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Travesía, Nº 5/6, segundo semestre 2000/primer semestre de 2001, pp.

29-42

Propietarios, empresarios y
Estado-Nación en el norte de
México (1850-1920)

Mario Cerutti
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN
mcerutti@ccr.dsi.uanl.mx

RESUMEN ABSTRACT
Surgidos durante el siglo XIX, los grupos Owners, businessmen and national
y familias empresariales con base en Monte- State in the north of Mexico (1850-
rrey, en el norte de México, han mostrado 1920)
perdurabilidad, alta capacidad de adapta- Born during XIX century, the enterprising
ción y, ya en el siglo XX, condiciones de li- groups and families from Monterrey, in the north
derazgo a escala del Estado-nación. Lo of Mexico, have shown duration, high adaptation
hicieron además impulsando un llamativo skills and, already in XX century, leadership
proceso de desarrollo industrial, y continúan conditions at national State level. At the same
existiendo, hoy, tras sobrellevar la dura re- 29
time, they promoted a striking process of industrial
conversión planteada durante los años 80 y development and nowadays, they still exist after
verse obligados a insertarse en un mundo overcoming the hard transformations ocurred
globalizado. El artículo procura mostrar que during the 1980s, which obligued them to find a
a este empresariado, precisamente, no le ha place in a global world. This paper attemps to
faltado capacidad de respuesta a las a veces show that this enterprise class hasn’t lacked
azarosas circunstancias que le tocó enfrentar. adapta-tion ability to the accidental circumstances
Y que, entre los factores que pueden conta- they had to face. And among the factors which
bilizarse para su exitosa experiencia, sobre- have determined their successful experience,
salen las relaciones y redes familiares, man- family relations and nets estimulated and
tenidas y estimuladas desde1850. Ciudad mainteined since 1850, have had a remarkable
ubicada a menos de 200 kilómetros de place. Monterrey, a town located less than 200
Texas, Monterrey ha logrado sobresalir en el kilometres away from Texas, has achieved an
contexto mexicano contemporáneo por dos outstanding position in the Mexican contemporary
razones: a) su desenvolvimiento industrial; context for two reasons: a) its industrial
b) su empresariado. La formación institucio- development; b) its enterprising class. The
nalizada y sistemática de cuadros gerencia- institutional and systematic training of managing
les, las características iniciales del brote fabril directors, the initial characteristics of factory
(sustentado en sectores de la industria pesa- growth (based on hard industry sectors) and its
da) y la agresiva respuesta de su empresa- entreprising class’ agressive adaptation to the
riado al actual proceso de globalización, la present process of globalization, have made a
ha diferenciado de manera parcial a escala partial difference at Latinamerican level.
latinoamericana.
ción: instrumentar una perspectiva re-
gional.
Con esta advertencia inicial -que
quizás haya que prolongar hasta mo-
mentos más contemporáneos- con-
viene señalar de inmediato ciertos as-
pectos relevantes del siglo XIX en
México, acentuados durante la se-
gunda mitad de la centuria y en víspe-
ras de la revolución:
1. La lenta pero definida apari-
ción del capitalismo, cuyos brotes -
dispersos y desigualmente enclava-
dos- mostraban la cada vez más fuerte
presión del capital sobre la produc-
ción;
2. El emerger de nuevas capas de
I. UN SIGLO REGIONALIZADO propietarios, con suma frecuencia
operando a la sombra del capital mer-
El siglo XIX emergió en México - cantil;
como en otras latitudes latinoameri- 3. La multiplicación -como resul-
canas y europeas- como un período tado de los dos datos anteriores- de
que presenta dificultades para hablar dinámicos núcleos burgueses dotados
30 de una historia nacional. La impre- de una pujanza que no fue percibida
sión más impactante que se sufre al en los macroestudios de los años 60 y
revisar la muy rica y expresiva docu- 70;
mentación guardada en archivos pro- 4. El establecimiento de regiones o
vinciales y locales -o al recorrer traba- comarcas productoras con un alto ni-
jos elaborados por colegas que se nu- vel de especialización: sus frutos po-
tren en esas mismas fuentes- es que el dían estar destinados al mercado ex-
XIX habría estado definido por un terno (henequén, minerales y metales
conjunto de historias protagonizadas industriales, café, ganadería y deriva-
en ámbitos de tipo regional. dos, cítricos) o al mercado interior (al-
Estas historias o procesos regio- godón, carbón, industrias liviana y
nalmente enmarcados -sobre los que pesada, ganadería y derivados, made-
se manifestaban, claro está, influen- ras);
cias de lo nacional y del contexto 5. La articulación e inicial fortale-
mundial- convergieron en un devenir cimiento de un mercado que tendía a
más integrado, global, cuando co- convertirse en nacional, fenómeno
menzó a cimentarse con mayor vigor que se aceleró desde los años 80 con
el Estado-nación. Enfrentar el estudio la acentuación de la especialización
de este período obliga, entonces, a un productiva, la intensa conexión entre
ejercicio metodológico exigido por los los espacios regionales de más vigoro-
mismos procesos sometidos a indaga-
so crecimiento económico y el tendi- ya por la coerción y la fuerza militar-
do de los ferrocarriles; el poder regional se transformó direc-
6. Conectado con todo lo anterior tamente en la base sociopolítica de un
-y con otros datos que para sintetizar nuevo Estado-nación. Los pequeños
conviene omitir- se manifestó el pro- países centroamericanos, o los casos
ceso de construcción del Estado- de Uruguay y Paraguay, más al sur,
nación, al que se brindará especial serían útiles para ejemplificar este tipo
atención en este trabajo. de resultado histórico.
De una u otra forma, por lo tanto,
la cuestión regional asume una valo-
II. ESTADO-NACIÓN Y PODER ración indiscutible si se trata de inda-
REGIONAL gar y comprender los grandes proce-
sos del siglo pasado. Y es bueno aler-
Este último aspecto supone el tra- tar -para no arriesgarse a hablar de la
tamiento de hechos fundamentalmen- especificidad de la historia latinoame-
te sociopolíticos. Su seguimiento per- ricana- que similar planteamiento ca-
mite calificar al XIX -en México y en be para ciertas situaciones europeas
otros lugares de América Latina- co- (Italia, Alemania) y hasta para los Es-
mo un siglo de transición entre el de- tados Unidos.
rrumbe del sistema colonial y la con-
solidación del Estado-nación.
Interesa remarcar que la edifica- III. LAS CLAVES DEL ESTADO-
ción del Estado-nación fue posible NACIÓN
desde las relaciones que tejieron y 31
destejieron, precisamente, los dueños Antes de revisar lo acaecido en el
y beneficiarios del poder regional. En norte centro/oriental de México quizá
ciertas coyunturas críticas, el proceso resulte oportuno señalar lo que nos
obligó a procurar coincidencias y al- sugiere el concepto Estado-nación.
canzar acuerdos entre quienes hege- Se trataría de un resultado históri-
monizaban esas formas insulares de co con características estructurales -
dominación. O llevó a que algunas capaz de mostrar, por ello, una estabi-
fracciones dominantes regionales - lidad secular- sustentado al menos en
dotadas de suficiente fortaleza como tres elementos claves: a) un conjunto
para constituirse en el nudo de un demográfico/social, conglomerado
poder central suprarregional- sometie- que con frecuencia ha agrupado di-
ran al resto de las porciones territoria- versas nacionalidades, culturas y/o ra-
les que habrían de ser integradas zas; b) un territorio que acoge a ese
(geográfica y políticamente) al Esta- conglomerado humano y, de paso,
do-nación. Es lo que sucedió en permite distinguirlo en términos inter-
aquellos casos que devendrían Esta- nacionales; c) un poder soberano -el
dos-nación multirregionales (en espe- Estado- capaz a la vez de sostener y/o
cial: Brasil, Argentina, México). defender la diferenciación territorial
Cuando no hubo posibilidad de apuntada, y de regular con eficacia
acuerdos -ya por la vía del consenso, dos tipos de relaciones internas: las
que se tejen entre los diversos espa- te, terminaba de plasmarse la alianza
cios regionales, y las que se manifies- entre elites regionales que -ahora sí-
tan en el plano social(entre grupos, lograban influencia nacional.
clases y sectores de clase potencial-
mente conflictivos).
Es imprescindible distinguir, pues, IV. MÉXICO: LA ENORME CRISIS
entre Estado-nación y Estado. Este úl-
timo no se resume en el puro ejercicio En el caso concreto de México, el
político: es indispensable que cuente ciclo formativo del Estado-nación so-
con un aparato administrativo apto portó una coyuntura particularmente
para ramificarse por todos los rinco- crítica entre 1846 y 1867. Fue un lap-
nes del territorio y sobre cada uno de so abierto por la guerra contra los Es-
los nudos básicos del conjunto social. tados Unidos (a su vez precedida por
Si en el siglo XIX el poder político la separación de Texas, en 1836). Pa-
central no lograba controlar las adua- ra 1848 México había perdido más de
nas, ni sustentar un ejército lo sufi- la mitad del territorio heredado de
cientemente sólido como para some- España, y el río Bravo se convertía en
ter las milicias o tropas locales, ni po- la nueva línea fronteriza desde la por-
día imponer una legislación general, ción central de Chihuahua hasta el
regular aspectos como la circulación Golfo de México. La enorme crisis in-
interior, la moneda y otros instrumen- terior provocada por tan traumático
tos de uso cotidiano, era impotente drama histórico condujo a la revolu-
para fructificar como Estado. ción liberal (con sus ciclos de refor-
32 Este poder político y administrati- mas y guerras civiles) y remató con
vo, además, tendió a transformarse en otra intervención extranjera, esta vez
central y centralizante. Fue en ese europea.
momento cuando le resultó factible Podría manifestarse que entre
cubrir su misión soberana sobre la so- 1846 y la expulsión de las tropas
ciedad y la geografía ocupada. Pero, francesas, en 1867, México vivió su
no debe olvidarse, esto ocurrió cuan- más dramática circunstancia en su
do fue capaz de representar con cierta camino hacia el Estado-nación. La
coherencia las bases sociopolíticas derrota frente a Estados Unidos le
que lo nutrían. En rigor: a los grupos cercenó su gigantesca (y mal ocupa-
dominantes de los ámbitos regionales da) geografía, fenómeno también an-
que se imbricaban en el Estado- ticipado por la disgregación texana.
nación en consolidación. La invasión francesa indicó, luego, la
En síntesis: el Estado emergió co- posibilidad de un reordenamiento co-
mo un poder articulado/articulador lonial. Entre las opciones estuvieron,
que procuró administrar y orientar el sin duda, el desmembramiento al esti-
Estado-nación. Y esa tarea pudo lle- lo centroamericano e inclusive la des-
varla a cabo cuando alcanzó un ca- aparición como Estado-nación dife-
rácter representativo para un racimo renciado.
de intereses regionalmente hegemóni- La explosión liberal fue la respues-
cos. Al perfilarse el Estado, finalmen- ta a tan doloroso panorama. Desde
1854/55, una serie de propuestas ra- Puede afirmarse que, con altiba-
dicales se levantaron sobre el territo- jos, Vidaurri implementó, entre 1855
rio que todavía era México. La nece- y 1864, un accionar hegemonico nu-
sidad de una transformación profun- trido por dos matices: a) su eficacia
da -desde la perspectiva liberal- no para la causa liberal en su conjunto;
sólo implicaba una visión moderni- b) el fortalecimiento de un poder de
zante del futuro. Supuso también la dimensiones regionales que se negaba
necesidad de salvar a México como a someterse a los gobiernos supremos
sociedad autónoma, aunque adoptase -incluso liberales- que intentaban con-
un carácter plurirracial y estuviese solidarse en la zona central de Méxi-
marcado por profundas diferencias co.
regionales. Como sucedía con frecuencia en
la América Latina de estas décadas, el
peso político de Santiago Vidaurri se
V. EL NORTE Y LA REVOLUCION sustentó en la capacidad militar. Más
LIBERAL de cinco mil hombres llegaron a ser
movilizados en un proceso que simul-
1. El nuevo noreste: frontera y poder tánea o sucesivamente implicó la re-
regional belión triunfante contra Santa Anna,
los aprestos para sofocar los primeros
En el alejado y semidesértico no- levantamientos conservadores (como
reste fronterizo (los estados de Coa- el que se suscitó en Puebla a princi-
huila, Nuevo León y Tamaulipas, ver pios de 1856), las incursiones de gru-
mapa 2) y en apoyo de la revolución pos tejanos, el combate a muerte que 33
liberal, la crisis generó un jefe político en el norte centro/ oriental se libraba
y militar destinado a imponer - contra apaches y comanches, la gue-
durante una década- un sistema re- rra de Reforma (1858-1860) y el des-
gional de poder: Santiago Vidaurri. embarco francés (1862), sin dejar ol-
Tras levantarse contra el presiden- vidados los choques que solían regis-
te Antonio López de Santa Anna, en trarse entre la mismas fuerzas libera-
mayo de 1855, Vidaurri ocupó la ciu- les.
dad de Monterrey y se hizo cargo del La actividad militar provocó una
gobierno de Nuevo León. Dos meses implacable demanda de recursos. Ya
después extendió su dominio al veci- fuere para pagar los abastecimientos
no estado de Coahuila, al que anexó que la misma economía regional pro-
de manera formal en febrero de 1856. ducía -y en la que participaban pro-
Aunque la pretensión de prolongar su pietarios de diversa escala-, como pa-
dominio hacia el estado marítimo de ra cubrir las importaciones de gran
Tamaulipas fue obstruída por jefes lo- parte del vestuario y la totalidad de
cales, la repercusión de sus políticas los pertrechos de guerra (armas, mu-
sobre esta provincia litoral (ángulo niciones, pólvora), Vidaurri acudió a
septentrional del país, sobre el Golfo dos fuentes vertebrales de recursos: 1)
de México), resultó ostensible. las rentas que teóricamente corres-
pondían al gobierno central/federal,
entre las que sobresalían los ingresos Terrazas, en Chihuahua- las preocu-
aduanales y los impuestos a la circu- paciones y expectativas de los habi-
lación y/o exportación de metálico; 2) tantes fronterizos, en especial de co-
los créditos y préstamos en efectivo merciantes y propietarios.
que le facilitaban -amable o forzosa- Se abocó con presteza a satisfacer
mente- los mercaderes del área (algu- dos de ellas: a) la agresiva persecu-
nos del sur de los Estados Unidos y ción de los contingentes de indios
otros, los más, de Monterrey y su en- seminómadas que recorrían el desier-
torno inmediato). to texano-mexicano, y que no deja-
ban de asediar a los ocupantes de es-
2. Poder regional y comercio tas tierras; b) la habilitación y soste-
nimiento sobre el Bravo de una línea
El cambio de la línea fronteriza -
de puestos aduanales que -gracias a
sancionada por el Tratado de Guada-
una complementaria política de bajos
lupe Hidalgo, en 1848- había alterado
aranceles- habrían de liberar el co-
de manera radical las expectativas y
mercio y acentuar las conexiones con
funcionamiento de comarcas y pobla-
la economía atlántica
ciones que, inesperadamente, queda-
Los núcleos de comerciantes loca-
ron en el extremo norte de México.
les lograron así ampliar su penetra-
Se convirtieron, de pronto, en vecinas
ción en mercados alejados de la geo-
directas de una sociedad cuyo sistema
grafía mexicana. Si el espacio habi-
productivo crecía con ritmos no com-
tual de su dinamismo mercantil com-
parables en la historia mundial. El ex-
prendía el noreste y estados vecinos
tenso desierto que separaba de Esta-
34 del norte centro-oriental (como Chi-
dos Unidos a ciudades como Monte-
huahua o Zacatecas), con las rebajas
rrey quedó cercenado.
que se les concedía en materia aran-
Una inicial y formidable influencia
celaria prolongaban sus contactos
se manifestaría en el comercio. No só-
hacia el sur: la ciudad capital, Guan-
lo por lo que iba a significar el futuro
juato, partes de Jalisco y Colima, so-
desarrollo de Texas (que cubría, por
bre el Pacífico, recibían mercancias
encima del Bravo, todo el norte cen-
introducidas por la frontera septen-
tro/oriental, mapa 1). Expresiones
trional, además de las que llegaban
más inmediatas tuvo la instalación de
en fuerte escala a San Luis y zonas
activos núcleos mercantiles sobre la
menos distantes.
margen izquierda del río: habrían de
Sobre la base del arancel Vidaurri,
facilitar y estimular los vínculos de es-
o de contratos sellados en tiempos an-
te espacio mexicano con el conjunto
teriores a su expresión más liberal, los
de la economía atlántica.
traficantes del noreste se enlazaban
Cuando Vidaurri comenzó a im-
comodamente con el mercado mun-
poner su hegemonía, una serie de an-
dial. El gobernador encontró, así, un
tecedentes -surgidos entre 1848 y
claro apoyo en esta burguesía inci-
1855- le indicó el camino a transitar.
piente que, por momentos, llegó a
Antiguo y experto funcionario guber-
respaldarlo en sus repetidos arrestos
namental, conocía en detalle -como
autárquicos.
sucedería tambien con el general Luis
3. La Guerra de Secesión (1861- dimensión que alcanzó el tráfico mer-
1865) cantil facilitó la formación de grandes
fortunas, propició la veloz adquisición
La consolidación del poder regio-
de una experiencia empresarial capaz
nal habría de coincidir con otro enor-
de operar con los principales ejes de
me conflicto militar: la Guerra de Se-
la economía atlántica, y estimuló la
cesión en los Estados Unidos, que sa-
producción regional más apta para
cudió con fiereza la economía atlánti-
abastecer las inacabables demandas
ca. Entre 1861 y 1865 el río Bravo y
de la Confederación.
su entorno quedaron, por ello, singu-
Como esto sucedía a ambos lados
larmente conectados con los más ac-
del Bravo y se prolongaba tierra
tivos sistemas productivos: como el
adentro, hasta ciudades como Monte-
sur de los Estados Unidos era el prin-
rrey y San Antonio, es posible reco-
cipal abastecedor mundial de algo-
nocer un espacio relativamente
dón, la industria textil inglesa, la fran-
homogéneo -en términos de activida-
cesa, la catalana y la del propio norte
des económicas- dotado con las si-
del país en guerra resultaron afecta-
guientes características: a) el río Bra-
das de manera extrema.
vo, lejos de constituir un elemento se-
Desde el momento en que Abra-
parador, actuaba como matriz de una
ham Lincoln, en abril de 1861, decre-
historia económica común que se
tó el bloqueo de los puertos de la
manifestaba tanto en el sur de Texas
Confederación, extraer el algodón por
como en buena parte del norte cen-
el Bravo se tornó inevitable. Texas, su
tro/oriental mexicano; b) las relacio-
extremo meridional y el noreste de
nes económicas que se manifestaban 35
México se convirtieron en la salida
en el interior de este espacio eran más
menos arriesgada y más apta para la
regulares e intensas que las que man-
fibra, cuyas imperiosas demandas im-
tenían ambas márgenes del Bravo con
pulsaron un gigantesco tráfico por los
las respectivas economías nacionales;
desiertos que descendían de la por-
c) el sur de Texas y el noreste de
ción superior de Texas hasta Monte-
México, por lo tanto, configuraban un
rrey, y desde Piedras Negras/Eagle
espacio regional unido, gestado y aci-
Pass hasta Matamoros. El algodón, a
cateado por el Bravo y su condición
su vez, se transformó en la moneda
de límite internacional; d) lo curioso
de pago de los rebeldes confederados,
de este espacio regional es que, a la
quienes requerían todo tipo de abas-
vez, era binacional.
tecimientos.
El poder regional asentado en
La guerra de Secesión, por lo tan-
Monterrey se contó entre los grandes
to, permitió a los comerciantes del no-
usufructuarios de esta coyuntura has-
reste y a los del sur de Texas operar
ta principios de 1864, cuando el pre-
en gran escala -a través del Golfo de
sidente liberal Benito Juárez, a quien
México y estaciones como La Haba-
urgían los ingresos de las aduanas
na- con la economía atlántica. El área
fronterizas, se vio impelido a enfrentar
que rodeaba al Bravo se transformó
-y destituir- a Santiago Vidaurri. La
en un ámbito que ofrecía generosas
lucha contra los franceses, la marcha
oportunidades de enriquecimiento. La
del propio Juárez (y de los ejércitos otras funciones, debería coordi-
que le respondían) hacia el norte, y la nar/unificar a los segmentos regiona-
necesidad de encauzar y afirmar el les de poder.
Estado-nación obligaron a desmem- Al regresar Díaz a la presidencia, a
brar el sistema regional consumado fines de 1884, se mantenían las difi-
desde 1855. Sistema que, se ha di- cultades para plasmar este proyecto.
cho, había operado con un elevado Aunque mucho se había avanzado, el
grado de autonomía y eficacia. orden interno no había quedado im-
puesto en forma definitiva. Fue a me-
diados de los 80 cuando Díaz se lanzó
VI. PORFIRIATO Y ESTADO-NACIÓN a implementar el objetivo de perdurar
al mando del Poder Ejecutivo. La
etapa decimonónica de tumultuosi-
1. Porfirio Díaz: la construcción del dades y conflictos -uno de cuyos picos
poder central máximos se expresó durante
1855/1867- comenzaba a agotarse.
Con la llegada del general Porfirio
Díaz al poder (1876) se registrarían,
2. La paz porfiriana en el noreste
lenta pero firmemente, modificaciones
fronterizo
decisivas en la economía, la sociedad
y el funcionamiento político mexica- En el noreste fronterizo la inestabi-
nos. lidad no se había atenuado de mane-
Puestas en marcha, ya, las princi- ra completa. Fue en el transcurso de
pales reformas liberales, el paso si- una de estas situaciones críticas, en el
36
guiente consistió en asegurar un or- último trimestre de 1885, cuando Dí-
den interior capaz de favorecer a los az resolvió intervenir y envió a co-
grupos propietarios modernizantes mandar la tercera zona militar (com-
aptos para responder a las demandas prendía los tres estados del área) a un
internacionales e internas y de usu- decidido y eficaz delegado: el general
fructuar las ventajas que podía brin- Bernardo Reyes.
dar un Estado-nación consolidado. Reyes llegó a imponer la paz porfi-
En el plano sociopolítico, el porfi- riana en un doble sentido: a) sometió
riato -que se extendió hasta 1911- a los dirigentes regionales que preten-
conjugó en su práctica consensos y dían discutir la hegemonía de Díaz
coerciones. Como es perceptible para (como en el caso de otro afamado mi-
otras situaciones latinoamericanas, litar, Gerónimo Treviño, aspirante a la
esas prácticas no sólo se orientaron presidencia de la nación); b) erradicó
hacia las clases subalternas: también, el bandolerismo, que interfería la re-
a sectores dominantes de sesgos y ba- gularización de la vida social y eco-
ses regionales. En este último caso la nómica.
propuesta era compartir una domina- Uno de los problema consistía en
ción a escala nacional, pero con un que dirigentes como Gerónimo Trevi-
requisito imprescindible: respetar y ño prolongaban su influencia a todo
apoyar un gobierno central que, entre el noreste, como había alcanzado a
realizarlo Vidaurri -aunque con más
vigor y autonomía- treinta años antes. expansión, este sector productivo
Con el respaldo pleno del Poder Eje- emergió como una actividad suficien-
cutivo y con el uso abierto del ejército temente rentable para atraer masiva-
federal, Reyes cumplió con rapidez su mente las enormes fortunas acumula-
labor. Se hizo cargo del gobierno de das en el entorno regional desde dé-
Nuevo León en forma provisional en- cadas atrás.
tre 1885 y 1887, y retornó como Antiguos y expertos comerciantes
mandatario constitucional en 1889. (algunos de ellos actuaban ya en
Siguiendo el ejemplo de Díaz se hizo tiempos de las guerras civiles, y entre
reelegir ininterrumpidamente hasta 1870 y 1890 se habían transformado
1909. Su influencia política cubrió en importantes propietarios de tierras
también Coahuila y Tamaulipas, po- e intensificado su actividad prestamis-
sibilidad que se ampliaba en la medi- ta) traspasaron caudales y bienes a la
da en que Monterrey, con su desarro- producción industrial capitalista. Rea-
llo industrial iniciado hacia 1890, re- lizaron, además, cuantiosas inversio-
cuperaba la hegemonía que había go- nes en minería, coadyuvaron a mon-
zado con Vidaurri. tar el sistema bancario, participaron
Por medio de Bernardo Reyes, el en la instalación de transportes y otros
extremo noreste de México -con su servicios urbanos y modernizaron las
pertinente influencia hacia el norte ramas agropecuaria y mercantil.
central- quedó incorporado definiti- La instalación de un parque fabril
vamente al Estado-nación mexicano. significativo para la época -dato sa-
Mientras que en los años de Vidaurri - liente en el norte de México, y singu-
y aún en momentos posteriores- las larizado a escala latinoamericana por 37
amenazas de invasión norteamericana la puesta en marcha de grandes plan-
solían verse acompañadas por rebel- tas de metalurgia pesada- fue propi-
días regionales y conatos de desga- ciada por una coyuntura caracteriza-
rramientos territoriales, con la instau- da, desde los 90, por: a) el rápido
ración del aparato reyista (brazo sep- avance del tendido de los ferrocarri-
tentrional del gestado por Díaz) esa les, que unieron al norte cen-
opción se redujo a su mínima expre- tro/oriental con el sistema ferroviario
sión. La paz regida por Reyes fue si- norteamericano (y texano), e hicieron
multánea a la vinculación que el no- de Monterrey una de las ciudades me-
reste entabló con el interior gracias al jor comunicadas del país; b) la parale-
ferrocarril, un medio fundamental pa- la articulación de un mercado que
ra la política centralizadora. tendía a ser nacional con demandas
suficientes para incentivar la especiali-
3. Propietarios e industria en Monte- zación productiva, incluyendo la pro-
rrey ducción fabril; c) las necesidades de
metales no ferrosos generada en Es-
Desde los años 90, la producción
tados Unidos, cuya franja oriental
fabril de Monterrey comenzó a pre-
atravesaba la segunda revolución in-
dominar de manera ostensible en el
dustrial; e) la estabilidad sociopolítica
contexto del norte centro/ oriental.
impuesta por Díaz y extendida al no-
Proyectado hacia mercados en plena
reste por Reyes, componente regional La burguesía regional aprovechó
del proceso de consolidación del Es- este marco, fructífero para sus inter-
tado-nación; f) una política de pro- eses en ascenso. Su satisfacción se
moción al capital, y a la industria en manifestaba no sólo en sus crecientes
particular, que comenzó a regir como inversiones, en su diversificación em-
legislación desde en 1888 en Nuevo presarial, en su devenir estrictamente
León. económico: también, en apreciacio-
nes públicamente favorables al pro-
4. Empresariado regional y proyecto cónsul porfiriano, al mandatario de
porfiriano Nuevo León. Bernardo Reyes sabía
que podía contar para cada inevitable
Fue desde finales de los 80 que el
reelección con sus amigos, los empre-
gobernador Bernardo Reyes propulsó
sarios y propietarios. Un caso muy
una legislación destinada a estimular
evidente se expresó en 1903, cuando
la instalación y/o expansión de esta-
Reyes volvió a plantear su reelección:
blecimientos productivos de diferente
el "voto de confianza y gratitud" fue
índole (mineros, fabriles, agropecua-
enarbolado en un documento que
rios), así como en los ámbitos de las
firmaron los más importantes jefes de
finanzas y los servicios. Como corres-
industria y diversas compañías de
pondía al orden porfiriano, estas polí-
Monterrey. Se trataba, justamente, del
ticas no excluían al capital extranjero:
reconocimiento a una política capaz
disfrutaba de las mismas prerrogativas
de abrir numerosas posibilidades al
que el local.
capital y que -a la vez- anudaba alian-
Dicha legislación amplió las condi-
38 zas entre estos grupos regionales mo-
ciones creadas por la coyuntura arriba
dernizantes y el delegado del poder
indicada. Los grupos de propietarios y
central. Al ser aceptada la idea de so-
empresarios regionales -tanto los
ciedad y de Estado-nación porfiriana,
asentados en Monterrey como los de
no podían existir diferencias irreversi-
otros puntos del norte centro/oriental,
bles entre estos núcleos propietarios
que comenzaron a trasladarse a la
del extremo noreste y las políticas que
ciudad nuevoleonesa- aceptaron con
se propugnaban desde el centro del
beneplácito estas propuestas.
país.
En la práctica, la legislación se tra-
El naciente empresariado respon-
dujo, sobre todo, en fuertes exencio-
día con acciones específicas: inversio-
nes impositivas. Inclusive un decreto
nes. El capital podía ahora ser transfe-
de noviembre de 1889 permitía decla-
rido sin graves riesgos a la esfera pro-
rar de utilidad pública a las más gran-
ductiva. La protección gubernamental
des inversiones, con lo cual las exen-
-manifestada con una legislación ade-
ciones podían prolongarse hasta trein-
cuada (nacional y provincial) y con
ta años. Así, la industrialización que
un orden social favorable a la repro-
brotó en Monterrey -eje del desarrollo
ducción ampliada del capital- lo facili-
capitalista de buena parte del norte de
taba.
México- resultó notoriamente incenti-
Las antiguas familias que habían
vado por la acción gubernamental.
acumulado cuantiosas fortunas y bie-
nes en las inestables décadas anterio- Cuando estalló la revolución, la
res, más otras que se acercaron a economía mexicana mostraba ritmos
Monterrey, más los capitales prove- y mecanismos internos poco frecuen-
nientes de otras áreas del gran norte tes en América Latina.
centro/oriental (La Laguna, Chihua- Los niveles de la actividad eco-
hua, Saltillo), más el capital extranje- nómica prerrevolucionaria dependían
ro, podían articularse por medio de la en fuerte medida de la división del
sociedad anónima, un instrumento ju- trabajo alcanzada. La especialización
rídico que en estos años llegó a su -regional o entre unidades producti-
punto de mayor desarrollo. vas- estimulaba el intercambio inter-
Las principales familias locales pu- no, gestaba mercados interregionales
sieron en marcha desde 1890 una y presionaba para la formación de un
gran cantidad de empresas, y cubrie- mercado nacional. En considerable
ron muy diversos ramos de la activi- medida, esta especialización se gestó
dad económica. Sus voceros ligaban en función del mercado exterior.
la decisión de invertir no sólo a la fa- La densidad y multiplicidad de las
vorable coyuntura nacional y a las es- actividades económicas se manifestó
timulantes demandas de la economía de manera particularmente viva en el
de los Estados Unidos: también, y con norte del país, sobre todo en este
claridad, a las políticas implementa- enorme territorio que se tendía al sur
das desde los despachos de Reyes, de del Bravo y hacia el Golfo de México.
Díaz y de sus ministros. El norte centro/oriental recorrió una
doble especialización: la motivada por
las demandas de Estados Unidos y las 39
VII. LA REVOLUCIÓN Y SUS generadas por el propio mercado in-
VISPERAS terno. Esa multiplicación de eslabo-
namientos justificó la instalación, en-
1. 1880-1910: el dinamismo norteño tre otras cosas, de las grandes plantas
El porfiriato fue, así, una etapa de de metalurgia pesada de Monterrey.
estabilidad política y notorio creci-
miento económico. La afirmación del 2. Economía de frontera y empresa-
Estado-nación, la configuración de un riado
Estado capaz de implantar sus políti- Auténtica economía de frontera -
cas y de administrar el territorio y la donde la población se asentaba si-
sociedad que funcionaban bajo su guiendo al capital y la producción- el
soberanía, la posibilidad de abastecer extenso norte que descendía desde la
con regularidad las demandas del Sierra Madre Occidental ofrecía opor-
mercado estadounidense y el impacto tunidades suficientes como para trans-
que todo ello tuvo sobre la produc- formarse en vivero de poderosos pro-
ción, los consumos internos y el di- pietarios y empresarios.
namismo de las elites de propietarios Los ritmos de este norte -frontera
y empresarios fueron, entre otros, fac- territorial con la segunda revolución
tores decisivos del período 1880- industrial- se puedan palpar en forma
1910. concreta por la configuración y com-
portamiento de un eje empresarial y dad las áreas productivas y precipitó
de circulación de capitales definido, la desintegración del mercado inter-
en vísperas de la revolución, por tres ior. Mucho influyó el uso militar de los
eslabones clave: la ciudad de Chi- ferrocarriles, el debilitamiento de las
huahua, la comarca algodonera de La solicitudes internas de bienes y servi-
Laguna (compartida por los estados cios, y la impotencia para cubrir el
de Coahuila y Durango) y Monterrey. abastecimiento de materias primas es-
En muchos sentidos, el caso Mon- tratégicas (como los combustibles).
terrey, narrado previamente, había En el plano sociopolítico y militar,
resultado arquetípico: el eje que baja- la revolución atacó en el norte de
ba desde Chihuahua y atravesaba La manera diversa, no homogénea, a los
Laguna quedó cincelado por la trans- propietarios y grupos empresariales
ferencia de capitales a la producción, de raíz porfiriana. Los más ligados a
por la asociación registrada entre esos la tierra y los involucrados de manera
capitales, y por la aceptación que del más abierta con el aparato de poder
orden sociopolítico porfiriano expre- soportaron las mayores agresiones.
saban empresarios y propietarios De los tres casos señalados en este
Mientras en la Chihuahua de Luis último apartado -Chihuahua, La La-
Terrazas -en medio de un desierto re- guna, Monterrey- el más afectado fue
cién abandonado por comanches y el que había crecido a la sombra del
apaches- destacaban los bancos, las general y ex gobernador Luis Terra-
explotaciones forestales, la minería y zas. El apellido Terrazas -perfilado
la ganadería, y surgían fábricas dedi- como símbolo máximo de la opresión
40 cadas a abastecer el consumo liviano porfiriana y del despotismo terrate-
(textiles, cerveceras, harineras), la re- niente- resultó tenazmente golpeado.
gión de La Laguna se convirtió en el La dinámica económica del grupo
reino del algodón y sede de un raci- que lo rodeaba -con su yerno Enrique
mo de agroindustrias conexas. La fir- C. Creel a la cabeza- nunca fue resta-
meza del brote fabril de Monterrey, blecida.
por su lado, es factible de comprobar En La Laguna también se prota-
por la perdurabilidad mostrada du- gonizaron acontecimientos de extre-
rante el siglo XX, y por la consistente ma gravedad, sobre todo con el avan-
aparición de sectores de base (meta- ce de las tropas de Francisco Villa y
lurgia pesada -incluso siderurgia-, las batallas desatadas en torno a la
cemento, vidrio. La sociedad anóni- ciudad de Torreón, en 1913 y 1914.
ma había facilitado la articulación de Pero el vendaval pasó y hubo que es-
este eje empresarial. perar hasta los tiempos de Lázaro
Cárdenas -con su radical reforma
3. La revolución agraria- para que se terminara de
desgajar el poder de los agricultores
Este devenir económico y el pro-
del algodón.
yecto porfiriano de Estado-nación se-
Por su condición esencialmente
ría abrupta y profundamente atacado
urbana e industrial -y por no ser res-
por la revolución que detonó en
ponsable directo del ejercicio del po-
1911. Su estallido golpeó con severi-
der político- el empresariado de Mon- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
terrey fue el menos lastimado por la
revolución: su próspero devenir en el Debido a que este trabajo estuvo
medio siglo posterior a 1930 fue, en sustentado esencialmente en fuentes
buena medida, enmarcado por este primarias, señalamos nuestras propias
antecedente. publicaciones como referencia princi-
pal. La mención de otros autores
obedece a que brindan datos espe-
VIII. COMENTARIO FINAL cialmente significativos para comple-
tar tan sintético balance.
Pero al margen del impacto y los
desgarramientos que provocó, la Cardoso, Ciro (coord.), México en el
enorme crisis de la revolución parece siglo XIX. Historia económica y de
no haber dañado o puesto en duda la estructura social (1821-1910),
los vínculos que desde 1870 se tejie- México, Nueva Imagen, 1980.
ron, en el norte de México, entre Es- Barragán, Juan, y Mario Cerutti, Juan
tado-nación y propietarios/empresa- Brittingham y la industria en Méxi-
rios. co, Monterrey, Urbis Internacional,
La regionalización del poder pro- 1993.
vocada por esta nueva guerra civil no
Cerutti, Mario, Economía de guerra y
condujo a que la pertenencia a esa
poder regional en el siglo XIX,
sociedad que conocemos como Méxi-
Monterrey, Archivo General del
co fuese discutida. No se conoce que
Estado de Nuevo León, 1983.
en el norte se hayan registrado cona- 41
tos de secesión. Tampoco, intentos de Cerutti, Mario, “Aduanas, poder re-
anexión a los Estados Unidos, pese a gional y Estado nacional en México
la extraordinaria y umbilical relación a mediados del siglo XIX”, en Trie-
que existía con su gigantesca econo- nio. Ilustración y liberalismo (Ma-
mía desde 1850. drid), 4, noviembre, 1984.
Era una diferencia sustancial con Cerutti, Mario, “Poder estatal, activi-
lo sucedido a mediados del siglo XIX, dad económica y burguesía regio-
momento en que arreciaron los com- nal en el noreste de México (1855-
bates entre liberales y conservadores, 1910)”, en Siglo XIX. Revista de
se acentuó el poder local, se plantea- Historia (Monterrey), 1, enero-
ron sistemas de carácter regional con junio, 1986.
una alta dosis de autonomía y se re- Cerutti, Mario, “Militares, terratenien-
iteraron las intervenciones externas. tes y empresarios en el noreste de
El porfiriato había logrado hacer ma- México. Los generales Treviño y
durar con firmeza al Estado-nación: Naranjo (1880-1910)”, en Cerutti
un resultado histórico impensable (coord.), Monterrey, Nuevo León,
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