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SECUNDARIA

LECTURA
Primer grado
Azul cielo

Pongan mucha atención… Van a descubrir algo en verdad fascinante: En la Tierra el cielo
se ve azul, en la Luna se ve negro, en Marte se ve rojo... ¿Por qué? La respuesta está
en esta lectura. Si ustedes se fijan, van a asombrar a sus padres y amigos.
Todos sabemos que, desde la Tierra, el cielo se ve azul. Pero en la Luna se ve negro y
en Marte se ve rojo. ¿Por qué? Hace aproximadamente 300 años, el físico inglés Isaac
Newton hizo un descubrimiento asombroso. Newton observó que cuando la luz del Sol
pasaba a través de un prisma de vidrio, salía luz de todos colores. Esto lo hizo descubrir
que la luz del Sol es una mezcla de rayos de luz de todos colores, aunque la veamos
blanca.
Cuando un haz de luz atraviesa un medio cualquiera, los rayos luminosos chocan contra
las partículas del medio. Pero resulta que los rayos rojos, anaranjados y amarillos solo
chocan con partículas relativamente grandes. A las partículas pequeñas ¡ni las ven! En
cambio, los rayos verdes y azules chocan con partículas de cualquier tamaño.
Pero ¿Qué tiene que ver todo esto con el color del cielo? En la Tierra, la atmósfera está
formada sólo por partículas muy pequeñas llamadas moléculas.
Cuando la luz del Sol la atraviesa, los rayos rojos, anaranjados y amarillos no sufren
choques.
En cambio, los rayos azules chocan con las moléculas y se dispersan, esto es, son
enviados en todas direcciones al chocar con ellas. Por eso nos parece que el cielo es
azul, pero lo que estamos viendo es tan sólo la luz azul del Sol, distribuida por toda la
atmósfera. Asombroso, ¿verdad?
¿Qué pasa en la Luna? Allí no hay atmósfera, no hay partículas, así que la luz no choca
contra nada y no se dispersa en todas direcciones. La luz del Sol no ilumina todo el cielo.
Por eso ahí el cielo se ve negro y las estrellas son visibles de día y de noche.
En Marte, el suelo está cubierto por un polvo muy fino de color rojo. Con mucha frecuencia
hay vientos muy fuertes que levantan el polvo y lo dejan suspendido en la atmósfera. Por
eso, desde Marte el cielo se ve rojo.

Miguel Ángel Herrera y Julieta Fierro, “Azul cielo” en La Tierra. México, SEP-SITESA, 1991.
Guía de preguntas para el aplicador: Solicite al alumno (a) que lea en voz alta,
mencione que al final le hará algunas preguntas. Siga la lectura y conforme avanza, haga el
registro.

Azul cielo

Pongan mucha atención… Van a descubrir algo en verdad fascinante: En la Tierra el cielo
se ve azul, en la Luna se ve negro, en Marte se ve rojo... ¿Por qué? La respuesta está
en esta lectura. Si ustedes se fijan, van a asombrar a sus padres y amigos.
Todos sabemos que, desde la Tierra, el cielo se ve azul. Pero en la Luna se ve negro y
en Marte se ve rojo. ¿Por qué? Hace aproximadamente 300 años, el físico inglés Isaac
Newton hizo un descubrimiento asombroso. Newton observó que cuando la luz del Sol
pasaba a través de un prisma de vidrio, salía luz de todos colores. Esto lo hizo descubrir
que la luz del Sol es una mezcla de rayos de luz de todos colores, aunque la veamos
blanca.
Cuando un haz de luz atraviesa un medio cualquiera, los rayos luminosos chocan contra
las partículas del medio. Pero resulta que los rayos rojos, anaranjados y amarillos solo
chocan con partículas relativamente grandes. A las partículas pequeñas ¡ni las ven! En
cambio, los rayos verdes y azules chocan con partículas de cualquier tamaño.
Pero ¿Qué tiene que ver todo esto con el color del cielo? En la Tierra, la atmósfera está
formada sólo por partículas muy pequeñas llamadas moléculas.
Cuando la luz del Sol la atraviesa, los rayos rojos, anaranjados y amarillos no sufren
choques.
En cambio, los rayos azules chocan con las moléculas y se dispersan, esto es, son
enviados en todas direcciones al chocar con ellas. Por eso nos parece que el cielo es
azul, pero lo que estamos viendo es tan sólo la luz azul del Sol, distribuida por toda la
atmósfera. Asombroso, ¿verdad?
¿Qué pasa en la Luna? Allí no hay atmósfera, no hay partículas, así que la luz no choca
contra nada y no se dispersa en todas direcciones. La luz del Sol no ilumina todo el cielo.
Por eso ahí el cielo se ve negro y las estrellas son visibles de día y de noche.
En Marte, el suelo está cubierto por un polvo muy fino de color rojo. Con mucha frecuencia
hay vientos muy fuertes que levantan el polvo y lo dejan suspendido en la atmósfera. Por
eso, desde Marte el cielo se ve rojo.

Miguel Ángel Herrera y Julieta Fierro, “Azul cielo” en La Tierra. México, SEP-SITESA, 1991.
ACTIVIDAD: Plantee al alumno (a) las siguientes preguntas y espere respuestas. No es
necesario que las registre.

1. ¿De qué trata la lectura?

2. ¿Cuál fue el descubrimiento asombroso que hizo Issac Newton?

3. ¿De qué está formada la atmósfera de la Tierra?

4. ¿Por qué el cielo se ve negro desde la Luna?

5. ¿Por qué el cielo se ve azul desde la Tierra?


Segundo grado
Adalina, el Hada sin alas
Adalina no era un hada igual que las demás. Nadie sabía por qué, pero no tenía alas. Y
eso que era la princesa, hija de la Gran Reina de las hadas. Todo eran problemas y
dificultades, era tan pequeña como una flor y no podía volar.

No sólo no podía volar, sino que apenas tenía unos cuantos poderes mágicos, pues la
magia de las hadas se esconde en sus delicadas alas de cristal. Así que desde muy
pequeña dependió de la ayuda de los demás para muchísimas cosas. Adalina creció
dando las gracias, sonriendo y haciendo muchos amigos, de tal forma que todos los
animalillos del bosque estaban encantados de ayudarla. –Hola Adalina, ¿Cómo estás
amiguita? ¿En qué te ayudamos? –le decían.

-Gracias, gracias, gracias, –decía sonriendo.

Pero cuando cumplió la edad en que debía convertirse en reina, muchas hadas
mayores dudaron que pudiera ser una buena reina con tal discapacidad. Tanto
protestaron y discutieron, que Adalina tuvo que aceptar someterse a una prueba en la
que tendría que demostrar a todos las maravillas que podía hacer. –Creo que si podré –
decía, pero… no muy convencida.

La pequeña hada se entristeció muchísimo. ¿Qué podría hacer, si apenas era mágica
y ni siquiera podía llegar muy lejos con sus cortas piernitas? Pero mientras Adalina trataba
de imaginar algo que pudiera sorprender al resto de las hadas mayores, sentada sobre
una piedra junto al río, la noticia se extendió entre sus amigos los animales del bosque.
Y al poco, cientos de ellos estaban junto a ella, dispuestos a ayudarla en lo que
necesitara.

–Adelante amiga, tú puedes, claro que puedes.

–Muchas gracias, amigos. Me siento mucho mejor con todos ustedes a mi lado –dijo
con la más dulce de sus sonrisas– pero… no sé si podré. ¿Pueden ayudarme? –estoy
muy preocupada.
–¡Claro que sí! –respondió la ardilla– dinos, ¿Qué harías para sorprender a esas hadas
tontorronas?

–Uff... si pudiera, me encantaría atrapar el primer rayo de sol, antes de que tocara la
tierra, y guardarlo en una gota de rocío, para que cuando hiciera falta, sirviera de linterna
a todos los habitantes del bosque. Oh... ¡qué emoción!... también me encantaría pintar en
el cielo un arcoíris durante la noche, bajo la pálida luz de la luna, para que los seres
nocturnos pudieran también contemplar su belleza... pero como no tengo magia ni alas
donde guardarla...

–¡Pues la tendrás guardada en otro sitio! ¡Mira! –gritó ilusionada una vieja tortuga que
volaba por los aires dejando un rastro de color verde a su paso.

Era verdad. Al hablar Adalina de los deseos más profundos de su corazón, una ola de
magia había invadido a sus amiguitos, que salieron volando por los aires para crear el
mágico arcoíris, y para atrapar no uno, sino cientos de rayos de sol en finas gotas de
agua que llenaron el cielo de diminutas y brillantes lamparitas.

Durante todo el día y la noche pudieron verse en el cielo ardillas, ratones, ranas,
pájaros y pececillos, llenándolo todo de luz y color, en un espectáculo jamás visto que
hizo las delicias de todos los habitantes del bosque.

¡Qué feliz soy!... esto es mágico.

Adalina fue aclamada como Reina de las Hadas, a pesar de que ni siquiera ella sabía
aún de dónde había surgido una magia tan poderosa. Y no fue hasta algún tiempo
después que la joven reina comprendió que ella misma era la Gran Hada, aquella cuya
magia no estaba guardada solo en su corazón, sino entre todos sus verdaderos amigos.

Autor. Pedro Pablo Sacristán. Recuperado de.


http://cuentosparadormir.com/infantiles/cuento/adalina-el-hada-sin-alas
Guía de preguntas para el aplicador: Solicite al alumno (a) que lea en voz alta,
mencione que al final le hará algunas preguntas. Siga la lectura y conforme avanza, haga el
registro.

Adalina, el Hada sin alas


Adalina no era un hada igual que las demás. Nadie sabía por qué, pero no tenía alas. Y
eso que era la princesa, hija de la Gran Reina de las hadas. Todo eran problemas y
dificultades, era tan pequeña como una flor y no podía volar.

No sólo no podía volar, sino que apenas tenía unos cuantos poderes mágicos, pues la
magia de las hadas se esconde en sus delicadas alas de cristal. Así que desde muy
pequeña dependió de la ayuda de los demás para muchísimas cosas. Adalina creció
dando las gracias, sonriendo y haciendo muchos amigos, de tal forma que todos los
animalillos del bosque estaban encantados de ayudarla. –Hola Adalina, ¿Cómo estás
amiguita? ¿En qué te ayudamos? –le decían.

–Gracias, gracias, gracias, –decía sonriendo.

Pero cuando cumplió la edad en que debía convertirse en reina, muchas hadas
mayores dudaron que pudiera ser una buena reina con tal discapacidad. Tanto
protestaron y discutieron, que Adalina tuvo que aceptar someterse a una prueba en la
que tendría que demostrar a todos las maravillas que podía hacer. –Creo que si podré –
decía, pero… no muy convencida.

La pequeña hada se entristeció muchísimo. ¿Qué podría hacer, si apenas era mágica
y ni siquiera podía llegar muy lejos con sus cortas piernitas? Pero mientras Adalina trataba
de imaginar algo que pudiera sorprender al resto de las hadas mayores, sentada sobre
una piedra junto al río, la noticia se extendió entre sus amigos los animales del bosque.
Y al poco, cientos de ellos estaban junto a ella, dispuestos a ayudarla en lo que
necesitara.

–Adelante amiga, tú puedes, claro que puedes.

–Muchas gracias, amigos. Me siento mucho mejor con todos ustedes a mi lado –dijo
con la más dulce de sus sonrisas– pero… no sé si podré. ¿Pueden ayudarme? –estoy
muy preocupada.

- ¡Claro que sí! - respondió la ardilla- dinos, ¿Qué harías para sorprender a esas hadas
tontorronas?

- Ufff... si pudiera, me encantaría atrapar el primer rayo de sol, antes de que tocara la
tierra, y guardarlo en una gota de rocío, para que cuando hiciera falta, sirviera de linterna
–¡Claro que sí! –respondió la ardilla- dinos, ¿Qué harías para sorprender a esas hadas
tontorronas?

–Uff... si pudiera, me encantaría atrapar el primer rayo de sol, antes de que tocara la
tierra, y guardarlo en una gota de rocío, para que cuando hiciera falta, sirviera de linterna
a todos los habitantes del bosque. Oh... ¡qué emoción!... también me encantaría pintar en
el cielo un arcoíris durante la noche, bajo la pálida luz de la luna, para que los seres
nocturnos pudieran también contemplar su belleza... pero como no tengo magia ni alas
donde guardarla...

–¡Pues la tendrás guardada en otro sitio! ¡Mira! –gritó ilusionada una vieja tortuga que
volaba por los aires dejando un rastro de color verde a su paso.

Era verdad. Al hablar Adalina de los deseos más profundos de su corazón, una ola de
magia había invadido a sus amiguitos, que salieron volando por los aires para crear el
mágico arcoíris, y para atrapar no uno, sino cientos de rayos de sol en finas gotas de
agua que llenaron el cielo de diminutas y brillantes lamparitas.

Durante todo el día y la noche pudieron verse en el cielo ardillas, ratones, ranas,
pájaros y pececillos, llenándolo todo de luz y color, en un espectáculo jamás visto que
hizo las delicias de todos los habitantes del bosque.

¡Qué feliz soy!... esto es mágico.

Adalina fue aclamada como Reina de las Hadas, a pesar de que ni siquiera ella sabía
aún de dónde había surgido una magia tan poderosa. Y no fue hasta algún tiempo
después que la joven reina comprendió que ella misma era la Gran Hada, aquella cuya
magia no estaba guardada solo en su corazón, sino entre todos sus verdaderos amigos.

590 PALABRAS

Autor. Pedro Pablo Sacristán. Recuperado de.


http://cuentosparadormir.com/infantiles/cuento/adalina-el-hada-sin-alas
ACTIVIDAD: Plantee al alumno (a) las siguientes preguntas y espere respuestas. No es
necesario que las registre.

1. ¿De qué trata la lectura?

2. ¿Qué problemas y dificultades tenía el Hada Adalina?

3. ¿Quiénes eran sus amigos?

4. ¿Qué le pidieron las hadas mayores para que pudiera ser reina?

5. ¿Qué hizo el hada Adalina para sorprender al resto de las hadas


mayores?

6. ¿En qué consistía la magia del Hada Adalina?


Tercer grado
Cómo hacer un proyecto de vida

A Fernanda le encargaron de tarea, hacer una investigación muuuuy difícil. ¿Cómo


hacer un proyecto de vida?

Los días pasaron y Fernanda no sabía cómo realizar esta tarea…o más bien, no
quería... o más bien… no le gustaba. Solo ella lo sabe, pero estaba preocupada.

Pero uno de estos días, buscó información, y, para su sorpresa encontró muchas
sugerencias, recomendaciones, consejos y más. Fernanda eligió y registró lo siguiente,
se le hizo una manera muy práctica para hacer su tarea.

Hacer un proyecto de vida, significa planear tu vida. Requiere, como primer


paso, conocerse a uno mismo, saber cuáles son tus fortalezas y debilidades,
cuáles son tus principios y valores, cuáles son tus recursos personales y sobre
todo: ¿Qué deseas para tu futuro? De esta forma, es mucho más fácil poder
encaminar tus acciones diarias para alcanzar tus objetivos tanto personales y
familiares, como sociales y de trabajo. La vida se trata de encontrarle un sentido
a lo que hacemos y buscar la manera en que aquello que hacemos, aporte algo
a la sociedad en la que vivimos, empezando por nuestra familia.

Pasos para elaborar un proyecto de vida:

1. Piensa en cómo está tu vida, qué quieres cambiar y a dónde quieres llegar a partir
de ahora. Al analizar lo que tienes y definir lo más importante que quieres en el
futuro, tendrás la idea de dónde te encuentras en tu vida y a dónde quieres llegar.

2. Cada vez que quieras conseguir algo nuevo, anótalo. Plantea las posibilidades que
tienes para conseguir lo que quieres. Cada meta que te hayas planteado debe
hacerte feliz cuando imagines que la has logrado. Planea metas positivas.

3. Cada meta tiene un camino, son las acciones para lograrlo. Si ves que un camino
no funciona, intenta otro. Siempre hay posibilidades.

542 palabras
4. Ten en cuenta que no existe el fracaso como tal. Si no puedes conseguir alguna
de tus metas es porque seguramente existe otra posibilidad mejor. Las posibilidades son
infinitas, solo tienes que buscarlas. Analiza qué hiciste mal y no lo repitas, aprende de tus
errores, busca otras formas de conseguir tus metas.

5. Elabora pequeños planes y pasos para conseguir las metas que quieras en tu vida
y ¡Ponte en acción! Haz lo que tengas que hacer.

6. Piensa con optimismo, CONFÍA EN TI MISMO, piensa que a veces no es el mejor


de los momentos, pero todo va a estar bien. Si ese no era el camino, intenta algo distinto
en otro momento.

7. Se perseverante: no abandones tu proyecto. Cuando menos lo esperes, habrás


hecho hasta lo imposible.

8. Date cuenta de tus avances, valora los pequeños y grandes logros. No retrocedas.

Vaya… ¡qué interesante! –se dijo Fernanda, pensé que era algo más complicado. Y
los días siguientes, después de leer sobre el tema, se sintió tan interesada y emocionada
que dijo “Bienvenido mi proyecto de vida”.

Compró un hermoso diario y en la primera página escribió: “El proyecto de vida de


Fernanda” y comenzó a planear, a registrar, a realizar, a superar y a lograr.

Lo que inició como una tarea, se convirtió en una experiencia maravillosa.

Cada vez que tenía oportunidad, Fernanda invitaba a sus amigos para que ellos
hicieran su proyecto de vida.

Idea recuperada de: http://es.wikihow.com/hacer-un-proyecto-de-vida


Adaptado por: Gloria Flores Salinas
Guía de preguntas para el aplicador: Solicite al alumno (a) que lea en voz alta,
mencione que al final le hará algunas preguntas. Siga la lectura y conforme avanza, haga el
registro.

Cómo hacer un proyecto de vida

A Fernanda le encargaron de tarea, hacer una investigación muuuuy difícil. ¿Cómo


hacer un proyecto de vida?

Los días pasaron y Fernanda no sabía cómo realizar esta tarea…o más bien, no
quería..., o más bien… no le gustaba. Solo ella lo sabe, pero estaba preocupada.

Pero uno de estos días, buscó información, y, para su sorpresa encontró muchas
sugerencias, recomendaciones, consejos y más. Fernanda eligió y registró lo siguiente,
se le hizo una manera muy práctica para hacer su tarea.

Hacer un proyecto de vida, significa planear tu vida. Requiere, como primer


paso, conocerse a uno mismo, saber cuáles son tus fortalezas y debilidades,
cuáles son tus principios y valores, cuáles son tus recursos personales y sobre
todo: ¿Qué deseas para tu futuro? De esta forma, es mucho más fácil poder
encaminar tus acciones diarias para alcanzar tus objetivos tanto personales y
familiares, como sociales y de trabajo. La vida se trata de encontrarle un sentido
a lo que hacemos y buscar la manera en que aquello que hacemos, aporte algo
a la sociedad en la que vivimos, empezando por nuestra familia.

Pasos para elaborar un proyecto de vida:

1. Piensa en cómo está tu vida, qué quieres cambiar y a dónde quieres llegar a partir
de ahora. Al analizar lo que tienes y definir lo más importante que quieres en el
futuro, tendrás la idea de dónde te encuentras en tu vida y a dónde quieres llegar.

2. Cada vez que quieras conseguir algo nuevo, anótalo. Plantea las posibilidades que
tienes para conseguir lo que quieres. Cada meta que te hayas planteado debe
hacerte feliz cuando imagines que la has logrado. Planea metas positivas.

3. Cada meta tiene un camino, son las acciones para lograrlo. Si ves que un camino
no funciona, intenta otro. Siempre hay posibilidades.
4. Ten en cuenta que no existe el fracaso como tal. Si no puedes conseguir alguna
de tus metas es porque seguramente existe otra posibilidad mejor. Las posibilidades son
infinitas, solo tienes que buscarlas. Analiza qué hiciste mal y no lo repitas, aprende de tus
errores, busca otras formas de conseguir tus metas.

5. Elabora pequeños planes y pasos para conseguir las metas que quieras en tu vida
y ¡Ponte en acción! Haz lo que tengas que hacer.

6. Piensa con optimismo, CONFÍA EN TI MISMO, piensa que a veces no es el mejor


de los momentos, pero todo va a estar bien. Si ese no era el camino, intenta algo distinto
en otro momento.

7. Se perseverante: no abandones tu proyecto. Cuando menos lo esperes, habrás


hecho hasta lo imposible.

8. Date cuenta de tus avances, valora los pequeños y grandes logros. No retrocedas.

Vaya… ¡qué interesante! –se dijo Fernanda, pensé que era algo más complicado. Y
los días siguientes, después de leer sobre el tema, se sintió tan interesada y emocionada
que dijo “Bienvenido mi proyecto de vida”.

Compró un hermoso diario y en la primera página escribió: “El proyecto de vida de


Fernanda” y comenzó a planear, a registrar, a realizar, a superar y a lograr.

Lo que inició como una tarea, se convirtió en una experiencia maravillosa.

Cada vez que tenía oportunidad, Fernanda invitaba a sus amigos para que ellos
hicieran su proyecto de vida.

542 PALABRAS
Idea recuperada de: http://es.wikihow.com/hacer-un-proyecto-de-vida
Adaptado por: Gloria Flores Salinas
ACTIVIDAD: Plantee al alumno (a) las siguientes preguntas y espere respuestas. No es
necesario que las registre.

1. ¿De qué trata la lectura?

2. ¿Cuál es el primer paso para elaborar un proyecto de vida?

3. ¿Cuáles son los pasos a seguir para elaborar un proyecto de vida?

4. ¿Qué significa ser perseverante?

5. ¿De qué manera puso en acción Fernanda su proyecto de vida?

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