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Canción: SEÑOR LLEVAME A TUS ATRIOS

Señor llévame a tus atrios, al lugar Santo,


al altar de bronce, Señor tu rostro quiero ver.
Pásame en la muchedumbre,
por donde el sacerdote canta,
tengo hambre y sed de justicia
y solo encuentro un lugar.
Llévame al lugar, Santísimo,
por la sangre del Cordero Redentor.
Llévame al lugar, Santísimo,
tócame, límpiame, heme aquí.
Monitor: Iniciamos esta Hora Santa en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.
Jaculatoria: Viva Jesús Sacramentado,
Viva y de todos sea amado. (3)
Padre Nuestro … Ave María… Gloria …
Oración:
Hola Jesús. Esta mañana venimos a adorarte,
porque eres el Hijo de Dios,
Uno con el Padre y el Espíritu Santo.
Vives desde siempre y para siempre.
Posees la plenitud de la gracia y eres la Sabiduría
y la Verdad. Eres digno de adoración,
gloria y alabanza por siempre.
Por eso te agradecemos que te hayas hecho hombre;
que estés formado de nuestro mismo barro;
que conozcas nuestras angustias, depresiones
y miedos; que hayas saboreado nuestras mismas
alegrías, ilusiones y éxitos;
que nos hayas dejado el mandamiento del amor;
que te hayas quedado en la Eucaristía;
y que hayas muerto y resucitado por nosotros.
Maestro, háblanos esta mañana al corazón,
porque tu palabra nos alienta y nos perdona,
ilumina nuestra vida y nos hace sabios
con la sabiduría de Dios.
Te queremos escuchar hoy con la atención
de María de Betania;
con la fe de los doce Apóstoles,
con el amor de María tu Madre,
que atesoraba en su corazón tus gestos
y tus palabras, para meditarlos y hacerlos vida.
Ayúdanos a mantenernos vigilantes y atentos
como Ella en esta hora de adoración. Amén.
Jaculatoria: Viva Jesús Sacramentado,
Viva y de todos sea amado. (3)
Padre Nuestro … Ave María… Gloria …
Monitora:
Señor, gracias por quedarte con nosotros.
Eres luz, fuerza, amor. Tu nos iluminas en esta
mañana Santa; te sientes débil,
pero sigues dándonos fuerza; nos pides que amemos,
pero tú nos amas primero. Gracias por tu presencia.
También nosotros queremos estar unidos a Ti, Señor.
Lector 1:
Escuchemos el Evangelio según San Marcos 14,39-42.
De nuevo se apartó y oraba repitiendo las mismas
palabras.
Volvió, y los encontró otra vez dormidos, porque
tenían los ojos cargados. Y no sabían qué
contestarle. Volvió y les dijo:
-Ya podéis dormir y descansar.
¡Basta! Ha llegado la hora;
mirad que el Hijo del Hombre va a ser entregado
en manos de los pecadores. ¡Levantaos, vamos!
Ya está cerca el que me entrega. Palabra de Dios.
Preguntas guías y silencio meditativo.
1. ¿Ante el llamado de Jesús me quedo dormido
ante la situación que presenta la vida para no
comprometerme?
2. ¿Aunque me sienta cansado y agotado,
me levanto con ánimo a anunciar la Buena Nueva
de Jesús?
Canción: EN MI GETSEMANÍ
1. Para que mi amor no sea un sentimiento
Tan solo un deslumbramiento pasajero
Para no gastar las palabras más mías
Ni vaciar de contenido mi te quiero.
Quiero hundir más hondo mi raíz en ti
Y cimentar en solidez, este mi afecto,
Pues mi corazón que es inquieto y es frágil
Solo acierta si se abraza a tu proyecto
Mas allá, de mis miedos,
mas allá de mi inseguridad,
Quiero darte mi respuesta.
Aquí estoy para hacer tu voluntad
Para que mi amor sea decirte sí, hasta el final.
2. Duerme en su sopor y temen en el huerto,
Ni sus amigos acompañan al maestro,
Si es hora de cruz, es de fidelidades,
Pero el mundo nunca quiere aceptar eso
Dame a comprender, Señor, tu amor tan puro
Amor que persevera en cruz, amor perfecto
Dame serte fiel cuando todo es oscuro
Para que mi amor sea mas que un sentimiento
3. No es en las palabras ni es en las promesas
donde la historia tiene su motor secreto
Solo es el amor en la cruz madurado
El amor que mueve todo el universo.
Pongo mi pequeña vida hoy en tus manos
Por sobre mis inseguridades y mis miedos
Y para elegir tu querer y no el mío
Hazme en mi Getsemaní, fiel y despierto.

Monitora:
Llega la hora de la traición, el momento cumbre.
Jesús se entrega en servicio por todos.
Parece como si todo estuviera perdido.
Las tinieblas se ríen de la luz;
el odio parece triunfar sobre el amor.
La muerte parece regodearse de la vida.
Y, en la oración, Jesús ha vencido la angustia,
ha recobrado las fuerzas, y sale decidido
a proclamar la fuerza del amor,
la belleza de la vida, la gratuidad de la luz.
Lector 1: Escuchemos el Evangelio
según San Marcos 14,46-50.
Al que yo bese, es él: prendedlo y conducidlo
bien sujeto. Y en cuanto llegó, se acercó
y le dijo: -¡Maestro! Y lo besó.
Ellos le echaron mano y lo prendieron.
Pero uno de los presentes, desenvainando
la espada, de un golpe le cortó la oreja
al criado del sumo sacerdote.
Jesús tomó la palabra y les dijo:
-¿Habéis salido a prenderme con espadas
y palos, como a caza de un bandido?
A diario os estaba enseñando en el templo,
y no me detuvisteis. Pero, que se cumplan las
Escrituras. . Y todos lo abandonaron
y huyeron. Palabra del Señor
Preguntas guías y silencio meditativo:
¿Cuantas veces quiero resolver los problemas con
rapidez como lo hizo Pedro usando la violencia
sabiendo que la ley perfecta es el amor?
¿Cuantas veces también he traicionado a Jesús con un
beso, con un abrazo, no siendo trasparente con mis
hermanos?

Canción: DE QUÉ ME VALE


En el silencio te abro mi corazón, Señor.
Que por tu Espíritu te cante una nueva canción
Brote de un alma que en ti espera,
que necesita de tu fuerza
Para dar testimonio vivo de tu amor.
De qué me vale, Jesús, ganar el mundo
si mi alma se pierde sin ti
Ven toma mi corazón.
Rompe en pedazos mi barro y restáurame hoy.
Un vaso nuevo seré, si me construye tu amor.
De qué me vale, Jesús
Ganar el mundo si mi alma se pierde sin ti.
Y si no miro tu cruz,
pierde sentido mi historia y vana es la gloria
Que no me faltes, Jesús,
Llena de mi vida de luz, Jesús…
Oración:
Esta mañana te pedimos, Jesús, ser como Tu:
Atentos al Padre y a los hermosos con tu entereza,
con tu confianza. Nosotros somos débiles
y, muchas veces, pecadores que sucumbimos
ante el primer problema; que huimos y no
tenemos fuerzas; que no nos comprometemos lo
suficiente. Nos parecemos bastante a Pedro,
que incluso te negó. Que sepamos vivir
“nuestra hora”, y la hora de cada día.
Bendición y Oración Final.
Te pedimos, Padre Nuestro, que nos ayudes
a sentir esta la fuerza del amor, de la amistad
y de la ternura de Jesús. Queremos pedirte que
nos enseñes y nos capacites para amar como
Él amó.
Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Jaculatoria:
Viva Jesús Sacramentado,
Viva y de todos sea amado. (3)
Padre Nuestro … Ave María… Gloria …
Canción: ABBA PADRE
Abba Padre,
con confianza a ti me puedo acercar.
Bajo tu sombra siempre puedo descansar.
Eres mi paz, Tú eres mi esperanza.
Abba Padre, bendita roca en quien hay seguridad.
Gloriosa herencia que hoy puedo disfrutar.
Con amor me adoptaste y soy tu hijo.
Oh Dios, cuando pienso en Ti
se me quita todo dolor,
y en tu presencia soy como un niño,
y solo quiero correr hacia tus brazos de amor.
Abba Padre.
Abba Padre,
Tú eres quien llena toda mi necesidad.
Tú me consuelas y perdonas mi maldad.
Hermoso Dios, me han rodeado tus favores.

EL AMOR DE MI DIOS
Un amor que siempre está a tu lado,
y que no te exige nunca nada.
ese es el amor de mi Dios,
ese es el amor de mi Dios.
Un amor que sufre cuando sufres,
un amor que ríe cuando ríes,
ese es el amor de mi Dios,
ese es el amor de mi Dios.
Un amor que va de puerta en puerta,
que bajo sonrisas El te espera,
un amor que siempre está esperando,
sin importar quién es, ni hasta cuando.
Un amor que vive en el silencio,
un amor tan suave como el viento,
ese es el amor de mi Dios,
ese es el amor de mi Dios.

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