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FACULTAD DE

MEDICINA HUMANA

PEDIATRÍA – INTERNADO MÉDICO 2022

TAREA ACADÉMICA – CASO CLÍNICO

ESTUDIANTE: Rojas Huillca Christian


FECHA: 12 10 22

CHICLAYO – PERÚ
1.PRESENTE LA VALORACIÓN DEL PACIENTE Y LOS FACTORES DE
RIESGO IDENTIFICADO. (JUSTIFIQUE SUS RESPUESTAS).

Los factores de riesgo en este caso es la lactancia hasta los 4 meses y


después de esto deja de ser netamente exclusivo, con esto nos podemos hacer
una idea de que su sistema inmunológico es débil o se puede comprometer
ante infecciones. También puede ser un factor de riesgo el ser un recién nacido
grande para la edad gestacional, pues al tener más tamaño más cantidad de
nutrientes, pero en este caso la lactancia, el medio de nutrición exclusiva no es
viable por su corto tiempo, de esta forma comprometiendo su desarrollo
2.INDIQUE SUS DIAGNÓSTICOS PRESUNTIVOS Y DIFERENCIALES,
PRINCIPALES Y SECUNDARIOS (SUSTENTE CADA UNO).
Infección de trato urinario: El tracto urinario normal es estéril, pero dependiendo de la
interacción entre la virulencia del germen y la resistencia del huésped se puede
presentar infección urinaria. La mayoría de los patógenos urinarios forman parte de la
flora intestinal normal, con factores de virulencia que les permiten colonizar el periné
en la mujer y el prepucio en el hombre y luego ascender a la vejiga y al riñón.
No hay signos específicos de ITU en lactantes de 60 a 90 días, en este grupo de edad
los signos más comunes son inespecíficos inapetencia, retraso en el crecimiento,
diarrea, letargia, fiebre, irritabilidad, ictericia asintomática, vómitos, orinas fétidas,
oliguria o poliuria.
Deshidratación: por presentar síntomas sugestivos, como son los ojos hundidos y
mucosas secas, pero con lágrimas; esto nos hace pensar en un caso de
deshidratación moderada

Síndrome emético: Normalmente, los lactantes regurgitan pequeños volúmenes


durante la ingesta o poco después de ésta, a menudo cuando se los hace eructar. Las
causas pueden ser la ingesta rápida, la deglución de aire y la sobrealimentación,
aunque la regurgitación se produce aun sin estos factores. Los vómitos ocasionales
también pueden ser normales, pero los vómitos reiterados no lo son.
Gatroenteritis: que define a la gastroenteritis es el cambio en la consistencia de las
deposiciones y un aumento en el número de las mismas. Acompañando a la diarrea,
pueden aparecer fiebre, vómitos, dolor abdominal, inapetencia, síntomas respiratorios
y signos de afectación del sistema nervioso central (SNC). Los vómitos y los síntomas
respiratorios asociados sugieren etiología viral.

3.¿QUÉ ESCALAS DE OBSERVACIÓN CLÍNICA PARA NIÑOS CON FIEBRE


DE ESTA EDAD PODRÍA VALORAR?
Según escala de Yale nos indica un paciente con afección moderada: quejumbroso,
llanto intermitente, mucosas y ojos hundidos, coloración ligeramente pálida, y
respuesta a estímulos de alerta.

4.¿QUÉ EXÁMENES AUXILIARES SOLICITARÍA EN ESTE CASO? ¿POR


QUÉ?
Pruebas en orina: Un diagnóstico fiable de infección urinaria requiere la presencia de
piuria en el análisis de orina y urocultivo bacteriano positivo de orina recogida
correctamente, antes de administrar un antibiótico. Se puede establecer un diagnóstico
de probable infección urinaria por la presencia de piuria en el análisis de orina
Los resultados del urocultivo se interpretan sobre la base del recuento de colonias. Si
la muestra de orina se obtiene mediante cateterismo o aspiración suprapúbica, un
valor ≥ 5 × 104 colonias/mL suele definir una infección urinaria. Las muestras de
chorro medio obtenidas al acecho son significativas cuando los recuentos de colonias
de un solo patógeno son ≥ 105 colonias/mL
pruebas de tiras reactivas en orina para detectar bacterias gramnegativas (prueba de
nitritos) o glóbulos blancos (prueba de esterasa leucocítica) en forma conjunta; si
ambas pruebas son positivas, la sensibilidad diagnóstica para infección urinaria es de
alrededor del 93 al 97% y la especificidad oscila entre 72 y 93%
Análisis de sangre: Un hemograma completo y pruebas para detectar inflamación
pueden ayudar a diagnosticar infección en niños con hallazgos urinarios límite.
Algunos especialistas determinan el nitrógeno ureico y la creatinina séricos en la
primera infección urinaria. Los hemocultivos son apropiados en lactantes con infección
urinaria y en niños > 1-2 años con aspecto tóxico.
Estudios por la imagen de la vía urinaria
En la actualidad, muchas anomalías renales o urológicas importantes se diagnostican
en el útero mediante la ecografía prenatal sistemática, pero un resultado normal no
excluye por completo la posibilidad de anomalías anatómicas. Por lo tanto,
normalmente se indica ecografía renal y vesical en niños < 3 años después de la
primera infección urinaria febril. Algunos médicos obtienen estudios de diagnóstico por
imágenes en niños de hasta 7 años o mayores.

5.¿CUÁL SERÍA SU MANEJO ( TRATAMIENTO )Y PLAN DE TRABAJO A


SEGUIR?
Niños > 2 años con clínica de cistitis: Duracción 7-10días.Valorar pautas cortas de 3-5
d en ITU de bajo riesgo
1ª elección:
amoxiclavulánico 30-50mg/kg/8-12h
nitrofurantoína 5-7mg/kg/12h
fosfomicina 50-100mg/kg/6h- fosfomicina-trometanol,en niños de 6- 12años 2gr dosis
única,en >12 años 3 gr dosis única
2ª elección:
cefalosporinas orales de 1ª, 2ª ó 3ª generación
ITU en las que no se pueda descartar una pielonefritis aguda: En el recién nacido y en
el lactante pequeño la ITU sintomática debe ser manejada como una pielonefritis.
1ªelección:
cefixima:8mg/kg/12-24h
ceftibuteno:9mg/kg/12-24h
Duracción 7-14d.Para ITU bajas 7-10d y para pielonefritis 10-14d
cefpodoxima:10mg/kg/12h

2ª elección:
amoxiclavulánico 40mg/kg/8-12h
cefuroxima 20-30mg/kg/12h
cefprozil 30mg/kg/12h

Tratamiento intravenoso
El tratamiento recomendado en el niño sano que precisa hospitalización son los
aminoglucósidos (en general, gentamicina) en dosis única diaria, y previa
comprobación de la función renal normalEsta recomendación se basa en la baja tasa
de resistencias, coste adecuado y espectro reducido. En menores de 3 meses se debe
añadir de forma empírica ampicilinapara cubrir Enterococcus spp.
Como alternativa pueden utilizarse cefalosporinas de tercera generación, que deben
ser de primera elección en casos de sepsis, meningitis, insuficiencia renal o
antecedentes de daño nefrourológico, daño ótico personal o familiar neurosensorial en
rama maternaOtras opciones pueden ser las cefalosporinas de segunda generación.

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