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Anatomía de los Músculos Faciales

CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONES

Los músculos de la cara son tantos y tan variados que puede resultar


muy difícil imaginarse cómo puede distribuirse en un espacio tan
pequeño una cantidad tan grande de grupos musculares, que además
tienen funciones tan específicas y diferenciadas entre sí.

La complejidad de la expresión facial, además de las funciones propias


de la fonación y deglución, requieren no solo de muchos grupos
musculares, sino de una coordinación extraordinaria entre los diferentes
grupos de músculos para lograr una variedad tan amplia de
movimientos, que van desde un simple guiño hasta el poder silbar.

Se pueden dividir los músculos de la cara en dos grandes grupos:

 Pequeño tamaño y con función limitada a la expresión facial,


 Gran tamaño con un rol fundamental en funciones tan
importantes como el habla, la alimentación e incluso la
respiración.
Características Generales

En su gran mayoría son músculos planos, delgados y con una relación


tamaño/fuerza bastante discreta; es decir, no son músculos que tengan
muchas fibras musculares ni que generen gran potencia.

Casi todos toman dos inserciones en puntos diferentes, una en los


huesos de la cara y la otra en la piel del rostro o la aponeurosis de algún
músculo vecino; en ocasiones pueden ser ambas.

Los músculos más grandes son la excepción a esta regla. Se trata de


los maseteros, los cuales tienen sus dos inserciones en superficies
óseas; son capaces de mover una articulación y, por centímetro
cuadrado de superficie, están entre los músculos más poderosos del
cuerpo.

Clasificación y Funciones

Los músculos de la cara se pueden clasificar según su función y según


la zona anatómica con la que guardan relación.

Según su función, los músculos de la cara se pueden dividir en:

 Músculos de la expresión
 Músculos de la masticación

Los músculos de la expresión casi invariablemente toman inserción en


hueso y piel, mientras que los de la masticación lo hacen siempre en
superficies óseas.

Según su ubicación anatómica los músculos de la cara se pueden


dividir en músculos:

 Pabellones auriculares.
 Párpados y las cejas.
 Nariz.
 Boca y los labios.
Músculos de los pabellones auriculares

Debido a la localización de los pabellones auriculares, su estructura y la


evolución particular del ser humano —el cual ya no depende tanto del
oído para sobrevivir—, los músculos de los pabellones auriculares se
consideran vestigios musculares.

Aunque están presentes, su función es nula. De hecho, son


excepcionales los casos de individuos con la capacidad de mover sus
pabellones auriculares.
En aquellos casos en los que es posible moverlos, se debe a la acción de
los músculos auricular anterior, posterior y superior, presentes en todas
las personas pero en muy pocos casos con la fuerza suficiente como
para tener un efecto visible.

Músculos de los párpados y las cejas 

Su función principal es generar el movimiento de las cejas, fruncir el


ceño y, sobre todo, permitir la apertura ocular; a este grupo pertenecen
los músculos:

 Occipitofrontal
 Piramidal
 Superciliar.
 Orbicular de los párpados.

Este último es el más importante de todos, ya que permite el cierre


ocular; se trata de un músculo grande, plano y de forma circular que
rodea la parte externa de las órbitas.

Está dividido en varias porciones que permiten cerrar los ojos


suavemente o “apretar” los ojos mientras se cierran.
La función opuesta (apertura ocular) se debe a la acción sinérgica del
músculo elevador del párpado superior, que “levanta” el párpado como
una persiana conforme el orbicular de los párpados se relaja,
permitiendo que el párpado inferior caiga casi por gravedad.

Es importante recordar que el elevador del párpado superior no se


considera un músculo de la cara, ya que nace en el interior de la órbita y
termina en el párpado superior; además, su inervación depende del III
par craneal (motor ocular común), a diferencia de los músculos de la
cara, cuya inervación es responsabilidad del VII par craneal (nervio
facial).

Músculos de la nariz

De estos músculos solo uno (piramidal de la nariz) tiene que ver con la
expresión, mientras  que el resto tiene una función específica en el
aparato respiratorio.

 Piramidal de la nariz
 Transverso de la nariz.
 Mirtiforme.
 Dilatador de la nariz.

El músculo mirtiforme es responsable de “deprimir” el ala nasal y así


cerrar la entrada de las fosas nasales, siendo esto particularmente útil a
la hora de limitar la entrada de impurezas como polvo a la vía
respiratoria superior.

El transverso y el dilatador de la nariz actúan de manera sinérgica


para hacer lo contrario: dilatar la entrada de la fosa nasal para permitir
que el aire entre con más facilidad.

Por lo general, su acción no es visible salvo en los casos de distrés


respiratorio severo, cuando su efecto es tan evidente que da lugar a un
signo clínico conocido como aleteo nasal, el cual consiste en la
elevación del ala de la nariz con cada inspiración.

Músculos de la boca y los labios

Son los más numerosos y más ampliamente distribuidos, ocupando más


del 60 % del área total de la cara.

Estos músculos son los responsables de la mayor parte de las


expresiones faciales. Además, algunos ayudan en la fonación, y unos
muy particulares permiten la masticación: los maseteros

 Buccinador.
 Orbicular de los labios.
 Elevador común de la nariz y del labio superior.
 Elevador propio del labio superior.
 Músculo canino.
 Cigomático mayor.
 Cigomático menor.
 Risorio.
 Triangular de los labios.
 Cuadrado del mentón.
 Borla del mentón.
 Masetero.

Todos estos músculos, inervados casi en su totalidad por el nervio facial,


son responsables de las cientos de expresiones faciales del rostro
humano.

Por ejemplo, la sonrisa es consecuencia de la contracción del risorio y


de los músculos cigomático mayor y menor; así mismo, la contracción
leve de este par de músculos permite elevar la comisura labial.
El buccinador retrae las comisuras labiales; esto permite silbar,
tocar instrumentos de viento y desalojar los alimentos que se
acumulan en el área vestibular de la encías.

El orbicular de los labios es otro músculo especializado que permite


cerrar la boca, además de ayudar en el complejo de movimientos
necesarios para succionar.

Finalmente está el masetero que, junto con los músculos pterigoideos


(pertenecientes a la fosa pterigoidea), forma parte de los músculos
masticadores.
Es capaz de ejercer una presión de 90 kg/cm2, lo cual lo convierte en uno
de los músculos más fuertes del cuerpo considerando la relación
tamaño/fuerza ejercida.

Toma inserción en el arco cigomático y en la rama ascendente del


maxilar inferior, permitiendo el cierre bucal y la masticación.

Para ello trabajan en sinergia con el resto de los músculos masticadores


y en coordinación con los músculos del cuello, responsables de la
apertura bucal (digástrico, milohioideo, músculos infrahioideos, entre
otros).
Anatomía Músculos faciales

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