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Los esquejes son fragmentos de las plantas separados con una finalidad reproductiva.
Pueden cortarse fragmentos de tallo e introducirlos en la tierra, para producir raíces. Las
plantas enraizadas de esta manera serán genéticamente idénticas a sus progenitoras, es decir,
formarán con ellas un clon. Existen diferentes formas de hacer esquejes, según la fase del
período de crecimiento en que se corten:
La reproducción por medio de esquejes es asexual por lo que sólo se necesita un progenitor.
Pasos:
Meter en un recipiente con agua hasta que desarrolle raíces. Este paso puede ser
omitido, y continuar con el siguiente si es necesario, ya que antes que ciertos esquejes
de ciertas plantas desarrollen raíces, su tallo puede pudrirse. Con base en la
experimentación, probar ambos pasos en caso de duda. Lo más probable es que
ambos pasos funcionen.
Y si todo resulta como debe ser, en pocos días se producirá una nueva planta clonada
completamente independiente de su progenitora asexual.
Los injertos
El injerto solo es posible entre especies más o menos estrechamente relacionadas, puesto que
de otro modo los tejidos resultan incompatibles y la conexión vascular necesaria para la
supervivencia de la variedad no se realiza. Normalmente el límite está dado por la pertenencia
a un mismo género, aunque existen excepciones; géneros estrechamente emparentados,
como algunos de las rutáceas o las cucurbitáceas, pueden funcionar como pie para especies
afines.
En la mayoría de los casos, una de las variedades se selecciona como raíz por su resistencia, el
tallo de la especie elegida como variedad se injerta sobre esta base. En otros casos, una yema
de la variedad se injerta lateralmente en el tronco del patrón, y sólo después de asegurarse la
fusión exitosa se corta este último.
Procedimiento
Para realizar un injerto, los tejidos de ambas plantas deben entrar en contacto. En ningún
momento las células se mezclan; los tejidos por encima y debajo del punto de injerto
permanecen por completo diferentes. La unión viene dada por la formación de un callo
parenquimático a raíz del corte. La temperatura y humedad del injerto debe mantenerse
controlada para favorecer esta unión. En los injertos en plantas herbáceas, las comunicaciones
vasculares del xilema y floema se forman directamente a partir del parénquima del callo. En la
primera fase del proceso de injerto, las células puestas en contacto reaccionan ante el tejido
extraño. Solo luego la unión se completa mediante la división de los tejidos adyacentes en las
superficies opuestas, y la firmeza de la fijación aumenta lentamente. La efectividad depende
de la formación de conductos vasculares entre las partes y el depósito de polisacáridos en el
tejido de unión. En los cuatro primeros días, aproximadamente, la división celular es activa, y
el número de traqueidas experimenta un rápido aumento; durante un período posterior la
diferenciación continúa, pero no aumenta el número de traqueidas y en los 3 días siguientes
las traqueidas continúan diferenciándose, pero no aumentan en número. La resistencia del
injerto es proporcional a la cantidad de polisacáridos depositados en la unión.