos de entre 14.500 y
18.500 años atrás.

104
Huesos de mastodontes, herramientas filosas, algas, piel de animal y trozos de carne
perfectamente cortadas en porciones han sido encontrados en Monte Verde, además de lo que se
cree era un centro medicinal con más de 28 plantas con propiedades curativas.
También en este lugar se han encontrado los nudos más antiguos del mundo, usados en unas
especies de dagas para sostener las paredes, probablemente de cuero, de la vivienda.
“Es un sitio muy bien conservado, porque está tapado por turba, y allí no sólo se encuentran
herramientas de piedra y huesos, sino también muchos restos orgánicos como cuero y carne”,
destacó el investigador. Se cree que quienes habitaron allí, un grupo de entre 15 a 20 personas, lo
hicieron por poco tiempo, y que habrían cruzado al continente desde Siberia bordeando la costa
del continente americano desde Asia.
“Todo el registro genético muestra que vinieron desde Siberia”, explica Dillehay. “Era un
asentamiento efímero, de mucho movimiento. Alguna vez fue ocupado por más tiempo, después
sus habitantes se fueron no sabemos por qué razón”.
2. Costa Este de los EE. UU.: En el estado de Pennsylvania se descubrió un yacimiento fósil de unos
16.000 años de antigüedad que fue estudiado entre 1973 y 1978. El sitio se denomina
Meadowcroft Rockshelter y se encuentra el Sudeste de Pennsylvania. Se han descubierto restos de
elementos paleoindios, que indican el procesamiento de animales, como el ciervo, el reno, huevos
de ave y mejillones; y también plantas como el maíz, frutas, nueces y semillas. Se ha obtenido la
mayor colección de flora y fauna recuperada del este de América del Norte.
3. Argentina, “Piedra Museo”: Es un yacimiento descubierto por Florentino Ameghino, ubicado en
el noreste de la Meseta Central de Santa Cruz, en las cuencas al sur del río Deseado, a 250 km. de
Pico Truncado. El sitio ha sido datado en 13.000 años (AP) y fue investigado en 1995 por la
arqueóloga argentina Laura Miotti. Se han recuperado diversos instrumentos aptos para la faena y
procesamiento de animales. Los restos aparecen en ocasiones asociados a numerosas especies
extinguidas de la megafauna (grandes mamíferos herbívoros del Pleistoceno), como ser el
milodonte, el guanaco, y el caballo americano. Se encontraron pinturas rupestres y grabados en
las rocas.
La presencia de agua en la zona la hacía ideal para acechar a los animales que se acercaban a
abrevar en el lugar. Desde la parte superior del afloramiento rocoso se puede observar varios
kilómetros alrededor por lo que era un sitio especial para detectar la aproximación de las
manadas.
4. Brasil, Yacimiento de “Pedra Furada”: Es un importante sitio arqueológico y de pinturas
rupestres localizado en São Raimundo Nonato, al este de Piauí (Brasil), del cual se ha postulado
una posible presencia humana tan antigua que cuestiona las teorías sobre la llegada del hombre a
América. Piauí es uno de los veintiséis estados que forman la República Federativa del Brasil. El
sitio fue descubierto en 1973 por un equipo franco-brasileño bajo la dirección de Niède Guidon,
arqueóloga brasileña. Se trata de un abrigo rocoso utilizado durante miles de años por diversas
poblaciones humanas. En el yacimiento ha sido encontrados algunos de los fósiles humanos más
antiguos de América. En 1990 salió a la luz un esqueleto de una joven de unos 22 años, de 9700
años de antigüedad. Otros restos humanos fósiles encontrados entre 1986 y 1992, fueron datados
entre 10.000 y 14.000 años (AP). En 1991 la UNESCO designó el lugar como “Patrimonio de la
Humanidad”.
Conclusión: Si bien la masa principal del poblamiento americano se produjo utilizando el “puente
de Beringia”, este camino parece haber sido utilizado en un amplio arco de tiempo que fue
permitiendo el arribo de distintas oleadas de poblaciones migrantes. Además, los distintos
asentamientos encontrados en toda la geografía americana indican que ese camino puede haber
sido complementado por otros movimientos que aprovecharon las modificaciones geográficas
causadas por la última gran glaciación que se extendió en un gran período de tiempo (entre

105
100.000 y 10.000 años AP) y también las corrientes oceánicas favorables que habrían permitido a
grupos de humanos arribar a las costas de nuestro continente desde el Oeste y desde el Este.
Con este Capítulo damos fin la saga “Nuestros Orígenes” que nos ha dejado en las puertas del
próximo ciclo de la humanidad: “El Período Neolítico” que sentó, de manera acelerada, las bases
de las primeras civilizaciones. El escenario para ese relato será el Oriente Medio, donde alrededor
de 10.000 (AP) el hombre dejo de ser nómade y por primera vez comenzó a modificar
sistemáticamente la naturaleza, con la incorporación de la agricultura, la cría controlada de
animales y la construcción de los primeros asentamientos permanentes.

Diagrama de la migración desde África

Zonas cubiertas por las glaciaciones

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Beringia

Pedra Furada, Brasil y arte rupestre datado 10000 AP

107
Esquema general de la migración humana

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NUESTROS ORIGENES – CAPÍTULO XV - LOS INICIOS DE NUESTRA CIVILIZACIÓN – LAS PRIMERAS
CIUDADES
La Edad de Piedra es una división de la escala del tiempo relacionada específicamente con la
evolución de la especie humana. Abarca desde que los seres humanos empezaron a elaborar
herramientas de piedra, hasta el descubrimiento y uso de metales.
Se divide en dos etapas: La Paleolítica y la Neolítica, aunque algunos estudiosos incorporan una
etapa intermedia llamándola Mesolítica.
El Paleolítico abarca desde la aparición de los primeros instrumentos de piedra fabricados
conscientemente por los homínidos de ese entonces (el Homo Habilis, hace unos 2.800 millones
de años antes del presente - AP) hasta hace unos 20.000 años AP, cuando la humanidad, ya
representada exclusivamente por el Homo Sapiens (nosotros), influida por un cambio notable en
las condiciones de su entorno geográfico y climático, producto de la finalización del último período
glacial, pasa de una existencia basada en la caza y recolección para su subsistencia, a un inicio de
sedentarización y al anclaje de sus recursos de subsistencia en productos de la tierra y la
domesticación de ciertos animales.
Hace unos 20.000 años, durante la cuarta y última glaciación de la era cuaternaria, el hombre
vagaba por la Tierra en busca de caza y recolectando frutos allí donde los hallaba. Cuando un
grupo humano llegaba a una zona rica en caza o en vegetación comestible, establecían
campamentos temporales hasta agotar los recursos, pero algunos se encontraron con parajes
especialmente fértiles, hasta el punto de que se regeneraban antes de ser agotados, de modo que
poco a poco fueron surgiendo campamentos estables o poblados dedicados a la caza y la
recolección. Así fue cómo el hombre se hizo sedentario.
Esta conducta, de anclaje a determinadas porciones de tierra, se da primera y fundamentalmente
en el denominado “Medio Oriente”. Esto es, la región abarcada hoy por Turquía, Siria, Irak,
Palestina, Israel, Irán y la península Arábiga. Esta zona es llamada “Mesopotamia” o “La media
luna fértil” por estar abarcada por dos ríos fundamentales en toda la zona: El Éufrates y el Tigris,
que con sus periódicas inundaciones conformaban un terreno muy fértil.
En el Medio Oriente se habían instalado desde hacía aproximadamente 100.000 años AP
poblaciones del Homo Sapiens, procedentes del África, siguiendo la migración de las manadas de
animales que le servían de sustento. Allí se produjo entonces el encuentro por primera vez con el
Hombre de Neandertal, que había surgido en el continente Europeo unos 150.000 años atrás.
Ambas especies, cercanas pero distintas, habían coexistido e incluso hibridado en el área. Luego el
Sapiens quedó como único representante en esos lugares desde hace unos 40.000 años AP,
replegándose el Neandertal hacia la actual Europa y Asia Central.
En Europa los Neandertales continuarán luego hasta hace unos 23.000 años AP y sus últimos
rastros se encontrarán en cuevas ubicadas en el Peñón de Gibraltar. En Asia Central cohabitarán
con el Hombre de Denisova y su rastro se perderá sin fechas todavía precisas.
El Mesolítico va desde hace 12.000 años AP hasta aproximadamente 8.000 años AP. En esos
momentos, con la finalización del último período glacial, se dio un calentamiento global que
favoreció en el Medio Oriente las condiciones de vida de los seres humanos. Se produjeron
procesos migratorios de muchas especies de animales, que enriquecieron el tipo de caza de
subsistencia.
En todo este período de tiempo se da el cambio, lento al principio y mucho más rápido al final del
período, del proceso de sedentarismo, el anclaje a la tierra “productora de alimentos”, el
desarrollo de las primeras poblaciones reunidas en un mismo lugar “las primeras ciudades” y la
domesticación de ciertos animales que facilitaban el trabajo en la tierra y aportaban alimentación
(leche, carne, pieles).

109
La región de la “media luna fértil” es el escenario fundamental en este proceso en donde los
períodos de inundaciones de ambos ríos generaban extensas porciones de tierras fértiles. El
hombre aprende, mediante el método de “prueba y error”, a pasar de plantas silvestres
comestibles a obtener productos más específicos, como por ejemplo el maíz, el centeno, la cebada
y otros.
El Neolítico se identifica ya más adelante, desde hace unos 8.000 años AP cuando la fabricación de
instrumentos de piedra alcanza el mayor grado de sofisticación y las ciudades ya son estructuras
mucho más corrientes en la geografía mencionada. Aparecen luego, hacia el 5000 AP, los primeros
conglomerados de ciudades dirigidos por un único gobernante surgen los llamados “primeros
imperios”, la cuenca del río Nilo se incorpora plenamente al proceso con la llamada etapa del
“Antiguo Egipto” y finalmente se arriba a sistemas de escrituras (la cuneiforme en el medio
oriente, la jeroglífica en Egipto y la llamada “Lineal A” en Creta, todavía sin descifrar en la
actualidad). El período finaliza hacia el 3.000 AP con el inicio de la producción de instrumentos de
origen mineral. De Cobre primero, Bronce después y finalmente arribamos a la Edad del Hierro
(con la producción de ese metal).
Otro enfoque del tema es caracterizar como “Revolución Neolítica” a todo el proceso de anclaje a
la tierra (sedentarismo) y el pasaje de una estructura económica basada en la caza y recolección
asociada a un estilo de vida nómade (característica de la existencia desde la aparición del Homo
Sapiens hace unos 200.000 años) a una escritura económica de trabajo de la tierra y
domesticación de ciertas especies animales (carnero, cabra, buey, etc.)
Esta “Revolución Tecnológica” es la primera “Revolución en la evolución humana” considerando
que el término “Revolución” implica cambios trascendentales para la vida de las comunidades. El
paso de una vida nómade a una sedentaria fue fundamental para posibilitar el agrupamiento de
los seres humanos. Ello exigió métodos de generación de alimentos (elemento básico para la
reunión de individuos) que fueran sistemáticos y su éxito generó los primeros excedentes de
recursos.
Producto resultante de la “Revolución Neolítica” fue la primera organización del trabajo, la
aparición de porciones de población con roles específicos: Los Sacerdotes, los Militares, los
Gobernantes, los trabajadores en el campo y los trabajadores en la ciudad, para detallar como
mínimo.
También produjo progresivamente un aumento de la población, al estar afincados a un lugar, los
núcleos que cohabitaban podían tener más hijos y se los buscaba dado que representaban mano
de obra necesaria.
Entre las primeras ciudades de las que se tiene registro podemos nombrar a Catal Huyuk y Jericó,
en Anatolia y Palestina respectivamente a las que describiremos brevemente para intentar “ver”
cómo vivía esa humanidad, que alcanzaba en esos tiempos una cifra total de unos ocho millones
de individuos … solamente diez mil años después sumamos siete mil quinientos millones.
Ambas ciudades estaban distantes unos 800 kilómetros.
CATAL HUYUK: Descubierta en 1958, está ubicada en la península de Anatolia, en una altiplanicie
de unos tres mil metros de altura al sur del Mar Negro, en la actual Turquía. Es un asentamiento
de 13 hectáreas de extensión que fue ocupado durante el Neolítico hasta su abandono
probablemente a causa de un incendio que destruyó la mayor parte del sitio. Los primeros
constructores de Catal Huyuk fueron cazadores nómadas que habían comenzado a cultivar. Para
hacerlo necesitaban vivir en un emplazamiento fijo. Las primeras casas que construyeron fueron
de madera y ladrillos de barro secados al sol. Esas casas no duraron mucho y, según se fueron
derrumbando, se construyeron otras encima. Con el paso de los siglos, las capas fueron
aumentando gradualmente hasta llegar a formar un gigantesco montículo de tierra.

110
El yacimiento de Catal Huyuk consta de dos montículos (hüyük significa montículo de tierra que
contiene restos antiguos). Considerado por su propio descubridor, James Mellaart, como una
ciudad en toda regla, varios miles de personas llegaron a vivir en esta asombrosa aglomeración de
casas de adobe que no tenía calles: las viviendas estaban pegadas unas a las otras y sus habitantes
circulaban por los techos.
Catal Huyuk no era una aglomeración de chozas, que es lo que más o menos esperaba encontrar
los arqueólogos en un asentamiento neolítico. Era un curioso conjunto que se caracterizaba por la
ausencia de calles: las casas se construían pegadas unas a otras y no tenían puertas: se entraba y
salía por una abertura del techo que además servía de chimenea. Al no haber calles, sus
habitantes circulaban por las cubiertas aterrazadas de las viviendas, salvando los desniveles con
escaleras de madera. Había algunos patios o espacios abiertos comunes, usados a menudo como
basureros.
Como el pueblo no tenía calles, tampoco había puerta de ingreso al sitio ni muralla que la rodeara.
Cuando uno llegaba a la Catal Huyuk prehistórica, no entraba en ella, sino que “se subía” a ella. Al
ser todo el conjunto un solo bloque sin aberturas, las estructuras defensivas eran innecesarias:
cualquier grupo atacante se habría visto en la necesidad de ir tomando el asentamiento casa por
casa. De todas formas, pocos ataques debió de sufrir el asentamiento, porque no se encontraron
rastros de destrucción, salvo los del incendio final que causó su abandono y que, paradójicamente,
contribuyó a facilitar su conservación, al cocer los ladrillos de adobe con los que estaban
levantadas sus paredes.
Se estima que Catal Huyuk, fue habitada a lo largo de unos dos mil años, entre el 9500 y 7700 AP
aproximadamente, es el conjunto neolítico más grande y mejor conservado de Oriente Próximo.
El que no hubiera calles en el interior no es lo único llamativo de las casas de Catal Huyuk. Las
viviendas estaban construidas con ladrillos de barro secados al sol, no cocidos, de tamaño variable.
Como la aldea se levantó en desnivel, en una colina, la diferencia de altura servía para poder abrir
pequeñas ventanas en el lado de la pared escalonado sobre la casa más baja adyacente. Los techos
estaban construidos con vigas de madera sobre las que se extendía una cubierta formada por una
base de esteras con barro apisonado encima. La planta de las casas tendía a ser rectangular y de
un solo espacio, de unos 20 a 25 metros cuadrados, aunque algunas tenían anexos,
probablemente almacenes, a los que se accedía a través de pequeñas aberturas. Las casas tenían
un hogar para el fuego y un horno. Había bancos corridos y bases o zócalos para camas, también
de ladrillo, pegados a las paredes. Se estima que los lechos más grandes, cerca del fuego, eran
para las mujeres y los niños. Las paredes estaban cubiertas con yeso y a menudo decoradas con
pinturas de animales, escenas de caza y, en algunos casos, lo que parece ser paisajes muy
estilizados.
Además de las casas 'normales', los arqueólogos excavaron también unos 40 edificios que parecen
ser ‘santuarios’. Distribuidos de forma similar a las otras viviendas, tenían una decoración más
profusa, con pinturas murales y relieves de figuras humanas y de animales, sobre todo cabezas de
toros. Tanto en las casas como en los “santuarios” aparecieron muchos enterramientos debajo de
los pisos. Un aspecto intrigante es que analizados los restos genéticamente se verifica en gran
número de casos que no guardaban relación familiar entre si. Los fallecidos eran sepultados en
cuclillas dentro de cestos, aunque en algunos casos la cabeza era separada y enterrada aparte o
utilizada en actividades rituales. Algunos cráneos aparecieron decorados de forma similar a los
encontrados en Jericó, la que describiremos más adelante. La forma de los enterramientos y
algunos de los murales, en los que aparecen grandes pájaros rodeando personas descabezadas,
sugieren que los cadáveres eran expuestos a los buitres en las alturas próximas hasta que solo
quedaban los huesos y luego se depositaban enterrados en las casas.

111
Se han extraído gran cantidad de útiles, muchos de una calidad extraordinaria: puntas de flecha,
puntas de lanza, puñales de obsidiana y sílex, mazas de piedra y estatuillas de piedra o arcilla,
espejos realizados sobre obsidiana pulida (los más antiguos conocidos hasta ahora), tejidos, vajilla
tanto de madera como de cerámica; joyas y abalorios (de cobre a partir de 8000 AP).
Llamaron la atención las figurillas de lo que probablemente eran deidades o personajes
mitológicos, realizadas en diversos materiales. Una en especial, encontrada en 1961, conocida
como la Diosa Madre, es una estatuilla de arcilla cocida que parece representar a una mujer obesa
dando a luz sentada en una especie de trono flanqueado por dos felinos. Hay una discusión acerca
de si Catal Huyuk era una sociedad matriarcal que rendía culto a una deidad primordial femenina.
Esta interpretación fue aceptada durante mucho tiempo. Así, la arqueóloga Marija Jimbutas
relacionó estas sugerentes figuras con una clase de deidad femenina a la que se refirió como
'Virgen Neolítica”.
Este personaje tuvo que ser una Diosa de la Fertilidad o Diosa Madre primigenia, pero "mucho
más compleja de lo que la gente piensa. No solo era la Diosa Madre que controlaba la fertilidad, o
la Dama de las Bestias que gobierna la fecundidad de los animales y de toda la naturaleza salvaje,
sino una imagen compuesta con rasgos acumulados de las eras preagrícola y agrícola. Ella era la
fuente de vida y de todo lo que producía fertilidad y, al mismo tiempo, era la poseedora de todos
los poderes destructivos de la naturaleza. La naturaleza femenina, como la Luna, tiene su cara
positiva y su cara negativa".
Los habitantes de Catal Huyuk formaban una comunidad de agricultores que cultivaban cebada,
trigo, garbanzos, guisantes y lentejas, y que también pastoreaban ovejas, cabras, asnos y bueyes,
aunque en los niveles más antiguos no hay rastros de actividad ganadera. También se dedicaban a
la caza. A lo largo de los muchos siglos que el lugar fue habitado, no pareció haber diferentes
escalas sociales ni personas dedicadas a trabajos especializados, administrativos o al culto,
características que muchos consideraban indispensables para que pudiera hablarse de una
auténtica sociedad urbana.
Los murales descubiertos en las ruinas ilustraron el mundo tal como los veían los habitantes de
Catal Huyuk: Vistas panorámicas de su paisaje con volcanes humeantes o en erupción en la
distancia; vistas de pájaro del Mediterráneo y sus islas; escenas de hombres sembrando y
cuidando ganado; rebaños pastando; cigüeñas y flamencos volando en formación sobre sus
cabezas; un tren de trineos tirados por bueyes atravesando la llanura. Otras pinturas mostraban lo
que parecían diosas con panteras o buitres, y patrones formalizados de toros y arroyos, pájaros y
figuras humanas, en los que se ha percibido los orígenes de las famosas alfombras Turcas.
Los restos humanos encontrados en la ciudad han permitido determinar que se trataban de
individuos más bien bajos en su estatura y sus enfermedades estaban relacionadas con el rigor del
trabajo físico que desarrollaban; se ha encontrado stress en los huesos (osteoporosis), hay
evidencia de malaria producto de la cercanía a zonas pantanosas de la época. Pero en general los
habitantes parecen haber estado en muy buenas condiciones de salud.
Las casas habitación tenían sus paredes interiores pintadas de blanco y se mantenían
escrupulosamente limpias, para evitar enfermedades.
La ciudad está datada en unos 9.000 años AP en sus niveles más profundos. Catal Huyuk no es tan
antiguo como Jericó, pero era tres veces más grande y un ejemplo mucho más avanzado de la
Revolución Agrícola.
La mayor parte de los habitantes de Catal Huyuk trabajaban como granjeros, regando los campos
de alrededor de la ciudad mediante canales que habían excavado. En la zona circundante recogían,
entre otros, frutos secos y frutas, manzanas, almendras y pistachos.

112
En su momento de máximo tamaño el lugar tuvo entre 5.000 y 6.000 habitantes. La ciudad era lo
suficientemente grande como para poder mantener con sus excedentes a algunas personas que
no se dedicaban a cultivar la tierra, sino que trabajaban como artesanos o mercaderes.
El principal recurso para los intercambios con otras poblaciones era la obsidiana, un mineral
volcánico cristalino de color negro, extraído en las cercanas montañas volcánicas que rodeaban la
ciudad. Este mineral puede trabajarse igual que el pedernal y con ella pueden crearse
herramientas con un borde afilado irregular. La obsidiana era apreciada para hacer hachas,
cuchillos y espejos pulidos. Se comerciaba con ella hasta tan lejos como Jericó, a 800 kilómetros de
distancia, siendo transportada mediante animales de carga, como mulas y bueyes. A cambio, los
mercaderes recibían conchas y pedernal, unos objetos muy apreciados por los habitantes de Catal
Huyuk.
En el yacimiento se encontraron muchas piezas de cerámica y pequeñas figuras modeladas o
esculpidas. La cerámica se fabricaba a mano, porque el torno de alfarero todavía no se había
inventado. La gente también tejía telas, decoradas con dibujos realizados con tampones de arcilla.
JERICÓ:
Jericó es una de las ciudades más antiguas del mundo. Sus restos se remontan a más de 12.000
años AP. Situada a unos 25 kilómetros al noreste de Jerusalén y a unos 6 del río Jordán, tiene una
temperatura cálida en invierno con abundante agua, dando lugar a un oasis que fue conocido
como la ciudad de las palmeras. Debido a la falla tectónica que recorre el valle del Jordán, se
encuentra a 273 metros por debajo del nivel del mar.
El poblado original de Jericó es actualmente un montículo que se encuentra en las afueras de la
moderna población.
Los hallazgos arqueológicos de esta ciudad cananea demuestran que se edificó hace más de
12.000 años AP. Sus habitantes originarios fueron los cananeos. Jericó está mencionada en los
textos bíblicos. Ubicada en una colina (o tell en árabe) en el margen occidental del valle del río
Jordán, cerca del mar Muerto. Se encuentra cerca de Ain Musa, una fuente perpetua que en
ocasiones se conoce como la Fuente de Moisés.
El asentamiento ocupa una extensión de unas cuatro hectáreas y se calcula tuvo una población
aproximada de 2.000 a 3.000 habitantes.
Cuando en la década de 1950 la arqueóloga británica Kathleen Kenyon excavó el yacimiento,
atravesó numerosos estratos, apilados los unos sobre los otros, cada uno de ellos con los restos de
un poblado o ciudad antiguos. En el último de ellos, encontró un pequeño poblado que fue
ocupado por primera vez hace casi 12.000 años AP.
Los primeros habitantes de Jericó no eran verdaderos granjeros, cazaban animales salvajes y
recolectaban cereales en la campiña circundante. No obstante, al contrario que los primeros
cazadores-recolectores, vivían en casas permanentes: unas viviendas circulares semienterradas en
el suelo y con una única habitación. Fueron esas casas las que crearon la base de la primera Jericó.
En la tradición judeocristiana, la ciudad es conocida como el lugar donde los israelitas entraron a la
Tierra Prometida, dirigidos por Josué, el sucesor de Moisés. Según la Biblia, la ciudad fue tomada
de manera milagrosa, al ser derribados sus muros por el sonido de las trompetas de los hebreos.
Los evangelios relatan el paso de Jesús por la ciudad, un milagro realizado en ella y la conversión
de un habitante de nombre Zaqueo. El camino desde esta ciudad a Jerusalén es el escenario de la
parábola del Buen Samaritano.
El siguiente asentamiento en antigüedad data de hace 10.000 años. Las gentes que vivieron en
este poblado ya conocían la agricultura y cultivaban trigo, cebada y otras legumbres en los muy
fértiles terrenos circundantes. También hay signos de caza de animales salvajes.
El poblado acogía en torno a 500 personas, una cantidad muy elevada para esta época. Los
habitantes de Jericó también comenzaron a trabajar juntos para construir grandes estructuras de

113
piedra. La más impresionante de estas estructuras fue un inmenso muro que rodeaba todo el
poblado. Tenía 5 metros de alto y 3 metros de ancho. Fueron necesarias unas 10.000 toneladas de
materiales de construcción para levantarlo. Delante del muro había un foso de 8 metros de
anchura. En la actualidad, todavía se conservan muchas porciones del muro. En su interior había
casas redondas primero y rectangulares después de ladrillo de barro o adobe.
Los habitantes de Jericó también construyeron una sólida torre de piedra justo por dentro del
muro. La torre se alza a 11 metros de altura y tiene una anchura de 9 metros en la base. Para
alcanzar su cima, plana, los habitantes del poblado construyeron una escalera. Edificaron la torre
tan bien que todavía sigue en pie, 10.000 años después.
Algunos arqueólogos creen que esos primeros granjeros construyeron el muro y la torre para
proteger el poblado contra los ataques enemigos. Otros piensan, por el contrario, que la intención
del muro pudo haber sido la protección del poblado contra las inundaciones, teniendo la torre
algún tipo de significado ritual. Cualquiera que fuera su función, se trata de espectaculares
ejemplos del primer trabajo de la piedra.
Sus habitantes enterraban a sus muertos debajo de los pisos o en un terraplén de escombros de
edificios abandonados. Hay varios entierros colectivos, aunque no todos los esqueletos se
articulan totalmente, lo que puede señalar un período de exposición antes del entierro
propiamente tal.
Mucho tiempo después, alrededor del siglo X antes de Cristo, en tiempos de Josué, el sucesor de
Moisés, luego del éxodo de Egipto, el pueblo hebreo conquistó la ciudad de Jericó según relata la
Biblia. Entonces los exploradores que fueron enviados a obtener información de la ciudad
describieron sus habitantes, los Cananeos, como individuos fuertes y poderosos.
Estas dos ciudades que hemos descripto representan el inicio de la vida en comunidades de la
humanidad. Vidas sencillas, de intenso trabajo en la tierra para generar sus alimentos y de la caza
para complementar la dieta. De enfrentamientos con los todavía numerosos pueblos nómades
que se resistían a anclarse a un lugar determinado y preferían la vida libre y nómade del cazador –
recolector. A menudo se producían enfrentamientos entre ambos tipos de comunidades, siendo el
cazador – recolector normalmente el agresor conociendo que esas primeras poblaciones de
agricultores sedentarios poseían seguramente excedentes de alimentos. Cada ciudad era un
mundo en si mismo, aun cuando se compartían algunas conductas y costumbres. Pero cada una
tenía sus líderes y sus reglas locales, aunque eran sociedades muy igualitarias donde las
diferencias entre sus miembros en cuanto a riqueza u otras distinciones eran mínimas. Se adoraba
a figuras que eran una mezcla de animales y humanos (inicios del animismo), así como a los
principales astros a los cuales observaban diariamente (la luna, el sol). Comenzaron a observar el
cielo durante las largas y cálidas noches mesopotámicas, identificando estrellas y planetas vecinos.
Finalmente podemos transcribir el siguiente párrafo del trabajo titulado “Breve historia de la
espiritualidad primitiva” de Agostino Lotti, (Parques de Estudio y Reflexión Attigliano, Italia
Febrero de 2016) “El pasaje del paleolítico al neolítico es un salto de la civilización, que representa
quizás la fractura más profunda de la historia humana: en vez de vivir de los dones de la
naturaleza, en vez de recolectar o capturar, el ser humano comienza a producir sus propios
medios de subsistencia. Cría animales, cultiva la tierra, canaliza las aguas, manipula los metales, es
decir, comienza a triunfar sobre la naturaleza, mientras se va perfilando otro gran cambio: lo
“urbano”, que ve el surgimiento de asentamientos. Los nuevos recursos alimentarios y su relativa
seguridad favorecen la sedentariedad, induciendo un rápido incremento demográfico”
A las primeras experiencias urbanas de entre 12.000 años AP a 6.000 años AP, les sucedieron
organizaciones comunitarias más desarrolladas, verdaderas ciudades ya que se unieron bajo una
misma autoridad y constituyeron los primeros imperios…de ellos hablaremos en el próximo
capítulo.

114
Ubicación relativa de la Mesopotamia

Mesopotamia

115
Catal Huyuk

Interior de una casa en Catal Huyuk

116
Utensilios encontrados en Catal Huyuk

Pinturas en el interior de casas Catal Huyuk

117
Diosa madre Catal Huyuk

Ubicación de Jericó

118
Representación de Jericó

Monasterio en Jericó

119
NUESTROS ORIGENES – CAPITULO XVI – EL PRIMER IMPERIO
Y ya estamos firmes en Marte…
El jueves 18 de febrero de 2021 el robot “Perseverance”, el quinto de los que ya están en el
“Planeta Rojo”, amartizó en la superficie marciana con la más ambiciosa de las cuestiones a
resolver: ¿Hubo vida en Marte?
No hace más de 5.500 años…alrededor del 3.500 AC (antes de Cristo) nacía la primera civilización
humana, con las primeras ciudades, las primeras escrituras, los primeros templos que rendían
respetos y adoración a los dioses de las primeras religiones.
Es apasionante recapacitar en todo lo que hizo la humanidad en tan corto tiempo.
200.000 años desde la aparición del Homo Sapiens, nuestra especie. 5.500 años de la primera
civilización, de la invención de la escritura… y hoy estamos viendo videos en directo de Marte.
En tan solo unos 6.000 años pasamos de iniciar el dominio de nuestro planeta a las puertas de
colonizar otro.
En este capítulo intentaremos recordar los primeros momentos en que el hombre creó la historia,
a través de las primeras grandes ciudades y la escritura.
Hace aproximadamente 12.000 años finalizó el último período glacial en nuestro planeta. Durante
casi 100.000 años el enfriamiento global había formado enormes casquetes de hielo en el Norte
de Europa, en Los Alpes y en Los Apeninos. El hielo conformó durante ese tiempo barreras de más
de un kilómetro de altura que ocupaban el actual Norte de Europa.
Además, las bajas temperaturas habían transformado los espacios contiguos a esas paredes de
hielo en una extensa capa de permafrost, que es tierra que permanece congelada hasta unos dos
metros de profundidad, en donde solamente existe la tundra.
El hielo también ocupaba otras partes de la tierra, como por ejemplo todo el norte de América.
El Canal de la Mancha no existía y el estrecho de Bering era una franja que unía Asia con el Norte
de América. En el extremo Este, la península coreana se mantuvo unida al Japón y en nuestro Sur,
la Patagonia estuvo unida a la Tierra del Fuego.
Todo esto había absorbido enormes cantidades de agua de los océanos y las costas se
encontraban unos 200 metros más allá del trazado actual. Esto ha ocasionado que muchos rastros
de nuestros ancestros se hayan perdido al regresar las aguas a los niveles actuales.
La glaciación comenzó a disminuir lentamente 20.000 años atrás y hacia el 12.000 AC el hielo ya
había retrocedido significativamente en todo el planeta.
Hubo entonces una suba generalizada de las aguas en todos los continentes.
Durante ese extenso período la especie Homo sapiens salió de África y se dispersó, primero
por Asia y desde allí por todos los continentes e islas.
En el Medio Oriente, escenario donde se desarrollarían los primeros pasos de nuestra civilización
occidental, la primera a nivel mundial, el cambio de clima produjo modificaciones profundas en su
geografía y climatología.
En particular la zona comprendida entre los dos grandes ríos de la región: el Éufrates y el Tigris
conformó un espacio completamente distinto a todo lo que la rodeaba.
Ambos ríos, alimentados por sus nacientes ubicadas en las alturas de los sistemas montañosos de
Turquía y Armenia, fluyen y corren paralelos por casi dos mil kilómetros en dirección general

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Norte-Sur, atravesando los territorios de las actuales Siria e Irak, hasta que se unen en un único
cauce antes de desembocar en el Golfo Pérsico.
En ese extenso tramo en que se encuentran muy próximos uno al otro, a la altura de la actual
Bagdad solo los separan unos cincuenta kilómetros, las particulares condiciones climatológicas que
produjo el fin de la glaciación originaron en varios lugares espacios extraordinariamente fértiles.
La conjunción del Tigris y el Éufrates hizo que uno de los entornos más hostiles del mundo sea
habitable y muy productivo.
Baste decir que El Génesis menciona a estos dos ríos formando parte de los cuatros que
conformaban el Jardín del Edén y ubica entre ellos al Paraíso.
Esa región, que se denomina Mesopotamia (que significa precisamente: Tierra entre dos ríos), se
transformó en un verdadero oasis delimitado por los Montes Zagros al Este, la árida meseta
Palestina al Oeste y el desierto arábigo hacia el Sur.
La Mesopotamia estaba dividida en dos sectores: La Alta Mesopotamia al Norte y la Baja
Mesopotamia al Sur. Cada uno tenía distintas características. La Alta Mesopotamia se extendía
desde sus orígenes en las montañas de Anatolia hasta la actual Bagdad y la Baja Mesopotamia
comprendía la zona donde se asentaba la ciudad de Babilonia y la desembocadura de los
ríos Tigris y Éufrates en el Golfo Pérsico, que en la antigüedad llegaba hasta un lugar que hoy ha
quedado muchos kilómetros tierra adentro, debido a la acumulación de sedimentos.
La Alta Mesopotamia era un territorio semiárido, con algunas llanuras que contrastaba con la zona
pantanosa y fértil del Sur. Esta última parte conformada por una región de pantanos, lagunas,
marismas y bancos de caña.
El régimen de los ríos Éufrates y Tigris era muy irregular y las inundaciones provocadas por las
lluvias y deshielos en sus nacientes se transformaba en extensas áreas inundadas en las partes
media y baja. El aspecto positivo estos desbordes era que dejaban grandes porciones de tierra
cubiertas por un limo fértil, pero su imprevisibilidad era un gran obstáculo para el
aprovechamiento.
Por ese motivo los primeros pobladores de la zona tuvieron que convivir con la fuente de vida que
significaban los dos ríos madres y aprendieron a domarlos mediante obras artificiales, canales
acequias y diques.
De esa manera las cosechas alcanzaron rendimientos nunca vistos y esto contribuyó al desarrollo
de los primeros asentamientos allí ubicados alrededor del 5000 AC.
En el inicio del poblamiento sistemático de la Mesopotamia, pueblos semitas se instalaron en la
zona norte, entre los que destacaremos a los Acadios y los Amorreos (Babilónicos). En el Sur se
establecieron los Sumerios, pueblo cuyo origen no está claro pero que se autodenominaban
“Cabezas negras”. En el Este y en el Sur, pero fuera de la Mesopotamia, se instalaron poblaciones
aún nómadas dedicadas al pastoreo, en el este, sobre los montes Zagros, los Guti y en el sur
pueblos árabes que habitaban el desierto de Arabia.
El proceso de transición de la existencia nómada vinculada a una economía de caza y recolección a
una vida sedentaria vinculada a la explotación de la tierra con la agricultura y la cría de animales
domésticos se inició en todo el Oriente medio hacia el 11.000 AC y fue un proceso lento en el que
las poblaciones nucleadas en pequeñas aldeas fueron incorporando técnicas de regadío,

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conocimiento y mejoramiento de las especies silvestres, selección de las características de los
animales que más se adaptaban a sus necesidades, etc.
Este proceso llevó muchos miles de años y fueron sucediéndose distintas culturas así llamadas por
algunas características que las diferenciaba. Por ejemplo, sus técnicas de trabajo en la tierra o la
alfarería que desarrollaban.
De manera muy esquemática podemos decir que esa culturas o períodos fueron:
- Periodo Kebariense se desarrolló entre el 16.000 AC al 11.000 AC y se extendió entre
el desierto de Negev hasta el Líbano por toda la costa del mediterráneo. Aún predominaba
la caza y recolección, las tribus se mantenían en su mayoría nómades.
- Periodo Natufiense desde el 11.000 AC al 8.000 AC se extendió por toda la zona
del Próximo Oriente, desde el Éufrates hasta Egipto y los desiertos situados al sur. De
especial importancia es el yacimiento de Jericó, que ya vimos en el capítulo anterior. Se
vivía en pequeñas aldeas, formadas por grupos reducidos de cabañas de planta circular, de
unos 10 m de diámetro, con paredes de caña y barro. Algunas cabañas tenían un depósito
o silo para los alimentos, aunque también podían usarse para enterrar personas.
Se utilizaban también cabañas semiexcavadas en el suelo, cuya entrada consistía en una
especie de rampa. Estas viviendas también eran de planta circular y su diámetro oscilaba
entre cinco y seis metros. En el centro de estas cabañas solía haber un mástil de madera
que servía para soportar la techumbre, que normalmente estaba hecha de adobe y ramas.
En el interior de la zona central de dichas cabañas se encontraba el hogar.
- Periodo Hassuna – Samarra entre el 7.000 AC y el 5.500 AC. En estos tiempos la agricultura
y la ganadería se impusieron en el interior de Mesopotamia y supuso la entrada de lleno
al Neolítico. Las nuevas técnicas de producción que se habían desarrollado en el área
neolítica inicial se expandieron por las regiones de desarrollo más tardío.
Hacia el 6.000 A. C. las comunidades agrícolas se instalaron definitivamente en las llanuras
al pie de las montañas donde no es posible la agricultura sin riego, surgen entonces redes
de canales de pequeño alcance, construidas por clanes familiares. La cultura Hassuna se
caracteriza por lo avanzado de su cerámica. Generalmente pintada en fondo mate, marrón
rojizo o negro. Una fabricación artesanal, muy elaborada, hecha a mano.
- Cultura Halaf se desarrolla entre 5500 AC al 4000 AC, recibe su nombre del yacimiento de
Tell Halaf (Siria). Se desarrolló a continuación de la de Hassuna. Se trata de una sociedad
de economía agrícola y ganadera cuya producción material más significativa es la
cerámica. Esta cerámica se caracteriza por vasos abiertos, algunos con pie, y fuentes con
profusa decoración pintada geométrica, policromada en la fase final, y algunos motivos
vegetales y animales. Se produjeron también estatuillas femeninas, amuletos y sellos de
arcilla. Las estructuras de las viviendas eran, en su mayoría, de planta circular con cubierta
abovedada, aunque también hay viviendas rectangulares. La fase inicial de Halaf se
desarrolló sólo al norte de Mesopotamia, pero después su cerámica fue apareciendo en
una amplia zona desde el Mediterráneo a los montes Zagros, en un proceso ligado a las
extensas redes de intercambio de la obsidiana, un material de origen volcánico muy
preciado en esa época para la elaboración de distintos instrumentos de corte y de adorno.

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- Cultura de El Obeid de 5500 AC al 4000 AC, Durante este período la agricultura avanzó
gracias al control de las aguas en superficie, mediante técnicas de regadío a base de
canales. Este desarrollo permitió que la agricultura floreciera en nuevas áreas de
Mesopotamia. La cerámica se desarrolló mediante unos rasgos muy característicos,
bastante diferentes a los de la anterior. Es una cerámica a torno pulimentada con cuencos,
platos y jarras pequeñas y decoración geométrica sobre fondo claro. Las formas van
evolucionando: paredes cerámicas más finas, aparición de diferentes contenedores
dotados de asas, e incluso botellas con largos cuellos. La expansión de esta cerámica por
toda la cuenca mesopotámica hasta el Mediterráneo es una muestra del impulso que vivió
la cultura de El Obeid. Realizó progresos en la metalurgia en donde trabajaron ya el cobre
(cultura calcolítica). Se han encontrado moldes y una especialización artesanal en el
repujado del cobre. Los metales provenían del Cáucaso. Es la primera cultura en la que se
ha detectado el desarrollo de símbolos documentales identificables de cada persona:
planchas de arcilla con incisiones. Posteriormente estas identificaciones evolucionaron a
los sellos cilíndricos que se colgaban del cuello, y que incorporarán inscripciones de
escritura con la aparición del cuneiforme. De este período data la ciudad de Eridu, según la
tradición Sumeria su primera ciudad y donde el dios Urduk había creado el mundo.

Lo sorprendente es que la transformación de las aldeas en ciudades no se produjera en las zonas


de influencia de las culturas Hassuna, Halaf o Samarra, sino que se produjo en el sur
de Mesopotamia. La explicación más probable es que esta zona era más fácilmente cultivable por
lo que allí fue más rápido el progreso de la humanidad hacia la vida en las ciudades.
Como colofón de la llamada cultura de El Obeid tenemos hacia el 3500 AC el surgimiento de la que
ha sido llamada la primera ciudad que la humanidad formalmente estableció: Uruk.
La cultura llamada Uruk, fue el inicio formal de la sumeria y marca el inicio de la primera sociedad
urbana, compleja y estatizada que se extiende hasta el 2700 AC con una concentración en su fase
final nunca vista de hasta 50.000 habitantes en 100 hectáreas, una arquitectura religiosa
imponente en su área sagrada denominada Eanna en donde se construyó un zigurat (templo
piramidal) en honor al dios de la ciudad, Marduk. En la cultura sumeria cada ciudad tenía su propio
dios, aunque los dioses podían ser compartidos.
La escritura de tipo cuneiforme y silábica, que posibilitó la transmisión ordenada de conocimientos
y una administración descentralizada e impersonal, fue desarrollada en Uruk.
Esta ciudad establecida por los Sumerios se constituye como el foro de irradiación de su cultura de
toda la región, fue descubierta a principios del siglo XX y su excavación mostró nueve niveles de
excavación en donde se puede ver toda su historia, la evolución de su organización administrativa
y política, las técnicas de regadío en sus campos circundantes y su creencia religiosa.
La difusión de los avances de la cultura de Uruk por el resto de Mesopotamia meridional dio lugar
al nacimiento de la cultura sumeria. Estas técnicas permitieron la proliferación de las ciudades por
nuevos territorios y regiones. Las ciudades pronto se caracterizaron por la aparición de murallas,
lo que parece indicar que las guerras entre ellas fueron frecuentes. También destaca la expansión

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de la escritura que saltó desde su papel administrativo y técnico hasta las primeras inscripciones
dedicatorias en las estatuas consagradas de los templos.
La historia de la Mesopotamia se divide en cinco etapas a partir del establecimiento de las
primeras ciudades formalmente reconocidas como tal: período Sumerio, imperio acadio
(reconocido como el primero), imperio babilónico, imperio asirio e imperio neo babilónico.
Sumeria se constituyó en base a varias ciudades que se establecen en el sur de la Mesopotamia
sobre las riberas del Éufrates y el Tigris, transformando el entorno con la construcción de canales
de riego y el establecimiento de zonas dedicadas a la cría y manutención del ganado y el
establecimiento del primer sistema centralizado de gobierno que se llevó adelante a nivel de
ciudad.
Se han contado como mínimo unas dieciséis ciudades con poblaciones que no eran menores a
varios miles de personas. Estas eran ciudades independientes cuyos límites estaban definidos por
medio de canales y mojones. Las ciudades eran a la vez grandes centros mercantiles. Cada una
estaba centrada en un templo dedicado al dios patrono particular de la ciudad y gobernado por un
"patesi" (Ennsi), o en ocasiones por un rey “lugal”. Los “patesi” o los “lugal” eran sacerdotes
supremos y jefes militares absolutos, auxiliados por una aristocracia constituida por burócratas y
sacerdotes. Controlaban la construcción de diques, canales de riego, templos y silos, imponiendo y
administrando los tributos a los que toda la población estaba sujeta. Las ciudades estado sumerias
tradicionalmente eran ciudades-templos, ya que los sumerios consideraban que los dioses
fundaban las ciudades para que fuesen centros de culto.
En realidad el término "sumerio" es el nombre común dado a los antiguos habitantes de baja
Mesopotamia por sus sucesores, los semitas acadios. Los sumerios se llamaban a sí mismos
“sag-giga”, que significa literalmente "el pueblo de cabezas negras".
Uruk, Ur, Lagash, Eridu, Kish, Nippur, Umma, son las ciudades descubiertas más importantes que
desarrolló la civilización Sumeria. Por esto la Mesopotamia es considerada la cuna de la
civilización, al ser la región en la que se desarrollaron los primeros asentamientos humanos
permanentes, a partir de alrededor del año 3500 AC.
Los sumerios nos dejaron la escritura cuneiforme y a través de ella hemos podido leer el primer
poema que trascendió a la historia: La Epopeya de Gilgamesh, obra de una extraordinaria difusión
en su época y en los tiempos posteriores, trata la historia de un rey de la ciudad de Uruk, en parte
dios y en parte humano, Gilgamesh, que, al perder a su amigo entrañable, se dirige a los montes
donde moran los dioses en la búsqueda del porqué de su muerte y de la inmortalidad. Es de
destacar que, en este poema, escrito alrededor del 2200 AC ya se puede leer una versión del
diluvio universal, bastante similar a la que relata La Biblia.
La zona donde se desarrolló la civilización Sumeria carecía de montañas por lo que no disponían de
piedras, madera ni metales, el material principal de era la arcilla y el barro. Aprendieron a
construir con bloques de arcilla y al desarrollar la tecnología para alcanzar altas temperaturas en
sus hornos obtuvieron la cerámica.
Entre sus logros arquitectónicos se encuentran la invención del planeamiento urbanístico, las
casas con patio y las pirámides escalonadas (Zigurat).

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Las obras más antiguas de la cultura Sumeria son unas pequeñas estatuillas, que se remontan al
año 6.000 A.C., realizadas en piedra o barro y que representan diosas de la fecundidad e ídolos,
que de alguna manera nos recuerdan las venus paleolíticas de Europa.
El idioma sumerio se considera una lengua aislada ya que no está emparentada con ninguna
familia lingüística conocida, aunque se han hecho muchos intentos fallidos por relacionar el
sumerio a otros grupos lingüísticos. El sumerio es claramente diferente del acadio, una lengua de
claro origen semítico, con él coexistió en la región alternándose como lenguas dominantes. Ambas
lenguas usaron la escritura cuneiforme, originalmente desarrollada por los sumerios.
Los sumerios inventaron la escritura cuneiforme propiamente dicha siendo el más antiguo sistema
de escritura conocido hasta la fecha. Su soporte eran tabletas de arcilla y muy ocasionalmente
tabletas de metal y piedra. Se llama cuneiforme porque para trasladarla a la arcilla húmeda
utilizaban unas cañas biseladas en forma de cuña. Este sistema de escritura no es un alfabeto ni
tiene letras. En vez de eso utiliza entre 600 y 1.000 caracteres para escribir palabras o sílabas.
Los dos principales idiomas escritos en cuneiforme son el Sumerio y el Acadio, Ha sobrevivido un
gran corpus formado por cientos de miles de textos en sumerio, la gran mayoría de estos textos en
tablillas de arcilla. Los textos sumerios conocidos incluyen textos personales y cartas de negocios y
transacciones, recibos, leyes, himnos y plegarias, textos científicos de matemáticas, astronomía y
medicina. Muchos textos sobrevivieron en múltiples copias, ya que fueron transcritos varias veces
por los escribas en formación. El sumerio siguió siendo la lengua litúrgica usada en oficios
religiosos y la lengua de los textos legales en Mesopotamia mucho después de que los semitas se
convirtieran en el grupo hegemónico en la región. En ese sentido sucedió algo parecido al latín
miles de años después.
La escritura era aprendida por personas que recibían el nombre de “escribas” que eran formados
en escuelas muy rigurosas donde hasta se los sometía a castigos físicos cuando cometían errores.
La alfabetización en Mesopotamia era muy reducida puesto que se reservaba a las élites. Por esta
razón la profesión del escriba estaba muy bien considerada y era de carácter hereditario Las
prácticas eran extenuantes y en ellas los escribas debían copiar antiguos textos para memorizar
cada uno de los símbolos de la escritura. Por eso han llegado a nuestros tiempos tantas tablillas.
Todo lo que se necesita para escribir en cuneiforme es una caña y arcilla, Los dos materiales se
encontraban fácilmente en los ríos que recorrían las ciudades de Mesopotamia, actualmente
Iraq y este de Siria. La mayoría de las tablas cabían en la palma de la mano y era usadas solo una
vez.
A finales del IV milenio a. C., los sumerios comenzaron a escribir su idioma mediante pictogramas,
que representaban palabras y objetos, pero no conceptos abstractos. Nace, en primer lugar, ante
la necesidad de contabilizar bienes y transacciones, es decir, su origen tenía una finalidad
contable. la escritura a base de pictogramas no era adecuada para escribir conceptos abstractos,
los verbos y sus tiempos, los pronombres, etc. Por ello, se comenzaron a emplear ciertos símbolos
con valor fonético silábico. En 1835 Henry Rawlinson, un oficial de la armada británica, encontró
la Inscripción de Behistún, en un acantilado en Behistún en Persia. Tallada durante el reinado del
rey Darío I de Persia (522-486 A. C.), consistía en textos idénticos escritos en los tres lenguajes
oficiales del imperio: persa antiguo, babilonio y elamita. La importancia de la inscripción de

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Behistún para el descifrado de la escritura cuneiforme es equivalente al de la piedra de
Rosetta para el descifrado de los jeroglíficos egipcios.
Los sumerios nos dejaron el sistema sexagesimal que es un sistema de numeración posicional que
emplea como base el número 60. Se usa para medir tiempos (horas, minutos y segundos) y
ángulos (grados) principalmente. Los matemáticos sumerios crearon tablas de multiplicación,
división, raíces cuadradas y cúbicas, y comenzaron a resolver ecuaciones algebraicas.
También nos dejaron los primeros códigos legales. El Código de Hammurabi es uno de los
conjuntos de leyes más antiguos que se han encontrado y uno de los ejemplares mejor
conservados de este tipo de documentos creados en la antigua Mesopotamia. Se basa en la
aplicación de la ley del talión, y es también uno de los más tempranos ejemplos del principio de
presunción de inocencia, pues sugiere que el acusado o el acusador tienen la oportunidad de
aportar pruebas.
Como edificios centrales de sus ciudades construyeron templos que recibieron el nombre de
zigurat, un monumento con una base de planta cuadrada o rectangular, construido en forma de
alta terraza, escalonado en varios niveles -tres, cuatro o siete-, en el último de los cuales se erigía
una capilla o un templo. El núcleo se construía con adobes secados al sol, revestidos con una
gruesa capa de ladrillos cocidos en hornos. El templo en la cima, al que se accedía a través de
escaleras situadas de forma perpendicular a la fachada o adosadas a ésta, era de ladrillos
esmaltados.
Los zigurats de la antigua Mesopotamia dominaban la silueta de las grandes ciudades. Como focos
visibles desde lejos de un país tan llano como el de los ríos Tigris y Éufrates, estas torres
escalonadas representaban no sólo el poderío y el esplendor de la ciudad y su príncipe, sino
también la eminencia y grandeza de su dios patrón. El nombre “zigurat” deriva del verbo acadio
“zaqaru”, que significa literalmente «construir en alto»
Para ellos eran una escalera que les permitía comunicarse con el mundo celestial de los dioses. No
muy distintos de los rascacielos modernos o de las catedrales medievales. La famosa torre de
Babel, por ejemplo, se cree que fue el gran zigurat de la ciudad de Babilonia, dedicado al dios
Marduk.
Las fuentes indican que desde finales del III milenio a.C., en casi todas las grandes ciudades había
zigurats habitados por los respectivos dioses, patrones de la ciudad. Algunos núcleos urbanos
disponían de más de uno de estos monumentos: la gran ciudad de Akkad, origen del imperio
Acadio, cuya localización sigue siendo hoy en día una incógnita, albergó al menos tres zigurats
Tratar un asunto tal como la religión sumeria puede ser complicado, dado que las prácticas y
creencias adoptadas variaron mucho a través del tiempo y lugar, cada ciudad poseía su propia
visión mitológica y/o teológica, practicaban una religión politeísta con deidades antropomorfas
Los sumerios fueron posiblemente los primeros en escribir sobre sus creencias, que luego fueron
la inspiración para gran parte de la mitología, religión y astrología mesopotámicas, aunque ello no
implica que su religión fuera la primera y que no hubieran tomado costumbres y ritos de otros
pueblos.
Según la tradición sumeria, los dioses crearon el ser humano a partir del barro con el propósito de
que fueran servidos por ellos. Cuando estaban enojados o frustrados, los dioses expresaban sus
sentimientos a través de terremotos o catástrofes naturales: la esencia primordial de la religión

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sumeria se basaba, por lo tanto, en la creencia de que toda la humanidad estaba a merced de los
dioses. Nótese la similitud de la creación del hombre a partir del barro con el relato del Génesis.
Con respecto a la organización social, la sociedad sumeria era jerárquica y estratificada, al igual
que las de todas las civilizaciones. En la cúspide de la pirámide social se encontraba el rey, a quien
seguía en importancia una élite de sacerdotes, jefes militares y funcionarios de alto nivel. A
continuación, se ubican los comerciantes, funcionarios menores, artesanos especializados y, luego,
los campesinos y artesanos. El nivel más bajo de la sociedad correspondía a los esclavos.
Con el desarrollo de las ciudades, las tentativas de supremacía de unas sobre otras se tornaron
inevitable y se sucedieron luchas por el control sobre los derechos de uso del agua, de las rutas de
comercio y el cobro de tributos a tribus nómadas. Las casi constantes guerras, durante 2000 años,
entre las ciudades estado sumerias ayudaron a desarrollar la técnica y tecnología militar a un alto
nivel. La primera guerra que se registra fue entre Lagash y Umma en el año 2525 A. C. su
desarrollo está relatado en una placa de piedra llamada la Estela de los Buitres. Este registro
también muestra al rey de Lagash liderando un ejército sumerio compuesto en su mayoría de
infantería. Los soldados de infantería llevaban lanzas, cascos de cobre y escudos de cuero o
mimbre. Los lanceros se muestran dispuestos en lo que parece ser una formación de falange, que
requiere entrenamiento y disciplina. Esto implica que los sumerios hicieron uso de soldados
profesionales. La cantidad del ejército de una ciudad podía rondar los tres o cuatro mil hombres,
con un núcleo profesional y el resto reclutado obligatoriamente.
A la civilización establecida por los sumerios basada en ciudades independientes una de otra, la
sucedió el primer imperio que, como tal, ya estableció un sistema altamente centralizado de
dirección y administración no solamente de las ciudades de la Baja Mesopotamia, sino también de
la Alta Mesopotamia, las costas del Mediterráneo y los espacios del actual Irán.
El Primer Imperio:
El Imperio Acadio creo el primer reino unificado mesopotámico del que se tiene noticia, hace más
de 4.000 años. Antes de la aparición de los acadios, Mesopotamia estaba formada por muchas
ciudades-estado, cada una de las cuales tenía su propio rey, territorio y ciudades.
En el sur de Mesopotamia vivían los sumerios, mientras que el norte lo ocupaban gente de habla
semita. Se trataba de una lengua bastante distinta de la hablada por los sumerios, pero aparte de
esta característica los habitantes del norte eran parecidos a sus vecinos sumerios.
En torno a 2334 A.C., un funcionario de lengua semita de la Corte del rey de Kish, una de las
ciudades-estado mesopotámicas, derrocó a su soberano y asumió el poder real. Se llamó a sí
mismo Sargón (cuyo significado es rey verdadero) y desde Kish se dirigió contra el más poderoso
monarca de la región, Lugalzagesi, señor y rey de Uruk. Sargón consiguió derrotarlo y luego atacó y
venció a tres ciudades más en el sur de Mesopotamia: Ur, Lagash y Umma, derribando sus
murallas. Después siguió avanzando con su ejército hasta llegar a las orillas del golfo Pérsico.
Sargón construyó su propia capital del Imperio Acadio, junto al río Éufrates, cerca de la actual
Bagdad. Su reino, Acad, y sus gentes, los acadios, recibieron su nombre a partir del de la ciudad.
Gente de todo el imperio acadio iba a Acad para vender sus bienes, como cabras, ganado y asnos.
La ciudad era un gran puerto en el que atracaban barcos llegados de lugares tan lejanos como la

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India y Egipto.
Sargón dirigió campañas victoriosas, contra las montañas al este de Mesopotamia, y por el oeste,
hacia las montañas del Líbano. Por el oeste, los acadios consiguieron acceso a importantes
recursos, como la plata y la madera de cedro. Por el este, los acadios hicieron que los elamitas
trasladaran su capital, desde Elam hasta Susa, y los obligaron a hablar acadio.
Sargón el Grande, como ahora se llamaba a sí mismo, gobernó su imperio hasta 2279 a.C.
Los acadios gobernaron su imperio con la ayuda de un poderoso y despiadado ejército (el rey
Sargón tuvo 5.400 soldados). Los acadios derribaban las murallas de las ciudades que se rebelaban
y masacraban a todos sus ciudadanos. Muchos monumentos de piedra muestran a soldados
acadios cargando el botín y llevándose a los prisioneros para ser asesinados.
El poder de Sargón se basó en un cambio radical del sistema de gobierno que los sumerios habían
utilizado tradicionalmente. Los sumerios habían gobernado sus ciudades nombrando
gobernadores de entre las principales familias originarias de esas mismas ciudades. Sargón, en
cambio, prefirió nombrar gobernadores acadios, que eran enviados a las ciudades con órdenes
reales.
Sargón, sin embargo, difundió la cultura sumeria por todo el Oriente Medio. El cuneiforme fue
adoptado ampliamente como sistema de escritura y el acadio se convirtió en la lengua semioficial
de Mesopotamia y Oriente Medio.
El imperio se deshizo hacia el 2220 a. C., debido a las constantes revueltas y las invasiones de los
nómadas Amorreos y, principalmente los Gutis. Tras su caída, toda la región cayó bajo el dominio
de estas tribus, quienes se impusieron sobre las ciudades-estado de la región. Las crónicas
posteriores los describen constantemente de forma negativa, como "horda de bárbaros" o
"dragones de montaña", pero es posible que la realidad no fuese tan negativa; en algunos centros
se produjo un verdadero florecimiento de las artes. Es el caso de algunas de las ciudades sumerias,
como Lagash en donde demás de la calidad artística, en las construcciones se utilizaron materiales
provenientes de regiones lejanas: madera de cedro del Líbano o diorita, oro y cornalina del valle
del Indo.
A partir del imperio Acadio, ya estamos en la historia y la humanidad se encuentra en todos los
continentes. En África la cultura Egipcia se desarrolla de manera paralela. En Asia en la India,
entre los ríos Ganges e Indo, así como en China, en la cuenca del río Amarillo, ya se pueden ver
sendas civilizaciones. Finalmente, en América la cultura Caral en el Alto Perú, aparentemente la
más antigua en nuestro continente.

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Imagen del Edén

Ubicación estimada del Edén según la Biblia

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Cultura El Obeid

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Cultura El Halaf

Cultura Hassuna y pobladio de esa cultura

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Los primeros Imperios

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Sargon I

Sargon I en un combate

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Nuestros Orígenes – Capítulo XVII - Los Sumerios – La vida diaria en Uruk

Marduk inspiró profundamente llenando sus pulmones con la fresca briza del amanecer. Estaba
parado en un terraplén que servía de presa de un canal de riego. Unos cientos de metros más allá,
hacia el Oeste, el río Éufrates discurría tranquilamente hacia el Sur.

En el horizonte, hacia el Este, la claridad del nuevo día permitía observar las primeras
estribaciones de los montes del oriente.

Marduk miró en derredor y sintió la fuerza de la mañana que lo llenaba de energía. Era el primer
día de las dos semanas que debía trabajar en el campo del Templo Mayor de Uruk, su ciudad… la
más importante del conjunto de aldeas sumerias que se repartían en la baja Mesopotamia hace,
exactamente, 4400 años antes del presente (AP).

Los sumerios estaban en esos lugares desde cientos de años atrás, tal vez miles, no lo sabía con
seguridad. Para él simplemente esa era tierra sumeria. Al principio, según los relatos de los
sacerdotes del templo, las cosas no habían sido fáciles. La tierra en esas geografías era dura y en
algunas partes desérticas.

Pero dos grandes cursos de agua, que nacían en las montañas del Norte, corrían paralelos entre si
por un par de miles de kilómetros, atravesando longitudinalmente todo el escenario, hacia un
fértil delta en el Sur, donde se derramaban en las aguas azules del hoy llamado Golfo Pérsico.

Era la Mesopotamia, “la región entre ríos”.

El Éufrates y el Tigris daban vida a toda su zona de influencia. Durante las primaveras y veranos
desbordaban sus cauces y anegaban el territorio llevando vida a toda el área circundante.

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Los Sumerios debieron aprender desde el principio a convivir con ambos ríos y sus regímenes sin
patrones estables. Las inundaciones de las tierras medias y bajas dependían de cuanta lluvia y
nieve ocurrían durante los meses de invierno en los montes Taurus, al norte, donde nacían. Esa
irregularidad de régimen y el peligro que conllevaba hizo que el “pueblo de cabezas negras como
se autollamaban” aprendieran a construir obras para encauzar y contener las desbordantes aguas
cuando se producían grandes crecidas.

No había montañas en la Mesopotamia que les proveyeran de piedras y rocas, pero acudieron al
elemento más común que los rodeaba: La arcilla, los movimientos de tierra y el betún.

Así, con el tiempo, una red de presas y canales había transformado el paisaje y la tierra era un
espacio fértil y acogedor. En esos campos trabajados de manera metódica y esforzada mantenían
una producción de cebada, garbanzos, lentejas, mijo, trigo, nabo, dátiles, cebolla, ajo, lechuga,
puerro, amapola y mostaza. También criaban vacas, ovejas, cabras y cerdos.

El desarrollo de las aldeas en centros con grandes números de población llevó a una necesaria
organización para atender el manejo de excedentes de las cosechas. También tuvo influencia la
religión existente en la cultura sumeria.

Cada ciudad estaba dirigida por un “Señor” (“Enzi” o “Patesi” en lengua sumeria), el cual se
apoyaba en un conjunto de sacerdotes que atendían el o los templos existentes.

El “Enzi” o “Patesi”, se ubicaba en la cúspide de la elite social, económica, política, militar y


religiosa-sacerdotal de su ciudad.

136
Por un lado, tenía cargos administrativos, la parte importante de la distribución de los recursos,
era su responsabilidad. Además, era el máximo exponente político y sumo gobernante de
su ciudad y de la región de los alrededores.
Estaba fundamentalmente consagrado a la religión, la literatura, la dirección de las actividades y
las buenas obras, por esta razón tenía también el más alto cargo sacerdotal y religioso. Tenía
acceso a los templos y lideraba la élite de los altos sacerdotes.
Pero también ocupaba el más alto cargo militar. Todos los ejércitos y tropas de la ciudad estaban
al mando de un general. Estos generales estaban todos subordinados a él, no obstante, tenían
cierto poder de decisión y autonomía. El “Patesi” también iba al frente de toda tropa o ejército en
caso de conflictos bélicos.
Si bien había dioses comunes a toda la cultura de Sumer. Cada ciudad tenía sus propios dioses y en
particular estaba bajo la protección de alguno de los mismos.

Uruk estaba protegido por Inanna, diosa del amor y la fecundidad y por An, dios del cielo.

En la mitología de esta cultura, la diosa primera era Nammu creadora de todo lo existente a partir
“del océano primordial”. La adoración de la diosa Inanna y el dios An se hacía en el templo
principal de Uruk llamado Eanna (templo de los cielos).

Acércate a Eanna, la morada de Istar (Inanna), que ni un rey futuro, ni un hombre, puede
igualar.
Levántate y anda por los muros de Uruk, inspecciona la terraza de la base, examina sus
ladrillos.
¿No es obra de ladrillo quemado? ¿No echaron sus cimientos los Siete [Sabios]?

Epopeya de Gilgamesh, tablilla I

Para los sumerios los dioses eran seres como ellos que habitaban en las alturas y poseían poderes
que a los humanos normales les estaban vedados. Por ejemplo, la inmortalidad.

Los dioses podían interactuar con los mortales y lo hacían en el templo que se erigía en su honor.
Esos templos eran estructuras hechas con tierra y ladrillos de arcilla cocida montadas una sobre
otra hasta formar una figura cuadrada o rectangular de decenas de metros de altura. El templo en
si mismo estaba ubicado en la parte superior ya que en las alturas era donde residían
habitualmente los dioses.

Hoy los llamamos “Zigurats”.

137
Zigurats sumerios construidos para los dioses

La diosa Inanna

138
Los interlocutores de las divinidades eran el “Enzi” y algunos de los sacerdotes, los más
caracterizados.

En la cultura sumeria se creía que todos los fenómenos, terrenales o cósmicos, estaban
subordinados a la voluntad de los dioses. Todas las dolencias o maleficios se entendían que eran
consecuencia de la voluntad de aquellos. Incluso, de acuerdo con el lugar donde aparecía la
enfermedad, le correspondía un espíritu diferente. La enfermedad era un castigo originado por
una falta cometida por el enfermo.

Para liberarse de estos malos espíritus era necesario practicar toda clase de exorcismos y fórmulas
que consistían en purificaciones, sacrificios y penitencias. Sin embargo, también se utilizaban
remedios médicos y farmacológicos. Se manejaban dos técnicas distintas: “una medicina de
magos” y “una medicina de médicos”. Al ser la enfermedad un castigo divino, la medicina debía
ser arte sagrado, y por lo tanto los sanadores eran generalmente sacerdotes que realizaban
determinados rituales en torno al enfermo (sortilegios, fórmulas mágicas, hechizos, exorcismos,
oraciones, etc.). Por todo eso, la actuación del médico/sacerdote se iniciaba con la confesión de
los pecados o faltas, y de igual manera que en el enfermar, en la curación también intervenían los
dioses y tenía un tinte de purificación a través de la catarsis, que se sustanciaba en el contenido
mágico del medicamento

Los médicos sumerios conocieron las propiedades curativas de algunas plantas, minerales y
productos de origen animal. Sabemos esto gracias a una tablilla de arcilla, de unos 16 x 9,5
centímetros, escrita con caracteres cuneiformes hacia el final del tercer milenio A.C. encontrada
en la ciudad de Nippur, vecina a Uruk. En ella se recogen una docena de remedios a partir de
sustancias vegetales, animales y minerales y está completamente exenta de elementos místicos e
irracionales. Entre las sustancias vegetales, se encuentran plantas como la casia, el tomillo y el
mirto; árboles como el sauce y el abeto y frutos como el dátil, el higo o la pera. Entre las sustancias
provenientes de animales se destacan la leche, la piel de serpiente y el polvo de caparazón de
tortuga. Entre las sustancias minerales se utilizaban la sal común (cloruro sódico) y el salitre
(nitrato potásico). Estas sustancias se mezclaban con agua o con aceites y se aplicaban como
ungüentos o filtrados mediante pomadas, cataplasmas o pulverizaciones y con ellas también se
preparaban líquidos para la administración oral. Como tratamientos médicos también se utilizaron
el masaje y el calor. Los sumerios poseían ciertos conocimientos químicos, los cuales quedan de
manifiesto cuando se dan instrucciones para «purificar» los ingredientes antes de pulverizarlos,
proceso que requería diversas operaciones químicas. Estos conocimientos también los llevaron
elaborar varios tipos de cerveza (que también la utilizaban como solvente de algunas medicinas), y
otras bebidas alcohólicas como el hidromiel. Sin embargo, las interpretaciones de los fenómenos
biológicos complejos no fueron más que suposiciones basadas en observaciones muy sagaces. Los
beneficios que los médicos sumerios proporcionaban a los enfermos dependieron
fundamentalmente de observaciones empíricas. Existieron sanadores capaces de realizar
intervenciones quirúrgicas tales como la curación de heridas, evacuación de abscesos,
amputaciones, trepanaciones, operaciones de cataratas, actos médicos que son relatados en las
tablillas mesopotámicas.

139
Marduk estaba en esos días en el período de dos semanas de trabajo que le correspondía cada
inicio de primavera, de acuerdo con los turnos que tenían prolijamente estipulados los escribas del
templo. Los habitantes debían desarrollar labores en los campos de propiedad de la ciudad que
controlaban sacerdotes del templo. Estos trabajos incluían, en distintas oportunidades del año, el
mantenimiento de los canales y presas, la preparación de las tierras y su sembrado. Finalmente, la
tarea mayor era la cosecha y la estiba del producido en los grandes almacenes comunales.

Los almacenes estaban bajo el estricto control de la clase sacerdotal y constituían parte
fundamental de la riqueza de la ciudad.

Por su trabajo cada hombre y mujer recibía una determinada cantidad de lo cosechado, trigo,
cebada o sésamo y el resto era depositado en los grandes almacenes.

Marduk pensó por unos momentos en su familia. Él era una persona afortunada, poseía una
porción de tierra heredada por ser el hijo mayor de su padre, fallecido en uno de los frecuentes
enfrentamientos en defensa de su lugar frente a las tribus nómades y bárbaras que habitaban las
montañas del Este donde se dedicaban mayormente a la cría de diferentes tipos de ganado:
Cabras, Ovejas y Asnos.

Por esa causa la familia había recibido oportunamente una porción de tierra suficiente para la
subsistencia de una familia…y un poco más.

El nombre Marduk le había sido puesto, por haber sido el primogénito, en honor al dios de ese
nombre, integrante del Panteón sumerio.

En las tierras de la familia, Marduk vivía en la casa principal con su esposa (Ima) y tres hijos, dos
varones (Utu y Samash) y una mujer (Esther). También habitaban el predio cuatro sirvientes, dos
de ellos esclavos productos de victorias de conflictos con ciudades vecinas por distintos motivos,
casi todos relacionados con el aprovechamiento del caudal de los ríos o el control de las caravanas
de mercaderes que recorrían de Norte a Sur, Este y Oeste, toda la Mesopotamia.

Los dos restantes eran hombres nacidos en los alrededores de la ciudad, pero que carecían de
tierras propias, por lo tanto, debían de trabajar en campos ajenos para ganarse el sustento.
Marduk les daba alojamiento a ellos y a sus familias.

Si bien de acuerdo con los códigos reinantes Marduk podría haber tenido otras mujeres como
esposas secundarias, él había preferido mantenerse en una unión monógama. En Uruk la vida
diaria estaba regida por un estricto código de conducta que desde mucho tiempo atrás regulaba
las relaciones. El código solamente podía ser modificado por el “Enzi” de la ciudad y para ello
convocaba a un consejo de ancianos y sacerdotes.

El código estaba escrito en escritura cuneiforme, una invención de la cultura Sumer, sobre tablillas
de arcilla y era guardado en el templo principal. Representaba las normas de vida existentes en la
ciudad y, en su origen, habían sido dadas por los dioses.

140
Imagen de una reunión familiar

Usualmente la sociedad sumeria se estructuraba en familias basadas en el matrimonio


monógamo, aunque legalmente el marido podía tener varias esposas secundarias, adoptar hijos,
repudiar a una esposa y divorciarse. La vida del pueblo llano era dura, dedicada casi íntegramente
a ganarse el sustento. La jornada empezaba al amanecer y terminaba al anochecer, si bien las
condiciones del trabajo variaban en función de la profesión. Tras levantarse, el individuo procedía
al saludo matinal y a asearse con agua. Aunque el jabón era desconocido, se usaba como tal una
mezcla de cenizas, aceite y arcilla. Si el personaje podía permitírselo, realizaba abluciones en las
que se uncía el cuerpo y el cabello con aceite. La dieta básica eran el pan, tortillas, las cebollas y
los dátiles, comidas crudas. Los personajes de mayor rango tenían una dieta más amplia, entre la
que se encontraban carnes, pescados, lentejas, frutas, pasteles, pepinos, melones, calabazas,
judías, etc. Como bebida, la fundamental era el kash, (una bebida alcohólica suave elaborada a
partir de la cebada que se considera origen de la cerveza), aunque los ricos gustaban de tomar
vino de dátiles o de uva.

Cuando era posible, los sumerios gustaban de actividades como la música, el canto, la danza o los
juegos. El arte sumerio de los primeros tiempos muestra a unos personajes barbados y de
abundantes melenas. Con el paso del tiempo, y posiblemente por motivos religiosos, el patrón de
la moda derivó hacia la cabeza rapada y la cara afeitada. También fueron usados barbas y pelucas.
En su vestimenta, los hombres usaban pieles, de cabra o de oveja, así como una tela lisa decorada
con franjas en su parte inferior. Las mujeres se vestían de manera más variada, flexibilidad
también apreciable en sus cabellos, que podían ir trenzados, con tocados, largos o sueltos por la
espalda. Usaban diademas, collares y pulseras de oro y piedras preciosas traídas desde lugares
lejanos por las caravanas de los mercaderes.

141
Una reconstrucción de tocados y collares que usaban las mujeres sumerias de las porciones mas
altas de su sociedad.

El período de trabajo comunal, obligatorio para los habitantes de Uruk y las demás ciudades, era
duro y se realizaba desde las primeras luces hasta bien entrado el atardecer. Los alojamientos para
los trabajadores comunales eran grandes construcciones de arcilla con techos ligeros de cortezas y
hojas de palmeras datileras que abundaban en la zona. Marduk, por su posición en la sociedad de
Uruk estaba a cargo de un sector de uno de los campos en donde se debía limpiar las acequias,
reforzar los bordes y asegurar el buen funcionamiento de las presas. Las puertas de las presas eran
de madera traída de las montañas del Norte (actual Líbano), hermosas y fuertes placas de cedro
que traían los mercaderes en los lomos de burros y camellos. El cedro daba una madera duradera,
ligera y bastante resistente a la putrefacción, hongos e insectos.

Uruk era en esos tiempos la principal ciudad de los pueblos sumerios. Había sucedido mucho
tiempo atrás a Eridu, la primera de las aldeas importantes, ubicada en esos momentos iniciales
sobre las azules aguas del Golfo Pérsico que se adentraba en el continente como una extensión del
inmenso océano Indico. Según la tradición sumeria, Eridu era la más antigua de las ciudades de
Mesopotamia, en cuya localización se había creado el mundo. Eridu era considerada una ciudad
sagrada por haber sido la primera donde la cultura sumeria se afirmó de manera preponderante
en región. El dios de esa ciudad era Enki, el Dios de la Tierra, la sabiduría y el agua dulce.
No había crecido una caña

142
no había sido creado un árbol
no había sido hecha una casa
no había sido hecha una ciudad
y las tierras eran mar
cuando Eridu fue creada.
Mesopotamia y el Antiguo Oriente Medio (1992)
Roaf, Michael (1992). Mesopotamia y el Antiguo Oriente Medio. Madrid: Ediciones Folio, S.A. p. 51

Representación del dios Enki, deidad principal de Eridu, con sus símbolos característicos: el ave,
la cabra y las corrientes de aguas.

La ciudad de Uruk era la principal de la más de una docena de ciudades que se distribuían por la
baja Mesopotamia. El poblado principal tenía unas murallas de casi seis metros de alto por tres de
ancho, construida con paredes de tierra apisonada revestidas con ladrillos de arcilla. Cada veinte
metros aproximadamente se levantaban torres de observación y defensa desde donde los
arqueros podían hacer blanco en quienes pretendieran tomar la parte amurallada.

143
En el interior de las murallas se erigían tres o cuatro zigurats en honor a los dioses principales de la
ciudad, dentro del recinto amurallado se situaban asimismo los alojamientos del Ensi, su familia,
sirvientes directos y su guardia personal, también estaban las construcciones donde se mantenían
en guardia diaria un grupo de soldados profesionales que conformaban la fuerza de defensa
permanente, las casas de quienes no laboraban en el campo sino que desarrollaban otras tareas
artesanales, tales como escribas, artistas y artesanos dedicados a la música o la elaboración de
elementos como vajillas, utensilios, adornos personales, productos varios, etc.

Dentro de la ciudadela habitaban unas ochocientas personas y el resto vivía en villas distribuidas
en un amplio espacio alrededor de las murallas. Allí la población era de unos cuantos miles de
habitantes.

Las villas alrededor del emplazamiento principal tenían la particularidad que formaban un ejido sin
calles internas, sino que los desplazamientos en su interior se hacían por los techos. De tal manera
que la pared exterior de cada villa servía como una muralla protectora. Esta era una antigua
costumbre de diseño que venía de las primeras aldeas, cientos o miles de años atrás.

144
Más hacia el exterior estaban las residencias de quienes poseían campos propios, por ejemplo la
familia de Marduk, que estaban separadas entre si por un conjunto de acequias y canalizaciones
de las aguas de inundación del río.

La ciudad estaba cercana al Éufrates. Allí estaba el muelle principal de la localidad, que constituía
un segundo sector bien poblado con numerosas viviendas de quienes estaban relacionados con la
navegación y el comercio mediante los numerosos barcos que navegaban el río.

145
Gran templo blanco

El orgullo de la ciudad era el gran templo blanco erigido en honor a la diosa Inanna construido en
piedra caliza y ladrillo, algo realmente singular, ya que la mayoría de las construcciones de la
Antigua Mesopotamia estaban hechas en adobe o en ladrillo cocido. No existían canteras cercanas
alrededor de Uruk, por lo que tuvieron que trasladarse desde una fuente lejana. La función
principal de este templo era la religiosa, pero tenía además un significado simbólico como "casa
del cielo" o "morada del Dios", el Templo Blanco de Uruk estaba consagrado a la Diosa Inanna,
relacionada con los ciclos lunares y agrícolas. El templo sería un lugar donde se consagrarían

146
procesiones rituales y ofrendas. Además, en una sociedad profundamente teocrática representaba
el poder de los sacerdotes o “Patesi” sumerios como mediadores entre los dioses y los hombres.

Templo blanco del Eanna

Palmeras Datileras

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Dátiles, frutos de las Palmeras

1, Poema de Gilgamesh
2, Religión, el panteón sumerio, cosmovisión, relación con los humanos
3, Guerras entre ciudades y contra los bárbaros, los Ejércitos, cómo eran.
4, La escritura, creación, su enseñanza
5, El Templo, su funcionamiento, los sacerdotes, su formación
6, Los inventos: la rueda, la escritura, la astronomía, los números, el carro. El torno alfarero

El primer período histórico se iniciaría con las dinastías sumerias arcaicas y es conocido como
Período Dinástico Arcaico (DA) apelativo derivado término inglés Early Dynastic, a su vez se
encuentra divido en tres partes DA-I (2900-2750), DA-II (2750-2600) y DA-III (2600-2334) que a su
vez se subdivide en III A (2600-2500) y III B (2500-2334), las ciudades mas importantes de esta
cultura serían Sippar, Marad, Isin, Nippur, Umma, Girsu, Nina, Larsa, Ur, Uruk, Lagash, Kish,
Eridu,

Casco y daga de oro del Señor de una ciudad sumeria

148
Ruinas en la actualidad de Uruk

149
Paredes de uno de los zigurats

Sellos sumerios utilizados para firmar documentos, sellar contenedores o describir objetos.
Fueron la primera forma de escritura. Se insertaban en las tablillas de arcilla fresca y se
lacraban.

150
Paredes de un templo en Uruk, los cilindros están construidos con arcilla pintada de diferentes
colores

Clase de escritura

151
Los niños de familias acomodadas asistían a la escuela, mientras que las niñas eran educadas en el
hogar, algunas pocas eran enviadas a los templos y servían en ellos. Estas mujeres sí recibían una
educación similar a los hombres.
La escuela estaba situada al lado del palacio real, y era parte del complejo debido a que el
principal objetivo de la educación era proporcionar al rey con más funcionarios en el gobierno.
Durante las clases de la mañana, los niños practicaban sus ejercicios de escritura. Esto implicaba
copiar las palabras en una tablilla de arcilla húmeda en una lista que el profesor ha preparado. Al
hacerlo, debían aprender el significado de los signos que imprimían. Los errores ganaban un golpe
ligero con una varilla de madera por parte del profesor sobre los hombros de los alumnos. Esto es
una ocurrencia común, porque pulsando el estilo de caña en la arcilla húmeda para hacer las
marcas de cuña y es agotador el trabajo y los errores son frecuentes. Los estudiantes tenían un
breve descanso para el almuerzo, probablemente, pan e higos que han traído de casa. Luego, en
horas de la sesión de la tarde, se desarrollaban las pruebas orales de lengua y aritmética. En el
mundo de los sumerios los chicos se tomaban las lecciones muy en serio. Ser admitido en la
burocracia del palacio cuando mayores era el mejor comienzo posible para su vida adulta.

152
NUESTROS ORIGENES – CAPITULO XVIII– EL ARTE DE LAS VENUS DEL PALEOLITICO

El Paleolítico superior se extiende aproximadamente entre los años 40.000 AC y el 12.000 AC


Coincide con la segunda mitad del último periodo glacial, de clima muy frío, aunque con intervalos
algo más templados (los interestadiales). También caracterizado porque las especies humanas de
anteriores períodos, como el Homo Erectus, el homínido de Denísova, el Homo Neanderthalensis y
el Homo Floresiensis, fueron sustituidas en todo el mundo por el Homo sapiens, que quedó como
el único superviviente.
El arte paleolítico nace en el Paleolítico superior, aproximadamente hacia el año 40.000 AC.,
cuando los seres humanos modernos poblaban prácticamente todo el globo terráqueo. Sin
embargo, sus manifestaciones fundamentales, por no decir casi las únicas, parecen reducirse
a Europa, al sur del límite que marcarían los hielos durante la glaciación de Würm.
Es muy poco lo que se conserva del arte prehistórico: Sólo grabados, pinturas y esculturas que han
resistido el paso del tiempo y que la Arqueología ha conseguido recuperar. Se desconocen las
intenciones de los autores y destinatarios del arte prehistórico, ya que no se dispone de
informaciones orales ni escritas, aunque parece haber consenso en que se trata de un arte de
función religiosa y que su temática está íntimamente relacionada con el medio natural en que
desarrollaban sus vidas los Homo sapiens de esos tiempos. Los hombres prehistóricos
demostraron, en algunos casos, un ansia de perfección y un sentido de la belleza totalmente
comparable a los artistas de otras épocas históricas.
Podemos decir que hay dos categorías de arte paleolítico o arte rupestre: El arte parietal,
desarrollado en paredes y techos de cuevas y abrigos rocosos. Este tipo es casi exclusivo de la zona
franco-española: en Francia hay más de 130 cuevas, entre ellas destacan las de la zona
de Aquitania (por ejemplo Lascaux) y en los Pirineos (por ejemplo Niaux). En España, por su parte,
hay unas 60 cuevas, casi todas en el Cantábrico, destacando la cueva de Altamira, aunque también
aparecen esporádicamente en la Meseta Castellana (Siega Verde en Salamanca) y, sobre todo, en
las costas mediterráneas (La Pileta y Nerja en Málaga). Hay pocos ejemplos, en cambio, fuera de
Francia y España, como la Grotta dell'Adaura en Italia o Kapova en Rusia.
La otra categoría mencionada, es el arte rupestre mobiliar, está constituido por pequeños objetos
transportables realizados sobre piedra, asta, hueso o marfil. Este tipo de arte es abundante en
toda Europa y la parte occidental de Asia.
En particular, el arte portátil de la última Era Glaciar incluye miles de grabados y esculturas de
pequeños objetos en piedra, hueso, asta y marfil.
Los arqueólogos Colin Renfrew y Paul G. Bahn en el libro 'Arqueología: teorías, métodos y práctica'
expresan: "La gran mayoría de las figuras identificables son de animales, pero, tal vez, las piezas
más famosas sean las llamadas figurillas de 'Venus', como la Venus en roca caliza de Willendorf,
Austria. El frecuente énfasis en los pechos y nalgas de las figurillas posiblemente señale una
relación de estas con la fecundidad".
Las Venus Paleolíticas son estatuillas femeninas de hueso, asta, marfil, piedra, terracota, madera o
barro, datadas en el Paleolítico superior, alrededor de 25.000 AC a 20.000 AC, dentro del cual
constituyen la principal categoría de arte mueble , superando el centenar de ejemplares. Estas
esculturas tienen tamaños modestos, hasta diminutos, oscilando entre los 4 y los 25 centímetros.

153
La causa ha sido explicada porque las sociedades en esos tiempos eran nómadas y solamente
portaban consigo lo estrictamente necesario.
Este detalle de la importancia en su escala de valores y es una muestra más del valor que esos
primeros “hombres modernos” pobladores de Europa daban a estas esculturas.
El primer descubrimiento fue la Venus de Brassempouy, en 1893, por Édouard Piette. Esta
escultura, que se ha convertido en un icono, fue el inicio de una serie de descubrimientos de
numerosas esculturas femeninas en un amplio espacio que va desde los Pirineos franceses hasta
las llanuras siberianas del lago Baikal, en un frente de más de siete mil kilómetros. Fueron
bautizadas con el nombre de Venus al extenderse la noción de que constituían un ideal de belleza
prehistórica, y, aunque esa idea ha sido rechazada en la actualidad, la denominación de Venus
persiste.
Las pequeñas tallas femeninas han generado un monumental cuerpo de literatura que ha incluido
discutidas teorías sobre su papel de diosas, símbolos de la fertilidad y maternidad, o hasta su
función de objetos eróticos.
Aún sin conocer con precisión el rol y significado de estas esculturas, lo más aceptado entre los
prehistoriadores es que se trate de objetos con cierto carácter simbólico o de talismanes. En el caso
de las Venus se trataría de objetos que propiciarían cierta magia de la fertilidad, que favorecería la
concepción y la procreación humana.
Está claro que la alta proporción de figuras femeninas en el arte mueble del Paleolítico
Superior indica claramente el importante papel de la mujer en aquellas sociedades prehistóricas.
Las estatuillas no eran objetos con una utilidad práctica productiva y han aparecido en lugares de
habitación y no en lugares de enterramiento. Podría ser que estuviesen a la vista de cualquiera en
la tribu, no siendo, pues, amuletos individuales (lo que explicaría su enorme difusión geográfica).
Mostraremos algunas de las más conocidas, tratando de abarcar la extensa geografía en la que
han sido encontradas… Francia, Austria, República Checa, Rusia.

Distribución de los glaciares en Europa hace unos 20.000 años. Las islas británicas estaban
conectadas al continente por el efecto de disminución del nivel de las aguas

154
La dama de Brassempouy

La dama de Brassempouy
La dama de Brassempouy, dama de la capucha o venus de Brassempouy es un fragmento de
estatuilla femenina de marfil de mamut. Procede del Paleolítico Superior, se le asigna una
antigüedad de unos 24.000 años y es una de las más antiguas representaciones detalladas del
rostro humano. Actualmente se conserva en el museo de Saint-Germain-en-Laye (París)
Sus dimensiones son: Longitud = 3,5 cm; Anchura = 2,2 cm; Grosor = 2,1 cm
Pertenece al periodo Gravetiense del Paleolítico Superior (20.000 AC. - 25.000 AC.). Representa
una cabeza y cuello femeninos de proporciones estilizadas. Su cara ha sido modelada de forma
triangular y en ella se han tallado la nariz y ojos, pero se ha omitido la boca. Por otra parte, el
tocado, que cubre cabeza y cuello, es de una gran originalidad por su grabado en cuadrícula. Éste
ha sugerido interpretaciones que apuestan bien por tratarse de la representación más o menos
esquemática una cabellera; bien por lucir algún tipo de redecilla u ornamento; o bien por indicar la
representación de una capucha, teoría esta que le otorgó uno de los nombres por los que se la
conoce. La pieza presenta un acabado mediante pulido.
Aunque es única, esta figurita no es un objeto aislado. Forma parte de un conjunto de pequeñas
esculturas encontrado a finales del siglo XIX en la Grotte du Pape (Cueva del Papa), una cavidad de
las varias que forman el yacimiento de Brassempouy, a 2 kilómetros de la localidad que le da
nombre, en el sur de las Landas (Francia).

La Venus de Willendorf
Esta obra es tal vez la más famosa de todas, constituyendo el arquetipo de las Venus paleolíticas.
Además, su tipo está representado en otras estatuillas halladas en lugares muy lejanos al lugar de
hallazgo de esta. Lo que indica que realmente muestra un modelo - símbolo común en las
pequeñas sociedades de esos tiempos.

155
La Venus de Willendorf
La Venus de Willendorf es una venus paleolítica datada entre los años 27.500 y 25.000 A.C. Fue
hallada en 1908 durante las excavaciones en un yacimiento paleolítico cerca
de Willendorf (Austria) , a la orilla del Danubio. Actualmente se conserva en el Museo de Historia
Natural de Viena, Austria.
La figura de esta mujer desnuda, de unos 11 centímetros de alto, 5,7 de ancho y 4,5 de grueso, con
15 centímetros de circunferencia, fue esculpida en piedra caliza paleolítica y pintada con ocre rojo
(aún quedan rastros del ocre).
El conjunto respeta la ley de frontalidad (principio fundamental de la escultura arcaica en Eurasia y
la Cuenca del Mediterráneo) que se observa casi invariablemente desde el Paleolítico hasta fines
del Neolítico. La ley de frontalidad hace que las esculturas sean altamente simétricas (con simetría
bilateral) según su eje vertical).
La cabeza parece «mirar» ligeramente hacia el seno mamario derecho. Es una representación no
realista, ya que su abdomen, nalgas y mamas son extremadamente voluminosos, de donde
muchos estudios han deducido una fuerte relación con el concepto de la fertilidad. Los brazos,
muy delgados y casi imperceptibles, se doblan sobre los senos. No tiene una cara visible, estando
su cabeza cubierta de lo que pueden ser trenzas, un tipo de peinado o una capucha, e inclinada
hacia adelante. El abdomen posee un notorio hueco que representa el ombligo. El abultado pubis
se expande sobre unos gruesos muslos. Aunque las piernas son anatómicamente muy acertadas,
las rodillas están juntas y los pies, que no han sido representados (o se han perdido), estarían
separados, por la que la escultura termina a la altura de los tobillos.
Muy poco se sabe de su origen, método de creación o significado cultural. Algunos autores
sospechan que se trataría de la Madre Tierra de la cultura europea del Paleolítico Superior, debido
a que se han encontrado numerosas pruebas y figuritas del mismo tipo, distribuidas por distintos
territorios en donde se desarrolló el Paleolítico Superior. Se ha sugerido que su corpulencia

156
representaría un elevado estatus social en una sociedad cazadora-recolectora y que, además de la
obvia referencia a la fertilidad, la imagen podía ser también un símbolo de seguridad, de éxito o de
bienestar.
La persona que esculpió la Venus de Willendorf a partir de un trozo de piedra caliza, sin ninguna
duda, era todo un artista. No se sabe dónde se elaboró, pero sí cuál fue su último destino antes de
que se sumiera en su letargo de miles de años para ser descubierta en su último destino que no
fue donde la realizó el artista ya que es un tipo de piedra caliza que no es típico de la región en
donde fue encontrada.
Los pies de la estatua no están esculpidos, de manera que no puede mantenerse en pie por sí
misma. Por esa razón, se cree que fuera usada para ser también trasladada, ya que esa sociedad
era nómada. Debido a las pocas pertenencias y posesiones de los paleolíticos, se supone que tenía
una gran importancia dentro de estas sociedades. Más aún, habría sido diseñada y pensada para
su permanente traslado, teniendo en cuenta su mantenimiento y cuidados futuros; un hecho
excepcional de los paleolíticos, puesto que en sus desplazamientos debían atenerse a condiciones
del terreno y cuestiones meteorológicas.
La importancia del objeto se debe a que su descubrimiento fue anterior al de otras figuras
parecidas, halladas en el Pirineo francés, en Moravia y en Rusia, y se diferencia de éstas además
por estar completa y porque se puede atribuir inequívocamente a una época determinada.

Recreación hipotética de los tocados que quizá lucen las figuras de Willendorf (izquierda) y de
Brassempouy (derecha). Imagen: alademosca.com / C. Martínez. El papel de las mujeres en la
evolución humana, Santillana

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Las Venus de Dolní Věstonice.
Cerca de la localidad checa de Dolní Věstonice en Moravia se encuentra el yacimiento
arqueológico del mismo nombre. Un lugar que, desde antes que comenzaran las excavaciones
sistemáticas en 1924, ya había proporcionado a los investigadores abundantes materiales
prehistóricos del período Gravetiense (que se desarrolló hace entre 27.000 y 20.000 años).
Unas 2.300 piezas de cerámica se han recuperado hasta ahora en el yacimiento, la mayoría
representando animales como leones, rinocerontes o mamuts, y junto a ellas dos
representaciones de mujeres.
La primera es la conocida como Venus Negra o Venus de Dolní Věstonice. Se encontró en una
ladera entre huesos de mamut carbonizados,

Venus de Dolní Věstonice.


La venus negra de Dolní Vestonice es una estatua datada aproximadamente entre los años 29.000
A.C. y 25.000 A.C. Es considerada el objeto de cerámica más antiguo del que se tiene constancia,
así como la pieza más importante del legado arqueológico checo. Fue hallada en el año 1925 por el
equipo del arqueólogo Karel Absolon, en el yacimiento arqueológico paleolítico de Dolní
Vestonice, en la aldea de Dolní Vestonice al sur de la ciudad de Brno, en la República Checa.
Tiene una altura de 11,1 cm y un ancho de 4,3 cm. Está fabricada en terracota, mediante la técnica
de tallado. Se trata de una escultura de bulto redondo, representa a una figura femenina desnuda
con pechos y vientre de formas exageradas.
Actualmente se encuentra expuesta en el Museo de Moravia, en Brno (República Checa)
En la parte superior, presenta la cabeza sin detalle alguno, tan sólo se pueden observar dos
incisiones (se creen que podrían representar los ojos). Los brazos apenas están insinuados y se
encuentran completamente pegados al cuerpo. Tanto el abdomen, los pechos, los glúteos y las
caderas son extremadamente voluminosos. Además, tanto los pechos, como el ombligo y la línea
inguinal se encuentran muy marcados mediante incisiones. Los glúteos y las caderas se observan

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anchas y marcadas.
La parte inferior de la figura se encuentra en parte mutilada, los pies no han llegado hasta la
actualidad, aunque parece que el extremo inferior tenía forma puntiaguda. Su funcionalidad se
cree que pudo ser religiosa, debido a su pequeño tamaño se trata de un amuleto o deidad
transportable.
Los estudios llevados a cabo, han podido determinar una huella dactilar situada en la espalda de la
figura, la huella ha sido marcada en la arcilla antes de la cocción, se cree que pudo pertenecer a un
niño (de entre siete y quince) por el tamaño del dedo.
El sitio donde se encontró esta Venus se trataba del hogar de un artista o chaman ya que las
excavaciones, dejaron al descubierto más de un centenar de figuras que representan un gran
número de animales (osos, mamuts, caballos, zorros, rinocerontes, incluso un búho); además de
otras figurillas femeninas, junto con más de 2000 bolas de arcilla sin moldear. La vivienda estaba
separada del conjunto de las que componían la aldea de la tribu que habitaba el lugar.
En el mismo lugar de Dolní Věstonice han aparecido asombrosas esculturas de marfil, entre ellas
varios rostros tan realistas que parecen retratos y un muñeco masculino articulado

La Venus de Dolni Vestonice

La otra escultura de mujer encontrada en el sitio es distinta. Conocida como la Venus XV, se trata
del rostro de una mujer esculpido con herramientas de piedra en el marfil de un colmillo de
mamut. Tiene unas dimensiones de 4,7 centímetros de altura por 2,1 de anchura y 1,9 de
profundidad. La figura presenta el pelo recogido en una especie de moño, con una línea incisa
que marca la parte superior de la frente. Las cejas se dibujan cuidadosamente sobre unos ojos
excepcionalmente tallados, y unas nariz y boca perfectamente proporcionadas. Se aprecia una
ligera deformación en uno de los lados de la cara. La pieza está datada en 28.000 años AP.

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Se cree que esta pieza es el retrato de una mujer concreta, y por tanto la primera
representación individual conocida hasta ahora. En las excavaciones de la década de 1920 se
encontraron varios enterramientos, uno de ellos correspondía al esqueleto de una mujer
enterrada bajo dos escápulas de mamut, señal de que debió ser alguien importante en la
comunidad. En el momento de fallecer tenía unos 40 años, por lo que era ya prácticamente una
anciana, habiendo vivido bastante más que la media de la época. Tanto los huesos como la tierra
tenían ocre rojo, y cerca del cráneo se había colocado una punta de sílex. En una de las manos
sujetaba el esqueleto de un zorro y sus dientes en la otra. Todo ello apunta a que se trataba de
una chamán. Pero lo más sorprendente es que el lado izquierdo del cráneo estaba deformado
exactamente igual que la figurilla de marfil.
Por eso los expertos consideran posible que la figura sea un retrato de esta persona. En cuanto a
la deformación, apuntan que probablemente se debió a una parálisis. En aquella época no era
infrecuente la creencia de que las personas con discapacidades, mentales o físicas, unidas a su
avanzada edad, poseyeran capacidades sobrenaturales. Actualmente la figura se conserva en el
museo Pavilon Anthropos de la localidad checa de Brno, que forma parte del Museo de Moravia.

Venus XV

La venus de Kostienki

La Venus de Kostienki, descubierta en Praslov, Rusia. Está datada hacia el 23.000 A.C. en el
Paleolítico Superior, corresponde al grupo de las Venus dentro del Arte Mobiliar prehistórico.

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Venus de Kostienki

Se trata de una talla en piedra caliza, tiene una altura de unos 8 centímetros. la técnica es bastante
tosca. Parece probable el empleo de algún material abrasivo como arena para pulir la talla.
También se aprecia una gran habilidad en la talla de los volúmenes y la talla de formas convexas,
lo que otorga blandura y una fuerza expresiva sorprendente. Podemos apreciar cierta estilización,
por su altura que contrasta con lo abultado de sus glúteos y caderas transmitiendo cierta
sensación de inestabilidad. Es posible que, debido a la fragilidad del material, las piernas, que
también fueron talladas, se hubiesen perdido, en transporte o accidente.
El tema de la talla es el desnudo femenino y se enmarca en el conjunto de las Venus, el tema más
interesante dentro del Arte Mobiliar, estas Venus se encuentran por toda Europa. En su composición
se opta por una estructura anatómica cerrada, y se sigue la ley de la simetría, muy propia del arte
primitivo. Una de las características común, en todas estas Venus, es la hipertrofia de los rasgos
femeninos, tales como el sexo, los senos, los glúteos y las caderas. Es destacable cierto grado de
abstracción por parte del artista, centrándose en lo esencialmente femenino, así, la Venus se
representa sin ningún rasgo facial. Como contraste con otras Venus del periodo, contrasta la talla
del peinado, que también encontramos en la Venus de Willendorf, pero sobre todo del vestido y
adorno, aunque de forma muy tosca como se observa alrededor del cuello.

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La Venus de Lespugue

Venus de Lespugue

La Venus de Lespugue es una escultura datada aproximadamente entre los años 26.000 a.C. y
24.000 A.C. Fue descubierta por el arqueólogo René de Saint-Perier en 1922, en la cueva de Les
Rideaux, cerca del pueblo de Lespugue en Haute-Garonne, cerca de los Pirineos.
Actualmente se expone en el Museo del Hombre de Paris, Francia.
Tiene una altura de 14,7 cm, una anchura de 6 cm y un grosor de 3,6 cm. Está fabricada en marfil
de mamut, mediante la técnica de tallado.
Se trata de una obra representada de frente, donde el escultor ha resaltado ciertas partes de la
anatomía: los pechos, el pubis, las caderas y el vientre que se inscriben en un círculo alrededor del
cual un rombo incluye la cabeza y las piernas. El resto de su anatomía apenas aparece esbozada.
La cabeza es pequeña y ovoide, sin detalles anatómicos, pero destaca por llevar unas rayas más o
menos paralelas que se interpretan como una figuración de la melena.
Los brazos apenas están insinuados y se encuentran completamente pegados al cuerpo. Las
piernas están juntan como si terminaran en una especie de astil.
En la parte trasera, se puede observar una especie de estrías longitudinales paralelas que empieza
con un trozo horizontal bajo las nalgas.
El significado de esto ha sido ampliamente discutido por los investigadores, la opinión más
aceptada, es que se tratarían de alguna especie de faldellín o prenda típica de la época.

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La Venus de Monpazier

La Venus de Monpazier es una pequeña escultura prehistórica que fue tallada durante el
Paleolítico Superior, data de aproximadamente 25.000 A.C., fue descubierta en un campo arado
próximo a la ciudad medieval de Monpazier y es más pequeña que la mayoría de los tipos de
Venus mide 5,6 centímetros de altura, 1,6 centímetros de ancho y 1,4 centímetros de grosor. Está
tallada en una roca localmente abundante.
Al igual que todos estos símbolos de fertilidad, la Venus de Monpazier se representa desnuda, y se
presta atención deliberadamente a los genitales femeninos, especialmente a la vulva, que tiene un
tamaño muy exagerado.
El color principal de la figura es marrón chocolate, pero se pueden ver parches amarillos en la
parte posterior de las piernas y la cabeza, en el pecho derecho, la cadera derecha y el muslo. La
cabeza queda en gran parte indefinida con copas ovales para los ojos y sin nariz. Faltan los brazos,
mientras que los senos son pesados y caídos. El vientre es grande, redondeado y empujado hacia
adelante. Las nalgas son pronunciadas y sobresalen significativamente, incluso para los estándares
de estas Venus. La vulva de la figura es la característica definitoria de esta pieza. De igual tamaño
que las nalgas, su representación exagerada pero realista es una expresión de su importancia
como la puerta de entrada a la vida. Las patas de la figura son bastante cortas y mal definidas,
pero están inclinadas con los pies.

Desde los albores de la humanidad, es evidente que hubo una necesidad propia de la condición de
humana de expresarse por medio del arte, no sólo como un camino capaz de mostrar los

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sentimientos o el modo de vida que llevaban, sino también en el desarrollo de ritos o magias
propiciatorias, relacionadas con la caza, o como en este caso, con la fertilidad o la reproducción.
En este periodo, en pleno desarrollo de la última glaciación, la caza y la reproducción constituían
dos factores claves para garantizar la supervivencia de los grupos humanos, estas Venus
representan esas inquietudes que, como hemos visto, se manifiestan, través de miles de kilómetros
por toda Europa, como las Venus de Brassempouy en Francia, de Willendorf en Austria y Kostienki
en Rusia. Se entiende, por lo tanto, que se trata de ritos comunes a todos los grupos humanos de
ese período de la historia del Homo Sapiens.

Recreación de una mujer a partir de los restos humanos excavados en el yacimiento del Abri
Pataud (Francia), datados hace entre 47.000 y 17.000 años.
Imagen: SPL / Age Fotostock

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NUESTROS ORIGENES – CAPITULO XIX - LAS PRIMERAS CIVILIZACIONES – ORIGEN DEL LENGUAJE
Y LA INVENCION DE LA ESCRITURA
Hace unos 60.000 años el homo sapiens inició la emigración más trascendente para la evolución
de la humanidad.
Procedentes del África subsahariana nuestros ancestros arribaron al actual Medio Oriente en
cantidades y con capacidades suficientes para, esta vez, afirmarse en la región y permanecer.
Como sabemos, las salidas del África fueron varias… las primeras se dieron casi dos millones de
años atrás. Esas primeras oleadas de los que, entonces, eran los Homos Erectus, según las
evidencias arqueológicas que señalan los fósiles encontrados, originaron una rama de la evolución
en el extremo oriente cuyo exponente fue el “Hombre de Pekín”, y una presencia inicial en Europa
confirmada también por los fósiles encontrados en Dmanisi, actual República de Georgia.
Posteriormente, otras migraciones del Homo Erectus u Homo Ergaster (su sucesor en la línea
evolutiva) desembocaron en el Homo Antecessor en Europa (que derivó finalmente en los
Neandertales). Hacia el centro y norte de Asia, originaron el recientemente descubierto Hombre
Denisovano y, según algunos investigadores, siguiendo un probable camino hacia el extremo
sudeste asiático, pueden haber sido el origen del “Homo Floresiensis” y el “Hombre de Java”.
También sabemos, según la evidencia brindada por los restos hallados en las cuevas de “Es Skhül”
y “Jabel Qafzeh”, que, en el norte de Israel, alrededor de 100.000 años atrás, el Homo Sapiens ya
había incursionado en el Medio Oriente. Pero se encontró con el Neandertal en esos lugares y en
esa oportunidad prevalecieron “nuestros primos”, que ya llevaban en esa zona y en Europa más de
100.000 años y se encontraban en el punto más alto de su despliegue territorial…el resultado fue
el repliegue del Sapiens tras haber quedado la marca genética de la hibridación entre las dos
especies.
Pero hace unos 60.000 años, los Sapiens disponían de capacidades que le permitirían afirmarse y
prevalecer en el área.
Fundamentalmente disponían una tecnología superior de fabricación de armas y, sobre todo,
tenían a su disposición el lenguaje articulado.
En 2011, Quentin Atkinson, investigador de la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda,
analizando las riquezas de los fonemas en los diferentes idiomas, situó el origen del lenguaje de la
humanidad, en algún lugar del sudoeste africano.
Los fonemas (voz humana, sonido de la voz) son la articulación mínima de un sonido vocálico y
consonántico. Los fonemas son unidades teóricas básicas postuladas para estudiar una lengua
humana. La lengua española tiene 24 fonemas, correspondientes a cada una de sus 24 letras
(cinco fonemas vocálicos y 19 consonánticos).
Con un método similar a los análisis de ADN, que observan un descenso de la diversidad genética
conforme nos alejamos de la cuna de la humanidad en África, Atkinson observó que el número de
fonemas de los idiomas descendía al alejarse de este continente.
El lenguaje más antiguo parece ser el representado por las lenguas Khoisan, un conjunto de
lenguas habladas en el sudoeste de África. Estas lenguas tienen la particularidad que mezclan
chasquidos al hablar, utilizados como consonantes. Una de las lenguas Khoisan posee 50
chasquidos consonánticos diferentes y más de 140 fonemas individuales.
El término proviene del nombre de los pueblos originarios Khoi (pequeño grupo étnico nómada
del África del sudoeste, específicamente de Botsuana y Namibia) y los San ( o Bosquimanos, varios
pueblos africanos, tradicionalmente cazadores-recolectores, son, lo menos, 95.000 personas en la
actualidad: 40.000 en Botsuana, 33.000 en Namibia, 8.000 en Angola, 7.500 en la República
Sudafricana, 1.500 en Zambia y 500 en Zimbabue. Estos pueblos tienen una larga historia, y sus
gentes son genéticamente similares a los primeros humanos que abandonaron África y
comenzaron la colonización del resto del mundo).

165
Hay dos teorías sobre la aparición del lenguaje. Una indica que esta capacidad es de tal magnitud
que debe de haberse originado en un acto más o menos inmediato. La aparición del lenguaje
moderno habría coincidido con una explosión de las capacidades cognitivas humanas poco antes
del inicio de la migración fuera del África. Entonces, unos humanos que ya eran anatómicamente
modernos experimentaron un salto evolutivo en su intelecto que les dio capacidades
completamente nuevas. A lo mejor una mutación en partes determinadas del cerebro habría
originado este salto cualitativo. La selección natural habría hecho el resto del trabajo de difusión
de esta extraordinaria herramienta.
La otra rama se inclina por un proceso gradual, una evolución. La combinación de cambios
genéticos, físicos y la selección natural a lo largo del tiempo podría haber dado lugar a una
habilidad tan rara como el lenguaje.
Esta segunda opinión es la que prevalece en la actualidad y, siguiendo esta línea, el análisis de
cráneos fósiles de hace unos 400.000 años, pertenecientes al Homo Erectus, ha mostrado que
aquellos humanos ya habían desarrollado las áreas cerebrales de Brocca y Wernicke,
estrechamente relacionadas con el lenguaje, y que su anatomía ya reunía los requisitos para
articular sonidos. Eudald Carbonell, un renombrado arqueólogo español, manifiesta que en esa
misma época la humanidad comenzó a controlar el fuego, un factor que pudo desempeñar un
papel relevante en el mayor grado de interconexión del cerebro humano.
Además de liberar una mayor cantidad de nutrientes de los alimentos a través de su cocinado, las
llamas pudieron sentar un escenario de trascendente cambio social, al reunir a los grupos
alrededor del fuego. En ese entorno, comentaba el codirector del Yacimiento de Atapuerca, donde
se encontraron los ejemplares más antiguos del Homo Antecessor en Europa, habría comenzado a
surgir el lenguaje, que a su vez favoreció el crecimiento de la interconexión del cerebro.
De una u otra manera, establecido el Sapiens en Medio Oriente luego se desplegó por Europa hace
unos 40.000 años y terminó reemplazando al Neandertal definitivamente 30.000 años atrás.
Coexistieron por unos 10.000 años.
Dueños de los espacios, nuestros antecesores se mantuvieron mas o menos aislados entre sí
durante miles de años en pequeñas comunidades a lo largo y ancho de Europa y Medio Oriente.
Las extremas condiciones de frío planteadas por la última glaciación global que experimentó
nuestro planeta, dificultaron las interconexiones y una mayor rapidez en la evolución.
Pero hacia el 10.000 AC finalizó la glaciación de Wurm y comenzó una época de calentamiento
global, un interglaciar, en el cual todavía estamos.
Esa mejora en las condiciones climáticas motorizó en la llamada “Mesopotamia” (tierra entre ríos)
en el extremo sudoccidental de Asia, y en sus áreas adyacentes, la mayor revolución que
experimentaron las sociedades humanas…” La Revolución Neolítica”, que originó el cambio de un
sistema de vida nómade basado en la caza de animales y recolección de alimentos silvestres a una
vida sedentaria que se apoyaba en la producción agrícola de manera sistemática y agrícola-
ganadera inmediatamente después.
Así, entre el 10.000 y el 5.000 AC en el llamado Medio Oriente fértil, centrado entre los ríos
Éufrates y Tigris y en sus inmediaciones (actualmente tierras del sur de Turquía, Siria, Irak, Irán) la
humanidad comenzó a experimentar un proceso de asentamiento y dependencia del trabajo en
comunidades organizadas que llevó a la creación de las primeras aldeas y luego hacia el 5.000 AC
las primeras ciudades.
Catal Huyuk en el sur de la península de Anatolia, Turquía, tiene unos nueve mil años de
antigüedad y Jericó, situada en Cisjordania, cerca del río Jordán, en Palestina, se edificó hace más
de diez mil años.

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La organización del trabajo, el aumento casi geométrico de la población, la administración de
excedentes de alimentos y fundamentalmente el inicio del comercio requirió otro gran paso… La
escritura.
Existe discusión sobre cuál puede ser la escritura más antigua de la humanidad. Hay opiniones
diversas acerca de situar su origen en Egipto, China o la Mesopotamia.
Actualmente se sabe que los primeros textos escritos han aparecido en torno al 3500 a. C. en
Uruk, una de las principales ciudades históricas de la civilización sumeria y son unas tablillas
pictográficas que representan ideas, no fonemas, por tanto, no sabemos que idioma había detrás,
aunque se supone que el sumerio, por lo que nos encontraríamos ante las primeras muestras de la
escritura.
En una de las obras más conocidas de la literatura sumeria, datada en el segundo milenio AC, “El
Poema de Enmerkar y el Señor de Aratta” (Aratta se cree se encontraba ubicada en algún lugar de
la actual Armenia) se narra la relación política, económica y diplomática entre el rey de Uruk,
Enmerkar, y el señor de la tierra de Aratta. En un momento dado, según el poema, en una
situación de conflicto entre ambas ciudades, Enmerkar decidió enviar un mensajero con una
tablilla de arcilla con un mensaje escrito, pues lo que quería transmitir era demasiado complejo y
temía que su palabra pudiese ser malinterpretada.
Este hecho nunca se había practicado en la relación entre las autoridades de poblaciones ajenas. El
poema pone en evidencia la existencia en esos tiempos de la escritura sumeria.
Por definición, la Historia comienza con los registros escritos. Los restos de la cultura humana sin
la escritura constituye el ámbito de la Prehistoria.
La invención de la escritura ocurrió entonces en la Mesopotamia, región ubicada entre los ríos
Éufrates y Tigris, en el actual Medio Oriente.
El origen no es único, se sabe que se dio en esa región, pero no podemos afirmar exactamente
donde y cuando.
Si podemos precisar el motivo, la necesidad.
Surge a finales del cuarto milenio AC, como forma de control económico administrativo. El grado
de desarrollo alcanzado por las aldeas planteó la necesidad de llevar un control del inventario y
comercio de las cosechas, de los bienes y del ganado de distinto tipo. Esta situación, los llevó a
concretar una serie de artilugios para hacerlo.
Inicialmente, el sistema contable que se implementó consistía en el uso de unas fichas de formas
geométricas (conos, discos, esferas, tetraedros, cilindros, ovoides), que se insertaban en un tipo
de esferas de barro (llamadas bullae). Unas fichas representaban cosas, como ganado, una jarra,
etc. y otras fichas cantidades. Los sumerios tenían un sistema de numeración con base en 60
(sexagesimal).
Habían dividido el día en 24 horas, el año en 360 días. Curiosamente no fueron ellos los que
inventaron el número 0, no tenían ningún signo para ello. Fueron los Indios los que, más adelante,
incorporarían el número 0.
Si se quería registrar la cantidad determinada de un bien, por ejemplo, un ganado, se cogía la
cantidad deseada y la ficha que representaba al ganado. Para asegurase que la cantidad quedaba
fijada se introducían las fichas de los numerales y las del ganado dentro de la bola de barro que
posteriormente era sellada para garantizar que nadie podría modificar la cantidad. El sello se
lacraba con una lámina de arcilla que llevaba la identificación del que aseguraba su contenido.
En caso de reclamación se rompía la bola seca, sobre la cual se había firmado con su sello para su
control, y se comparaba la cantidad y la entrega.
El uso de este sistema contable comportaba el establecimiento de un código por parte de la
sociedad que lo utilizaba. Todos debían saber que una determinada ficha representaba “vaca” y
que otra determinada ficha representaba “10”.

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Más tarde, el sistema evolucionó, pasando a hacerse una impresión de las fichas en la parte
exterior de las esferas de barro para indicar su contenido y de esta forma no era necesario
romperlas. Posteriormente el último paso fue “imprimir” el “mensaje” en la superficie de una
superficie de arcilla que se cocía al sol o con fuego, de este modo nos encontramos ante las
primeras tablillas.
El cuneiforme se escribió originalmente sobre tablillas de arcilla ya húmeda, mediante un tallo
vegetal biselado llamado cálamo (de las cañas, que abundaban en la zona). El término cuneiforme
proviene del latín cuneus (‘cuña’) por la forma de las incisiones.
Como se dijo, los sumerios comenzaron a escribir su idioma mediante pictogramas, que
representaban palabras y objetos, pero no conceptos abstractos. Una muestra de la primera etapa
se puede observar en esta tablilla encontrada en la ciudad de Kish (del 3500 a. C.).
La escritura cuneiforme propiamente dicha, inventada por los sumerios y documentada desde el
3200 a. C. presenta una evolución hacia la abstracción respecto a los pictogramas y se consideran
la primera manifestación de auténtica escritura. En estos sistemas de escritura, con frecuencia los
símbolos ya no solo representan una palabra concreta, sino también de alguna manera su sonido.
Los signos cuneiformes eran escritos por escribas mediante cuñas, sobre tablillas casi siempre de
arcilla (muy escasamente se han encontrado grabados en metal), que luego se guardaban en una
suerte de primitivas bibliotecas, escrupulosamente organizadas, que servían para el aprendizaje
de futuros escribas. Estas bibliotecas pertenecían a la escuela de cada ciudad o, a veces, a
colecciones particulares.
Las tablillas estaban escritas en columnas, se leían de izquierda a derecha y de arriba abajo e
indicaban:
• la serie y el número de la tablilla en esa serie, para su correcta catalogación;
• el texto;
• colofón, que contiene a su vez la primera línea de la siguiente tablilla, el propietario de la tablilla,
el año de reinado del soberano correspondiente, en ocasiones los títulos de este, la ciudad de la
escuela y el nombre del escriba y raramente, el autor.
De las ruinas de Nínive se exhumaron, en 1872, más de 30.000 tablillas, de las que todavía no se
ha descifrado la totalidad. Son obras de medicina, astronomía, matemáticas, historia, diccionarios,
poemas, etc., que integraron la biblioteca de Asurbanipal (669 – 626 AC)
Asurbanipal, último gran rey de asiria y babilonia, fue famoso por ser uno de los pocos reyes de la
antigüedad que sabía leer y escribir. Durante su reinado, la cultura asiria alcanzó su apogeo, lo cual
se aprecia en los palacios de la ciudad de Nínive.
En el reinado de Asurbanipal, el esplendor asirio era evidente no solo en su poderío militar, sino
también en su cultura y las artes. Asurbanipal creó la biblioteca de Nínive, la cual fue la primera
biblioteca que recogió y organizó el material de forma sistemática. En Nínive se recogió toda la
literatura disponible en escritura cuneiforme en aquel entonces.
En algunos conjuntos de tablillas, como los de Uruk, se han contado hasta 2000 signos
cuneiformes diferentes. En los siglos sucesivos, tal variedad se redujo enormemente, hasta que
durante el período acadio (2400 a 2200 AC) eran usados con asiduidad solamente unos 600.
La escritura cuneiforme fue descubierta de manera casual gracias al viajero italiano Pietro Della
Valle , que hizo escala en las ruinas de la ciudad de Persépolis alrededor del año 1600 y no solo
dejó constancia por escrito de la magnífica y antigua capital del imperio Persa del 500 AC, sino que
también copió una serie de peculiares signos grabados en las ruinas de las puertas del palacio de
dicha ciudad que, además, figuraban en tres versiones. Fue el primero en hacer referencias a las
tablillas con escritura cuneiforme, las dio a conocer, sin embargo, no las estudio.
En 1835 Henry Rawlinson, un oficial de la armada británica, cuando no!!!! encontró la denominada
Inscripción de Behistún, en un acantilado en Behistún en Persia. Tallada durante el reinado del rey

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Darío I de Persia (522-486 a. C.), consistía en textos idénticos escritos en los tres lenguajes oficiales
del imperio: persa antiguo, babilonio y elamita. Está inscrita sobre la pared de un acantilado en la
provincia de Kermanshah, al oeste de Irán, a unos 100 metros de altura. La importancia de la
inscripción de Behistún para el descifrado de la escritura cuneiforme es equivalente al de la piedra
de Rosetta para el descifrado de los jeroglíficos egipcios.
Henry Rawlinson (1810 - 1895) logró descifrarlo gracias a la inscripción trinlingüe de Behistún.
Trabajando de manera independiente, el asiriólogo irlandés Edward Hincks contribuyó al
descifrado. Después de traducir la parte escrita en persa, Rawlinson y Hincks comenzaron a
traducir los otros textos. En gran medida fueron ayudados por el descubrimiento de la ciudad de
Nínive por Paul-Émile Botta en 1842. Entre los tesoros descubiertos en esa ciudad estaban los
restos de la gran biblioteca de Asurbanipal, un archivo real que contenía varios miles de tablas de
arcilla cocidas con inscripciones cuneiformes, en sumerio y babilónico.
En 1851, Hincks y Rawlinson podían leer ya 200 signos babilonios. Pronto se les unieron otros dos
criptólogos, un investigador de origen alemán llamado Julius Oppert y el británico William Henry
Fox Talbot. En 1857 los cuatro hombres se conocieron en Londres y tomaron parte en un famoso
experimento para comprobar la precisión de sus investigaciones.
Se les le dio a cada uno de ellos una copia de una inscripción recientemente descubierta datada en
el reinado del emperador asirio Tiglath-Pileser I (reinó entre 1114 AC y 1076 AC)
Un jurado de expertos fue convocado para examinar las traducciones y certificar su exactitud. Las
traducciones resultantes de los cuatro expertos coincidían en todos los puntos esenciales. Las
versiones de Hincks y Rawlinson eran virtualmente idénticas. El jurado declaró su conformidad, y
el descifrado de la escritura cuneiforme del período acadio pasó a ser un hecho consumado.
Finalmente, George Smith (1840 - 1876) hizo las primeras traducciones del poema épico de
Gilgamesh, que fue el primer poema de la historia de la humanidad. Un relato de la vida y
aventuras de un rey sumerio de Uruk del tercer milenio AC que busca el sentido de la vida, la
amistad y la inmortalidad. En su búsqueda establece contacto con el sabio Utnapishtim, un
personaje de la epopeya que abandona sus posesiones terrenales y crea un barco gigante llamado
“El Preservador de Vida” por orden del dios Enki, su protector, quien le anticipó la ocurrencia de
un diluvio, como castigo a la humanidad por otros dioses. También le encargó que llevara a su
esposa, familia y parientes junto con el artesano de su pueblo y cachorros de animales. La nave
sobrevivió al diluvio y los dioses que habían desatado la gran inundación, arrepentidos, le
concedieron la inmortalidad.
Los sumerios cuentan del diluvio casi dos mil años antes que se escribiera la Biblia.
La alfabetización en Mesopotamia era muy reducida puesto que se reservaba a las élites. Por esta
razón la profesión del escriba estaba muy bien considerada y era de carácter hereditario
El aprendizaje de los escribas comenzaba desde temprana edad y estaba bajo la protección de la
diosa sumeria Nisaba, esto podemos saberlo por los numerosos textos que encontrados que
terminan con el comentario “Nisaba zami” (¡oh, Nisaba, loor!).
El maestro, denominado “ummia”, podía ser ayudado por un “adda é-dubba” (padre de la casa de
las tablillas) y un “ungula” (dependiente). Parte del aprendizaje inicial también recaía en “un gran
hermano”, que era el estudiante de más edad y tenía relación diaria con los nuevos alumnos.
En primera instancia, el estudiante debía aprender cómo hacer una tablilla y como se debía utilizar
la cuña. Practicaban con cuneos verticales, horizontales e inclinados una y otra vez. Cuando el
alumno perfeccionaba la técnica, podía comenzar a aprender y escribir literatura sumeria. Gran
parte de ella se ha conservado precisamente gracias a copias escolares. La multitud de textos
repetidos hace llegar a la conclusión de que se copiaba al dictado.
Las tablillas cuneiformes más comunes registran transacciones de la vida cotidiana: marcas del
ganado que conservaban los pastores para los propietarios, cifras de producción, listas de

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impuestos y pagos de salarios, cuentas, contratos y decisiones judiciales relacionadas con asuntos
de negocios.
También existen textos monumentales, documentos destinados a durar para siempre, como las
inscripciones labradas en la piedra de las estatuas y de los edificios reales.
El sistema de escritura cuneiforme, pese a su progresiva simplificación, nunca resultó fácil de
utilizar.
Memorizar y aprender a combinar cientos de signos y usar la punta de caña con soltura requería
mucho tiempo y dedicación. Por esto, desde la invención de la escritura, la figura del escriba
dentro de la sociedad sumeria fue respetada e incluso venerada.
Los palacios y sobre todo los templos, núcleos de poder en las primeras ciudades, fueron el hogar
y principal centro de trabajo de esta élite ilustrada.
Cómo leer y escribir se convirtieron en una necesidad para prosperar en una sociedad cada vez
más compleja, se crearon talleres especiales para que los hijos de las familias influyentes también
pudieran aprender a grabar e interpretar el lenguaje escrito.
Así aparecieron las primeras escuelas de la historia.
De manera gradual, las escuelas se convirtieron en importantes centros culturales, puesto que la
literatura mesopotámica se utilizaba con fines pedagógicos.
Otro cambio significativo que sufrió la escritura sumeria tras siglos de desarrollo fue el de la
orientación de los textos.
En los primeros documentos, los signos aparecen escritos en columnas de arriba a abajo,
comenzando por el extremo superior derecho de la tabla.
Posteriormente, a medida que los escritos se hicieron más extensos y las tablillas más grandes, se
optó por comenzar a escribir líneas de signos de izquierda a derecha, es decir, como se hace
todavía en el mundo occidental.
Aunque la discusión sobre la invención de la escritura sigue abierta, los más modernos métodos de
datación han confirmado que, si bien por pocos siglos de diferencia, las tablillas sumerias son
realmente más antiguas que los jeroglíficos egipcios.
La escritura de la civilización del Nilo, escritura jeroglífica, que data del 3100 a. C.
aproximadamente, evolucionaría paralelamente a la escritura cuneiforme, pero, según algunas
hipótesis, sólo habría comenzado a desarrollarse cuando ambas culturas entraron en contacto.
Más allá del debate que ha enfrentado secularmente a egiptólogos y orientalistas, lo que resulta
evidente es que ambos sistemas compartieron durante milenios el honor de ser la principal forma
de comunicación escrita de la Antigüedad.
En la inestable Mesopotamia, el uso de la escritura cuneiforme se prolongó en el tiempo gracias a
que todos los pueblos que ocuparon la región -o fueron vecinos de ésta- pudieron adaptarla
fácilmente a su propio lenguaje.
Los primeros que adecuaron la escritura cuneiforme a su fonética fueron los semitas acadios y los
elamitas -a finales del III milenio AC.
Posteriormente, durante el II y el I milenio AC, la lengua acadia sería utilizada por los babilonios y
los asirios.
También los hurritas, del norte de Mesopotamia, los hititas, de Asia Menor, y el pueblo de Urartu,
en Anatolia, transcribirían su lengua a la escritura cuneiforme.
Finalmente, la escritura cuneiforme fue utilizada como nosotros empleamos hace años el Latín.
Una lengua madre que servía para usos muy restringidos.
EL SELLO CILÍNDRICO, SU HISTORIA
Observemos el palo de amasar, ese utensilio que se usa para estirar la masa. Imaginemos que
alguien se hubiera entretenido en grabar caracteres sobre toda la superficie curva del palote. Si lo
hiciéramos pasar ahora sobre la masa, ésta quedaría marcada con caracteres en relieve.

170
En la antigua Babilonia, dos mil años antes de Jesucristo, todos iban con un pequeño rodillo similar
al palote de amasar, colgado del cuello con una cuerda.
Cuando tenían que poner una firma (y en esa ciudad todos eran grandes comerciantes y muy
frecuentemente tenían ocasión de suscribir cartas, cuentas, préstamos, contratos, inventarios y
hasta… letras de cambio) descolgaban el singular «sello» y con una sola pasada el autógrafo
estaba hecho.
Inmediatamente después de hecha la inscripción, la tableta era endurecida al sol, juntó al fuego o
en un horno, y se convertía en un manuscrito indeleble.
El utensilio tenía, lógicamente, dimensiones proporcionadas al uso: un diámetro de diez a quince
milímetros y una longitud de un dedo. Los había de cristal, alabastro, ónix, ágata o mármol.
pudieron grabarse sellos que son pequeñas obras maestras, con dibujos de leones alados, águilas y
árboles.
Cuando se necesitaba guardar o remitir alguna carta o documento, como lo hacemos hoy bajo
sobre, se cubría la tableta escrita con otra, pegando sus bordes, y encima de esta última se
inscribía el nombre del destinatario.
Luego iba al horno. Para leer semejante carta, el recibidor rompía la tablilla de cubierta —como
nosotros rasgamos el sobre— y quedaba a su vista el manuscrito.
Hoy, lamentablemente, el Medio Oriente es nuevamente escenario de la violencia entre pueblos
que la habitan. Esa región es, tal vez, la más castigada en la historia de todo el planeta por las
guerras, que en realidad son fratricidas, porque el origen de todas las naciones que la habitan es
común… desde sus inicios.
Nuestra historia, la de la cultura occidental, se inició allí, en el Medio Oriente fértil, hace casi siete
mil años.
Es la cuna de las tres mayores religiones, cuantitativamente, en el mundo. Las tres religiones
Abrahámicas, de carácter monoteísta.
Es decepcionante que no se haya podido encontrar soluciones justas y duraderas para un lugar
que debiera ser celosamente preservado para las futuras generaciones.
Foto 1: Pueblos Khoisan
Foto 2: Ubicación actual de los pueblos Khoisan
Foto 3: Las Bullae Sumerias
Foto 4: Escritura Pictográfica, expresaban conceptos
Foto 5: Escritura Cuneiforme I
Foto 6: Escritura Cuneiforme II
Foto 7: Lugar de la Inscripción de Behistun
Foto 8: Detalle de Inscripción de Behistun
Foto 9: Cilindros Sumerios I
Foto 10: Cilindros Sumerios II
Foto 11: Medio Oriente hoy

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MIRANDO AL FUTURO – CAPITULO IV – INTRODUCCION A LOS VIAJES ESPACIALES

"El estudio del universo es un viaje para auto descubrirnos" Carl Sagan

Se llaman “viajes espaciales” a aquellos vuelos que abandonan la atmósfera terrestre para
alcanzar el espacio exterior. Cuando estos viajes están dirigidos a cuerpos ubicados dentro de
nuestro sistema solar se habla de viajes interplanetarios. Los viajes más allá del sistema solar
entran en la categoría de viajes interestelares y los que puedan proyectarse más allá de nuestra
galaxia se los indica como viajes intergalácticos.
El espacio exterior se refiere a las zonas relativamente vacías del universo fuera de las atmósferas
de las estrellas y planetas existentes. Este espacio exterior no está completamente vacío de
materia (es decir, no es un vacío perfecto) sino que contiene una baja densidad de partículas,
predominantemente átomos de hidrógeno y radiación electromagnética o rayos cósmicos que son
partículas subatómicas procedentes de estrellas, explosiones de supernovas y agujeros negros de
otras partes del universo. Estos rayos son mortales para nuestro organismo por tener una energía
muy elevada debido a su gran velocidad.
También en el espacio exterior se encuentran los dos elementos más abundantes del universo
pero que no conocemos más que por sus efectos, porque no hemos podido detectarlos con la
tecnología actual: La Materia Oscura y la Energía Oscura.
Todo lo que existe en el universo se clasifica en la materia que podemos observar y medir (5%),
llamada Materia Bariónica y el resto es Materia Oscura (23%) y Energía Oscura (73%). De estas
últimas sólo conocemos su existencia porque comprobamos sus efectos. A grandes rasgos, La
Materia Oscura es la responsable mayor de la Fuerza Gravitacional en el universo que permite se
conformen las estrellas, planetas y galaxias. Mientras que la Energía Oscura se opone a ella y
produce, al mismo tiempo, la expansión contínua del Universo.

Ambos hechos, la forma de conformación de planetas, estrellas y galaxias y la expansión del


universo están indicados por las leyes físicas y confirmados por la observación.

175
La exploración del espacio se inició a principios del siglo XX, en parte motivada por una explosión
de investigación científica acerca de los viajes interplanetarios inspirada en las obras de escritores
como Julio Verne (De la Tierra a la Luna) y H. G. Wells (La guerra de los mundos).
Los vuelos espaciales pasaron a formar parte de los logros de la humanidad en el siglo XX, después
de los estudios presentados por Konstantin Tsiolkovsky (ruso, considerado uno de los padres de la
cosmonáutica) y Robert H. Goddard (estadounidense, a quien se atribuye la creación del primer
cohete de combustible líquido).

La segunda guerra mundial contribuyó al desarrollo de cohetes cada vez más sofisticados.
Alemania introdujo las “bombas voladoras V1 y V2”, que fueron los primeros misiles balísticos. En
particular el modelo V2 fue el primer cohete suborbital por superar los 100 kilómetros de altura.
Finalizado el conflicto armado, se estableció una competencia por la conquista del espacio y la
Unión Soviética tomó la delantera en esa carrera espacial, con el primer satélite, el primer hombre
y la primera mujer en órbita. Los Estados Unidos alcanzaron y superaron a sus rivales soviéticos
aterrizando al primer hombre en la Luna en 1969.
Tras el final de la guerra fría, los vuelos espaciales se caracterizaron por una mayor cooperación
internacional. La prueba de ello es la Estación Espacial Internacional, que orbita la tierra a unos
400 kilómetros de altura desde hace ya veinte años.

176
70 horas de vuelo y 48 vueltas a la tierra, Valentina Tereshkova, a sus 26 años, inscribió su
nombre en la historia: se había convertido en la primera mujer en visitar el espacio exterior. Era
la sexta misión del programa Vostok, en el que Tereshkova participó con el apodo Chaika,
(“gaviota”, en ruso).

La Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) es una estación espacial modular
que fue ensamblada directamente en el espacio entre 1998 y 2000, ubicada en la órbita terrestre
baja (una órbita alrededor de la Tierra entre la atmósfera y el cinturón de radiación de Van Allen,
aproximadamente entre 200 y 2000 kilómetros de altura, la ISS se encuentra a 400 kilómetros). Es
un proyecto de colaboración multinacional entre cinco agencias estatales espaciales: NASA
(Estados Unidos), Roscosmos (Rusia), JAXA (Japón), ESA (Europa), y la CSA (Canadá). La
administración, gestión y su desarrollo se lleva adelante mediante tratados y acuerdos
intergubernamentales. La estación sirve como un laboratorio de investigación permanentemente
habitado en el que se realizan estudios sobre astrobiología, astronomía, meteorología, física y
otros muchos campos, en un entorno de microgravedad. La ISS también tiene como objeto probar
los sistemas y equipamiento necesarios para la realización de vuelos espaciales de larga duración
como pueden ser, en la próxima década, las misiones tripuladas a la Luna y Marte. Está
considerada como uno de los logros más grandes de la humanidad, tiene las medidas aproximadas
de una cancha de futbol: 104 metros de largo por 80 metros de ancho. Obtiene la energía
necesaria para funcionar mediante enormes paneles solares adosados como alas de una mariposa.
La ISS es la novena estación espacial tripulada de la historia y fue antecedida por las estaciones
espaciales Salyut, Almaz y Mir (soviéticas, que más tarde pasaron a ser rusas) y Skylab
(estadounidense), todas están hoy fuera de servicio. Es el objeto artificial más grande que hay en
el espacio pudiendo observarse con facilidad a simple vista. Mantiene una órbita estable con una
altitud media de 400 kilómetros gracias a las maniobras que se realizan periódicamente de
corrección de trayectoria obligadas por la atracción gravitatoria de la tierra. La estación da una

177
vuelta completa al planeta en aproximadamente hora y media, completando unas quince órbitas
cada día.
El componente inicial de la ISS fue lanzado en 1998, y los primeros residentes de largo plazo
llegaron el 2 de noviembre del 2000. Desde ese momento la estación ha estado ocupada
continuamente durante los veintidós años.
En sus primeros tiempos la estación tenía capacidad para una tripulación de tres astronautas,
sucesivas modificaciones han aumentado su capacidad y en la presente misión la tripulan once
personas.

Estación Espacial Internacional


A la fecha por la ISS han pasado alrededor de doscientos cincuenta astronautas en sus veinte años
de servicio.
Por su parte, la República Popular China, impedida de participar en el desarrollo de la ISS por
motivos geopolíticos, ha emprendido en solitario su camino hacia las estrellas y este año inauguró
el funcionamiento de su propia Estación Espacial, llamada Tiangong (“Palacio celestial”).
Esta estación, aún en construcción en el espacio, ya está ocupada desde el mes de junio de 2021.
En esa oportunidad la nave espacial Shenzhou-12, con tres tripulantes a bordo, se acopló con éxito
con el módulo central existente de la plataforma.
El vuelo fue el tercero de once misiones, cuatro de las cuales serán tripuladas, necesarias para
completar la primera estación espacial de China. La construcción comenzó en abril de 2021 con el
lanzamiento del primero y más grande de los tres módulos, destinado fundamentalmente al
alojamiento de sus tripulantes.
Los primeros astronautas a bordo permanecieron en el módulo destinado como vivienda de la
estación espacial durante tres meses. Probaron las tecnologías y los sistemas, incluido el de
soporte vital. Se espera que esté totalmente operativa a finales del 2022. Sus medidas iniciales son

178
unos veinte metros de largo por seis metros de ancho, que se estima se irán incrementando a
medida que se agreguen más módulos.

Estación Espacial China

El siglo XXI trajo la novedad, en el mundo occidental, de la incorporación de empresas comerciales


en el desarrollo de tecnología espacial, la participación del sector privado se ha convertido en algo
esencial en la conquista del espacio.
Aunque los Estados conservan la mayor parte del esfuerzo y la dirección, las empresas privadas
proporcionan economía de costos y procesos de innovación más ágiles y flexibles.
La empresa más importante en esta área, “Space X”, propiedad de Elon Musk, es la primera
empresa privada a la que la NASA confió misiones mediante contratos. Se encuentra actualmente
a cargo de los viajes que se realizan entre la tierra y la Estación Internacional Espacial. Fue
seleccionada por la agencia americana para realizar los próximos viajes a la Luna.
Una de sus innovaciones más importantes es la tecnología de recuperación y reutilización de las
naves o partes componentes, lo que reduce significativamente los recursos y costos.
Jeff Bezos, el dueño de la empresa Amazon, desarrolló su propia nave espacial a través la empresa
Blue Origin. Richard Branson (Virgin) también ha lanzado su propia empresa de turismo espacial,
Virgin Galactic.
No es una noticia muy conocida, pero el turismo espacial hace ya veinte años que funciona. El
primer turista en visitar una estación espacial fue el millonario Dennis Tito de los Estados Unidos,
que contrató con Rusia en abril del 2001 ochos días en el espacio a bordo de la estación espacial
viajando en un cohete ruso Soyuz.

179
Denis Tito, primer turista espacial

Desde entonces varios civiles han efectuado una experiencia similar y la NASA ha abierto la
Estación Espacial a la presencia de turistas espaciales con un costo de U$S 30.000 diarios de
alojamiento. Las dos compañías contratadas por la NASA para poner en práctica su plan de
turismo espacial fueron Boeing y SpaceX.
Inclusive los primeros tickets para viajar a la Luna ya están comprometidos en la empresa Space X
a un multimillonario japonés quien llevara a tres artistas con él para crear, a posteriori, arte con
sus experiencias.

Las naves espaciales diseñadas por la empresa de Elon Musk

180
Las naves espaciales diseñadas por la empresa de Elon Musk

En julio de 2021, Richard Branson (Virgin) realizó el primer vuelo de su aeronave espacial
suborbital VSS Unity22 alcanzando los 86 kilómetros de altura, las puertas del espacio, donde ya se
experimenta la ingravidez y se visualiza la curvatura del planeta. Ya se están vendiendo los boletos
del próximo viaje, cuestan nada más que 250.000 U$S cada uno.
Este nuevo mercado, el de los viajes espaciales para turismo o la participación mediante
tecnología o equipamiento civiles, se ha duplicado en 15 años y tiene un valor de más de 400.000
millones de dólares. Se estima que podría triplicarse en los próximos diez años. Una gran cantidad
de nuevas empresas tecnológicas, sobre todo estadounidenses, denominadas “startups”, se han
volcado de lleno a investigar y hacer desarrollos concretos en contribución a la exploración y
conquista del sistema solar. Las más prometedoras ya están recaudando miles de millones de
dólares en la bolsa. Estas empresas ya no son simples proveedores de servicios para estas agencias
espaciales estatales, sino actores con proyectos independientes. En Israel, una empresa financiada
íntegramente por el sector privado se prepara para volver a la Luna habiendo fracasado su primer
intento en 2019.

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La nave Space Ship Two, de la empresa “Virgin”, que despegó de California tripulada por dos
pilotos, alcanzó 82,7 km de altura. Logró esta altitud luego de que despegara ensamblada a otro
avión, del cual se desprendió para seguir elevándose una velocidad 2,9 veces más rápida que la
del sonido.

En los últimos cincuenta años varias sondas interplanetarias han visitado todos los planetas del
Sistema Solar, y los seres humanos han permanecido en órbita durante largos períodos a bordo de
estaciones espaciales como la Mir (Rusa) o la Estación Espacial Internacional. Más recientemente,
China ha emergido como el tercer país con una capacidad de vuelo espacial significativa,
incluyendo misiones tripuladas.
En Marte se encuentran en estos momentos operando varios robots de la Estados Unidos y uno de
China. Las imágenes y sonidos del “Planeta Rojo” pueden verse diariamente en nuestros hogares a
través de los medios de comunicación.
Un prototipo de helicóptero ya ha realizado casi una docena de vuelos en Marte este mismo año.
El objetivo ulterior de este artefacto es la exploración con drones de Titan, una de las lunas de
Saturno. La densidad de la atmósfera del satélite (cuatro veces mayor que en la Tierra) permitirá
utilizar drones de envergadura suficiente para portar los instrumentos necesarios de estudio de
este cuerpo que podría albergar algún tipo de vida, aunque no basada en el carbono como en la
Tierra. Conocida como Dragonfly, la misión partirá en 2026 y se espera que llegue en 2034 a la
luna helada, en donde realizará múltiples vuelos para examinar los sitios con el fin de conocer más
sobre el posible origen de vida en ese lugar. El Dragonfly llevará toda la carga científica para
realizar un análisis del terreno en docenas de lugares de la superficie de Titán, en donde buscará
procesos químicos prebióticos que sean comunes tanto en la luna de Saturno, como en la Tierra.
Dragonfly sobrevolará Titan por un espacio de casi tres años. La NASA indica que Titán es diferente
a cualquier otro lugar del sistema solar. Está basado en nitrógeno y parece un análogo de la Tierra
primitiva.

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Esquema de la misión “Dragon Fly” en Titan

Mientras tanto, más de cuatro décadas después de su lanzamiento, las naves Voyager 1 y Voyager
2 continúan su aventura de exploración. Ambas sondas fueron lanzadas en 1977 y son los
primeros objetos creados por seres humanos que navegaron hasta los confines del sistema solar y
lograron ingresar al espacio interestelar y siguen enviando datos.
Llevan consigo sendos discos de oro donde el científico sudafricano Carl Sagan realizó una
presentación de la humanidad a través de sus sonidos y su historia.
La Voyager 2 abandonó la influencia del Sol el 5 de noviembre de 2018 y la Voyager 1 había
entrado al espacio interestelar ya en 2012.

Voyager 1 y su trayectoria

183
Cuando hablamos de viajes espaciales las distancias involucradas son tan grandes que resultan
difíciles de comprender en toda su magnitud por la mente humana, que está entrenada para
moverse dentro de unidades de espacio y tiempo muy limitadas, correspondientes a nuestra
realidad.

Espacio

Interestelar

Ubicación actual aproximada de las naves Voyager 1 y 2. Cuando la Nave Voyaver 2 traspase la
heliosfera, se convertiría en el segundo objeto hecho por el ser humano en ingresar al espacio
interestelar. El primero fue el Voyager 1, lanzada el 5 de septiembre de 1977.

Las nociones de distancia y tiempo con que nos manejamos los seres humanos tienen una
dimensión distinta cuando estamos refiriéndonos a las escalas del universo. Desde que Albert
Einstein presentó su teoría de la relatividad general en el año 1915 sabemos que espacio y tiempo
son dos dimensiones de la realidad que no existen de manera diferenciada. Conforman un
entramado único en donde existen todos los objetos. Ese entramado es como una malla flexible y
los cuerpos lo deforman de acuerdo con su mayor o menor masa. Esa deformación del espacio -
tiempo producto de la masa de un cuerpo ubicado en el espacio se llama fuerza de gravedad.
La fuerza de gravedad es una de las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza, es la
preponderante en las grandes distancias. Su presencia se hace sentir en todo el universo cuanto
mayor es la escala de espacio – tiempo involucrado.
La fuerza gravitatoria es la responsable de la formación de todas las estructuras físicas existentes
en el universo.
Las otras tres fuerzas fundamentales se manifiestan en el campo cuántico y son: La Fuerza
Electromagnética (mantiene unidos los electrones con los núcleos de los átomos), la Fuerza
Nuclear Fuerte (mantiene unidos los protones con los neutrones en el núcleo atómico) y la Fuerza
Nuclear Débil (actúa en el nivel de los núcleos atómicos y es responsable de la mayor parte de la
radiación que se produce en el universo).

184
Las enormes distancias involucradas en los viajes espaciales hacen que se hayan elegido diferentes
unidades para expresarlas. En nuestro sistema métrico obligan a tantas cantidades de ceros que
son muy engorrosos de manejar.
La distancia al Sol desde nuestro planeta son 150.000.000 de kilómetros. Entre nuestra estrella y
Plutón es de 6.000.000.000 de Kilómetros. La distancia a Alfa Centauri, la estrella más cercana al
Sol, medida en kilómetros es de 41.000.000.000.000 (41 billones).
Por eso, dentro del espacio que comprende nuestro rincón de la galaxia, el sistema solar, se utiliza,
desde el año 2012, la Unidad Astronómica (UA) cuya unidad es la distancia media entre el Sol y la
Tierra… 1UA es igual a 150.000.000 de Kilómetros.
Expresadas en UA, las distancias medias de los planetas al Sol son:
Mercurio 0.39
Venus 0.72
Tierra 1.00
Marte 1.52
Júpiter 5.20
Saturno 9.54
Urano 19.19
Neptuno 30.06
Plutón 39.44.
Si nos tenemos que mover más allá de nuestro sistema solar y nos adentramos en la Vía Láctea,
nuestra galaxia, o más allá, en el espacio profundo, nuevamente tenemos que cambiar de escala y
nos manejamos con distancias expresadas en años luz, que es la distancia que puede recorrer la
luz en ese tiempo.
Según la teoría de la relatividad general, la velocidad de la luz es constante, mide 300.000
kilómetros por segundo y es la mayor velocidad posible de alcanzar. Es una magnitud teórica
porque no resultaría posible alcanzarla dado que la masa de un cuerpo aumenta con su velocidad
y por lo tanto a medida que nos acercamos a ese límite se necesitaría una energía infinita para
seguir acelerando.
La distancia al sol desde nuestro planeta es de 150.000.000 kilómetros y la luz tarda en recorrerlos
8 minutos.
Si el sol dejara de iluminarnos nos enteraríamos recién ocho minutos más tarde.
Un año luz representa aproximadamente 63.000 Unidades Astronómicas.
La distancia a la estrella más cercana fuera de nuestro sistema solar (Alfa Centauri): 4,3 años luz
La distancia de la Tierra al centro de la galaxia Vía Láctea: 26.000 años luz
El diámetro de la Vía Láctea: 150.700 años luz
La distancia a la galaxia más cercana (Andrómeda): 2.500.000 años luz (se encuentra en trayectoria
de colisión, la cual se produciría en unos 4.500 millones de años)
El radio aproximado de la esfera del universo observable desde el planeta Tierra es de 13.700
000.000 años luz (coincide con el tiempo estimado de ocurrencia del Big Bang).
Si observamos las distancias involucradas cuando estudiamos el espacio exterior y las analizamos
respecto de las velocidades que la tecnología actual permite alcanzar, vemos que resultará

185
necesario incrementarlas sustancialmente para poder desplazarnos como mínimo dentro del
sistema solar en tiempos acordes con nuestra existencia humana.
Velocidad de la Estación Espacial Internacional: 8 kilómetros por segundo
Máxima velocidad alcanzada por una sonda espacial: Aproximadamente 70 Kilómetros por
segundo (la sonda Juno enviada a Júpiter en 2006)
Trasladándonos a las velocidades máximas alcanzadas hasta hoy, un viaje ida y vuelta a Marte, en
el momento en que ambos planetas se encuentran más cercanos, hecho que ocurre cada dos años
por sus trayectorias alrededor del Sol, y teniendo en cuenta las dimensiones y pesos (en definitiva,
masa) que debería tener una astronave para llevar y regresar una dotación de unos cuatro
astronautas, serían unos dieciséis meses, a los que hay que agregar el tiempo en el planeta.
A Titan, la luna de Saturno indicada como otro de los lugares donde se podría encontrar vida en
condiciones primitivas (aunque de naturaleza distinta), un viaje de ida y vuelta insumiría unos
dieciséis años. (la distancia a Titan desde nuestro planeta es de 8 Unidades astronómicas (UA))
Si alguna vez la humanidad se decide a colonizar la galaxia, tendría que viajar hasta una estrella
cercana con un planeta habitable. El año pasado, los astrónomos plantearon la posibilidad de que
nuestra estrella vecina más cercana, Próxima Centauri, podría albergar varios exoplanetas
potencialmente habitables a los que podríamos intentar llegar.
Próxima Centauri está a 4,2 años luz de la Tierra, una distancia que tardaría unos 6.000 años en
recorrerse con la tecnología actual. Para completar el viaje, serían necesarias varias generaciones
de personas. De hecho, la mayoría de los humanos involucrados en el viaje nunca conocerían la
Tierra ni su planeta de destino. Su vida entera transcurriría en la nave. Estos humanos necesitarían
reproducirse entre sí a lo largo del viaje de forma que garantizase que un grupo saludable de
personas pudiera poner el pie en Próxima Centauri. Pese a que pueda parecer ciencia ficción hay
estudios serios sobre las cantidades iniciales de tripulaciones para asegurar la sobrevivencia al
llegar a destino, sin desvíos genéticos.
Dentro de la galaxia, la solución al viaje a planetas potencialmente habitables estará seguramente
en encontrar las tecnologías para lograr mucho mayores velocidades.
Los científicos hace tiempo que están dedicados a esto y ya se visualizan varias posibilidades.
Algunas no son posibles de pasar de su concepción teórica por ahora al no disponerse la
tecnología necesaria. Pero tener un concepto de la solución es fundamental para desarrollar luego
las tecnologías.
Otras soluciones, en cambio, están al alcance actualmente. Sin solucionar por completo el
problema, aportan respuestas iniciales que pueden jalonar el camino.
A continuación, mencionaremos seis tecnologías de viajes espaciales que se están explorando:
• Propulsión nuclear de pulso.
• Cohetes de fusión.
• Cohetes de antimateria.
• Ramjets interestelares.
• Propulsión con haces de luz.
• Velas solares
Propulsión nuclear por pulsos: Es un método de propulsión de naves espaciales que utiliza
explosiones nucleares controladas para lograr el empuje. El diseño del proyecto, denominado

186
“Orion”, se inició a principios de la década de 1960. La idea es hacer pequeñas explosiones
nucleares para direccionar la nave aprovechando la energía generada. Es un proyecto que
teóricamente podría construirse con la tecnología disponible, aunque el tratado de limitación de
pruebas nucleares atenta contra su desarrollo final.
Cohetes de fusión: La fusión es una reacción que se produce cuando los núcleos de dos o más
átomos se combinan y liberan de energía. El Sol convierte la energía de fusión de su hidrógeno en
luz. El fenómeno también se da en las bombas de hidrógeno, con un enorme poder destructivo. El
cohete impulsado por fusión se basaría en un plasma creado con deuterio y tritio, que son
isótopos "pesados" de hidrógeno.
Cohetes de antimateria: ¿Qué es la antimateria? La materia está compuesta por átomos, y estos
por partículas aún más pequeñas, como los protones, neutrones y electrones. Por cada una de
estas partículas existe una antipartícula con sus mismas características, pero con carga eléctrica
opuesta. Es decir, por cada electrón de carga negativa existe un electrón con carga positiva, por
ejemplo.
Cuando una partícula de materia entra en contacto con una de antimateria, ambas se aniquilan
mutuamente, y en el proceso de destrucción generan energía cinética, billones de veces más de la
que se obtiene de un proceso de combustión química. El problema es que la materia es fácil de
encontrar, pero no la antimateria, hay que crearla. Eso se hace por ahora en laboratorios y lugares
de prueba muy específicos, en cantidades extremadamente pequeñas y es extremadamente cara.
Es una tecnología que se estima podría alcanzarse en unas décadas.
Ramjets interestelares: El concepto se basa en que el espacio interestelar "vacío" está lleno de
hidrógeno atómico generado en los primeros tiempos del universo y que podría ser capturado por
una nave espacial que podría generar un campo magnético lo suficientemente potente. Una vez
adquirido, este hidrógeno podría usarse para alimentar un sistema de propulsión de fusión de
hidrógeno para acelerar a través del espacio.
Propulsión con haces de luz: Se trata de impulsar naves ultraligeras y pequeñas que portan
grandes velas que son impulsadas por la energía que reciben de campos de rayos láseres ubicados
en la Tierra. Actualmente se está trabajando en naves basada en nanotecnología que pueden
portar sin embargo los instrumentos necesarios para explorar exoplanetas midiendo parámetros
que permitan deducir su habitabilidad para nuestra especie. Este método permitiría a la nave
alcanzar velocidades de hasta un 20% de la velocidad de la luz, la nave podría llegar a Alfa Centauri
en unos 22 años. El campo de láseres en la superficie estaría guiado por un láser director desde el
espacio que iluminaria el campo emisor en la Tierra y las naves, corrigiendo las alteraciones que
puede introducir la atmósfera terrestre.
Velas Solares: Una vela solar es un método de propulsión para sondas y naves espaciales
alternativo al uso de motores. Las velas solares son grandes superficies de materiales altamente
reflectante y ultraligero que captan empujes producidos por fuentes externas a la propia nave, de
manera que esta no necesita transportar consigo ni motor ni combustible, aligerando
considerablemente el peso de la nave, pudiendo alcanzar así mayores velocidades. En función de
la fuente de impulso que pretendan captar, las velas solares se clasifican en dos grandes grupos:
-Velas de fotones, consistentes en una gran superficie compuesta por una o varias láminas
reflectantes muy ligeras, capaces de aprovechar la presión lumínica de la radiación solar para

187
obtener impulso. Además de fotones de origen solar, las velas pueden diseñarse para aprovechar
cualquier otro tipo de ondas electromagnéticas generadas por el ser humano, tales como rayos
láser o microondas.
-Velas de plasma. A diferencia de las velas fotónicas, consisten en grandes mallas o redes en las
que se genera un campo eléctrico o magnético capaz de interceptar el plasma del viento solar para
obtener impulso. En función del campo que generen, estas velas se denominan velas magnéticas o
velas eléctricas.
Debido a la escasa potencia que ofrecen las velas solares, las naves propulsadas por este método
necesitan ser lanzadas al espacio por un cohete convencional. Fuera ya de la atmósfera, su
aceleración es muy lenta, pudiendo tardar más de un día en aumentar su velocidad. Sin embargo,
a diferencia de los cohetes, el empuje sobre una vela se aplica de forma ininterrumpida, por lo que
con el tiempo una sonda provista de velas puede alcanzar velocidades muy superiores a las
obtenidas mediante los actuales sistemas de propulsión a chorro.
La sonda IKAROS, lanzada en mayo de 2010, parcialmente impulsada por una vela de 20 metros de
lado demostró la factibilidad de funcionamiento. Fue lanzada el 20 de mayo de 2010 y viajó a
Venus, siendo la primera sonda impulsada parcialmente mediante esta tecnología. El 8 de
diciembre de 2010, IKAROS pasó a 80,000 km de Venus y siguió navegando hasta mediados de
2015 cuando se perdió el contacto de comunicaciones.
Hasta el día de hoy, IKAROS ha sido el único vehículo espacial capaz de generar potencia
propulsiva mediante vela solar como para poder desplazarse entre dos planetas. Es por esto por lo
que, el éxito de IKAROS, no radica únicamente en la velocidad alcanzada por el satélite o en los
prometedores resultados obtenidos, si no en el número de posibles líneas de investigación que
puedan llegar a surgir a partir de esta misión y las posibles misiones futuras que tratarán de
avanzar en el campo de la propulsión espacial libre de combustibles.

Sonda Ikaro

188
Existen también propuestas más especulativas que por ahora permanecen en el campo teórico
nada más como las siguientes:
Viajes interestelares por transmisión (basado en la teoría cuántica que expresa la posibilidad de
que entidades físicas pueden ser transmitidas como información y reconstruidas en destino, desde
este punto de vista el viaje exactamente a la velocidad de la luz podría ser posible.
Curvatura del espacio – tiempo: Basado en el concepto de que el espacio – tiempo es curvo sería
posible “tomar un atajo” por los pliegues de esa curvatura. Esto permitiría viajar a velocidades
superlumínicas sin violar la teoría de la relatividad, pues la nave en sí misma no viajaría a
velocidades superiores a la de la luz, sino que sería el propio tejido espacio - temporal el que se
deformaría, arrastrando a la nave consigo. Este concepto requeriría que la nave incorporase una
región de un tipo de materia llamada “exótica”.

Según el físico teórico Miguel Alcubierre, este sistema de propulsión permitiría el


desplazamiento efectivo de un cuerpo a velocidades superiores a las de la luz, sin violar las leyes
de la relatividad, contrayendo el espacio por la parte anterior de la nave y expandiéndolo por la
posterior.

Agujeros de gusano: Los agujeros de gusano son distorsiones hipotéticas del espacio - tiempo que
teóricamente podrían conectar dos puntos arbitrarios en el universo, implican alguna asunción,
como por ejemplo la existencia de masa negativa, que puede estar fuera de la física actualmente
conocida. Se desconoce si los agujeros de gusano son posibles en la práctica.

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Representación de la idea de los “agujeros de gusano”

La gran aventura ha comenzado, como hace muchos siglos la humanidad quiere conocer lo que
hay más allá de nuestro horizonte. Hace dos millones de años fue cruzar el Mar Rojo para ingresar
a Eurasia, hace veinticinco mil años fue adentrarse en el estrecho de Bering para ingresar en
América, hace quinientos años fue lanzarse al océano en búsqueda de las Indias Orientales… Esta
vez es el espacio, ese lugar que miramos desde siempre, que encierra, tal vez, la gran respuesta:
¿Quiénes somos? ¿Estamos solos?

"La imaginación a menudo nos llevará a mundos que nunca existieron, pero sin ella no iremos a
ninguna parte". Carl Sagan

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La Vía Láctea

Astronautas de la cápsula Crew Dragon de Space X

Nave Suborbital de la empresa Virgin

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FOTOS DE MARTE ENVIADAS POR LOS VEHICULOS ROBOTS DE ESTADOS UNIDOS

El robot Perseverance en Marte

Descenso del Perseverance

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Helicóptero Ingenuity

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Robot Chino en Marte

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CONTRATAPA

Desde Lucy al hombre en el espacio

A través de breves relatos de los hitos fundamentales de ese largo


camino de millones de años

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