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Sinopsis ............................................................................... 3
Una Navidad de la Familia Peyton ........................................ 4
Sobre la Autora .................................................................. 43
Próximo Libro ..................................................................... 44
Saga Southern Arcana........................................................ 45
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La vida se ha asentado para Nicole Peyton y Derek
Gabriel. Han peleado batallas y han ganado, pero
amigos y familiares todavía luchan con las cicatrices.
Durante su primera Navidad juntos, rodeados de las
personas que más aman, Derek y Nick se dan los
regalos menos tangibles que más importan, y los
regalos demasiado tangibles que significan para
siempre.
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—Yo no robé el avión. —Nick apretó su agarre en el frío
volante de la camioneta del rancho y miró de reojo a su
pasajera—. Lo tomé prestado.
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responder, Kat se rio a medias— No, por supuesto que Derek.
Luciano y tu padre probablemente no estén sin aliento por la
espera ni nada por el estilo.
—Pobre Michelle.
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Conducir con lágrimas en los ojos era una receta para el
desastre, por lo que Nick las apartó y negó con la cabeza.
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Por el rabillo del ojo, vio que las mejillas de Kat se ponían
rosadas.
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Nick rio.
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—No sé cuándo regresaremos a Nueva Orleans, pero lo
haremos. Lo prometo.
—Ahí está.
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limpiar la ventana empañada—. Es enorme.
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—Pero él nunca las quema. —Un borde acre aún flotaba
en el aire, prueba suficiente de que quienquiera que hubiera
estado horneando había quemado al menos un lote—. ¿Me
perdí la cena? —llamó mientras desabrochaba su propio
abrigo.
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honestamente interesada o fingiendo tan bien que Derek no
podía notar la diferencia. De cualquier manera, era una escena
casi surrealista.
—No he tenido una Navidad sin ella en... solo Dios sabe,
hombre. Antes de que murieran nuestros padres. Su padre y
mi madre se tomaban en serio las fiestas.
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—No sé cómo lo logró —admitió Derek, deslizándose en un
taburete en el mostrador—. Nick, quiero decir. Tal vez Kat solo
necesitaba una invitación de alguien que no fuera yo.
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—Ahí le has dado. —Luciano cruzó la habitación y abrió la
despensa—. ¿Quieres un poco de potencia en tu café? Gus
almacena licores a veces.
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—Gracias. Después de Navidad, creo que Nick y yo nos
compraremos un coche. Ya que estarás bastante atrapado con
nosotros en el futuro previsible.
Luciano se rio.
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Dejó caer el cuenco, que, afortunadamente, estaba vacío y
lo rodeó con los brazos.
—Le dije que no tenía que poner una cara feliz ni nada,
pero que la echabas de menos. Y es Navidad.
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estamos aquí para ella.
—No.
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empujó hacia arriba, separando los labios sobre los de ella.
Excepto que ahora no era solo el instinto de apareamiento, sino
también el afecto y el amor, lo que magnificaba cada toque
hasta que ella echó la cabeza hacia atrás con un gemido
tembloroso.
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—Mierda. —Nick retiró su mano y le examinó los dedos.
Esa era la tercera vez que casi se cortaba la uña con el cortador
de papel de regalo—. ¿Sabes cómo funciona esta cosa? Voy a
perder un dedo.
—¿Sí?
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estas cosas. Eres buena para los regalos y yo soy buena para
las fiestas. Lo tenemos manejado.
—Sí. Y no.
Aquí no había pautas, y Emily Post1 nunca había escrito
sobre qué hacer en una situación como la de Michelle.
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compre terminará pareciendo superficial. Estúpido.
1 Emily Post (de soltera Price ; 27 de octubre de 1872-25 de septiembre de 1960) fue una autora, novelista
y socialité estadounidense, famosa por escribir sobre etiqueta
brillaba suavemente en la tenue luz—. Échale la culpa a la
luna.
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Michelle se dio cuenta. Su hermana cerró los ojos y se encogió
de hombros con impotencia—. Extraño el árbol de Navidad del
Rockefeller Center. Aaron siempre solía encontrar una excusa
para que estuviéramos allí para la ceremonia de iluminación.
Pero todo lo que extraño, lo extraño por él, así que no quiero
estar allí de todos modos.
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—Entonces, de los Peyton. Todos tenemos muchas razones
para darle las gracias.
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—Sí, lo hice. —La vida con Derek era mejor de lo que había
soñado, y todo porque era real. La fantasía nunca podría estar
a la altura—. Y tengo la buena autoridad de que será un tío
protector pero cariñoso.
—Principalmente.
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—Si nos quedamos en la esquina, tal vez Kat no nos
obligue a usar gorros de Papá Noel.
Ella rio.
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que a ti y a Nicole les tomaría tanto tiempo hacerlo bien.
Derek se rio.
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Ella se iluminó.
—Eso es cierto.
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ellos. Trazó el borde del boceto superior con un dedo y trató de
pensar más allá del diseño en lo que significaría.
Una casa.
—¿Y uno con el que crees que debería estar hablando más
a menudo de lo que hago?
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pero él conocía a su prima de toda la vida. El dolor permanecía
en los momentos tranquilos, cuando su sonrisa se desvanecía
y sus ojos perdían el enfoque. Ella había amado a Andrew
desde el primer momento en que Derek los presentó, un amor
de cachorro indefenso que había crecido con ella.
—Lo sé. —Lo hacía, eso era lo peor. Lo sabía porque había
hecho lo mismo que Andrew. Empujó a Nick con ambas
manos, por todo el bien que había hecho. Y eso resultó
perfecto...— Entonces podría volar de regreso con Kat. Me dará
la oportunidad de hablar con Andrew.
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—Y le voy a preguntar a tu padre antes de robar su jet.
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—¿Cuánto alcohol pusieron en el ponche de huevo?
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robando el avión de tu padre.
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bueno para mí. —Ella acarició su mandíbula y entrelazó sus
dedos en su cabello—. Los suelos, las paredes, las sillas, la
encimera de la cocina… me apunto
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—Está bien. —Ella tiró con impaciencia de su camisa—.
Me gustas más desnudo de todos modos.
—¿Puedo probarte?
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—¿Ahora?
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Ella se tragó una risita.
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dejándolo desnudo en la cama—. Mi camino es terriblemente
sucio.
Ella lo amaba.
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—Eres mío —murmuró mientras trepaba por su cuerpo—
Mío, bebé.
—¿Derek?
—¿Sí, cariño?
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que Derek construiría, mudarse de regreso a Nueva Orleans o
incluso en otro lugar por completo.
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—No, no lo hiciste.
—¿Vamos a Barbados?
—¿Nuestra boda?
—Si quieres algo más, en otro lugar, podemos cambiarlo.
Cualquier otra cosa. Solo pensé, ¿por qué esperar?
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idiota. Así que me preocupé.
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mientras fingía considerar su propuesta.
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Érase una vez, Moira
Rogers era el seudónimo
principal de Bree & Donna.
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Desde (principalmente) 2008 a
2012, escribieron docenas de
novelas y cuentos, que iban
desde lo sexy hasta lo erótico.
Hoy en día se centran
principalmente en escribir como
Kit Rocha.
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única cambiaformas de leones en Nueva
Orleans, disfruta de la libertad de la
política y del éxito en la gestión de su
propio negocio: entrenamiento en defensa
personal para psíquicos, lanzadores de
hechizos y otros cambiaformas.