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"La única salvedad a este escenario general más bien pesimista tiene
que ver con los descubrimientos de oro en California", apunta la
académica.
Más fortuna
Otros académicos piensan distinto, y se aventuran a imaginar un
México más afortunado en lo económico si no hubiese sufrido la
desmembración territorial.
Entre ellos está Carlos Marichal, historiador económico del Colegio de
México y miembro fundador de la Asociación Mexicana de Historia
Económica.
Frontera
FUENTE DE LA IMAGEN,AFP
Pie de foto,
La frontera sigue siendo escenario de grandes desigualdades.
Despoblado
Uno de los argumentos que se han presentado frecuentemente para
argumentar que México no habría desarrollado nunca estos territorios
es el que recuerda el abandono y despoblamiento en que se
encontraba el norte mexicano al producirse la separación.
Ante esto, Marichal cree que el auge del oro, que benefició a Estados
Unidos ya como dueño de California, también habría tenido un impacto
poblacional positivo si la región hubiese permanecido en manos
mexicanas.
Los Angeles
FUENTE DE LA IMAGEN,AFP
Pie de foto,
¿Y si Los Angeles fuese mexicana?
Pero en el siglo XX, esa región creció más por cuenta de las
particularidades de la sociedad estadounidense que por las riquezas
naturales enterradas en su suelo.
Y Texas, sin tener los yacimientos petroleros más grandes del planeta,
se convirtió de todos modos en la capital mundial de los empresarios
petroleros.
frontera
FUENTE DE LA IMAGEN,AFP
Pie de foto,
La relación entre México y Estados Unidos siempre ha sido conflictiva.
1876-1911: El Porfiriato
Aunque Benito Juárez fue reconocido como uno de los presidentes
más importantes y queridos, su presidencia (1858-1872) preocupó a
muchos. El general Porfirio Díaz, quien estaba en contra de la
reelección, intentó levantarse en contra de Juárez, pero fue derrotado.
Cuando el sucesor de Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada, buscó la
reelección, Díaz se levantó otra vez, y esta vez tuvo éxito.
Irónicamente, Porfirio Díaz fue un aficionado de la reelección cuando
él mismo consiguió la presidencia. El período de la dictadura de Díaz
(1876-1911), conocido como el Porfiriato, fue marcado por la paz, la
prosperidad económica, y por el desarrollo de la infraestructura en el
país. México consiguió la modernización industrial y un renacimiento
cultural y científico, utilizando dinero de inversionistas extranjeros.
Desafortunadamente, la prosperidad económica disfrutada por los
extranjeros y la élite mexicana, no se extendió a otros mexicanos,
quienes tuvieron que sufrir la represión política y la pobreza. Por esto,
durante el Porfiriato, México se conoció como “la madre de los
extranjeros y la madrastra de los mexicanos.”