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RESUMEN

El contrato de matrimonio tiene por objeto regir la vida patrimonial de las


personas casadas y tiene por finalidad establecer las regulaciones el genimen
de sus bienes durante el matrimonio y la suerte de dichos bienes a la disolución
del matrimonio

Los efectos del matrimonio solo se producen a partir del día de la celebración
del mismo y dicho efecto solo permanece mientras dure el matrimonio. Sus
efectos se detienen

1- al ponerle fin a la relación contractual matrimonial

2- por nulidad

3-por caducidad

Al ponerle fin al matrimonio se mantienen las reglas de la liquidación y partición


de la comunidad matrimonial.

Durante la duración del matrimonio este se rige por dos reglas

1- la libertad de las conversaciones matrimoniales

2- la inmutabilidad de las conversaciones matrimoniales

La libertad de las convenciones matrimoniales consiste en la facultad conferida


a los futuros esposo de escoger libremente el régimen matrimonial de su
agrado

Las tres tensiones que por razones de orden público el artículo 1187 prohíbe a
los futuros cónyuges contar un contrato de matrimonio contrario a las buenas
costumbres. E igualmente el artículo 1389 del mismo código prohíbe todo
convenio que tenga por finalidad alterar el orden legal de las sucesiones ya sea
con preferencia asimismo en la sucesión de sus hijos o descendientes o más
bien ya sea con relación a los hijos entre sí y con excepción de las donaciones
entre vivos o testamentarias que les están permitidas en las formas y en los
casos determinados por el código civil.

El artículo 1390 del mismo código les prohíbe adoptar como régimen
matrimonial uno que se regula por una ley extranjera

En relación con el respeto a las reglas de orden público el artículo 221 del
código civil modificado con la ley 855 de 1978 que incluye el régimen de los
bienes reservados a la administración de la mujer prescribe que no le está
permitido a los futuros esposos modificar los poderes de la mujer sobre los
bienes reservadosEl consentimiento En lo que respecta al contrato de
matrimonio, el consentimiento está regulado por reglas semejantes a lis que
rigen a los demás contratos. En consecuencia, el consentimiento debe existir y
ser libre, esto es, exento de vicios.
En primer lugar, la existencia del consentimiento significa en que este debe set
expresado simultáneamente por todas las partes en el momento de la
formación del contrato, no solo por los futuros cónyuges, sino también por
todas las demás personas que intervienen en el contrato, como, por ejemplo,
los donantes.

En-segundo-lugar; la libertad del consentimiento significa que éste no debe


estar afectado de ningún vicio susceptible de invalidado. Para el caso se aplica
en la materia la teoría general del derecho común sobre los vicios del
consentimiento.

Capacidad. Resulta de los términos del art. 1398 del Código Civil que la ci
contrato de matrimonio esta en relación con el matrimonio. Esta regla se
resume diciendo que el hábil para es también hábil para convenir su contrato'
de matrimonio.

La aplicación de la regla no plantea ninguna dificultad cuando se trata de


personas mayores de 18 años, puesto que el Art. 56 de la Ley 659 sobre actos
del Estado Civil, del 17 de julio de 1944, tal como ha quedado después de su
modificación por la ley No. 4999, del 19 de septiembre de 1958 estatuye que
tales mayores 'pueden contraer matrimonio libremente sin tener que recabar el
consentimiento paterno".

En consecuencia, los mayores de 18 años poseen capacidad para concertar


libremente sus convenciones matrimoniales, sin ninguna necesidad de
asistencia o autorización.

Menores de 18 años de edad. En lo que respecta a estos menores la cuestión


se plantea de Otra manera, ya que el texto legal antes citado requiere que los
mismos para contraer matrimonio precisan del consentimiento de sus padres o
del padre sobreviviente. En caso de muerte de ambos padres o de que estos
se encuentren en imposibilidad de. otorgar su consentimiento, este será dado
por los abuelos. Si hay disentimiento entre el abuelo y la abuela de la misma
línea, bastará el consentimiento del abuelo. Si el consentimiento se produce
entre las dos líneas el empate equivale a consentimiento.

Solemnidad. El Art. 1394 del Código Civil atribuye un carácter solemne al


contrato de matrimonio, cuando establece que todas "las convenciones
matrimoniales deberán extenderse antes del matrimonio, por acto ante notario.

De acuerdo con las disposiciones del Art. 32 de la ley No. 301 de 1964, sobre
el Notariado, basta con la presencia de un solo notario sin testigos
instrumentales.

Se requiere la presencia y el consentimiento de todas las partes, incluso de los


donantes y de aquellos cuyo consentimiento es necesario para la validez del
matrimonio.
Es sabido que las partes y demás personas pueden hacerse representar
mediante procuración auténtica que contenga todas las cláusulas del contrato.

En el acta redactada al efecto se hará constar que-el notario dio lectura a la


última parte de los arts. 1391 y 1394 del Código Civil, y que entregó a los
futuro cónyuges una certificación de haber consentido contrato de matrimonio,
la cual certificación deberán entregar al Oficial del Estado Civil que celebrará el
matrimonio, antes de la ceremonia.

El notario dará lectura en voz alta al contrato y después que las partes hayan
manifestado su conformidad con el mismo, lo firmaran conjuntamente con el
notario.

Carácter de la nulidad. El legislador no ha precisado el carácter absoluto o


relativo de la nulidad que afecta la inobservancia de los requisitos de fondo y
de forma del contrato de matrimonió.

Basándose en el carácter de pacto de familia que se le atribuye a las


convenciones matrimoniales y en el principio de la inmutabilidad del contrato de
matrimonio, la jurisprudencia se ha pronunciado a favor de la nulidad absoluta,
por estimar que el convenio matrimonial interesa no solo a los futuros esposos
sino también a la familia y a lo terceros que contraten con los cónyuges, por lo
cual no se puede dejar exclusivamente en manos de éstos la suerte del
convenio matrimonial.

Del carácter atribuido a la nulidad del Contrato de matrimonio resulta-que ésta \


puede ser invocada por cualquier interesado y que prescribe e los veinte años.

Causas. El contrato de matrimonio está destinado a regir la vida k patrimonial


de personas casadas, de manera que si no se celebra e) matrimonio para el
cual había sido concertado, este quede afectado de caducidad.

Pero, no es solo la falta de celebración del matrimonio la única causa de


caducidad de las convenciones matrimoniales; sino que este vicio las alerta
también cuando es nulo el matrimonio celebrado.

Cuando se trata de la nulidad de un matrimonio putativo porque los dos


cónyuges o uno de ellos eran de buena fe, estos pueden alegar algunos
efectos, de su matrimonio que producirá sus efectos hasta el pronunciamiento
de la nulidad.

El contrato de matrimonio, instrumento mediante el cual los futuros esposos


regulan las relaciones patrimoniales que les regirán durante el matrimonio y así
mismo determinará el destino de sus bienes en el curso de la unión conyugal y
a la disolución de ésta, necesita ser publicado para conocimiento: de los
terceros, especialmente por aquellos que puedan crear y mantener relaciones
jurídicas con los esposos.
Procedimiento de publicidad. Los Arts. 75 y 1394 ambos del Código Civil, y el
59, inciso 2.B, de la ley 259, sobre Actos del Estado Civil, prescriben el
procedimiento a seguir para efectuar la publicidad del contrato de Matrimonio.

El procedimiento se desarrolla de la manera siguiente: el notario ante quien se


otorgue el contrato de matrimonio expedirá a los futuros esposos en el
momento de la perfección del contrato, libre de gastos, una certificación en la
cual conste los nombres y demás cualidades de los contrayentes, así corno sus
domicilios y fecha del contrato, y también la mención de haber advertido a los
interesados entregar esa certificación al oficial del Estado Civil antes de la
celebración del contrato de Matrimonio. (Art. 1394 del Código Civil).

Los redactores del Código Civil Francés de 1804, luego traducido y adoptado
por nuestro legislador en 1884, instituyeron una serie de regímenes
matrimoniales que dividieron en dos grandes grupos en base al derecho de
propiedad de los esposos sobre los bienes: el grupo de los regímenes de
comunidad y el grupo de los regímenes de separación.

El primer grupo comprende el régimen de la comunidad de muebles y


gananciales, el régimen dé la comunidad de gananciales y el régimen de la
comunidad universal. El segundo grupo engloba el régimen de separación de
bienes, el régimen sin comunidad y el régimen dotal, este ultimo prácticamente
sin ninguna aplicación en nuestro derecho.

GENERALIDADES

El profesor Josserand le atribuye gran importancia a ese estatuto porque


influye en toda la vida jurídica de los esposos, domina las relaciones entre los
cónyuges como con los terceros; rige el crédito y los poderes del marido y la
capacidad y poderes del marido y la capacidad y poderes de la mujer.

El legislador ha dejado a los futuros esposos el escoger su régimen


matrimonial, consagrando en el artículo 1387 del Código Civil el principio de la
libertad de las convenciones matrimoniales, la más amplia libertad en ese
sentido -con escasas restricciones por respeto al orden público y las buenas
costumbres.

No obstante esa libertad, los re actores del Código Civil reglan una serie de
regímenes matrimoniales con el propósito de facilitar a los futuros cónyuges su
tarea de elección.

Los regímenes reglamentados por el Código Civil han sido calificados en dos
grupos:

1) Los regímenes de comunidad; y

2) Los regímenes de separación.


Los regímenes de comunidad. Estos regímenes se caracterizan por la
existencia de una masa común de bienes, y comprenden:

1) El régimen de la comunidad de muebles y gananciales;

2) El régimen de la comunidad reducida a los gananciales;

3) El régimen de la comunidad universal.

Las reglas que rigen estos regímenes son las mismas para los tres tipos, salvo
en lo que refiere a la composición de los bienes comunes, razón por la cual se
les estudia en conjunto y muchas veces se le trata como si fuera un solo
régimen.

Los regímenes de separación. Estos regímenes se caracterizan por la ausencia


de una masa común de bienes entre los cónyuges, y comprenden:

1) El régimen de la separación de bienes

2) El régimen sin comunidad

La distribución de los bienes entre. Las tres masas puede ser el resultado de la
voluntad de los esposos que convienen en el contrato del matrimonio la forma
en que serán distribuidos sus bienes El principio de la libertad de las
convenciones matrimoniales faculta a los futuros esposos para distribuir sus
bienes en el sentido que juzguen más conveniente a su interés y al de la familia
que se disponen crear. En este caso la distribución de los bienes tiene un
carácter convencional.

Presunción de comunidad, El art. 1402 del Código Civil establece la presunción


de que son comunes todos los bienes de los esposos casados bajo el: régimen
de la comunidad de muebles y gananciales, salvo prueba en contrario. El texto
solo se refiere a los inmuebles porque en este régimen casi todos los muebles
son comunes, pero como por excepción algunos muebles son propios la
jurisprudencia les extiende la presunción. El Art. 1499 del Código Civil que
establece la presunción para el régimen de la comunidad reducida a los
gananciales, incluye en esta oportunidad a los muebles, porque en este
régimen muchos muebles son propios.

Segunda clasificación

1) Muebles presentes

2) Muebles futuros

3) Inmuebles futuros adquiridos a título oneroso. .

Los bienes presentes y bienes futuros. Los bienes presentes son aquellos de
los cuales los cónyuges eran propietarios en el momento de la celebración del
matrimonio.
Los bienes futuros son los adquiridos por los esposos en el curso del
matrimonio, a cualquier título que sea.

Activo común. En el régimen de la comunidad reducida a los gananciales, el


activo común está constituido por todos los gananciales. Por gananciales hay
que entender todos los bienes muebles e inmuebles corporales o incorporales
adquiridos a título oneroso en el curso del matrimonio. Esos biches pueden
clasificarse en tres categorías:

1) Produce de la actividad de los esposos

2) Frutos del ros bienes propios de los esposos-.

3) Bienes adquiridos a título oneroso durante el matrimonio.

La comunidad universal es una cláusula que los futuros cónyuge pueden


introducir en su contrato de matrimonio, mediante la cual convienen poner en
comunidad todos sus-bienes, tanto muebles como inmuebles, presentes y
futuros, o solamente sus bienes presentes, o solamente sus bienes futuros.

El principio de la libertad de las convenciones matrimoniales permite a los


futuros esposos pactar su contrato de matrimonio libremente, pero sin
contravenir las restricciones establecidas en los artículos 1387, 1388, 1389 y
1390 del Código Civil.

Esas modificaciones se encuentran enumeradas en el art. 1497 señalado


Código y son las siguientes:

1° que la comunidad no comprenderá sino los gananciales; 2° que el mobiliario


presente o futuro no entrará en ella sino por una parte; 3° que se comprenderá
en ella todo o parte de los inmuebles presentes o futuros, en los cuales se
seguirán las mismas reglas que para los bienes muebles; 4° que los esposos
pagarán separadamente sus deudas anteriores al matrimonio; 5° que en
caso .de renuncia, pueda la mujer volver a tomar la integridad de los que
aportó; 60 que tenga el- superviviente una mejora; 7° que lo esposos tendrán
porciones desiguales; 8° que habrá entre ellos comunidad a título universal.

E una regla general del régimen de la 'comunidad de muebles y gananciales


(régimen legal), que son comunes todos los Muebles presentes y futuros
pertenecientes a los esposos, es decir aquellos de que son propietarios en el
momento de la celebración del matrimonio, y. los que adquieran a cualquier
título que sea en el curso del matrimonio, mientras que con respecto a los
inmuebles sólo son comunes los adquiridos a título oneroso durante el
matrimonio. En el régimen de la comunidad de gananciales los bienes comunes
están limitados a los muebles e inmuebles adquiridos a título oneroso en el
curso del matrimonio.

Muebles propios por su naturaleza. Según expone el profesor Luís Josserand


(ob. cit. pág. 28, Nos. 32 y sgs.), esta categoría comprende tanto en el régimen
legal como en el de gananciales, los muebles corporales que por estar
afectados al uso personal del esposo propietario de los mismos, se justifica que
sean propios de éste.

Entre los numerosos muebles de este tipo, se incluyen los vestidos del uso
personal de los esposos, ciertas alhajas que sean recuerdos de familia, los
instrumentos de trabajo, los muebles que sirvan para e] ejercicio de-la
profesión de uno de los esposos.

Principio. se ha expuesto en los regímenes de comunidad son comunes los


inmuebles adquiridos por los esposos a título oneroso en el curso del
matrimonio. Esa regla sufre excepción en los casos que se indican a
continuación.

Inmueble adquirido por conveniencia familia. El artículo 1406 del Código Civil
estatuye que: "el inmueble abandonado o cedido por el padre, madre u otro
ascendiente, a uno de los esposos ya sea para satisfacer por lo que él le debe,
o bien con la carga de pagar las deudas del donante a persona extrañas, no
entran en comunidad salvo recompensa o indemnización."

Caso de permuta. El art. 1407 del Código Civil establece que inmueble
adquirido durante el matrimonio en cambio de un inmueble que pertenecía a
uno de los esposos, no ingresa a la comunidad, sino que conserva el carácter
de bien propio y ocupa el lugar del bien enajenado. En caso de cambio la
subrogación real se opera derecho, porque resulta claramente de la operación.

El inmueble es propio en su totalidad, aún cuando el cambio se haya hecho


teniendo que pagar la comunidad una compensación por ser el nuevo inmueble
de un valor superior al dado en cambio del que era propio.

La reinversión es el procedimiento establecido por los 1433, 1434 y 1435 del


Código Civil para atribuir el carácter de propio al bien adquirido por uno de los
esposos con el precio de venta de uno de sus bienes propios o con el cobro de
un crédito propio. La finalidad es colocar el bien adquirido en lugar del bien
propio vendido, aquel será un bien propio en lugar de un bien común.

La reinversión o inversión es facultativa cuando ninguna de las cláusulas del


contrato de matrimonio le impone al marido la obligación de invertir los bienes
propios de la mujer. Cuando existe una cláusula de tal naturaleza, la inversión
es obligatoria.

Por igual que lo bienes activos de los esposos que deben ser distribuidos en
tres masas que componen el régimen de comunidad, también deben ser
distribuidos los bienes pasivos. Esta distribución comprende tanto a las deudas
de que eran titulares los esposos al momento de la celebración del matrimonio,
como las contraídas en el Curso del mismo.

En fin, problema que suscita la distribución del pasivo conyugal se plantea en


un doble aspecto, pues no basta con determinar cuál de las masas es la que
debe soportar la deuda, sino también dilucidar sobre cuales bienes pueden los
acreedores cobrar sus créditos. Es el problema de la contribución a la deuda de
la obligación por la deuda.

PASIVO COMÚN PRESENTE

El pasiva común presente está constituido por las deudas de que son titulares
los esposos en el momento de la celebración del matrimonio. Para determinar
el régimen jurídico a que está sometido este pasivo, hay que distinguir entre el
régimen de la comunidad de muebles y gananciales y el régimen de la
comunidad de gananciales.

Régimen de la comunidad de muebles y gananciales. E n este régimen la


distribución del pasivo común está regulado por el art. 1409 del Código Civil.

Al tenor del texto legal citado son comunes, en cuanto a la obligación y a la


contribución, las deudas mobiliarias, porque todo el activo mobiliario presente
ingresa a la comunidad.

Los acreedores comunes anteriores al matrimonio pueden así para el cobro de


sus créditos, embargar no solo los bienes del esposo que ha contratado con
ellos, sino también los bienes comunes.

PASIVO FUTURO

Deudas comunes.- pasivo común futuro está constituido por aquellas deudas
que ingresan a la comunidad después de la celebración del matrimonio. El
carácter común de tales deudas deriva de los amplios poderes confiados al
marido sobre los bienes comunes, de cuyos poderes resulta que solo el marido
puede obligar tales bienes.

PODERES DEL MARIDO

Sobre bienes propios. El matrimonio no ejerce en principio, ninguna influencia


en cuanto a los poderes del marido sobre sus bienes propios, este continúa con
el ejercicio de todos sus poderes de administración, disfrute y disposición sobre
sus propios, sin embargo, se impone una reserva en lo que respecta al derecho
de disfrute, en razón de que la comunidad es titular de un derecho de usufructo
sobre los bienes propios de los esposos, al cual está sujeto el disfrute del
marido sobres sus propios, o dicho de otro modo, el disfrute lo ejerce el marido
por cuenta de la comunidad.

PODERES DE LA MUJER

Sobre los bienes comunes. Las reformas parciales que han recibido las reglas
relativas a los poderes de los esposos sobre los bienes del patrimonio
conyugal, permiten distinguir tres tipos de poderes de que es titular la mujer
sobre los bienes comunes: poderes de representación, poderes de control y
poderes directos.
Poderes de representación. Resulta de los términos del art. 1420 del Codigo
Civil el marido puede otorgar a la mujer poder general o especial, para
representarlo en la administración de los bienes comunes. Cuando la mujer
actúa en representación del marido, compromete los bienes comunes y los
bienes propios del marido, pero no los suyos,

Por otra parte, el "art. 1427 del mismo cuerpo legal, faculta a la mujer para
obtener autorización judicial a fin de cumplir cualquier acto sobre los bienes
comunes, en caso de ausencia del marido o si este se encuentra imposibilitado
de manifestar su voluntad.

Sunción. La inobservancia de las formalidades de publicidad antes ex-puestas


conduce a que el juez no pueda fallar válidamente sino después de transcurrido
un mes del cumplimiento de las formalidades de publicidad.

Derechos de los acreedores del marido. El art. 1447 del Código Civil faculta a
los acreedores del marido para intervenir en el proceso de separación judicial
de bienes y el art. 871 del Código de procedimiento les permite "requerir al
abogado de la mujer, por acto de abogado, la comunicación de la demanda y
de los documentos quela justifican.

En efecto, el párrafo IV del art. 215 del Código Civil, tal como ha quedado
después de la promulgación de la ley No. 855 de 1978; dispone que ninguno de
los esposos puede, sin el consentimiento del otro, disponer de los derechos
sobre los cuales esté asegurado la vivienda de la familia, ni de los muebles que
la guarnecen.

Resulta de los términos de esa disposición que para disponer de los bienes que
enuncia se precisa el consentimiento de ambos cónyuges.

El art. 25 de la Ley 1306-bis tiende a proteger los intereses de la mujer y le


permite impugnar todos los actos de enajenación de inmuebles hechos por el
marido con posterioridad a la demanda de divorcio (B. J. No. 504, julio de 1952,
pág. 1374).

8.- Cuando los cónyuges están casados bajo el régimen de la comunidad legal
y la esposa no tiene fuente de ingresos que les sean propias, debe presumirse,
en principio, la solvencia de la comunidad, debiendo el marido para, al servicio
de la provisión solicitada, hacer la prueba contraria.

Poderes de la mujer sobre sus bienes propios.- En razón del derecho de


usufructo de que goza la comunidad sobre los bienes propios de los esposos,
la mujer no puede disponer por sí sola del pleno dominio de sus bienes propios,
para ello necesitaría del consentimiento del marido en su calidad de
usufructuario de los bienes propios de la mujer por cuenta de la comunidad. La
mujer podría enajenar por sí sola exclusivamente la nuda propiedad de sus
bienes propios.
Sobre los bienes reservados.- El art. 221 del Código Civil, modificado por la ley
No. 855 de 1978, define los bienes reservados a la administración a la mujer,
como aquellos que ella adquiere en el curso del matrimonio con el producto de
su trabajo personal y de las economías que de éste provengan. Como tales
constituyen una categoría de bienes comunes que el legislador ha extraído a
los poderes del marido para entregar a la mujer todos los poderes dé
administración, disfrute y disposición.

DISOLUCION DE LA COMUNIDAD

Causas.- Las causas que tiene por efecto provocar la disolución de la


comunidad se clasifican en dos grupos: el primero pone fin a la comunidad a
consecuencia de la terminación del matrimonio. Este acontecimiento se
produce en los siguientes casos:

1ro.) Fallecimiento de uno de los esposos.

2ro.) Divorcio, incluso por mutuo consentimiento

3ro) Pronunciamiento de la nulidad de un matrimonio putativo.

El segundo grupo comprende:

1ro.). La ausencia de uno de los esposos

2do.) La separación judicial de bienes

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