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El hombre-león de Stadel

El desarrollo del arte surgió en las primeras fases del Paleolítico,


al principio de manera sutil con piezas simétricas o con conchas
usadas como adorno. Sin embargo fue ya en el Paleolítico
Superior, fase de la prehistoria europea asociada al Homo
sapiens hace aproximadamente unos 40.000 años, cuando se
desarrolló el «fenómeno artístico» como tal.

Una de las primeras piezas del arte mobiliar, aquel que se podía
transportar a diferencia el arte parietal realizado sobre paredes
o techos, se descubrió en una cueva de Alemania y
representaba un ser mitad hombre, mitad animal.

Nos referimos al denominado hombre-león de Stadel, una talla


de arte mueble realizada en marfil de mamut que representa a
una figura híbrida, un ser con cuerpo humano y cabeza de león
cavernario, el depredador más peligroso de la última glaciación
Würm. Tiene una longitud de casi 30 centímetros y está
considerada como la escultura más grande del arte de la Edad
de Hielo.

Ubicación de la cueva de Stradel donde fue encontrada la pieza


Dicha escultura fue encontrada en la cueva de Stradel, al
suroeste de Alemania y la prueba realizada de carbono 14 ha
determinado una datación aproximada de hace 40.000 años, en
el periodo Auriñaciense, a comienzos del Paleolítico Superior.
Es la representación más antigua de una criatura mítica.

Es una representación hierática de un personaje masculino con


los brazos paralelos al cuerpo. Su cabeza, tras un largo proceso
de restauración, determinó rasgos de una leona.

En su realización se puede comprobar una habilidad


técnica muy desarrollada, un experto manejo de las
herramientas utilizadas en el proceso de tallado y de un
profundo conocimiento del marfil como material de trabajo, lo
que evidencia que la mente humana estaba capacitada para
definir de una forma tan tangible algo hasta entonces nunca
visto, ya que el individuo debía de elegir el tipo de soporte
material en relación al previo diseño mental de la obra.

EL HOMBRE-LEÓN DE
STADEL REPRESENTA A UNA FIGURA
HÍBRIDA, CON CUERPO HUMANO Y
CABEZA DEL TEMIDO LEÓN
CAVERNARIO

¿Uso como ritual?


Dentro de la boca del felino se encontraron rastros de una
sustancia orgánica, lo que podría indicar que probablemente
esta pieza tendría un rol dentro de algún ritual, de hecho, la
cueva donde fue encontrada ha sido definida como santuario o
sitio sagrado.

Detalle de la cabeza de la pieza


De mano en mano
En la figura no se aprecian irregularidades en su superficie como
sería lógico en el marfil de mamut, es probable que sea
consecuencia de haber pasado de mano en mano durante
mucho tiempo.

Hace tantos miles de años, la prioridad de las comunidades era


principalmente la subsistencia, por lo que dedicar tanto tiempo
a la realización de esta escultura nos da la idea que se trataba de
un símbolo importante para aquellas poblaciones.

Objeto religioso
Está catalogado como un objeto religioso que solían ser los más
elaborados dado su carácter simbólico. Consideramos esta
función debido a sus características y por haber sido hallado en
un «lugar especial«, además de no poder asignarles otra utilidad
práctica. Las esculturas como objeto religioso son piezas de
bulto redondo, es decir, formado tres dimensiones. Además del
uso del marfil también se realizaban en hueso, piedra, asta,
ámbar e incluso arcilla cocida. Se desconoce aunque si se
sospecha que también pudieron ser realizados en algún material
perecedero como madera, aunque no haya podido llegar hasta
nosotros.

LA GRAN LABORIOSIDAD DE LA PIEZA


NOS DA A ENTENDER QUE SU
IMPORTANCIA EN LA COMUNIDAD
Las representaciones de estatuillas más conocidas eran
las Venus, esculturas con pronunciados atributos femeninos,
aunque también se han encontrado cabezas aparentemente de
varón aunque de forma más escasa. También se han
representado animales, antropomorfos o híbridos de humano y
animal, como es este caso de nuestro hombre-león.

El hombre león de Stadel señala un icono en la simbología de


seres híbridos entre hombre y león que hemos podido conocer
en culturas posteriores, como por ejemplo en los lamasus
mesopotámicos, las esfinges egipcias o el héroe de la mitología
griega Hércules.

En la misma cueva se encontraron otras figuras de marfil


figurando a felinos, bisontes, mamuts, un oso, un rinoceronte,
un caballo y otra con aproximación a una silueta humana. Menos
el caballo el resto de modelos animales están excelentemente
acabados y completamente decorados con detalles corporales
muy minuciosos. La mayoría de ellos cuentan con signos por el
cuerpo en forma de aspas, puntos o curvas.

EN 1939 SE HALLARON UNOS 200


FRAGMENTOS QUE FUERON UNIDOS
AÑOS MAS TARDE PARA FORMAR
EL HOMBRE-LEÓN
Con la llegada del Homo sapiens a Europa aparecieron multitud
de ejemplares de adornos, resultando habituales en todos los
enclaves auriñacienses, aunque también en algunos
de neandertales aculturados. Las primeras manifestaciones
artísticas empiezan a aparecer hace unos 35.000 años, siendo ya
obras evolucionadas y realizadas en material noble como
esculturas de marfil. Las piezas más antiguas provienen de tres
yacimientos del suroeste alemán, donde los objetos
encontrados fueron depositados de manera intencionada.

1939, el hallazgo de «las piezas»


El hombre-león fue encontrado dividida en múltiples y
diminutos fragmentos en el año 1939 por el geólogo Otto
Völzing (1910-2001) y el anatomista Robert Wetzel (1898-1962),
mientras realizaban excavaciones al fondo de una cueva Stadel.
Era en su último día el proyecto, ya que habían sido llamados a
filas para luchar en la Segunda Guerra Mundial, por lo que no
tuvieron tiempo de analizarlos y quedaron a custodia del Museo
de Ulm durante treinta años. En el año 1969 el
arqueólogo Joachim Hahn (1942-1997) logró saber de qué se
trataba al ir uniendo a modo de rompecabezas, los alrededor
de doscientos fragmentos. Posteriormente se hallaron más
fragmentos.

El hombre-león era un auténtico rompecabezas

Patrimonio de la Humanidad
El hombre-león de Stadel y la importancia de la región dentro
del Paleolítico Superior fueron determinantes para que
la UNESCO declarase a las cuevas de Stadel, Patrimonio de la
Humanidad en el año 2017. En la actualidad esta pieza se
encuentra en el Ulm Museum en la localidad de Ulm, Alemania.

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