Capítulo 4.
YACIMIENTOS MAGMÁTICOS
La clasificación de los procesos de diferenciación magmática.
durante los cuales se forman los yacimientos.,
es la base de la clasificación genética de estos últimos,
ESQUEMA GENERAL
DE LA FORMACIÓN Y SUBDIVISIÓN
Los yacimientos magmáticos se for­
man en el proceso de diferenciación del
magma metalífero directamente de la
fusión de composición ultrabásica, básica
o alcalina. Al enfriarse tal fusión, la
acumulación de minerales formadores de
menas puede transcurrir de tres modos:
En primer lugar, el magma de mineral
y silicato, al enfriarse se divide en dos
líquidos inmiscibles—de mineral y de
silicato—cuya cristalización por separa­
do conduce al aislamiento de los yaci­
mientos magmáticos de lucoación.
En segundo lugar, en los magmas de
silicato, los metales pueden entrar en la
composición de los minerales de cristali­
zación temprana, concentrarse en ellos
antes de la solidificación completa del
resto de la fusión y formar yacimientos
magmáticos tempranos (de segregación
y de acumulación).
En tercer lugar, en tales magmas de
silicato, que contienen, por lo visto,
una cantidad elevada de compuestos
volátiles, los metales y sus óxidos se
cristalizan a temperaturas más bajas,
después de solidificarse la masa princi­
pa] de los silicatos petrógenos del resto
de la fusión. Además, se forman yaci­
mientos magmáticos tardíos (histeromag-
máticos, o tusivos). No se consideran
aquí los yacimientos efusivos magmáticos
A. Zavaritsky 1926
muy raros, tales como los flujos de azufre
nativo o de lava magnetítica.
De este modo, los yacimientos del gru-;
po magmático se subdividen en tres
clases: 1) de Licuación, 2) magmática
temprana, 3) magmática tardía. Entre
los yacimientos magmáticos los más gran­
des son los de titanomagnetita, apatito-
magnetita, de cobre y níquel cromita,
platinoides, diamantes, algunos elemen­
tos raros (Nb, Ta, Zr y Hf), tierras raras,
apatita y grafito.
Las principales obras acerca de la geo­
logía de los yacimientos magmáticos
pertenecen a L. Wager, M. Godlevsky,
G. Gorbunov, A. Zavaritsky, V. Kotul-
sky. I. Mályshev. N. Pávlov, V. Sóbolev,
G. Sokolov, J. Vogt, J. Hawley, etc.
CONDICIONES FÍSICO-QUÍMICAS
DE FORMACIÓN
La principal fuente de elementos for­
madores de menas de los yacimientos
magmáticos era la sustancia profunda
del magma subcortical. Pero dichos ele­
mentos se formaban en un amplio inter­
valo de profundidades y presiones, desde
muy grandes, correspondientes a los
campos de estabilidad del diamante y el
piropo a la profundidad de 150 km, hasta
superficiales, correspondientes a la for­
mación de yacimientos magmáticos de
sulfuro de cobre y níquel de Norilsk, a la
profundidad de 1 km. La presión nece­

saria para la formación de diamantes
alcanza 50 kb.
Para distintos yacimientos de este
grupo la temperatura de formación tam­
bién varía desde 1500°, correspondiente
a las condiciones experimentales de ob­
tención de diamantes, hasta 300° C,
con la que se separaban los sulfuros for-
madores de menas de ciertos yacimien­
tos magmáticos (A. Betejtin).
La diferencia de temperaturas desde el
comienzo hasta el final de la formación
magmática de menas pudo ser bastante
grande. Así, según las investigaciones de
J. Vogt, los metales sulfurosos sólo son
solubles a una temperatura superior a
1500°C. Por eso en el magma sulfuroso de
silicato que se encuentra en estado de
enfriamiento, a una temperatura próxi­
ma a 1500° C, o sea, mucho antes de
su cristalización (de 900 a 1200° C), se
produce una división de la fusión en dos
líquidos inmiscibles (licuación). Proba­
blemente la temperatura de licuación de
tal magma varía en función de las par­
ticularidades de su composición, pero en
cualesquiera condiciones la licuación se
produce antes de que se solidifique la
fusión. Sin embargo, la temperatura de
separación de los sulfuros es mucho más
baja. Según señala M. Godlevski, los
sulfuros de Norilsk se cristalizaron des­
pués de la desintegración de la titano-
magnetita que, según P. Ramdohr, ocu­
rrió a la temperatura de 600—700° C.
Más aún, A. Betejtin considera que la
temperatura de precipitación de cierta
parte de los sulfuros disminuye hasta
300° y, según los datos de V. Vasilenko,
la temperatura de decrepitación de la
pirrotita de algunos yacimientos dismi­
nuye hasta 200° C.
Según las investigaciones de la intru­
sión metalífera de gabro de Skaergaard
en Groenlandia, el contenido inicial de
azufre en el magma era próximo a 0,005 %.
El líquido rico en sulfuro cuproso em­
pezó a separarse del magma de silicato
cuando el contenido de azufre en éste
era de 0,01%, y el de cobre, de 0,02%.
A medida que se solidificaba la parte de
silicato de la fusión, en el proceso de
fraccionamiento aumentaba el conteni­
7-0247
Yacimientos magmáticos 97
do de cobre y azufre en la fusión de sul­
furo, decreciendo el contenido de níquel,
ya que este último entra en la red cris­
talina de los minerales petrógenos
(fig. 35). La evolución del sistema “sili­
cato + óxidos — sulfuros” que conside­
ra estas particularidades de la formación
de minerales diseminados en el cuerpo
intrusivo exfoliado de Skaergaard, se
ofrece en la fig. 36. De esta figura se de­
duce que hasta con un contenido muy bajo
de sulfuros, a medida que disminuye la
temperatura (de la fusión sulfurosa de
silicato, ésta se divide en dos partes: la
de sulfuro y la de silicato (punto P).
En lo sucesivo, a medida que los silica­
tos se precipitan en forma de fase sólida,
el sistema se convierte en una fusión sul­
furosa con los silicatos disueltos en ella,
los cuales constituyen un 10% de la can­
tidad de sulfuros a la temperatura de
licuación, y no más de varias unidades
de porcentaje a la temperatura de cerca de
700° G (puntos Q y R). De este líquido,
fundamentalmente sulfuroso, se preci­
pitan los sulfuros, los silicatos y los
óxidos en condiciones próximas a la
eutéctica.
Los principales factores geoquímicos
que influyen sobre la licuación de la
fusión sulfurosa en el magma son: 1) la
concentración de azufre; 2) la composi­
ción general del magma de silicato,
sobre todo su contenido de hierro, manga­
neso y silicio; 3) el contenido de elemen­
tos calcofilos en la fase líquida de silica­
to. La importancia de estos factores pue­
de demostrarse a base del papel que de­
sempeña el hierro. Se ha establecido que
la presencia de hierro en la fusión de sili­
cato eleva en decenas de veces la solu­
bilidad de los sulfuros. Por eso, cuando
el hierro es débilmente asimilado por los
silicatos sujetos a cristalización, aumenta
su cantidad absoluta al enfriarse la fu­
sión, se separa una pequeña parte de la
fusión sulfurosa y no se forman grandes
yacimientos (Skaergaard). Al contra­
rio, cuando el hierro se combina con el
olivino expuesto a cristalización y dis­
minuye su contenido absoluto en la
parte líquida del sistema, ocurre la sepa­
ración intensa de la fusión sulfurosa y se
98 Capitulo 4

FIG. 35. Variación del contenido de níquel, cobre y azufre en las rocas y en sus fusiones sincrónicas
en el proceso de fraccionamiento de los gabroides de Skaergaard. Según L. Wager y otros.
1, contenido de un elemento en la roca; AA, línea del contenido en la fusión primaria
2, ídem, en el líquido.

Sulfuros, en %
__ 1--------------
60
Silicatos y óxidos, en %
FIG. 36. Diagrama de cristalización de un sistema
binario con licuación, de acuerdo con el ejem­
plo de Skaergaard. Según L. Wager y otros
forman yacimientos (Norilsk). Cuando
la concentración de hierro en la fusión
disminuye dos veces, la solubilidad del
sulfuro ferroso baja cuatro veces, provo­
cándose la licuación de la fusión (F. Aná-
niev).
El azufre, como es sabido, posee distin­
ta afinidad química respecto a metales
diferentes. En los magmas con poco con­
tenido de azufre sólo se forma fusión de
sulfuro de cobre, con el que el azufre
es el más afín. El hierro en este caso se
conserva en la fusión, eleva su solubili­
dad y obstaculiza la formación de grandes
yacimientos, formándose tan sólo dise­
minaciones de calcopirita, comunes para
muchas rocas gabroides. En los magmas
de concentración elevada de azufre se
forma una fusión de hierro en cuya com­
posición entran, en forma de componen­
tes disueltos, sulfuros de cobre, de níquel
y de otros metales. En estas condiciones
pueden formarse grandes depósitos de
menas complejos de cobre y níquel.
Según los datos de G. Shamanski y
L. Klar (1973), investigadores del siste­
ma FeS—FeO—SiO—Na20, la acción
del oxígeno y el Na2O sobre el magma
también contribuye a la separación de la
fusión mineral.
Como impulso para la licuación de la
fusión de silicato y sulfuro puede servir
el hecho de que el magma comience a
asimilar las rocas laterales, lo cual pro­
voca la alteración del equilibrio quí­
mico. Durante la licuación, la parte
sulfurosa de la fusión se separa en forma
7*
de gotas las cuales, a causa de su mayor
densidad, comienzan a sumergirse en la
fusión viscosa de silicato en dirección
hacia el fondo del recipiente magmático.
Según el tiempo de enfriamiento de la
parte de silicato de la fusión, que en
cierto grado se halla relacionada con la
profundidad de la intrusión, la localiza­
ción de los cuerpos minerales sulfurosos
puede suceder de seis modos:
1. Durante el enfriamiento relativa­
mente rápido a poca profundidad, las
gotas sulfurosas separadas pueden no al­
canzar el fondo del cuerpo intrusivo y
al ser retenidas en el proceso de su presu­
rosa decristalización, forman depósitos
colgantes de menas diseminadas. Ade­
más, el mecanismo de cristalización por
gravedad se manifestará no sólo en la
disposición de tales zonas de menas di­
seminadas en el cuerpo intrusivo, sino
también en la estructura de cada uno de
los elementos diseminados formados al
solidificarse las gotas. Su parte inferior
está compuesta por pirrotita más pesada
(densidad de 4,6 a 4,7), y la superior,
por calcopirita más ligera (densidad de
4,1 a 4,3).
2. Durante el enfriamiento más lento,
la fusión sulfurosa puede concentrarse
en la parte inferior del cuerpo intrusivo,
formando depósitos de fondo de menas
diseminadas y continuas.
3. Durante la decristalización normal
del macizo intrusivo, antes de la solidi­
ficación de la fusión sulfurosa, una parte
de éste puede ser tectónicamente despla­
zada del fondo y de la parte central del
macizo a través de las fisuras y la estra­
tificación de las rocas subyacentes, for­
mándose filones de sulfuros y depósitos
estratificados.
ó. En el cuerpo del macizo pueden se­
pararse acumulaciones residuales de sul­
furos, cuyo enfriamiento lento en con­
diciones relativamente tranquilas de ac­
ción local de los mineralizadores que se
acumulan poco a poco, conduce a la for­
mación de stocks sulfurosos de silicato
pegmatoides macrocristalinos específicos.
5. Al licuarse el magma matalífero a
mayor profundidada, las fusiones de sili­
cato y de sulfuro pueden ser desplazadas

OI 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0
Olivino, en %
FIG. 37. Diagrama de cristalización de olivino-
cromifa. Según G. Sokolov
más o menos simultáneamente hacia los
sectores superiores de la corteza terres­
tre, formando aquí yacimientos estra­
tificados. A tal conclusión llegaron
V. Kotulski y otros, que prestaron aten­
ción en el hecho de que los volúmenes
pequeños de los cuerpos intrusivos de
algunos yacimientos magmáticos de sul-
furos no corresponden a las dimensiones
relativamente grandes de los depósitos
minerales.
6. Durante la licuación del magma
mineralizado a profundidades tan gran­
des, pero cuando el proceso transcurre
aún más lentamente, al principio puede
ser inyectada la fusión de silicato, y des­
pués de su decristalización, de la profun­
didad puede penetrar la fusión sulfurosa
de silicato, formándose cuerpos minera­
les epigenéticos transversales. Esto lo de­
muestra la relación entre los cuerpos
minerales de sulfuro en los yacimientos
de Sudbury de Canadá.
Las condiciones físico-químicas de for­
mación de los yacimientos magmáticos
tempranos y tardíos han sido menos in­
vestigadas. Tan sólo pueden mencionarse
los artículos con la descripción de los
resultados de los estudios del sistema
TiO2—Fe2O3—FeO en relación con la
cristalización de la magnetita, la he-
matita, la ilmenita y el rutilo, así como
el modelo anquieutéctico de la crista­
lización de la cromita en el magma ul-
trabásico, propuesto por G. Sokolov.
Partiendo de la temperatura de fusión
del olivino (cerca de 1800° C) y de la
cromita (cerca de 1900° C), así como del
punto calculado de la eutéctica de crista­
lización de estos minerales, que corres­
ponde aproximadamente al 20% de olivino
y al 80% de cromita, él mismo propuso
el diagrama de cristalización de la cro­
mita en una fusión ultrabásica (fig. 37).
La temperatura eutéctica de 1000° C
fue adoptada convencionalmente y por lo
visto ha de ser superior a la de deshidrata-
ción de la clorita (600° G). En la parte
derecha del diagrama, es decir, en la
zona de la fusión rica en cromo, G. Soko­
lov designa un sector de líquidos inmis­
cibles, o de licuación local de la fusión
de cromita de la fusión de silicato, que
se caracteriza por la segregación de gotas
de cromita en dicha fusión, las cuales
se convierten posteriormente en nodulos
de cromita en la dunita.
Gomo segundo ejemplo pueden servir
las investigaciones del sistema FexOv—
—Ca5F(PO4)3;—Na2O-2,7SiO2 efectua­
das por R. Fischer; él contorneó la zona
de líquidos inmiscibles que comienza
en la parte de “fosfato—silicato” y se
extiende hacia los óxidos superiores de
hierro.
Gomo tercer ejemplo puede servir el
análisis termodinámico de la dependen­
cia funcional entre la cantidad de Mg
y Fe2+ en las cromitas y los olivinos
coexistentes, realizado por E. Jackson,
quien demostró que estos dos principales
minerales de las menas magmáticas de
cromitas constituyen una asociación de
equilibrio.
A base de las observaciones de campo
y el estudio microscópico de las menas
fue establecido que sólo una parte in­
significante de minerales metálicos se
acumulan en los schlieren de los yaci­
mientos magmáticos tempranos. Su mayor
parte se concentra en la fusión mineral
residual que se solidifica después de
decristalizarse una gran masa de silica-
 Yacimientos magmáticos 101

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2 3
FIG. 38. Esquema idealizado de formación de
tos magmáticos tardíos en las rocas plutónicas.
1, estadio temprano, con la separación de crista­
les de silicatos;
2, estadio siguiente, con la separación de mine­
rales ferromagnesianos y su deposición en el
fondo;
3, penetración de la fusión mineral hacia abajo;
4
depósitos concordantes y transversales de yacimien-
Según A. Bateman.
4, emergencia de los minerales de silicato me­
nos pesados y formación de depósitos concor­
dantes;
5, desplazamiento por presión (fitr-pressing) de
la fusión mineral y formación de depósitos
transversales

tos y que forma grandes yacimientos virtud de las tensiones tectónicas, pue­
magmáticos tardíos. La separación de den formarse cuerpos minerales transver­
la fusión mineral suele transcurrir se­ sales de inyección magmática tardía
gún el esquema de su fraccionamiento, (yacimientos heteromagmáticos de G. So­
aunque a veces en los magmas sobresatu­ kolov). El esquema de este proceso se
rados de metales dicha separación tam­ muestra en la fig. 38.
bién puede realizarse mediante la licua­ La composición de los yacimientos
ción parcial. magmáticos se halla relacionada, en cier­
En el proceso de fraccionamiento, las ta medida, con la de las rocas madres.
relaciones entre la fase sólida de crista­ Las cromitas están asociadas a las du-
les de silicato y la fase líquida que se nitas, es decir, a las rocas ricas en
enriquece gradualmente con compuestos magnesio; las titanomagnetitas, a las
volátiles y metales, por lo visto son bas­ piroxenitas, o sea, a las rocas ricas en
tante complicadas. Según la opinión hierro; la apatita y sus compuestos acom­
de varios investigadores, en el reservo- pañantes, a las rocas alcalinas de la ra­
río magmático mineralizado al princi­ ma apatítica rica en calcio. A. Betejtin
pio ocurre el enriquecimiento del sector y otros geólogos señalan que el macizo
del fondo con minerales ferromagnesia­ de rocas básicas de Nizhni Taguil, a
nos que poseen mayor densidad que las medida que las dunitas se convierten en
plagioclasas. La fusión mineral residual piroxenitas, disminuye el contenido de
que se acumula poco a poco también se óxido de cromo y de magnesio y aumenta
desplaza hacia abajo situándose más el contenido de hierro y titanio en los
arriba de las acumulaciones minerales granos de cromita.
ferromagnesianas que cubren el lecho de La mayoría de los yacimientos magmá­
la intrusión, mientras que los feldespatos ticos se encuentran entre macizos de
más ligeros y otros silicatos emergen rocas eruptivas diferenciadas y dotadas
formando la capa exterior del horizonte de una estructura bandeada. El grado
mineralizado. Al mismo tiempo pueden de tal diferenciación es variado. En
surgir depósitos minerales concordantes unos casos se'observan pasos graduales de
de intrusiones estratificadas (yacimien­ las bandas de una composición a las zo­
tos automagmáticos de G. Sokolov). Si nas de otra composición, como, por ejem­
la fusión mineral, antes de cristalizarse, plo, en los macizos de hiperbasitas de los
es exprimida a través de las fallas en Urales (fig. 39). En otros casos se for-
102 Capítulo 4

man intrusiones muy diferenciadas lla­

madas a veces intrusiones estratificadas.
Como ejemplo de éstas puede servir el
lopolito estratificado del complejo de Bush-
veld en Africa del Sur con yacimientos
magmáticos de cromita, titanomagneti-
ta y sulfuros platiníferos o el macizo
estratificado de rocas luijauriturtíticas
alcalinas con yacimientos magmáticos
de menas de elementos raros en la
URSS (fig. 40).
Un caso interesante de la intrusión
estratificada de Stillwater fue estudiado
por E. Jackson. El enriquecimiento
con cromita de esta intrusión fue de­
tectado en 13 horizontes que están
asociados a una zona ultramáfica de
1050 m de potencia. Cinco capas así fue­
ron detectadas a lo largo de 4,5 km y una
a lo largo de 9 km. El contenido total
de hierro en las cromitas disminuye re­
9454 gularmente desde 6 cationes por una
célula elemental en la parte interior de
la intrusión hasta 4,5 cationes en su par­
te media, volviendo a aumentar hasta
5,5 cationes en la parte superior.
Como buen ejemplo de intrusión estra­
tificada puede servir el macizo de Sa-
ranovsk en los Urales con 20 capas uni­
formes de cromita de 3 cm a 20 m de
potencia.
La separación bandeada de las rocas de
distinta composición, incluso de las ca­
pas de rocas mineralizadas, se debe al
problema complicado y muy discutible
de la diferenciación del magma antes
y después de su introducción. Hagamos
notar lo siguiente, sin entrar en los
detalles del estudio de este problema.
Pueden distinguirse dos tipos de dife­
FIG. 39. Esquema de paso de las dunitas a las renciación: por licuación y por cristali­
pendolitas y piroxenitas en los macizos de los
Urales (según los materiales de G. Sokolov). zación. En el primer caso las fusiones
I, zona de dunitas; magmáticas se aíslan antes de solidificar­
II, complejo bandeado de harzburgitas-dunitas; se, en el segundo, en el proceso de soli­
III, Iherzolitas-harzburgitas transitorias; dificación. En uno y en otro caso, debido
IV, zona de Iherzolitas;
V, zona de piroxenitas. a los pesos específicos diferentes de las
1, dunitas; fases líquidas y sólidas de la fusión, ocu­
2, harzburgitas; rre su diferenciación por gravedad. Esta
3, Iherzolitas; se complica a consecuencia de las reac­
4, piroxenitas
ciones de intercambio entre las fases se­
paradas, las corrientes de convección,
el movimiento irregular de las sustancias
diferenciadas en la cámara magmática,

la acción de las tensiones tectónicas, la
componente gaseosa, el proceso de asi­
milación y por otras causas concurren­
tes. Todos estos procesos secundarios,
sin embargo, no determinan el aspecto
fundamental de la estructuración de los
macizos diferenciados, sino que lo com­
plican en uno u otro grado.
La diferenciación magmática tanto del
tipo de licuación como del de cristaliza­
ción, puede ser primaria, o profunda, y
también secundaria, o producida donde se
enfrían las fusiones. Debido a esto exis­
ten cuatro hipótesis principales de la
formación de los cuerpos intrusivos ban­
deados que abrigan yacimientos magmáti­
cos: 1) la idea sobre la estratificación de
licuación del magma en la profundiad
y la inyección sucesiva por capas de las
fusiones de distinta composición en los
horizontes superiores de la corteza terres­
tre; 2) el punto de vista sobre la dife­
renciación de licuación o de cristaliza­
ción del magma en la profundidad y so­
bre la incorporación en un acto de tales
fusiones heterogéneas en la parte supe­
rior de la Tierra; 3) la idea acerca de la
FIG. 40. Esquema de la estructura geológica de uno de los sectores de un yacimiento magmático
estratificado. Según M. Zolotar.
1, urtita con murmanita y (oparita;
2, luijaurita loparítica;
3, luijaurita pobre en loparita;
4, luijaurita leucocrática;
Yacimientos magmáticos 103
diferenciación de licuación de los mag­
mas mineralizados en el lugar de la
formación de macizos con un desplaza­
miento diferencial de moléculas o de
minerales que se separan en la cámara
magmática; 4) además, existe un punto
de vista acerca del origen metasomático
de los macizos minerales bandeados.
La mayoría de los geólogos, no obstan­
te, consideran que los procesos metasomá-
ticos pueden ocultar en mayor o menor
grado la composición y estructura prima­
rias de los macizos, mas no pueden de­
terminar su estructura estratificada. Se­
gún las leyes de la petroquímica, en las
fusiones minerales residuales, produci­
das por diferenciación de licuación o de
cristlización, se acumula cierta canti­
dad de compuestos volátiles. Estos se
separan en las fases finales, es decir,
en las etapas de postcristalización de
evolución de la fusión magmática, depo­
sitando una parte de metales bastante
pequeña, por lo común en el cuerpo in­
trusivo, en los depósitos minerales, así
como en las rocas encajantes, alterán­
dolas muy poco, como regla.
5, foyarita;
6, sienita nefelínica aegirínica;
7, luijaurita con esfena
IV4 capitulo 4
V. Kotulsky traza una sucesión deter­
minada de la formación de tales vetillas
de postcristalización del tipo hidroter­
mal en los yacimientos magmáticos de
sulfuros.
Según sus observaciones, primero
se forman las vetillas de arseniuros
de cobalto y níquel, luego las de esfale-
rita, galena y, al fin, vetas de molib-
denita y wolframita. Es bastante signi­
ficativo el hecho de que todos ellos no
estén asociados a los minerales filonia-
nos. Una parte de la sustancia de dichas
vetillas pudo proceder de las fusiones
residuales, la otra pudo formarse a base
de la reagrupación de la sustancia pre­
sedimentada, incluida la de sulfuro.
Una alteración de las rocas encajan­
tes de aspecto hidrotermal se detecha en
los yacimientos de diferenciación de li­
cuación y de cristalización. Se presenta
en forma de un margen delgado de acti-
nolita, escapolita, antigorita, clorita,
sericita, serpentina y de otros minerales
de hidroxilo, así como en forma de cuar-
cificación y carbonatización débiles que
se presentan en los yacimientos magmá­
ticos de sulfuros y de óxidos.
La posición transversal de algunos
cuerpos minerales, el haberse formado una
parte de ellos mucho después de las ro­
cas madres, los indicios de una altera­
ción hidrotermal del medio ambiente,
todo esto contribuyó a que algunos geó­
logos hallan desmentido la génesis mag-
mática de los referidos yacimientos, cata­
logándolos como formaciones hidroter­
males postmagmáticas. Sin embargo, la
observación de la naturaleza de tales
yacimientos señala que los fenómenos
hidrotermales en ellos tuvieron lugar des­
pués de separarse la fusión mineral del
magma, que tenían un carácter postumo
y eran débiles; los mismos no caracteri­
zan la línea fundamental de la génesis
de los cuerpos minerales magmáticos,
sino que la complican en mayor o me­
nor grado en algunos lugares. Eso mismo
es confirmado por las vetillas de dunita,
píroxenita y otras rocas primarias que a
veces atraviesan los cuerpos de los
yacimientos magmáticos (A. Betejtin).
CONDICIONES GEOLÓGICAS
DE FORMACIÓN
Relación con las formaciones magmá-
ticas. Los cuerpos minerales de todas
las variedades de yacimientos magmáti­
cos se hallan dentro o en la periferia in­
mediata de los cuerpos intrusivos que
les han dado origen. Para estos últimos
son muy típicas las formas planas y la
presencia de la parte inferior cercana al
fondo (lopolitos, lacolitos planos, capas
intrusivas monoclínicas y rara vez di­
ques) y accesible para las investigaciones.
Los yacimientos magmáticos están
asociados a seis formaciones de rocas
magmáticas. Dos de ellas pertenecen a
los geosinclinales y cuatro a las plata­
formas.
Para las condiciones de geosinclinales
son típicas: 1) las formaciones de rocas
peridotíticas con yacimientos magmáti­
cos tempranos y tardíos de cromitas, así
como de algunos elementos del grupo del
platino (osmio, iridio); 2) las formaciones
de rocas de gabro-piroxenita-dunita fun­
damentalmente con yacimientos magmá­
ticos tardíos de titanomagnetita y de
otros elementos del grupo del platino
(platino, paladio). Estas formaciones
mineralizadas se desarrollaron exclusi­
vamente en los geosinclinales basalto-
filos que se caracterizan por un magmatis-
mo efusivo e intrusivo muy intenso y por
contener metales en la fase temprana de
su desarrollo.
Ambas formaciones y los yacimientos
asociados a ellas se originaron en el esta­
dio temprano propiamente geosinclinal
del desarrollo. Se nota la tendencia de
una formación más temprana de maci­
zos peridotíticos con cromitas y de otra
más tardía, de macizos de magma gabroi-
co con titanomagnetitas. Los cuerpos
intrusivos de las dos formaciones tien­
den a localizarse en las fallas tectónicas
que circundan los fosos geosinclinales,
constituyendo cadenas discontinuas de
macizos minerales alargados en forma
de fajas de cientos de kilómetros de lon­
gitud. Estos fueron decristalizados en
la parte inferior de la zona abisal duran­
te el paso a las condiciones abisales.

En las plataformas se originaron cua­
tro formaciones mitrerales: 1) de rocas
ultrabásicas y básicas con yacimientos
magmáticos sulfurosos de licuación de
menas de cobre y níquel; 2) de rocas ul­
trabásicas formadoras de diatremas de
kimberlita diamantífera; 3) de rocas ul­
trabásicas alcalinas con yacimientos mag­
máticos de carbonatitas; 4) de rocas al­
calinas con yacimientos magmáticos tar­
díos de menas de tierras raras, de tanta­
lio y niobio, así como de apatitas y de
menas magnetítico-apatíticas. Todas
estas formaciones y los yacimientos mag­
máticos asociados a ellas sólo se mani­
fiestan en las plataformas tectónica­
mente activadas. En sus sectores cón­
cavos tuvieron lugar intrusiones de rocas
ultrabásicas y básicas, a cuyos elementos
más diferenciados están asociados los
yacimientos de licuación de sulfuro de
cobre y níquel. En sus sectores promi­
nentes tuvieron lugar intrusiones de ro­
cas alcalinas y se formaron yacimientos
de tierras raras, tantalio y niobio. Ambas
formaciones se decristalizaron en condi-
diciones hipabisales. A lo largo de las
grandes fallas marginales e interiores de
las plataformas activadas penetraron cuer­
pos tubulares y en forma de diques de
porfiritas picríticas diamantíferas (kim-
berlitas) y de rocas ultrabásicas alcalinas
con carbonatitas. El magma ultrabási-
co de estas rocas es de origen ultraabisal,
pero se solidificó en la zona superficial.
Edad geológica. En el territorio de la
Unión Soviética se conocen grandes ya­
cimientos del proterozoico, caledoniano,
hercínico y mesozoico temprano que per­
tenecen a las seis formaciones magmá-
ticas antes mencionadas. Aún no se han
detectado grandes yacimientos magmáti­
cos del ciclo alpino en el territorio de
nuestro país.
Relación con otros grupos genéticos.
Los yacimientos magmáticos son origi­
nales por las condiciones de su surgimien­
to y forman un grupo aislado sin pasos
a los otros grupos genéticos de minerales.
yacimientos de licuación
Las formaciones magmáticas de licua­
ción más características son los yaci­
Yacimientos magmáticos 105
mientos de sulfuro de cobre y níquel
en rocas ultrabásicas y básicas. A tales
formaciones pertenece el grupo de No-
rilsk en el territorio de Krasnoyarsk,
Moncha-Tundra y y Pechenga en la pe­
nínsula de Kola, pequeños yacimientos
del macizo cristalino de Vorónezh en el
territorio de la URSS, yacimientos rela­
tivamente pequeños en Finlandia, Sue­
cia y Noruega, el yacimiento grande de
Sudbury y una serie de campos metalí­
feros y yacimientos más pequeños
Canadá (Tompson, Mystery Lake, etc.
EE.UU Alaska, Stillwater), Africa
del Sur (Insizwa), China (provincia de
Sechuán), Australia. No han sido del
todo aclaradas las particularidades de la
génesis del campo de Bushveld en Africa
del Sur, dentro de cuyos límites, al pa­
recer, pueden manifestarse yacimientos
de cobre, níquel y platino de origen de
licuación (el arrecife de Merensky).
Los yacimientos de licuación se en­
cuentran muy raras veces, lo cual es de­
terminado por las condiciones exclusivas
de su formación. Se forman solamente en
las plataformas, mas no en todas, sino en
las activadas tectónicamente. Dentro
de los límites de las áreas activadas de
las plataformas, tales yacimientos están
relacionados tan sólo con las intrusiones
hipabisales de los magmas gabroicos y
se localizan, las más de las veces, debido
a los macizos plenamente diferenciados
de estas rocas. Los yacimientos más gran­
des están ubicados en las plataformas an­
tiguas del precambriano y son condiciona­
dos por su activación tectónico-magmá-
tica durante las etapas orogénicas del
proterozoico (escudos Báltico y Cana­
diense), posiblemente, del caledoniano,
así como en el hercínico (plataforma
Siberiana).
Las rocas madres de estos yacimientos
son cuerpos intrusivos hipabisales de
composición gabroica, las cuales suelen
integrar el complejo de rocas magmáticas
que se desarrolla durante largo tiempo
(fig. 41). En el desarrollo de tales com­
plejos se distinguen tres estadios princi­
pales: 1) efusión de lavas y formación
de capas potentes de rocas de plataforma
vulcanógenas y también vulcanógeno-
106 Capítulo 4

FIG. 41. Esquema de la estructura geológica del campo metalífero de Pechenga. Según G. Gorbunov.
1, cuerpos intrusivos ultrabásicos y básicos; 5, calizas y cuarcitas dolomitizadas;
2, cuerpos intrusivos de gabrodioritas; 6, granitos microclínicos del arqueano;
3, rocas sedimentarias tufogénicas; 7, dislocación tectónica
4, diabasas efusivas;

FIG. 42. Esquema de la estructura geológica dei
1, rocas subyacentes laurentianas y del huroniano
inferior de la base;
2, noritas;
3, gabro;
sedimentarias; 2) penetración de intru­
siones minerales estratificadas y, en me­
nor grado, de intrusiones transversales;
3) penetración de diques principalmente
de composición básica. Además, los
cuerpos minerales a menudo se cristali­
zan después de penetrar los diques.
Los cuerpos intrusivos pueden ser di­
ferenciados y no diferenciados. Los pri­
meros tienen una estructura bandeada,
estando aisladas en la base las variedades
más básicas, y las más ácidas, en la par­
te alta de dichos cuerpos. A veces se en­
cuentran intrusiones con capas alterna­
das de materias diferenciadas más bási­
cas y más ácidas. Los miembros básicos
extremos de esas intrusiones pertenecen
a las peridotitas, a veces transformadas
en serpentinas, y los miembros ácidos
extremos, a las gabrodioritas. En la
ubicación de los macizos mineralizados
Yacimientos magmáticos 107
lopolito de Sudbury en Canadá. Según P. Coleman.
4, rocas suprayacentes (del techo) del huroniano
superior;
5, yacimientos de sulfuros;
6, dislocaciones tectónicas
de rocas eruptivas desempeñan un gran
papel las estructuras geológicas de sus
rocas encajantes. Para su localización
es favorable la combinación de dos ele
mentos tectónicos: las fallas grandes en
los bordes o dentro de las plataformas,
y los sinclinales de declive suave. El
magma sube por las fallas y, penetrando
en las charnelas de los sinclinales. forma
macizos intrusivos del tipo de lopolitos.
Así es la posición tectónica de los com­
plejos intrusivos primarios de la región
de Norilks, de los yacimientos de la pe­
nínsula de Kola, de Insizwa y de Sudbury
(fig. 42). Según las observaciones de
A. Vilensky y otros, en la región de
Norilsk, los más perspectivos para hallar
grandes yacimientos de menas de sul­
furo de cobre y níquel son los enormes
cuerpos intrusivos lopolitoides diferen­
ciados (de} más de 1000 m de potencia)
 108 Capítulo 4
FIG. 43. Diagrama principal de ubicación de los cuerpos minerales de los yacimientos de sulfuro de
cobre y níquel.
1, rocas subyacentes;
2, rocas suprayacenfes;
3, rocas encajantes;
a, diseminaciones colgantes;
de buzamiento suave de la rama alcali-
no-térrea de la diferenciación del mag­
ma basáltico con una pequeña aureola
de rocas de contacto alteradas, los cua­
les yacen “apantallados” por lavas o do-
leritas.
Los yacimientos industriales de sul­
furo se formaron a consecuencia de la
licuación en la profundidad. Posterior­
mente ese proceso se desarrolló por dos
vías: 1) durante la penetración simultá­
nea o sucesiva de las fusiones separadas
y el aislamiento de los yaicimientos de
sulfuro de tal magma heterogéneo (No-
rilsk); 2) durante la elevación inicial de
la fusión de silicato, la solidificación
de la roca eruptiva y la inyección ulte­
rior de la fusión de sulfuro (Sudbury y
Pechenga). En el proceso de diferencia­
ción de los magmas primarios, en el
lugar de su cristalización, por lo visto,
no se forman grandes yacimientos de
licuación.
Algunos investigadores consideran que
la sustancia de los yacimientos sulfuro­
sos de licuación pudiera redepositarse,
en mayor o menor cantidad, durante la
acción posterior de las fusiones de las
intrusiones más tardías, durante el meta-
b, depósitos de fondo;
c, menas brechadas de contacto;
d, filones
morfismo y la acción de las soluciones
de gas-líquido hidrotermales. Otros in­
vestigadores (G. Kullerud) le atribuyen
una gran importancia al proceso de sul-
furización, el cual se considera como la
acción que ejercen los sublimados del
azufre de la fusión sulfurosa separada
sobre las rocas incandescentes de silica­
to, con la formación de sulfuros secun­
darios o magma mineralizado secunda­
rio.
Los cuerpos minerales de los yacimien­
tos de licuación se hallan en el interior,
en la periferia o cerca de los cuerpos in­
trusivos primarios. Entre ellos se distin­
guen zonas singenéticas de menas di­
seminadas y cuerpos epigenéticos de me­
nas macizas y veteadas-dimesinadas. Se­
gún los indicios morfológicos, los cuer­
pos minerales se dividen en cuatro gru­
pos (fig. 43): 1) yacimientos “colgantes”
estratificados de menas diseminadas;
2) yacimientos estratificados y lenticu­
lares de menas de “schlieren” macizas
del fondo y menas veteadas y diseminadas
que penetran, en mayor o menor grado,
en las rocas subyacentes; 3) lentes y
cuerpos irregulares de menas brechadas
de contacto; 4) filones.
r
La posición geológica de los cuerpos
minerales depende de dos causas funda­
mentales: 1) de la fuerza de la gravedad
que condujo a la separación de la fusión
de sulfuro; 2) de las tensiones tectónicas
que desplazaron este compuesto por
completo o parcialmente a lo largo de los
elementos abiertos de la estructura geoló­
gica. Debido a la primera causa, las me­
nas de sulfuro tienden a la parte infe­
rior de los cuerpos intrusivos y pueden
acumularse solamente en los macizos
que tienen fondo. Entre los elementos
tectónicos que controlan la ubicación
de los cuerpos epigenéticos de sulfuro se
distinguen las zonas de trituración por
capas, que pasan a través de los contac­
tos de las rocas de distinta composición
y, en particular, a través de la zona de
contacto del cuerpo intrusivo primario y
sus rocas subyacentes, así como a través
de las fisuras tectónicas. Las zonas de
trituración tectónica por capas determi­
nan la localización de las menas estrati­
ficadas y las llamadas menas brechadas,
en tanto que las fisuras determinan la
posición de los filones. Entre las fisuras
tectónicas es característica la predominan­
cia de las deformaciones de desprendi­
miento que muy a menudo condicionan
la disyunción simple de los elementos
del macizo de rocas eruptivas que forman
la estructura de los filones en el cuerpo
intrusivo “resquebrajado por los cuatro
costados” (V. Kotulsky).
La composición mineral de las menas
magmáticas de los yacimientos sulfuro­
sos de cobre y níquel, en cuanto a los
minerales principales, es muy simple y
uniforme en todo el mundo. La misma
está determinada por la pirrotita, la
penthlandita y la calcopirita que a me­
nudo van asociadas a la magnetita. En­
tre los minerales no metálicos, excepto
el olivino, los piroxenos rómbicos y otros
silicatos ferromagnesianos que integran
los minerales petrógenos primarios, pue­
de haber productos de su transforma­
ción: granates, piroxenos monoclínicos,
epidota, serpentina, actinolita, talco,
clorita y carbonatos.
La composición de los minerales se­
cundarios y raros es más variada y no
es tan uniforme. En este grupo se pre­
sentan en cantidades apreciables mine­
rales de metales nobles (oro, platino,
esperrilita, cuperita, bragita, frudita, esti-
biopaladinita, etc.), de cobre (bornita,
calcosina, covellina, valleriita, cubanita
y digenita), de níquel (niquelina, cloan-
tita, violarita, millerita, bravoíta, poli-
dimita y parquerita), de cobalto (pen­
thlandita cobaltífera y arseniuros y sul-
foarseniuros muy raros); además, a veces
se encuentra pirita, titanomagnetita, il-
menita, cromoespinelidas, marcasita,
mackinavita, molibdenita, esfalerita,
galena y hierro.
En algunos yacimientos la composición
mineralógica de los distintos cuerpos mi­
nerales es diferente. Por ejemplo, las me­
nas estratificadas de Norilsk están com­
puestas principalmente de pirrotita, pen­
thlandita, calcopirita y magnetita, mien­
tras que los filones contienen pirrotita,
pirrotita-calcopirita, calcopirita-cubani-
ta y calcopirita-millerita. Esto se debe
a la evolución gradual de la composición
de la fusión de sulfuro a medida que ésta
se separaba y cristalizaba. Así, por ejem­
plo, en las menas de Norilsk, en cuanto
el níquel alcanzaba (una concentración
límite determinada, la evolución poste­
rior consistía en el aumento de la con­
centración de cobre a expensas del hie­
rro (fig. 44).
Eso mismo lo demuestra la investiga­
ción del sistema seudoternario FeS —
Ni3S2—Cu2S, realizada por G. Popova
y V. Ershov (fig 45). Del diagrama se
deduce que la cristalización de las menas
de sulfuro comienza por la solución sólida
de pirrotita y se desarrolla según un es­
quema peritéctico, cuyos productos deri­
vados resultan ser la penthlandita y lue­
go la calcopirita.
Las texturas características de las me­
nas son: maciza, bandeada, brechada,
veteada-diseminada y diseminada. Las
estructuras típicas son: granular y por­
fídica con una amplia manifestación de
las estructuras de desintegración de las
soluciones sólidas. Las rocas circunmi-
nerales se sometían a la acción de los pro­
cesos formadores de menas: se producía
la serpentinización, anfibolización, cío-
FIG. 44. Composición normativa de las menas de
1, composición media de las menas filonianas;
2, ídem, de las menas diseminadas de licuación;
3, ídem, de las menas diseminadas de inyección;
4, lentes pirrotíticos;
5, campo de menas filonianas;
6, menas diseminadas de inyección;
ritización, talquización, carbonatiza-
ción (a menudo en forma de finos ribetes,
pero a veces en forma de aureolas más
grandes). Estos procesos están relaciona­
dos con la influencia de los mineraliza-
dores postumos que penetran en las rocas
circundantes en la etapa final de cris­
talización de los minerales metálicos de
la fusión sulfurosa separada que contie­
ne cierta cantidad de compuestos volá­
tiles.
Entre los yacimientos sulfurosos de
licuación se conocen algunos muy gran­
des. La mena comercial de éstos, por lo
común, contiene 0,4—3% de níquel,
0,5—2% de cobre y trazas de platinoi­
des de hasta 20 g/t y más.
sulfuros de Norilsk. Según M. Godlevsky.
7, filones calcopiríticos;
8, curso de la diferenciación de los filones de
cobre;
9, línea general de la evolución de cristalización
y filtración
YACIMIENTOS MAGMÁTICOS
TEMPRANOS
Los yacimientos magmáticos tempra­
nos se encuentran mucho más a menudo
que los de licuación. Entre ellos se ob­
servan zonas de diseminaciones y acu­
mulaciones de cromitas en forma de schli-
eren, incluso acumulaciones de cromitas
en las peridotitas del estadio geosincli-
nal de desarrollo, que contienen platino
y diamantes. A ellos también pertenece
la mineralización titanomagnetítica aná­
loga en los gabroides geosinclinales, así
como los yacimientos de escamas dise­
minadas de grafito en las rocas alcalinas
del tipo de Botogol en los Sayanes Orien­
tales. Los yacimientos magmáticos tem­

pranos se caracterizan por el idiomorfis-
mo evidente de los minerales metálicos
cementados por los silicatos petrógenos
que se separaron más tarde. A menudo
forman grandes masas de rocas minera­
lizadas, pero, debido al carácter disper­
so de mineralización y al bajo contenido
de componentes valiosos, raras veces entre
ellos surgen yacimientos considerables.
El único representante de los objetos rea­
les entre los yacimientos magmáticos
tempranos son los criadores primarios de
diamantes.
Yacimientos diamantíferos. Todos los
yacimientos diamantíferos considerables
están relacionados genéticamente con
una formación peculiar ultrabásica de
kimberlita que sólo se manifiesta en los
sectores de las antiguas plataformas acti­
vadas tectónicamente en épocas posterio­
res. A éstos pertenecen los yacimientos
diamantíferos de la Plataforma Siberia­
na en Yakutia, de la Plataforma Africa­
FIG. 45. Diagrama esquemático del estado del sistema seudoternario FeS—Ni3S2—Cu2S (proyección
en el plano de la base). Según G. Popova y V. Ershov.
Pf punto peritéctico;
e, puntos de la eutéctica binaria;
y E2, puntos de la eutéctica ternaria.
I acimientos mag mancos 111 1
na en el Sur, el Occidente y el Oriente de
Africa y en la cuenca del Congo, de la
Plataforma India en Galconda, de la
Plataforma Australiana en Nueva Gales
del Sur, en la isla de Kalimantán, así
como los hallazgos de diamantes en la
Plataforma Norteamericana en Canadá y
los EE.UU.
La formación de kimberlitas diamantí­
feras en las plataformas del precambria­
no se explica por el hecho de su activiza-
ción debida a las deformaciones tectó­
nicas del proterozoico (Africa del Sur),
del paleozoico superior (Australia y
Siberia) o del mesozoico temprano (Si-
beria, Africa, Kalimantán y Norte­
américa).
Las kimberlitas diamantíferas llenan
las cavidades cilindricas u ovaladas de
buzamiento abrupto, formando cuerpos
tubulares (fig. 46). Las chimeneas de
kimberlita tienen secciones desde varios
metros hasta varios cientos de metros y
Las flechas indican la dirección general de la
cristalización de la fusión de sulfuro
112 Capítulo 4
reduce 5 veces a la profundidad de 600 m.
Además, las chimeneas a veces se convier­
ten en diques en forma de plataformas.
Con frecuencia se agrupan en cadenas
alargadas que siguen la línea de contacto
de las zonas de depresiones y elevaciones
locales en la plataforma, así como a lo
largo de otras fallas. Se supone que en la
profundidad, en el piso estructural in­
ferior de las plataformas, su posición es
controlada por las fallas que yacen pro­
fundamente.
Petrográficamente la kimberlita es
una roca ultrabásica de estructura porfí­
dica. Las chimeneas diamantíferas por
lo común están llenas de brecha eruptiva
cementada por kimberlita. Entre los xe-
nolitos se distinguen fragmentos de dos
tipos: 1) de rocas ajenas (anfibolitas, ge-
nises, esquistos cristalinos, areniscas,
calizas, carbones, etc.); 2) de rocas afi­
nes (hiperbasitas olivínicas, así como es­
quistos cristalinos del grupo de eclogita
y eulisita).
En la composición mineral de las kim-
berlitas se distinguen los minerales de las
propias kimberlitas (protomagmáticos, así
como de la masa principal y la masa
aglomerante), los minerales de xenolitos de
rocas afines, los minerales de xenolitos
de rocas ajenas y las formaciones minera­
les secundarias de carácter autometamór-
fico, hidrotermal e hipergeno (tabla 12).
Los diamantes de las chimeneas kim-
berlíticas son variados en cuanto a las
clases, el aspecto cristalográfico, el co­
lor y el tamaño. Además de cristales ente­
rizos de diamantes se encuentran sus de­
tritos. Hay inclusiones de diamantes en
FIG. 46. Plan geológico y corte de la chimenea el olivino, el diópido y el granate; en
kimberlítica Mir. Según A. Bobriévich y otros. los propios diamantes se observan inclu­
1, depósitos detríticos;
2, kimberlita atlerada (amarilla);
siones de olivino, diópsido y granate. To­
3, kimberlita alterada (verde); do esto demuestra que tanto la separa­
4, kimberlita poco alterada; ción de los minerales petrógenos como
5, rocas carbonatadas del ordóvico inferior; de los diamantes se produjo simultánea­
6, pozos mente o casi al mismo tiempo. Durante
se extienden a profundidades superiores la desagregación superficial de las chi­
a 1 km. La gran chimenea de Mwaudi en meneas kimberlíticas diamantíferas en
Tanganica tiene una sección de 1525 X jaguas eluviales y aluviales se crea una
X 1070 m. Las dimensiones transversa­ asociación muy característica (de olivi­
les de las chimeneas suelen disminuir con no, piropo, picroilmenita y cromodióp-
la profundidad. Así, por ejemplo, el diá­ sido que es un indicio evidente para la
metro de la chimenea Mir en Siberia se búsqueda de yacimientos diamantíferos.
 i acimientas magmancos

TABLA 12. Composición mineral de las kimberlifas siberianas. Según A. Bobriévich y otros

Minerales de las kimberlitas Minerales de los fragmentos Minerales secundarios

de la masa
protomagmá- principal y la de rocas afi- de rocas aje- autometa- hidroterma-
ticos masa agióme- nes ñas mórficos les mpergenos
rante

Diamante Olivino II Piropo-al­ Almandina Serpentina Calcita Hidróxidos

Olivino I Augita mandina Andrádita Serpofita Dolomita de hierro
Ilmenita Flogopita II Grosularia Grosularia Magnetita Aragonita Cerolita
Piropo Apatita Olivino Diópsido Clorita Serpofita Vermiculita
Enstatita Perowskita Diópsido Hedember- Magnetita Azurita
Diópsido Cromodióp- guita Pirita Malaquita
Cromodióp- sido Hiperstena Pirrotita
sido Cromita Plagioclasa Esfalerita
Cromita Plagioclasa Feldespato Galena
Espinela Espato potá­ potásico Calcopirita
Magnetita sico Ilmenita
Pleonasta Millerita
Grafito Biotita Celestina
Flogopita Rutilo Anfíbol
Circón Baritina
Apatita Estronciani-
Distena Circón ta
Zafiro Magnetita Cuarzo
Moissanita Grafito Calcedonia
Cuarzo

En el globo terráqueo se han descubier­ desde los sectores profundos de la envol­

to 1600 chimeneas kimberlíticas, mas no
todas son diamantíferas, hay chimeneas
con un contenido industrial de diamantes
del 1 al 3%. La distribución de los dia­
mantes en el interior de las chimeneas es
más o menos uniforme, tendiendo a dis­
minuir su cantidad con la profundidad.
La cantidad de kimberlita diamantífera
aumenta de la periferia al centro de las
plataformas. En las kimberlitas polifá­
sicas el contenido de diamantes aumenta
hacia las fases tardías. Las kimberlitas
más diamantíferas se distinguen por un
bajo contenido de minerales de titanio,
un contenido reducido de alúmina, pota­
sio y titanio, y un contenido elevado de
cromo en el piropo y en el cromodiópsido
(N. Dobretsov y otros).
En cuanto a la génesis de los diamantes
en las kimberlitas, se conocen tres pun­
tos de vista (según A. Williams): 1) los
diamantes se formaron como resultado
de la asimilación de rocas carboníferas
por el magma kimberlítico; 2) los dia­
mantes fueron traídos por las kimberlitas
8-0247
tura terrestre, junto con las eclogitas;
3) los diamantes se cristalizaron en el se­
no del magma kimberlítico como sus mi­
nerales petrógenos naturales. Existen opi­
niones acerca de la formación de los dia­
mantes en las kimberlitas durante el
estadio postmagmático, debido a los pro­
cesos neumatolíticos e incluso a los pro­
cesos hidrotermales (V. Lódochnikov,
A. Botkunov). Es más probable la idea
acerca de la formación de los diamantes
como minerales petrógenos naturales de
las kimberlitas, debido a lo cual los re­
feridos yaicimentos precisamente perte­
necen a las formaciones magmáticas tem­
pranas.
El esquema de la génesis de las chime­
neas kimberlíticas diamantíferas puede
ser representado del modo siguiente.
Según los datos experimentales más re­
cientes, el magma ultrabásico kimberlí­
tico con tales minerales como diamantes,
olivino, ilmenita, granate y diópsido,
que se separaron paragenéticamente de
ese magma, pudo originarse solamente en
 114 capitulo4

condiciones de una presión muy alta y al 90% de la extracción mundial de dia­

una profundidad considerable, posible­ mantes. El contenido medio de diamantes
mente más de 100 km. en las kimberlitas no suele rebasar 0,5
Luego tal magma, con cierta cantidad quilate por 1 m3 de roca.
de cristales separados en su seno, subió
a lo largo de las fallas que había en el YACIMIENTOS MAGMÁTICOS
cuerpo de la plataforma y que penetraron TARDÍOS
a gran profundidad en el período de ani­
mación de las deformaciones tectónicas. Los yacimientos magmáticos tardíos
Al mismo tiempo pudieron formarse di­ están asociados genéticamente a tres for­
ques kimberlíticos. Tras alcanzar cierto maciones de rocas magmáticas profundas.
nivel, la presión de la componente gaseo­ A la formación peridotítica del estadio
sa del magma kimberlítico superó la temprano del régimen geosinclinal están
presión'^exterior y se produjo la rotura asociados los yacimientos magmáticos de
de la envoltura estratificada de la pla­ cromitas y de platinoides. Con la formación
taforma, llenándose, con detritos y con de gabro-piroxenita-dunita del mismo
el magma que los llevaba, las cavidades estadio de desarrollo geológico están aso­
tubulares diatrémicas formadas de este ciados los yacimientos magmáticos de
modo. Probablemente, en condiciones de titanomagnetitas. Por último, a la forma­
la plataforma Siberiana tal rotura de las ción de rocas alcalinas que penetraron
rocas suprayacentes, provocada por la principalmente en las plataformas anti­
fusión kimberlítica, pudo haber empeza­ guas, están asociados tres grupos de ya­
do desde una profundidad considerable: cimientos magmáticos: 1) de apatitas
de 1 e incluso de 3—4 km. magnetitas, 2) de apatitas-nefelinas y
Por ahora es imposible decir qué can­ 3) de tierras raras.
tidad de diamantes se precipitó en la Para todos los yacimientos magmáticos
profundidad, o sea, en el lugar de origen tardíos son típicos ciertos indicios que
del magma kimberlítico, qué cantidad de los unen: 1) el carácter epigenético parti­
éstos se separó del magma durante su lar­ cular de los cuerpos minerales represen­
go ascenso y se depositó en los focos inter­ tados por filones tranvsersales, lentes y
medios y si sucedió o no su cristalización chimeneas; 2) el aspecto xenomorfo de los
en el momento de la erupción de los ga­ minerales metálicos que cementan los
ses cuando la presión pudo haber alcan­ silicatos petrógenos tempranos y de tal
zado su valor límite. modo forman la estructura sideronítica
Las chimeneas kimberlíticas diamantí­ de la mena; 3) las grandes dimensiones de
feras suelen encontrarse en una misma los yacimientos de menas bastante con­
provincia con los macizos de rocas gabroi- centradas. Son corrientes los pasos de
cas que contienen yacimientos de sulfu- los yacimientos magmáticos tempranos a
ros de licuación. Sin embargo, entre los yacimientos tardíos, cuando en unos
los detritos de kimberlita se hallan rocas mismos macizos de rocas mineralizadas
madres de los yacimientos de sulfuro. se encuentran tanto zonas de menas dise­
Esto confirma la penetración más tardía minadas de generaciones tempranas, como
del magma kimberlítico de los focos in­ también criaderos de generaciones pos­
dependientes originados, probablemente, teriores, incluso hasta la cristalización
a una profundidad mucho mayor que los final. A. Betejtin señala que la cantidad
focos del magma gabroico. total de metales contenidos en los mine­
Entre las chimeneas kimberlíticas se rales magmáticos tempranos, incluidos
conocen algunas muy grandes que contie­ los minerales accesorios y los disemina­
nen reservas de diamantes de decenas dos, es mucho superior a la cantidad de
de millones de quilates1. De las mismas, metal separado en los yacimientos mag­
en tiempos diferentes se obtuvo del 50 máticos tempranos.
Yacimientos de cromitas. Los yaci­
x) El quilate constituye de 0,2 g.
mientos de cromitas se hallan dentro de
I
Yacimientos magmáticos H5
en Turquía, en los Balcanes (Bulgaria,
Yugoslavia, Albania, Grecia), en Norue­
ga, Zimbabwe, Africa del sur (Bushveld),
Filipinas y Cuba. La mayor parte de los
yacimientos de cromitas está asociada a
las hiperbasitas del estadio geosinclinal
temprano de desarrollo. Solamente los
criaderos cromíticos estratificados de
Africa del Sur están asociados al comple­
jo bushveldiano de origen de plata­
forma.
Los yacimientos cromíticos se formaron
en distintos ciclos del desarrollo geoló­
gico: el proterozoico (India, EE.UU),
el caledoniano (Noruega, Africa del
Sur), el hercínico (los Urales, los Balca­
nes, probablemente la mayor parte de
Turquía e Irán) y el alpino (Yugoslavia,
Albania, Filipinas, Cuba, Nueva Cale-
donia).
Todos ellos están asociados a los maci­
zos hipabisales de rocas ultrabásicas más
o menos diferenciadas en cuanto a su com-
posión. Entre estos macizos predominan
los lacolitos, los lopolitos y las capas in­
trusivas. Por lo general su base, está
constituida por dunita, más arriba yacen
las harzburgitas, aún, más arriba, las
lherzolitas y por último, las piroxenitas.
Los criaderos de cromitas se hallan ubica­
dos, como regla, entre las dunitas, por lo
común, serpentinizadas, así como en las
facies duníticas de las rocas dunítico-
harzburgíticas transitorias. Los mismos
tienen forma de filones, lentes, chime­
neas, bolsas y bandas de menas macizas
y diseminadas (fig. 47).
Entre las texturas de las menas de cro­
mita predominan las bandeadas, pinta­
FIG. 47. Corte geológico del principal yacimien­ das, nodulares, brechadas y diseminadas.
to de cromita de Saranovsk. Sus estructuras son de granos finos y
1, serpentinas apoharzburgíticas de estructura hi- medios.
pidiomorfa; La mena está integrada por cromoes-
2, ídem, de estructura poikilítica;
3, gabro;
pinelidas asociadas a los minerales pe-
4, gabrodiabasa; trógenos. La fórmula general de las cromo-
5, diabasa; espinelidas es (Mg, Fe2+) (Cr, Al, Fe3+)2O4.
6, esquistos cuarzo-sericito-cloríticos; Sin embargo, las cromoespinelidas, como
7, cromitas;
8, dislocaciones tectónicas
es sabido, tienen una composición va­
riable, ya que las cantidades relativas de
los macizos de rocas ultrabásicas. En la los óxidos de metales bi- y trivalentes
Unión Soviética están desarrollados en integrantes varían al permanecer enlaza­
los Urales, el Cáucaso, Kazajstán y Sibe- dos por relaciones de isomorfismo
ria. Grandes yacimientos se encuentran limitado. La clasificación de las cromo-
8*

FIG. 48. Campos de variedades de cromoespine-
lidas en un diagrama triangular. Según G. Sokolov.
1, picofita;
2, cromopicoiita;
3, cromita;
4, ferricromita;
5, ferricromopicotita;
6 y 7, campos de isomorfismo limitado;
8, magnocromoespinelidas;
9, magnoferrocromoespinelidas;
10, ferrocromoespinelidas
espinelidas en el diagrama triangular
permite separar entre ellas siete grupos
en cuya composición figuran los prin­
cipales minerales: la ferrocromita FeCr2O4,
la ferrocromopicotita Fe (Cr, A1)2O4,
la cromita (Mg, Fe) Cr2O4, la cromopi-
cotita (Mg, Fe) (Cr, A1).2O4, la magno-
cromita MgCr2O4, etc. (fig. 48). Entre
los minerales no metálicos los más di­
fundidos son el olivino, la serpentina,
la clorita y los carbonatos; a veces a
ellos se asocian los productos poco
abundantes de la alteración endógena,
representados por el piroxeno, el anfí-
bol, el granate, la fuchista, la cromoclo-
rita, la cromo turmalina, el cromorrutilo
y los sulfuros. La fig. 49 ilustra otro
esquema de agrupación de las cromoespi-
nelidas.
Existen tres puntos de vista princi­
pales acerca de las condiciones de forma­
ción de las cromitas magmáticas tardías.
La mayoría de los geológos las consi­
deran como productos de la diferencia­
ción del magma basaltoide magnesiano-
silícico que penetró en forma de fusión
o de masa semicristalizada. La prueba
fundamental de este punto de vista es
la presencia de macizos minerales estra­
tificados y polifásicos, a menudo de for­
ma lacolítica, así como de xenolitos de
las rocas circundantes, la formación de
zonas de endurecimiento y la manifesta­
ción de ramales en las rocas encajantes
(A. Betejtin, N. Pávlov, N. Sóbolev,
G. Sokolov y otros). Según la opinión
de algunos geólogos (A. Knípper y
otros), las cromitas se aislaron de las duni-
tas del manto superior en cuyas rocas
parece ser que se formaron geosinclinales
los cuales junto con ellas se desplaza­
ron a las zonas superiores de la corteza
terrestre en forma de bloques (protru­
siones) tectónicos. Otros geólogos (A. Ba-
kírov, S. Moskaliova, A. Savéliev,
N. Uspensky, etc.) relacionan la forma­
ción de las cromitas con la transforma­
ción metasomática de las rocas ultrabá-
sicas, en particular, con el hecho de
que los óxidos formadores de espinela se
liberan de la enstatita durante su desin­
tegración a causa de la dunitización
autometasomática de las harzburgitas.
En los yacimientos más grandes las
reservas de las menas de cromita ascien­
den a cientos de millones de toneladas.
Para fines metalúrgicos se explotan me­
nas de alta calidad con un contenido de
óxido de cromo superior al 45% cuan­
do la relación Cr2O3: FeO es mayor de
2,5: en la industria química se utilizan
menas de clases inferiores que contienen
35—40% de óxido de cromo.
Yacimientos de platinoides. En el grupo
del platino figuran seis metales: el pro­
pio platino, el iridio, el osmio, el pala-
dio, el rodio y elrutenio. Todos ellos en
la naturaleza se encuentran en estado na­
tivo y rara vez se hallan en forma de ta­
les compuestos como la esperrilita
(PtAs2). Integran las menas de los ya­
cimientos magmáticos complejos o inde­
pendientes. A los primeros pertenecen
algunos yacimientos de licuación de sul­
furos de cobre y níquel que contienen me­
tales del grupo del platino. Los yacimien­
tos independientes están formados por
acumulaciones de cromoespinelidas en

FIG. 49. Composición de las cromoespinelidas de
Según N. Pávlov
rocas ultrabásicas, principalmente de
génesis magmática tardía y que contie­
nen platinoides. El valor industrial de
dichos yacimientos lo determinan los
metales del grupo del platino que entran
en su composición. En los Urales los
yacimientos más conocidos están asocia­
dos a las zonas ultrabásicas de los maci­
zos claramente diferenciados del paleo­
zoico medio. Se nota que las acumula­
ciones de distintos metales del grupo
del platino tienen una tendencia regular
a las hiperbasitas de composición varia­
da. Según los datos de diversos investi­
gadores, el platino y el paladio están
asociados a las dunitas que representan
los diferenciados extremos de la forma­
ción de gabro, mientras que el osmio y el
iridio se hallan asociados a las rocas
ultrabásicas de la formación peridotí-
tica.
Yacimientos de titanomagnetitas. Los
yacimientos magmáticos titanomagnetí-
ticos se hallan en el seno de los macizos
diferenciados de rocas básicas. Los mis­
mos son conocidos en los Urales (los
yacimientos de Kachkanar, Kusinsk,
Yacimientos magmáticos 117
las rocas plutónicas de Kempersay en los Urales.
etc.), en la península de Kola y en Care-
lia, en Transcaucasia, Gornaya Shoria,
en los Sayanes Orientales y en otras re­
giones de la URSS. Entre los yacimien­
tos extranjeros se distinguen los de Africa
del Sur (Bushveld y otros), los de los
contornos meridionales del escudo Cana­
diense, es decir, los yacimientos en el
territorio de Canadá y los EE.UU (La­
brador, Quebec, Sanford Like, etc.),
los de Australia, India, Noruega y Sue­
cia. Los yacimientos típicos de menas ti-
tanomagnetíticas están asociados gené­
ticamente a la formación de gabro-pi-
roxenita-dunita del estadio temprano
del ciclo geosinclinal. Los mismos son
conocidos entre las rocas del precambria­
no, principalmente de los ciclos protero-
zoico y rifeano (escudo Canadiense, es­
cudo Báltico, Noruega, Suecia, Finlan­
dia, India, los macizos de rocas antiguas
de los Apalaches, la meseta del Colorado
y las Montañas Rocosas de los EE.UU.,
Australia, Portugal, etc ); son bastante
grandes en las rocas básicas del ciclo
caledoniano (Africa del Sur, Noruega,
parcialmente los Urales), se conocen en
118 Capítulo 4
las rocas de composición gabroica del ci­
clo hercínico (los Urales). Así pues, la
curva de tensidad de mineralización
titanomagnetítica primero asciende y lue­
go desciende de los ciclos antiguos hacia
los ciclos jóvenes del desarrollo geológico
de la corteza terrestre.
Entre los yacimientos titanomagnetí-
ticos I. Mályshev destaca dos grupos
principales: 1) los yacimientos en las
anortositas y gabro-anortositas con me­
nas de ilmenita, magnetita-ilmenita, he-
matita-ilmenita y a veces de rutilo
ilmenita; 2) los yacimientos en el gabro
y en las rocas gabro-noríticas con menas
de ilmenita-magnetita. El paso de las
menas de ilmenita a las de magnetita-
ilmenita y a las de magnetita-hematita,
según J. Verhoogan, está relacionado con
el grado creciente de la oxidación en el
proceso de cristalización de la fusión
formadora de menas. Las dimensiones y
la intensidad de acumulación de menas
titanomagnetíticas es tanto mayor cuan­
to más haya durado el enfriamiento del
magma, mas perfecta haya sido su dife­
renciación y más intensos hayan sido los
movimientos tectónicos acompañantes
de este proceso, que originaron zonas de­
bilitadas y desplazaron hacia sus límites
la fusión mineral fraccionada. Debido
a esto, las condiciones más favorables
eran las de penetración y enfriamiento
de Jos magmas mineralizados en las
grandes fallas tectónicas.
Según la forma de los cuerpos minera­
les, entre los yacimientos titanomagnetí-
ticos se distinguen los filones, los lentes,
las bolsas, así como las diseminaciones
en forma de schlieren, de cinta e irregu­
lares. La posición y la morfología de
estos cuerpos son controladas por los
elementos de la tectónica protomagmá-
tica (la estratificación magmática de las
rocas en el proceso de su diferenciación),
por las zonas concordantes actividas de
dislocación en los estadios finales de cris­
talización de los macizos mineraliza­
dos; posteriormente los cuerpos minera­
les a menudo son deteriorados por fallas
y dislocaciones longitudinales y trans­
versales (fig. 50).
La composición mineral de las menas
titanomagnetíticas se caracteriza por la
presencia de tres minerales esenciales:
rutilo, ilmenita y titanomagnetita que
forman una concreción de ilmenita y
magnetita. Además, las menas contienen
minerales del grupo de rutilo (anatasa,
brookita, etc.), del grupo de ilmenita
(geikielita, pirofanita, brannerita, etc.),
así como magnetita, apatita, sulfuros
(principalmente (pirrotita, pirita y cal­
copirita), minerales petrógenos de las
rocas básicas encajantes y productos de
su transformación endógena y exógena
(granate, anfíbol, serpentina, epidota,
clorita, hematita, leucoxeno y carbona­
tes). La textura de estas menas suele ser
maciza, bandeada, jaspeada y disemina­
da. Es característica la estructura side-
ronítica de las menas con la intensa des­
integración de la magnetita en ilmeni­
ta y magnetita.
Se conocen yacimientos titanomagnetí-
ticos muy grandes, con reservas minerales
de miles de millones de toneladas y, res­
pectivamente, con reservas de titanio su­
periores a decenas de millones de tone­
ladas. Las menas de estos yacimientos
son complejas y por lo común requieren
enriquecimiento; contienen de 10 a 53%
de hierro; de 2—4 a 20% de óxido de ti­
tanio y de 0,1 a 0,5% de vanadio que
entra isomorfamente en la magnetita; en
casos excepcionales el contenido de trió­
xido de vanadio alcanza el 8% (India y
Paquistán).
El contenido de óxido de titanio, se­
gún la opinión de D. Steinberg, V. Fomi-
nij y otros, disminuye en función del
descenso de la temperatura de formación
de las titanomagnetitas, la cual ellos
la limitan dentro del intervalo de 1200
a 300°C, catalogando los aislamientos de
bajs temperaturas como formaciones me-
tasomáticas.
Yacimientos de apatita y magnetita.
Estos yacimientos, bastante raros, están
asociados a las rocas del magma sieníti-
co. Su representante eminente es el cam­
po metalífero de Kiirunavaara en Suecia
Septentrional. Yacimientos similares se
conocen en Suecia Central, Noruega,
EE.UU. (Adirondacs), México (Marca­
do, Durango), Chile (Algarrobo, Tiefo).

FIG. 50. Corte transversal del yacimiento de Kúsinsk.
1, titanomagnetita continua;
2, rocas carbonatadas del respaldo bajo;
3, granitos gnéisicos;
4, gabroanfibolitas;
5, dislocaciones tectónicas;
En la URSS se asemejan a ellos los ya­
cimientos de Lebiázhinsk y de Suroyamsk
en los Urales, así como el de Markakulsk
en el Altai. Los más típicos de ellos per­
tenecen a la formación de plataforma de
rocas alcalinas (Kiirunavaara); a los
productos derivados alcalinos de los mag­
mas básicos del estadio geosinclinal tem­
prano están asociados yacimientos más
raros y menos apreciables (Lebiázhinsk).
Estos pertenecen a las épocas antiguas de
formación de menas: proterozoica, ca-
ledoniana y, sólo en parte, a la hercínica.
Los cuerpos en forma de filones y los
lentes de menas suelen estar asociados
al área de contacto de las rocas hipabi-
sales alcalinas o hallarse situados entre
sus variedades que son los productos de
Pozo
Según D. Steinberg y otros.
6, dirección de los elementos estructurales (ban­
deado y textura paralela en el plano), según
las mediciones hechas en el testigo extraído
deí pozo
la penetración sucesiva de cuerpos intru­
sivos complejos. Así, por ejemplo, el
principal cuerpo mineral de Kiirunavaara
se halla entre los cuerpos intrusivos estra­
tificados de los pórfidos cuarzosos que
integran su respaldo alto y de los pórfi­
dos sieníticos que constituyen su respal­
do bajo (fig. 51).
De tal modo, la posición de los cuer­
pos minerales es controlada por las zonas
tectónicas debilitadas que pasan por la
superficie de contacto de las intrusiones
estratificadas de épocas diferentes. Di­
chos cuerpos están atravesados por diques
de pórfidos graníticos, granitófidos, apli-
tas, sienitas y pegmatitas. La mena cons­
ta de magmatita con impurezas de flú-
orapatita (hasta 15%) y de pequeñas
 120 Capítulo 4
A
FIG. 51. Orden de formación del yacimiento apa-
títico magnefítico de Kiirunavaara. Según N. Mag-
nusson.
1, pórfidos sieníficos;
2, sienitas;
3, pórfidos cuarzosos;
4, menas;
5, pórfidos graníticos;
6, granófidos;
7, fallas.
A, B, C, D, estadios de desarrollo
cantidades de hematita, diópsido, anfí-
bol, turmalina, circón, biotita, cuarzo,
carbonatos y su lf uros muy raros.
Las rocas encajantes han sufrido una
transformación evidente. En los pórfidos
se observan la skarneificación de acti-
nolita-escapolita, la cuarcificación, la
sericitización y la carbonatización. Esto
atestigua la saturación del magma meta­
lífero con componentes volátiles que han
condicionado el metamorfismo hidroter­
mal neumatolítico de las rocas del res­
paldo durante el proceso de su cristaliza­
ción. La formación de los cuerpos mine­
rales a veces sucedía reiteradamente.
Por ejemplo, en Kiirunavaara, después de
formarse las menas magnetíticas con bajo
contenido de apatita, se produjo su tri­
turación y cementación con una nueva
porción de fusión mineral, originándose
menas de alto contenido de fósforo. En
los últimos tiempos surgió el punto de
vista acerca de la formación vulcanóge-
no-sedimentaria de las menas de Kiiru­
navaara (G. Oftedahl, N. Magnusson,
L. Formósova y otros) y acerca del carác­
ter de skarn de las menas del yacimiento
de Lebiázhinsk en los Urales (L. Ovo-
hínnikova).
Las reservas de menas en los grandes
yacimientos ascienden a los primeros mi­
les de millones de toneladas; general­
mente contienen menos de 60% de hie­
rro, cerca de 2% de fósforo y rara vez más
de 0,05% de azufre. Según la tecnología
de su transformación, son principalmente
menas de Thomas.
Yacimientos apatíticos. El represen­
tante único de estos yacimientos es el
macizo de rocas alcalinas de los J ibines
en la península de Kola, con sus depó­
sitos de apatita y nefelina. Este macizo
se ha originado en el período magmático
hercínico en el escudo Báltico precam­
briano y pertenece a las formaciones de
plataforma. Tiene aspecto de lopolito
y se caracteriza por una estructura cóni­
ca condicionada por la penetración su­
cesiva de jibinitas y sienitas nefelínicas.
A lo largo del límite entre el complejo
de jibinitas exterior y de sienitas interior
se introdujeron rocas de la serie de ijoli-
ta-urtita, a las cuales se hallan asociados
espacial y genéticamente los depósitos
más grandes de apatita (fig. 52). Los
mismos están representados por un anillo
de grandes lentes situados a lo largo de
la superficie de estratificación de las
ijolitas-urtitas (respaldo bajo) y las
rischorritas (respaldo alto).
FIG. 52. Esquema de la estructura geológica del yacimiento de apatita de los Jibines. Según N. Eliséev-
1, apatita; 2, complejo de ijolitas-urtitas; 3, sienita nefelínica

El lente más grande de Kukisvum- Las reservas de masa mineral de apatita

chorra tiene una estrutura zonal. La
zona superior está integrada por menas
de apatita jaspeada, Ja central, por me­
nas bandeadas, y la inferior por menas
reticulares. Además, de apatita, que
constituye 25—75%, la mena contiene
nefelina, aerigina y hornblenda, así
como una cantidad insignificante de es-
fena y titanomagnetita. La mena apatí-
tica es el producto de diferenciación de la
cristalización fina] de la fusión magmá-
tica alcalina y de su penetración a tra­
vés de la fisura cónica de estratificación
que surgió entre la envoltura exterior más
temprana y el núcleo interior más tardío
del lipolito de los Jibines.
y nefelina de los Jibines constituyen
cientos de millones de toneladas.
Yacimientos de tierras raras. Uno de los
yacimientos singulares de tierras raras-
y de otros elementos raros está asociado
a un macizo de rocas alcalinas que tiene
forma de lipolito cónico plano originado
en el paleozoico medio. Este macizo, de
estructura compleja, fue formado en va­
rios estadios de actividad intrusiva.
En su estructura se distinguen cuatro
complejos sucesivos: 1) las luijauritas
eudialíticas que integran la parte supe­
rior del macizo y que tienen una poten­
cia de 150 a 500 m; 2) el llamado comple­
jo diferenciado situado en ¡la base del
122 Capítulo 4
FIG. 53. Curvas de distribución de la loparita, la
apatita y los minerales del grupo de lomonoso-
vita-murmanifa en las rocas de un complejo di­
ferenciado. Según E. Eskova.
1, foyaífas;
2, juvitas;
3, urtitas;
4, ijolitas-urf¡tas;
5, malignóla;
6, luijaurifas melanocráticas;
7, luijaurifas mesocráticas;
8, luijaurifas leucocráticas;
9, luijaurifas hornbléndicas;
10, pegmafifas;
11 — 13, curvas de distribución;
11, de la loparita,
12, la apatita;
13, los minerales del grupo de lomonosovifa-
murmanifa

cuerpo intrusivo y cuya potencia consti­

tuye 1000 m; 3) los pequeños stocks de
sienitas poikilíticas que henden las rocas
de los dos complejos anteriores; 4) los
diques dispersos de monchiquita, tingua-
íta, basaltos nefelínicos y shonkinita,
así como los filones más frecuentes de
pegmatitas alcalinas que atraviesan las
rocas de los tres complejos anteriores.
La mineralización asociada al com­
plejo diferenciado, cuya particularidad
más característica son las formaciones de
capas delgadas condicionadas por una
alternación reiterada de paquetes tri­
narlos de foyaíta, urtita y luijaurita.
Estas intercalaciones continenen minera­
les de titanio, niobio, circonio y tierras
raras, además, a cada variedad de rocas
le es propia una asociación determinada
de minerales de metales raros. Para las
foyaítas son típicas la lomonosovita, la
murmanita, la lamprofilita y la euidiali-
ta, para las urtitas, la loparita y la
apatita, y para la luijaurita, la minera­
lización mixta. En los sectores mejor
diferenciados del corte surgen intercala­
ciones metalíferas (fig. 53).
En las rocas del complejo diferenciado
se distinguen cuatro grupos de minerales
que corresponden a cuatro estadios fun­
damentales de su formación. Durante el
M8 primer estadio se formaron la nefelina,
la microclina, la loparita, la apatita
y parte de la aegirina. Durante el
segundo estadio se cristalizaron la parte
restante de la egirina, los minerales de
 titanio, circonio y niobio. En el tercer
estadio, de la fusión residual saturada de
componentes volátiles se separaron tales
minerales como la villiaumita, la pecto-
lita, la albita, la sodalita, la cancrinita
y la ussingita. Durante el cuarto estadio
se formaron los hidratos, entre los cuales
el lugar principal le corresponde a la
natrolita que constituye la nefelina, la
microclina y otros minerales antes origi­
nados. La transformación postuma se
manifestó en forma de ceolitización,
sodalitización, cancrinitización y ussin-
gitización, transformándose los minerales
del grupo de la eudialita en catapleíta y
lovozerita, los del grupo de la loparita,
en metaloparita, y los del grupo de la
lomonosovita, en murmanita.
En los yacimientos magmáticos tardíos
de menas de apatita y magnetita y
de apatita y tierras raras, asociados
genéticamente a las intrusiones alcalinas
de plataforma, se observa la participa­
ción activa de los mineralizadores volá­
tiles en su formación. Estos últimos
ejercen influencia en los estadios finales
de formación de menas, transformando
los minerales antes separados de la fusión
y dando origen a nuevos compuestos. El
papel de estos procesos es tan evidente
que algunos investigadores destacan un
estadio hidrotermal especial en el proceso
general de formación de los yacimientos
magmáticos aquí examinados (fig. 54), y
otros (H. Schneiderhóhn) los incluyen
en el grupo de las formaciones magmático-
neumatolíticas transitorias.
YACIMIENTOS MAGMÁTICOS
DEL COMPLEJO DE BUSHVELD
DE AFRICA DEL SUR
El complejo magmático de rocas mine­
ralizadas de Bushveld (fig. 55) representa
una formación natural singular y merece
una descripción especial. Es un lopolito
enorme de 450 km de largo y 250 km de
ancho aproximadamente, el cual penetró
en las capas potentes de cuarcitas y rocas
efusivas del sistema de Transvaal en el
proterozoico. La penetración ocurrió en
el momento de máxima acumulación de
sedimentos y de flexión de un gran
pliegue sinclinal de plataforma, llamado
a veces (no del todo exactamente) geosin-
clinal (A. du Toit). Por lo visto, el
referido lopolito se formó en condiciones
intermedias entre los geosinclinales y
las de plataforma. Tal posición transito­
ria se ha reflejado en las particularidades
de su composición, así como en la estruc­
tura y el carácter de los yacimientos
asociados a él. En la formación del com­
plejo de Bushveld se distinguen los esta­
dios siguientes:
1) efusión de lavas andesíticas, acumu­
lación de tobas acompañada por la for­
mación de menas bandeadas de hierro y
jaspe y la penetración de capas intrusi­
vas de diabasa;
2) efusión de lavas de composición fel-
sítica, asociadas a las leptitas y los gra-
nófidos;
3) fase temprana de la intrusión prin­
cipal con la formación de la serie estra­
tificada de rocas ultrabásicas y básicas
(complejo norítico);
4) fase tardía de la intrusión principal,
condicionada por la penetración del mag­
ma granítico (complejo granítico);
5) penetración de diques de rocas alca­
linas;
6) penetración mucho más tardía de
chimeneas kimberlíticas del postjurásico
inferior.
Con los granitos se hallan relacionados
los yacimientos pegmatíticos y de greisen
de menas de estaño, así como los criaderos
hidrotermales menos importantes de oro,
plomo y cinc, y con el complejo estrati­
ficado de rocas ultrabásicas y básicas,
distintos yacimientos magmáticos gran­
des.
En la serie estratificada del complejo
norítico se distingue (de abajo hacia
arriba):
a) la zona de Endurecimiento integra­
da por noritas marginales de 350 m de
potencia; b) la zona Basal con la alter­
nación de noritas peridotíticas, de 1500 m
de potencia; c) la zona Crítica de noritas
con intercalaciones de piroxenita y anor-
tosita, de 1000 m de potencia aproxima­
damente; d) la zona Principal de com­
posición gabronorítica, de 3500 m de
FIG. 54. Esquema del orden de separación de los minerales de metales raros principales y caracferísti-
I—III generaciones de minerales; las cruces corres-
 Yacimientos magmáticos 125

cas y procesos de sustitución en uno de los macizos alcalinos,

ponden al comienzo de los procesos de sustitución