© Revista de Medicina y Ciencias del Deporte (2017) dieciséis, 343-349

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`̀ Artículo de investigación

Entrenamiento de resistencia manual versus entrenamiento de resistencia convencional: impacto en la fuerza y la

resistencia muscular en hombres con entrenamiento recreativo

Iván Chulvi-Medrano 1,2, Tamara Rial 3, Juan M. Cortell-Tormo 1, Yasser Alakhdar 4, Caue V. La Scala Teixeira 5,6, Laura
Masiá-Tortosa 2 y Sandor Dorgo 7 •
1 Departamento de Didáctica General y Específica, Universidad de Alicante, Alicante. España; 2 Centro de bienestar Benestar; 3

Instituto Internacional de Terapia Física y Hipopresiva, Vigo, España; 4 Departamento de Fisioterapia, Universidad de Valencia. Valencia; España; 5 Departamento
de Biociencias, Universidad Federal de São Paulo, Santos, Brasil; 6 Facultad de Educación Física, Praia Grande College, Praia Grande, Brasil; 7 Departamento
de Kinesiología, Universidad de Texas en El Paso, El Paso, TX, EE. UU.

perfil metabólico (mejorar la sensibilidad muscular y aumentar el

Resumen
El entrenamiento de resistencia manual (MRT) se ha utilizado ampliamente en el campo de la
fisioterapia. También se ha utilizado como método de entrenamiento de fuerza debido a la
naturaleza de resistencia acomodaticia de esta modalidad. El objetivo del presente estudio fue
comparar los efectos de un programa de MRT de 8 semanas sobre la fuerza máxima y la
resistencia muscular en comparación con el entrenamiento de resistencia convencional en
hombres entrenados de forma recreativa. Se reclutaron veinte sujetos masculinos sanos
entrenados de forma recreativa y se dividieron en un grupo de entrenamiento de MRT y un
grupo de entrenamiento convencional (CT). El grupo de TC realizó ejercicios de press de
banca y jalones de lat, y el grupo de MRT realizó movimientos similares con la resistencia
proporcionada por un entrenador personal. Ambos grupos completaron un protocolo de
entrenamiento y una carga de entrenamiento similares: 2 sesiones de entrenamiento por
semana para 3 series de 8 repeticiones a una intensidad de 8 a 10 en la escala de esfuerzo
percibido de 0 a 10. Las diferencias iniciales de fuerza máxima no fueron significativas entre
los grupos. Ningún grupo mostró cambios significativos en la fuerza o resistencia muscular. A
pesar de las diferencias estadísticamente no significativas antes y después, se observó una
tendencia de mejora y los cálculos del tamaño del efecto (ES) indicaron una mayor magnitud
de efectos para los cambios de fuerza y resistencia en el grupo de MRT en el jalón lateral (g =
0,84) en comparación con el CT. grupo. La eficacia de la MRT es similar a la de la TC para
mejorar la fuerza y la resistencia muscular. El MRT puede usarse como una modalidad de
entrenamiento de fuerza suplementario o alternativo para sujetos entrenados de forma
recreativa, o puede ser considerado por entrenadores personales, especialmente en
condiciones de instalaciones con poco equipamiento.
Palabras clave: Entrenamiento de fuerza, press de banca, pull-down de lat, fuerza máxima.
consumo de glucosa, así como aumentar la respuesta a la insulina) y el
bienestar psicosocial (Garber et al., 2011; Pollock et al., 2000).
El entrenamiento de resistencia convencional (TC) se realiza
típicamente mediante el uso de resistencia externa que puede provenir del
uso de mancuernas, barras, resistencia inercial o resistencia hidráulica
(Chulvi-Medrano, 2012). La resistencia manual es un tipo de resistencia
externa que requiere un compañero o un entrenador para proporcionar y
controlar la cantidad de resistencia aplicada en todo el rango de movimiento
(Chulvi-Medrano, 2012; Teixeira, 2011; Williams,
2010). Esta modalidad de formación puede ser de gran ayuda para los
formadores personales, dado que es una forma de formación económica y
permite la versatilidad y personalización de las cargas formativas, especialmente
para los profesionales que trabajan fuera de las instalaciones de formación
(ACSM, 2013 ; Teixeira, 2013). Se ha sugerido que una de las principales
ventajas de la modalidad MRT sobre la CT es la naturaleza acomodaticia de la
resistencia aplicada en contraposición a la resistencia externa constante
observada con el uso de pesas y máquinas (Dorgo et al., 2009a). Los enfoques
de resistencia acomodaticios (también denominados resistencia semi-isocinética)
tienen como objetivo controlar la velocidad del movimiento en todo el rango de
movimiento (Haff y Triplett, 2016). Esta acción, teóricamente, Combate las
cambiantes ventajas mecánicas de los movimientos articulares que se ven
típicamente en los ejercicios de resistencia externa constante al desafiar los
músculos involucrados para un esfuerzo máximo de fuerza durante todo el
movimiento. Sin embargo, la investigación ha sido escasa y no concluyente sobre
la adaptación del entrenamiento de resistencia, y particularmente escasa en la
modalidad de MRT.

Introducción
Se ha demostrado que el entrenamiento para aumentar la fuerza muscular
es eficaz para aumentar el rendimiento atlético (McGugan et al., 2012) así
como para mejorar la salud general (Garber et al., 2011; Pollock, et al.,
2000). De hecho, la literatura científica reciente demuestra que las
adaptaciones obtenidas a través del entrenamiento de resistencia pueden
incluir mejoras en parámetros relacionados con la salud, como el sistema
neuromuscular (aumentando la sección transversal del músculo
esquelético así como su capacidad contráctil), el sistema esquelético
(aumento de la densidad mineral ósea), el sistema cardiovascular (ayuda
a regular los perfiles de lípidos y mejora el sistema cardiovascular),
Hasta la fecha, solo unos pocos estudios han proporcionado un análisis
del entrenamiento de resistencia manual dentro de la literatura. Los estudios han
demostrado que el entrenamiento de resistencia manual (MRT) es eficaz para
aumentar la fuerza y la resistencia muscular en la población general
desentrenada (Teixeira, 2011; Teixeira, 2013) y en poblaciones especiales como
las que padecen distrofia muscular de Duchenne (Bohannon y Jones
1986), pacientes de terapia ortopédica (Paine y Voight,
2013), ancianos (Tokumaru et al., 2011), adultos no capacitados (Dorgo et
al., 2009a) y jóvenes (Dorgo et al., 2009b).
No obstante, hay pocos estudios que comparen la eficacia del
entrenamiento de resistencia manual en relación con el entrenamiento de
resistencia convencional, y no existen estudios

Recibido: 09 de diciembre de 2016 / Aceptado: 21 de junio de 2017 / Publicado (en línea): 08 de agosto de 2017
344
utilizó sujetos entrenados de forma recreativa para dicha comparación. Por esta razón, el
presente estudio tuvo como objetivo comparar los efectos del entrenamiento de
resistencia manual y el entrenamiento de resistencia convencional en hombres
entrenados sobre la fuerza máxima y la resistencia muscular. Nuestra hipótesis inicial era
que un programa de entrenamiento de MRT y CT idéntico de 8 semanas daría como
resultado adaptaciones de entrenamiento similares.
Métodos
Aproximación al problema
El estudio se diseñó como una única ubicación de entrenamiento, una intervención de
entrenamiento longitudinal, en la que los hombres entrenados en resistencia y
recreacionalmente activos participaron en un programa de MRT o CT de 2 días a la
semana durante 8 semanas. La fuerza muscular y la resistencia muscular se evaluaron
antes e inmediatamente después de la intervención de 8 semanas, utilizando pruebas
de campo de fuerza y resistencia.
Asignaturas
Se reclutaron para el estudio veinte hombres sanos, jóvenes y entrenados para
actividades recreativas con al menos 1 año de experiencia en entrenamiento de
resistencia. Todos los sujetos dieron su consentimiento informado por escrito, en
el que se explicaron los procedimientos experimentales del estudio aprobado por
el Comité de Ética de la Universidad de Alicante. Los sujetos también fueron
encuestados para determinar si tenían suficiente experiencia en la realización de
los ejercicios objetivo (mínimo 1 año de entrenamiento de resistencia sistemático).
Un software (AleatorMetod.xls www4.ujaen.es/~mramos/EPIP/AleatorMetod.xls)
estaba
utilizado para dividir aleatoriamente a los sujetos en dos grupos: entrenamiento de
resistencia manual (MRT) (n = 10; media ± DE: edad, 23,60 ± 2,06 años; altura,
1,84 ± 0,09 m; masa corporal, 75,20 ±
10,86 kg; Índice de masa corporal (IMC), 22,47 ± 4,74; experiencia en
entrenamiento de fuerza, 3,05 ± 1,56 años) y entrenamiento de resistencia
convencional (TC) (n = 10; edad, 24,20 ± 1,95 años; altura, 1,80 ± 0,05 m; masa
corporal, 76,00 ± 16,40 kg; IMC,
23,25 ± 4,44; experiencia en entrenamiento de fuerza, 3,30 ± 1,70 años). Todos los
sujetos estaban libres de enfermedades cardiovasculares o problemas ortopédicos. Se
instruyó a los sujetos para que continuaran con su régimen habitual de entrenamiento
de resistencia, pero se les pidió que excluyeran cualquier ejercicio de empuje o
tracción de la parte superior del cuerpo. Se instruyó a los sujetos para que mantuvieran
sus hábitos alimentarios normales durante todo el estudio y se les pidió que no usaran
sustancias que mejoran el rendimiento o ayudas ergogénicas.
Fuerza muscular máxima
Todas las pruebas se llevaron a cabo a la misma hora del día (aproximadamente
a las 10:00 am). A todos los sujetos se les indicó que se abstuvieran de hacer
ejercicio 48 horas antes de las pruebas, así como de la ingestión de sustancias
estimulantes. Después de un calentamiento estandarizado de 5 minutos que
incluyó trote ligero y ejercicios de estiramiento dinámico para las extremidades
superiores, la fuerza muscular se evaluó mediante la prueba de 1 repetición
máxima (1RM) para los ejercicios objetivo. El orden de las pruebas de ejercicio
fue aleatorio entre los sujetos. Se evaluó la fuerza máxima para los ejercicios de
press de banca y pull-down de latitud según los procedimientos descritos por la
Asociación Nacional de Fuerza y Acondicionamiento (Baechle y Earle, 2007).
Entrenamiento de resistencia manual versus convencional
Después de un calentamiento estándar, se pidió a los sujetos que
completaran de 5 a 10 repeticiones con una carga de ligera a moderada.
Después de un período de descanso de 2,5 minutos, se utilizó una carga del 70%
de la 1RM estimada para realizar de tres a cinco repeticiones. Posteriormente, se
pidió a los sujetos que completaran su primer intento de 1RM. La carga se
incrementó gradualmente entre los intentos y se proporcionó un período de
descanso de 2,5 minutos entre cada levantamiento exitoso. La 1RM de todos los
sujetos se midió con éxito en cinco intentos de prueba. La ejecución técnica de
cada ejercicio se estandarizó utilizando la guía técnica adecuada de NSCA
(Baechle y Earle,
2007), y los investigadores lo supervisaron continuamente para garantizar la
coherencia en el protocolo de prueba. Para el press de banca, después de asumir
una posición supina de contacto corporal de cinco puntos en un banco, los sujetos
agarraron la barra con un agarre en pronación. El movimiento hacia abajo se
consideró exitoso si la barra tocaba el pecho aproximadamente al nivel del pezón.
Para el movimiento ascendente se requirió la extensión completa de los codos
para un levantamiento exitoso. Para el ejercicio de pull-down de lat, la técnica
adecuada comenzó con agarrar la barra en una posición a la altura de los
hombros con un agarre pronunciado. Solo se permitió una ligera inclinación hacia
atrás y se requirió que los sujetos tiraran de la barra hacia la parte superior del
pecho, tocando el esternón con la barra antes de extender los codos a la posición
inicial. Se registró 1RM para cada ejercicio para el peso más pesado que los
sujetos pudieron levantar con la forma correcta para una repetición completa. Se
permitieron quince minutos de descanso entre ejercicios para permitir una
recuperación completa. Durante la prueba, los investigadores proporcionaron
motivación verbal a los sujetos.
Endurecimiento muscular
La resistencia muscular se evaluó para cada sujeto mediante las pruebas de
pull-up y push-up según los protocolos del American College of Sports
Medicine (ACSM, 2008), registrando el número máximo de repeticiones
realizadas consecutivamente sin descanso. Para el ejercicio de lagartijas, la
posición se personalizó ubicando las manos justo debajo de los hombros
(distancia biacromial). La posición de la mano se determinó antes del intento
de flexión con una marca en el suelo. Se registró una repetición correcta
siempre que el mentón del sujeto tocara el suelo manteniendo el resto de su
cuerpo en la posición correcta. Para el ejercicio de dominadas, se indicó a
los sujetos que se agarraran a la barra con las palmas en pronación a la
distancia biacromial que se registró previamente. Se requería que el mentón
del sujeto llegara por encima de la barra para que se considerara una
repetición completa.
Esfuerzo percibido
El nivel de esfuerzo percibido se evaluó aplicando un pictograma con
descripciones de intensidad (0 = sin esfuerzo; 10 = esfuerzo máximo),
conocido como OMNI-RES (Robertson et al., 2003). Al completar cada
conjunto de entrenamiento, se pidió a los sujetos que indicaran el nivel de
intensidad que estaban experimentando, haciendo referencia a la escala.
Para ambos grupos el objetivo era mantener un esfuerzo percibido de 8
durante todas las series y sesiones de entrenamiento, valor equivalente a un
ejercicio con esfuerzo “duro”, que se ha sugerido apropiado para mejorar la
aptitud muscular (Lagally et al. ,
2009). Este protocolo se ha utilizado en estudios anteriores (Lagally et
al., 2009; Naclerio et al., 2011).
Chulvi-Medrano y col. 345

Protocolo de entrenamiento La significación estadística se estableció en p <0,05. El tamaño del efecto

El entrenamiento para ambos grupos se llevó a cabo 2 días a la semana durante el
transcurso de 8 semanas, según el protocolo de entrenamiento utilizado en un
estudio similar de Staron et al. (1994) sugiriendo que tal protocolo provocó
adaptaciones del músculo esquelético suficientemente para observar ganancias de
fuerza tanto en hombres como en mujeres. Las recomendaciones de frecuencia de
entrenamiento y duración del programa de Tan (1999) también se tomaron en
consideración al diseñar el protocolo de intervención.
se estimó con Hedges g (Cooper et al., 2009). Se utilizó la siguiente escala
para categorizar la magnitud del efecto: <0,2 = trivial; 0,2-0,5 = pequeño;
0,5-0,8 = medio;
0,8-1,3 = grande y> 1,3 = muy grande. Todas las variables se informan como
media ± desviación estándar (DE).

Cada sesión comenzó con un calentamiento estandarizado idéntico al

protocolo de calentamiento de las sesiones de prueba. El entrenamiento para el
grupo de TC consistió en ejercicios de press de banca y pull-down de espalda
completando 3 series de 8 repeticiones realizadas con una intensidad
controlada de nivel 8 (“duro”) en la escala de esfuerzo percibido de 0-10. Se dio
un intervalo de descanso de 60 segundos entre series para la recuperación
pasiva. La cadencia del ejercicio se controló mediante un metrónomo
programado para fases concéntricas de 2 segundos y excéntricas de 2
segundos. El grupo MRT realizó los mismos movimientos con la misma
cadencia y el mismo esquema de series / repeticiones / tiempo de descanso,
pero con un entrenador personal experimentado y certificado aplicando
resistencia manual (Figuras 1 y 2). Este protocolo fue similar al realizado por
Vetter y Dorgo (2009) con bailarines muy en forma. El esfuerzo percibido para
el grupo MRT también apuntó a 8 en la escala de 0 a 10. En ambos grupos, la
resistencia se ajustó si el nivel de esfuerzo percibido estaba por debajo o por
encima de 8.

Figura 2. Ejercicio de press de banca con un entrenador personal que aplica resistencia
manual.

Resultados

El análisis de datos de los datos previos y posteriores a la prueba no mostró diferencias

significativas para ninguna de las variables de resultado (p>

0,05). La Tabla 1 resume los cambios en el rendimiento de la fuerza y la

resistencia muscular entre los grupos de MRT y CT. La Figura 3 describe las
mejoras porcentuales después de la intervención de 8 semanas para cada
variable de prueba para los dos grupos. La magnitud del efecto para el grupo de
MRT fue pequeña para la prueba de press de banca 1RM (g = 0,41) y la prueba
de resistencia muscular de flexiones (g = 0,39). El tamaño del efecto para la
fuerza de pull-down de lat (g = 0,84) fue grande y para la resistencia muscular
de pull-up fue moderada (g = 0,59). Por otro lado, se observaron tamaños de
efecto pequeños para el grupo CT tanto para las medidas de fuerza (g = 0,28)
como para la prueba de resistencia de flexiones (g = 0,21), mientras que para la
prueba de resistencia muscular de dominadas ( g = 0,56) (tabla 1).

Figura 1. Ejercicio de pull-down de lat con un entrenador personal aplicando

resistencia manual.

Análisis estadístico Discusión

Los análisis estadísticos se realizaron con el paquete estadístico SPSS (IBM
SPSS Statistics 20). Se utilizó una prueba de Shapiro-Wilk para confirmar la
distribución normal y una prueba de esfericidad de Mauchley para verificar la
homogeneidad de la varianza. Se aplicó un análisis de varianza bidireccional
(ANOVA) en el grupo (MRT y CT) y el tiempo (basal y posterior). Cuando se
detectó un valor F significativo, se realizaron comparaciones por pares
utilizando el procedimiento post-hoc de DMS. Sta-
Estudios anteriores han demostrado que la MRT es eficaz para mejorar la
fuerza y la resistencia muscular en diferentes poblaciones. Bohannon y
Jones (1986) observaron la eficacia de la MRT en poblaciones
terapéuticas, con un estudio de caso único realizado en una persona
afectada por distrofia muscular de Duchenne. En su estudio, MRT se aplicó
a grupos de músculos en las extremidades inferiores 3 días por
346 Entrenamiento de resistencia manual versus convencional

Tabla 1. Valores medios (± desviación estándar) para la fuerza máxima y la resistencia muscular antes y después del entrenamiento de 8 semanas intervención .

Tamaño del efecto

Prueba Grupo Pre IC del 95% Enviar IC del 95% PAGS- valor gramo Magnitud
BP MRT 79,00 (13,49) 69,34 - 88,65 84,50 (11,65) 76,16 - 92,84 0.368 0,41 Pequeña
1RM (kilogramo) Connecticut 77,50 (1637) 65,79 - 89,21 82,00 (14,18) 71,85 - 92,14 0,253 0,28 Pequeña

LP-D MRT 73,50 (7,83) 67,89 - 79,10 80,50 (7,97) 74,79 - 86,21 0,135 0,84 Grande
1RM (kilogramo) Connecticut 76,50 (13,55) 66,81 - 86,19 81,00 (11,25) 72,95 - 89,05 0.334 0,34 Pequeña

PusU MRT 21,90 (6,04) 17,57 - 26,22 24,60 (7,16) 19,47 - 29,73 0.370 0,39 Pequeña
(repeticiones) Connecticut 21,90 (7,89) 16,25 - 27,54 23,40 (6,14) 19.00 - 27.79 0,618 0,21 Pequeña

PullU MRT 7,60 (3,53) 5,07 - 10,13 9,60 (2,87) 7.54 - 11.66 0,165 0,59 Medio
(repeticiones) Connecticut 6,50 (2,83) 4.46 - 8.53 8,40 (3,56) 5,85 - 10,95 0,187 0,56 Medio
CI = intervalo de confianza; MRT = grupo de entrenamiento de fuerza manual (n = 10); CT = grupo de entrenamiento de fuerza convencional (n = 10); BP = Press de banca; LP-D = Lat
pull-down; PusU = Push-up; PullU = Pull-ups.

MRT CT
40
33,33
35

30
25
25
% cambio

20
13,64
15
9.59
10 6,49 6.58
6,33 6,49
5

0
BP LP-D PusU PullU

Figura 3. Porcentaje de mejorías después de la intervención de 8 semanas para cada ejercicio. MRT = grupo de entrenamiento de resistencia manual
(n = 10); CT = grupo de entrenamiento de fuerza convencional (n = 10); BP = Press de banca; LP-D = Lat pull-down; PusU = Push-up; PullU = Pull-ups.

semana durante 12 semanas, obteniendo una capacidad aumentada del 32,7% para
la pierna izquierda y del 28,5% para la pierna derecha para generar fuerza de
extensión isométrica (Bohannon y Jones,
1986). El MRT también se ha extrapolado a la población anciana en el estudio de
Tokumaru et al. (2011) donde se aplicó MRT durante 24 semanas, con una sesión
por semana durante las primeras 12 semanas y dos sesiones por semana en las
últimas 12 semanas. Durante este período, los sujetos adultos mayores realizaron
MRT que consistió en una serie de 10 repeticiones de extensión de la pierna.
Cada repetición consistió en una fase concéntrica de 7 segundos y una fase
excéntrica de 6 a 8 segundos, con la resistencia ajustada para acomodarse en
todo momento. Los resultados mostraron un aumento en la contracción voluntaria
máxima para la extensión de la pierna del 13,2% y el 29% después de 12 y 24
semanas, respectivamente (Tokumaru et al., 2011). Recientemente, La Scala
Teixeira et al. (2016) ha demostrado que MRT es una alternativa viable y segura
para su aplicación en hombres hipertensos, lo que reduce la necesidad de
equipos costosos.
Sin embargo, existe una falta de información sobre los efectos
que el MRT puede tener en poblaciones más jóvenes y con experiencia en
entrenamiento recreativo, por lo que el objetivo del presente estudio fue
comparar los efectos
Entre el entrenamiento de resistencia manual y el entrenamiento de resistencia
convencional sobre la fuerza máxima y la resistencia muscular en hombres
jóvenes entrenados de forma recreativa. Los principales resultados del presente
estudio muestran que no hubo mejoras significativas en ninguno de los grupos, ni
en la fuerza máxima ni en la resistencia muscular, a pesar de una tendencia a la
mejora en el grupo de MRT. Esto es contrario a los resultados demostrados por
Dorgo et al. (2009b), quienes observaron mejoras significativas en la resistencia
muscular en un grupo de 67 estudiantes de secundaria. La discrepancia en los
resultados puede atribuirse principalmente a dos parámetros: primero, la edad y el
estado de entrenamiento de los sujetos seleccionados; Mientras que para el
estudio de Dorgo (2009b) se seleccionaron estudiantes de secundaria no
capacitados, nuestro estudio involucró a adultos jóvenes con varios años de
experiencia en entrenamiento de fuerza. En segundo lugar, nuestro estudio duró 8
semanas mientras que la intervención de Dorgo fue de 18 semanas. En otro
estudio liderado por el mismo investigador (Dorgo et al., 2009a), se observó que el
MRT con una frecuencia de 3 días a la semana durante 14 semanas, con un
rango de 8-12 repeticiones y una cadencia excéntrica de 3 segundos y el
movimiento concéntrico de 3 segundos resultó en mejoras significativas del 7.37%
para el banco 1RM
Chulvi-Medrano y col.
prueba de prensa. Los autores también incluyeron una prueba de fuerza
máxima en sentadillas, donde observaron resultados más pronunciados de
una mejora del 20,55% para el grupo de MRT. Aunque el grupo MRT
obtuvo mejoras en estas pruebas similares al grupo de entrenamiento
convencional, no hubo diferencias significativas entre los grupos (Dorgo et
al., 2009a).
En el mismo estudio, se midieron los efectos de MRT sobre la
resistencia muscular (Dorgo et al., 2009a); a diferencia de nuestro
estudio, que evaluó este parámetro con el número total de repeticiones
en ejercicios calistenia, estos autores optaron por registrar el número
máximo de repeticiones para el press de banca y sentadilla con una
carga del 70% 1RM. En este caso, los autores también observaron
mejoras significativas, registrando un aumento del 43,14% para el press
de banca, sin encontrar diferencia estadística con el entrenamiento
convencional. Nuevamente, es clara la importancia del volumen de
entrenamiento (duración y frecuencia de entrenamiento) para obtener
mejoras en los parámetros estudiados; mientras que nuestro diseño
experimental incluyó 2 sesiones por semana durante 8 semanas, los
estudios de Dorgo incluyeron 3 sesiones por semana durante 14
semanas.
Además, el número de ejercicios incluidos puede considerarse
una limitación en nuestro estudio, dado que seleccionamos dos
ejercicios, mientras que en los estudios de Dorgo se incluyeron de seis a
nueve ejercicios para los principales grupos musculares (Dorgo et al.,
2009a; 2009b). Finalmente, una variable muy influyente es la experiencia
de los sujetos, ya que las mejoras observadas son más pronunciadas en
sujetos con poca experiencia en entrenamiento de fuerza, como es el
caso del estudio de Vetter y Dorgo (2009), en el que 10 deportistas de
danza con poca o ninguna experiencia en entrenamiento de fuerza
obtuvo mejoras significativas en la prueba de 1RM para press de banca y
pull-down, con incrementos de 8.5% y 3.3%, respectivamente. En el
estudio actual, el grupo MRT mostró un cambio de EE pequeño a
moderado en todas las variables,
Es importante señalar que el protocolo de repetición utilizado en este
estudio no se realizó hasta la falla concéntrica (esfuerzo percibido de 8 en la
escala 0-10). Previamente se sugirió que la ejecución hasta falla concéntrica es
una condición esencial para promover adaptaciones en sujetos entrenados
(Nóbrega y Libardi, 2016), aunque también se pueden encontrar algunas
discrepancias en la literatura (Davies et al., 2016). Cuando se usa una escala de
esfuerzo percibido de 0 a 10, un estudio reciente sugirió que la calificación 8
representa la capacidad del sujeto para completar aproximadamente dos
repeticiones más para completar el fracaso (Zourdos et al., 2016). Es probable
que con sujetos entrenados se necesiten repeticiones para completar el fallo
(calificación percibida de 10) para lograr cambios significativos en la fuerza y
resistencia muscular y también que se solicite a los sujetos retroalimentación del
esfuerzo percibido durante la realización de una serie dada. Por lo tanto, es
posible que nuestro estudio no haya presentado un protocolo de intensidad lo
suficientemente alta como para provocar adaptaciones de fuerza y resistencia
de los sujetos entrenados con una calificación de esfuerzo percibido de 8.
347
El entrenamiento de resistencia con resistencia variable externa (por
ejemplo, bandas elásticas y cadenas) puede ser beneficioso para aumentar la
fuerza cuando se agrega a la resistencia externa convencional, por lo que permite
una adaptación a las curvas de fuerza humana (McMaster et al., 2009). Esta
situación se puede producir durante MRT. Se puede argumentar que si la
resistencia externa se aplica correctamente, con la intensidad adecuada
proporcionada por un compañero experimentado, variando de acuerdo con las
diferentes mecánicas de producción de fuerza en el rango de movimiento del
aprendiz, podría tener ventajas sobre el métodos de entrenamiento de resistencia
convencionales (entrenamiento de resistencia externo constante). En el presente
estudio, aunque los resultados no mostraron diferencias significativas entre las dos
modalidades, la ES fue mayor en MRT que en CT para todas las variables excepto
el número de repeticiones en pull-ups. Por lo tanto, MRT ofrece una herramienta
rentable, que no depende de la ubicación, para aumentar la aptitud muscular.
Estos hallazgos tienen implicaciones prácticas para los profesionales del fitness,
como los entrenadores personales, que ofrecen servicios de entrenamiento en el
hogar. Parece que la aptitud muscular de los clientes tanto entrenados como no
entrenados puede mejorarse utilizando MRT sin la necesidad de un costoso
equipo de fitness.
Comparando los resultados del presente estudio con estudios previos, podemos
esbozar ciertas limitaciones a tener en cuenta. Una limitación importante del presente estudio es
la duración de la intervención. Es posible que los protocolos de estudio futuros necesiten más de
8 semanas, especialmente cuando se trabaja con sujetos entrenados. Además, para esta
población, el volumen y la frecuencia de entrenamiento debe ser mayor. Otra limitación fue la
realización de repeticiones sin falla, mientras que la ejecución hasta la falla concéntrica es muy
recomendable para sujetos con experiencia en entrenamiento de resistencia. Además, una
limitación es la dependencia de MRT de la experiencia y la fuerza del compañero (entrenador)
que proporciona la resistencia externa. Falta de un compañero con las habilidades y el nivel de
fuerza adecuados para desafiar adecuadamente al alumno, Los efectos de MRT podrían
minimizarse, particularmente para sujetos entrenados. Sin embargo, los resultados nos permiten
concluir que MRT y CT pueden tener resultados estadísticamente similares cuando el volumen y
la intensidad son similares. Se necesita investigación futura para cuantificar la contribución del
compañero (entrenador) en la adaptación músculo-esquelética proporcionando carga de
resistencia, que podría ser ejecutada con estudios aplicando dinamómetros manuales para
determinar la resistencia externa aplicada. Además, los estudios futuros relacionados deberían
utilizar intervenciones de entrenamiento más largas (> 8 semanas) para sujetos entrenados y
monitorear el esfuerzo percibido de los sujetos para cada repetición hasta el fracaso total. Se
necesita investigación futura para cuantificar la contribución del compañero (entrenador) en la
adaptación músculo-esquelética proporcionando carga de resistencia, que podría ser ejecutada
con estudios aplicando dinamómetros manuales para determinar la resistencia externa aplicada.
Además, los estudios futuros relacionados deberían utilizar intervenciones de entrenamiento más
largas (> 8 semanas) para sujetos entrenados y monitorear el esfuerzo percibido de los sujetos
para cada repetición hasta el fracaso total. Se necesita investigación futura para cuantificar la
contribución del compañero (entrenador) en la adaptación músculo-esquelética proporcionando
carga de resistencia, que podría ser ejecutada con estudios aplicando dinamómetros manuales
para determinar la resistencia externa aplicada. Además, los estudios futuros relacionados deberían utilizar intervenciones
Conclusión
En conclusión, ninguna modalidad de entrenamiento mostró cambios
significativos en las variables de fuerza y resistencia muscular, pero el
análisis ES mostró tendencias de mejora. El ES fue más alto para MRT que
CT para el lat pulldown y similar para el press de banca, flexiones y pull-ups,
lo que sugiere que MRT puede ser una alternativa viable para el
entrenamiento personal en hombres entrenados de forma recreativa.
En conjunto, estos hallazgos proporcionan información
348
para entrenadores personales o fisioterapeutas, que podrían aplicar MRT como una
herramienta alternativa para mantener los niveles de fuerza máxima y resistencia
muscular en movimientos básicos de empujar y tirar. Los resultados sugieren que la
aplicación de MRT en hombres con experiencia en entrenamiento de fuerza puede
ser una herramienta viable. Esta información es relevante para los entrenadores
personales que imparten capacitaciones en lugares con falta de equipamiento o
incluso en función de las características de la población objetivo. Adicionalmente, un
estudio previo (Teixeira, 2013) señaló que la aceptación de la modalidad de MRT
entre los profesionales de los entrenadores personales fue entre “buena” y “muy
buena” para el 84% de los entrenadores y sus clientes. En consecuencia, MRT
puede ser una herramienta simple y efectiva para usar con clientes capacitados para
recreación.
Agradecimientos
Los procedimientos de intervención de capacitación y recolección de datos representados en el
manuscrito actual cumplen con las leyes vigentes del país en el que se realizaron. No se recibió
financiación para el estudio actual. Ningún conflicto de interés declarado por ninguno de los
autores.
Referencias
Colegio Americano de Medicina Deportiva (2008) Físico relacionado con la salud
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resistencia muscular
• MRT es una forma alternativa eficaz de entrenamiento de resistencia para
hombres entrenados de forma recreativa.
• MRT puede ser eficaz para mejorar la fuerza muscular y la
resistencia en hombres entrenados de forma recreativa.
• El MRT debe ser considerado como una forma alternativa de entrenamiento de
resistencia por parte de entrenadores personales y entrenadores.
Chulvi-Medrano y col. 349

BIOGRAFÍA DEL AUTOR Sandor DORGO

Iván CHULVI-MEDRANO Empleo
Empleo Departamento de Kinesiología. Universidad de Texas
Profesor asociado, Departamento de Didáctica en El Paso
General y Específica, Universidad de Alicante, La licenciatura

Alicante, España Doctorado, CSCS, D *

La licenciatura Intereses de investigación

Doctor; CSCS; NSCA-CPT Entrenamiento de resistencia, fuerza y acondicionamiento,

Intereses de investigación envejecimiento y ejercicio

Fisiología del entrenamiento de resistencia, fisiología del Email: sdorgo@utep.edu

ejercicio, ejercicio clínico

Email: ivan.chulvi@ua.es • Sandor Dorgo

Departamento de Kinesiología, Universidad de Texas en El Paso, 1851 Wiggins St.,
Tamara RIAL
El Paso, TX 79968, EE. UU.
Empleo
Director Instituto Internacional de Terapia Física
y Hipopresiva (España)
La licenciatura
Doctor
Intereses de investigación
Entrenamiento de resistencia; la salud de la mujer
Email: rialtamara@gmail.com
Juan Manuel CORTELL-TORMO
Empleo
Profesor de tiempo completo, Departamento de
Didáctica General y Específica. Universidad de
Alicante, España.
La licenciatura
Doctor
Intereses de investigación
Fuerza y acondicionamiento, medición y
evaluación.
Email: jm.cortell@ua.es

Yasser ALAKHDAR
Empleo
Catedrático de la Facultad de Fisioterapia de la
Universidad de Valencia, Valencia, España.

La licenciatura
Doctor
Intereses de investigación
Tendones y genética. ultrasonido y cambios
musculares.
Email: yasser@uv.es
Empleo Caue V. La Scala
Teixeira
Profesora de la Facultad de Educación Física del
Praia Grande College y Coordinadora del
Laboratorio de Evaluación Física del Condado de
Santos, Brasil.
La licenciatura
MSc
Intereses de investigación
Entrenamiento de resistencia; entrenamiento funcional
Email: contato@caueteixeira.com.br
Laura MASIÁ-TORTOSA
Empleo
Centro de bienestar Benestar
La licenciatura
MSc
Intereses de investigación
Fisiología del entrenamiento de resistencia, fisiología del
ejercicio
Email: lauramasiatortosa@gmail.com