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ENTENDER LA ARQUITECTURA

SUS ELEMENTOS, HISTORIA Y


SIGNIFICADO

RESUMEN

17 DE SEPTIEMBRE DE 2022
ALUMNO: ANGEL ALBERTO HERNANDEZ FARIAS, DOCENTE: JESUS
RICARDO SALAZAR RAMIREZ
UNIDEP, UNIVERSIDAD DEL DESARROLLO PROFECIONAL
Introducción

La historia de la arquitectura es un concepto muy extenso por explicar, pero sin duda algo
muy interesante saber desde donde nace la arquitectura ya que es algo que nos apasiona y
saber como es que surge y como fue que se empezó a crear las primeras casas, donde se
utilizaba 100 por ciento la naturaleza para poder crear las chozas y mantener temperaturas
favorables para el ser humano dentro de la choza en este resumen se explica un poco sobre
la historia de la arquitectura y cuales fueron sus inicios y en que época sucedió.

Resumen

La arquitectura es cobijo, pero también es un símbolo y una forma de comunicación, todo


arte es “un modo de discurso simbólico”. La arquitectura es una representación física del
pensamiento y la ambición del hombre, una crónica de las creencias y valores de la cultura
que la produce, la arquitectura ha sido concebida siempre como un símbolo de las creencias
comunitarias que satisface las necesidades tanto psicológicas como fisiológicas de la familia
humana o siglo no son sino una mínima parte de las amplias funciones sociales y culturales
que satisface la arquitectura.

Se estima que los primeros humanoides hicieron su aparición hace unos cinco millones de
años en África Central, el primer antecesor del hombre del que se tiene noticia, el primate
del género Australopithecus, hace aproximadamente un millón de años apareció una segunda
especie de humanoide que, al parecer, vivió junto al Australopithecus, el Homo habilis. El
Homo habilis se desplazó desde África Central hacia el norte, obtuvo el fuego por medios
naturales e inventó el hogar. Un descubrimiento científico de particular importancia,
realizado en una cueva en L’Escale (Francia), es el de los restos de un fuego que debió ser
encendido hace unos 750.000 años y es el hogar más antiguo que se conoce. Los hombres
primitivos se congregaban en torno a esos hogares, protegiéndose y calentándose durante las
frías noches de esos climas nórdicos, estableciendo de esa forma los primeros vínculos.

Terra Amata (Niza, Francia)

El siguiente antepasado del hombre, el Homo erectus, apareció hace 1,6 millones de años, a
finales de la primera era glaciar, la glaciación del Danubio, cuando el Homo erectus se
desplazó hacia los climas europeos, menos benignos, se vio obligado a encontrar o
construirse su propio cobijo. De Lumley y sus compañeros descubrieron lo que resultó ser
un campamento de primavera de un grupo de Homo erectus cazadores, que debía acudir
anualmente a ese lugar durante un periodo de varias décadas, hace entre 400.000 y 300.000
años. En ese yacimiento, conocido desde entonces como Terra Amata (‘tierra amada’, en
latín), de Lumley halló los restos de la morada artificial más antigua que se conoce, lo que
podríamos llamar la primera arquitectura. Se encontraron restos de 31 cabañas, 11 de las
cuales se reconstruían año tras año en el mismo lugar, sobre una antigua duna de arena en
posición dominante sobre la costa mediterránea. De la reconstrucción realizada se deduce
que las chozas, de planta ovalada de entre unos 8 a 15 metros (26-49 pies) de largo, por unos
4 a 6 metros (13-20 pies) de ancho, tenían sus paredes hechas con ramas de unos 7,6
centímetros (3 pulgadas) de diámetro medio, hincadas en la arena a modo de empalizada; la
planta de cada una de las cabañas estaba rodeada exteriormente por un cordón protector de
piedras, algunas de las cuales alcanzaban un diámetro de hasta 30 centímetros (1 pie).
Interiormente, unos postes verticales hincados en el suelo debieron sostener la cubierta,
aunque no se han hallado vestigios de ésta (tal vez las ramas laterales se curvaban hacia una
viga central sostenida por los postes). Cada choza disponía de un hogar central, con un
cortaviento de piedra en el lado norte, la dirección desde donde soplaban, y siguen soplando
hoy, los vientos dominantes en Niza. Con el empleo del fuego y la construcción de sus
moradas artificiales, nuestros primitivos antepasados pasaron a controlar su entorno y a
conformarlo a su propia conveniencia. Los primeros pasos hacia la arquitectura, entendida
como la deliberada conformación del entorno vital, estaban dados.
Cultura Neanderthal

Durante la cuarta era glaciar, la llamada glaciación Riss (hace 350.000– 225.000 años), el
Homo erectus fue reemplazado gradualmente por una especie arcaica del Homo, hace unos
100.000 años, aparecieron otras especies, el Homo sapiens neanderthalensis (u hombre de
Neanderthal), así llamado porque sus primeros restos fueron hallados en 1856 en el valle
(Thal) Neander, en Alemania. El hombre de Neanderthal se dispersó por el norte de África,
Europa y el Oriente Próximo. Se han descubierto numerosos restos de herramientas de piedra
de la cultura musteriense, pero muy pocos de construcciones. Por lo que parece, los hombres
de Neanderthal debieron vivir en su mayoría en cavernas.

Las moradas del ‘Homo sapiens’

El hombre de Neanderthal desapareció hace unos 40.000 años, hacia mediados de la última
era glaciar, la glaciación Würm (90.000- 10.000 años). Su sustituto fue el hombre actual, el
Homo sapiens sapiens. El hombre de Cro-Magnon perfeccionó diversas técnicas en la
fabricación de herramientas y utillaje, lo que ha permitido establecer una división en una
serie de etapas o culturas que se sucedieron rápidamente: perigordiense, auriñacense, la
delicada cultura solutrense y la magdaleniense. Este conjunto de etapas constituye el periodo
llamado paleolítico superior o antigua edad de piedra. En Europa se han ido descubriendo
una serie de asentamientos del primer Homo sapiens sapiens. Los de Europa oriental
muestran una tipología de morada bastante uniforme. De planta circular y de forma
posiblemente abombada o tal vez cónica, con un armazón de madera recubierto
presumiblemente con pieles de animales, la base de la choza típica solía estar reforzada
perimetralmente por medio de grandes huesos y calaveras de mamut. Las moradas debieron
alojar a amplios grupos familiares, ya que algunas de ellas alcanzan diámetros de hasta 9
metros (30 pies), son muy parecidas a las halladas en Ucrania, miden por término medio unos
6 metros (20 pies) de diámetro y están rodeadas por un anillo de enormes huesos de animales;
sin embargo, una de ellas alcanza unas medidas de 15,2 por 6,1 metros (50 por 20 pies) y
tiene cinco hogares. (Roth, 1993)
Moradas neolíticas

Hacia el año 8000 a. de C, o hace unos 10.000 años, se vivió un nuevo periodo de
desglaciación, produciéndose una transformación en el duro clima europeo; la tundra y las
estepas fueron reemplazadas gradualmente por exuberantes bosques. Había empezado una
nueva era, el periodo neolítico o la nueva edad de piedra, y el ser humano se fue haciendo
paulatinamente sedentario, construyendo asentamientos permanentes. El asentamiento, que
constituye el núcleo de población más antiguo de Europa conocido hasta el momento, está
formado por una serie de 40 chozas de planta trapezoidal emplazadas junto al río; su técnica
constructiva no difiere mucho de la empleada por el Homo erectus en Terra Amata, pues
consiste en una empalizada de ramas a cada lado de la casa, sostenida por un poste central.
Aquí, el pavimento de las chozas, de tierra apelmazada, rodea un hogar central revestido de
piedra.

En los restos de un asentamiento neolítico hallados en Strelice (c. 4500 a. de C.), en la


República Checa, se encontró una maqueta en arcilla de una casa de planta rectangular. La
casa tiene paredes verticales y cubierta a dos aguas; la visión de la maqueta permite deducir
que las paredes de las casas estaban hechas a base de maderas entrelazadas y recubiertas con
una argamasa de barro, y que las cubiertas pudieron haber sido de tepe. Los fragmentos de
una maqueta de arcilla similar encontrada en Ariusd (Rumania), tienen inscripciones de
dibujos geométricos curvos, lo que sugiere que las casas se pintaban. También se han
encontrado restos de casas de este tipo en el asentamiento de Cucuteni-Tripolye, en Habasesti
(Rumania). En Sittard, en los Países Bajos actuales, las casas eran considerablemente más
largas, alcanzando hasta 80 metros (260 pies), de forma que se supone que cada una de ellas
debió acomodar a varias familias nucleares o a una familia extensa.
La comunidad en conjunto había dejado de estar dedicada únicamente a la mera subsistencia
física, de manera que una porción creciente de las energías comunitarias pudo destinarse a
expresar, de forma cada vez más perdurable y simbólica, los valores de la sociedad. Se
inventó la arquitectura en piedra, de tal manera que lo que anteriormente precisaba de uno o
dos individuos para levantar una choza de estructura de madera en un día o dos, ahora
ocupaba a auténticos equipos de trabajadores que dedicaban todas sus energías a extraer de
la tierra grandes megalitos (del griego mega, ‘grande’, y lithos, ‘piedra’) y transportarlos al
lugar preciso; la construcción propiamente dicha podía durar semanas, meses o años. Las
primeras construcciones megalíticas fueron los menhires (del celta y del bretón men, ‘piedra’,
ehir, ‘larga’), que consisten en una piedra larga hincada verticalmente en el suelo; algunas
veces aparecen formaciones de menhires dispuestos en círculo o en filas paralelas, señalando
un área determinada para la realización de algún rito cuyo significado preciso desconocemos
por el momento. En varios lugares, los túmulos terminan en una cámara de planta
aproximadamente circular, techada con piedras pequeñas dispuestas en anillos que se van
cerrando a medida que ganan altura; cada una de las piedras se apoya en voladizo sobre la
inferior, formando una bóveda en ménsula o falsa bóveda. La configuración de la tercera y
última fase de Stonehenge es muy parecida a la que ha llegado a nuestros días; se inició hacia
el 2000 a. de C. y terminó hacia el 1500 a. de C. Se retiraron temporalmente las malaquitas
y se erigieron unos impresionantes pies derechos de piedra arenisca de la cantera de
Marlborugh Downs, distante unos 32 kilómetros (20 millas) del lugar, dispuestos en forma
de columnata circular de 6 metros (20 pies) de altura, con dinteles curvos. En el interior del
recinto, se erigieron cinco grandes trilitos (dos pies derechos que sostienen un dintel
horizontal) con los que se configuró una abertura en forma de herradura, orientada hacia el
noreste y el menhir de la entrada. (Roth, 1993)

Skara Brae

Las casas de los obreros que construyeron los dólmenes, los túmulos funerarios y Stonehenge
desaparecieron hace muchos años sin dejar rastro. Sin embargo, nos han llegado notables
vestigios de, al menos, un poblado, construido hacia el 2500 a. de C. y abandonado hacia el
1500 a. de C. Se trata de Skara Brae, ubicado en el marco rocoso y áspero de las islas Orcadas,
al noreste de Escocia. Dado que en las islas prácticamente no hay madera, las casas fueron
construidas casi completamente en piedra, con estanterías, mesas y camas de piedra. (Roth,
1993)

Las primeras ciudades

El cambio más importante en la forma de asentamiento humano, con la consiguiente creación


de la arquitectura tal como la entendemos hoy, fue el resultado de la adaptación a la
espectacular suavización climática que acompañó a la recesión de los glaciares.

Entonces el hombre adoptó una existencia sedentaria, estableció asentamientos permanentes


y construyó casas para vivir y otros edificios. Ello fue posible no sólo por su propia
sedentarización, sino también por la domesticación de diversos animales y el descubrimiento
de que diversas semillas podían ser molidas y aprovechadas como comida o para hacer
harina. La sedentarización condujo a la construcción de viviendas permanentes junto a los
campos de labor, lo que redundó en unos edificios más sólidos; además, a medida que los
poblados y ciudades crecían en número y tamaño, la organización social se fue haciendo más
y más compleja, requiriendo de una tipología edilicia más variada. (Roth, 1993)
Çatal Hüyük

Hacia el 8000 a. de C., como consecuencia de la recesión de los glaciares, comenzaron a


surgir numerosas ciudades de gran tamaño habitadas de forma permanente. Çatal Hüyük
ocupa un área de 12,9 hectáreas (32 acres), de las cuales algo menos de la cuarta parte se
descubrieron durante las excavaciones de 1961-1966. No existían calles propiamente dichas,
sino estrechas agrupaciones de casas de planta rectangular, como celdas de colmena, sólo
separadas ocasionalmente por algún patio, que debió usarse como vertedero de desperdicios
domésticos. El acceso a las casas se realizaba por medio de una escalerilla de madera, a través
de una abertura en la cubierta que hacía las veces de respiradero del hogar, el cual estaba
situado bajo la abertura, en posición central. Las casas tenían un armazón de postes y vigas
de madera, cuyos entrepaños se rellenaban de ladrillos de adobe; las paredes se acababan con
un enlucido y, a menudo, con pintura. (Roth, 1993)

Ciudades mesopotámicas

Como consecuencia de la plantación de semillas, después de las cosechas había que


almacenar el grano; por lo tanto, se precisaba de unos recipientes que resistiesen bien la
humedad y el ataque de los insectos y roedores, y de ahí el desarrollo de la industria de la
alfarería doméstica.

Por carecer el país de piedra y escasear la madera, la arquitectura urbana de esas primeras
ciudades usó como materiales de construcción el adobe o ladrillo crudo (secado al sol y unido
con mortero de arcilla) y el ladrillo cocido (tomado, ordinariamente, con betún); así, los
espesísimos muros de adobe se revestían de una capa protectora de ladrillo cocido. Los únicos
vestigios que nos han llegado de esa arquitectura protohistórica son los zigurats, unas grandes
pirámides escalonadas con rampas laterales ascendentes y un templo en la cúspide. el Templo
Blanco (así llamado por los arqueólogos, por el color del enlucido que recubría su gran sala
interior) fue construido entre los años 3500 y 3000 a. de C. y es uno de los primeros ejemplos
de zigurat coronado por un templo. La planta de este templo es muy similar a la que aparece
grabada en una estatua decapitada del patesi Gudea llamada El arquitecto de la regla, sobre
una tableta que el gobernador de la ciudad mesopotámica de Lagash sostiene sobre sus
rodillas. El conjunto es una sólida masa de barro; el interior de ladrillos de barro blando y las
fachadas recubiertas con una capa de más de dos metros de espesor de ladrillos cocidos
asentados con betún. (Roth, 1993)

Inventando la arquitectura y la ciudad

Lo que hoy nos pueden parecer unas simples y anodinas chozas, como las de Terra Amata,
fueron en realidad los principios de la arquitectura, ya que esas sencillas cabañas señalaron
el inicio de la configuración deliberada del lugar donde vivir. Las casas se agruparon para
formar los primeros poblados, después aldeas y, más tarde, ciudades, empezando por las del
valle del Tigris y el Éufrates. (Roth, 1993)

Al igual que había sucedido anteriormente con la construcción megalítica en Europa, en


Mesopotamia los primeros edificios permanentes sirvieron para satisfacer las funciones
públicas más perentorias, en un intento de salvar el abismo existente entre los humanos y los
dioses. Pese a que los edificios concretos fueran patrocinados por reyes, príncipes o
gobernadores individuales, no dejaban de tener por ello el carácter de materialización la
invención de la arquitectura: de las cavernas a las ciudades 165 de una voluntad pública. La
civilización humana y su materialización arquitectónica se habían puesto en marcha. (Roth,
1993)

Reflexión

Desde mi punto de vista creo que siempre a existido la Arquitectura no solo tiene que ver en
planear un edificio, casa, bodega etc, también se tiene que ver la manera en que los seres
humanos se sientas cómodos y resguardados en su propio hogar o lugar de trabajo tengan sus
sistemas de confort, que es lo que siempre se a buscado desde el origen de los seres humanos
hablando de los género Australopithecus, que adoptaban las cuevas para poder resguardarse
de los peligros tanto de animales como de la naturaleza, pero con el paso del tiempo como
todo tenemos que ir mejorando y buscando la comodidad y hacer algo mas duradero por ello
los antepasados empezaron a buscar nuevas alternativas y nuevos métodos de construir y
mejores ubicaciones que les permitiera poder cultivar y hacer crecer sus ganados entonces
creo el termino de arquitectura donde hubiera personas encargadas para llevar ese trabajo a
cabo y sea de mejor calidad y más duradero.
Referencias Bibliográficas
Read, Herbert, “The Disintegration of Form in Modern Art”, en The Origins of Form in Art,
Nueva York, 1965, p. 182.

De Lumley, Henry, “A Paleolithic Camp at Nice”, en Scientific American, nº 220, mayo,


1969, pp. 42-50.

Soleckei, Robert S., Shanidar: The First Flower People, Nueva York, 1971.

Atkinson, R. J. C., Stonehenge, Baltimore (Maryland), 1960.

Bataille, George, Lascaux, Ginebra (Suiza), 1955.

Brown, Dale, y White, Edmund, The First Men, Nueva York, 1973.

Childe, V. Gordon, Man Makes Himself, Londres, 1936; Nueva York, 1951.

Childe, V. Gordon, Skara Brae, Londres, 1931.

Collins, Desmond, The Human Revolution: From Ape to Artist, Oxford (Inglaterra), 1977.

Constable, George, The Neanderthals, Nueva York, 1973.

Fagan, Brian, ed., Avenues to Antiquity: Readings from Scientific American, San Francisco,
1975

Roth, L. M. (1993). Entender la Arquitectura, sus elementos historia y


significado.Barcelona: Gustavo Gili, SL.

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