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EL ACEITE DE SAN JOSÉ

San José dice:


“Atiendan a los sabios consejos de Mi Amadísima Esposa María, guárdenlos en su corazón,
medítenlos y vívanlos. Conserven la sencillez y la pureza en su corazón para que sean
verdaderas ofrendas de amor a la Víctima Divina. No me hagan a un lado en sus vidas, fui el
único hombre de la Tierra, en el cual Dios encontró complacencias. Entréguenme su vida
interior y se la enriqueceré.

Les daré un regalo esta noche, hijos amados de Mi Hijo Jesús: El Aceite de San José.
Aceite que será un Auxilio Divino para este Final de los Tiempos; aceite que les servirá para
su salud física y su salud espiritual; aceite que los liberará y los protegerá de las asechanzas
del enemigo. Soy el Terror de los demonios y, por ende, hoy pongo en sus manos Mi Aceite
Bendito. Propáguenlo, será útil para toda la humanidad. Los hombres recibirán descanso a
sus penas espirituales, físicas y morales.

Durante los siete días, Yo derramaré Gracia, Bendiciones especiales a aquellos lirios.
Ése es Mi Aceite, hijos amados, El Aceite de San José.

Se los repito: Será una Coraza que los protegerá contra todo espíritu demoníaco, los
fortalecerá en sus pruebas, los alentará en su caminar, los sanará del cuerpo, del espíritu y
del alma.

Mañana mismo, Francisco, hijo de Dios, compra Mi imagen (que no sea lámina ni cuadro),
tráela a este tu oratorio y nuestro oratorio; compra los siete lirios y prepara Mi Aceite. Obraré
prodigios en toda la humanidad. Se los repito, El Aceite de San José: siete lirios puestos
frente a Mi imagen durante siete días, haciendo referencia a Mis Siete Dolores y Siete
Gozos; además, el número siete indica perfección, y les daré a través de la unción diaria con
este aceite: perfección y crecimiento en su vida interior. Cuando sientan abatimiento únjanse
en su pecho y recibirán fortaleza, alivio. Cuando los aquejen males de su cuerpo únjanse.
Unjan con Mi Aceite a los enfermos del cuerpo y del alma. Unjan con Mi Aceite a los
posesos, a los endemoniados; el demonio huirá de todas estas personas atacadas por los
espíritus horrendos del averno.

¿Privilegiados?, ¿No?, cómo el Cielo los consiente; cómo el Cielo deposita en sus manos
grandes Tesoros. Aceite de San José: bálsamo sanador, bálsamo liberador, bálsamo
regenerador.
Los amo, hijos amados de Mi Hijo Jesús. Los bendigo: Amén.”
EL ACEITE DE SAN JOSÉ
A los 8 días después de las primeras instrucciones sobre el Aceite.

San José dice:


“Ya han obtenido el primer aceite. Hagan que muchísimas personas lo hagan. Este aceite es
sanador, liberador; es un Bálsamo de Paz para el alma. Cuando sientan turbación aplíquenlo
en su pecho y recibirán la paz.

El aceite y los lirios se deben colocar un día miércoles y al miércoles siguiente, prepárenlo en
mi día dedicado a mi culto y a mi devoción. Este aceite tiene grandes Gracias, grandes
Bendiciones. Únjanse diariamente con él y mantengan reserva de este aceite.
No se olviden traer mis lirios perfumados y hacer más aceite, de miércoles a miércoles, para
que tengan reserva.”

Jesús dice:
Sepan que el aceite no sustituye la oración, el estar en gracia y las santas obras de
misericordia, pero contrarresta fuertemente, todos los venenos con los que ahora el maligno
los está intoxicando continuamente y ustedes no lo perciben; pero con este aceite ningún
veneno dañará ni matará a los que son fieles al Señor.

Denlo a sus familiares y hermanos para que lo tomen cada mañana, unas gotitas bastaran,
pero háganlo como mi padre putativo se los ha indicado.
Háganlo como se indica.

La Virgen dice:
El aceite, mis niños, mis pequeños, es como el Agua de Lourdes de milagrosa que los
protegerá de las enfermedades que se están esparciendo con una rapidez epidémica por el
mundo.

Ténganlo en sus alacenas para beber unas gotitas cada mañana y para untárselo en caso de
tener algún mal en su piel, inflamación o hinchazón.
Ténganlo ya y hagan esto como se lo decimos, que tantas preocupaciones son para ahora,
mis amados.

El Padre Pío de Pietrelcina dice:


"Están en el Final de los Tiempos, La Gran Tribulación se avecina, tengan reserva suficiente
del Aceite de San José. Una gran epidemia se extenderá como plaga. Este aceite será la
contra, la medicina.

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