Magma basáltico o básico: es el más abundante y el más fluido de todos. Se
origina por la fusión parcial de los materiales del manto terrestre. Funde a temperaturas comprendidas entre 950 y 1.200º C. Está formado por silicatos de Fe, Mg y Ca. - Magma andesítico o intermedio: es el que menos abunda. Resultante de la fusión parcial de la corteza oceánica. - Magma granítico o ácido: es el más viscoso. Se funde a más baja temperatura (700-800º C). Es debido a la fusión de la corteza continental. Está constituido por silicatos de Al, Na, Ca, K y Fe. EVOLUCIÓN DEL MAGMA. Debido a la pérdida progresiva de temperatura que se da en la cámara magmática se produce una lenta consolidación del magma. Dicho proceso de consolidación tiene una alta complejidad y su duración puede llegar a varios millones de años. Diferenciación gravitatoria: debido a que el magma está constituido por una parte sólida, más densa, y otra líquida, más ligera, y de diferente composición, los componentes pueden separarse por gravedad. Así, la parte sólida tendrá tendencia a hundirse, mientras que la líquida tenderá a ascender. A causa de esta separación se formarán rocas de distinta composición partiendo del mismo magma. Asimilación magmática: puede suceder que el magma, debido a su alta temperatura, funda parte de las rocas que lo rodean, pudiéndose originar una roca de distinta composición a la del magma original. Mezcla: puede ocurrir la mezcla de distintos tipos de magmas, dando lugar a rocas de diferente composición a la de los magmas originales. Metamorfismo: Se denomina metamorfismo a los cambios físico-químicos que se producen en las rocas, sin llegar a perder su estado sólido, es decir, sin llegar a fundirse. Estos cambios ocurren al profundizar en la corteza terrestre, ya que al hacerlo las condiciones de presión y temperatura varían. Brechificación o rotura: se debe a la existencia de presiones tectónicas en los alrededores de las fallas. Lo que ocurre es que la roca se rompe dando lugar a una nueva textura, llamada cataclástica, adquiriendo un nuevo nombre: brechas de falla.
3. Relación con otros ciclos:
Este ciclo se relaciona con el ciclo del agua ya que la presencia de gran cantidad de agua en la Tierra es de gran importancia para el ciclo de las rocas. Más allá de los procesos de transporte y meteorización, el agua es capaz de disolver los ácidos del suelo para descomponer las rocas a través del agua subterránea. Quizás sea mucho más importante este proceso que el desgaste producido en las rocas marinas o los procesos de sedimentación. El agua es capaz de arrastrar iones disueltos que rompen los enlaces que conforman los compuestos de las rocas. El agua de escorrentía puede transportar estos materiales y depositarlos en otros sitios o en determinadas cuencas, como en los fenómenos kársticos. 4 Impacto ambiental del ciclo de las rocas: Cuando los distintos tipos de rocas, por diversos fenómenos, ascienden a la superficie comienzan a alterarse o verse modificadas a causa de los procesos geológicos externos de los que ya hemos hablado en el apartado anterior. Entre los distintos factores que se ven implicados en dicha alteración nos encontramos a los factores bióticos, es decir, alteraciones llevadas a cabo por los seres vivos, ya sea química o físicamente. Los seres vivos afectan a las rocas y a los minerales de forma significativa y variada. A continuación se comentan algunos de los casos en los que los seres vivos alteran química o físicamente a las rocas o a los minerales. A. METEORIZACIÓN BIOLÓGICA. Es un proceso lento por el cual una roca es alterada in situ por medio de los seres vivos. Esta alteración puede ser tanto química como física. En la meteorización biofísica las raíces de las plantas y algunos animales excavadores amplían grietas y diaclasas de las rocas, lo que favorece la formación del suelo. En cuanto a la meteorización La naturaleza de los granos minerales, la relación espacial entre los granos y la presencia de espacios vacíos condicionan el tipo de organismo que pueda colonizar dicha roca y el grado de colonización. Cuanto más poros tenga y más blanda sea una piedra más fácil será su colonización y, por lo tanto, tendrá un mayor número de organismos y/o microorganismos. La degradación de la piedra también está estrechamente relacionada con el ambiente en el que se encuentra. Las vetas de pirita, calcopirita, gossan y otros minerales (complejos de azufre), brindan a estos organismos los recursos necesarios para su desarrollo. Dichos minerales se convierten en inestables al entrar en contacto con el oxígeno o el agua. Cuando estos minerales se exponen a alguno de los factores mencionados, los sulfuros metálicos se oxidan de forma espontánea (ver reacción 1 –caso de la pirita-), reacción que es acelerada de manera extraordinaria por la acción de organismos quimiolitótrofos y acidófilos, como son Leptospirillum ferooxidans y Acidithiobacillus ferooxidans. Estos organismos procarióticos aceleran la oxidación de minerales regenerando el ion férrico y obteniendo pH inferiores a 4.