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Oración después de la comunión (LOC pág.

Misión San Romero, Carrizal


Confesión de pecado (LOC pág.. 282): 288): Octavo domingo después de
Confesemos nuestros pecados contra Dios y
contra nuestro prójimo. Pentecostés
Eterno Dios, Padre celestial, en tu bondad nos
has aceptado como miembros vivos
Dios de misericordia, confesamos que hemos de tu Hijo, nuestro Salvador Jesucristo;
pecado contra ti por pensamiento, palabra y nos has nutrido con alimento espiritual
obra, por lo que hemos hecho en el Sacramento de su Cuerpo y de su San-
y lo que hemos dejado de hacer. No te hemos gre. Envíanos ahora en paz al mundo;
amado con todo el corazón; no hemos amado revístenos de fuerza y de valor para amarte y
a nuestro prójimo como a nosotros mismos. servirte con alegría y sencillez de corazón;
Sincera y humildemente nos arrepentimos. por Cristo nuestro Señor. Amén.
Por amor de tu Hijo Jesucristo, ten piedad de Celebrante: Bendito sea Dios: Padre,
nosotros y perdónanos; así tu voluntad será Hijo y Espíritu Santo.
nuestra alegría y andaremos por tus caminos,
para gloria de tu Nombre. Amén. Pueblo: Y bendito sea su reino, ahora y
por siempre.
La paz (LOC pág. 283). Amén.
Celebrante: La paz del Señor sea siempre (LOC pág. 277).
con ustedes.
Pueblo: Y con tu espíritu. Dios omnipotente, para quien todos los co-
razones están manifiestos, todos los de-
Canto de las ofrendas. seos son conocidos y ningún secreto se
halla encubierto: Purifica los pensamientos
Celebrante (LOC pág. 286): Oremos como de nuestros corazones por la inspiración de
nuestro Salvador Cristo nos enseñó. tu Santo Espíritu, para que perfectamente
te amemos y dignamente proclamemos la
Pueblo y Celebrante: Padre nuestro que grandeza de tu santo Nombre; por Cristo
estás en los cielos, santificado sea tu Nom- nuestro Señor.
bre, venga tu Reino, hágase tu voluntad, así Amén. (LOC pág. 278).
en la tierra como en los cielos. El pan nuestro
de cada día, dánosle hoy. Y perdónanos Señor ten piedad…
nuestras deudas, así como nosotros perdona- Gloria…..
mos a nuestros deudores. Y no nos dejes
caer en la tentación mas líbranos de mal. Por-
que tuyo es el reino, y el poder, Propio 13 LOC. Pág. 148: Que tu cons-
y la gloria, por siempre jamás. Amén. tante misericordia purifique y defienda a tu
Iglesia, oh Señor; y, puesto que no puede
Celebrante: [¡Aleluya!] Cristo, nuestra Pas- continuar en seguridad sin tu auxilio, proté-
cua, se ha sacrificado por nosotros. gela y dirígela siempre por tu bondad; por
Pueblo: ¡Celebremos la fiesta! [¡Aleluya!]. Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina
contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios,
Celebrante: Los dones de Dios para el por los siglos de los siglos. Amén.
Pueblo de Dios.

Canto de comunión…
Lecciones de este domingo…
Santo Evangelio de nuestro Señor Je-
Oseas 11: 1-11 Salmo 49: 1-11 R: Grande es el Señor, y digno sucristo según San Lucas 12: 13-21
de toda alabanza
»Cuando el pueblo de Israel era niño,
yo lo amaba; a él, que era mi hijo, lo 1Corintios 15: 35-38, 42-50 Uno de entre la gente le dijo a Jesús: —
llamé de Egipto. Pero cuanto más lo Por lo tanto, ya que ustedes han sido resucitados Maestro, dile a mi hermano que me dé mi
llamaba, más se apartaba de mí. Mi con Cristo, busquen las cosas del cielo, donde parte de la herencia. Y Jesús le contestó:
pueblo ofrecía sacrificios a los dioses Cristo está sentado a la derecha de Dios. Piensen —Amigo, ¿quién me ha puesto sobre us-
falsos y quemaba incienso a los ídolos. en las cosas del cielo, no en las de la tierra. Pues tedes como juez o partidor? También dijo:
Con todo, yo guié al pueblo de Efraín y ustedes murieron, y Dios les tiene reservado el —Cuídense ustedes de toda avaricia; por-
lo enseñé a caminar; pero ellos no com- vivir con Cristo. Cristo mismo es la vida de uste- que la vida no depende del poseer mu-
prendieron que era yo quien los cuida- des. Cuando él aparezca, ustedes también apare- chas cosas. Entonces les contó esta pará-
ba. Con lazos de ternura, con cuerdas cerán con él llenos de gloria. Hagan, pues, morir bola: «Había un hombre rico, cuyas tierras
de amor, los atraje hacia mí; los acer- todo lo que hay de terrenal en ustedes: que nadie dieron una gran cosecha. El rico se puso a
qué a mis mejillas como si fueran niños cometa inmoralidades sexuales, ni haga cosas pensar: “¿Qué haré? No tengo dónde
de pecho; me incliné a ellos para darles impuras, ni siga sus pasiones y malos deseos, ni guardar mi cosecha.” Y se dijo: “Ya sé lo
de comer, pero ellos no quisieron vol- se deje llevar por la avaricia (que es una forma de que voy a hacer. Derribaré mis graneros y
verse a mí. Por eso tendrán que regre- idolatría). Por estas cosas viene el terrible castigo levantaré otros más grandes, para guardar
sar a Egipto, y Asiria reinará sobre de Dios sobre aquellos que no lo obedecen; y en en ellos toda mi cosecha y todo lo que
ellos. La espada caerá sobre sus ciuda- su vida pasada ustedes las hacían. 8 Pero ahora tengo. Luego me diré: Amigo, tienes mu-
des y acabará con sus fortalezas, des- dejen todo eso: el enojo, la pasión, la maldad, los chas cosas guardadas para muchos años;
truyéndolos a causa de los planes que insultos y las palabras indecentes. No se mientan descansa, come, bebe, goza de la vida.”
hacen. Mi pueblo persiste en estar ale- los unos a los otros, puesto que ya se han despo- Pero Dios le dijo: “Necio, esta misma no-
jado de mí; gritan hacia lo alto, pero jado de lo que antes eran y de las cosas que antes che perderás la vida, y lo que tienes guar-
nadie los ayuda. »¿Cómo podré dejarte, hacían, y se han revestido de la nueva naturaleza: dado, ¿para quién será?” Así le pasa al
Efraín? ¿Cómo podré abandonarte, Is- la del nuevo hombre, que se va renovando a ima- hombre que amontona riquezas para sí
rael? ¿Podré destruirte como destruí la gen de Dios, su Creador, para llegar a conocerlo mismo, pero es pobre delante de Dios.»
ciudad de Admá, o hacer contigo lo mis- plenamente. Ya no tiene importancia el ser griego
mo que hice con Seboím? ¡Mi corazón o judío, el estar circuncidado o no estarlo, el ser
está conmovido, lleno de compasión por extranjero, inculto, esclavo o libre, sino que Cristo Credo Niceno (LOC pág. 280.
ti! No actuaré según el ardor de mi ira: es todo y está en todos.
no volveré a destruir a Efraín, porque yo Oración de los fieles: formula IV- (LOC
soy Dios, no hombre. Yo soy el Santo, Lector: Palabra del Señor. pág. 310-311).
que estoy en medio de ti, y no he veni- Pueblo: Demos gracias a Dios.
do a destruirte.» Ellos seguirán al Se-
ñor, y él rugirá como un león. Rugirá, y
los suyos vendrán temblando de occi-
dente. «Como aves, vendrán temblando
de Egipto; vendrán de Asiria, como pa-
lomas; y haré que habiten de nuevo en
sus casas. Yo, el Señor, lo afirmo.

Lector: Palabra del Señor.


Pueblo: Demos gracias a Dios.

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