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ASIGNATURA:

Práctica docente y reforma integral


básica I

REPORTE DE LECTURA:

“Sistemas educativos, culturales


escolares y reformas: continuidades
y cambios”

ALUMNO:
Vicente Raymundo López Ramos Gómez

Taxco de Alarcón, Guerrero a 22 de septiembre de 2022.


INTRODUCCION:

El siguiente trabajo es un compendio de citas textuales retomadas del texto


original, se compone de una portada, un desarrollo; en donde se escriben las citas
textuales, una conclusión y una bibliografía, el cuerpo del trabajo escrito consta de
tres páginas y las citas textuales aquí mencionadas se eligieron, ya que, se pensó
que son las más pertinentes para el entendimiento del tema.

DESARROLLO:

“Las reformas fracasan no ya porque, como es sabido, todas ellas produzcan


efectos no previstos, no queridos e incluso opuestos a los buscados; no ya porque
originen movimientos de resistencia, no encuentren los apoyos necesarios o no
acierten a implicar al profesorado en su realización; no ya porque, al aplicarse, se
conviertan en un ritualismo formal o burocrático, sino porque, por su misma
naturaleza a-histórica, ignoran la existencia de ese conjunto de tradiciones y
regularidades institucionales sedimentadas a lo largo del tiempo, de reglas de
juego y supuestos compartidos, no puestos en entredicho, que son los que
permiten a los profesores organizar la actividad académica, llevar la clase y, dada
la sucesión de reformas ininterrumpidas que se plantean desde el poder político y
administrativo, adaptarlas, transformándolas, a las exigencias que se derivan de
dicha cultura o gramática”. (Viñao, A.,2002, p. 68)

“La expresión reforma educativa se compone de dos términos con connotaciones


positivas. Lo educativo nos remite, en principio, a una actividad valiosa. Y cuando
se habla de reforma lo que viene a la mente es un cambio que mejora la situación
existente e implica avance y progreso”. (Viñao, A.,2002, p. 71)

“por reforma entiendo… “una alteración fundamental de las políticas educativas


nacionales” que puede afectar al gobierno y administración del sistema educativo
y escolar, a su estructura o financiación, al currículum −contenidos, metodología,
evaluación−, al profesorado −formación, selección o evaluación− y a la evaluación
del sistema educativo”. (Viñao, A.,2002, p. 76)

“Pero no suelen tener en cuenta y en general se oponen −por sus características y


naturaleza omnicomprensiva− a esta última, así como, de un modo particular, a la
cultura académico-profesoral, al conjunto de creencias, mentalidades y prácticas
de interacción y trabajo adquiridas sobre la marcha, arraigadas y transmitidas, no
sin modificaciones, de una generación a otra, con las que los profesores hacen
frente tanto a su tarea cotidiana en el aula y fuera de ella como a las
prescripciones y orientaciones administrativas. De ahí los retrasos en la aplicación
de las reformas, la devaluación de sus objetivos iniciales, su sustitución por
procedimientos burocrático-formales y, en último término, el más que relativo
fracaso de todas ellas, en especial cuando han sido promovidas y aplicadas por
detentadores del saber experto y científico de la educación”. (Viñao, A.,2002, p.
77)

“la enseñanza había dejado de ser un espacio restringido a una elite eclesiástica o
laica de varones, es decir, un espacio masculino y clerical en el que toda la
enseñanza tenía lugar en un idioma, el latín, sólo conocido y utilizado en los
ámbitos eclesiástico y docente”. (Viñao, A.,2002, p. 85)

“s la institución escolar y los sistemas educativos cambian. En estos cambios se


aprecian diferentes tipos de relaciones tanto con dichos aspectos externos como
con los internos. Tales diferencias guardan relación, a su vez, con el tipo de
cambio y nos ofrecen lecciones asimismo diferentes. De ahí que sea necesario
distinguir, al menos, dos tipos de cambios educativos: aquellos que se deben a
procesos socioeducativos de larga duración −en los que los aspectos o
condicionantes externos juegan un papel relevante−, y aquellos otros, más
limitados al ámbito escolar pero también dilatados en el tiempo, de índole
organizativa-curricular”. (Viñao, A.,2002, p. 85)
“a lo largo de períodos de tiempo dilatados, incluso superiores al siglo. Tres claros
ejemplos serían los procesos de escolarización, alfabetización y feminización. Tres
procesos iniciados entre los siglos XVI y XIX y todavía no finalizados −los dos
primeros− o que ofrecen nuevas características −el segundo, por ejemplo, las
nuevas alfabetizaciones y neoanalfabetismos”. (Viñao, A.,2002, p. 86)

“La innovación se mueve entre la necesidad de establecer continuidades y la


también necesidad de poner siempre en cuestión tanto la teoría como la práctica.
Para difundirse ha de alcanzar cierto grado de estabilidad en aquellas prácticas
fundamentadas que han de sustituir a las anteriores. Sin embargo, la permanente
puesta en cuestión de las mismas puede originar la no consolidación de cambio
alguno. Este dilema entre continuidad y cambio no puede resolverse a favor de
ninguno de los dos polos”. (Viñao, A.,2002, p. 91, 92)

“Los cambios, desde dentro, en esta práctica cultural sólo pueden surgir cuando
se compara, con otras diferentes, la manera de enseñar propia –de ahí el papel
innovador y difusor de las innovaciones del “turismo” pedagógico o visitas a otros
establecimientos docentes−, cuando dicha comparación va acompañada de la
reflexión compartida, y debatida, sobre las experiencias y prácticas de otros
profesores, y cuando dicha labor de comparación y reflexión compartida se integra
en un programa de mejora a largo plazo continuo y persistente”. (Viñao, A.,2002,
p. 93)

CONCLUSION:

Durante mucho tiempo, hemos sido testigos de diversos cambios y reformas que
ha sufrido la educación, se torna un tanto preocupante las formas en la que se han
dado estos cambios, ya que, algunas reformas han sido para bien y otras para
mal, nos podemos dar cuenta de que en las reformas educativas no prevalece la
contextualización, esto debido a que las personas que lo han realizado, son
personas que se podrían llamar “desertores de la tiza” y no saben realmente lo
que nuestros alumnos y alumnas requieren para el logro de sus aprendizajes,
debemos de estar conscientes de que, a pesar de que estos cambios o reformas
golpean a toda la sociedad en general, es nuestro deber, como docentes formar
alumnos que puedan mejorar su calidad de vida y la vida en sociedad.

BIBLIOGRAFIA:

Viñao, A., (2002). Sistemas educativos, culturas escolares y reformas.


Continuidades y cambios. Madrid: Ediciones Morata

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