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DELITOS ELECTORALES EN EL CONTEXTO DE LAS ELECCIONES

PARLAMENTARIAS EN COLOMBIA

Los procesos electorales en Colombia han estado plagados de delitos donde


se destaca la compra de votos, el constreñimiento político, la trashumancia,
entre otros. A esta situación se le suman algunas problemáticas relacionadas
con la falta de pedagogía la cual origina un gran número de votos nulos, que
representa un detrimento para la nación si se tiene en cuenta que estos votos
nulos se suman a los no marcados.

Aguirre (2018) manifiesta que para la democracia representativa colombiana, el


voto se ha convertido en una mercancía más la cual puede ser intercambiada a
cambio de un precio determinado, donde los casos mas sonados han sido la
red de compra de votos que dio con la captura de la congresista Aida Merlano,
la captura del concejal del municipio de Puerto Colombia, Víctor Acosta por el
cometimiento de este y las reiteradas denuncias hechas por la Fiscalía General
de la Nación frente a la organización dedicada a la compra de votos.

La Misión de Observación Electoral (MOE) indica que el 31% de las denuncias


de la Fiscalía General de la Nación por los delitos contra los mecanismos de
participación electoral, correspondían a acciones que constituyen una
afectación al voto libre, es decir, que 486 quejas se presentaron en 2022 por el
cometimiento de acciones ilícitas relacionadas con compra y venta de votos y
amenaza a votantes.

Picon (2020) manifiesta que la política en Colombia se ha prostituido de tal


manera que si el elector no recibe un incentivo económico, no vota. Aunque la
compra de votos no solo se da con plata, sino que también se puede dar por
medio de un puesto público, favores o que le pinten el frente de la casa. La
relación entre la compra de votos y el comportamiento ciudadano,
particularmente en el contexto de la votación secreta, sigue siendo poco
comprendida. Esta limitación se debe principalmente a que se emplean
supuestos de racionalidad en la mayoría de los análisis sobre el tema, lo que
no permite explicar cómo se puede garantizar un voto producto de un acuerdo
clientelista en ambientes electorales donde el voto es secreto.
Otro de los delitos que más ha afectado los procesos electorales en Colombia
es el constreñimiento al sufragante, o como se le denomine en el argón
popular, este delito se da cuando la persona hace uso de las armas o amenaza
por cualquier medio a un ciudadano con el fin de obtener apoyo o votación por
determinado candidato o lista de candidatos, o voto en blanco, o por los
mismos medios y le impida el libre ejercicio del derecho al voto. Aunque este
delito en la normatividad legal colombiana dicta una pena de 4 a 9 años de
cárcel, cada vez es más recurrente en los procesos electorales, tal como se
evidencio en las pasadas elecciones parlamentarias.

Sierra (2020) manifiesta que “para que se configure el delito de constreñimiento


al sufragante se requiere probar la intimidación o coacción direccionada a
obtener apoyo o votación a favor de un candidato, conseguir el voto en blanco
o impedir el libre ejercicio del derecho al sufragio”. Es necesario mencionar que
este delito es realizado por un sujeto activo indeterminado, que ejecuta la
conducta de amenazante o intimidante por cualquier medio a una persona
habilitada para ejercer su derecho al voto.

Por otro lado, se debe mencionar como delito que sin duda ha afectado los
procesos electorales en Colombia es la trashumancia, que de acuerdo al
Concejo Nacional Electoral , este delito “es la acción de inscribir la cédula para
votar en un lugar distinto a aquel en el que se reside y constituye un delito
contemplado en el Código Penal Colombiano bajo el nombre de fraude en
inscripción de cédulas”. Esto se ha convertido en una amenaza para la
transparencia en el desarrollo de los procesos políticos en todo el territorio
nacional.

Rojas (2021) indica que “la trashumancia electoral es la práctica política que
consiste en la movilización dentro del padrón electoral de un determinado
número de ciudadanos capaz de distorsionar la voluntad popular proveniente
del sufragio”. En este orden de ideas, dicha movilización de ciudadanos al
interior del padrón electoral es masiva, organizada y simultánea toda vez que
el interés ilícito de favorecer o perjudicar una candidatura, en medio de la
contienda electoral, o invalidar una elección. La trashumancia electoral es
también conocida como voto golondrino, trasteo de votos, acarreo electoral,
entre otros.
El delito de trashumancia se ha convertido en un fenómeno por medio del cual,
los clanes políticos usan a personas foráneas para manipular las elecciones de
determinada comunidad por medio de la inserción de dichos votos. Es decir,
trasladar personas de un municipio, localidad o departamento a otros, cuestión
que el traslado físico a la hora de ejercer la votación sea rentable para quien
organiza el movimiento.

Los delitos electorales se hacen presente en todo proceso de elección popular,


por lo que es necesario que el gobierno nacional establezca los mecanismos
necesarios para vigilar que las elecciones se den de la mejor manera, donde
los delitos mencionados en este escrito sean debidamente sancionados y de
este modo, los parlamentarios, concejales, diputados, alcaldes, y demás
administradores de nuestros recursos sean personas pulcras y transparentes,
toda vez que este tipo de personas que cometen delitos al llegar al poder,
buscaran la forma de desangrar las arcas de sus territorios.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

MOE. (2022). Criminalidad electoral, elecciones de autoridades locales 2022:


Problemas, innovaciones y resultados. Bogotá: MOE.

Aguirre, W. (2018). Mirada crítica a la democracia representativa colombiana:


Un análisis económico de la compra y venta de votos en el país. Universidad
del Atlántico.

Picon, C. (2020). Efectos de la presencia de disonancia ética sobre el


comportamiento de los electores en situaciones de clientelismo electoral y
compra de votos. Universidad del Norte.

Rojas, W. (2021). Trashumancia electoral: efectos sobre la expresión de la


voluntad del constituyente primario.

Sierra, H. (2020). Manipulación de los electores a través de noticias falsas:


análisis a la luz del Derecho penal vigente. Universidad Externado de
Colombia.

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