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RESUMEN
Este artículo pretende realizar una visión analítica sobre algunos de los rasgos más
característicos del lenguaje compositivo de Manuel Castillo, con el fin de proporcionar una
herramienta educativa que facilite la comprensión y apreciación de su música para cualquier
persona interesada en su legado artístico.
Palabras clave: Manuel Castillo, compositor andaluz, análisis musical, música
contemporánea, lenguaje compositivo.
ABSTRACT
This article aims to make an analytical view on some of the most characteristic features of
the compositional language of Manuel Castillo, in order to provide an educational tool which
facilitates the understanding and appreciation of his music for anyone interested in his artistic
legacy.
Keywords: Manuel Castillo, Andalusian composer, musical analysis, contemporary music,
compositional language.
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Jesús PINEDA ARJONA
Aproximación analítico-pedagógica sobre la música de Manuel Castillo
1. INTRODUCCIÓN
1
Sólo hubo una etapa comprendida entre los años 1950-54 en que viajó a Madrid y París para
completar su formación académica.
Además de composición estudió Piano con Lucas Moreno, pero debido a los objetivos que persi-
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En lo referente al lenguaje compositivo de Nadia Boulanger el New Grove Dictionary of Music (2001)
especifica lo siguiente: “su lenguaje musical es a menudo muy cromático (aunque siempre basado
en la tonalidad), y la influencia de Debussy es evidente en su afición por las inflexiones modales de
las líneas melódicas y las progresiones de acordes paralelos”.
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El marco armónico/tonal se tratará en el siguiente apartado.
5
Según las declaraciones de algunos discípulos de Castillo su Fantasía para piano y orquesta re-
cuerda mucho al Albéniz más nacionalista que podemos hallar en la Suite Iberia.
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Existen varias obras inspiradas en la música del autor gaditano, como Glosas del círculo mágico,
de 1976, y Sinfonietta, de 1996.
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En una ocasión que le preguntaron por Bach confesó “Es la luz de la música. En él está todo”. Y es
cierto que en Castillo se puede apreciar su influencia, especialmente en cómo muestra magistral-
mente el material temático en múltiples combinaciones y en la técnica del contrapunto.
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Es de los autores que el mismo Castillo menciona en sus múltiples entrevistas. Claramente com-
parte con él muchos elementos técnicos, como el uso del cromatismo o las disposiciones tímbri-
cas, entre otros.
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En base a las afirmaciones de algunos de los estudiosos de su obra el autor tiene algunas piezas
que tratan esta técnica, pero de una forma muy libre y sin ceñirse a ningún esquema estricto. Ejem-
plos de ello pueden ser Suite mediterránea, de 1979, o Quinteto con guitarra, de 1975.
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Caso de su Concierto sacro hispalense o de la Tercera Sinfonía “Poemas de Luz”.
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En multitud de ocasiones Castillo manifestó que su intención no era caer en el tópico fácil de la música
de masas. Por ello creó un lenguaje para ser entendido y escuchado, pero sin “agradar” a toda costa
o sacrificar sus propios ideales, lo cual muestra su fidelidad a sí mismo como rasgo identitario.
o centros tonales que le van a servir para crear las relaciones de tensión
(inestabilidad) / distensión (estabilidad), aunque sin la clásica jerarquización
de acordes propia de la armonía tradicional. Por este tipo de razones Tomás
Marco define al autor bajo el binomio conservador-innovador, sin que esta
ubicación desentone: “Castillo se distingue netamente de los conservadores
en que la tonalidad es en él un punto de partida, no de llegada, ni tampoco un
dogma; y de los experimentalistas en que cree en la validez del acorde y de
sus relaciones. No es así ni un reaccionario ni un vanguardista”. (2003, p. 52).
En un estudio realizado por uno de sus alumnos en base a una de sus obras
más emblemáticas, su Sonata de 1972, el investigador declara que la pieza
gira en torno a una atmósfera tonal pero alejada de toda concepción clásica,
donde se establecen diversos puntos tonales de significada relevancia que
funcionan como ejes para recrear momentos de tensión y de reposo y,
a su vez, para configurar el esquema formal de la obra (Marimón, 2005).
Asimismo, referente a esta pieza, y más concretamente a la forma sonata
en sí, Castillo escribe: “Esencialmente tonal en su planteamiento original, la
forma sonata establece un esquema de secciones, contrastes, repeticiones,
desarrollos; un equilibrio de planos sonoros y expresivos que siempre he
creído que trasciende su primitiva servidumbre tonal.” (Documentos sonoros
del patrimonio musical de Andalucía, 1996).
Por estas palabras se deduce que el compositor no se ciñe al esquema
tonal original, sino que por el contrario lo adapta a sus propias necesidades
expresivas. Cuando Marco (2003, p. 52) se refiere a esto en particular menciona:
“No se trata de definir su armonía como tonal, atonal, bartokiana, de cuartas,
dodecafónica… sino de señalar que conquista un espacio armónico integral en
el que se usa lo que se necesita cuando se necesita sin apriorismos ni doctrinas
más o menos integristas de la tendencia que sea… como corresponde a un
transvanguardista, la armonía de Castillo es metatonal”.
Así, con esta definición sentencia lo que para muchos resulta complicado
de explicar. Sin embargo, de ella también se extrae que la armonía del autor
se ve influenciada por las diversas técnicas que se citan: como el diseño
armónico por cuartas, la estética de Bartok o la música serial.
En lo relativo al trabajo por cuartas se puede observar cómo Castillo lo
emplea en multitud de sus piezas, llegando a consolidarse como un elemento
muy identificativo de su lenguaje compositivo. No obstante su aplicación se
interpreta desde varias ópticas:
Del ejemplo 8 se podría concretar que el acorde está formado por una
tríada aumentada con un bajo añadido a distancia de tritono. En el siguiente
vemos una progresión de tres acordes que se podrían considerar como una
formación por cuartas más una tercera superior o, en el caso de una división
entre la armonía y la melodía, un acorde de séptima mayor, formado por una
cuarta tritono y otra cuarta justa (acorde que vimos anteriormente). Por último,
en el ejemplo 10 encontramos una disposición invertida de un acorde tríada
aumentado con la séptima menor (re-fa#-la#-do). Por consiguiente, todas
estas pueden ser posibles soluciones dentro del lenguaje del compositor.
Pero más allá de esta visión armónica (vertical) de estas disposiciones,
tendríamos que buscar otras opciones que abarcaran una perspectiva más lineal
u horizontal de las partes (voces). En este caso, se nos abre todo un universo
polifónico con múltiples posibilidades contrapuntísticas, en donde podemos
comprobar una de las extraordinarias capacidades que tenía el compositor
sevillano: crear un marco armónico que no se limita simplemente a adornar
una melodía, sino que ambos elementos (armonía/melodía) constituyen un ente
común en el que participan por igual dentro del discurso sonoro, junto con el ritmo
o el timbre. Sin duda, uno de los que mejor define este concepto de Castillo es de
nuevo el maestro Tomás Marco (2003, pp. 52-53): “Para él la armonía no es una
cuestión de verticalidad sino que la concibe como algo oblicuo, en el desarrollo
dinámico, que acaba por afectar a la conducta de todos los elementos sonoros
(…) para él la armonía no tiene sólo una función constructiva sino también en
ocasiones un sentido expresivo que es independiente de su funcionalidad (…) la
armonía es para él un hecho con personalidad propia”.
Y con respecto a la relación de ambos elementos dice: “la melodía (…) no
se trata de un mero gesto horizontal que luego hay que revestir con ropajes
armónicos sino de la verdadera génesis de esa armonía a partir del elemento
melódico” (Marco, 2003, p. 52).
3.2. Melodía
Tal y como ha quedado patente, la relación que existe entre la melodía
y la armonía en la obra de Castillo es evidente. De hecho, en el proceso
de análisis de su música resulta en ocasiones complicado separar ambos
elementos, ya que se muestran como una unidad indisoluble:
Es de destacar que Castillo sintió siempre un especial arraigo a su tierra, lo que quedó de forma
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manifiesta en algunas de sus páginas. En este caso concreto, el uso del modo frigio (especialmente
por sus connotaciones directas con el Flamenco) le acerca a sus raíces andaluzas de una forma
unívoca.
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El hecho de unir estos conceptos en el mismo subapartado se debe al menor volumen de la infor-
mación que se va a ofrecer en comparación con los anteriores contenidos.
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En su pieza para piano Tempus se trata este concepto.
4. CONCLUSIONES
5. FUENTES DOCUMENTALES