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Canto de comunión…
Lecciones de este domingo…
Santo Evangelio de nuestro Señor Je-
Oseas 11: 1-11 Salmo 49: 1-11 R: Grande es el Señor, y digno sucristo según San Lucas 12: 13-21
de toda alabanza
»Cuando el pueblo de Israel era niño,
yo lo amaba; a él, que era mi hijo, lo 1Corintios 15: 35-38, 42-50 Uno de entre la gente le dijo a Jesús: —
llamé de Egipto. Pero cuanto más lo Por lo tanto, ya que ustedes han sido resucitados Maestro, dile a mi hermano que me dé mi
llamaba, más se apartaba de mí. Mi con Cristo, busquen las cosas del cielo, donde parte de la herencia. Y Jesús le contestó:
pueblo ofrecía sacrificios a los dioses Cristo está sentado a la derecha de Dios. Piensen —Amigo, ¿quién me ha puesto sobre us-
falsos y quemaba incienso a los ídolos. en las cosas del cielo, no en las de la tierra. Pues tedes como juez o partidor? También dijo:
Con todo, yo guié al pueblo de Efraín y ustedes murieron, y Dios les tiene reservado el —Cuídense ustedes de toda avaricia; por-
lo enseñé a caminar; pero ellos no com- vivir con Cristo. Cristo mismo es la vida de uste- que la vida no depende del poseer mu-
prendieron que era yo quien los cuida- des. Cuando él aparezca, ustedes también apare- chas cosas. Entonces les contó esta pará-
ba. Con lazos de ternura, con cuerdas cerán con él llenos de gloria. Hagan, pues, morir bola: «Había un hombre rico, cuyas tierras
de amor, los atraje hacia mí; los acer- todo lo que hay de terrenal en ustedes: que nadie dieron una gran cosecha. El rico se puso a
qué a mis mejillas como si fueran niños cometa inmoralidades sexuales, ni haga cosas pensar: “¿Qué haré? No tengo dónde
de pecho; me incliné a ellos para darles impuras, ni siga sus pasiones y malos deseos, ni guardar mi cosecha.” Y se dijo: “Ya sé lo
de comer, pero ellos no quisieron vol- se deje llevar por la avaricia (que es una forma de que voy a hacer. Derribaré mis graneros y
verse a mí. Por eso tendrán que regre- idolatría). Por estas cosas viene el terrible castigo levantaré otros más grandes, para guardar
sar a Egipto, y Asiria reinará sobre de Dios sobre aquellos que no lo obedecen; y en en ellos toda mi cosecha y todo lo que
ellos. La espada caerá sobre sus ciuda- su vida pasada ustedes las hacían. 8 Pero ahora tengo. Luego me diré: Amigo, tienes mu-
des y acabará con sus fortalezas, des- dejen todo eso: el enojo, la pasión, la maldad, los chas cosas guardadas para muchos años;
truyéndolos a causa de los planes que insultos y las palabras indecentes. No se mientan descansa, come, bebe, goza de la vida.”
hacen. Mi pueblo persiste en estar ale- los unos a los otros, puesto que ya se han despo- Pero Dios le dijo: “Necio, esta misma no-
jado de mí; gritan hacia lo alto, pero jado de lo que antes eran y de las cosas que antes che perderás la vida, y lo que tienes guar-
nadie los ayuda. »¿Cómo podré dejarte, hacían, y se han revestido de la nueva naturaleza: dado, ¿para quién será?” Así le pasa al
Efraín? ¿Cómo podré abandonarte, Is- la del nuevo hombre, que se va renovando a ima- hombre que amontona riquezas para sí
rael? ¿Podré destruirte como destruí la gen de Dios, su Creador, para llegar a conocerlo mismo, pero es pobre delante de Dios.»
ciudad de Admá, o hacer contigo lo mis- plenamente. Ya no tiene importancia el ser griego
mo que hice con Seboím? ¡Mi corazón o judío, el estar circuncidado o no estarlo, el ser
está conmovido, lleno de compasión por extranjero, inculto, esclavo o libre, sino que Cristo Credo Niceno (LOC pág. 280.
ti! No actuaré según el ardor de mi ira: es todo y está en todos.
no volveré a destruir a Efraín, porque yo Oración de los fieles: formula IV- (LOC
soy Dios, no hombre. Yo soy el Santo, Lector: Palabra del Señor. pág. 310-311).
que estoy en medio de ti, y no he veni- Pueblo: Demos gracias a Dios.
do a destruirte.» Ellos seguirán al Se-
ñor, y él rugirá como un león. Rugirá, y
los suyos vendrán temblando de occi-
dente. «Como aves, vendrán temblando
de Egipto; vendrán de Asiria, como pa-
lomas; y haré que habiten de nuevo en
sus casas. Yo, el Señor, lo afirmo.