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San Romero, El Carrizal

Liturgia popular en el contexto del día internacional de la mujer (8 de Marzo)

Monición: Sabemos muy bien según los evangelios que Jesús de Nazaret construyo un movimiento inclusivo,
un espacio donde la mujer le fuera reconocida su dignidad. Jesús, jamás construyo jerarquías, donde el hombre
es más que la mujer, ni la mujer más que el hombre, más bien construyo un espacio de armonía y fraternidad
donde todas y todos seamos comunidad.

Canto:
Hay caminos que nos unen CAMINAMOS, COMPAÑERO
mano abierta, abrazo tierno. POR LA TIERRA QUE TENEMOS,
Hay pisadas que congregan CAMINAMOS, COMPAÑERA
huellas nuevas, huellas viejas. NUESTRO DIOS VA CON SU PUEBLO.
Mucha vida compartida, CAMINAMOS, COMPAÑERO
regalada en esperanza, CONSTRUYENDO VIDA NUEVA,
hay cansancios, hay fatigas, CAMINAMOS, COMPAÑERA
de un Dios que se reparte. NUESTRO DIOS VA EN TU MIRADA.

CAMINAMOS, COMPAÑERO Hay caminos de alegría


POR LA TIERRA QUE TENEMOS, de encuentro y de acogida,
CAMINAMOS, COMPAÑERA de esperanza y armonía,
NUESTRO DIOS VA CON SU PUEBLO. de la historia trabajada.
CAMINAMOS, COMPAÑERO
CONSTRUYENDO VIDA NUEVA, Hay caminos que seducen,
CAMINAMOS, COMPAÑERA de un Dios que canta y baila,
NUESTRO DIOS VA EN TU MIRADA. de un pueblo en alborada
porque ama, porque lucha.
Hay caminos de trabajo,
de oficios, de quehaceres, CAMINAMOS, COMPAÑERO
manos duras, manos fuertes POR LA TIERRA QUE TENEMOS,
que se entregan sin esperas. CAMINAMOS, COMPAÑERA
Hay caminos que nos llevan NUESTRO DIOS VA CON SU PUEBLO.
con un Dios que ama y canta, CAMINAMOS, COMPAÑERO
muchos sueños en camino, CONSTRUYENDO VIDA NUEVA,
un país por levantarse. CAMINAMOS, COMPAÑERA
NUESTRO DIOS VA EN TU MIRADA.

Oración: Estamos cansadas, Dios Madre-Padre, decimos, y nuestra voz parece chocar contra murallas de
indiferencia. La desigualdad nos atraviesa, clamamos, y nos responden promesas vacías y sonrisas huecas. La
violencia nos mata, violenta los planes, corta los sueños, nos encierra en cárceles de miedo. Cada tanto, por
empatía o capacidad de entender, alguien nos acaricia el brazo y sentimos que tenemos apoyo, pero no alcanza,
no nos alcanza, Señor. Nos sentimos solas. Somos tus hijas y tantas veces sentimos que caminamos solas.
Cuántas veces nuestras comunidades no reaccionan, o reaccionan tibiamente. Creo, amado Maestro, que ante
esta injusticia y violencia, Tú reaccionarías como aquel día en el templo. Sacarías con ira divina a quienes
truecan la justicia y la equidad por una ficticia armonía en sus iglesias, por no confrontar con un sistema que
condena y oprime a tus hijas. No dejarías líderes sin amonestar, seguramente, recordando que fueron mujeres
tus compañeras de camino, la primer testigo de la resurrección y que en tu ministerio no planteaste jerarquías ni
silenciaste a las mujeres. Quiero imaginarte conmigo en la lucha contra violencia y el dolor. Quiero tomar tu
mano y confiar que no te somos indiferentes y que podemos construir un mañana distinto. Ven conmigo, Señor
de la Vida, camina con tus hijas, consuela sus lágrimas, fortalece sus brazos que sostienen hogares e iglesias,
planta conciencia en las mentes convencidas que esta inequidad es justa. Que tu Espíritu se mueva con fuerza y
nos ponga a temblar, no de temor ni incertidumbre, sino de coraje y amor para empezar a transformar la
realidad y escribir otra historia. Amén.
Nos unimos al credo de la vida: Creo en Dios Madre-Padre, creador de la tierra y de todo cuanto existe, que
hizo a los seres humanos en igualdad de condición y dignidad, a su imagen y semejanza. No creo en quienes
establecen diferencias entre las personas, considerando que unos son mejores que otras. Creo en Jesucristo, el
Hijo de Dios que nos liberó, que caminó en este mundo junto a varones y mujeres, aceptando sin problemas que
ellas fueran sus discípulas. No creo en quienes establecen categorías o espacios a los que las mujeres no deben
llegar, en la sociedad, en las familias, en los Estados, o incluso y peor, en la misma Iglesia. Creo en el Espíritu
Santo, el soplo transformador y movilizante que ánima la vida y la búsqueda del Reino en medio nuestro;
aliento sagrado que cae sobre toda persona que busca serle fiel al Maestro, sin importar si se es hombre o mujer.
No creo en quienes piden requisitos para recibir el Espíritu Santo o establecen las señales que obligadamente
deben mostrar quienes lo reciben, que pretenden limitar los dones que otorga de acuerdo a si cae sobre hombres
o mujeres. Creo en la Iglesia, como la comunidad de creyentes, quienes buscan y ensayan señales del Reino en
nuestro tiempo, con justicia, amor, paz y libertad. No creo en la Iglesia que discrimina, que señala, que maltrata,
que sostiene categorías que oprimen a gran parte de quienes la integran o desean hacerlo. Creo que Dios nos
llama, cada vez con voz más fuerte, a escuchar los reclamos y las voces de nuestras compañeras de camino,
voces que con el mismo Dios, nos llaman a convertirnos de nuestras malas prácticas, de aquellas cosas que
hemos aprendido y que hemos enseñado, que han causado daño, angustia, opresión y muerte a tantas mujeres de
nuestros pueblos. El trino Dios en quien creemos nos llama y nos exhorta, a Él sea la gloria y la honra, por
todos los siglos, Amén.
ORACIÓN DE PETICIÓN: Pasemos hoy a nuestras oraciones de petición. Sigamos la lectura en la hoja
comunitaria.

L: Dios, Padre y Madre, te pedimos por los pueblos que sufren invasiones extranjeros
Comunidad: Que tengan el valor de unirse en la lucha por su dignidad.

L. Dios, Padre y Madre, te pedimos por los miles y miles de migrantes y refugiados.
Comunidad: Que encuentren puertas abiertas, corazones generosos y nuevas oportunidades de vida.

L: Dios, Padre y Madre, te pedimos por las y los pobres en los países ricos y pobres
Comunidad: Que descubran tu presencia liberadora, se levanten y exijan sean respetados

L: Dios, Padre y Madre, te pedimos por las familias azotadas por la violencia social y la injusticia
Comunidad: Que encuentren apoyo solidario y se les haga justicia

L: Dios, Padre y Madre, te pedimos por la Gran Iglesia presente en las diferentes iglesias
Comunidad: Que nos fijemos en lo que nos une y trabajemos juntos por el Reino.

L: Dios, Padre y Madre, te pedimos por la niñez y la juventud de nuestra sociedad


Comunidad: Que no se desanimen ante las dificultades y no se den por vencidas ante las tentaciones del
consumismo

L: Dios, Padre y Madre, te pedimos por la violencia contra la mujer


Comunidad: Que cada uno de nosotros seamos defensores/ras de los derechos de la mujer

L: Dios, Padre y Madre, te pedimos por la ecología


Comunidad: Que cada uno de nosotros tengamos conciencia de la construcción de un modelo de vida que
sea en armonía con la ecología
Oremos: Dios Padre- Madre, de todos/as, éstas son las súplicas de tus hijos e hijas. Confiamos en ti y nos
arriesgamos a seguir el ejemplo de Jesús de Nazaret. Escúchanos. Te lo pedimos por Jesús, nuestro hermano y
compañero. AMEN.

Oración final
Dios Padre- Madre, que has engendrado a todos los seres y los envuelves en tu ternura materna. Acrecienta en
nosotros una actitud de confianza radical en la bondad de la Vida y de la Existencia, para que seamos también
creadores de Vida por Amor. Que vives y reinas, y amas y llamas al Amor. Amén.
Canto final: Cambia todo cambia
Cambia lo superficial. Cambia también lo profundo. Cambia, todo cambia
Cambia el modo de pensar. Cambia todo en este Cambia, todo cambia
mundo. Cambia el clima con los años. Cambia el
pastor su rebaño. Y así como todo cambia. Que yo
cambie no es extraño. Cambia el más fino brillante.
De mano en mano su brillo. Cambia el nido el
pajarillo. Cambia el sentir un amante. Cambia el
rumbo el caminante. Aunque esto le cause daño. Y
así como todo cambia. Que yo cambie no es extraño
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia el sol en su carrera. Cuando la noche
subsiste. Cambia la planta y se viste. De verde en la
primavera.
Cambia el pelaje la fiera. Cambia el cabello el
anciano. Y así como todo cambia. Que yo cambie
no es extraño.
Pero no cambia mi amor. Por más lejos que me
encuentre. Ni el recuerdo ni el dolor. De mi pueblo
y de mi gente.
Lo que cambió ayer. Tendrá que cambiar mañana.
Así como cambio yo. En esta tierra lejana.
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia

Pero no cambia mi amor. Por más lejos que me


encuentre. Ni el recuerdo ni el dolor. De mi pueblo
y de mi gente.
Lo que cambió ayer. Tendrá que cambiar mañana.
Así como cambio yo. En esta tierra lejana.
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia

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