ESTILOS PINTURA POMPEYANOS

1. PRIMER ESTILO
 “Estructural, de Incrustación o de Mampostería”
 Extendido tanto en edificios públicos como en viviendas
 La finalidad de este estilo, y de la pintura mural en general, será la de recubrir el
material de construcción burdo, embelleciendo la casa
 Simulación o imitación de las losas de mármol
 Otros elementos simulados hechos de estuco: discos de alabastro suspendidos en
líneas verticales, vigas de “madera” en amarillo y “pilares” y “cornisas” en blanco y las
cubiertas de las paredes hechas en opus quadratum
 Uso de colores vivos (amarillo, el púrpura y el rojo)
 Las losas grandes se colocaron en las paredes veteadas como verdaderas piezas de
piedra.
 Reflejo pintura helenística
 Este estilo dividió la pared en varios patrones de colores siguiendo una repetición fija,
en tres zonas:
o Banda superior decorada con marcos de estuco en proyección, de estilo
jónico
o Banda media, a su vez tripartita, pintada predominantemente en rojo y en
negro
o Un zócalo generalmente pintado en amarillo que imita la madera y separado
de la parte media por una banda.

2. SEGUNDO ESTILO

 Denominado “Arquitectónico” o “Ilusionista”

 Años 90 - 88 a.C.
 2 fases: una primera fase llamada “arquitectónica” y una segunda fase llamada
“ornamental”
 Puede presentar 3 modalidades:
o La más sencilla, presenta altos zócalos, sobre los cuales presentan cornisas
voladas y molduras, sobre las cuales se alzan columnas sobre pedestales.
También pueden simularse ventanas y puertas cerradas.
o En un basamento de mármol, sobre el cual se levantan columnas hasta el
techo. Los espacios generados se rellenan de distintas formas arquitectónicas.
o Simula una serie de altas columnas sobre las cuales se abre unos arcos, a
través de los cuales se observa el exterior, donde aparecen edificios.

 Durante la primera fase, el uso del dibujo y del color está al servicio de una
composición arquitectónica ilusionista y simétrica.
 La segunda fase, llamada “ornamental”, tiene una arquitectura mucho más suntuosa,
influenciada por la arquitectura palaciega y teatral.
 Imita elementos arquitectónicos al mismo tiempo que se vale de ellos para jugar con
las perspectivas y crear paisajes o imágenes que dan sensación de amplitud a la sala
 Destaca el realismo de las pinturas por las proporciones y el detalle de las figuras, así
como los temas que presentan

3. TERCER ESTILO
 “Estilo Adornado”
 Surgió a finales del siglo I a.C.
 Basa su pintura en un aspecto destacado del Segundo Estilo: la representación
arquitectónica
 Abarcó la superficie plana de la pared mediante el uso de planos de colores amplios y
monocromáticos, como el negro, el amarillo o el rojo
 Este estilo incorporó columnas y frontones fantásticos y estilizados que solo podrían
existir en el espacio imaginario de una pared pintada
 Una de las ventajas de este estilo fue que dio a los artistas más flexibilidad para
cambiar sus diseños
 Aparece como una reacción a la austeridad del período anterior
 Se podría clasificar como simplista elegante y con una técnica impresionista.
 Introducción de la pintura grande, pintada en la pared y ya no encerrada
 Temas representados: la mitología, la religión o en temas idílicos, temas e imágenes
egipcios, incluidas escenas del Nilo, deidades, plantas y animales característicamente
egipcios…

4. CUARTO ESTILO

 “Intrincado”
 Se caracterizó como una reacción “barroca” al manierismo del Tercer Estilo
 Mucho menos adornado
 Las pinturas intrincadas aparecieron más ocupadas y usaron la pared en su totalidad,
caóticas y llenas de exceso
 En la fase Julio-Claudia (20 – 54 d.C.) predomina una calidad textil y los aretes parecen
conectar todos los elementos en la pared.
 Los colores se “calientan” una vez más, son más nítidos, apareciendo oposiciones
cromáticas
 Representación de escenas extraídas de la mitología, de paisajes, vida cotidiana,
retratos y otros temas
 Estas escenas están pintadas con una técnica impresionista
 Avance de la naturaleza muerta con un espacio y luz intensos
 El sombreado era muy importante en la representación de la naturaleza muerta en la
pintura romana.