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La cristalización de los magmas da origen a una gran variedad de minerales, que se asocian para
dar origen a las diversas rocas ígneas, que a su vez pueden contener una cierta variedad de
concentraciones de determinados minerales de interés económico. Esta variedad está en relación
con la variedad de procesos implicados en la génesis y evolución de los magmas desde su
formación en niveles más o menos profundos del planeta hasta su cristalización en proximidad de la
superficie.
Un placer de oro se pudo haber producido por un retoño magmático, que sufrió primero una
desintegración y posteriormente fue concentrado por aguas en movimiento hasta formar un
yacimiento explotable. Se han tenido asociaciones muy generalizadas de minerales con cierta clase
de rocas ígneas, por ejemplo cromita con peridotita, o estaño con granito.
2.1. Magmas. Los magmas son masas de materia en fusión dentro de la corteza terrestre, a
partir de las cuales se cristalizan las rocas ígneas. Sin embargo su composición no es la misma que
de las rocas a que dan origen, porque los magmas contienen agua, e importantes cantidades de
substancias volátiles que escapan antes de producirse la consolidación completa, con soluciones a
alta temperaturas de silicatos, sílice, óxidos metálicos y algunas sustancias disueltas. Obedecen a
las leyes de las soluciones químicas. Según Larsen, su temperatura oscila entre 600°C para los
magmas de riolita y 1250°C, para los magmas basálticos.
Los volátiles consisten principalmente: en agua, anhídrido carbónico, azufre, cloro, flúor y boro
cuando disminuye la viscosidad, hacen descender el punto de fusión, se reúnen y transportan y
determinan la formación de yacimientos minerales.
Los magmas son fenómenos que ocurren dentro de la corteza terrestre, en forma de depósitos o
bolsas de magmas que son empujados hacia arriba luego se consolidan. La fusión es local debajo de
la corteza sólida no queda ninguna capa continua en fusión, la temperatura de las rocas es debido al
calor interno de la tierra, es superior al punto de fusión de las mismas pero la enorme presión
determinada por la carga de las rocas que están encima e impide tal fusión. Sin embargo si
disminuye la presión por alabeo, fallas o eliminación de la carga superior por la erosión produciría la
fusión y el resultado sería la formación de magma.
2.2. Cristalización. La cristalización de los minerales no está determinada por sus temperaturas
de fusión, ningún mineral puede cristalizar por encima de su punto de fusión. Por consiguiente un
magma puede permanecer fluido a una temperatura inferior al punto de fusión de todos sus
componentes.
2.3. Orden de Cristalización. Las sustancias más insolubles cristalizan primero y generalmente
son los minerales accesorios tales como apatito, circón, titanita, rutilo, ilmenita, magnetita y cromita.
En general, el orden de cristalizaciones de basicidad decreciente. EL olivino, piroxeno rómbico (de
Mg). Seguidos por los clinopiroxenos, plagioclasa básica, horblenda, plagioclasa media, plagioclasa
ácida, ortoclasa, mica y cuarzo.
Plagioclasa cálcica
Piroxenos de Mg.
Biotita
Feldespato potásico
Moscovita
Cuarzo
Serie de reacción de Bowen en las rocas subalcalinas
2.4. Diferenciación. Es inconcebible que magmas originalmente diferentes hayan pasado por
único conducto, lo cual hace llegar a la conclusión de que unos magmas originariamente
homogéneos se dividieron en fracciones diferenciales a este proceso se le llama diferenciación
magmática. Durante el proceso de la diferenciación, ciertas substancias metálicas como óxidos de
hierro pueden reunirse en fracciones en que estas concentraciones y se consoliden formando parte
de la intrusión o bien masas inyectadas separadamente y formar depósitos en minerales
magmáticos.
Si los minerales formados primeramente fueran más ligeros que el líquido restante como en el
caso de ciertos magmas básicos, subirían a la superficie y se produciría una separación parecida.
Así resultan variedades diferentes de rocas ígneas a partir de diferencias tanto en composición
como de textura.
Es una transición entre una fase ígnea y una fase hidrotermal, con más inclinación, la ígnea se le
denomina fase pegmatítica. Las avenidas del líquido primitivo dan simples diques pegmatíticos que
son variedades de rocas ígneas y otros elementos, algunos minerales de los depósitos de menas, se
caracterizan por contener drusas y contener compuestos de tungsteno, estaño, uranio, titanio, berilo,
fósforo, cloro, fluor y otros elementos.
2.9. Emanaciones gaseosas y líquidos. Tener ha demostrado que un magma tiende a dividirse
en:
Los dos últimos son de especial interés para los geólogos desde el punto de vista económico,
son colectores y transportadores de la mayoría de los constituyentes de los depósitos minerales
2.10. Los residuales. Se conoce que la mayoría de los depósitos minerales de origen ígneo son
resultantes de aguas termales de derivación magmática. Las soluciones hidrotermales se consideran
originarias, directa o indirectamente, del magma consecuencia de la cristalización y la diferenciación.
La naturaleza de los líquidos residuales sólo puede determinarse por deducción ya que no
pueden ser observados directamente como lo pueden ser las emanaciones gaseosas. Los
manantiales calientes se llegan a tener pocos indicios de su líquido original porque sus aguas
pueden condensarse a partir de volátiles, parece evidente que los magmas dan:
2.11.1. Las rocas ígneas como minerales. Algunas rocas ígneas son la misma masa del
mineral, como algunos depósitos de magnetita, cromita, ilmenita, corindón, o diamantes.
2.11.2. Relación entre ciertos metales y las rocas especificas. Las observaciones sobre
el terreno ponen de manifiesto una asociación de ciertos minerales de mena con rocas específicas.
Esta asociación establece una relación entre los minerales de mena y las rocas indicando que
ambos tienen un mismo origen. Por ejemplo los depósitos de origen primario se hallan sólo en rocas
ultrabásicas, como dunita o peridotita, los diamantes de Kimberlita, la cromita en peridotita o
serpentina, la ilmenita en gabro o anortosita, magnetita titanífera, el corindón en rocas libres de
cuarzo como la sienita nefelina, los sulfuros niquelíferos en norita o en gabro, estaño en granitos
silícicos, el berilo en pegmatita granítica.
Fig. 3 Relación entre rocas ígneas depósitos minerales (modificado por Budington).
2.11.3. Relación con los volcanes. El volcanismo ofrece la oportunidad para observar
directamente las relaciones existentes entre los depósitos minerales y los magmas, aunque los
depósitos formados sean relativamente de poca importancia desde el punto de vista económico.
Entre los sublimados de los volcanes han sido observado azufre, rejalgar, glauberita, teluro, cobalto,
estaño, zinc, plomo, cobre, bismuto, fósforo, oligisto especular, bismuto, tenorita, sodio, hierro.
Las aguas de manantiales calientes pueden ser meteóricas, magmáticas o ambas cosas a la
vez, aunque es difícil distinguirlas. La temperatura no es una guía segura porque las mantillas
pueden originarse sin calor volcánico, y las existentes en zonas de vulcanismo pueden ser aguas
meteóricas por ser ineludible su mezcla con aguas meteóricas próximas a la superficie. La mejor
indicación de su derivación magmática es la presencia de constituyentes magmáticos, como lo ha
demostrado. Con las aguas termales de Yellowstone. Lingren divide los manantiales “juveniles” en
aguas de cloruro-silicato de sodio y aguas de carbonato de sodio.
2.11.6. Zonación mineral. En muchos distritos mineros, los minerales están en zonas o en
fajas alrededor del centro ígneo, con la temperatura más alta y los minerales más solubles cerca del
origen, y la temperatura más baja y los minerales menos solubles lejos del origen.
El líquido pegmatítico residual de un magma en diferenciación debe ser alcalino, según Bowen,
debido a la interacción del agua y los silicatos.
2.11.8. Relación con los volcanes. El vulcanismo ofrece oportunidad para observar
directamente las relaciones existentes entre los depósitos son de poca importancia desde el punto
de vista económico, pero científicamente demuestran la derivación magmática de muchos minerales
y metales. Los depósitos conocidos adentro y fuera son el azufre nativo y entre los sublimados han
sido observados: azufre, rejalgar, glauberita, teluro, cobalto, estaño zinc, plomo-cobre, bismuto,
fósforo, ácido bórico y sodio