Está en la página 1de 3

El amor en las redes sociales

Delicada, detallista, amorosa con los animales, divertida, inteligente y con gusto de
viajar. La que suscribe estas cualidades es una mujer interesada en conocer
personas y, si hay suerte, encontrar en el ciberespacio a su “media naranja”.
Como ella, miles de personas en el mundo ingresan diariamente a diversas redes
sociales para crear su perfil y establecer contacto con usuarios de otros lugares ya
sea para concertar una cita casual, sexual o crear una relación amistosa o de
pareja.
Con la llegada de las redes sociales, y la popularidad que ha ido adquiriendo la
Internet, millones de personas en el mundo, están en búsqueda del amor, y
adaptan estas nuevas herramientas para conseguirlo ya sea a través de e-mails,
poemas, canciones, videos, tarjetas virtuales, podcast, entre otros.

El amor, el ligue y el filtreo [flirteo] se manifiestan a partir de nuevas herramientas;


adolescentes, jóvenes y adultos se expresan y mantienen contacto en la
inmediatez, comparten noticias, se divierten, juegan y sobre todo conocen a otras
personas a través de esta vía. El mundo del ciberespacio provee al usuario de una
máscara, atrás del monitor ya no existe espacio para los tímidos. Se amplían las
posibilidades.
Recientes estudios han demostrado que la gente sociable en el mundo real
también tienen más contactos en sus respectivas páginas virtuales; por lo que
ahora distintos usuarios con sus respectivas personalidades inundan las redes
sociales, fortalecen y amplían sus amistades o contactos profesionales.

El inicio del ciberamor


Con la World Wide Web el mundo entero conoció el ciberespacio. A partir de ese
momento la forma de relacionarse entre los individuos cambió notablemente,
primero con el e-mail que hizo que la correspondencia fuera más rápida, poco
después las salas de chat y foros de discusión como las de Yahoo, Latin chat,
ICQ, UOL y Aol, representaron un nuevo medio para entablar relaciones de todo
tipo, incluso afectivas, A partir del uso cotidiano de estas herramientas surgieron
los amigos e incluso los noviazgos cibernéticos. Fue así que el amor a través de
Internet se abrió paso a través de la fibra óptica y empezó a multiplicarse. Sin
embargo, algunos especialistas se alarmaron ante los nuevos métodos de
socializar y señalaron los peligros que corría el individuo al estar aislado frente a
una computadora. Eran más los contras que los pros de esta novedosa forma de
experimentar emociones. La posibilidad de ocultar la personalidad del usuario,
facilitaba crear personajes, historias e inventar un perfil a modo que moldeara las
necesidades del que se encontraba del otro lado del monitor.
Con el paso del tiempo las herramientas en la web mejoraron, se modificaron y
ampliaron las posibilidades de incluir en un sólo portal, además del contacto y la
comunicación vía escrita, elementos multimedia que brindaron la posibilidad de
enviar saludos en formato de audio o video, fue así que en 2004, el giro en la red
fue completo al surgir una nueva generación de comunidades mejor conocidas
como redes sociales. Hoy en día, sitios como Facebook, Blogger, Twitter, Sonico,
Flickr o Hi5 son plataformas que se adentran en la vida de los usuarios para
compartir información, pero sobre todo para conocer con detalle a esa persona
con la que se está relacionando.

Amor en un clic
Aunque algunos lo califiquen como un recurso de personas desesperadas,
“urgidas”, o como un acto nefasto, deprimente y peligroso, enamorarse en la era
de la web 2.0 a través de las redes sociales puede ser mucho más sencillo para
quienes no tienen amplios círculos sociales, son tímidos, o retraídos y ven esta
opción como la última carta que tienen para jugársela y encontrar el amor.
Indudablemente que ésta es una herramienta diferente para conocer a otras
personas, por ello tras el fracaso de haber tratado de encontrar a la pareja ideal en
su entorno, quien decide entrar y contactar a otros usuarios de cualquier red social
es porque ha decidido conocer a alguien distinto delas personas que están a su
alrededor. Así, de un momento a otro, los usuarios están inmersos en las llamadas
“ciberrelaciones” al conocer a alguien y a través del tiempo crecen sentimientos
que llevan la relación a otro plano. Estas situaciones han sido y son bien
aprovechadas por los creadores de sitios en Internet que se dedican a establecer
conexión entre las personas al ser una opción que ofrece múltiples posibilidades
para conocer gente. En los denominados “puntos de encuentro”, los usuarios
pueden conocer a otros mediante el intercambio de correos y, en algunos casos,
un poco de información personal que ayude a encontrar el tipo de pareja que se
busca. La variedad de puntos de encuentro en la web es bastante amplia y
permite a los cibernautas elegir con quien hablar mediante la clasificación de los
usuarios, ya sea por edad, creencias, domicilio u orientación sexual. Igualmente se
separa a los que desean tener una relación amorosa de los que simplemente
buscan hacer amigos. En dichas páginas el usuario debe registrarse, proporcionar
un correo electrónico y crear una contraseña, después hacer un perfil e iniciar una
búsqueda de compatibilidad mediante el llenado de campos tales como país,
ciudad, edad, preferencias y qué tipo de contacto le interesa como amistad, amor
o encuentro íntimo. Generalmente al correo electrónico proporcionado se envían
los resultados obtenidos de compatibilidad, de éstos se decide que perfil visitar y si
le agrada se tiene la opción de enviar un mensaje.
Los perfiles, la mayoría de veces, son una fotografía acompañada de una
descripción positiva en las que se destaca la personalidad, gustos, intereses,
hábitos y religión con el objetivo de generar empatía en otras personas también
interesadas en establecer contacto por lo que al escribirlo se busca ser creativo,
cómico o satírico para así atraer la atención (principalmente) del sexo opuesto.
Casi siempre el internauta no tiene que pagar por crear dicho perfil, pero si abona
una tarifa (que varía según la red social) puede ponerse en contacto con los
usuarios que le son sugeridos como compatibles, enviar mensajes y tener acceso
a otras herramientas multimedia.
Algunos puntos de encuentro
El reciente estudio de Amistarium Datanta presentó que la búsqueda de pareja en
Internet aumentó de 2009 a 2010 al crecer de 800 mil a 2.6 millones el número de
usuarios registrados en el portal.
De acuerdo con datos de Amistarium, los mexicanos son los que más emplean
Internet para conocer a una pareja con casi 400 mil usuarios de los registrados, en
segundo lugar están los españoles, con más de 250 mil, seguidos por los
colombianos, con más de 120 mil usuarios en la red de contactos. El promedio de
edad varía de entre 32 y 37 años siendo los más asiduos los hombres, con más de
2 millones registrados en la página, mientras el número de mujeres que busca
compañeros online son poco más de 350 mil.
La investigación también arrojó que cerca del 60% de los usuarios de Internet con
edades de entre 18 y 35 años ya intentaron conquistar una pareja usando un
servicio de mensajería instantánea como Messenger y otros tipos de chat y el 54%
reconocen haber coqueteado virtualmente a una persona desconocida.

Y fueron felices…
Muchos han sido los casos de personajes que se han aventurado a conocer a su
amor cibernético, hay casos fallidos, pero en otros aquella aventura que comenzó
en la computadora termina en la cama.
Hoy en día las posibilidades de encontrar un amor o entablar una relación en la
red son infinitas, lo que nos hace asegurar que las comunidades cibernéticas se
han convertido en uno de los medios para amar y ser amado.

Tomado de: Arias Flores, D. (2011). “El amor en las redes sociales” en Revista
Etcétera.
Disponible en: <http://www.etcetera.com.mx/articulo.php?articulo=8919&pag=2>
[en línea]
[Consulta: 01/11/11].

También podría gustarte